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UNIVERSIDAD NACIONAL “PEDRO RUIZ GALLO”

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES Y EDUCACIÓN


ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

Informe de Orientación Vocacional

Alumno:
Eberth Daniel Liza Gonzales
Docente:
Karolain Bravo Salvatierra

Curso:
PSICOTERAPIA DE GRUPO

LAMBAYEQUE – PERU
2017

CAPITULO I
PRESUPUESTO DE UN MÉTODO

La psicoterapia se desarrolla a partir de ciertas circunstancias que influenciaron en su


sofisticación, las contradicciones socioeconómicas, propio de las sociedades
divinidades en clases, las complejidades de la vida, la usencia de un método científico
que explique todo los aspectos de la enfermedad, los costos de las terapias
individuales, provocaría el surgimiento repentino de procedimientos y técnicas, en las
cuales la psicoterapia es una de ellas.

Debido a los factores que hicieron que la psicoterapia cobre relevancia, esta quedo
expuesta a la competencia de autores y escuelas diversas que ayudaron a
desarrollarla, este mejoramiento de sus técnicas también estaba influenciado por
grandes surgimientos de conocimientos científicos, como necesidad de fundamentos
teóricos que otorgue seguridad y confianza a las técnicas aplicadas.

La psicoterapia toma de todas las ciencias para su conversión en acto colectivo,


instrumentó procedimientos basados en nociones recogidas de la Psicología, de la
Psiquiatría, de la Sociología, la Cibernética, la lógica y los más recientes estudios
sobre la información, la comunicación y la lingüística.

El presupuesto central de la psicoterapia grupal era la de ofrecer la posibilidad de un


perfeccionamiento de las aptitudes para las interacciones en los marcos reales en que
esta se desarrolla. En el grupo se ejercitan acciones terapéuticas de un modo peculiar,
como un conjunto humano en el que sus componentes no solo están en una situación
colectiva, sino que al interactuar entre sí, van configurando una estructura que
sostiene y estimula la actividad terapéutica.

El primer elemento que define al grupo es la interacción, para complementar una tarea
que es la terapia de sus miembros. Se establece la interacción cuando la actividad de
las personas que están en una situación colectiva se estructura de tal modo que el
comportamiento de uno de ellos estimula el comportamiento de los otros. El grupo
terapéutico se constituye del mismo modo para afrontar una tarea, la cura de sus
integrantes. Esa tarea terapéutica se centra en un aprendizaje: aprender a curarse. El
proceso de la cura grupal se da en una dinámica de dar y recibir tratamiento.

A todo esto Cabral hace hincapié en diferenciar entre mito y ciencia dentro de lo que
es la psicoterapia, de aquello que es producto objetivo del método científico de lo que
surge como con una sofisticación interesada o fantasía de la novedad sin
fundamentos. El método propuesto por el autor parte de la plena admisión de la
dependencia mutua de la teoría y la práctica. Así como la práctica requiere de la
teoría para fundamentarse, la teoría requiere de la práctica para encontrar su validez.
A lo largo de los capítulos el autor proporcionara fundamentos de la práctica
psicoterapéutica grupal que la hacen encontrar su validez objetiva.

CAPITULO II
REGLAS, NORMAS Y PROCEDIMIENTOS.

Dentro del marco terapéutico grupal se establecen normas que tiene el fin de
hacer del proceso terapéutico más eficiente. En el grupo, no es obligatorio
hablar, pero los silencios son interpretables, cada uno tiene derecho a decir lo
que piensa y lo que siente, se puede interrumpir y cuestionar todo lo que se
diga, y las relaciones están basadas en el respeto mutuo.

La conducción terapéutica debe crear un campo intergrupal fluido que permita


se pongan de manifiesto modalidades de comportamientos relacionales que
tiendan a reproducir con fidelidad los criterios conductuales de la vida cotidiana,
haciéndoseles evidentes las diferencias que median entre esa conducta real y
lo que desean ser y cómo piensan que son.

El coordinador cuenta con estrategias de debe utilizar de forma oportuna, el


estudio de significaciones, el señalamiento y la interpretación, serán
herramientas permitirán la compresión de los problemas que surjan en la
interacción grupal.

