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Psicologia

capitulo 2

Algunas ideas para comenzar…


El texto ofrece un punto de partida para reflexionar sobre la naturaleza del
sujeto y cómo se forma. Se plantea que el sujeto es alguien que conoce y
actúa en el mundo en función de su relación con los objetos externos. Se
destaca que el aprendizaje es una característica inherente al sujeto, cuya
constitución se desarrolla a través del contacto y la interacción con otros
individuos, especialmente los primeros cuidadores. El texto está dividido
en dos partes: la primera explora quién es el sujeto y cómo se forma,
mientras que la segunda presenta ideas relacionadas con el psicoanálisis,
especialmente las de Sigmund Freud sobre la estructura psíquica. Se utiliza
la metáfora del "aparato psíquico" para describir el proceso de organizar
ideas, recuerdos y representaciones mentales. Además, se aborda la
subjetividad desde una perspectiva sociológica, destacando cómo cada
sociedad y época histórica influye en la formación de modelos y valores
que impactan en la subjetividad de los individuos. Se mencionan los
cambios actuales en aspectos como la sexualidad, la ética, la familia, la
paternidad, la educación y las relaciones interpersonales como ejemplos de
transformaciones en la producción de subjetividad en la sociedad
contemporánea.
El proceso de constitución del sujeto:
El proceso de formación del sujeto implica múltiples sujetaciones en
distintos ámbitos: biológico, psicológico y social. Estos ámbitos
determinan la evolución del individuo, quien no nace como un sujeto
definido, sino que se constituye a través de experiencias y transformaciones
complejas, influenciadas por el entorno social y cultural. Autores como
Dussel y Caruso destacan que el sujeto está inscrito en estructuras sociales,
políticas, psicológicas y escolares, pero estas estructuras no son estáticas,
sino que se construyen a lo largo del tiempo a través de experiencias
individuales y colectivas.
El proceso de sujetación implica tanto acciones de sujeción como de ser
sujetado por diversos agentes, como la ley en el ámbito jurídico, la historia
personal y presente de vida en el ámbito sociológico, y el peso del pasado
en el ámbito histórico. Además, autores como Silvia Bleichmar señalan que
el proceso de constitución del sujeto comienza antes del nacimiento,
influenciado por los deseos y expectativas de los padres, así como por las
interacciones con el entorno, especialmente con la figura materna u otros
cuidadores.
Durante la primera etapa de la vida, el Otro (figura significativa en el
proceso de constitución del sujeto) introduce elementos que van más allá de
la satisfacción de necesidades biológicas, como la introducción de
subjetividad a través de cuidados y atención. Estos primeros contactos
establecen la base para la formación del psiquismo del sujeto, marcado por
la inscripción y elaboración de representaciones mentales.
El deseo humano surge como un movimiento orientado a satisfacer las
primeras experiencias de satisfacción, asociadas con la autoconservación y
lo biológico. Sin embargo, el deseo nunca es completamente satisfecho y
actúa como un motor perpetuo que impulsa al sujeto a buscar nuevas
experiencias y conocimientos.
En el contexto educativo, el deseo de aprender y enseñar juega un papel
crucial en la formación del sujeto. La educación se centra en la realización
de deseos y expectativas, tanto del alumno como del docente, y en la
orientación de acciones para su satisfacción. El deseo de comprender,
conocer y experimentar impulsa al individuo a buscar información y
aprender en un mundo lleno de mensajes y estímulos.
En resumen, el deseo es fundamental en la formación del sujeto y en la
práctica educativa, ya que orienta las acciones y el aprendizaje, y está
intrínsecamente ligado al desarrollo afectivo e intelectual del individuo."
Acerca de la producción de subjetividad:
La producción de subjetividad se refiere a cómo cada sociedad influye en la
formación de los individuos para integrarlos al entorno. Es un proceso
político, histórico y cultural que varía según el tiempo y la época. Según
Silvia Bleichmar, la producción de subjetividad está vinculada con la
socialización y es regulada por los centros de poder que definen el tipo de
individuo necesario para mantener el sistema. Aunque este proceso está
sujeto a cambios y contradicciones, también abre la posibilidad de nuevas
formas de subjetividad basadas en nuevos modelos discursivos y en la
redefinición de la relación entre el individuo y la sociedad.
