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La teoría de los cuatro humores, también llamada humorismo, humoralismo o teoría humoral, es un sistema

de medicina arcaico adoptado por los antiguos médicos y filósofos griegos y romanos que detallaba la
supuesta composición y funcionamiento del cuerpo humano basándose en la interacción entre los supuestos 4
humores básicos: flema, sangre, bilis negra y bilis amarilla.1

El humorismo comenzó a perder preeminencia en la década de 1850 con el advenimiento de la teoría de los
gérmenes, la cual demostró que muchas enfermedades que antes se pensaba que eran debidas a
"desequilibrios humorales" en realidad eran causadas por microorganismos.

Historia y orígenes
El concepto de "humores" (sistemas químicos que regulan el comportamiento humano) se hizo más
prominente a partir de los escritos del teórico médico Alcmeón de Crotona (c. 540-500 a. C.). Su lista de
humores era más larga e incluía los elementos fundamentales descritos por Empédocles, como el agua, el
aire, la tierra, el fuego, etc. El concepto de "humores" pareciera tener orígenes en la medicina del Antiguo
Egipto,4 o en Mesopotamia,5 aunque no fue sistematizado hasta los antiguos pensadores griegos. La
palabra humor es una traducción del griego χυμός, chymos (literalmente jugo o savia, metafóricamente
sabor). La antigua medicina tradicional india ayurveda había desarrollado una teoría similar de tres doshas
(doṣas), que se vinculaban con los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter.

Generalmente se le atribuye a Hipócrates la aplicación de esta idea a la medicina. A diferencia de Alcmeón,


Hipócrates sugirió que los humores son los fluidos corporales vitales: sangre, flema, bilis amarilla y bilis
negra. Alcmeón e Hipócrates postularon que un exceso o deficiencia extrema de cualquiera de los humores
(fluidos corporales) en una persona puede ser un signo de enfermedad. Hipócrates, y luego Galeno,
sugirieron que un desequilibrio moderado en la mezcla de estos fluidos produce ciertos patrones de
comportamiento.8 Uno de los tratados atribuidos a Hipócrates, "Sobre la naturaleza del hombre", describe la
teoría de la siguiente manera:

El cuerpo humano contiene sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Estas son las cosas que componen su
constitución y causan sus dolores y salud. La salud es principalmente aquel estado en el que estas sustancias
constituyentes están en la proporción correcta entre sí, tanto en fuerza como en cantidad, y están bien
mezcladas. El dolor ocurre cuando una de las sustancias presenta deficiencia o exceso, o se separa en el
cuerpo y no se mezcla con otras.
Aunque la teoría de los cuatro humores aparece en algunos textos hipocráticos, otros escritores hipocráticos
aceptaban la existencia de solo dos humores, mientras que otros se abstuvieron de discutir la teoría humoral
por completo.

El humoralismo, o la doctrina de los cuatro temperamentos, como teoría médica conservó su popularidad
durante siglos, en gran parte gracias a la influencia de los escritos de Galeno (129-201 d. C.). La teoría de los
cuatro humores de Hipócrates se vinculó con la teoría popular de los cuatro elementos (tierra, fuego, agua y
aire) propuesta por Empédocles, pero este vínculo no fue propuesto por Hipócrates o Galeno, quienes se
referían principalmente a los fluidos corporales. Si bien Galeno consideraba que los humores se formaban en
el cuerpo, en lugar de ingerirse, también afirmaba que los diferentes alimentos tenían un potencial variable
para actuar sobre el cuerpo y producir diferentes humores. Los alimentos calientes, por ejemplo, tendían a
producir bilis amarilla, mientras que los alimentos fríos tendían a producir flema. Las estaciones del año, los
períodos de la vida, las regiones geográficas y las ocupaciones también influían en la naturaleza de los
humores que se creaban. De esta manera, se entendía que ciertas estaciones y áreas geográficas podían causar
desequilibrios en los humores, lo que provocaba distintos tipos de enfermedades en esos momentos y lugares.
Por ejemplo, se consideraba que las ciudades expuestas a vientos cálidos tenían tasas más altas de problemas
digestivos como resultado del exceso de flema que bajaba de la cabeza, mientras que las ciudades expuestas a
vientos fríos se asociaron con enfermedades de los pulmones, enfermedades agudas y "dureza de los
intestinos", así como oftalmías (problemas de los ojos) y hemorragias nasales. Mientras tanto, se creía que las
ciudades del oeste producían personas débiles, enfermizas y pálidas que estaban sujetas a todo tipo de
enfermedades.

