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Un poco de historia…

Las lucernas son hallazgos relativamente habituales en contextos arqueo-


lógicos como el del mundo romano, tanto en lugares de hábitat, espacios
domésticos y de la vida cotidiana, como en ajuares funerarios y contextos
del mundo simbólico y sagrado. Pero…

¿Qué son las lucernas?

Estas piezas son pequeños recipientes utilizados para la iluminación y el


alumbrado. En el caso de las lucernas romanas suelen ser contenedores ce-
rrados, normalmente de forma troncocónica, de una o dos piqueras y que
presentan frecuentemente motivos decorativos, si bien también las hay li-
sas, sin decoración, aunque muchas estén barnizadas. Aunque eran utili-
zadas fundamentalmente como instrumentos de iluminación, a modo de
lámparas portátiles, también se contemplan otros fines, como simbólicos y
litúrgicos en contextos funerarios o medición del tiempo en contextos de la
actividad minera.
¿Cuál es el origen de las lucernas?

Este tipo de recipientes empieza a ser común en el Próximo Oriente durante


el Bronce Antiguo, en el III milenio a.C., pero es en el Bronce Medio cuando
se inicia la producción de la forma típica cananea, de pequeño cuenco o
plato, de base plana o convexa, con uno o más picos vertedores. La forma
evoluciona en el Bronce Final y la Edad del Hierro hasta el siglo III a.C.,
cuando se sustituye definitivamente por la lucerna helenística, cerrada y
con mechero tubular cerrado, que será la forma mayoritaria que adopten
las lucernas romanas.

Para que veas una comparativa, te mostramos las siguientes imágenes de


piezas de nuestra colección:

Lucerna fenicia de doble piquera Lucerna griega

Lucerna romana
¿Cómo funcionaba una lucerna?

Su mecanismo era muy sencillo pero altamente eficaz. En general, las lu-
cernas utilizaban como combustible grasa animal o aceite con una mecha
vegetal. En el caso de las lucernas de época romana, la mecha se introdu-
cía por el orificio localizado en el pico hasta el fondo de la lucerna, el de-
pósito se llenaba con aceite o grasa animal, que empapaba la mecha y fun-
cionaba a modo de combustible. Una vez encendida la mecha, el orificio
de respiración dejaba entrar el aire que alimentaba la llama.

¿Qué partes componen una lucerna romana?

1. Depósito: parte más voluminosa y cóncava de la pieza destinada a con-


tener el aceite o grasa animal (combustible).
2. Pico: parte más sobresaliente de la pieza, en ella se ubica el orificio de
la mecha.
3. Orificio de alimentación: con frecuencia localizado en el centro de la
pieza, su finalidad es facilitar el relleno del depósito de aceite.
4. Orificio de respiración: normalmente localizado entre el pico y el cuer-
po de la lucerna, su finalidad es favorecer la combustión del aceite.
5 Agujero de la mecha: orificio situado en el pico, por donde se introduce
la mecha en el depósito.
6. Margo: ancha orla que une el depósito al disco.
7. Asa: apéndice que suele situarse en la parte posterior de la pieza, tiene
como fin facilitar el transporte.
8. Marca de alfarero: habitualmente se sitúa en la base externa de la lu-
cerna e indica el taller donde fue fabricada.

¿De qué estaban hechas?

En el mundo romano las lucernas estaban fabricadas principalmente en


arcilla, dejando el mismo color rojizo u ocre de la tierra o aplicando un
barniz (muchas veces de color negro). La mayoría eran fabricadas en se-
rie gracias a moldes y se comercializaban en masa, tal y como demues-
tra el cargamento de naves como la de Escombreras, que transportaba
una gran cantidad de este tipo de recipientes como mercancía para su
venta y que puedes contemplar en nuestra exposición permanente. Pero
¿cómo se puede saber si fueron utilizadas? La llama o mecha de la lucer-
na suele dejar un color oscuro, negruzco, como consecuencia de la com-
bustión de la llama y el fuego que produce. Cuando se observa este color
en el pico de la lucerna, nos indica que fue utilizada.

También existían lucernas fabricadas en metal, consideradas de lujo,


como esta de bronce de nuestra colección, procedente de Escombreras:
¿Cómo estaban decoradas?

Entre los motivos iconográficos que podemos encontraren las lucer-


nas romanas destacamos:

Vida religiosa: dioses, semidioses, héroes, seres legendarios, sus


atributos, sujetos y objetos de culto (altares, sacrificios). Cabe
destacar la decoración con símbolos cristianos como la espiga
y el crismón que encontramos a partir del siglo IV tras el edic-
to de Tesalónica donde el cristianismo se convierte en religión
oficial.
Vida laica: escenas de circo, anfiteatros, acróbatas, malabaris-
tas, escenas de caza, gladiadores, etc.
Temas literarios e históricos.
Fauna y flora.
Objetos: ánforas, timones, etc.
Signos celestes: astros, medias lunas, etc.
Decoración geométrica: rosetas, círculos, etc.

