Está en la página 1de 4

Sarcoma de Kaposi

El sarcoma de Kaposi es un tipo de cáncer que se forma en el revestimiento de los


vasos sanguíneos y linfáticos. Los tumores (lesiones) del sarcoma de Kaposi aparecen
generalmente como manchas purpurinas indoloras en las piernas, los pies o el rostro.
Las lesiones también pueden aparecer en la zona genital, la boca o los ganglios
linfáticos. En los casos graves del sarcoma de Kaposi, es posible que se produzcan
lesiones en el tracto digestivo y los pulmones.

La causa subyacente del sarcoma de Kaposi es la infección por un virus llamado


herpes humano de tipo 8. En las personas sanas, la infección por el virus del herpes
humano de tipo 8 no suele causar síntomas porque el sistema inmunitario logra
controlarlo. Sin embargo, en personas con el sistema inmunitario debilitado, el virus del
herpes humano de tipo 8 puede causar sarcoma de Kaposi.

Otro tipo de sarcoma de Kaposi se presenta en hombres mayores de ascendencia de


Europa del Este, del Mediterráneo y de Medio Oriente. A este cáncer se lo conoce
como sarcoma de Kaposi clásico. Evoluciona lentamente y, por lo general, causa pocos
problemas graves.

Un cuarto tipo de sarcoma de Kaposi que afecta a personas de cualquier edad está
presente en África ecuatorial.

Síntomas de Sarcoma de Kaposi

el sarcoma de Kaposi comienza como una o más lesiones en la piel de color rojo, morado o marrón
en las piernas y los pies. Suele aparecer en los tobillos o en las plantas de los pies. Con el tiempo,
se pueden formar lesiones en otras partes del cuerpo. Es posible que las lesiones no causen
síntomas. Pero en ocasiones, las lesiones pueden causar problemas, especialmente a medida que
aparecen más y crecen, como:

 La presión de las lesiones puede bloquear el flujo de linfa y sangre en las piernas y causar hinchazón
dolorosa
 Si las lesiones crecen en el estómago o los intestinos, pueden sangrar y causar dolor
abdominal y diarrea
 Las lesiones en los pulmones también pueden sangrar y causar problemas para respirar
Diagnóstico

Para determinar si una lesión en la piel de aspecto sospechoso es un sarcoma de


Kaposi, el médico deberá realizar una biopsia, que implica extraer una pequeña
muestra de tejido para examinarla en un laboratorio.

Las pruebas para diagnosticar el sarcoma de Kaposi interno comprenden:

 Análisis de sangre oculta en heces. Este análisis detecta la sangre oculta


en las heces, que pueden ser un signo del sarcoma de Kaposi en el tubo
digestivo.
 Radiografía de tórax. Una radiografía de tórax puede revelar anomalías
que sugieran la presencia de un sarcoma de Kaposi en el pulmón.
 Broncoscopia. En esta prueba, se introduce un tubo delgado
(broncoscopio) a través de la nariz o la boca que se pasa hasta los
pulmones para ver su recubrimiento y tomar muestras de las áreas
anormales.
 Endoscopia superior. En esta prueba, se utiliza un tubo delgado
(endoscopio) que se introduce por la boca para examinar el esófago, el
estómago y la primera parte del intestino delgado. Si el médico tiene
sospechas sobre la existencia de un sarcoma de Kaposi en alguno de estos
órganos, tomará una biopsia del tejido afectado para confirmar la
enfermedad.
 Colonoscopia. En esta prueba, se introduce un tubo delgado
(colonoscopio) por el recto hasta el colon para examinar las paredes de
estos órganos. Si, durante la colonoscopia, se observan anomalías que
sugieren la existencia de un sarcoma de Kaposi en el recto o en el colon,
también se puede realizar una biopsia.
No es necesario realizar una broncoscopia para el diagnóstico de sarcoma de Kaposi
excepto que tengas problemas respiratorios sin causa aparente o una radiografía de
tórax anormal. De manera similar, puede que no sea necesario realizar una endoscopia
superior o colonoscopia excepto que el análisis de sangre oculta en heces dé un
resultado positivo.

Tratamiento

El tratamiento del sarcoma de Kaposi varía en función de los siguientes factores:

 Tipo de enfermedad. Históricamente, el sarcoma de Kaposi relacionado


con el sida ha sido más grave que la enfermedad clásica o relacionada con
trasplantes. Gracias a las combinaciones de medicamentos antivirales cada
vez más eficaces y las mejoras en la prevención de otras infecciones
relacionadas con el sida, el sarcoma de Kaposi es menos frecuente y
menos intenso en las personas con sida.
 Cantidad y ubicación de las lesiones. Las lesiones cutáneas extendidas
y las lesiones internas requieren un tratamiento diferente del de las lesiones
aisladas.
 Efectos de las lesiones. Las lesiones en la boca y la garganta dificultan la
alimentación, mientras las lesiones en los pulmones pueden causar falta de
aire. Las lesiones grandes, en particular sobre la parte superior de las
piernas, pueden producir inflamaciones dolorosas y dificultad para moverse.
 Salud general. El deterioro del sistema inmunitario que te hace vulnerable
al sarcoma de Kaposi también hace que ciertos tratamientos, como los
medicamentos potentes de quimioterapia, sean demasiado peligrosos. Lo
mismo ocurre si también presentas otro tipo de cáncer, diabetes mal
controlada o cualquier otra enfermedad crónica y grave.

Algunos tratamientos para las lesiones cutáneas pequeñas son los siguientes:

 Cirugía menor (escisión)


 Quemadura (electrodesecación) o congelación (crioterapia)
 Radiación en dosis bajas, que también ayuda a tratar lesiones en la boca
 Inyección de un medicamento de quimioterapia llamado «vinblastina»
directamente en las lesiones
 Aplicación de un medicamento similar a la vitamina A (retinoide)
Las lesiones que se tratan de cualquiera de estas maneras tienden a volver a
manifestarse en el plazo de un par de años. Cuando esto sucede, a menudo puede
repetirse el tratamiento.

También podría gustarte