En el tratado "Aires, Aguas, Lugares", se describe a un médico hipocrático que llega a una ciudad sin nombre
donde prueba varios factores de la naturaleza, incluidos el viento, el agua y el suelo, para predecir la
influencia directa en las enfermedades específicas de la ciudad en función de la temporada y los individuos.

La teoría del humorismo fue mejorada por Galeno, quien incorporó su interpretación de los humores en su
concepción del cuerpo humano. Creía que las interacciones de los humores dentro del cuerpo eran la clave
para investigar la naturaleza física y la función de los sistemas de los órganos. Galeno combinó su
interpretación de los humores con su colección de ideas sobre la naturaleza de filósofos del pasado para
encontrar conclusiones sobre cómo funciona el cuerpo. Por ejemplo, Galeno mantuvo la idea de la presencia
del alma tripartita platónica, que consistía en " thumos (vibridad), epithumos (vibridad dirigida, es decir,
deseo) y Sophia (sabiduría)".13
A través de esto, Galeno proponía una conexión entre estas tres partes del alma y los tres órganos principales
que se reconocían en ese momento: el cerebro, el corazón y el hígado. Esta idea de conectar partes vitales
del alma con partes vitales del cuerpo estaba derivada de la forma aristotélica de explicar las observaciones
físicas, y Galeno la utilizó para construir su visión del cuerpo humano. Los órganos (llamados organa )
tenían funciones específicas (llamadas chreiai ) que contribuían al mantenimiento del cuerpo humano, y la
expresión de estas funciones se manifestaba en las actividades características (llamadas energeiai ) de una
persona. Si bien la correspondencia de las partes del cuerpo con el alma fue un concepto influyente, Galeno
decidió que la interacción de los cuatro humores con los mecanismos corporales naturales eran los
responsables del desarrollo humano y esta conexión inspiró su comprensión de la naturaleza de los
componentes del cuerpo.

Galeno retoma la correspondencia entre los humores y las estaciones en su texto "Sobre las doctrinas de
Hipócrates y Platón", y dice que, "En cuanto a las edades y las estaciones, el niño (παῖς) corresponde a la
primavera, el joven (νεανίσκος) al verano, el hombre maduro (παρακµάζων) al otoño, y el anciano (γέρων) al
invierno".15 También relacionó una correspondencia entre humores y estaciones basada en las propiedades de
ambos. La sangre, como humor, se consideraba caliente y húmeda. Esto le dio una correspondencia con la
primavera. La bilis amarilla se consideraba caliente y seca, lo que la relacionaba con el verano. La bilis negra
se consideraba fría y seca y, por lo tanto, relacionada con el otoño. Y la flema, fría y húmeda, estaba
relacionada con el invierno.

Galeno también creía que las características del alma siguen las mezclas del cuerpo, pero no aplicó esta idea
a los humores hipocráticos. Creía que la flema no influía en el carácter. En su Sobre la naturaleza del
hombre de Hipócrates, Galeno afirmó: ' La agudeza y la inteligencia (ὀξὺ καὶ συνετόν) son causadas por la
bilis amarilla en el alma, la perseverancia y la constancia (ἑδραῖον καὶ βέβαιον) por el humor melancólico, y
la sencillez y la ingenuidad (ἁπν) καὶ ἠλιθιώτερον) por la sangre. Pero la naturaleza de la flema no tiene
efecto sobre el carácter del alma (τοῦ δὲ φλέγµατος ἡ φύσις εἰς µὲν ἠθοποιῗαν ἄχρηστος)." Afirmaba además
que la sangre era una mezcla de los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra.

