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Final Geoquímica

Geoquímica.
La geoquímica es una rama de la geología que se centra en el estudio de la composición
química de la Tierra y otros cuerpos celestes, así como los procesos químicos que tienen
lugar en su interior. Los geoquímicos analizan la distribución y abundancia de elementos
químicos y compuestos en la corteza terrestre, los océanos, la atmósfera y otras partes de
nuestro planeta.
Esta disciplina busca comprender cómo se formaron y evolucionaron los materiales
geológicos a lo largo del tiempo, así como entender los procesos químicos que afectan a la
Tierra. En esta área también se abordan temas relacionados con la exploración de recursos
naturales, la contaminación ambiental y la comprensión de fenómenos geológicos.
En resumen, la geoquímica desempeña un papel crucial en la comprensión de la
composición y la dinámica química de la Tierra, así como en la interpretación de procesos
geológicos a escala global.

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Tierras raras.
Las tierras raras con un grupo de elementos químicos que comparten propiedades similares y
se encuentran en el grupo 3 de la tabla periódica. Son un total de 17 elementos.
A pesar de su nombre, las tierras raras no son particularmente raras en términos de
abundancia en la corteza terrestre. De hecho, algunos de estos elementos son más abundantes
que otros elementos comunes en la corteza. Sin embargo, tienden a estar dispersos en
pequeñas cantidades en minerales y no se encuentran en altas concentraciones.
Las tierras raras son de interés particular en la geoquímica y la metalurgia debido a
sus propiedades únicas y su uso en diversas aplicaciones tecnológicas. Se usan en la
fabricación de imanes, catalizadores, dispositivos electrónicos, láseres, iluminación de alta
eficiencia y en una variedad de productos de alta tecnología. Su demanda aumentó
considerablemente en los últimos años con el desarrollo de tecnologías emergentes como la
energía renovable y los microchips.
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Modelos del origen de la Tierra.
1. Teoría Geocéntrica:
La teoría geocéntrica sostenía que la Tierra estaba en el centro del universo y que
todos los demás cuerpos celestes, incluído el Sol, orbitaban alrededor de la Tierra.
Esta teoría no proporcionaba una explicación sobre el origen del universo, sino
que se basaba en la observación de los movimientos celestiales desde la perspectiva
terrestre.

2. Teoría Heliocéntrica:
La teoría heliocéntrica, propuesta por astrónomos como Nicolás Copérnico, postula
que el Sol está en el centro del sistema solar y que los planetas, incluída la Tierra,
orbitan alrededor de él.
Esta teoría tampoco aborda el origen del universo.

3. Teoría del Big Bang:


La teoría del Big Bag es la explicación científica más ampliamente aceptada sobre el
origen del universo. Propone que el universo comenzó a expandirse desde un estado
extremadamente denso y caliente hace 13.800 millones de años.
En los primeros minutos después del Big Bang, las condiciones eran lo
suficientemente calientes y densas para permitir la formación de elementos más
ligeros, como el hidrógeno y el helio.
A medida que el universo se expandía, las zonas con mayor densidad de
materia (principalmente hidrógeno y helio) comenzaron a conglomerarse por la
influencia de la gravedad, dando lugar a las primeras estrellas. En el interior de estas
estrellas, mediante procesos nucleares, se formaron elementos más pesados, como el
carbono, oxígeno, hierro y otros.
Las estrellas masivas, al llegar al final de su ciclo de vida, pueden
experimentar explosiones masivas conocidas como supernovas. Estas explosiones
liberaron grandes cantidades de energía y esparcieron elementos más pesados al
espacio.
Hace aproximadamente 4.600 millones de años una región del espacio
enriquecida con elementos pesados provenientes de supernovas colapsó para formar el
disco protoplanetario alrededor de una estrella joven, el Sol. Dentro de este disco,
pequeñas partículas se unieron y crecieron gradualmente, formando planetas y otros
cuerpos del Sistema Solar, incluída la Tierra.

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Minerales más abundantes.
Los minerales más abundantes en la Tierra son principalmente silicatos, compuestos que
contienen silicio y oxígeno, y que a menudo incluyen otros elementos como aluminio, hierro,
calcio, sodio y potasio.

Algunos de los minerales más abundantes son:


● Feldespatos: componen alrededor del 60% de la corteza terrestre
● Cuarzo: es un mineral muy abundante en la corteza terrestre, y se compone
principalmente por dióxido de silicio. Se encuentra en una gran variedad de rocas y
forma parte de la arena.
● Piroxenos.
● Micas.
● Apatita.
● Calcita.

Estos minerales forman la base de la mayoría de las rocas que componen la corteza terrestre,
y su abundancia refleja la composición química general de la Tierra.

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Composición de las capas de la Tierra.
La Tierra se compone de varias capas concéntricas, cada una con propiedades y
composiciones distintas. De afuera hacia adentro, las principales capas son: la corteza, el
manto, el núcleo externo y el núcleo interno.