Los cambios en la subjetividad se reflejan en diferentes áreas como la
sexualidad, las relaciones interpersonales, la estructura familiar, la ética y la
educación. Por ejemplo, la concepción tradicional de la familia como
formada por dos personas de sexos diferentes que tienen descendencia ya
no es la única aceptada, ya que existen nuevas formas de organización
familiar como las monoparentales, homoparentales o ensambladas.
En un mundo donde los cambios son constantes, surgen nuevos
interrogantes y necesidades de orientación. Una idea central para la tarea
educativa es la constitución del sujeto desde la ética. El sujeto ético se
relaciona con el otro como semejante, lo que implica reconocerlo,
sensibilizarse ante su situación y no permanecer indiferente ante su
sufrimiento. La indiferencia social hacia temas como la violencia, la
injusticia o la pobreza afecta negativamente las relaciones interpersonales y
el desarrollo individual, ya que romper la indiferencia es la base de la ética
y opuesto a la crueldad.
Sobre los vínculos humanos:
El sujeto humano se forma a través de sus vínculos con otros individuos en
su entorno. Durante la infancia, los padres son figuras clave, con la madre
inicialmente estableciendo un vínculo simbiótico que luego permite al niño
desarrollar autonomía. La figura paterna se introduce como un tercero en
esta relación, facilitando el proceso de separación e individuación que es
esencial para el aprendizaje de cómo relacionarse con otros en el futuro,
tanto dentro como fuera del ámbito familiar. Estas interacciones no solo
incluyen a otros familiares como abuelos y tíos, sino también a personas en
el entorno extrafamiliar, como maestros y amigos.
Mecanismos inconscientes en los vínculos pedagógicos:
El texto aborda los mecanismos inconscientes que intervienen en los
vínculos pedagógicos, señalando que la constitución del sujeto y su vida
misma dependen de las relaciones con otros individuos significativos. Se
resaltan tres mecanismos psíquicos presentes en todo vínculo humano,
especialmente en los pedagógicos: transferencia, identificación y
sublimación.
En primer lugar, la transferencia se refiere al proceso por el cual los
docentes pueden inconscientemente proyectar sentimientos paternales o
fraternales hacia sus alumnos, quienes a su vez pueden ocupar los roles
asignados por el docente. Esto puede generar diferentes dinámicas en el
aula, como dependencia, sumisión o hostilidad por parte de los alumnos
hacia el docente, basadas en experiencias previas con sus propios padres.
En segundo lugar, la identificación es un proceso inconsciente mediante el
cual un individuo incorpora cualidades o aspectos de otro, como los padres
o los maestros, influyendo en el desarrollo de su personalidad y autonomía.
El docente, al ser una figura de identificación similar a los padres, puede
influir significativamente en la estructuración de la personalidad del
alumno y su actitud hacia el estudio y el conocimiento.
Finalmente, la sublimación implica canalizar la energía de los impulsos
sexuales hacia fines socialmente valorados, como la investigación científica
o la producción artística. La escuela desempeña un papel crucial al enseñar
a los alumnos a renunciar a ciertos intereses individuales para participar en
actividades enriquecedoras y creativas que promueven el intercambio y el
aprendizaje.
En resumen, estos mecanismos inconscientes influyen en los vínculos
pedagógicos y en la constitución del sujeto, destacando la importancia del
docente como figura de identificación y guía en el desarrollo de la
personalidad y la autonomía del alumno.
Sigmund Freud:
Conociendo al autor por su trabajo
El texto presenta una biografía resumida de Sigmund Freud, destacando su
importancia como uno de los grandes pensadores del siglo XX y su
contribución al campo de la psicología y la psiquiatría. Nacido en 1856 en
Moravia, actualmente parte de la República Checa, Freud creció en Viena,
Austria, donde recibió una educación a pesar de los recursos limitados de
su familia judía. Después de estudiar medicina en la Universidad de Viena,
se dedicó a la investigación del sistema nervioso.
