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SLIPAK
¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO
HABLAMOS DE
REPRIMARIZACIÓN? UN
APORTE AL DEBATE SOBRE LA
DISCUSIÓN DEL MODELO DE
DESARROLLO
1
¿De qué hablamos cuando hablamos de
reprimarización? Un aporte al debate sobre la
discusión del modelo de desarrollo. 1
Ariel M. Slipak2
I ntroducción
En este artículo nos proponemos realizar una primera sistematización parcial sobre
algunos de los usos con los cuales se emplea el término y discutirlos de manera conjunta con
determinados posicionamientos epistemológicos y políticos sobre la cuestión del desarrollo. No
pretendemos polemizar sobre si las economías de la región se están reprimarizando o no,
1
Este trabajo sintetiza y expone parcialmente una ponencia a presentarse en las VI Jornadas de Economía Crítica de la
Sociedad de Economía Crítica (SEC) y se realiza en el marco del Proyecto de Investigación Agencia PICT 1216-2008
Modelos de desarrollo: actores, disputas y nuevos escenarios en la Argentina contemporánea. Se agradece a la
totalidad del mencionado equipo de investigación por invaluables comentarios, especialmente a Maristella Svampa,
Cecilia Anigstein y Gabriela Wyzczykier. Un agradecimiento también a Cecilia Salinas.
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Licenciado en Economía UBA. Docente CBC-UBA y UNM. Becario de Investigación ANPCyT con sede en UNGS.
Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales UNGS-IDES. Miembro de la Sociedad de Economía Crítica (SEC) y el
Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE). Se agradecen comentarios y debates; correo de contacto:
aslipak@ungs.edu.ar
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menos aún resolver el problema de la falta de consenso sobre qué es exactamente la
reprimarización. Sin embargo, consideramos que una diferenciación entre las distintas
acepciones de la expresión contribuye en dos aspectos a nuestra disciplina. En primer lugar,
para lograr mayor diálogo entre diferentes vertientes teóricas heterodoxas y el debate político.
En segundo lugar, para reivindicar que los conceptos en las ciencias sociales efectivamente
poseen un propósito que jamás es neutro en términos de disputas políticas o meramente
técnico.
3
A partir del estudio de os pesos sectoriales de importaciones se puede verificar que incrementos de exportaciones de
un sector no se expliquen por meras re-exportaciones.
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exponer meras evoluciones de los pesos de diferentes actividades en la economía, su
contribución al producto y/ o participación de ellos en las exportaciones e importaciones, no se
logra visualizar en el debate cuáles son los conceptos teóricos sobre el desarrollo que hay
detrás. Incluso desaparecen de escena los actores sociales.
Indagando sobre los motivos por los cuales un mayor peso del sector manufacturero en
el total de producto, en la contribución al crecimiento o en las exportaciones aparece vinculado
a los objetivos deseables del desarrollo en América Latina, encontramos que este tipo de
perspectivas proviene del estructuralismo de CEPAL de la década de 1950. 4 En esos años de
intenso debate sobre el desarrollo y el contexto de la industrialización por sustitución de
importaciones (ISI) de varios países de la región, éstos teóricos -liderados por Prebisch-
postulaban en los países de la periferia que era a través del reemplazo de las actividades
primarias tradicionales por modernas actividades industriales con mayor contenido de valor
agregado que mejorarían los promedios salariales y simultáneamente este proceso traería
aparejada una mejora en la distribución del ingreso y calidad de vida de la población. Así, los
países de la región podrían crecer en base a un patrón auto-sustentado. En la visión
estructuralista, en pos de alcanzar los objetivos de la modernización, se debía facilitar la
acumulación de excedente económico en manos de las burguesías de la región, que eran
percibidas como la clase social pujante que podía conducir este proceso. Entre los límites que
observan que obturan la acumulación de excedente en manos de la burguesía se encuentran la
existencia de una matriz productiva poco diversificada y con un importante grado de
heterogeneidad en las productividades, la tendencia al deterioro secular de los términos de los
términos de intercambio de las materias primas en pos de las manufacturas (que producían los
países del centro) e incluso el consumo suntuario e imitativo de las élites del centro por parte
de esas mismas burguesías locales. Así estos autores detectan una serie de mecanismos
mediante los cuales los excedentes económicos de la periferia fluyen hacia el centro, y ello
obtura el desarrollo. Así, prescribían una serie de políticas que debía seguir el estado para
facilitar la acumulación por parte de la burguesía. Adicionalmente, es interesante introducir cuál
4
No se desconocen antecedentes anteriores. Se toma a esta corriente como una referencia teórica de relevancia a
partir de la cual existe una ligazón entre la visión industrialista y el desarrollo económico.