1. Corteza:
Es la capa más externa y delgada de la Tierra. Está compuesta principalmente por
rocas y minerales, siendo los silicatos los más abundantes. Los principales elementos
incluyen: silicio, oxígeno, aluminio, hierro, calcio, sodio y potasio.
La corteza continental tiene un espesor de 30 km, mientras que en los océanos
es de alrededor de 5-10 km.
2. Manto:
Tiene una extensión de 2.900 km. Se compone principalmente de silicatos ricos en
hierro y magnesio.

3. Núcleo externo:
Se encuentra debajo del manto y está compuesto principalmente por hierro y níquel,
con trazas de otros elementos. En esta región, el hierro experimenta un estado
parcialmente líquido debido a las altas temperaturas.
A diferencia de la corteza y el manto, el núcleo externo es líquido en gran
parte.

4. Núcleo interno:
Es la capa más interna de la Tierra y está compuesta principalmente de hierro y
níquel. A diferencia de lo que podría creerse, el núcleo interno, a diferencia del núcleo
externo, es sólido. Esto se debe a que la presión es lo suficientemente intensa como
para mantener el hierro y el níquel en estado sólido, a pesar de las temperaturas
extremas. La presión extrema en el núcleo interno contrarresta las altas temperaturas
y evita la fusión completa de los materiales.

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Preparación de muestras para análisis.
Las muestras recolectadas, normalmente deben recibir un tratamiento preliminar, antes de ser
sometidas a cualquier tipo de técnica analítica. El objetivo de este tratamiento puede ser:
● Asegurar que la muestra pueda transportarse y almacenarse adecuadamente.
● Homogeneizar la muestra.
● Realizar la separación preliminar de los constituyentes elementales.

Todos estos tratamientos deben asegurar una confiabilidad máxima en la identificación de


todas las muestras y evitar la contaminación de estas.
La preparación de muestras para el análisis elemental implica una serie de pasos para
asegurar que las mediciones reflejen de manera parecida las cantidades de elementos
específicos en la muestra. Un proceso general que se sigue para preparar muestras para
técnicas analíticas como espectrometría de absorción atómica, espectrometría de masas,
fluorescencia de rayos X, entre otras, es el siguiente:
1. Selección de muestras representativas.
2. Reducción de tamaño: se realiza en caso de ser necesario, con la trituración y la
molienda para obtener un polvo fino.
3. Homogeneización: se homogeniza la muestra para garantizar una distribución
uniforme de los elementos.
4. Secado: se elimina la humedad, ya que la presencia de agua puede afectar las
mediciones.
5. Digestión ácida: en muchos casos, se realiza la digestión ácida para disolver la matriz
de la muestra y liberar elementos de interés. Se suele usar ácido nítrico y ácido
clorhídrico.
6. Calibración: se calibran los equipos utilizando soluciones patrón con
concentraciones conocidas de los elementos de interés.
7. Elección del método analítico: se selecciona la técnica más adecuada para el análisis
de los elementos específicos. Algunos métodos pueden ser la espectrometría de
masas, la espectrometría de absorción atómica, la fluorescencia de rayos X, entre
otros.
8. Análisis instrumental: se someten las muestras preparadas a la técnica seleccionada.
9. Interpretación de resultados.

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Composición de la Luna y del Sol.
● Luna:
Es un cuerpo celeste que orbita alrededor de la Tierra. Su composición es
principalmente rocosa, y se compone en gran medida de silicatos, óxidos de metales y
pequeñas cantidades de minerales volátiles. La corteza lunar está formada
principalmente por basaltos y anortositas. Además, la luna tiene depósitos de regolito,
una capa superficial de polvo y fragmentos rocosos producidos por impactos de
meteoritos. Su núcleo es relativamente pequeño y se cree que está compuesto en su
mayoría de hierro y níquel.

● Sol:
El Sol es una estrella compuesta principalmente de hidrógeno y helio.
Aproximadamente el 74% de la masa total del sol está compuesta de hidrógeno,
mientras que el helio constituye alrededor del 24%, Otros elementos, como oxígeno,
carbono, nitrógeno, neón y hierro, entre otros, componen una fracción muy pequeña
de su masa total. El Sol es una esfera de plasma caliente, y en su núcleo, la fusión
nuclear convierte hidrógeno en helio, liberando enormes cantidades de energía en
forma de luz y calor.

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Categorías del Sistema Solar.
El Sistema Solar se compone de diversos cuerpos celestes que orbitan alrededor del Sol.
Podemos diferenciar tres categorías:

● Planetas: son cuerpos celestes que orbitan alrededor del Sol y tienen suficiente masa
para adoptar una forma esférica debido a su propia gravedad. En el Sistema Solar hay
8 planetas reconocidos: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y
Neptuno.
● Planetas Enanos: comparten características con los planetas, pero no han despejado
su órbita de otros objetos. Plutón es un objeto de un planeta enano.
● Satélites Naturales: los satélites naturales, o lunas, son cuerpos que orbitan alrededor
de los planetas. La Tierra tiene a la Luna, y otros planetas también tienen sus propias
lunas. Júpiter y Saturno, por ejemplo, tienen numerosas lunas.

