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Las regiones como sujetos de la economía

global. Euskadi en la gobernanza


multidimensional
196

Junto con el papel renovado del estado-nación estudiamos la nueva realidad de las regiones que
emergen como actores de la globalización y observamos, en particular, las contradicciones y la
confrontación de intereses que entre éstos se generan en este proceso incipiente. La reformulación
de las escalas espaciales da paso a una readaptación de los espacios de regulación pertinentes en
el régimen liberal global. Así, la creciente relevancia de los espacios de mesoregulación exige el
cuestionamiento de su papel en la regulación multidimensional que, en particular en la Unión Euro-
pea, se está instalando de manera progresiva. En este contexto, se realiza un ejercicio de reflexión
en torno a la posición que Euskadi —con un proyecto propio de desarrollo— tiene como actor o su-
jeto global emergente en la transición geoeconómica en curso. Se pondrá, asimismo, de relieve la
importancia de la dimensión social en su doble vertiente interna y externa, para la consolidación
del la especificidad del proyecto de desarrollo de Euskadi y de su posición como sujeto global.

Nazio-estatuaren idei berriztatuarekin bat eginik, globalizazioan aktore diren lurralde jaioberrien erre-
alitate berria aztertuko dugu, batik bat, hasiberria dugun prozesu honetan gertatzen diren kontraesa-
nak eta interesen arteko gatazkak. Hartara, espazioko eskalen formula berriak, aukera emango die
dagokien espazio-arauketei eraentza liberal baten baitan berregokitzeko. Hori horrela izanik, mesoa-
rauketa hartuz doan garrantziaz oharturik, ezinbestekoa bihurtu zaigu dimentsio anitzeko arauketa
horretan hartu duen oihartzuna berraztertzea, batez ere, Europan, emeki-emeki ezarriz baitoa gurean.
Testuinguru horretan, gogoeta egingo dugu aribidean den trantsizio geoekonomikoan Euskadik
—garapen-egitasmo propioa izanik— aktore edo subjektu global hasiberri legez har dezakeen jarre-
rari buruz. Era berean, gizarte-dimentsioaren garrantzia ere azpimarratuko dugu, bere bi aldaeratan
azpimarratu ere, bai barrura begira bai kanpora begira. Hori guztia, Euskadiren garapen-egitasmoa-
ren berezitasuna sendotzeko eta baita subjektu global legez duen lekua indartzeko ere.

It considers the renewed role of the nation-state as well as the changing reality for regions as
emerging actors in the current round of globalisation, pointing in particular to the contradictions
and conflict of interest between them. The reshafling of spatial scales goes hand in hand with a
reshaping of the regulatory spaces relevant to the global neoliberal regime. The increasing
significance of the mesoregulatory scale demands reconsidering the role of these spaces in the
evolving multi-level polity, especially under way in the European Union. In this context, this article
considers the position of Euskadi —that incorporates a development project of its own— as a
global agent or subject in the current geo-economic transition. Specifically, it highlights the
significance of the social dimension internally as well as externally for the consolidation of the specific
development project in Euskadi and its positioning as global subject.

Ekonomiaz N.o 58, 1.er Cuatrimestre, 2005.


Mikel Zurbano Irizar
Universidad del País Vasco. UPV-EHU

ÍNDICE
197
1. Introducción
2. El territorio en la globalización
3. La crisis de los espacios fordista/keynesianos en las economías nacionales
4. El paradigma espacial en la globalización: la ciudad-región y el nuevo regionalismo
5. El estado-nación ante la globalización y el nuevo regionalismo
6. La gobernanza regional en la regulación neoliberal global
8. La transición hacia un nuevo modelo espacial en Euskadi
9. Euskadi en la gobernanza multidimensional
10. Conclusiones
Referencias bibliográficas

Palabras Clave: región global, reestructuración del estado, economía glocal, escala, gobernanza regional

N.o de clasificación JEL: O18, R12, R58

1. INTRODUCCIÓN daba en el marco del estado-nación entre


la coherencia económica y su primacía
La emergencia de un nuevo régimen como espacio de regulación.
de acumulación de tipo liberal catapultada
En este análisis las transformaciones
por el proceso de globalización económi-
económicas y espaciales actuales sinteti-
ca ha provocado un interesante debate
zadas en las estrategias espaciales del
entre los partidarios de la convergencia
estado son discrecionales y tienen un ca-
de la economía global y sus opositores.
rácter desigual. Así, el proceso de globali-
Este debate pone en cuestión la vigencia
zación es un medio y expresión a la vez
y relevancia del territorio como elemento
de las estrategias políticas y económicas
central del desarrollo socioeconómico.
destinadas a minar los límites de la regu-
Paralelamente, la ruptura del modo de re-
lación nacional fordista para la acumula-
gulación fordista/keynesiano de los paí-
ción del capital. En este sentido, el estado
ses occidentales genera una situación de
es un agente activo en la remodelación
incertidumbre en relación a las nuevas
institucional y espacial para la acumula-
formas y a las nuevas escalas de regula-
ción capitalista en la globalización liberal.
ción en la globalización. Con la crisis del
modo de regulación fordista y el avance Además, el cambio en la actividad es-
del proceso de globalización neoliberal, calar de los estados hacia los espacios
hay una quiebra en la simbiosis que se regionales y locales en la búsqueda de la

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reestructuración económica para la com- regulatorias públicas cuya tendencia es


petitividad global acelera la emergen- conceder un mayor protagonismo a los
cia de las economías locales y regiona- agentes privados y sociales, ajenos a la
les. La pujanza del nuevo regionalismo y la estructura formal del estado, en la toma
emergencia de las ciudades-región glo- de decisiones en forma de participación
bales no son sino una muestra que ilustra asociada en lo que se conoce como go-
esta tendencia hacia la prevalencia de lo bernanza. En esta línea, tomamos en con-
local. Pero, los desarrollos del proceso de sideración la perspectiva institucionalista
globalización y de localización son, para para contemplar el interés que para el
muchos autores, parte del mismo proceso proyecto de desarrollo regional tiene la
que queda sintetizado por el neologismo cooperación y las redes de interrelación
de glocalización1. Este proceso cristaliza social, más allá del vector de la compe-
la estrategia emergente y contradictoria tencia. Así, observaremos cómo la cons-
del estado-nación en la actualidad y trucción de los sujetos globales emergen-
muestra la preminencia de la reorgani- tes se realiza a través de proyectos de
zación espacial de los acuerdos de regu- desarrollo que sirven para fortalecer la
lación estatales en múltiples escalas es- cohesión social y las solidaridades inter-
paciales. Es decir, el modelo espacial de nas y externas.
tipo jerárquico propio del fordismo y ca-
racterizado por la práctica exclusividad El objetivo central de este análisis con-
de la escala estatal va siendo sustituido siste en situar a una comunidad con una
progresivamente por otro cuya caracterís- trayectoria específica de desarrollo como
tica primordial es su formulación multies- es Euskadi dentro de las coordenadas de
calar. En este proceso de transición las esta transición geoeconómica donde la
economías regionales y locales emergen regulación espacial está en construcción.
como agentes activos de la globalización. Para ello, se realizará un ejercicio de re-
O sea, las regiones se configuran como flexión sobre la trayectoria de sus interre-
sujetos activos de la regulación global, es laciones con otras escalas espaciales es-
decir como espacios efectivos de me- tudiando las tendencias recientes y las
soregulación, en particular en la Unión propuestas para su consolidación como
Europea. En definitiva analizamos cómo agente global. Junto a este aspecto, y
esta realidad genera, con frecuencia, partiendo de la necesidad de una cohe-
contradicciones con la estrategia de los rencia del proyecto de desarrollo en su
estados cuyas formas de institucionali- vertiente interna y externa, estudiaremos
zación entran en confrontación con las cuál es el grado de articulación entre las
aspiraciones de los sujetos regionales y dinámicas de interrelación en redes inter-
locales. nas y externas. Para finalizar, se realiza
una reflexión en torno al modelo de go-
Junto a este proceso de reformulación
bernanza de Euskadi en el contexto de la
escalar hay que considerar, asimismo, las
emergencia de nuevas formas de meso-
transformaciones en las formas y funciones
regulación que, en la Unión Europea en
particular, surgen como respuesta a la
1 Swyngedouw (1997), Brenner (1999) o Jessop crisis del modo de regulación fordista-
(1994), entre otros. keynesiano.
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

2. EL TERRITORIO EN Frente a los anteriores, otro conjunto


LA GLOBALIZACIÓN de analistas constatan la importancia del
territorio en la globalización, partiendo de
Uno de los debates que ha desenca- una crítica común a los primeros2. Un pri-
denado el proceso de globalización tiene mer elemento de crítica es que los auto-
que ver con la dicotomía convergen- res de la desterritorialización obvian las
cia/divergencia de las dinámicas econó- formas de organización territorial relativa-
micas, sociales e institucionales entre es- mente fijas y no móviles que también han
pacios diferentes. En otros términos, la contribuido a la intensificación de los flu- 199
cuestión que han planteado diversos au- jos globales, como es el caso de las aglo-
tores es si con la globalización se está meraciones metropolitanas, economías
produciendo una pérdida de vinculación regionales o instituciones estatales de re-
de las relaciones económicas, sociales y gulación.
políticas con respecto a su entorno local
Por otra parte, la crítica más rotunda es
o territorial. Respondiendo afirmativa-
que los valedores de la desterritorializa-
mente, autores como Kenney y Florida
ción soslayan el hecho de que la actual
(1993) argumentan que la difusión de
dinámica de globalización neoliberal de-
modos de gestión y de prácticas labora-
pende intrínsecamente y se manifiesta
les a través de distintas sociedades abo-
también en las grandes transformaciones
cará a la convergencia en los sistemas y
en curso en la organización del territorio en
resultados económicos. Otros asumen
múltiples escalas espaciales. Así Hollings-
que el espacio de flujos se superpone al
worth (1998) desecha la aseveración de
espacio territorial (Castells, 1996) o que
que los sistemas sociales de producción
como afirma Ohmae (1995) las fronteras
no tienden a la convergencia y añade
nacionales son en el actual contexto glo-
que con la globalización estamos asis-
bal totalmente irrelevantes; o bien que las
tiendo a una transformación desde los
identidades político-culturales organi-
sistemas de coordinación nacional hacia
zadas sobre una base nacional están
una compleja estructura de acuerdos ins-
siendo «desterritorializadas» (Appadurai,
titucionales encasillados en diferentes es-
1996). Hay autores que van más allá y
calas. Immerfall et all. (1998) confirman la
sostienen incluso que la geografía está
hipótesis de que las diferencias territoria-
en proceso de disolución (Ruggie, 1993).
les aún son generadoras de diferencias en
Independientemente de las diferentes
las actividades económicas, políticas y cul-
perspectivas y matices entre los autores
turales. También Brenner (1999) consta-
citados, todos ellos coinciden en que el
ta, a través del concepto de reterritoriali-
proceso de globalización genera unos
zación, que la reconfiguración de formas
flujos supranacionales intensos que des-
de organización territorial, como ciudades
bordan a los tradicionales flujos naciona-
y estados, ha de ser observada como un
les y locales. La creciente importancia de
aspecto propio del actual proceso de
dichos flujos y de actores globales como
las empresas transnacionales serían, se-
gún los citados autores, los desencade-
2 Muchos de estos autores se adscriben a co-
nantes de los procesos de desterritoriali- rrientes de pensamiento institucionalista, evolucio-
zación en curso. nista o regulacionista.
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globalización. Keating y Loughlin (1996) rritorialización. La globalización precipita,


conceden a la globalización neoliberal un así, la crisis de la configuración espacial
papel de acelerador del proceso de redi- propia del modelo de desarrollo fordis-
mensionamiento territorial que estaría en ta/keynesiano que encasillaba al territorio
curso desde los ochenta. En el caso de y su desarrollo socioeconómico en el cor-
autores como Dicken (2003) o Gertler sé institucional del estado-nación. A partir
(2003) que estudian el enraizamiento es- de aquí tiene lugar una nueva configura-
pacial de las empresas transnacionales el ción de las escalas espaciales, tanto de
resultado avanza en la dirección de la los espacios socioeconómicos como de
creciente significatividad del territorio los político-institucionales, que descansa
para las empresas globales, tanto en la en la emergencia de espacios singulares
manera en que éstas son producidas antes subsumidos en la organización es-
como en su código de comportamiento. pacial que encabezaba el estado-nación:
En el caso de los estudiosos de los siste- por un lado, el espacio global recreado
mas nacionales y regionales de innova- en el contexto de la aceleración de los
ción, éstos niegan la existencia de un flujos económicos e informacionales y de
proceso de convergencia en las activida- la consolidación de un único sistema eco-
des tecnológicas nacionales o regionales nómico mundial regido por las grandes
desde los setenta. Buena parte de estos empresas globales; por el otro los espa-
autores llegan incluso a observar procesos cios subnacionales —locales y regiona-
de divergencia efectivos en el desarrollo les— como sujetos activos en el nuevo pa-
tecnológico entre territorios que son debi- radigma de globalización neoliberal. A
dos, según los mismos, a las diferencias partir de aquí, se entenderá que la globa-
interterritoriales en los marcos instituciona- lización alimenta el proceso de reterritoria-
les (Lundvall, 2002; Pavitt y Patel 1999, lización tanto de los espacios socioeconó-
Cooke y Morgan, 1997). Asimismo, la co- micos como de los político-institucionales
rriente de análisis que parte del estudio de que se manifiesta en el despliegue de
los distritos industriales de la tercera Italia múltiples escalas geográficas superpues-
subraya la importancia del territorio para la tas simultáneamente y, en especial, en la
construcción de relaciones interempresa- emergencia de los espacios regionales y
riales de proximidad y confianza, más allá metropolitanos como sujetos activos de la
de las simples relaciones cuantitativas in- globalización.
put-output. Éstas generan unos territorios
singulares y diferenciados capaces de ge-
nerar un dinamismo socioeconómico es- 3. LA CRISIS DE LOS ESPACIOS
pecífico y capacidad de atracción para FORDISTA/KEYNESIANOS EN
capitales y recursos productivos de la eco- LAS ECONOMÍAS NACIONALES
nomía global (Becattini y Rullani, 1996).
A finales del siglo XIX la producción y
Desde esta diversidad de enfoques se reproducción económica adquirió una
deriva una misma conclusión: no es cierto configuración espacial mundializada en
que la globalización provoca una indife- lo que Wallerstein (1992) denomina la
renciación espacial, sino que dicho pro- economía-mundo. Desde entonces se ha
ceso va intrínsecamente unido al de rete- producido una transformación desde la
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producción de mercancías en el espacio dora y cohesionadora —social y territo-