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es la perspectiva de estos autores sobre la I nversión Extranjera Directa (IED). Si bien la
remisión de utilidades de la IED de las principales empresas transnacionales (ET) hacia los
países del centro, constituye otro elemento que obtura la acumulación en la periferia (y por
ende altas tasas de reinversión en bienes durables de producción que incrementen la
productividad como es el deseo de estos autores), dadas ciertas imposibilidades de realizar
inversiones estratégicas de gran envergadura, en diferentes escritos (Prebisch, 1981), estos
autores adoptan una posición favorable a su ingreso, ya que de otra manera as mismas no
podrían ser llevadas adelante. A pesar de los reparos señalados, existía un imaginario en que la
IED podría bajo determinadas circunstancias colaborar con la superación de las dificultades de
la heterogeneidad estructural y con un acercamiento a las tasas de productividad del centro.
Enfoques críticos a una concepción del desarrollo con la burguesía como sujeto
transformador
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subdesarrollo se vincula con un posicionamiento que ocupan los países en una jerarquía
mundial.
Los postulados de estos autores, no resultan del todo homogéneos entre sí. El exponente
de la Teoría de la Dependencia más aislado del resto de sus pares en Fernando Henrique
Cardoso, para quien en virtud de los grados de autonomía relativa de las burguesías para
controlar el proceso de acumulación, existen ciertas posibilidades de desarrollo dependiente
(Cardoso y Serra, 1978). Este autor, en realidad parece aproximarse más en cuanto a sus
postulados políticos a los estructuralistas. A los demás autores mencionados los podemos
encontrar en una tradición que denominamos Teoría Marxista de la Dependencia (TMD), que
encuentran en la clase trabajadora al sujeto transformador. Si bien no es nuestro propósito
realizar una exhaustiva revisión de la escuela de la dependencia, nos parece interesante
destacar que estos autores se abocan a estudiar también las posibilidades de desenvolvimiento
industrial en la periferia (lo cual hace inicialmente al debate sobre la reprimarización). Sin
embargo, lo realizan desde una perspectiva que destacan analíticamente aspectos como: cuál
es la posición que ocupan los países de la periferia en relación a una jerarquía internacional;
cuáles son los vínculos entre estas burguesías locales de la periferia con los países del centro.
En esta sección introducimos algunas cuestiones que parecerían ser aspectos técnicos,
pero que desde ya no se pueden escindir del anclaje histórico con el cual venimos trabajando.
Apuntamos a realizar una crítica a las afirmaciones tajantes sobre una reprimarización o
no de la economía a partir de meros criterios técnicos, entre los que encontrábamos la
participación en el producto de determinados sectores, la contribución al crecimiento y la
participación en las exportaciones e importaciones.
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transables. Nótese entonces, que las participaciones en el producto se alteran de un año a otro,
cuando en realidad se supone que el término debería aludir a transformaciones estructurales. 5
La exposición de esta contradicción entre dos criterios que son utilizados casi
indistintamente para afirmar que existe reprimarización de la economía, refuerza el comentario
derivado de la observación anterior: la reprimarización de una economía obedecería a un
proceso, y para mirar un proceso debemos evaluar un conjunto de fenómenos y su
interrelación, no una sola variable económica.