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Atmósfera.
Es imposible determinar una composición fija de la atmósfera, debido a que depende de en
qué punto se realice la medición. Una composición general se da por los siguientes gases:
1. Nitrógeno: 78%.
2. Oxígeno: 21%.
3. Argón: 0.9%
4. Dióxido de carbono: 0.04%
5. Neón, Helio, Metano, Kriptón y otros gases: pequeñas proporciones.
Capas de la atmósfera:

1. Troposfera: La mayoría de los fenómenos meteorológicos ocurren aquí. La


temperatura disminuye con la altitud.
2. Estratosfera: Contiene la capa de ozono, que absorbe y dispersa la radiación UV del
Sol. La temperatura aumenta con la altitud.
3. Mesosfera: Es la capa en la que los meteoroides se queman al entrar a la atmósfera.
La temperatura disminuye con la altitud,
4. Termosfera: La temperatura aumenta significativamente con la altitud debido a la
interacción con la radiación solar.
5. Exosfera: La densidad de partículas es muy baja. Es la región donde la atmósfera se
puede encontrar con el espacio exterior.

Hidrósfera.
Es la masa de agua que forma el planeta. Cubre ¾ de la Tierra, y es una base para el
desarrollo de los seres vivos.
Se compone por una parte líquida (océanos, mares, ríos, lagos, arroyos y aguas
subterráneas), una parte sólida (casquetes polares, glaciares) y una gaseosa (vapor de agua).
El agua salada representa aproximadamente el 97,5%, solo el 2,5% del agua de la
Tierra es dulce, estando la mayor parte de este 2,5% almacenada en forma de hielos en
glaciares y casquetes polares. El agua subterránea, almacenada en acuíferos, representa un
30% del agua dulce.
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Ciclo de las rocas.
El ciclo de las rocas es un concepto geológico que describe cómo las rocas se forman, se
transforman y se reciclan a lo largo del tiempo geológico. Este proceso implica una serie de
etapas que pueden ocurrir a lo largo de millones o incluso miles de millones de años. El ciclo
de las rocas se divide en tres fases:
1. Formación (Rocas ígneas):
Las rocas ígneas se forman a partir del enfriamiento y la solidificación del magma o la
lava. Si el enfriamiento ocurre bajo la superficie de la Tierra, se forman rocas ígneas
intrusivas, como el granito. si ocurre en la superficie se forman rocas ígneas
extrusivas o volcánicas, como el basalto.

2. Transformación (Rocas sedimentarias y metamórficas):


Las rocas ígneas pueden someterse a procesos de erosión y descomposición física y
química. Los sedimentos resultantes pueden acumularse para formar rocas
sedimentarias (como la arenisca o caliza). Las rocas sedimentarias e ígneas pueden
someterse a cambios de presión y temperatura, dando lugar a la formación de rocas
metamórficas (como la pizarra).

3. Reciclaje (Cambio completo):


Las rocas metamórficas pueden fundirse para convertirse en magma y,
posteriormente, volver a solidificarse para formar rocas ígneas. Las rocas ígneas y
sedimentarias pueden someterse a procesos de erosión y transporte, generando
sedimentos que, a su vez, pueden convertirse en nuevas rocas sedimentarias.
Una roca sedimentaria como la arenisca puede ser sometida a presiones y
temperaturas elevadas, convirtiéndose en una roca metamórfica como el cuarzo.
Posteriormente, esta roca metamórfica puede fundirse para formar magma, que
eventualmente se solidifica para formar una nueva roca ígnea.

Este ciclo de formación, transformación y reciclaje es contínuo y está influenciado


por una serie de factores, como la tectónica de las placas, la erosión, la sedimentación
y la actividad volcánica. En conjunto, el ciclo de las rocas es esencial para
comprender la evolución de la corteza terrestre a lo largo del tiempo geológico.
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Rocas y minerales.
● Rocas: son agregados naturales de minerales, fragmentos de otras rocas, vidrio u
otros materiales orgánicos. Están compuestas por uno o más tipos de minerales.
Se forman a través de procesos geológicos, como el enfriamiento y
solidificación del magma, la compactación y cementación de sedimentos, o la
transformación de rocas preexistentes por calor y presión.
Algunos ejemplos son: granito (roca ígnea), arenisca (roca sedimentaria) y
esquisto (roca metamórfica).
● Minerales: son sustancias sólidas, inorgánicas y homogéneas con una composición
química definida y una estructura cristalina interna. Cada mineral tiene una fórmula
química única.
Se forman por procesos geológicos, como la cristalización del magma, la
precipitación de soluciones acuosas, o la metamorfosis de otros minerales.
Algunos ejemplos son: cuarzo, feldespato, calcita, pirita.

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