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anand con Camseannet BERTA BRASLAVSKY Jué se entiende por alfabetizaci6n? V Profesora Honoraria de las universdades rcionales de Buenos Aires y La Plata. Asesora Pedagigica en el Programa de Accién Prortaia de a Secretaria de Educa del Gobierno de la (Ciudad de Buenos Aires. Mists Rabin Cree En Gane dei tongvsie Fie Semuniesise Se podtia aceptar que la esrturaeulming sa proplaexpasion -sungue siempre inacabada-, Enncultra dela modemidadasociadsa I re- Nolucion industrial, y que las nuevas teenolo- fas dela comunicacion han congustado su fegemoniaen [a cultura globalzada de la “era tloctbice™ en la posmodernidad 1No es extrafio que se ponga en tela de jui- cio la hegemonia que fa tenido la alfabetiza- cidn por medio de Ia escrtura impress en la es- ‘cue, que en épocas remotas nacié para poner seal servicio de la cultura escrita. Las tecnolo- sis y, en particular, le informatica no s6lo han participado en los cambios geopoliticos y eco- némicos, sino que también han producido y producen cambios culturales tan profundos que pponen en duda el futuro de la escuela misma y el maestro, Aceste respecto, Leu y Kinzer (2000:111) consideran que “en el futuro, ls fuerzas culturales van a se ‘Bir definiendo las formas y funciones dela al- fabetizacién tanto como la naturaleza esencal de suenseianza”, Y si bien resulta imposible predesir lo que sucederd dentro de 200 0 de 600 ais, si se pue- de prever que en el tiempo més inmediato pre- vvaleceré In convergeneia entre la enseflanza de 4a lecturay Ia eserituray las tEenicas de la in- formacién y la comunicacién. Mientras tanto, 1 sin resolver los problemas que siempre ha tenido con la alfabetizacin, y Surgen nuevas investigaciones y reflexiones so- bre esta iltima, cada vez mis complicada ante los cambios acelerados dela informatica, Por de pronto, se generalizn una nueva no- ‘ién del tiempo que ocupari la alfabtizacién ‘en la vida humana. Antes se entendia que ese proceso debiainiciarse dliberadamente en de- terminado momento del desarrollo individual y tos sistemas formales regularon normas para su comienzo alos 66 7 alos con una duracién va- Fable de 3,46 6 aos de esolarizacién pers aguiendo un modeto de alfabetzacin basado en Ia escrtura manuseritaeimpres al que se que ria leg. No en vano la Désada de la Alfabetizacién (2003-2012), que se lanza por inciatva de les Naciones Unidos, se presenta con “una visin Tenovada". Ahora Ia alfbetzacin se etiende como un largo proceso que comprende todo el desarollo amano, que cambia en las cultures y en la historia; que, efectivament, mucho tiene que ver eon la escuela, sobre todo i dichaalf- betizacién se contextualiza en el entorao ese0- la; peo que también depende dela sociedad y dea politica. Surgen nuevos modelos que ex- plican su natrslea y ayudan a comprender las discusiones sobre su esescolarzacién, hecho que ha preocupado a los educadores desde hace algunas déeadas y que tanto tiene que ver con la valdez dela edcacién formal en la sociedad organizada {Qué se entiende por alfabetizacién? La palabra “alfabetizacion”, que parece haberse formulado por primera vez a fines del siglo XIX, se ha generalizado en los tiempos recien- test se la utiliza en una acepeién original gene- +almente ambiguay sin consenso, pero también sc la emplea con un sentido metaférico en muy diversts expresiones tales como “alfabotizacién teonologica”,“alfabetizacién musical” “alfabe- tizacién cientifica", “ecolbgica™,“informética, “eloalfbetinl6 Se gene entice «que pueden deberse ala inmadurez de los con- ceptos o, simplemente, a malentendidos en la ‘equivalencia entre las lenguas, especialmente parti desu uso como traduccién dl término les “literacy”. Su definicién no es una cuestién meramen- te académica sino que tiene otros aleances cuando se reconoce que la politica afecta a Ia definicién de a alfbetizacion y que, a su vez, Ja definicién afecta 2 la polities. Algunos auto- res een que “In defiicibn de afabeizacién determina ei vel de involueramiento y, en consecuencia, el nivel de finaniamiento de la educscin bisa” (CVenezky,1990:2). Si bien s cierto que ni Ia politica ni la ew ~ ‘ricula del sistema formal se hallan general- ‘mente orientadas por un eoncepto previo y for- ‘mal de Ia alfabetizacin, este concepto est im- plicito tanto en a ensefanza como en la evalua cién yen ia promocién de los alunos. Si se 1o- grara explicitarlo y reformularo, tal vez se ar- pliaria la polticas més generals de la alfabe- tizacién para facilitar la elaboraci6n y reelabo- racién des orientaciones y adaptaciones curi- caulares en todos os nveles, con sus consecuen- cas para Ia alfaberizacién real Definiciones Por motives similares a los que ahora nos preocupan, en el alo 1987 tuvo lugar en la Universidad de Pennsylvania un simposio donde Richard Venezky decia que el voeablo “literacy” (equivalente a “slfabetizacién” en castellano) es na de ests clases de témainas autopositivos, como “libertad, usticia’, felicidad’, que as simos por su contenido yeualdades nevesrias Y us deseablesaributos en nuesta cultura, Pe ‘que bajo una indagacién mis profunda se ha- ce astamente més complejay a menudo elusi- vasin product una caracterizacién simple o wna Aefniida” (Venezky, 1990: 2) Por su parte, en el Diccionario de Alfabeti- ~zacién dela Asociacién Internacional de Lectu- 4 (Haris y Hodges, 1995:140) donde se enu- ‘meran treinta y ocho “tipos de alfabetizacién”, se dice que Néste Fun ace anand con Camseannet “un consenso sobre una definicin tien de al- fabetizacin es casi imposible”. Prefriendo ct uso plural de “alfabetizacio- es", numer varias definiciones que se refie- ren a habitidades de leer, niveles de lectura y scritura, niveles de comprensidn, dimensiones funcionales sociales y culturales, la extension del término para nuevas competencias y més ‘ain, como estrategia de liberacién en la “capa

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