Hasta aquí, hemos indagado sobre los orígenes del concepto y trazado algunos vínculos
con las primeras teorías del desarrollo que discuten la situación de América Latina. En este
último acápite, hemos realizado una serie de observaciones críticas a las discusiones
planteadas en términos de variables aisladas orientadas a explorar el peso del sector industrial
sobre el agropecuario. Estas últimas objeciones que hemos señaado, nos permiten evaluar
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Desde ya, esta brusca alteración en los precios relativos genera una importante alteración en las tasas de ganancia de
diferentes sectores (Wainier, 2011), que genera una reorientación hacia actividades primario-extractivas en detrimento
de otras, pero estas transformaciones son graduales, se trata de un proceso consecuente de esos cambios en los
precios relativos.
6
Arceo (2011) expone como durante el período 2002-2010 el complejo agroindustrial incrementó su participación en el
producto, pero simultáneamente el sector manufacturero industrial ha realizado una mucho mayor contribución al
crecimiento del mismo (siendo entonces el sector más dinámico).
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además, que el debate técnico, se fue aislando gradualmente de las teorías del desarrollo, los
fenómenos sociales, los actores sociales y sus intereses de case. A continuación nos
proponemos hacer otra serie de críticas vinculadas con la situación actual del capitalismo para
luego indagar sobre el rol que juega a nivel discursivo este concepto de reprimarización.
7
Nos referimos a salarios reducidos por poseer monedas sumamente depreciadas, salarios reales reducidos al interior
de la economía, normas laborales precarias o incentivos y/ o exenciones impositivas a las grandes empresas.
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En términos de Fajnzylber
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Estos fenómenos también son explicados por la escuela del conocimiento cognitivo. Desde sus perspectivas, el
conocimiento juega un importante rol tanto en el proceso productivo, como así también en la esfera de la apropiación
del valor (Sztulwark y Míguez, 2013; Vercellone, 2004). Sin desestimar el rol que juega la extracción de plusvalía en las
actividades industriales, desde esta óptica se explica cómo los diferentes saberes y el conocimiento –generados hasta
colectivamente y cuya reproducción tiene costos mínimos-, cumplen un rol relevante en la generación de valor y
también resultan generadores de rentas. Las ET cuentan con mecanismos para apropiarse de esas rentas y bloquear la
difusión de esos conocimientos.
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industriales, en varios países considerados desarrollados se produce un fenómeno de
desindustrialización y crecimiento de la actividad terciaria.
Por último, queremos remarcar que es a partir de alertar sobre los riesgos de una posible
reprimarización de la economía, que desde concepciones evolucionistas y neodesarrollistas se
prescribe a las economías emergentes que lleven adelante políticas para garantizar la
competitividad auténtica. Esto es, garantizar un adecuado marco micro-meso y
macroeconómico en pos de que al interior de cada país se lleven adelante actividades con
mayor contenido de valor agregado. En otras palabras, así como en diferentes momentos
históricos distintos países levaban adelante devaluaciones competitivas, ahora deberían
competir por ofrecerle a las firmas mandantes de una CGV las mejores condiciones para que allí
localicen las actividades más virtuosas. A este proceso de ascenso por la escalera al interior de
cada CGV se la denomina ascenso industrial.
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concentrado, el priorizar un marco jurídico a favor del de sector privado, el poner un sistema de
ciencia y técnica para la generación de oportunidades de negocios y ejemplos afines. Es tras
estas lógicas que estos medios se suelen transformar en objetivos.
