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UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA

VIOLENCIA DE GÉNERO Y DISCRIMINACIÓN HACIA MUJERES CON


DISCAPACIDAD: UN ANÁLISIS JURÍDICO DE UN CASO DE INJUSTICIA
PERSISTENTE

GUEVARA LOPEZ MARIA SOFIA

RAMIREZ NEIRA LAURA VALENTINA

ANA ALEXANDRA BUITRAGO GOMEZ

CIVIL, GENERAL Y PERSONAS

BOGOTÁ D,C.

30/10/23
La violencia de género y la discriminación hacia mujeres con discapacidad son dos
problemáticas que, por desgracia, persisten en la sociedad contemporánea. Estos problemas no
solo se manifiestan de manera individual, sino que, en muchos casos, se entrecruzan, creando un
escenario de vulnerabilidad y opresión que socava los derechos fundamentales de quienes las
padecen.

Históricamente, la violencia de género ha sido un problema silenciado y subestimado en


todo el mundo. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha producido un aumento en la
conciencia y la respuesta social, acompañado de un cambio significativo en la legislación y las
políticas destinadas a abordar este flagelo. A pesar de estos avances, las mujeres con
discapacidad siguen siendo una población especialmente vulnerable, ya que enfrentan desafíos
adicionales en la búsqueda de justicia y apoyo. La intersección de género y discapacidad crea un
contexto en el que las mujeres con discapacidad se enfrentan a discriminación sistemática y
barreras estructurales, lo que dificulta su acceso a recursos y servicios de protección.

El caso que se explorará en este análisis jurídico representa una triste realidad en la que
una mujer con discapacidad se convierte en víctima de violencia de género y enfrenta múltiples
formas de discriminación a lo largo de su búsqueda de justicia. A través de este estudio de caso,
se examinarán las leyes, así como las decisiones judiciales y las políticas públicas relacionadas
con la violencia de género y la discapacidad. Además, se analizará el papel de las instituciones
gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil en la protección de los derechos de
estas mujeres.

Este ensayo tiene como objetivo no solo exponer la gravedad de estas cuestiones sino
también proporcionar una visión crítica de cómo el sistema legal y las políticas actuales abordan
la violencia de género y la discriminación hacia mujeres con discapacidad.

El caso hipotético presentado revela múltiples formas de violencia basada en género que
afectan a Bella. Sus hermanos, en un intento de ejercer control y limitar su autonomía, la
someten a violencia psicológica al considerarla una "niña eterna", un estigma que a menudo se
asocia a las mujeres con discapacidad. Por otro lado, Victoria, su pareja, ejerce violencia
económica al aprovecharse de los recursos de Bella y, además, perpetra violencia psicológica y
física al amenazarla, aislarla y maltratarla. El funcionario público, a su vez, ejerce violencia
institucional al menospreciar a Bella y llamarla "loca", lo que acentúa aún más la vulnerabilidad
de Bella. Estas formas de violencia se sustentan en estereotipos de género y prejuicios
arraigados.

El caso también destaca la presencia de estereotipos y prejuicios que afectan


profundamente a Bella. Sus hermanos asumen que su relación con Victoria, una relación entre
dos mujeres, es incorrecta, lo que pone de manifiesto estereotipos en torno a la orientación
sexual de Bella. Persiste la idea prejuiciosa de que las personas con discapacidad son asexuadas
o incapaces de establecer relaciones afectivas. Además, se encuentra el estereotipo que ve a Bella
como una "eterna niña", lo que conlleva la creencia errónea de que necesita una sobreprotección
constante debido a su discapacidad, desconociendo su capacidad para tomar decisiones y ejercer
su autonomía.

La incorrecta aplicación de la Ley 1996 de 2019 en el caso analizado pone de manifiesto


la necesidad urgente de reorientar su interpretación para garantizar los derechos de mujeres con
discapacidad como Bella. Al exigirle representación legal de sus hermanos para acceder a la
justicia, se incumplen abiertamente artículos como el 5 y 12 que reconocen la capacidad jurídica
de estas personas en igualdad de condiciones. También se contraviene el artículo 11 que consagra
su derecho a recibir apoyos, en lugar de ser sustituidas en la toma de decisiones. Asimismo, se
infringen los artículos 13 y 14 sobre garantizar ajustes en los procedimientos judiciales y
capacitación de funcionarios para un efectivo acceso a la justicia. En consecuencia, es
impostergable reorientar la aplicación de esta ley para que cumpla su finalidad de eliminar
barreras y proteger los derechos de mujeres con discapacidad. Sólo así se avanzará en terminar
con su histórica discriminación en el ámbito del acceso a la justicia.