El terapeuta debe coordinar el grupo de tal manera debe despojar de su labor


de guía todo tipo de autoridad irracional y facilitar un clima de compresión, de
tal manera que los miembros del grupo se sientan comprendidos sin ser
juzgados por lo que puedan hacer o comentar en el proceso. Esto permite que
el paciente cuente con mayor facilidad sus vicisitudes, lo cual es favorable para
comprensión del problema que pueda presentar, a la vez que sirve de
retroalimentación para todos participantes.

El coordinador señalará y delimitará con precisión la tarea terapéutica del


grupo, pero siempre a propósito de algo que surja en el grupo en la sesión, en
el momento que se estime para hacer tomar consiente de motivos
inconscientes, así como de problemas latentes que no se an manifiesten de
forma consiente. El coordinador debe actuar cuidando de no cortar o dirigir con
señalamientos o interpretaciones apresuradas el dialogo intergrupal.

El coordinador debe ser capaz de abstraer lo que pueda haber en común, en la


enfermedad y conflicto, distinguiendo también las disimilitudes. Sobre esta
base deberá planear su estrategia y su táctica para la cura grupal.

CAPITULO III
PERSONA CONCIENCIA Y MOTIVACIÓN

Las teorías de la personalidad, de la conciencia y de la motivación, serán


conceptos necesarios que el terapeuta tendrá que tener claros y definidos, que
le permitirán convertir al grupo en una herramienta terapéutica eficaz. Estos
conceptos le permitirán ejercer su labor que consiste en una constante
interpretación de lo que está sucediendo en el grupo durante la interacción de
sus integrantes.

El grupo terapéutico se constituye en una variedad de personalidades que


despliegan sus particulares experiencias, conocimientos, sentimientos e ideas,
pero alienta en todos un anhelo común, el objetivo de obtener alivio o curación.
Este objetivo determinara la tarea del grupo.

La personalidad es la organización dinámica dentro del individuo, de aquellos


sistemas psicofísicos que determinan sus ajustes únicos a sus ambientes.
También la personalidad del hombre es producto de las relaciones sociales que
entable el individuo en su actividad.

Para el trabajo psicoterapéutico es fecundo entender a la personalidad como


un vasto y complejo sistema capaz de regular y orientar la conducta. El
terapeuta valiéndose de los conocimientos de la de la personalidad, podrá
observar la conducta como medio que le pueda indicar como poder ser los
esquemas cognitivos que poseen los miembros, para así explorarlos, y partir de
los señalamientos e interpretaciones hacer que el grupo tome conciencia de
sus expresiones verbales y no verbales. Conocer la forma peculiar de cada
persona permitirá abordar el problema, que pueda presentar, de forma peculiar
según la receptividad de la personalidad del intervenido.

A lo largo del proceso terapéutico grupal se van esclareciendo las motivaciones


consiente e inconscientes que estaban generando sus insatisfacciones
emocionales.

En la dinámica de un grupo, si es bien conducido terapéuticamente, se crearan


las condiciones capaces de estimular el proceso de toma de conciencia, que
permitirán que los miembros del grupo puedan observarse a sí mismos y
encontrar las causas y motivaciones que dirigían sus conductas.

Capítulo IV
FUNCION RELACIONAL Y DINAMICA DEL GRUPO

En la dinámica psicoterapéutica grupal, la relación intersubjetiva se colectiviza sin


perder sus rasgos esenciales. Lo más importante en la relación grupal es el
intercambio intersubjetivo que se va estableciendo y desarrollando en el proceso. Aquí
el intercambio de sentimientos cobra una forma diferente a la de cualquier otro tipo de
relación, el paciente transmite sentimientos pero el asistente no actúa
recíprocamente, no compromete su afecto en la recepción intersubjetiva de lo que
transmite el otro, pero reflexiona, analiza esos conocimientos y los devuelve con un
conjunto de sus conocimientos y sentimientos bajo la forma de interpretaciones o
señalamientos que ayudan al otro a comprenderse.

El grupo plante, elabora, discute, decide y actúa para llegar a satisfacer sus
necesidades, pero para lógralo adecuadamente se debe descubrir cuáles son las
auténticas. El terapeuta tendrá que saber diferenciar entre el problema manifiesto y el
latente,

En la relación que se formando en la dinámica de grupo, el terapeuta debe actuar de


modo tal que evite identificarse con los miembros del grupo, esto no implica un
rechazo de los factores emocionales ni conduce a la negación de éstos, como nos dice
el auto: . No es la misma cosa "sentir lo mismo que otro" que "vivir lo mismo que otro".
Para que no ocurra la identificación, es necesario que el terapeuta se situé en la
perspectiva de aprender la cualidad del sentimiento sin que ella se transmuta a en un
proceso real de identidad.

