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I. Introducción:
A. Base Bíblica
En esta sección veremos, con fundamento bíblico, los diferentes llamados que recibimos de parte de
Dios:
1. El llamado de la Iglesia:
En primer lugar, encontramos el llamado que realiza Dios en manera general a su Iglesia. Es un
llamado a servirle y a ser parte de la evangelización mundial. Y como aspectos destacados de este
llamado encontramos:
Por otra parte debemos dar buen testimonio en todo lugar (trabajo, escuela, barrio, etc.)
2. Judea: Provincia Romana, que tenía a Jerusalén por Capital. Debemos pensar en nuestro
país o región de la misma manera que lo hacemos con nuestra ciudad, para Evangelizar.
3. Samaria: Era una región un poco más distante y con diferencias culturales. Es decir que
estaríamos hablando de países vecinos.
Entendiendo que somos los instrumentos de Dios para prolongar la obra de Cristo en la tierra,
deberíamos predicar el evangelio en evangelio en:
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b) Otro punto importante en el llamado de la Iglesia es la necesidad continua de obreros (Leer
Lucas 10:2 y Mateo 9: 37-38)
“La mies es mucha, más los obreros pocos, por tanto, rogad al Señor de la mies”.
c) Por último debemos entender que el momento de cumplir con la Gran Comisión es “HOY”
(Leer Juan 4: 35)
“¿No decís vosotros aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo alzad
vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”
Los que conocen el trabajo del campo y la siembra de trigo, sabrán que cuando el trigo
comienza a tomar un color blanquecino es porque ya está en su momento justo para ser cortado.
Con esta ilustración Jesús está queriendo enseñar que el tiempo es poco (cuatro meses, que
en el tiempo de Dios es nada) y que ya está todo listo para la cosecha.
Conforme vamos cumpliendo con la obra del Señor podemos ir perfeccionando nuestro trabajo,
pero jamás postergar nuestro trabajo, poniendo otras cosas que sólo sirven de excusa y nos
ponen en un plano de desobediencia.
Podemos concluir diciendo que es un error pensar en evangelizar primeramente nuestra ciudad y
después el resto del mundo. Es desobediencia a la orden de Cristo y falta de responsabilidad. El
original griego de Hechos 1:8, correspondiente a “tanto en” es Te, que quiere decir “ambas” y da la
idea de simultaneidad.
El Segundo llamado es a cada creyente. El Llamado a las Misiones es para TODOS. Ninguno que
se llame hijo de Dios, queda afuera de esta labor. Las formas en que participemos de este trabajo
del llamado específico que tengamos.
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3. El llamado específico:
El tercer llamado ya no es a todos los cristianos, sino solo para algunos. El llamado específico de
Dios, busca corazones con disposición para dar respuesta a su llamado.
Isaías 6: 8 “Después oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviare y quien irá por nosotros?
Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.”
Dios desea que cumplamos con su mandato, y para ello ha preparado todo, juntamente con su
mandato, tenemos sus promesas para facilitarnos el trabajo.