Bella experimenta una constante vulneración de sus derechos fundamentales a lo largo de


su vida. Desde su niñez, su autonomía se ve negada por un régimen de sobreprotección impuesto
por sus hermanos, quienes no reconocen su capacidad jurídica para tomar decisiones personales,
perpetuando un entorno en el que sus opiniones y elecciones son sistemáticamente
desautorizadas. Esta denegación de derechos se expande a su vida adulta, donde, al expresar su
deseo de establecer una relación sentimental con Victoria, sus hermanos la discriminan por
motivos de orientación sexual. A medida que la relación avanza, Victoria ejerce una violencia
física, psicológica y económica, explotando la confianza y los recursos de Bella. Incluso al
intentar acceder a la justicia, el sistema lejos de proporcionar apoyo, la revictimiza y le pone
obstáculos. Le exigen representación legal por parte de sus hermanos, a pesar de que la ley
reconoce su capacidad jurídica. Un funcionario la agrede verbalmente en lugar de facilitar su
denuncia. En este contexto, se ve vulnerado su derecho a la igualdad y no discriminación, a una
vida libre de violencia, a la autonomía y capacidad jurídica, a administrar sus propios bienes y a
acceder a la justicia en condiciones de igualdad. Urge la implementación de medidas concretas
para proteger efectivamente los derechos de las mujeres con discapacidad, eliminando estas
barreras estructurales que perpetúan la vulneración de sus derechos más esenciales.

Es imperativo tomar medidas integrales para proteger los derechos de Bella y otras
mujeres con discapacidad ante situaciones similares a las que ella enfrentó. En primer lugar, el
sistema debe reconocer plenamente su capacidad jurídica en igualdad de condiciones,
otorgándole la titularidad de todos sus derechos. Paralelamente, es esencial proporcionarle los
apoyos necesarios que le permitan ejercer su capacidad jurídica y tomar decisiones autónomas en
la construcción de su proyecto de vida. En conjunto con estas medidas, resulta fundamental
combatir los estereotipos arraigados y los prejuicios persistentes en relación a la discapacidad y
la orientación sexual diversa. Esto requiere la implementación de campañas de concientización y
capacitaciones continuas, dirigidas tanto a familias como a funcionarios públicos y a la sociedad
en general. Para asegurar un acceso efectivo a la justicia, es imprescindible que los funcionarios
que interactúan con mujeres con discapacidad estén debidamente capacitados en relación a sus
derechos y a los marcos legales pertinentes, como la Ley 1996 de 2019, y que se garanticen los
ajustes razonables necesarios para cada mujer. Asimismo, se debe establecer un sistema que
asegure la reparación y restitución integral de derechos en respuesta a cualquier forma de
violencia o estafa sufrida por estas mujeres. Solo a través de la aplicación decidida de enfoques
de género, discapacidad y derechos humanos, podremos avanzar en la creación de entornos
verdaderamente inclusivos y libres de discriminación para estas mujeres. Esta es una deuda
histórica que debe ser saldada sin demora.

La persistencia de la violencia de género y la discriminación hacia mujeres con


discapacidad subraya la necesidad de un enfoque interseccional en la lucha por la igualdad de
género y la inclusión. En este contexto, la Ley 1996 de 2019 emerge como un pilar fundamental
para garantizar la capacidad jurídica de las personas con discapacidad en igualdad de
condiciones. Sin embargo, el caso hipotético presentado expone desafíos significativos en su
aplicación. Para abordar eficazmente esta problemática, es esencial que el sistema legal y las
políticas se alineen con los principios de la Ley 1996, reconociendo plenamente la capacidad
jurídica de mujeres con discapacidad y proporcionando los apoyos necesarios para que puedan
ejercer su autonomía y tomar decisiones autónomas sobre sus vidas. La lucha activa contra
estereotipos arraigados en relación con la discapacidad y la orientación sexual diversa es crucial,
incluyendo campañas de concientización y capacitación continua para familias y funcionarios
públicos. Además, es vital garantizar un acceso efectivo a la justicia, con funcionarios
debidamente capacitados en los derechos de las mujeres con discapacidad y los marcos legales
pertinentes, como la Ley 1996 de 2019, estableciendo ajustes razonables para eliminar barreras.
En este contexto, se debe implementar un sistema que asegure la reparación integral de derechos
en respuesta a cualquier forma de violencia o estafa sufrida por estas mujeres. La aplicación de
enfoques de género y derechos humanos es esencial para avanzar hacia sociedades
verdaderamente inclusivas y justas. La protección de los derechos de estas mujeres es una
responsabilidad compartida que involucra a toda la sociedad, y la efectiva aplicación de la Ley
1996 de 2019 y otros marcos legales similares es crucial para garantizar la igualdad y la justicia
para todas las personas, independientemente de su género o capacidad.

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