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c a p ít u l o

A E V O L U C IÓ N DE LOS H O M ÍN ID O S

¿Es posible que los huesos fosilizados de un simio más


antropoide (semejante al hombre) o de un hombre
más pitecoide (semejante al simio) estén esperando,
perdidos en algunos estratos antiquísimos,
las investigaciones de un paleontólogo que
no ha nacido todavía?

Thomas H. Huxley

En el año 1991, el médico Randolph M. Nesse y el biólogo logo James V. Neel enunciaba el concepto del “genotipo ahorra­
evolutivo George C. Williams publicaron el libro ¿Por qué nos dor” para explicar la capacidad de nuestra especie para almace­
enfermamos? En él desarrollan un enfoque biomédico peculiar, nar grasa con rapidez y facilidad en condiciones de un ambiente
conocido como medicina evolutiva o medicina darwiniana, que fluctuante en cuanto a la disponibilidad de nutrientes. Según
asume los principios de la evolución para reinterpretar síntomas Neel, en el pasado, esta capacidad pudo haber sido seleccio­
y explicar procesos que caracterizan algunas enfermedades. nada, favoreciendo combinaciones genéticas que aumentaban
La medicina darwiniana postula que algunas enfermedades la eficacia en el proceso de nutrición. Durante los tiempos de
contemporáneas, especialmente aquellas que son crónicas, son abundancia de alimentos, los portadores de esos genes habrían
resultado de los desajustes entre las condiciones actuales de vida obtenido una ganancia de reservas en forma de grasa, útil en
y aquellas bajo las cuales evolucionó la especie humana. Sostie­ épocas de escasez. Esta característica les habría proporcionado
ne que muchas de las características biológicas que se estable­ ventajas para la supervivencia y la reproducción en aquel con­
cieron en nuestros antecesores, hace cientos de miles de años, texto. Este mismo dispositivo en el contexto actual, con estilos
tuvieron un valor adaptativo en aquel entorno evolutivo pero de vida sedentarios y una alimentación más abundante, rica en
pueden resultar perjudiciales en un contexto ambiental diferen­ grasas saturadas e hidratos de carbono, deriva en una condi­
te y con un estilo de vida tan disímil como el actual. ción patológica. Así, Neel propone que lo que era ventajoso
Así, por ejemplo, en sus investigaciones en el campo de la para los cazadores y recolectores hoy estaría vinculado con el
neuroendocrinología, Neese propone que ciertos trastornos origen de la obesidad, la diabetes y otras enfermedades asocia­
que actualmente se asocian a una condición patológica, pudie­ das a alteraciones del metabolismo. En el mismo sentido, ciertas
ron haber sido favorecidos en el pasado evolutivo por la selec­ variantes genéticas que en el pasado se encontraban en estado
ción natural, que habría dado forma a mecanismos fisiológicos polimorfico en las poblaciones de homínidos, por ser relativa­
tales como la tos, el dolor, la fiebre, la ansiedad o la depresión, mente equivalentes en el entorno en que habitaban, pueden en
como respuestas adaptativas a condiciones ambientales o agen­ el presente ser la base de estados patológicos. Por ejemplo, la
tes patógenos. celiaquía -trastorno metabòlico que impide la adecuada asimi­
La perspectiva evolutiva ya había sido introducida en temas lación de cereales como trigo, avena, cebada y centeno-, en un
médicos anteriormente. En el año 1962, el genetista y diabetó- pasado remoto pudo haber sido una variante genética que pasa-

ERRNVPHGLFRVRUJ
ba inadvertida ya que sólo muy recientemente, con el inicio de la sorprendernos que caracteres biológicos que han evolucionado
agricultura, dichos cereales comenzaron a constituir una parte durante centenas de miles o incluso millones de años en el seno
importante de la dieta. de nuestro linaje, entren en conflicto y se expresen como patolo­
En la actualidad, la perspectiva evolutiva tiene incidencia en gías cuando se enfrentan bruscamente con nuevos y contrastan­
especialidades médicas relacionadas con el cáncer, las enferme­ tes entornos culturales y ambientales creados por las sociedades
dades infecciosas y las psiquiátricas, entre otras. Pero, como toda humanas hace apenas unos pocos miles o cientos de años.
disciplina emergente, la medicina darwiniana abre interrogantes, ¿Qué consecuencias podría tener el hacernos cargo de la exis­
controversias y resistencias, tiene defensores y detractores. Los tencia de este notable desacople? ¿Podría este marco de inter­
científicos que adhieren al enfoque aportado por la medicina pretación tener alguna consecuencia en la reflexión sobre los
darwiniana señalan que dado que los ritmos de la evolución bio­ estilos de vida y de alimentación actuales y futuros de nuestras
lógica son mucho más lentos que los del cambio cultural, no debe sociedades? ¿Y sobre la problemática de la salud colectiva?