hacia la producción del propio espacio, rial— del estado.
consolidándose por primera vez el modo
Esta estructura territorial sufrió, en las
de producción estatal a escala mundial
economías desarrolladas, una serie de
(Lefèbvre, 1977). Esta realidad se vio rea-
transformaciones fundamentales a partir
firmada tras la II Guerra Mundial a partir
de los setenta. Entonces se desencade-
de la extensión a los países desarrollados
naron un conjunto de acontecimientos so-
del modelo de organización fordista de la
ciales, económicos e institucionales que
producción acompañado por el desarro- 201
provocaron el cuestionamiento del men-
llo del estado del bienestar construido so-
cionado modelo de configuración espa-
bre el paradigma keynesiano. En esta
cial de las economías occidentales. La
época el estado-nación fue el espacio
crisis del modelo fordista de acumula-
político-institucional central en coherencia
ción, la creciente liberalización económi-
con un entorno socioeconómico mundial
ca y política, las transformación de los
fundamentado en la presencia de econo-
modos de competencia y de demanda, la
mías nacionales con un creciente grado
reorganización del trabajo hacia modelos
de apertura externa.
flexibles, la extensión de la economía de
servicios, entre otros factores en auge,
Partiendo de la centralidad del estado-
precipitaron la ruptura del modelo espa-
nación, el modelo fordista-keynesiano re-
cial arriba descrito. Este conjunto de fac-
producía en los espacios nacionales el
tores se vieron reforzados y acelerados
esquema jerárquico centro-periferia do-
en los ochenta y noventa, con la pujanza
minante a escala internacional. En el mis-
del proceso de globalización económica
mo, las regiones centrales concentraban
de corte liberal que cuestionó de forma
las funciones estratégicas de innovación
profunda los fundamentos ideológicos y
y dirección de la economía nacional y las
funcionales del estado del bienestar key-
intermedias se especializaron en proce-
nesiano.
sos manufactureros de ramas maduras y
de baja cualificación de la mano de obra Hay ciertos rasgos que son muy visi-
(Lipietz, 1987). En este esquema centro- bles en la ruptura de la organización es-
periferia se podía trasladar a escala na- pacial de la economía. En primer lugar,
cional la teoría del ciclo de vida del pro- queda en entredicho el esquema centro-
ducto de Vernon, a partir de la extensión periferia de los modelos jerárquicos: el
en cascada de la producción en serie a crecimiento de las metrópolis en las dos
lo largo del territorio nacional desde las últimas décadas se ha realizado, en mu-
regiones centrales a las periféricas absor- chos casos, sin el recurso a las periferias;
biendo gran parte de las redes producti- y ha sido llevado a cabo en centros autó-
vas de pymes. Este modelo espacial for- nomos de desarrollo que se benefician
dista permitió la unificación del tejido más de sus relaciones horizontales con
económico nacional en torno a las regio- otros grandes polos que de sus relacio-
nes centrales, posibilitando, a su vez, una nes verticales tradicionales con su hinter-
lenta pero continua convergencia de los land (Veltz, 1996). En segundo lugar, el
índices de desigualdad social e interre- territorio emerge como un sujeto activo en
gional, en virtud de la acción redistribui- el contexto de la globalización: la interre-
Mikel Zurbano Irizar

lación entre las escalas global y local no total libertad de movimiento de capitales
anula la relevancia del territorio sino que se alzaron los mercado financieros globa-
la renueva, tal y como avanzamos en la les y emergió la supremacía de los capi-
sección anterior. En particular, y por últi- tales transnacionales, tanto financieros
mo, la primacía fordista de la territoriali- como productivos. Estos aparecen dota-
dad estatal organizada en exclusiva en el dos de objetivos y medios de acción pro-
marco nacional se desvanece, cobrando pios o, lo que es lo mismo, de autonomía
cada vez más cuerpo la transformación en relación con otros agentes, en particu-
de las escalas territoriales (ver aparta- lar frente al estado-nación (Zabalo y Zur-
do 5.2). Aquí es, precisamente, donde la bano, 1998).
creciente importancia de las formas de or-
Con el surgimiento de un capitalismo
ganización espacial tanto supranacional
transnacional de tipo liberal se producen
como subnacional cuestiona el papel tra-
una serie de impactos en la potencialidad
dicional del espacio nacional, entendido
funcional y en los márgenes de actuación
como mero recipiente de relaciones so-
del estado. En primer lugar, uno de los
ciales autocontenidas (Brenner, 1999).
aspectos más destacados del actual pro-
ceso de globalización neoliberal es la
De manera correlativa a la erosión de la
contradicción que se manifiesta en la dua-
formulación fordista-taylorista de la econo-
lidad entre el sistema productivo global y
mía nacional, el estado de bienestar key-
el espacio de regulación que sigue sien-
nesiano entró en crisis como marco políti-
do nacional. El fenómeno de la globaliza-
co-institucional exclusivo y preferente en
ción productiva traslada de forma progre-
el contexto de la globalización neoliberal.
siva la coherencia del sistema productivo
Esta crisis no se refleja tanto en una me-
desde el plano nacional al escenario mun-
nor actividad cuantitativa del estado —en
dial y, a otra escala, también al ámbito
muchos casos incluso ha crecido—, sino
mesoeconómico —local y regional—. Los
más bien en las transformaciones en su
agentes económicos transnacionales com-
papel, en sus funciones y en su posición
piten cada vez más en los mercados in-
institucional en la regulación de la econo-
ternacionales y su estrategia productiva
mía mundial. Estas transformaciones es-
es diseñada como una retícula de accio-
tán impulsadas por los mismos factores
nes y relaciones a escala global, tratando
que provocaron la erosión del modelo es-
de racionalizar el conjunto de operacio-
pacial fordista antes citado. Destacan, por
nes empresariales a escala mundial. Es-
su particular significación, por un lado, la
tos grupos se constituyen en espacios de
crisis del modelo de organización fordista
rivalidad y cooperación delimitados por
en los países desarrollados y por el otro,
relaciones mutuas de dependencia de
el proceso de globalización económica
mercado (Chesnais, 1997). En fin, estos
sustentado en el rápido desarrollo de las
actores transnacionales muestran una
nuevas tecnologías de la información y
creciente capacidad de actuación en el
comunicación (TIC). Ambos fenómenos
ámbito mundial fuera del alcance y con-
apuntalaron la oficialización de la doctrina
trol del estado nacional.
y práctica liberales como régimen de re-
gulación y paradigma ideológico del capi- En segundo lugar, en el ámbito estric-
talismo transnacional. En el contexto de tamente macroeconómico un conjunto de
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

elementos han contribuido a la creciente particular las metrópolis, como ejes de la


competencia entre políticas económicas nueva economía global y, paralelamente,
estatales, derivando hacia una igualación las economías territoriales o subestatales
de mínimos y una mayor inoperancia de con un papel más activo en la nueva eco-
las mismas. La globalización económica nomía global. Además, con la globaliza-
y el liberalismo y apertura de mercados ción y la reterritorialización económica se
contribuyen a que los efectos internos y consolida la configuración de una nueva
externos de las regulaciones estatales norma de competencia territorial.
sean cada vez más contradictorios (Za- 203
El cuestionamiento del modelo espacial
balo y Zurbano, 1998). Así, la libre movili-
fordista-keynesiano estuvo estrechamente
dad de capitales presiona a la gran ma-
interrelacionado con aspectos renovados
yoría de los países a competir ofreciendo
del paradigma territorial del capitalismo
una imagen atractiva a través de la esta-
global que comenzaban a emerger en los
bilidad monetaria y financiera, lo que obli-
setenta y se afianzaron desde entonces.
ga a los estados a un ajuste permanente
El fenómeno de creciente importancia de
en materia financiera, monetaria y fiscal.
las ciudades y su consolidación como es-
Este juego de interacciones entre esta-
pacios singulares de la economía global
dos-nación y grupos transnacionales ha
coincidió en el tiempo con el desarrollo de
puesto en evidencia los límites de la inter-
corrientes de pensamiento que desde dis-
vención económica del estado-nación y
tintas disciplinas sociales comenzaron a
ha sustraído a los mismos de parte de su
destacar la importancia de las regiones y
poder de control y dirección económica.
espacios locales para el impulso del de-
En definitiva, con el empuje de la globali-
sarrollo socioeconómico. Si a estos dos in-
zación neoliberal está teniendo lugar una
gredientes añadimos el apuntalamiento
radical transformación en la estructura
de los espacios supranacionales —globa-
institucional y funcional del estado-na-
les y continentales— como resultado de la
ción, así como un desplazamiento en el
dinámica globalizadora y de integraciones
centro de gravedad del entramado insti-
continentales, se obtienen los ingredien-
tucional —en sentido amplio— en el capi-
tes necesarios para explicar las principa-
talismo global.
les causas que han precipitado la transi-
ción hacia un paradigma territorial con
rasgos propios en la época postfordista.
4. EL PARADIGMA ESPACIAL
EN LA GLOBALIZACIÓN: Desde hace más de dos décadas esta-
LA CIUDAD-REGIÓN mos asistiendo al impulso de la tendencia
Y EL NUEVO REGIONALISMO hacia la metropolización creciente y al
declive agravado de los territorios de
Con la ruptura del modo de regulación baja densidad, con el consiguiente au-
fordista-keynesiano quedó en entredicho mento de las disparidades sociales y es-
el esquema territorial centro-periferia que paciales. Desde entonces dejó de tener
hemos avanzado anteriormente. En pri- vigencia el concepto tradicional de desa-
mer lugar, en el contexto de la globaliza- rrollo urbano a través de la jerarquía ur-
ción emergieron con fuerza sujetos espa- bana continuada alimentada por la teoría
ciales singulares como las ciudades, en del lugar central de Christaller y la de los
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polos de crecimiento de Perroux. En su gundo lugar, la perspectiva evolucionista