Al identificarse con los sentimientos del otro el terapeuta perderá objetividad y su


labor de interpretar queda influenciada por sentimientos ajenos a él, lo cual hace que
pierda la posibilidad de comprenderlo realmente y sin esa comprensión reall no tendrá
la posibilidad concreta de provocar cambios en sus modos patológicos de pensar y de
actuar.

A su vez toda identificación, no permite el proceso se comparación, que es el acto que


permite un manejo adecuado de lo similar y lo diferente. Esto es relevante debido a
que cada paciente debe aprender a descubrir en qué se parece y en qué se diferencia
su síntoma u conflicto del que padece otra persona. De esta manera sabrá más
acerca de la peculiaridad de sus sentimientos y conductas y en ese saber se inscribirá
a la larga su posibilidad correctiva. Las diferencias individuales también permitirán
revelar la forma en cómo la persona se relacionan en su contexto social, conductas
que tendrá que observar el terapeuta para interpretar e intentar mejorar en el paciente
si es que su comportamiento no le ayuda a tener un buen ajuste social. Esto hace
referencia a los roles que uno de los integrantes puede asumir en algún momento
particular, dependerá del coordinador que alguien se estereotipe en el rol asumido. Se
tratara pues de lograr, en la dinámica grupal la rápida ruptura de los estereotipos de
papeles que puedan obstaculizar el desarrollo individual e intergrupal en la relación
terapéutica.

CAPITULO V
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS

En todas las relaciones interpersonales existe la trasmisión de emociones, y estas


pueden ser muy influyentes en el grupo, a tal punto de nublar la racionalidad y dejarse
llevar por estados emocionales que no necesariamente surgen como estímulo directo
de la realidad sino por contagio emocional de grupo.

En la psicoterapia grupal es importante que el coordinador sepa diferenciar los estados


emocionales de los pacientes con los propios, asumir su papel de intérprete de las
situaciones que van surgiendo sin que se identifique con los estados emocionales de
estas, de tal manera que no pierda objetividad de los acontecimientos. Esto no
significaría que ignore las emociones y sentimientos que van surgiendo sino que los
tome en cuenta sin que se identifique con ellos.

La percepción de los acontecimientos observados o de lo dicho en la psicoterapia, es


de mucha influencia en la forma en como se interioriza, una vez que se le da un
significado, a esta le acompaña un estado emotivo. La cognición va ligada de lo
emocional. Bajo esta precisa el coordinador deberá optar por una postura neutral, en
donde no interprete en términos de juicios de valor, no jugar al paciente, ser
comprensivo, de tal manera que sus interpretaciones no contaminen su rol de
terapeuta, que en última instancia es de comprender de la forma más clara y real
posible las situaciones problemática, con la finalidad de poder lograr una intervención
objetiva.

Los integrantes del grupo terapéutico también traen consigo esquemas cognitivos que
se han formado a partir de su interacción con su realidad social. Muchas de estas
interpretaciones son la causa de sus inadecuadas relaciones interpersonales y su
insatisfacción emocional. En mucho de los casos el entorno distorsiona los afectos, por
ejemplo en una sociedad materialista, el valor personal se interpretara por las
posesiones que se tenga, distorsionando los afectos de la valía individual.

Los integrantes del grupo terapéutico deben conocer la relación entre los sentimientos
y vínculos sociales, pudiendo en cada sesión tener la oportunidad de apreciar todo
aquello que se les oculta o pasa desapercibido de la sociedad.

El grupo terapéutico es un medio en donde se pueden dar condiciones para


desestructurar estos esquemas cognitivos repetitivos y rígidos.
CAPITULO VI

ANALISIS Y SINTESIS

En la psicoterapia grupal es de suma importancia la comprensión de los


aspectos que puedan surgir en la dinámica grupal, para eso el terapeuta se
valera del análisis para profundizar en los fenómenos que van apareciendo,
examinándolos de la forma más amplia posible, y a partir de la síntesis
organizar y relaciona los aspectos que van surgiendo, de tal forma que se
llegue a la comprensión general y simplificada; y sobre todo al entendimiento
más claro posible del problema que pudo haber surgido.