Una serie de autores críticos a las concepciones de la economía sobre la cuestión del
desarrollo económico también utilizan el concepto de reprimarización. Algunos de ellos
provienen de las ciencias ambientales, la sociología y otras ciencias sociales (y hasta de la
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propia economía en diálogo con otras disciplinas). Svampa (2011), por ejemplo cuando se
refiere al fenómeno de reprimarización alude a la consolidación de un perfil productivo con alta
especialización en actividades extractivas, consolidación de enclaves de exportación y
concentración económica. En líneas generales, esta autora expone cómo diferentes discursos
sobre el desarrollo pueden jugar a favor de la definición de perfiles productivos como el que
describimos, que resultan por cierto sumamente dependientes. Si bien es cierto que en esta
concepción el grado de diversificación de la matriz productiva sí se tiene en cuenta, no es
menor mencionar que aquí la reprimarización no se trata simplemente de conmensurar el peso
de diferentes actividades económicas sobre exportaciones, el valor agregado o la contribución
al producto, sino que más bien tiene que ver con un debate sobre el tipo de proyecto societal o
modelo de desarrollo, en el cual no solamente se dimensionan los aspectos económicos.
También queremos destacar el empleo del término por parte de Miguel Teubal (2008).
Este autor por su formación emplea la expresión desde un enfoque de la Economía Política, en
el cual expone como efectivamente las alzas en los precios de los productos primario-
extractivos, generan en diferentes países de América Latina una reorientación de los factores de
producción hacia aquellas actividades. Si bien emplea datos de exportaciones y participación en
el producto bruto, este académico justamente lo vincula permanentemente con los fenómenos
sociales, los intereses de los actores y aspectos que hace a la calidad de vida de la población
(como por ejemplo vincular esta profundización de un modelo de economías de enclave con la
pérdida de soberanía alimentaria)
10
Destacamos entre estos autores a Eduardo Gudynas, Koldo Unceta, Miguel Teubal y Maristella Svampa
10
Si bien hemos hecho evidente que observamos como alentador en la academia que este
grupo de intelectuales dispute el sentido con el cual se emplea el término para describir
feómenos socio-económicos desde nociones del desarrollo que consideramos contra-
hegemónicas o que vienen a generar contra-sentidos a la retórica evolucionista o
neodesarrollista del desarrollo, observamos en algunos textos –de otros autores que intentan
seguir estos lineamientos contra-hegemónicos- una confusión lineal entre reprimarización y
extractivismo o un uso del término en debate como sinónimo absoluto de la depredación
ambiental. Léase en Ruiz Mendoza y Martínez Torres (2003):
Nótese que este uso –como sinónimo del ataque a la naturaleza-, no dialoga con las
discusiones anteriores. El riesgo de estas confusiones es que estos textos académicos que
denuncian los perjuicios del extractivismo, es que se exponen a convertirse en un blanco
sencillo para ser invalidados y desacreditados a partir de tecnicismos. Los riesgos de ello tienen
que ver con que en un determinado territorio puede estar profundizándose el modelo extractivo
a partir de la expansión de actividades como el monocultivo sojero o la megaminería a cielo
abierto e incuso se puede experimentar una creciente conflictividad social en torno a temáticas
ambientales o la tenencia de la tierra por la expansión de las mismas, sin embargo no
necesariamente esto sucede en simultáneo con una re-orientación de los recursos que reduzca
la preponderancia de los sectores con mayor contenido de valor agregado.
Más allá de esta última alerta, resulta sumamente relevante el continuar profundizando
una utilización del término vinculada a intereses de diferentes actores sociales, o que el mismo
se vincule a un debate sobre proyectos societales en pugna
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Habitualmente este tipo de acápites de cierre de un artículo se titulan como “reflexiones finales”. Dado que nuestra
intención es “abrir debates”, se trata de “reflexiones pre-eliminares”.
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reprimariza o no a partir de conmensurar livianamente algunas variables en el corto plazo sin
entenderla como un fenómeno.
12
Lo cual puede incluir diferentes sub-actividades económicas de distintas ramas de actividad.
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A nuestro juicio parece sumamente potente integrar las problemáticas planteadas por los/ as autores/ as que realizan
nuevos aportes sobre la cuestión del desarrollo (como el caso de Svampa o Teubal), con las problemáticas a las cuales
se abocaban los dependentistas.
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Referencias
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Anexo 1:
Argentina: Participación, crecimientos sectoriales y contribución el crecimiento de
los sectores primario, secundario y terciario 1993- 2011.