lugar cobra cada vez más cuerpo la reali- del desarrollo local tiene por objeto cen-
dad de las redes de ciudades entendidas tral de análisis los medios innovadores y,
como nodos de redes de múltiples flujos por último, se encuentra la escuela cali-
económicos, sociales, demográficos y de forniana cimentada sobre las relaciones
información que cristalizan en lo que Veltz entre la división del trabajo, los costes de
(1996) denomina economía de archipiéla- transacción y las aglomeraciones.
go. Estas redes de ciudades están vincu-
Este caudal teórico ha acelerado la es-
ladas entre si en forma de jerarquías urba-
cenificación de la región como sujeto
nas múltiples con ciudades de diferentes
económico singular en la globalización,
tamaños realizando funciones estratégi-
tal y como hemos avanzado en el epígra-
cas en el sistema urbano. Pero también
fe primero. La fuerza que ha adquirido
están interconectadas de forma horizontal
desde entonces el espacio regional no ha
las metrópolis principales, en particular
dejado de aumentar generando un cuer-
aquellas consideradas como ciudades
po de análisis abundante en torno al mis-
globales (Castells y Borja, 1997). Así, las
mo. Las reflexiones asociadas al impulso
ciudades aparecen como sujetos globa-
de lo regional en la globalización han
les activos, desbordando la escala na-
dado origen a conceptos nuevos o reno-
cional como marco exclusivo para las re-
vados como es el caso del expresado por
laciones económicas internacionales.
el neologismo glocalización (Swynge-
douw, 1997) o el de nuevo regionalismo
Por otra parte, en el campo de la geo-
(Keating, 1998). Algunos autores llegan
grafía y la economía se desarrollaron a
incluso a fundir el empuje de ambas
partir de los ochenta distintas aportacio-
perspectivas —urbana y regional— en
nes provenientes de las teorías del desa-
una categoría común: la ciudad-región
rrollo endógeno que enriquecieron y re-
(Scott, 2001; Storper, 1997). La ciudad-
formularon el concepto de región y el de
región viene a ser la expresión sintética
economía regional. De esta forma, par-
que refleja y combina el poder y la cen-
tiendo de la perspectiva marshalliana con
tralidad de las ciudades en las redes de
el reconocimiento de las economías ex-
intercambios globales y las ventajas rela-
ternas y de aglomeración y de los rendi-
cionales, de proximidad y de dimensión
mientos crecientes, el espacio económico
en un entorno territorial singular.
regional resurgió como categoría analítica
de primer orden y ha sido, desde enton- De manera complementaria a la transi-
ces, un espacio de atención prioritario en ción hacia un nuevo paradigma espacial,
materia de regulación y de planificación también ha tenido lugar una importante
económica. El «entronamiento» de la re- transformación en la norma de la compe-
gión tuvo lugar en virtud de la confluencia tencia territorial. El punto de partida fue
de las reflexiones y desarrollo teórico que una radical inversión en la capacidad de
realizaron, sobre todo, tres corrientes de movilidad de algunos factores productivos
pensamiento heterodoxos. Destaca, en con la globalización neoliberal. Así, mien-
primer lugar, la escuela de la especiali- tras en la época fordista el capital era re-
zación flexible cuyo origen se sitúa en los lativamente inmóvil a escala internacional
«distritos industriales» italianos; en se- y la tecnología (cuando menos en sus es-
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tadios maduros) era más accesible, con la efectos socioeconómicos y a una nueva
globalización la realidad es precisamente configuración del estado-nación orienta-
la opuesta: los movimientos de capital se da a la superación de su situación crítica
liberalizan a escala mundial, en tanto que en la globalización. Es decir, nos encon-
la tecnología aparece cada vez menos tramos ante una transformación histórica
como un factor semipúblico y universal- que puede ser descrita como un movi-
mente accesible. El resultado de este pro- miento desde un fordismo centrado en el
ceso es que la caracterización económica estado hacia un postfordismo globalizado
del territorio se ve profundamente alte- o bien desde un capitalismo de estado 205
rada. Decae el paradigma del territorio hacia una integración transnacional de
como stock de recursos productivos ge- capitales junto a un debilitamiento de sus
néricos que impulsa una competencia vinculaciones con un determinado estado
interterritorial basada en la dotación de y territorio (Anderson y Goodman, 1995).
factores estáticos, es decir en la ventajas
comparativas, característico de la etapa Este proceso de transición del estado
fordista. En su lugar, se produce una rea- cuestiona los fundamentos básicos, el pa-
propiación del territorio entendido como pel y las funciones del mismo en el con-
entorno activo para la generación de re- texto global. Las manifestaciones de este
cursos especializados y ventajas «coope- proceso, sin embargo, son variadas e in-
rativas» —en particular, los intangibles— cluso contradictorias. Los estados inten-
y donde la competencia entre territorios tan adaptarse a las fuerzas económicas
se basa en la habilidad para producir globalizadas, privatizando y desregulan-
nuevos recursos y recrear entornos de do, actuando de forma interrelacionada
eficiencia en términos de coste, calidad e y creando instituciones supranacionales y
innovación (Vázquez Barquero, 1999). descentralizando en distintos grados sus
estructuras administrativas. Pero también
responden al proceso globalizador bus-
cando la perpetuación de su poder de
5. EL ESTADO-NACIÓN ANTE
control social y de reproducción social,
LA GLOBALIZACIÓN Y EL NUEVO
aumentando su control en determinadas
REGIONALISMO
áreas para compensar la pérdida en
otras (Immerfall et al., 1998). Los estados
A partir del análisis realizado en los
han apostado, también, por la creación
apartados anteriores se puede concluir
de grandes áreas continentales de inte-
que el modo de regulación del estado for-
gración supranacional para responder a
dista-keynesiano a escala nacional cede
la inestabilidad derivada de la debilidad
posiciones ante el empuje de los nuevos
de la regulación global, trasladando la
espacios regionales y locales y el avance
carrera competitiva desde las economías
de la globalización.
nacionales a estos bloques de integra-
Con el declive del estado del bienestar ción regional. En este sentido, asistimos a
fordista-keynesiano y la transición hacia un proceso de reestructuración y redimen-
un modo postfordista de corte liberal es- sionamiento del estado como respuesta a
tamos asistiendo a un redimensionamien- los procesos de reestructuración econó-
to de las escalas espaciales relevantes a mica y social, y también, a la pérdida de
Mikel Zurbano Irizar

legitimación social del estado derivada de los ochenta las nuevas señas de identi-
los mismos. Siguiendo a Purcell (2002), dad de la actuación del estado que se
estudiamos esta reestructuración estatal han sido reforzadas en el contexto de la
desde una perspectiva de su modo de globalización. En definitiva, se apuntala
regulación y diferenciando tres campos la decadencia de la relación keynesiana
interrelacionados, pero susceptibles de entre capitalismo nacional y solidaridad
ser separados analíticamente: el paso nacional (Anderson y Goodman, 1995).
de un estado del bienestar a un estado
El segundo de los campos, está imbri-
competitivo, la pujanza de nuevas formas
cado con el anterior, puesto que también
de gobernanza y la reformulación de las
tiene que ver con la redefinición políti-
escalas espaciales en la globalización.
co-ideológica del estado: la cesión de
competencias del estado al ámbito priva-
do o parapúblico (organizaciones no gu-
5.1. El estado-nación
bernamentales, partenariado público-pri-
con el neoliberalismo
vado). Esta dinámica está ligada a los
procesos de privatización y desregula-
El primero de ellos está estrechamen-
ción desde instituciones y políticas públi-
te relacionado con la dimensión políti-
cas, pero va más allá, puesto que se trata
co-ideológica del proceso de transforma-
de una transformación cualitativa en la for-
ción del estado, es decir, con el abandono
ma de intervención del estado. Algunos
de las políticas del bienestar social —wel-
autores aseguran que está teniendo lugar
fare— y la incorporación de un tipo de
un movimiento de cambio desde el con-
intervención desde el lado de la oferta-
cepto tradicional de gobierno al actual de
producción de carácter competitivo y
gobernanza, especialmente en el espacio
centrada en el trabajo —workfare—. Como
regional y local (Peck, 1998; Purcel, 2002).
respuesta a la globalización y el cambio
hacia un régimen de acumulación post- Así, la transformación al modelo de go-
fordista, el estado se orienta hacia un ré- bernanza respondería a un esfuerzo para
gimen liberal centrado en el trabajo y de afrontar las consecuencias locales de la
carácter schumpeteriano (Jessop, 1994). crisis del fordismo. En todo caso, algo
Además, los estados han transformado parecido podría argumentarse para dis-
no sólo los criterios y objetivos de inter- tintas escalas espaciales no locales o re-
vención, sino que también la propia filo- gionales —global, continental, nacional—,
sofía de su función y participación públi- puesto que también en éstas se están ge-
ca se ve alterada de manera radical, con nerando fórmulas de intervención y regu-
el abandono de la orientación keynesia- lación en las que el estado o las institu-
na. En efecto, los principios de acción co- ciones públicas se reservan un papel
lectiva están encauzados a la minimiza- subsidiario frente al mercado o los agen-
ción de la intervención del estado en la tes privados. En particular, para la escala
regulación e intervención económica, ce- global la gobernanza viene a cubrir el va-
diendo el protagonismo a la esfera priva- cío generado en distintos ámbitos de la
da y al mercado. Desregulación, privati- gestión y coordinación macroeconómica
zación y pérdida de contenido social y como consecuencia de la ruptura del or-
colectivo de su intervención, son desde den económico internacional de Bretton
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

Woods. El auge de la doctrina neoliberal fórmulas de regulación económica supra-


en los ochenta, erosionó las bases de nacional, erosionando los cimientos de
una posible alternativa institucional global los organismos multilaterales y sus poten-
y en su lugar emergió un modelo distinto cialidades de coordinación y gestión in-
en el que junto con los estados y los or- ternacional y apuntalando fórmulas de
ganismos multilaterales heredados —FMI, gobernanza y partenariado internacional
Banco Mundial, GATT-OMC…—, otra se- donde la presencia estatal no impide que
rie de actores globales como las empre- se produzcan compromisos débiles y
sas transnacionales, ONG o distintos gru- cortoplacistas. De esta manera, los lími- 207
pos de presión supranacionales, toman tes y la responsabilidad del estado frente
parte en la red de foros y rondas nego- a los mercados internacionales y los
ciadoras formales e informales que se de- agentes globales quedan, en parte, invisi-
sarrollan con el propósito de dirigir y ges- bles. Así el estado resitúa su posición ex-
tionar la economía global. Aunque el terna y se reproduce como fundamento
auge de la gobernanza como forma de de la realidad social global, y como tal, re-
intervención institucional no anula nece- produce por un lado las estructuras glo-
sariamente la acción pública del gobier- bales y, por el otro, se reproduce a sí
no, en determinados casos la desplaza a mismo como sujeto colectivo de ese or-
un segundo orden. den global (Axford, 1995).
En cualquier caso esta realidad contri- En el terreno interno, la cesión al mer-
buye a poner en evidencia tanto los lími- cado y la supeditación al mismo de las
tes de la intervención del estado en la políticas sociales, no es un obstáculo para
globalización, como la contradicción en- que el armazón estatal sirva como expre-
tre la realidad de un sistema productivo sión poderosa de identidad política y cultu-
mundializado —bajo la supremacía de los ral y, por consiguiente, de cohesión social,
mercados y empresas transnacionales— económica y territorial. El estado sigue
y un marco regulador que sigue siendo manteniendo como aspecto inherente la
nacional, tal y como fue descrito en el se- función de recrear la identidad colectiva
gundo apartado. La orientación hacia un en la medida en que como institución cris-
modo de regulación liberal del estado es, taliza las relaciones sociales a diferentes
en parte, una respuesta a la anterior con- escalas internas —estatal/nacional, su-
tradicción. Es por ello que los sistemas bestatal, regional, local…—. Así el estado
políticos nacionales encorsetados en los sigue ejerciendo funciones de orquesta-
mercados internacionales y expuestos a dor del consenso económico y social en
los efectos de la no gobernabilidad su- la búsqueda del desarrollo económico y la
pranacional se apresuran a proteger su acumulación de capital, construyendo una
soberanía formal concediendo al merca- coalición distributiva, fomentando el consen-
do la responsabilidad irrestricta de lo so social y articulando los niveles, nacional,
económico (Streeck, 1997). regional y municipal (Hirst y Thompson,
1997).
En el ámbito internacional, la reestruc-
turación del estado tiene su proyección En definitiva, el estado en la globaliza-
en las estrategias de desregulación. És- ción debe de concebirse como un entra-
tas consisten en debilitar y circunvalar las mado institucional desde donde se pue-
Mikel Zurbano Irizar

den proponer, legitimar y dirigir formas organizadas nacionalmente, antes que


de gobierno a diferentes niveles y con di- una erosión de la forma estatal en sí mis-
ferentes agentes implicados. De esta ma (Brenner eta al., 2003). Son numerosos
manera, se constituye como agente polí- los autores que observan, con matices
tico-económico en un sistema global de propios, cómo el estado se ha «vaciado
poder complejo, que se articula a diferen- hacia fuera» (hollowed out) hasta el punto
tes escalas desde la global hasta la local, que la escala nacional ha perdido su ex-
manteniendo su posición central en el clusividad, mientras que las escalas global
mismo. Siendo esto así, el estado no se y regional/local han ganado en importan-
reestructura como simple reacción a las cia (Jessop, 1994 y 1999; Swyngedouw,
fuerzas socioeconómicas globales y ex- 1997; Hollingsworth, 1998; Brenner, 1999
ternas a él, sino que es un agente activo y 2003; Sassen, 2003).
en la reconfiguración del terreno institu-
cional para el despliegue de las dinámi- La escala global es el ámbito prevalen-
cas espaciales de la acumulación globali- te de las relaciones económicas y es,
zada de capital (Brenner, 2003). A pesar precisamente, el lugar donde se manifies-
de ello, el estado se encuentra forzado a ta de manera coherente la lógica de acu-
responder a las transformaciones en cur- mulación del capital. El despliegue de la
so conjugando la vertiente de las nuevas regulación a escala global es contradicto-
formas de regulación en lo que ha venido rio ya que aquí conviven dinámicas de
a denominarse la gobernanza y la vertien- declive, como la manifestada por el siste-
te de la nueva dimensión de las escalas ma de Bretton Woods a partir de los se-
espaciales y su posición en la misma3. tenta, con otras de desarrollo y empuje.
Es el caso de las nuevas o renovadas es-
tructuras interestatales y supraestatales
5.2. La reformulación de las escalas de coordinación y gobernanza que, como
espaciales en la globalización la OMC, OCDE, …, o los procesos de inte-
gración continental —UE, NAFTA, ASEAN,
Precisamente, la dimensión espacial Mercosur, etc.—, reducen el margen de
del poder del estado es uno de los princi- maniobra de los estados-nación. El ejem-
pales focos de análisis en la actualidad, plo de la gestión monetaria sirve para
como resultado de las transformaciones ilustrar este aspecto: el ámbito de regula-
socioeconómicas y geopolíticas en el ción monetaria sigue siendo la economía
contexto de la globalización. Estas trans- nacional, pero el margen de actuación
formaciones contemporáneas han de- del estado-nación se ha restringido de-
sencadenado, junto a la dinámica de re- bido, sobre todo, al empuje de los merca-
territorialización a la que hemos aludido, dos financieros globales acompañados
un reajuste de las escalas heredadas de por la expansión de innovaciones finan-
la espacialidad estatal de formaciones cieras en activos y mercados. En el ámbi-
to europeo, la creación del euro y su zona
3 Algunos autores afirman que la conjunción de monetaria ha supuesto la pérdida de la
ambas vertientes da lugar a lo que se conoce como soberanía monetaria para los estados
la gobernanza de la complejidad cuya realidad vie-
ne a cuestionar las funciones del estado keynesiano
que participan en la moneda única. De
y su exclusividad espacial (Keil, 2003). forma similar, con el mercado único euro-
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

