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DEVOCIONAL 1

¡Tengo sed!

Lucas 7:37b, 38 NTV

“¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! ¡Todo el que cree en mi
puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón,
brotaran ríos de agua viva.”

Hay un mural que recuerdo muy a menudo, siempre que leo este
versículo: es un paisaje donde un rio de aguas cristalinas y potentes,
corre golpeando las rocas que salpican a la vegetación; los árboles y
la hierba que están cerca del rio están llenos de verdor y vida.

En el corazón de una mujer siempre habrá “sed”. Sed de amor, de


aceptación, de realizarse, de poder, de muchas cosas que solo
nosotras podemos desear. Pero todo lo que el corazón de una mujer
desea tiene que ser transparente o cristalino, poderoso, tan
poderoso para golpear y salpicar a otras vidas con vida, pero
también debe llenar de frescura y de la esencia de su propio corazón
a las vidas de quienes le rodean.

El único rio de agua viva que puedes saciar la sed del corazón de una
mujer, es el agua que bebemos todos los días en la presencia de
Dios, es un rio que quita toda sed, es un rio que trae vida y vida
abundante, es Cristo mismo viviendo en nosotras.
DEVOCIONAL 2

¡Ámalos!

Mateo 5: 44-45

“… ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! De esta


manera estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está
en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los
buenos y envía lluvia sobre los justos y los injustos por igual.”

A Dios le encanta ponernos a prueba. Tiene muy buen humor. Y


bueno, cada vez que alguien hiere, lastima o actúa en contra nuestra
o nuestros seres amados, es donde brilla nuestro verdadero yo y ahí
empieza la buena prueba y el buen humor.

Algunas veces reaccionamos amando, perdonando y hasta


bendiciendo; en otras ocasiones odiamos, aborrecemos y llegamos a
maldecir a quienes han actuado en nuestra contra.

En esas situaciones Dios nos da la oportunidad de demostrar que Él


es nuestro Padre. Un Padre que ama y perdona, que hace salir el sol
para buenos o malos y que da de su bendición al que es justo y al
que no lo es. Y si ejemplo tenemos de El de amor y bondad ¿Porque
nosotras no amamos como El?

Te animo a que hoy te des la oportunidad de amar y orar por


aquellos que son tus enemigos, y créeme que te vas a sorprender de
como Dios pone Su amor por ellos en tu corazón.

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