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Riesgo.
- Caída de personas al mismo y distinto nivel
- Caída de objetos por derrumbe u objetos desprendidos
- Caída de objetos en manipulación
- Choques contra objetos móviles o inmóviles
- Golpes/cortes por objetos o herramientas
- Proyección de fragmentos o partículas
- Atrapamiento por o entre objetos
- Sobreesfuerzos
- Exposición a temperaturas ambientales extremas
- Contactos térmicos: quemaduras
- Incendio
- Accidentes causados por seres vivos
- Ruido y/o vibraciones
- Fatiga física por: posición, desplazamiento, esfuerzo y/o manejo de cargas.
El art. 20 de la LPRL, establece que el empresario debe analizar las posibles situaciones de
emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra
incendios y evacuación de los trabajadores, designando para ello al personal encargado de poner
en práctica estas medidas y comprobando periódicamente, en su caso, su correcto
funcionamiento. Para la aplicación de las medidas adoptadas, el empresario debe organizar las
relaciones que sean necesarias con servicios externos a la empresa, en particular en materia de
primeros auxilios, asistencia médica de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de forma
que quede garantizada la rapidez y eficacia de las mismas. El plan de emergencia podemos
definirlo como la planificación y organización humana para la utilización óptima de los medios
técnicos previstos con la finalidad de reducir al mínimo las posibles consecuencias humanas y/o
económicas que pudieran derivarse de la situación de emergencia.
La rápida intervención ante un accidente laboral puede ser la causa de que la persona que ha
sufrido el accidente pueda salvar la vida. En las situaciones donde se produce un paro cardio
respiratorio, la situación de la emergencia en aplicar los primeros auxilios es máxima, ya que la
falta de sangre oxigenada a las células puede producir lesiones irreversibles, incluso se puede
llegar a la muerte. Lo ideal sería que los trabajadores contaran con socorristas y personal
cualificado en materia de primeros auxilios para atender una posible emergencia. En el sector
forestal resulta una tarea imposible disponer de ellos, ya que las actividades se realizan en
entornos muy dispersos y muchas veces son pocos los trabajadores que conforman el grupo de
trabajo, por lo que resulta fundamental una formación básica en primeros auxilios y salvamento.
Ante un accidentado, lo primero que hay que comprobar es que esté consciente, preguntándole
que es lo que le ha ocurrido. Una contestación por su parte nos ayuda a descartar un posible
paro respiratorio. Ante la ausencia de respuesta hay que «pellizcarle» para comprobar que abre
los ojos, movimientos de cabeza, etc... Si no existe ningún tipo de reacción y sin tocarlo,
comprobaremos si respira o no respira.
Los accidentes laborales en el sector forestal pueden producir daños y consecuencias muy
variadas, desde hemorragias producidas por cortes, hasta asfixias por la inhalación de humos.
En las tablas que presentamos a continuación señalamos diferentes situaciones de accidente que
pueden producirse en una actividad forestal, indicando sus causas y tratamiento.
Las prácticas de mantenimiento en el bosque suelen ser correctivas más que preventivas.
Diversas condiciones de trabajo, como las presiones de producción, la ausencia de pautas y
programas de mantenimiento estrictos, la falta de sitios apropiados de mantenimiento y
reparación (garajes, refugios), las duras condiciones bajo las cuales se realizan estas operaciones
y la falta de herramientas adecuadas, pueden explicar esta situación. Además, las restricciones
financieras pueden operar en operaciones de una sola persona o sitios operados por
subcontratistas.
Supervisión
La supervisión del trabajo forestal no es fácil, debido a la constante reubicación de los lugares
de trabajo y la dispersión geográfica de los trabajadores en múltiples lugares de trabajo. La
producción se controla a través de estrategias indirectas, de las cuales los bonos de producción
y el mantenimiento de la condición de empleo precario son probablemente las más insidiosas.
Este tipo de organización del trabajo no favorece una buena gestión de la seguridad, ya que es
más fácil transmitir información sobre directrices y normas de seguridad que asegurar su
aplicación y evaluar su valor práctico y su comprensión. Los gerentes y supervisores deben
tener claro que tienen la responsabilidad principal de la seguridad.
Programas de trabajo
En el bosque, los largos horarios de trabajo diarios y semanales son la norma, ya que los lugares
de trabajo y las zonas de corte son remotos, el trabajo es estacional y los factores climáticos y
ambientales, a menudo difíciles, alientan a los trabajadores a trabajar el mayor tiempo posible.
Otros factores que fomentan horarios de trabajo más largos incluyen incentivos a la producción
(escalas salariales, subcontratación) y la posibilidad de utilizar ciertas máquinas de forma
continua (es decir, sin parar por la noche.
Seguridad.
La seguridad del trabajo forestal está determinada por factores relacionados con la organización
del trabajo, y los aspectos técnicos y humanos de la organización del trabajo pueden alterar el
equilibrio entre los objetivos de producción y la seguridad. Por supuesto, la influencia de cada
factor individual en la seguridad laboral variará de un entorno a otro, pero su efecto combinado
siempre será significativo. Además, su interacción será el principal determinante del grado de
prevención posible.
También se debe tener en cuenta que los avances tecnológicos, por sí mismos, no eliminan todos
los peligros. Los criterios de diseño de las máquinas deberían tener en cuenta su
funcionamiento, mantenimiento y reparación seguros. Finalmente, parece que algunas prácticas
de gestión cada vez más extendidas, especialmente la subcontratación, pueden exacerbar los
riesgos de seguridad en lugar de reducirlos.
Bibliografía.