peo la dirección de las reglas de compe- internacional, y algunas políticas fiscales,


tencia se efectúa en la escala de la Unión entre otras, son vistas por muchos auto-
Europea. Esto significa, asimismo, una res como más eficientes cuando son di-
transformación en las formas de compe- señadas por la red institucional regional y
tencia hacia escalas supranacionales. local (Streeck, 1997; Becattini y Rurllani,
Algo parecido puede afirmarse de las re- 1996; Cook y Morgan, 1998; Hollings-
laciones de competencia y cooperación worth, 1998). Así, las redes industriales
entre empresas transnacionales desde el pueden beneficiarse de las estructuras
momento en que éstas han sido transferi- institucionales regionales que se configu- 209
das al espacio mundial operando en redes ran de manera coherente y con fortaleza,
oligopólicas de rivalidad global (Chesnais, teniendo en cuenta que permiten desa-
1997). Así lo confirman los acuerdos del rrollar relaciones de confianza y coopera-
GATT y el surgimiento de la Organización ción más firmes para la mejora de la com-
Mundial del Comercio (OMC) que son la petitividad. Esta realidad posibilita la
expresión efectiva de que la regulación constitución de espacios subestatales
comercial tiene un creciente carácter mul- como sujetos activos de la gobernanza
tilateral y prevalece a escala internacional. global.
Estos acuerdos interfieren, en mayor o
menor medida, con la regulación comer- Estos movimientos aparentemente
cial e industrial que despliegan los esta- opuestos, sugieren una transformación
dos4, limitando las capacidades normati- dual desde el estado-nación, por un lado,
vas de los estados en este campo. hacia formas espaciales supra o interna-
cionales y, por el otro, hacia las econo-
En el otro extremo, el impacto del nuevo
mías regionales —subnacionales— emer-
regionalismo, de las estrategias de gloca-
gentes. En general, las transformaciones
lización y de las regiones que se constitu-
en curso suscitaron, en un primer mo-
yen como sistemas sociales de innovación
mento, una relativa desterritorialización
y producción, ha ejercido como elemento
del estado a escala nacional, desde el
de presión para facilitar la emergencia de
momento en que el estado-nación perdió
nuevos espacios de mesoregulación y
su coherencia como espacio de autocon-
desarrollar acuerdos institucionales más
tención económica tal y como sucedía en
localizados (Hollingsworth, 1998). El nue-
la época fordista-keynesiana (Purcell,
vo regionalismo apunta a que algunas
2002). Esta desterritorialización a escala
fórmulas de intervención pública son más
nacional estuvo acompañada, en un se-
efectivas si se aplican en la escala regio-
gundo momento, por un movimiento de
nal. Las políticas de I + D, los programas
reterritorialización a diferentes escalas,
de formación y educación, las infraestruc-
regional, global y otras (Brenner, 1999;
turas públicas, las estrategias de marketing
Swyngedouw, 1997). La razón de esta
mutación es, según Jessop (1999), que la
4 Hay que relativizar el impacto real de la regula-
crisis fordista y, por consiguiente, del pro-
ción comercial multilateral, sobre todo en lo que a pio estado ha desencadenado una nueva
los grandes estados-nación se refiere, ya que son forma de analizar las escalas institucio-
éstos los que con su poder de negociación estable-
cen las prioridades comerciales multilaterales some-
nales en las que opera la política. Ahora
tidas a sus intereses nacionales. bien, un buen número de autores que
Mikel Zurbano Irizar

analizan los cambios en el modo de regu- entramado de acuerdos institucionales


lación y sus consecuencias espaciales equivalentes al del estado-nación y para-
aprecian que la reformulación escalar del lelo al despliegue mundial del sistema
estado, es decir la reterritorialización del económico capitalista. Las excepciones
mismo, y las nuevas políticas asociadas parciales o sectoriales, no ocultan esta
a la misma son una respuesta directa a realidad (Cooley, 2003). Es el caso, por
las transformaciones en la economía mun- ejemplo, de los acuerdos comerciales
dial (Brenner, 1999 y 2003; Hollingsworth, multilaterales en el seno de la OMC, de
1998; Immerfall, 1998; Sassen 2001 y los intentos de coordinación de ciertas
2003; Storper, 1997). De esta forma, el políticas macroeconómicas en torno a di-
reajuste de las escalas heredadas de los versos foros (G-7, Davos, etc.) o de los
acuerdos de regulación nacional, es una procesos de integración continental antes
respuesta a los nuevos imperativos eco- citados. Tanto unos como otros no son
nómicos y un intento de gestionar mejor sino la expresión manifiesta de la ausen-
el régimen de acumulación emergente, cia de un sistema institucional consoli-
aunque como contrapartida da lugar a dado de carácter global, ya que en su
una intensificación en el desarrollo desi- propia concepción se configuran como
gual y en la polarización territorial en to- intentos de respuesta parcial a la inesta-
das las escalas espaciales. Es decir, tal y bilidad generada por la globalización. En
como hemos avanzado, la reformulación esta situación de déficit de regulación es
escalar del estado-nación está en corres- el estado el que mantiene su posición de
pondencia con la forma que más adecua- agente político internacional de primer or-
damente se ajusta a las necesidades ac- den tal y como ha sido descrito en el an-
tuales de acumulación de capital (Brenner, terior epígrafe.
2003).
En el caso de la transformación escalar
Más allá de su causalidad, esta trans- subestatal, excepto en las estructuras
formación escalar hacia arriba y hacia más centralistas, de un mayor grado de
abajo plantea, en el terreno de la regula- descentralización político-administrativa
ción y gestión socioeconómica, un punto de los estados-nación que descargan
de vista más complejo que la visión sim- una creciente responsabilidad competen-
plista de los mecanismos de mercado cial en las instituciones subestatales en el
como regulador omnipotente. Así, esta re- postfordismo (Keating, 1997; Paul, 2002).
formulación de escalas cuestiona la vi- En las últimas décadas, las economías
gencia del marco escalar jerárquico de nacionales con mejores resultados como
regulación del estado-nación en su for- sistemas sociales de producción e inno-
mato fordista-keynesiano. Hemos consta- vación —Alemania, Japón, Italia, Cana-
tado como una de las principales contra- dá…— se han beneficiado de economías
dicciones del capitalismo global la regionales con una gran densidad institu-
dualidad existente entre la vigencia de un cional. Esta realidad tiene como conse-
sistema económico global y la realidad cuencia el que estados-nación con tra-
de un orden político y regulatorio encasi- dición muy centralista —Francia, Reino
llado en el estado-nación. En la escala Unido…— estén sumidos en un proceso
supranacional, no se ha desarrollado un interno de descentralización política y ad-
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

ministrativa. En cualquier caso, la capaci- ven estas transformaciones escalares


dad de poder de las entidades subesta- como una tendencia hacia el encasilla-
tales está constreñida en la actualidad, miento (nestedness) de escalas (Hollings-
tanto por los límites que establece el es- worth, 1998; Immerfall, 1998). Partiendo de
tado, como por la omnipresencia del pro- esta visión, las escalas espaciales estarían
ceso de globalización. Como manifesta- concatenadas en un movimiento de cau-
ción de este proceso de reformulación salidad multilateral con direcciones varia-
escalar hacia abajo, el nuevo regionalis- bles: sectorial, local, regional, nacional, in-
mo y las estrategias de glocalización no tegración continental, global, etc., sin que 211
representan tanto un resurgimiento unidi- la orientación tenga que ser necesaria-
reccional de la gobernanza o regulación mente de arriba abajo o viceversa. En
económica regional o local, sino más bien este enfoque ninguna autoridad concreta
una recalibración de las escalas naciona- —nacional, supranacional, regional o lo-
les del poder estatal (Brenner, 2003). cal— dispone del poder de dirigir y regu-
lar este sistema complejo. En segundo lu-
Nos hallamos, por lo tanto, en un mo-
gar están los autores que rechazan la
mento en el que las transformaciones des-
continuidad de la jerarquía escalar del
critas acarrean una desestabilización de
fordismo, pero también la reformulación
las jerarquías de escala nacional/estatal
escalar encasillada como fórmula escalar
que expresaban las relaciones de poder
privilegiada. En su lugar, reafirman la pri-
político-económicas del período fordista.
macía de la escala global como lugar
Estas jerarquías organizadas institucional
desde donde adquieren coherencia las
y territorialmente en forma de cascada
demás escalas (Paul, 2002; Sassen, 2003;
desde el ámbito internacional, hasta el
Krugman 1995; Keil, 2003). Según esta
nacional, regional y urbano, con la esca-
perspectiva, las reestructuraciones múlti-
la nacional como articuladora de la jerar-
ples y específicas de lo global se produ-
quía aún permanecen en vigor, si bien de
cen en el interior de lo que históricamente
forma subsidiaria. Junto con ésta, surge
ha sido construido como nacional, sien-
una reformulación de las escalas con vér-
do esa la razón por la que tiene lugar
tices variables, pero tal y como hemos
una desnacionalización parcial y especí-
verificado las escalas global, por un lado,
fica de componentes y procesos particu-
y regional y local por el otro emergen de
lares de lo nacional. El ejemplo de las
manera destacada. Esta reformulación
ciudades globales es el que mejor ilustra-
de las escalas territoriales, siendo como
ría de forma parcial el reajuste escalar no
es un proceso complejo y emergente,
jerárquico ni encasillado.
suscita interpretaciones distintas, cuando
no encontradas, en función del énfasis
Por último, partiendo del reconocimien-
que cada una realiza en la posición de
to de la complejidad multiescalar de los
las escalas.
procesos de reterritorialización actuales,
Así, las principales perspectivas del otro grupo de analistas subraya el papel
proceso de renovación escalar, en lo que del estado como articulador de las distin-
se refiere a la estructura escalar, se pue- tas escalas emergentes (Axford, 1995;
den resumir, en síntesis, en tres corrien- Brenner, 1999 y 2003; Purcell, 2002; An-
tes. En primer lugar están aquellos que derson y Goodman, 1995). En este caso,
Mikel Zurbano Irizar

es el estado el que en su proceso de re- 6. LA GOBERNANZA REGIONAL


estructuración establece las estrategias EN LA REGULACIÓN NEOLIBERAL
escalares más ajustadas a sus propias GLOBAL
necesidades de transformación, en la
transición hacia un nuevo modo de regu- Las estrategias de reformulación esca-
lación. Brenner (2003) identifica a éstas lar permiten activar la escala regional/lo-
con las estrategias de glocalización que cal de manera particularmente significati-
irían acompañadas de la destrucción crea- va, bajo el supuesto de que la jerarquía
tiva del espacio jerárquico del estado for- nacional heredada del fordismo cede te-
dista, generando rearticulaciones especí- rreno frente a la realidad de las econo-
ficas, en contexto y en desarrollo, de las mías nacionales fragmentadas entre eco-
prácticas reguladoras emergentes del es- nomías locales y regionales con sus
tado en un abanico multiescalar. En esta propios activos específicos y trayectorias
fase el estado pierde la exclusividad de de desarrollo. Este proceso está reforza-
liderar los acuerdos institucionales enrai- do por la transferencia del poder del es-
zados en la escala nacional de forma je- tado hacia los espacios regionales y loca-
rárquica, propia del fordismo, reformula les, en un intento de reconfiguración de la
sus estrategias espaciales en un marco geografía de las instituciones del estado,
multiescalar, pero actúa administrando la aunque también ha de ser observado
tensión entre el proceso de globalización como una respuesta a las demandas re-
y el de localización en su espacio na- gionales. En el contexto del nuevo regio-
cional. Así, regresando al punto de parti- nalismo, la nueva política regional, o lo
da, se puede concluir que, en este proce- que Brenner (2003) denomina estrategias
so, el estado se reproduce en uno de sus de glocalización, juega un papel destaca-
principales aspectos funcionales, o sea, do en la reorganización espacial de los
en su papel de bisagra que vincula las acuerdos de regulación del estado en
múltiples articulaciones escalares desde múltiples escalas espaciales. Estas estra-
lo global hasta la región o ciudad en el tegias vienen a horadar el keynesianismo
que mantiene su posición central, pero, a espacial vinculado a los espacios econó-
cambio, no puede evitar que la organiza- micos y de regulación organizados en la
ción escalar del espacio estatal se trans- escala del estado-nación.
forme en objeto de confrontación política.
Keating (2004) mantiene que la regionali- El denominador común de esta nueva
zación es un reflejo tanto de la reformula- formulación de la gobernanza es que pri-
ción de las políticas de estado —regiona- vilegian la escala meso o subestatal de la
lización de arriba hacia abajo—, como de regulación y que promueve las econo-
las demandas políticas de los espacios mías regionales y locales como motores
subestatales —de abajo hacia arriba—. del desarrollo económico. Sobre esta
Esta afirmación no contradice la centrali- base, inmediatamente después del im-
dad del estado en la reformulación esca- pacto de la crisis fordista, se desplegaron
lar, aunque desplaza el punto de gra- una serie de nuevas formulaciones para
vitación del debate hacia el potencial la administración de la misma. En un pri-
de confrontación política que de aquí se mer momento las estrategias de regula-
deriva. ción se centraron en las aproximaciones
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

