Este es un régimen aduanero transitorio que permite almacenar en el país mercancías
extranjeras sin el pago de derechos ni impuestos de Aduanas. Antes del vencimiento del plazo la mercancía puede ser destinada total o parcialmente a los regímenes de importación para el consumo, reembarque, admisión temporal para reexportación en el mismo estado o admisión temporal para perfeccionamiento activo.
La mercancía ingresada al régimen de depósito aduanero puede permanecer por un plazo
máximo de doce (12) meses, contados a partir de la fecha de numeración de la DUA, según el artículo 89º de la Ley General de Aduanas.
El régimen de depósito aduanero permite someter a la mercancía a operaciones tales como
cambio, traslado y reparación de envases necesarios para su conservación, reunión de bultos, formación de lotes, etiquetado o rotulado, clasificación de la mercancía y acondicionamiento para su transporte, sin que se produzcan alteraciones en su naturaleza ni valor.
La mercancía queda almacenada en un depositario que emite un Certificado de Depósito por la
misma, manifestando que está depositada en su recinto; este documento puede ser desdoblado y/o endosado por el depositante dentro del plazo del régimen. Sobre esta mercancía el dueño o consignatario puede solicitar al almacén que se le emita un certificado de depósito y/o warrant, que le permite usarla como mecanismo de financiamiento en operaciones comerciales en el país.
En resumen, el régimen de depósito de aduanas, permite almacenar la mercancía, sin
nacionalizarla, para que posponga el pago de tributos a la importación y mantenerlo en stock, hasta que encuentre un comprador local. Si no encuentra a ningún interesado, incluso puede reembarcar la mercancía con destino al exterior, sin necesidad de nacionalizarla. Para cogerse a este régimen no se necesita presentar una garantía ni fianza, como sí ocurre con la admisión temporal para reexportación en el mismo estado.