Normalmente, esta decoración se encontraba en el disco que cierra


el depósito de la lucerna, pero, en épocas más avanzadas y en pocos
casos debido a su elevado coste, podían ser zoomorfas (con forma
de animal) o antropomorfas (con forma humana), trasladando
así la iconografía a todo el cuerpo de la lucerna.

Y para muestra un botón, o cuatro en este caso:

Mitología Geometría Cristianismo Flora


¿Cómo se llaman y por qué?

Han sido muchos los investigadores que han centrado sus estudios en la
clasificación de las lucernas atendiendo a criterios cronológicos, tipoló-
gicos, etc. Sin embargo, esta nomenclatura específica que cada uno da
no ha simplificado la tarea de identificación de las mismas, ya que ca-
da autor nombra de una forma diferente a un mismo estilo de pieza. Así
pues, a modo de ejemplo, tenemos que las lucernas tipo Dressel 31 tam-
bién son llamadas Atlante XI A, o Bonifay 60.

L. Dressel 31; Atlante XI A; Bonifay 60.

Las lucernas de ARQVA


Gracias a la colección de medio centenar de lucernas romanas que tiene
el Museo ARQVA podemos realizar un recorrido por las formas más signi-
ficativas y reproducidas que encontramos en el mundo romano. De todas
ellas destacamos los modelos siguientes:

Esta lucerna, de tipología Dressel 3, es de


inspiración helenística, datada entre fina-
les del siglo II a.C. y principios del siglo I
d.C. Se caracteriza por su pasta clara y bar-
niz rojo.
La lucerna que observas en la cabecera de la página, de tipo Loeschecke
III, es un buen ejemplo de desarrollo iconográfico. En ella aparecen dos
rostras (tribuna del Foro que servía de púlpito), un águila y la cabeza de
Júpiter –Zeus inscrita en el asa con forma de creciente lunar.

En el disco aparece un joven personaje alado en actitud sedente que sujeta


con el brazo derecho una antorcha y con el izquierdo el cuerpo inerte de
otro joven que yace apoyado en sus piernas portando una corona. Estos
personajes se han identificado como los hermanos Hypnos y Tánatos, hijos
de Nix, la noche. Este tipo de lucernas son características del siglo I d.C.

Este par de lucernas pertenecen al tipo Ricci. Destacan por tener los orifi-
cios de la mecha particularmente grandes. Como vemos, la de la izquier-
da es más alargada que la de la derecha, que tiene el cuerpo práctica-
mente circular.
Esta lucerna tan peculiar es tipo
Deneauve VIII. Destaca por su
cuerpo circular, asa horadada y
orificio de alimentación centra-
do. Esta tipología se caracteriza
por su decoración mediante lí-
neas circulares y paralelas de
perlas en relieve. Estas lucernas
evolucionan, en la sección del
asa, hacia modelos triangulares

extendiendo la decoración en perlas hasta esta parte.

Este tipo muestra, una vez más, la variabilidad de nombres para una
misma lucerna. Así pues, Deneauve VIII puede verse como Dressel 30 o Bo-
nifay Lampe 32/A.

Tipificada como Atlante VIII,


el tipo de lucerna que obser-
vamos a izquierda se produjo
a partir y durante todo el si-
glo V d.C. Se caracteriza por
la decoración de espigas de
trigo entorno al disco y por el
anagrama “XP”, que haría
referencia a la cruz de Cristo.

La imagen del trigo, y por consiguiente del pan, está estrechamente li-
gada a la Eucaristía cristiana, al mismo tiempo que simboliza la
abundancia ligada al pan y el vino. Esto unido al símbolo “XP” hacen
de esta lucerna un ejemplo de iconografía cristiana en estos recipientes.
Esta lucerna, de tipología
“Carthago Nova”, de forma circu-
lar, se caracteriza por estar forma-
da por dos cavidades concéntricas
teniendo en la base un pequeño pi-
vote. Fue producida en Carthago
Nova, de ahí su nombre, y se fecha
en la primera mitad del siglo III
d.C.

APRENDE JUGANDO

Pon a prueba tus conocimientos sobre las lucernas y responde a este


cuestionario:

1. Identifica el contexto cultural de estas lucernas entre fenicio,


griego y romano.
2. ¿Podrías identificar todas las partes que tiene una lucerna?

3. ¿Cómo funciona una lucerna?, ¿de qué estaban hechas?


6. ¡Colorea con ARQVA! Coge tus lápices de colores favoritos y colorea es-
tas lucernas.
7. Completa este crucigrama con las tipologías de lucernas más signifi-
cativas que hemos explicado en la actividad.

1 2 3H

3V 4 5

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