¿Cómo y cuándo comenzó la historia de la evolución humana? Tal trepadores, semejantes a las musarañas ( 1). Las principales
vez con una combinación casual de sustancias químicas en algún tendencias que caracterizan la evolución de los primates, como los
mar cálido del Precámbrico, hace más de 3.800 millones de años. cambios en la estructura anatómica de las manos y los brazos, el
O tal vez hace unos 2,5 millones de años, cuando alguna tribu de incremento en la agudeza visual, la prolongación del cuidado de las
homínidos descubrió que podía crear un borde filoso en una piedra crías y la postura vertical de la espalda al colgarse o sentarse, están
para cortar el cuero de un animal. En cualquier caso, se trata de una relacionadas con adaptaciones a la vida arbórea ( ).
historia en extremo larga y muchos de sus detalles se han perdido,
probablemente para siempre. Sin embargo, numerosos restos fósiles
de homínidos han permitido delinear diferentes hipótesis sobre la Las principales líneas de la evolución de los primates 1
topografía del árbol genealógico de nuestro linaje. Entre los primates pueden reconocerse dos grupos principales: los
(loris, galagos, tarseros y lémures) y los a n t r o p o id e s (mo­
p r o s im io s
nos, antropomorfos y humanos) ( ).
LA EVOLUCIÓN DE LOS PRIMEROS PRIMATES Los prosimios tuvieron su apogeo en el período que abarca entre
55 y 38 millones de años atrás y en la actualidad son animales arborí­
Los humanos, junto con nuestros antecesores más cercanos ya colas, pequeños o medianos, de hábitos nocturnos ( ).
extintos, pertenecemos al grupo de los h o m í n i d o s . Pero también Los antropoides se habrían escindido del tronco prosimio durante el
somos mamíferos placentarios y primates, al igual que los tarseros, Eoceno, hace 40 millones de años. En este grupo se reconocen dos gran­
los lémures, los monos y los antropomorfos, entre otros. Así, para in­ des linajes: los monos del Nuevo Mundo, o platirrinos, y los monos del
troducirnos en la historia de la evolución humana podemos empezar Viejo Mundo, o catarrinos ( ). Los platirrinos se habrían origi­
por preguntarnos cuándo comenzó la evolución de los primates. Es nado a partir de un grupo de catarrinos, hace alrededor de 30 millones
probable que haya comenzado con un grupo de pequeños animales de años. Al quedar aislados por enormes distancias oceánicas, ambas
ramas de mopos evolucionaron por separado durante el período Oligo-
ceno (hace unos 30 millones de años): los platirrinos en América del Sur
y los catarrinos en África. Los actuales monos del Nuevo Mundo -de
América del Sur y América Central- son estrictamente arborícolas y al­
gunos utilizan su cola como un quinto miembro prensil ( 7-6), una
característica ausente en los monos del Viejo Mundo.
En el árbol filogenético hipotético de la figura 17-3, entre los cata­
rrinos se puede distinguir el grupo de los a n t r o p o m o r f o s que, junto
con los humanos (Homo sapiens), conforman el grupo de los honu-
n o id e s ( -1, La fam ilia Leakey).
Los antropomorfos actuales comprenden a los gibones, los oranguta-
nes, los chimpancés y los gorilas ( 7). Con excepción de los gibo-
nes, los antropomorfos son más grandes y tienen un cerebro de maye1,
tamaño que los monos. Todos los antropomorfos son capaces de colgat"
F ig . 1 7 - 1 . U N A M U S A R A Ñ A A R B O R lC O L A A C T U A L . P ro b a b le m e n te lo s p rim a te s p ri­ se de las ramas aunque, entre las especies actuales, sólo los gibones s
m itiv o s se p a re cía n a e sta m u sa ra ñ a . Si se m ira c o n d e te n im ie n to , se v e rá n p a ta s c o n
c in c o d e d o s y garras. La m u s a ra ñ a p u e d e se p a ra r lo s d e d o s y u tiliz a rlo s p a ra asir. En al­
desplazan principalmente balanceándose colgados de un brazo y lueS°
g u n o s siste m a s d e c la s ific a c ió n , las m u sa ra ñ a s a rb o ríc o la s se a g ru p a n c o n los p rim a te s del otro, con el cuerpo en posición vertical. La suspensión vertical habí a,
y, e n o tro s , c o n o tr o o rd e n d e m a m ífe ro s , lo s In s e c tív o ro s , lo c u a l in d ic a la p ro x im id a d d e desempeñado un papel importante en la transición de la posición hori
e sta s d o s lín e as e v o lu tiv a s . zontal a la posición erecta. Los antropomorfos tienen brazos relativa

