Está en la página 1de 1

“LUCIÉRNAGAS EN LOS OJOS”

Esa niña feliz con sus ojos brillosos como dos luciérnagas sin preocuparse de nada que no tenía ninguna
otra preocupación como que si tiene papada o en esa balanza pesa más que un grano de arroz que si es
demasiada comida o no, si utiliza eso la gente la va a mirar mucho o poco que por cada paso que dé va
sobre pensar -si piso esa línea me voy a caer y si no lo hago me voy a ver rara-.

Ella lo único que tenia eran juegos de cocina o de cuidar a un bebe y ahora esta llena de aplicaciones de
adicciones o de ver las calorías de comida o un botón de ataque de pánico.

Que, si viera que sus ojos apenas tienen luciérnagas que, si se preocupa de mas cosas que jugar, ella
estaría llorando, viendo como cada día se destroza más y más.

Viendo que su papá solo le habla de vez en cuando y su única excusa es “estaba ocupado”.

Donde esta ella viendo que ahora sus ojos son cascadas y ni una pisca de luciérnagas, arrodillada
suplicando que la maten ya que ella lo intento, pero no la dejaron y esas malditas voces siguen ahí
diciéndole y diciéndole cosas.

Ella que ni le interesaba el maquillaje viendo que ahora no puede salir sin el por sus “inseguridades” que
ella no sabía que iba a tener.

Viendo que ya no puede expresarse porque se le hace un nudo en la garganta y lo intenta una y otra vez
y no le salen las palabras se frustra y se frustra al no poder decirle a nadie como se siente ya que piensa
que van a pensar que quiere llamar la atención o la van a juzgar y tampoco quieren que la vean triste ya
que se supone que ella es feliz y fuerte.

Y que se siente sucia y fea que se mira al espejo y le da asco cada centímetro de ella por dentro y fuera.

Esa niña sabe que lo intentamos, pero se nos está acabando la energía que ya utilizamos nuestras
reservas y ya no sabemos de dónde sacar energía.

Ella se ven y saben perfectamente su diferencia, mientras una tienes sus luciérnagas las otras están
totalmente ahogadas por las casadas en sus ojos

También podría gustarte