empresariales al desarrollo urbano, mien- Estas estrategias espaciales del estado


tras que en general la estrategia de regu- han buscado mejorar los activos locales
lación del estado se limitó a repetir en la y regionales específicos y reconcentrar
escala local las anteriores capacidades el desarrollo industrial y la inversión en
administrativas y estrategias de acumula- infraestructuras en ciudades estratégi-
ción nacionales. Pues bien, a la vista de cas, ciudades-región o distritos o regio-
la precariedad de los primeros frutos, a fi- nes industriales. Hay que destacar que
nales de los ochenta la nuevas formas de la relación entre los proyectos espacia-
regulación se reorientaron a la habilita- les de estado y las estrategias espaciales 213
ción de mecanismos para gestionar las de estado son muy problemáticas. Inclu-
tensiones, conflictos y contradicciones so cuando los proyectos han supuesto
generadas por las primeras versiones de una importante reestructuración en la or-
esas políticas (Brenner, 2003). Desde los ganización espacial del estado, la capa-
noventa, con la emergencia del nuevo re- cidad del estado para reelaborar los es-
gionalismo, la escala regional y local se pacios de acumulación de capital no
ha consolidado como sitio estratégico está garantizada, sino que es objeto de
para la modificación espacial de las acti- una permanente confrontación sociopolí-
vidades de regulación del estado (Kea- tica estratégicamente y espacialmente
ting, 1996). A partir de entonces es cuan- selectiva.
do se ha vertebrado un nuevo cuerpo de
políticas regionales y locales que se su-
perpone tanto a las políticas espaciales 6.1. La nueva política regional:
keynesianas correspondiente a la jerar- competencia, fragmentación
quía de escala nacional/estatal como a y polarización regional
las políticas de urbanismo empresarial
que se implantaron inmediatamente des- El nuevo regionalismo y las estrategias
pués de la crisis fordista en los países oc- de glocalización asociadas al mismo se
cidentales. han fraguado en un contexto de crecien-
tes desigualdades espaciales5. El creci-
La nueva política regional combina de miento de las desigualdades no es ajeno
distintas formas lo que Brenner (2003) a los objetivos y medidas prioritarias que
denomina los proyectos espaciales del desplegaron las nuevas políticas regiona-
estado y las estrategias espaciales del es- les y que se resumen en la promoción de la
tado. A través de los proyectos espacia- diferenciación y la competencia regional.
les, el estado promueve iniciativas para
reconfigurar las geografías de las institu-
5 Para el caso europeo Dunford (1994) muestra
ciones estatales transfiriendo competen-
de manera inequívoca la disfuncionalidad de las
cias y responsabilidades a los niveles ad- crecientes disparidades interregionales para el de-
ministrativos subestatales. Por medio de sarrollo económico. Más recientemente, Hudson
(2003), concluye que el resultado de la ampliación
las estrategias espaciales del estado, la
del mapa de desigualdades en la UE puede tener
nueva política regional ha estado asocia- consecuencias explosivas para la cohesión social.
da a varios experimentos regulatorios li- Díaz (2003) deja también en evidencia las crecien-
tes desigualdades económicas entre las comunida-
derados por el estado con el objeto de des autónomas del Estado español tras la integra-
superar la crisis de acumulación fordista. ción del mismo en la Unión Europea.
Mikel Zurbano Irizar

En efecto, la diferenciación de la econo- tabilidad de los procesos de regulación y


mía nacional en economías regionales y acumulación de capital en la globaliza-
urbanas especializadas fue una meta ción. Por lo tanto, la diferencia creciente
preferente que impulsó la vuelta a la con- entre los espacios económicos y políticos
centración de la población, de la activi- debilita las políticas de regulación frente a
dad servoindustrial y de las infraestruc- la desigualdad. La creciente diferen-
turas en las economías regionales y ciación geográfica podría horadar la cohe-
urbanas estratégicas. Además, frente a la rencia organizativa y la unidad funcional
jerarquía nacionalmente estandarizada del estado, exacerbando antes que contri-
de las instituciones en el fordismo, la des- buyendo a resolver la crisis de la regula-
centralización institucional que ha acom- ción espacial fordista/keynesiana (Painter
pañado a estas políticas en un buen nú- y Goodwin, 1996). Además, las fórmulas
mero de los proyectos espaciales de los de competencia interregionales o inter-
estados occidentales, derivó en una cre- metropolitanas de suma cero que pro-
ciente diferenciación geográfica de la re- mueven las estrategias de glocalización
gulación estatal en el ámbito del estado- pueden llevar a un grado aún mayor de
nación (Veltz, 1996). El desarrollo desigual desestabilización de la regulación espa-
de la regulación estatal como resultado de cial en construcción.
estas estrategias reguladoras diferencia-
das por territorios, es un aspecto esencial
de la reformulación escalar del estado y de 6.2. Las regiones como actores:
las estrategias de glocalización. gobernanza regional en
la globalización
Es más, las estrategias espaciales
postfordistas están basadas en la premi-
Por lo tanto desde los ochenta y, en
sa de que el desarrollo desigual dentro
particular, desde el impulso globalizador
de la economía nacional no sólo no ope-
de los noventa, estamos asistiendo a un
ra como factor obstaculizador, sino que
nuevo tipo de estrategias regionales y a
puede ser instrumentalizada como ele-
una reconfiguración de las políticas regio-
mento central para el desarrollo econó-
nales en torno a los principios de creci-
mico. Es de esta manera como se trasla-
miento y competitividad regional con sus
da a la nueva política regional y a la
corolarios de fragmentación y polariza-
reformulación escalar el imperativo neoli-
ción regional. Pero, el nuevo regionalismo
beral de la competitividad. La reconfigu-
y sus políticas no son unidimensionales y
ración política de la acción del estado en
están también construidos sobre otra es-
la globalización traslada a la escala re-
fera de marcado carácter social y coope-
gional los principios de crecimiento y
rativo. En este terreno, a las formas tra-
competitividad, es decir, la competencia
dicionales de cooperación social y de
entre regiones (Keating, 2004).
producción de bienes públicos a las que
Pero la exacerbación de la competen- alude Putnam (1993), hay que añadir las
cia entre regiones puede contribuir al au- aportaciones realizadas por la nueva
mento de la polarización espacial y gene- geografía socioeconómica en lo que res-
rar una dinámica contradictoria ya que pecta a la necesaria cohesión social para
puede difuminar, más que apoyar, la es- el desarrollo regional (Benko y Lipietz,
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

2000). Éstos, junto con otros autores he- atribuyen a la competitividad la exclusivi-
terodoxos6, inciden en el hecho de que la dad en la potencialidad como motor de de-
cohesión e integración social pueden no sarrollo. Así, cohesión e integración so-
ser una carga, sino más bien un mecanis- cioeconómica y espacial destacan como
mo de impulso para el desarrollo econó- valores nucleares de los procesos de de-
mico. Keating (1996) contempla, asimis- sarrollo regional (Benko y Lipietz, 2000).
mo, la cultura no como coste sino más
bien como recurso de identidad e inte- Ampliando el concepto tradicional de
gración social, facilitador de la produc- Putnam, Baerenholdt y Aarsaether (2002) 215
ción de bienes públicos y como elemento incluyen dentro del capital social no sólo
que otorga a la región un nicho específico las conexiones entre personas y redes so-
en los mercados internacionales. De esta ciales y las normas de reciprocidad y con-
forma, las regiones que no son capaces fianza que de ellas emergen, sino también
de activar estos recursos intangibles co- aspectos más específicos como la innova-
rren el riesgo de fragmentación social y ción social y tecnológica y la pertenencia a
de caer en una dependencia absoluta de comunidades con base territorial donde
los mercados. En estos casos se genera las relaciones de proximidad configuran las
un círculo vicioso al frenar la formación redes sociales más compactas. Así, las es-
de capital social y de bienes públicos im- trategias de la región constituida como sis-
prescindibles para el desarrollo regional. tema de producción e innovación social,
estarán conformadas no sólo por los ac-
La capacidad de las regiones para mo-
tivos locacionales propios, sus ventajas
vilizarse en torno a un proyecto de desarro-
competitivas y la trayectoria de desarrollo,
llo, es decir de configurarse como actores
sino también por el desarrollo y la acumu-
socioeconómicos, conciliando cohesión
lación del capital social entendida en sen-
social y formación de capital social, innova-
tido amplio. Según Putnam (2000), el capi-
ción, autonomía respecto al mercado y ge-
tal social se conforma desde una doble
neración de bienes públicos, depende de
perspectiva. Una primera, corresponde a
su construcción social e institucional, de
los lazos internos de la región (bonding
sus recursos, de los modelos de relaciones
capital) y la otra transita a través de las in-
sociales de la propia región y de su trayec-
terrelaciones con el exterior de la región
toria de desarrollo. Esto exige superar las
(bridging capital). Ambas contribuyen a la
dinámicas exclusivas de competencia y
producción y reproducción de las redes
fragmentación social y espacial asociadas
de cooperación, confianza y reciprocidad
a las estrategias de glocalización postfor-
del territorio y, por lo tanto, al impulso de
distas otorgando una mayor centralidad a
su desarrollo socioeconómico. Pero, mien-
los procesos asociados a la cohesión y de-
tras el primero, bonding capital, lo hace ar-
sarrollo espacial y social. Se trata de re-
ticulando dinámicas de inclusión (o exclu-
plantear las estrategias de desarrollo que
sión) en las redes de proximidad a partir
de las categorías de pertenencia e identi-
dad, el segundo, bridging capital, contri-
6 En particular aquellos adscritos a corrientes re-
buye a través del fenómeno de inclusión (o
novadoras como el institucionalismo, el evolucionis-
mo, los promotores del desarrollo endógeno y los
exclusión) en las redes de larga distancia
regulacionistas. a partir de la movilidad o flujos reales o vir-
Mikel Zurbano Irizar

tuales. El grado y la calidad de la articula- la economía local y las potencialidades


ción entre ambos tipos de red son funda- del capital social de la región.
mentales para el potencial de activación
Pero más importante aún es que en si-
del desarrollo regional y local y para la
tuaciones de fuertes niveles de enraiza-
construcción de la región como actor so-
miento local de las empresas se puede
cioeconómico relevante7. Son, precisa-
contemplar la posibilidad de generar local-
mente, los procesos de transformación e
mente redes micro o mesoregulatorias que
innovación social y tecnológica que tienen
dotan de un contenido espacial a las redes
lugar en el territorio los que realizan la fun-
interempresariales. En este contexto pue-
ción de conectar con mayor o menor flui-
den llegar a desarrollarse en los entornos lo-
dez las redes de proximidad y las redes
cales interdependencias entre los poderes
de larga distancia.
públicos, los agentes privados e institucio-
En lo que concierne al primero de los nes intermedias de desarrollo local dando
aspectos, además del desarrollo del teji- lugar a modos de gobernanza avanzados.
do asociativo local, la vinculación de la En esta línea, la gobernanza asociativa re-
empresa al territorio o economía local ad- presenta un grado de autorregulación local
quiere una importancia crucial para la ge- que implica a diversos agentes como los
neración de redes territoriales internas, de gobiernos regionales y locales, organiza-
forma que el enraizamiento (embedded- ciones privadas de gobernación —aso-
ness) de la misma en el contexto socio- ciaciones empresariales—, agentes socia-
cultural más inmediato se convierte en un les —sindicatos, ONG...—, organizaciones
activo añadido8. En particular las redes de transferencia tecnológica, centros de
locales de empresas acarrean un conoci- enseñanza superior, etc., que interactúan
miento adherido al territorio. La transfe- con sus propios intereses en torno a un
rencia de conocimientos dentro y fuera proyecto de desarrollo.
de la red depende de la confianza entre
Pero, la gobernanza no sólo afecta al
los agentes. La confianza no es accesible
haz de organizaciones que concurren en
para todos, por lo cual este proceso de
ella sino también a la densidad y al desa-
intercambio tiende a realizarse dentro del
rrollo institucional local, es decir, al grado
ámbito local (Amin y Thrift, 1995). Así, en
de desarrollo de la infraestructura de or-
la red se concitan al máximo las ventajas
ganismos intermedios de apoyo al tejido
derivadas de la proximidad territorial en
empresarial local y a la eficacia de este
los aspectos relacionales, optimizando de
conjunto de instituciones en su capacidad
esta manera las ventajas relacionales de
para resolver los conflictos de intereses
entre los diferentes actores regionales9.
7 También otros autores como Lundvall (2002)

coinciden en la necesidad de combinar en la escala


mesoeconómica, una fuerte cohesión interna (inte- 9 Keating propone la categoría de mesocorporati-

gración) con la apertura al mundo exterior (conexión). vismo para explicar la construcción de las regiones a
8 La comunicación entre empresas toma la forma partir de un proyecto de desarrollo que se fundamenta
de simples transacciones económicas como flujos en una coalición de gobierno para el desarrollo econó-
input-output, pero también existe una comunicación mico regional en el que intervienen e interactúan, en
cualitativa (cooperación, códigos comunes, relacio- forma de red, múltiples actores como empresas priva-
nes de confianza, etc.) facilitada por la proximidad das, sindicatos, movimientos sociales, gobierno regio-
(no sólo geográfica) entre las partes. nal y local, agencias estatales y locales, etc.
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