Industria Manufacturera +
suministro de electricidad, gas y
Actividades Primarias (1) agua + Construcción (2) Servicios (3)
Año
Tasa de Tasa de Crecim. Crecim. Crecim.
Crecim, Crecim. del Contribución del Contribución del Contribución
del PBI a del VA o Particip. Sector al Crecim. Particip. Sector al Crecim. Particip. Sector al Crecim.
PM PBI a CF (4) (5) (6) (4) (5) (6) (4) (5) (6)
1993 7,09% 27,63% 65,28%
1994 5,84% 6,23% 7,03% 8,89% 0,63% 27,05% 5,25% 1,45% 65,92% 6,35% 4,14%
1995 -2,85% -2,62% 7,69% 8,16% 0,59% 26,01% -7,11% -1,95% 66,30% -1,94% -1,27%
1996 5,53% 5,37% 8,31% 0,29% 0,02% 26,11% 6,65% 1,74% 65,58% 5,49% 3,61%
1997 8,11% 7,96% 7,66% 0,52% 0,04% 27,08% 10,64% 2,81% 65,25% 7,75% 5,10%
1998 3,85% 4,52% 7,16% 5,41% 0,39% 27,03% 3,88% 1,05% 65,81% 4,68% 3,08%
1999 -3,39% -2,84% 6,49% 1,09% 0,08% 26,07% -6,87% -1,85% 67,44% -1,63% -1,07%
2000 -0,79% -0,68% 7,62% 0,20% 0,02% 24,96% -4,04% -1,04% 67,42% 0,53% 0,35%
2001 -4,41% -4,39% 7,43% 1,94% 0,15% 23,99% -7,34% -1,83% 68,58% -4,02% -2,71%
2002 -10,89% -9,97% 16,94% -2,65% -0,21% 25,73% -14,66 -3,54% 57,33% -9,16% -6,21%
2003 8,84% 7,45% 16,80% 6,09% 0,53% 28,92% 17,70% 4,06% 54,29% 4,19% 2,87%
2004 9,03% 8,06% 16,09% -1,26% -0,11% 29,93% 14,52% 3,64% 53,98% 6,83% 4,53%
2005 9,18% 8,77% 15,25% 8,33% 0,66% 29,76% 9,88% 2,63% 54,99% 8,37% 5,48%
2006 8,47% 8,31% 14,38% 2,70% 0,21% 29,65% 10,52% 2,83% 55,97% 8,08% 5,28%
2007 8,65% 8,43% 14,16% 7,47% 0,56% 28,97% 7,97% 2,18% 56,87% 8,74% 5,69%
2008 6,76% 6,34% 13,60% -1,78% -0,13% 28,51% 4,20% 1,15% 57,89% 8,15% 5,33%
2009 0,85% 0,98% 11,15% -12,5% -0,85% 28,16% -1,20% -0,32% 60,70% 3,24% 2,16%
2010 9,16% 8,59% 13,61% 20,78% 1,23% 27,33% 8,31% 2,17% 59,06% 7,64% 5,19%
2011 8,87% 8,57% 14,03% -2,46% -0,16% 27,42% 9,87% 2,58% 58,55% 9,13% 6,15%
(1) Consolidamos Agricultura, ganadería, caza y silvicultura; Pesca; Explotación de minas y canteras
(2) Consolidamos: Industria Manufacturera; suministro de electricidad, gas y agua; Construcción
(3) Consolidamos: Comercio mayorista y minorista; hoteles y restaurantes; Transporte almacenamiento y
comunicaciones; Intermediación financiera; Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler; Administración
pública y defensa; Enseñanza, servicios sociales y salud; Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y servicio
doméstico
(4) Calculado sobre el PBI a precios de productor, a precios corrientes
(5) y (6) Calculados sobre el PBI a precios de productor, a precios constantes de 1993
Fuente: Elaboración propia en base a la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales – INDEC.
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