El coordinador se propondrá siempre conducir por un proceso bidireccional y


dialectico, lo universal a lo individual y lo particular a lo general, instrumentando
al grupo para lo unión de lo general y lo singular.

Por medio de la síntesis se intentará promover una comprensión, ya que puede


haber algunos miembros que emitan mensajes verbales en términos generales,
en donde el coordinador, instrumentará la dinámica de manera que el grupo
profundice en el análisis de los hechos, para luego relacionarlos, y así todos
comprendan y los conviertan en tomas de conciencia.

El dar y recibir tratamiento, como un acto de retroalimentación, se ejercita en el


proceso grupal terapéutico. A manera de síntesis el grupo a partir de las
distintas intervenciones que van surgiendo, el grupo va buscando establecer
vinculaciones que sirvan de modelo para interpretar las relaciones que sus
miembros mantienen en su vida cotidiana; de esta manera se corrigen las
pautas de conducta que emplean los miembros en su diario vivir, aprendiendo
así a distinguir estereotipias conductuales ante diferentes situaciones
concretas, siendo esto un aprendizaje instrumental. De esta manera se ejercita
en el grupo la observación para comprender a los otros que su vez les permite
comprenderse asimismo.

“En la medida que se comprende al otro se comprende a uno mismo.”

Capitulo VII
LA CURA COMO PROCESO DE CAMBIO

A través de las técnicas y procedentes basadas en conocimientos objetivos, el


terapeuta lograra en el grupo promover cambios. El coordinador a través de sus
intervenciones, señalamientos e interpretaciones ira formando las condiciones
necesarias para lograr cambios en los miembros del grupo. Los cambios que implican
el reordenamiento positivo para el paciente se constituyen como proceso activo que se
va estructurando a lo largo del tiempo.

La relación terapéutica, la que es distinta con otros tipos de relación, debe ser una
tarea científica que otorga coherencia a la actividad que desarrolla el coordinador en el
grupo, basada en interacción objetiva, libre de subjetividades e identificaciones
emocionales de los integrantes hacia el coordinador, incluyendo las transferencias y
contratransferencias que puedan surgir en el proceso, lo cual no permitirá analizar de
forma correcta los aspectos que puedan surgir en el grupo, lo cual llegaría por una
equivocada dirección toda intervención que se quiera realizar.

Curar no es adaptar a las condiciones alienantes de la sociedad, solo puede hablarse


de curación en sentido psicológico, cuando el individuo es capaz de tomar plena
conciencia de las contradicciones socioeconómicas que lo perturban. A través del
conocimiento de las causas del desajuste, que se encuentran en la realidad objetiva,
permitirá captar la repercusión subjetiva, de estas causas, en la persona. Esto ayudara
a huir de las generalizaciones apresuradas que llevarían a suponer que el reflejo
subjetivo de la alienación es siempre igual para todas las personas, y así obtener una
visión objetiva de la situación para direcciona un proceso de cambio particular para
cada persona del grupo. El coordinador debe estar siempre atento para captar y
devolver al grupo a través de señalamiento e interpretaciones aquello que pueda
generalizarse en comportamientos diferentes.

Todo proceso de intervención que promueva el cambio en la psicoterapia grupal,


debe apoyarse en conocimientos científico de la psicología, el cual su objetivo según
Galperin, es el estudio científico de la actividad psíquica orientadora de las acciones
que ejercita cada individuo para aprehender y manejar su realidad, mediante el reflejo
subjetivo que hace de esta en su cerebro. En el proceso terapéutico debe llegar a
conocer la realidad psíquica de los individuos, esto a través de análisis de indicadores
visibles como son la conducta y la expresión verbal, a través de estos se llegara
conocer la subjetividad psicológica del individuo que estará basada en interpretaciones
que no siempre son un reflejo objetivo de realidad, y que pueden estar causando
desajustes en sus interacciones sociales. .

Los cambios terapéuticos suponen una modificación de los subsistemas de la


personalidad insuficientemente desarrollados. El psicoterapeuta debe saber sobre que
subsistema de la personalidad actuar, para lograr la rehabilitación de los miembros del
grupo.

El manejo científico consistirá en interpretar de forma adecuada la realidad y lo que


está sucediendo en el grupo

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