Se pensaba que el desequilibrio de los humores, o discrasia, era la causa directa de todas las enfermedades.
La salud se asociaba con un equilibrio de los humores, o eucrasia.18 Las cualidades de los humores, a su vez,
influían en la naturaleza de las enfermedades que provocaban. La bilis amarilla causaba enfermedades por
calor y la flema causaba enfermedades por frío. En Sobre los temperamentos, Galeno enfatizó aún más la
importancia de las cualidades. Un temperamento ideal implicaba una mezcla proporcionalmente equilibrada
de las cuatro cualidades. Galeno identificó cuatro temperamentos en los que predominaba una de las
cualidades (cálido, frío, húmedo o seco), y cuatro más en los que dominaba una combinación de dos (cálido y
húmedo, cálido y seco, frío y seco o frío y húmedo). Estos cuatro últimos, llamados así por los humores con
los que estaban asociados (sanguíneo, colérico, melancólico y flemático), finalmente se hicieron más
conocidos que los demás. Si bien el término temperamento se refería solo a las disposiciones psicológicas,
Galeno lo usó también para referirse a las disposiciones corporales, que determinaban la susceptibilidad de
una persona a enfermedades particulares, así como las inclinaciones emocionales y de comportamiento.

La enfermedad también podría ser el resultado de la "corrupción" de uno o más de los humores, lo que podría
ser causado por circunstancias ambientales, cambios en la dieta o muchos otros factores. Se pensaba que
estos déficits eran causados por vapores inhalados o absorbidos por el cuerpo. Los griegos y los romanos, y
los posteriores establecimientos médicos musulmanes y de Europa occidental que adoptaron y adaptaron esta
filosofía médica clásica, considerando que la proporción de cada uno de estos humores aumentaría y
disminuiría en el cuerpo según la dieta y las actividades realizadas. Cuando un paciente sufría de un exceso o
desequilibrio de uno de los cuatro humores, entonces la personalidad y/o la salud física de dicho paciente
podían verse afectadas negativamente.

Los cuatro temperamentos representados en un grabado en madera del siglo XVIII: flemático, colérico,
sanguíneo y melancólico.
Aunque la teoría del humorismo tuvo varios modelos que usaban 2, 3 y 5 componentes, el modelo más
famoso consiste en los cuatro humores descritos por Hipócrates y desarrollados por Galeno. Los cuatro
humores de la medicina hipocrática son la bilis negra (en griego: μέλαινα χολή, melaina chole), la bilis
amarilla (en griego: ξανθη χολή, xanthe chole), la flema (en griego: φλέγμα, phlegma) y la sangre
(en griego: αἷμα, jaima). Cada uno corresponde a uno de los cuatro temperamentos tradicionales. Con base en
la medicina hipocrática, se creía que para que un cuerpo esté sano, los cuatro humores deben estar
equilibrados en cantidad y fuerza.21 La combinación adecuada y el estado de equilibrio de los cuatro humores
se denominaba "eucrasia".

Estos términos corresponden solo en parte a la terminología médica moderna, en la que no se distingue entre
bilis negra y amarilla, y en la cual flema tiene un significado muy diferente. Se creía que los humores eran las
sustancias básicas a partir de las cuales se fabricaban todos los líquidos del cuerpo. Robin Fåhræus (1921), el
médico sueco que desarrolló la tasa de sedimentación de eritrocitos, sugirió que los cuatro humores se podía
haber basado en la observación de la coagulación de la sangre en un recipiente transparente. Cuando se
extrae sangre en un recipiente de vidrio y se deja reposar durante aproximadamente una hora, se pueden ver
cuatro capas diferentes: se forma un coágulo oscuro en el fondo (la "bilis negra"); encima del coágulo hay
una capa de glóbulos rojos (la "sangre"); encima hay una capa blanquecina de glóbulos blancos (la "flema");
la capa superior es suero amarillo claro (la "bilis amarilla").

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