Una de las lagunas más destacadas de literatura económica regional. La investi-


la gobernanza asociativa es que no existe gación regional se concentra habitual-
un criterio para explicar las relaciones de mente en sistemas de empresas y otros
poder en su seno. A ello contribuye el he- actores institucionales con los que inte-
cho de que sea difusa en cuanto a lide- ractúan en la escala regional, en esta
razgo, ya que, en general, ni siquiera los perspectiva los verdaderos actores de
poderes públicos ejercen una hegemonía estos entornos son las pymes de propie-
en la red asociativa, sino que, en general, dad local, en tanto que las interrelaciones
se limitan a jugar un papel de guía, árbi- supraregionales o la influencia de las em- 217
tro o facilitador de relaciones entre acto- presas transnacionales son analizadas, en
res locales, lo cual, a veces, dificulta la general, de manera exógena con respec-
articulación de consensos básicos10. to a la dinámica regional y local (Malm-
berg, 2003)11. El enfoque de las redes de
Ahora bien, la gobernanza asociativa a
larga distancia pone la atención en las
la que hemos aludido y el proyecto de
vinculaciones externas de los agentes re-
desarrollo que la vertebra no son estan-
gionales y locales y, por lo tanto, permite
cos ni están predeterminados, sino que
conjugar la perspectiva multiespacial de
dependen en buena medida del contexto
reformulación escalar postfordista, a la
exterior con sus limitaciones y oportunida-
que aludíamos anteriormente, y el marco
des. Es por eso que no pueden ser diso-
de análisis del nuevo regionalismo.
ciadas de la segunda de las perspectivas
del capital social, es decir, del impacto Este enfoque exige la toma en conside-
que las redes de larga distancia ejercen ración de la inserción e interrelación exte-
en el desarrollo regional y local. Hay que rior de los actores regionales en el estu-
tener presente que una comunidad den- dio de la gobernanza asociativa regional.
samente conectada en red, pero cerrada Así, el grado de desarrollo y eficacia del
en sí misma, pronto experimentará limita- tejido institucional regional tiene una di-
ciones para seguir desarrollándose (Lund- mensión inevitable que está vinculada
vall, 2002). En un contexto de globali- con la posición regional en la economía
zación económica los entornos locales y global, tanto en la vertiente de las formas
regionales también experimentan una de inserción como en las características de
creciente apertura externa y una intensifi- las redes y flujos que la vinculan con los
cación en las interrelaciones económicas. circuitos globales. Avanzando en esta
Esta realidad afecta no sólo a las relacio- dirección, Sassen (2003) asegura que
nes económicas cuantitativas de la re- bajo el prisma de la política espacial local
gión, sino también al grado de desarrollo en los circuitos globales es el propio espa-
y a la calidad del tejido asociativo e insti- cio local el que ha de ser concebido como
tucional del entorno. Este aspecto no ha multiescalar, o sea, lo regional o local se-
conocido un desarrollo significativo en la ría el marco inherente de la articulación

10 Holman (2004) asevera que la gobernanza se 11 Este autor observa este déficit en las investiga-

refiere al control y a la autoridad política, pero en ciones relacionadas con los distritos industriales y
contraste con el gobierno, no trata necesariamente también en los trabajos realizados sobre los clusters
sobre la legitimidad y la democracia. regionales.
Mikel Zurbano Irizar

multiescalar en el contexto de la globali- importantes como sitios de regulación de


zación. Siguiendo al mismo autor, en el la economía política global, aunque tam-
contexto de la reformulación escalar post- bién como sitios de anti-regulación. Así,
fordista, además de las relaciones locales las regiones son emplazamientos estruc-
con otras escalas, se están multiplicando turales donde se forjan las alianzas entre
las transacciones locales como parte de el capital transnacional y las clases y sec-
las redes globales12. Esta renovada inten- tores constituidos localmente. La funda-
sificación de las interrelaciones externas ción social localmente constituida viene a
de las regiones las eleva de forma inequí- ser una necesidad para el éxito económi-
voca a la categoría de actores econó- co y político de la globalización neoliberal.
micos globales, construidas como tal a Esta es una realidad emergente y no he-
partir de sus proyectos de desarrollo y de gemónica. Pero su importancia queda re-
su acción social. Así por ejemplo, las re- flejada en la creciente actividad de los
giones establecen estrategias de atrac- mismos en los circuitos globales, así
ción e interrelación con las empresas como en el renovado interés que despier-
transnacionales cuyo grado de enraiza- tan las regiones para las empresas trans-
miento es muy variable o intentan generar nacionales y los estados-nación. Este inte-
redes transnacionales de empresas de rés se debe al papel potencial de las
base local, desarrollan políticas de fo- regiones y espacios locales tanto en la re-
mento de la exportación para las pymes producción de las dinámicas y prácticas
o promueven la ubicación de las metró- liberales globales, como en la fundación
polis locales en los circuitos mundiales social en la escala local de un modo de
bajo la imagen de ciudades globales. Es- regulación postfordista de corte liberal.
tas acciones particulares que pertenecen
al conjunto de los nexos de larga distan- En definitiva, el impulso de las redes de
cia, completan y otorgan mayor solidez al gobernanza local es una dinámica estre-
armazón micro y mesoregulatorio que chamente relacionada con la orientación
surge con la gobernanza asociativa re- de las estrategias espaciales del estado y,
gional y local. por lo tanto, con sus proyectos espacia-
les. Aunque el resultado de las tensiones
De esta manera, las regiones emergen entre estos procesos no siempre es el
como lugares de regulación de la política mismo, en general, se puede afirmar con
económica global posibilitando la crea- Alburquerque (2002) que la profundización
ción de espacios mesoreguladores que del estado en sus proyectos espaciales, es
en muchos casos se interrelacionan con decir, un mayor grado de descentralización
los circuitos globales sin la tutela directa político-administrativa, contribuye a un ma-
del estado (Balme, 1996). Paul (2002) de- yor impulso para articular y cohesionar
fiende la tesis de que las regiones —esta- modos de gobernanza local más efectivos,
dos subnacionales— son cada vez más tanto en las redes de corta como en los
de larga distancia. Sin embargo, Keating
(1996) advierte sobre la posible amenaza
12 Así buena parte de las acciones o proyectos
que pueden ejercer los modos de gober-
locales de las ONG responden a estrategias coordi-
nadas en redes horizontales con otros espacios lo-
nanza regional y local para la democracia.
cales donde se despliegan acciones similares. Esto tiene que ver con el hecho de que con
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

las redes de gobernanza regional y local la que genera nuevas formas de disparida-
política pública puede diluirse en una com- des territoriales y por medio del creciente,
pleja red intergubernamental, de partenaria- aunque todavía débil, poder político de las
do público-privado y asociativa. Es lo que instituciones de la UE y el desarrollo de
Jessop (2004) denomina como desestata- una política regional específica, ejerciendo
lización del sistema político que se expre- así una mayor influencia directa en las po-
sa como un cambio desde el gobierno a la líticas espaciales de los estados miem-
gobernanza en distintas escalas territoria- bros. Como resultado de la misma, buena
les y a través de varios dominios funciona- parte de los estados miembros han aco- 219
les. Esta transformación se ve reflejada en metido procesos de reforma regional y rees-
el movimiento desde el papel central del tructuración política e institucional en su
aparato estatal como promotor del parte- seno que han derivado en nuevas formas
nariado entre gobierno, asociaciones para- de gobernanza en la UE. Es así como la
gubernamentales, ONG, etc., donde el es- reformulación escalar para el impulso del
tado es, a menudo, sólo el primero entre nuevo regionalismo y las estrategias de
iguales. En consecuencia, y a partir de la glocalización en la UE no se limitan a las
sintonía con las prácticas de (des)regula- iniciativas de los estados, sino que tiene
ción liberal, la nueva posición de renuncia también una dimensión continental, ade-
a la intervención hegemónica del poder más de la global (Keating, 1996).
público se ve cristalizada también en la
Por lo tanto, la UE aparece cada vez
escala local y regional, aunque, como he-
más como una construcción económica e
mos apuntado antes, esto no significa un
institucional con un sistema de gobernanza
declive del estado.
multidimensional. Hemos hecho alusión a
la gobernanza como la organización de la
acción colectiva a partir de procesos de
7. LA GOBERNANZA
institucionalización formal e informal. El que
MULTIDIMENSIONAL
sea multidimensional se refiere a que es un
EN LA UNIÓN EUROPEA
proceso constituido en un espacio socio-
económico que supera las fronteras na-
En el ámbito de la Unión Europea (UE)
cionales y tiene lugar de forma simultánea
el proceso de reformulación escalar que
en el escenario subestatal o regional/local,
se desencadena como resultado de la glo-
estatal y supraestatal (Holman, 2004). A
balización y de la pujanza de los espacios
pesar de que es impensable un movimien-
regionales y locales acompañadas de las
to automático hacia una Europa federal13,
estrategias de glocalización de los esta-
dos, tiene una vertiente particular dado
que ese proceso se articula a través de 13 El Tratado de Constitución europea reafirma a
una escala añadida de integración econó- los estados como los sujetos centrales de la integra-
mica y política. La integración europea ción, mantiene una estructura institucional supra-
estatal exigua y establece un sistema de toma de
ejerce una presión adicional a las estrate-
decisiones de mayorías cualificadas, exigiendo una-
gias espaciales de los estados miembros nimidad en algunas materias importantes. Este trata-
de manera diversa. Pero esta presión se do formal consagra la realidad reciente del proceso
de integración en la que el carácter interguberna-
hace efectiva, en particular, a través de la mental ha prevalecido sobre el federal en la articula-
creación de un mercado y moneda únicas ción de la UE y sus políticas.
Mikel Zurbano Irizar

los estados no son los únicos actores en el así, la gobernanza multinivel tiene tam-
proceso de toma de decisiones de la UE, bién una dimensión asimétrica, ya que
sino que forman parte de un complejo sis- mientras algunas áreas se integran en el
tema de gobernanza de múltiples escalas nivel supranacional, otras son estricta-
y dimensiones. La naturaleza híbrida de la mente reservadas a las autoridades del
UE se caracteriza por la existencia de com- estado-nación. En relación con ésta, apa-
petencias superpuestas entre múltiples ni- rece otro componente asimétrico en la
veles de gobernanza y por la interacción gobernanza multinivel que tiene que ver
de distintos actores políticos y socioeconó- con que los actores o grupos de interés
micos en esos niveles. Esta realidad ha lle- no estatales desplazan su aparato y sus
vado a acuñar el término de gobernanza actividades de presión a la escala euro-
multinivel en referencia a la situación espe- pea como respuesta al aumento compe-
cífica de la UE. Entre las distintas apre- tencial en las instituciones de la Unión
ciaciones sobre el contenido de este con- Europea, en particular frente a la Comi-
cepto, Bache y Flinders (2004) sintetizan sión. Pero la capacidad de acceso a esta
cuatro aspectos que lo caracterizan. La go- escala es muy desigual entre actores y,
bernanza multinivel se refiere, en primer lu- así, emerge una asimetría añadida en el
gar, al hecho de que la toma de decisiones proceso de gobernanza multinivel entre
en distintos niveles o escalas territoriales se distintos actores sociales (Holman, 2004).
caracteriza por la creciente participación
de los actores no estatales —nacionales o En el contexto de la integración euro-
subnacionales—. En segundo lugar, la pea, los espacios subestatales y las es-
identificación de niveles territoriales de trategias de glocalización se enfrentan a
toma de decisiones es cada vez más com- una realidad escalar compleja. Los acto-
plicada en el contexto de las complejas re- res regionales tanto públicos como priva-
des territoriales superpuestas. Además, en dos, se enfrentan a una realidad en la
este proceso cambiante el papel del esta- que los centros de decisión se dispersan
do también se transforma en un intento de en distintos niveles. Asisten por una parte
proteger y, a veces, aumentar su autono- al fenómeno de redimensionar el territorio
mía. Por fin, en este contexto cambiante se de arriba abajo que en lo fundamental
produce un desafío en relación a la natura- responde al carácter asimétrico de la go-
leza de la responsabilidad democrática bernanza multinivel que ha sido expuesta.
que también tiene en cuenta la gobernanza En este ámbito las regiones están con-
multinivel. templadas de forma institucional en el Co-
mité de las Regiones habilitado en el Tra-
En todo caso, un aspecto fundamental tado de Maastricht. Este es un órgano
en el análisis de la gobernanza multinivel meramente consultivo de la Comisión,
tiene que ver con la naturaleza específica pero por primera vez aparece en el trata-
de la integración europea. Es aquí donde do de la constitución con capacidad jurí-
se produce la dicotomía entre el carácter dica. Por otra parte, uno de los ejes de
supranacional de la integración económi- actuación más importantes de las políti-
ca y monetaria y el carácter interguberna- cas comunitarias ha sido la política regio-
mental de ciertas áreas, en especial, las nal. Ésta se articula como un abanico de
políticas sociales y laborales. Siendo esto medidas financieras para la promoción y
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