Durante un viaje a Francia, Freud entró en contacto con casos de histeria
que lo llevaron a cuestionar las creencias médicas de la época y a explorar
la dimensión psíquica de los trastornos nerviosos. A su regreso a Viena,
colaboró con Joseph Breuer en estudios sobre la histeria, lo que marcó el
comienzo del movimiento psicoanalítico. A lo largo de su carrera, Freud
enfrentó oposición de colegas y tuvo que lidiar con problemas de salud,
incluido un cáncer de boca que lo aquejó hasta su muerte en Londres en
1939.
La cita final del texto revela la personalidad aventurera y curiosa de Freud,
quien se consideraba a sí mismo un "conquistador por temperamento",
siempre dispuesto a explorar nuevas ideas y dimensiones del psiquismo
humano. Aunque sus ideas fueron controvertidas en vida, su legado sigue
siendo influyente en la psicología moderna, y su intento de darle al
inconsciente un estatus científico ha dejado una marca indeleble en el
campo de estudio.
Aportes relevantes:
El texto presenta una explicación sobre los aportes relevantes del
pensamiento freudiano y su relevancia en la formación docente. En
resumen, se destacan tres aspectos fundamentales de la teoría freudiana,
que se engloban bajo el término "psicoanálisis":
Método de investigación: Freud desarrolló un método de investigación
centrado en revelar la significación inconsciente de las palabras, actos y
producciones imaginarias de los individuos. Este método se basa en las
asociaciones libres del sujeto y permite interpretar tanto manifestaciones
conscientes como inconscientes.
Psicoterapia: El psicoanálisis también se utiliza como un método
terapéutico para tratar los trastornos neuróticos. Este enfoque terapéutico se
caracteriza por la interpretación controlada de la resistencia, la
transferencia y el deseo del paciente.
Teoría científica: El psicoanálisis constituye una corriente de pensamiento
en el campo de la psicología y se considera una escuela dentro de esta
disciplina. Es importante señalar que no toda la psicología es
psicoanalítica, aunque el psicoanálisis haya tenido un importante desarrollo
e influencia en el pensamiento psicológico.
En conclusión, el psicoanálisis freudiano abarca un método de
investigación, un enfoque terapéutico y una teoría científica que han tenido
un impacto significativo en la psicología y en el entendimiento de la mente
humana.
Estructura del aparato psíquico:
El texto trata sobre la estructura del aparato psíquico según Sigmund Freud,
destacando que esta estructura no tiene una forma anatómica o neurológica,
sino que se refiere a un modo específico de funcionamiento y organización
de las ideas. El autor enfatiza que la vida psíquica no es física ni ocupa un
lugar en el espacio, sino que es inmaterial y dinámica, con cada aspecto
estrechamente interrelacionado.
Freud desarrolló dos teorías sucesivas y complementarias sobre el
funcionamiento psíquico, conocidas como teorías tópicas. La Primera
Teoría, formulada entre 1913 y 1915, se refiere al Inconsciente y al
Preconsciente-Consciente. La Segunda Teoría, desarrollada a partir de
1920, describe al Ello, Yo y Superyó.
Primera teoría (1913-1915):
En la primera teoría de Freud, desarrollada entre 1913 y 1915, se
distinguen dos sistemas principales: el inconsciente y el preconsciente-
consciente. El inconsciente, uno de los hallazgos más importantes de Freud,
contiene contenidos mentales que no están en la conciencia y están
separados del preconsciente-consciente por la represión. Esta represión,
también conocida como primera censura, es un mecanismo defensivo que
evita que los recuerdos reprimidos accedan a la conciencia y generen placer
o displacer. Los contenidos inconscientes son deseos que no cumplen con
los principios morales del individuo y son reprimidos debido a la censura.
El deseo, concepto clave en la teoría de Freud, se origina en experiencias
tempranas que quedan registradas en el inconsciente y guían al individuo a
buscar situaciones y objetos relacionados con esas experiencias. Este deseo
inconsciente está ligado a signos infantiles indestructibles y orienta la vida
anímica hacia la búsqueda de placer.
Los aportes de esta teoría para la formación docente destacan la
importancia de entender que las representaciones inconscientes tienen
componentes afectivos y representativos que son fundamentales para el
desarrollo de la inteligencia y el aprendizaje. La represión es necesaria para
organizar la atención y permitir que el individuo pueda pensar y aprender
de manera efectiva. La inteligencia se define como la capacidad de operar
creativamente en la realidad y apropiarse de ella para sobrevivir.