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| LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMINIDOS 315

mente largos y piernas cortas y descansan el peso de la parte frontal de su que nuestra especie desciende de alguno de estos grupos, sino que
uerpo en los nudillos. Como resultado de ello, aun cuando se encuen­ compartimos con ellos un antepasado común más reciente que con
tran en cuatro patas, sus cuerpos están parcialmente erectos. ningún otro grupo de primates actuales. Evidencia de esto es la gran
cantidad de homologías descubiertas entre los simios de este grupo
Homo sapiens y nuestros parientes vivos más cercanos: y nuestra especie. Partiendo de esta hipótesis, podemos pregun­
los antropomorfos actuales tarnos: ¿cuál de las especies que conforman este grupo está más
estrechamente emparentada con la nuestra?; ¿cuánto tiempo hace
Los antropomorfos (también llamados antropoides) -gibones, que el linaje al que pertenecemos los humanos divergió del resto de
orangutanes, gorilas y chimpancés (incluidos los bonobos)- cons­ los simios?, es decir, ¿a qué época se remonta el último antepasado
tituyen nuestros parientes vivos más cercanos. Esto no significa común compartido con ellos?

Postura vertical

* 0 »

■ m
La mano: cinco dígitos
Oposición del dedo pulgar. Dedos flexibles
Maternidad prolongada con movimientos independientes

Fig. 17-2. TENDENCIAS EVOLUTIVAS DE LOS PRIMATES.

Prosimios modernos (lémures, tarseros, loris y galagos)

Prosimios Monos del Nuevo Mundo


primitivos Platirrinos
I IIIIH H
Monos del Viejo Mundo

u n á r b o l f il o g e n è t ic o t e n t a t iv o d e l o s p r im a t e s a c t u a l e s .

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316 IV | EVOLUCIÓN: HISTORIA DE LATEORÍA Y SUS EVIDENCIAS

El lé m u r p e in á n d o s e la co la . El s e g u n d o d e d o d e ca d a p a ta tie n e u na g a rra e sp e c ia l q u e u tiliz a n p ara asearse. El p e q u e ñ o ta rse ro , n a tiv o d e Indonesia


( a p ro x im a d a m e n te d e l ta m a ñ o d e u n g a to p e q u e ñ o ), se e s p e c ia liz a e n sa lta r e n tre s o p o rte s ve rtic a le s . T ie n e v is ió n e s te re o s c ó p ic a y u n c e re b ro re la tiv a m e n te m á s g ra n d e que fe
m a y o ría d e lo s lé m u re s . V iv e e x c lu s iv a m e n te e n lo s á rb o le s y sus m a n o s y p a ta s e s tá n p ro v is ta s d e g ra n d e s a lm o h a d illa s e p id é rm ic a s q u e fa v o re c e n la s u je c ió n e n las ramas. Sus ojos,
s e m e ja n te s a lo s d e la le ch u za , s u g ie re n q u e e sto s a n im a le s so n fu n d a m e n ta lm e n te d e h á b ito s n o c tu rn o s .