ayuda de las regiones objetivo con pro- muy diferenciados, en función de las tra-
blemas económicos, sociales e infraes- yectorias de desarrollo, su grado de em-
tructurales por medio de los Fondos Es- poderamiento, el desarrollo del capital
tructurales —FEDER— y los Fondos de social, etc. Pero esta diversidad, no pue-
Cohesión. En todo caso, la interlocución de ocultar el hecho de que muchas de
de las regiones europeas en los centros ellas se constituyen en actores activos
de decisión estratégicos de la UE y, por dentro de la gobernanza multinivel euro-
lo tanto, el ser reconocido como sujeto pea. De esta forma, la presencia —oficial
activo en la gobernanza multinivel Euro- o paraoficial— de las regiones en la UE, 221
pa, no está garantizada desde la Unión, que de forma progresiva está teniendo
sino que depende de los proyectos espa- lugar en estos últimos años, refleja de
ciales de los Estados miembros. manera clara que la reformulación es-
calar afecta también a las formas de go-
Pero más allá del reconocimiento for- bernanza en el espacio de integración
mal, las dinámicas de impulso territorial europeo14.
en el contexto de la globalización han re-
En definitiva, en el contexto de la go-
validado, en una dinámica de abajo arri-
bernanza multinivel de la UE, emerge con
ba, el papel de las regiones en la Unión
particular significación el nivel de la me-
Europea. Uno de los primeros procesos
sogobernanza (Balme, 1996). En el citado
de singularización y emergencia de la es-
contexto, la región es percibida como un
cala regional y local en la UE tuvo lugar a
área para la acción social, para la com-
partir de los ochenta con la reformulación
petencia y para la cooperación entre ins-
escalar a partir de los modos de gober-
tituciones locales y regionales más allá
nanza urbana (Brenner, 1999). Una ex-
de su reconocimiento formal. La Europa
presión de la emergencia de estos espa-
de las regiones que dibuja un mapa de la
cios urbanos como actores europeos fue
mesogobernanza, es una realidad en
la competencia por la consecución de ofi-
construcción, de geometría variada y muy
cinas europeas. Esas decisiones de loca-
discutida. Esta realidad está permanente-
lización fueron, en parte, resultado de las
mente confrontada con el principio de
formas renovadas de gobernanza multidi-
subsidiariedad. Este principio se aplica a
mensional en la UE, en la medida que
las relaciones entre los estados miembros
eran consecuencia de compromisos es-
y las instituciones de la Unión a partir de
tratégicos entre poderes y grupos de inte-
una negociación permanente cuyo resul-
rés diversos. Más recientemente, algunas
tado es la redefinición de la acción pú-
regiones singulares nucleadas alrededor
blica y el proyecto espacial del estado.
de proyectos de desarrollo local emergen
Así, pues, la mesogobernanza, entendida
también como sujetos activos de la cons-
como un proceso de creación institucional,
trucción europea. La diversidad de las
distintas realidades regionales es una evi-
dencia a lo largo de la UE. A las formas 14 Aunque como resultado de la misma, los lan-
de estado distintas que dan como resul- der alemanes, las regiones austríacas o Flandes y
tados proyectos espaciales y procesos Wallonia en Bélgica, son los únicos espacios su-
bestatales que hasta el momento disponen de una
de descentralización diferentes, hay que presencia de carácter oficial y duradera en las insti-
añadir la existencia de perfiles regionales tuciones de la UE.
Mikel Zurbano Irizar

puede ser analizada como una de las prin- La reformulación escalar en el Estado
cipales características del modelo de go- español fue provocada, en un primer mo-
bernanza multinivel en la Unión Europea. mento, por la presión desde abajo (Kea-
ting, 2004). La tensión entre un proyecto
de estado caduco y la nueva realidad es-
8. LA TRANSICIÓN HACIA UN NUEVO pacial emergente dio lugar, en un con-
MODELO ESPACIAL EN EUSKADI texto de transición política, a un nuevo
proyecto más acorde con la realidad es-
Al igual que en el resto de los países pacial. La capacidad de gestión otorgada
occidentales, en la Comunidad Autónoma en el autogobierno vasco perfiló de forma
Vasca (CAV) está en marcha un proceso más nítida la trayectoria de desarrollo en
de reformulación de su configuración es- Euskadi, sobre la base de un una cons-
pacial en múltiples escalas. El punto de trucción social e institucional más diná-
partida es la estrategia espacial del esta- micas, un modelo propio de relaciones
do jerárquica propia del fordismo. En la sociales y el desarrollo de recursos eco-
misma, el espacio socioeconómico vasco, nómicos y de capital social específicos.
en su vertiente externa, aparecía vincula- Con el impacto de la crisis de regulación
da al espacio estatal en una dependencia fordista-keynesiana y la profundización en
vertical y, en su vertiente interna, se ma- la globalización liberal tuvo lugar un
nifestaban las relaciones escalares que cuestionamiento desde arriba del modelo
descendían en cascada desde el gobier- espacial jerárquico. En el Estado español
no regional, una vez establecido, hasta los éste se añadió a la anterior tensión crítica
territorios históricos y entes locales. He- de manera que el resultado ha sido una
mos analizado cómo este esquema jerár- permanente confrontación sociopolítica15
quico se vio sumido en una profunda cri- entre la renovada estrategia espacial y el
sis que también afectó al Estado y al País proyecto de estado —estado de las auto-
Vasco. En el caso vasco, además de los nomías—, configurado como respuesta
factores inductores de carácter universal parcial a la primera crisis de la estrategia
que se derivan de las transformaciones en espacial.
la economía global, el elemento identitario
La CAV se encuentra, pues, sumida en
ejerció un impulso decisivo a la hora de
un proceso de transición entre un modelo
precipitar la ruptura con el modelo ante-
de relaciones espaciales jerárquico que,
rior. Así, antes incluso de la definitiva cri-
aunque en declive, está lejos de extin-
sis del modelo espacial jerárquico en el
guirse y un nuevo paradigma asociado a
Estado español, tuvo lugar una reformu-
las estrategias de glocalización y al nue-
lación del proyecto de estado con una
vo regionalismo, en un marco de integra-
orientación descentralizadora. Como en
ción continental. Esta dinámica es multila-
Cataluña, en Euskadi la construcción de
teral y genera una confrontación entre
un espacio socioeconómico se sustenta
actores diversos con intereses contra-
en una trayectoria específica de desarrollo
puestos bajo la tutela del estado. Éste
muy temprana y este hecho junto con el
fuerte desarrollo de las relaciones sociales
tuvo como resultado ese cuestionamiento 15 En el sentido descrito por Brenner (2003) y que

temprano del modelo estatal jerárquico. se expone en el apartado sexto.


Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

muestra una voluntad renovada para la suma, la realidad de la importancia pro-


reformulación de sus funciones y para su gresiva de las interrelaciones económicas
consolidación como sitio central en el con la economía global confiere a Euska-
nuevo escenario multiescalar que se di- di un creciente protagonismo como sujeto
buja en el horizonte de la globalización activo en el marco de la globalización.
neoliberal. Por su parte, Euskadi está su-
Podemos, por lo tanto, afirmar que,
mida en un proceso de adaptación a la
también en el caso vasco, la formulación
nueva realidad espacial y aspira a ser un
espacial que parte del ámbito regional y
sujeto activo en la economía global. En la 223
local responde cada vez menos a una di-
línea de los planteamientos del nuevo re-
mensión jerárquica nucleada en torno al
gionalismo y de las ciudades-región, las
estado17 y más a expresiones espaciales
comunidades como la CAV desarrollan
multiescalares de geometría variable don-
un abanico de interrelaciones económi-
de el estado no dispone de la exclusividad
cas e institucionales donde el componen-
en la articulación espacial. La tipología de
te global o supraestatal es cada vez más
redes y transacciones que emergen y que
importante. En la esfera económica ésta
van desplazando a las formas jerárquicas
es una realidad cuantificable. Así, las in-
son formulaciones diversas que van des-
terrelaciones económicas de Euskadi con
de el escalamiento encasillado hasta el
la economía global se van reforzando y
glocal. En el primer caso, las interrelacio-
ampliando, en detrimento de las vincula-
nes de los agentes e instituciones regio-
ciones con el resto del Estado. La expre-
nales y locales se articulan con las esca-
sión más clara de esta reorientación en las
las estatal, continental y global de manera
interrelaciones es la alteración en la orienta-
correlativa. En el marco de interrelaciones
ción espacial de la comercialización de los
de Euskadi con el exterior, este tipo de
productos vascos. A mediados de los
formulación se puede observar en diver-
ochenta el 60% del producto generado en
sas interrelaciones y ámbitos de gestión.
la CAV se comercializaba en el mercado
Es el caso de la gestión de la competen-
del resto del Estado y el 22% en los mer-
cia que se articula con la economía glo-
cados internacionales. Pues bien, casi
bal a través del Estado y de la Unión Euro-
veinte años más tarde la situación se ha
pea. Algo parecido sucede con el ámbito
modificado sustancialmente, puesto que
de la infraestructura viaria y de comunica-
los mercados exteriores absorben hasta el
ción cuya estructuración pasa por el con-
30% del producto vasco, en tanto que los
trol del estado que la vincula con los pro-
productos destinados al mercado español
yectos vertebradores europeos. O en el
descienden hasta el 35% del total. Otro
sistema de formación cuyas redes de ar-
indicador de la creciente vinculación eco-
ticulación responden cada vez más a un
nómica de la CAV con la economía global
esquema en el que el estado ejerce una
es la progresiva importancia de la inver-
función de gestión y canalización de las
sión de las empresas vascas en el exterior
que en la última década ha crecido de
manera acumulada en casi un 45%16. En 17 Un campo donde las jerarquías siguen siendo

efectivas es el del régimen socio-laboral, en el que


el estado mantiene un control estricto sobre las rela-
ciones que despliegan las comunidades autónomas
16 Fuente: Eustat. sin que sea supervisado por la Unión Europea.
Mikel Zurbano Irizar

directrices europeas que han de ser eje- ser explicada tan sólo por la diferencia en
cutadas por los gobiernos regionales18. el grado de desarrollo de las economías
de aglomeración, sino que muestra la in-
También responden a este esquema, fluencia determinante que sigue ejercien-
aunque con un perfil más difuso, las redes do la centralidad del estado en la formali-
de relación empresarial vasca con la eco- zación de las relaciones globales. En esta
nomía global en las que el grado de inter- ocasión la fórmula escalar subyacente re-
mediación y control por parte del estado fleja todavía en gran medida la jerarquía
sigue siendo muy significativo. En el caso estatal del período fordista. Sin embargo,
de los procesos de internacionalización de las relaciones internacionales entre agen-
las empresas vascas, y a pesar de que se tes empresariales de gran tamaño no es-
despliegan desde un cierto grado de auto- tán tan circunscritas al escalamiento enca-
nomía en las relaciones con agentes y en sillado o al jerárquico, sino que avanzan
la representación institucional externa, los hacia modelos espaciales en los que la es-
organismos públicos vascos de apoyo a cala estatal no es vertebradora de las rela-
estos procesos de apertura externa no dis- ciones espaciales.
ponen del derecho a la representación ofi-
cial exterior ni a la firma de tratados extran- Esto significa que hay otro conjunto de
jeros19, siendo el estado el que dispone de dimensiones multiescalares que van to-
esa potestad. La dificultad de acceder di- mando cada vez más importancia y cris-
rectamente a la escena global afecta en talizan la complejidad de la situación del
especial a las PYME y no tanto a las gran- nuevo paradigma espacial. Entre éstos
des empresas que siempre pueden dis- destaca un tipo particular del contexto
poner de plataformas y redes de apertura multiescalar: la formulación glocal a la
exterior propias. En el caso opuesto, la que se ha hecho alusión previamente.
realidad de la implantación de las empre- Esta comprende un conjunto de redes e
sas extranjeras en Euskadi sigue siendo interrelaciones que vinculan el ámbito lo-
exigua en términos relativos en buena me- cal con el global, circunvalando en gran
dida por la primacía de la implantación medida o en su totalidad la escala esta-
central en la capitalidad del estado. La tal. Sassen (2003) incluye aquí a las tran-
descompensación entre el ratio de inver- sacciones que van directamente de lo lo-
sión exterior de las empresas vascas, que cal a lo global y aquellas transacciones
se cifra en torno al 8% de la inversión bru- locales que forman parte de las redes
ta efectiva en la última década, y el de la globales. Estas últimas son las que están
inversión extranjera en la CAV —que ape- emergiendo recientemente de forma más
nas alcanza el 4% de la inversión bruta explícita y son representadas como una
efectiva en dicho período20— no puede retícula de tipo global formada por orga-
nizaciones o actores cuyas acciones so-
ciales y económicas de carácter local se
18 Un ejemplo ilustrativo en este ámbito es el pro-
interrelacionan unas con otras. Este es el
ceso de implantación de planes europeos en las
Universidades del Estado. caso de las ONG que impulsan proyectos
19 En cambio, las comunidades federales de paí-
sociales o ambientales en los espacios
ses como Alemania, Austria o Bélgica, sí disponen
de dicha competencia.
locales y regionales y que están vincula-
20 Los datos están extraídos de Alberdi (2004). das con otras organizaciones enraizadas
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