En resumen, la primera teoría de Freud destaca la importancia del
inconsciente y el papel del deseo en la vida psíquica, así como la necesidad
de la represión para el aprendizaje y el desarrollo intelectual.
Sistema preconsciente-consciente:
El sistema preconsciente-consciente, según Freud, se refiere a aquellos
sentimientos, pensamientos y fantasías que no están presentes en la
conciencia pero que pueden hacerse conscientes fácilmente. Por ejemplo,
un recuerdo almacenado en el preconsciente puede hacerse consciente
cuando se le solicita a alguien que relate una experiencia pasada. Sin
embargo, estos recuerdos tienden a regresar al nivel preconsciente una vez
que se completa la tarea. Este sistema permite que el psiquismo circule
constantemente entre ideas y recuerdos, ya que la vida cotidiana requiere
prestar atención a ciertas situaciones mientras se descuidan otras.
Freud propuso que entre el consciente y el preconsciente existe una
segunda censura que regula el paso de recuerdos y vivencias de un sistema
al otro, siempre considerando la realidad exterior. El consciente permite al
individuo relacionarse directamente con la realidad externa a través de las
percepciones, registrando tanto la relación del sujeto con el mundo externo
como lo que sucede internamente.
En el proceso de percepción, el nivel inconsciente y preconsciente también
está presente, lo que puede influir en la manera en que se percibe el mundo.
Por ejemplo, refranes populares como "ojos que no ven, corazón que no
siente" ejemplifican la influencia del inconsciente en la percepción.
Al entender el entramado psicológico que interviene en los vínculos
humanos, incluyendo los contextos educativos, los docentes pueden
comprender mejor las actitudes y expresiones verbales de los alumnos y de
ellos mismos. Esto lleva a plantear preguntas reflexivas sobre cómo
influyen los procesos psicológicos en el ambiente educativo.
Segunda teoría (a partir de 1920 en adelante):
En la segunda teoría desarrollada por Freud a partir de 1920, se reformula y
amplía la teoría anterior para abordar aspectos que quedaron sin
explicación. Freud propone que el aparato psíquico está compuesto por tres
instancias: el ello, el yo y el superyo, que interactúan constantemente
desempeñando funciones distintas.
El ello constituye la parte impulsiva y primitiva de la personalidad, cuyos
contenidos son totalmente inconscientes. Es el reservorio primario de la
energía psíquica y opera según el principio del placer, donde el deseo es el
motor principal. El yo, por otro lado, es la parte ejecutiva de la
personalidad que actúa como organizador y equilibrador interno entre las
instancias psíquicas y entre lo interno y externo del sujeto. Se encarga de
percibir los requerimientos externos e internos y controla los impulsos
contradictorios del ello mediante el principio de realidad.
El superyo, la tercera instancia, se desarrolla a medida que el niño
internaliza las normas y valores transmitidos por los adultos y la sociedad.
Representa la moralidad interiorizada y regula las conductas del sujeto,
actuando como un vigilante de los actos. Freud explica que el superyo se
constituye a partir de las identificaciones sucesivas con los padres y se
modifica para formar la personalidad, internalizando la ley y las
prohibiciones sociales.
En resumen, en esta segunda teoría, Freud introduce la noción de tres
instancias del aparato psíquico (ello, yo, superyo) que interactúan
constantemente y desempeñan funciones específicas en la personalidad del
individuo.
Funcionamiento del aparato psíquico:
El texto presenta el funcionamiento del aparato psíquico según las dos
teorías de Freud, centrándose en la relación entre las tres instancias: el ello,
el yo y el superyo. El yo, como instancia ejecutiva de la personalidad, debe
equilibrar las presiones provenientes del ello (buscando el placer
inmediato) y del superyo (imponiendo normas éticas y morales) para
ajustarse al mundo exterior, guiado por el principio de realidad.
El problema surge porque el ello, inconsciente y reprimido, sigue actuando
constantemente, proporcionando las energías vitales para la acción humana.
El yo necesita canalizar estas fuerzas de acuerdo con las normas impuestas
por el superyo en creaciones culturales y socialmente aceptadas, en un
proceso que Freud denomina sublimación.