en sus espacios locales, configurando articulación escalar está configurando de


una red global cuyo soporte comunicativo forma efectiva los espacios de solidari-
principal son las nuevas tecnologías de la dad transnacional que en el postfordismo
información y comunicación. vienen a ocupar parcialmente los es-
pacios que abandona el estado de bie-
Además hay otro conjunto de interac-
nestar21.
ciones multiescalares local-global en las
que la escala básica es local pero com- La transición hacia un nuevo modelo
peten a actores globales como las em- espacial no ha enterrado la jerarquía es-
225
presas transnacionales o los organismos calar estatal. Pero, a pesar de su vigen-
multilaterales como la OMC o el FMI; o en cia, la unidimensionalidad de la escala
las que la escala local está representada estatal aparece cada vez más debilitada.
como escenario del negocio global. La El afianzamiento del nuevo regionalismo y
actividad mercantil y de distribución des- el modelo espacial glocal entraña una
plegada en las ferias y muestras interna- mayor pujanza de la formulación multies-
cionales que se llevan a cabo en ciuda- calar. En la medida en que la articulación
des y espacios locales —en Euskadi, local-global se vaya afianzando como
sobre todo en Bilbao— forman parte de modelo escalar hegemónico los espa-
estos circuitos globales construidos a cios regionales y locales se consolidarán
partir de interrelaciones locales. Estas como sujetos globales. En cualquier caso
son una expresión particular de las rela- y de acuerdo con Sassen (2003), más
ciones horizontales entre ciudades globa- allá de las relaciones entre escalas el he-
les y ciudades emergentes que fueron las cho crucial para las políticas y estrategias
que desde los ochenta cuestionaron las locales viene a ser la propia construcción
relaciones espaciales verticales del mo- social e institucional de la escala. En este
delo fordista. Los circuitos locales-globa- período de transición, el conflicto entre
les de aprendizaje interactivo (Malmberg, estrategia de estado y proyecto de esta-
2003) forman, asimismo, parte de estas do en el marco del Estado español se
redes multiescalares no encasilladas. La plantea en toda su crudeza. En concreto,
estrategia de internacionalización de las la realidad de un paradigma espacial
empresas del grupo MCC ilustra este pro- donde algunas comunidades del estado,
ceso en el que las acciones de formación en particular Euskadi, exhiben de forma
y aprendizaje en el seno del grupo se clara una voluntad de construcción social
proyectan siguiendo un proceso de re- e institucional correlativa a su realidad de
troalimentación partiendo del origen de la sujeto global emergente que no encaja
empresa matriz. con la estrategia del Estado español que
se sigue aferrando a su antiguo proyecto
También, el Foro Social Mundial crista-
de estado. Sin embargo, la moderniza-
liza lo que aquí se expresa, desde el mo-
ción del proyecto del estado y su ade-
mento en que es la máxima representa-
cuación a las exigencias de las regiones
ción de un locus itinerante y virtual que
entrelaza las luchas sociales, medioam-
bientales, de género, etc., que en la es-
21 La expresión «pensar globalmente, actuar lo-
cala local llevan a cabo una multitud de calmente» sintetiza de forma adecuada esta rela-
movimientos sociales. Esta modalidad de ción escalar.
Mikel Zurbano Irizar

globales emergentes es ineludible para potencial de generación y recreación de


su propia viabilidad, teniendo en cuenta un modo de regulación particular basado
que la construcción social e institucional en una retícula de cooperación entre agen-
de la escala local es un aspecto indiso- tes y de acciones sociales que definen un
ciable de los procesos actuales de refor- proyecto socioeconómico propio.
mulación escalar donde la interrelación
Sin embargo, las redes de larga distan-
local-global adquiere una creciente im-
cia —bridging capital— no han conocido
portancia.
un empuje en correspondencia con las
de proximidad, aunque ya hemos obser-
vado que más recientemente han avanza-
9. EUSKADI EN LA GOBERNANZA
do de manera considerable, en particular
MULTIDIMENSIONAL
con el proceso de apertura externa de las
grandes y medianas empresas vascas.
En el caso vasco, además, las interre-
Las situaciones particulares en este caso
laciones con el escenario global son un
son muy diversas. Así, el grupo coopera-
aspecto que viene a cobrar un renovado
tivo MCC está llevando a cabo un impor-
interés ya que el desarrollo de las redes de
tante despliegue en sus relaciones exte-
larga distancia ha sido relativamente dé-
riores con una implantación en el exterior
bil debido a la dependencia de la senda
que en el año 2002 representaba más del
de desarrollo en la época fordista donde
12% del total de su empleo23. En cambio,
la proyección exterior estuvo muy limita-
en lo que respecta a los clusters empre-
da. Euskadi dispone de un grado de de-
sariales vascos es preciso subrayar que,
sarrollo avanzado de redes sociales de
de acuerdo con los planteamientos de
proximidad que a través de la coopera-
Malmberg (2003), uno de sus déficit más
ción, la confianza y la reciprocidad facili-
notables viene a ser, precisamente, la
tan las dinámicas de inclusión y, en defi-
poca atención que conceden a las rela-
nitiva, la cohesión interna22. La riqueza
ciones con los agentes y circuitos globa-
asociativa, la pujanza e identidad social,
les. El impulso de las redes de larga dis-
la movilización institucional, la tradición
tancia es un aspecto a considerar por los
de trabajo en asociación, junto con otros
clusters no sólo por la necesidad de ac-
elementos de impulso social, sitúa a la
ceder a mercados internacionales o al es-
CAV en una posición sólida para su con-
cenario global, sino también por el interés
solidación como espacio pertinente de
que suscitan las redes de cooperación en
mesoregulación en el marco de la gober-
esa escala, en particular en materia de in-
nanza multidimensional europea. La pu-
novación.
janza y dinamismo del movimiento coope-
rativo y asociativo empresarial y el relativo Este necesario impulso a las relacio-
éxito de los clusters empresariales terri- nes de larga distancia se enmarca en la
toriales son realidades que ilustran el dinámica de transición hacia un modelo
espacial multiescalar postfordista. De
esta forma, la creciente importancia de la
22 En Zurbano (2005), se constata el fuerte desa-

rrollo del tejido institucional local a partir del caso


particular del enraizamiento de las cooperativas en 23 Errasti (2003) ofrece una visión exhaustiva del

su entorno territorial. proceso de internacionalización del grupo MCC.


Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

relación escalar local-global es un ele- que ver con la determinación de las insti-
mento facilitador de las relaciones de lar- tuciones públicas para ejercer una repre-
ga distancia de los agentes socioeco- sentación exterior desde su posición de
nómicos vascos. De forma recíproca, la actor global emergente. De hecho, la cre-
progresiva incardinación de éstos en los ciente importancia de los modelos de me-
circuitos globales permite acelerar el pro- soregulación, sobre todo en la Unión Eu-
ceso de transición del modelo espacial y ropea, exige entender que junto con la
del modo de regulación del mismo. Por lo idea de la participación e implicación de
tanto, la configuración de Euskadi como distintos agentes locales es precisa una 227
actor global es un factor decisivo para el actitud comprometida de la administra-
desarrollo del capital social de larga dis- ción pública en la dirección de la misma,
tancia y para la adecuación de éste al im- incluida su vertiente externa.
portante desarrollo de la gobernanza aso-
ciativa interna. Precisamente, la adecuada
articulación entre ambos tipos de interre-
10. CONCLUSIONES
laciones —externas e internas— es funda-
mental para el desarrollo socioeconómico
Partiendo de la constatación de que el
y para la configuración de Euskadi como
entorno territorial es relevante para las re-
actor socioeconómico globalmente rele-
laciones económicas, sociales e institu-
vante.
cionales y de que el proceso de globali-
zación se ve acompañado de un proceso
En el proceso de ajuste de ambos ti-
de reterritorialización, hemos establecido
pos de relaciones el papel de las institu-
el marco conceptual para el análisis de
ciones públicas es fundamental no sólo
los nuevos modos de micro y mesoregu-
como agente mediador y garante de los
lación en la transición desde un modelo
compromisos y consensos con los acto-
espacial de carácter fordista/keynesiano
res locales significativos, sino también en
hacia otro auspiciado por un régimen libe-
la faceta de liderazgo y de representa-
ral global. En este proceso de transición
ción del sujeto colectivo emergente. Las
ha quedado en evidencia la contradic-
políticas de promoción exterior como el
ción entre la escala global de la coheren-
fomento de la exportación para las py-
cia económica y el espacio de regulación
mes, la incentivación para la generación
prioritario que sigue siendo el estatal.
de redes transnacionales de base local,
Ante la misma los agentes de la econo-
la ubicación de las ciudades —en par-
mía global se autonomizan cada vez más
ticular Bilbao— en los circuitos mundiales
en relación al estado y éste cede parte
o las líneas de captación de las grandes
de su capacidad regulatoria a los merca-
empresas transnacionales siempre que
dos en un intento de perpetuar su posi-
presenten una voluntad de enraizamiento
ción de agente político central del régi-
local, mantienen su vigencia e interés
men liberal emergente.
para avanzar en el desarrollo de las re-
des de larga distancia. Pero, más allá de Los paradigmas del nuevo regionalismo
estas y otras medidas de política exterior y las ciudades-región responden a la nue-
el elemento clave para el adecuado de- va realidad espacial en la que las regio-
sarrollo de la gobernanza exterior tiene nes emergen como sujetos activos en un
Mikel Zurbano Irizar

modelo espacial que aún no ha enterrado En esta confrontación espacial el esta-


el modelo espacial jerárquico propio del do ha de considerar que en este período
fordismo. La pujanza de los espacios lo- de transición son necesarias nuevas pro-
cales y regionales está apuntalada en mu- puestas institucionales para dar salida a la
chos casos —como en el de la Comuni- nueva realidad emergente de las regiones
dad Autónoma Vasca— además de por la en la gobernanza multidimensional euro-
presión de arriba abajo de las estrategias pea, de acuerdo con la aplicación del
de estado, también por el empuje desde principio de subsidiariedad. Aquí, los es-
abajo hacia arriba. Esta dinámica acelera tados siguen ejerciendo un papel de con-
los procesos de reformulación escalar en trol y de bisagra entre las distintas esca-
el postfordismo. La exclusividad de la es- las, pero mantienen intacto el mecanismo
cala estatal de tipo jerárquico cede el paso de legitimación social ya que las compe-
a un nuevo abanico de escalas espacia- tencias vinculadas a los ámbitos sociales
les que vinculan las escalas locales, re- y laborales siguen siendo estatales. El
gionales, estatales y globales de manera inmovilismo estatal podría canalizar las
multiescalar. En el caso de la Unión Euro- necesidades de renovación institucional
pea, la escala continental adquiere tam- de las regiones globales emergentes a la
bién una significación propia. repetición del esquema de las viejas es-
tructuras del estado-nación.
En este nuevo contexto, las regiones se
configuran como espacios específicos de Las regiones, por su parte, se constru-
regulación en el régimen liberal global. yen como proyectos de desarrollo donde
Este nivel mesoregulatorio confiere a la re- junto con el vector de la competencia es
gión un estatus de sujeto global emergen- preciso incorporar también el de la coo-
te. Las regiones o naciones sin estado peración. Es por ello que la configura-
con un fuerte desarrollo social e institucio- ción de éstas como sujetos globales
nal aspiran a ejercer un papel propio en emergentes se realiza a través de pro-
este proceso de transición hacia un nuevo yectos de desarrollo que sirvan para im-
modelo espacial. Pero esta situación pro- pulsar la cohesión social y las redes y
voca a menudo, una confrontación entre solidaridades internas y externas. Así, la
las estrategias de estado que están abo- cohesión y la integración socioeconómi-
cadas a facilitar dicho proceso y los pro- ca y espacial son aspectos nucleares
yectos de estado que obstaculizan la insti- para el enraizamiento del modo de go-
tucionalización y formalización del mismo. bernanza regional que en Euskadi pre-
En Euskadi la transición hacia un nuevo sentan una realidad descompensada: en
paradigma espacial está envuelta en un tanto que las interrelaciones entre agen-
círculo de acciones y reacciones. La for- tes sociales y económicos internos cono-
malización de su realidad como sujeto cen un significativo desarrollo que ha de
global emergente requiere de un nuevo ser mejorado y blindado, las relaciones
compromiso institucional con el estado. El de larga distancia reflejan una diversi-
estado tiene que afrontar un nuevo pro- dad de situaciones —apuntando a una
yecto institucional para una realidad dis- debilidad estructural— que necesitan ser
tinta a la del proyecto de descentraliza- estimuladas para una articulación ade-
ción de la época anterior. cuada en cantidad y calidad con las pri-
Las regiones como sujetos de la economía global. Euskadi en la gobernanza multidimensional

meras. Junto con la mejora e impulso de papel de sujeto global. De esta manera,
las medidas de acción exterior, la admi- las interrelaciones de larga distancia de
nistración pública vasca tiene un doble los agentes y flujos locales con los circui-
reto en este terreno: ejercer su liderazgo tos globales pueden ser susceptibles de
en la gobernanza asociativa orientando un desarrollo efectivo que permitan una
su acción como agente activo en el exte- estabilidad del proyecto de desarrollo en
rior hacia la formalización efectiva de su su doble vertiente interna y externa.

229

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Nueva York.

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