Estas tensiones pueden generar conflictos intrapsíquicos entre los deseos
del sujeto y las normas éticas impuestas por el superyo, lo que es
considerado constitutivo del ser humano según el psicoanálisis. Freud
compara la relación entre el yo, el ello y el superyo con la de un jinete y su
caballo, donde el caballo representa el ello proporcionando la energía para
la acción, mientras que el jinete (el yo) tiene el control y la responsabilidad
de dirigir los movimientos, aunque a veces el caballo quiera ir por un
camino diferente al deseado por el jinete.
Mecanismos de defensa del yo:
Los mecanismos de defensa del yo son operaciones utilizadas por el yo
para lidiar con conflictos internos y externos. Laplanche y Pontalis (1968)
los describen como formas de protección ante las presiones de fuerzas tanto
externas como internas. Anna Freud, hija de Sigmund Freud, desarrolló este
concepto en su obra.
La Proyección es un mecanismo donde el sujeto, de forma inconsciente,
atribuye a otros sus propios deseos, intenciones o sentimientos rechazados.
Por ejemplo, un adolescente puede rechazar a un profesor porque proyecta
en él aspectos de sí mismo que no quiere reconocer.
La Introyección, introducida por Sandor Ferenezi, implica que el sujeto
internaliza o incorpora cualidades de otro individuo como parte de su
propio yo. Este mecanismo está relacionado con la identificación y será
discutido en relación con los vínculos pedagógicos.
La Negación es un proceso en el que el sujeto niega un deseo propio. No
obstante, es importante señalar que no toda negación es una defensa; solo
lo es cuando es exagerada o rígida.
La Idealización, destacada por Melanie Klein, consiste en atribuir
cualidades y valores perfectos a otra persona. Por ejemplo, un niño puede
idealizar a su maestro, lo que contribuye al desarrollo de su personalidad y
a la estructuración de su yo.
Sexualidad humana:
La sexualidad humana, dentro del psicoanálisis y en la tarea docente,
abarca más que simplemente las actividades y el placer relacionados con
los órganos genitales. Según Laplanche y Pontalis, incluye una serie de
excitaciones y actividades desde la infancia que producen placer no
reducido a la satisfacción de necesidades fisiológicas básicas como la
respiración o el hambre, sino que también son componentes normales del
amor sexual.
Freud observó que la sexualidad humana se desarrolla a partir de las
funciones biológicas. Por ejemplo, el bebé, después de satisfacer su hambre
durante el amamantamiento, continúa chupeteando sus labios en busca de
placer. Esto lleva a Freud a considerar que la búsqueda de placer asociada a
diferentes partes del cuerpo, más allá de su función biológica original,
constituye la sexualidad. Con el tiempo, otras zonas del cuerpo también se
involucran en la búsqueda de placer, tanto en términos de su función
biológica como en su actividad dirigida a obtener placer.
Consideraciones generales:
En sus consideraciones finales, se destaca que aunque Sigmund Freud no
abordó directamente el tema educativo, su obra proporciona una
comprensión del desarrollo psíquico humano durante la infancia y explica
la formación del individuo. Sus ideas han sido utilizadas por pedagogos
para respaldar tanto concepciones revolucionarias como conservadoras.
El psicoanálisis presenta al ser humano como vulnerable al nacer y explica
cómo la influencia de los adultos deja huellas permanentes en la vida del
niño. Además, Freud destacó la importancia de la cultura y consideró al ser
humano como un ser cultural que integra y produce cultura a partir de sus
instintos naturales.
En relación con la educación, Freud señaló que es un proceso mediante el
cual se sustituye la satisfacción impulsiva por el deseo socializado y las
normas sociales. La educación debe fortalecer al individuo para que
aprenda a regularse socialmente y satisfacer sus necesidades de manera
adecuada, promoviendo el desarrollo de controles internos en lugar de
imponer controles externos represivos.
Las ideas del psicoanálisis permiten comprender mejor las acciones y
pensamientos de los alumnos y de los educadores, considerando el
componente afectivo consciente o inconsciente presente en toda conducta
humana. Además, posibilitan una intervención educativa más saludable y
comprometida con la formación integral del individuo.
En resumen, se invita a reflexionar sobre la capacidad de crear e inventar
en educación, buscando lo que no existe pero encontrándolo a través de un
profundo compromiso con el conocimiento y la profesión docente.

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