(a )

(b)

En u n a e ta p a te m p r a n a d e la e v o lu c ió n , los S ó lo lo s m o n o s d e l N u e v o M u n d o , c o m o el m o n o araña,
a n tro p o id e s se e s c in d ie ro n e n d o s ram as: lo s p la tirrin o s , d e n a riz a n c h a y ) lo s c a - p u e d e n s u s p e n d e rs e d e sus co la s. Los m o n o s p la tirrin o s so n los ú n ic o s p rim a te s actuales
ta rrin o s , d e n a riz h a c ia a b a jo . Los m o n o s d e l N u e v o M u n d o s o n p la tirrin o s y lo s d e l V ie jo n a tiv o s d e las A m é rica s.
M u n d o y lo s h o m ln o ld e s s o n c a ta rrln o s . H a y m u c h a s o tra s d ife re n c ia s a n a tó m ic a s ca ra c­
te rís tic a s e n tre a m b o s g ru p o s .

Estas preguntas, que comenzaron a formularse a finales del siglo los humanos y el conjunto de los simios debía ser muy antigua: to
xix, han generado interesantes controversias. dos los simios estarían más estrechamente relacionados entre si'ífl
Darwin consideraba que los parientes más próximos a los huma­ cualquiera de ellos con nuestra especie. Esta nueva hipótesis t^ 0
nos eran los simios africanos (chimpancé y gorila) y que el gran si­ aceptación entre la mayor parte de los biólogos y antropólogos,
mio asiático, el orangután, tenía un vínculo más distante. Más tarde, modo que se mantuvo de manera hegemónica hasta la década I
en las primeras décadas del siglo xx, esta hipótesis fue cuestiona­ 1960, principalmente a causa de diversos prejuicios imperantes OT
da. En esa época el énfasis estaba puesto en destacar las diferencias situaban a la especie humana como única y especial. Sin emb^h0'
morfológicas, de modo que se consideró que la divergencia entre cuando se incorporaron al análisis las múltiples homologías ¿esca

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| LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMÍNIDOS 317

La familia Leakey éste, su primer hallazgo importante, le siguieron muchos más.


Mary Leakey pertenecía a una familia de antropólogos: su mari­
En yacimientos fósiles de Kenia y Uganda, en África, se en­ do, Louis Leakey (1903-1972), tuvo un gran impacto en el estu­
contró una gran cantidad de antropomorfos fósiles de entre 14 dio teórico de los orígenes del hombre y en el hallazgo de fósiles.
y 22 millones de años de antigüedad. Entre ellos está el famoso Richard, uno de sus hijos y su esposa Meave hicieron también
Procónsul descubierto en 1948 por la paleoantropóloga inglesa contribuciones notables. Louise, la hija de ambos, parece conti­
Mary D. N. Leakey (1913-1996) en una isla del lago Victoria. A nuar sus pasos.

biertas entre los grupos de primates considerados, el resultado fue do que permite estimar el tiempo de divergencia entre dos taxones
diferente. La presencia del seno frontal (una pequeña fisura en la por diferencias a nivel molecular-, permitió estimar que la diver­
Parte frontal del cráneo) en gorilas, chimpancés y humanos y su au­ gencia entre el linaje de los humanos y el de chimpancés-gorilas
sencia en gibones y orangutanes volvió a colocar a estos últimos en habría ocurrido muy recientemente, hace aproximadamente 5 a 8
el grupo de parientes más lejanos. Asimismo, el análisis de un grupo millones de años.
de proteínas, los fibrinopéptidos, también mostró que los orangu­ El reciente hallazgo en Chad de un fósil perteneciente al linaje de
tanes están más estrechamente vinculados al grupo formado por los homínidos, asignado a la especie Sahelanthropus tchadensis, da­
gorilas, chimpancés y humanos que a los gibones ( ). Y poco tado en 6 a 7 millones de años, indica que el momento de la diver­
tiempo después, en 1963, al analizar los patrones de Homología en gencia entre el linaje de los humanos y el de chimpancés-gorilas se
Proteínas globina de la sangre, el zoólogo estadounidense Morris encuentra, probablemente, cerca del límite más antiguo del intervalo
Goodman, de la Universidad de Wayne, Estados Unidos, demostró sugerido por los datos moleculares de entre 5 y 8 millones de años.
goe los humanos y los simios africanos forman un grupo natural Sobre la base de las evidencias analizadas hasta aquí, hemos ex­
en el que, como anticipara Darwin, chimpancés, gorilas y humanos cluido de la esfera de nuestro parentesco más cercano a orangutanes
están más cercanamente emparentados entre sí que cualquiera de y gibones, pero ¿cuáles son las relaciones evolutivas entre gorilas,
°s con el orangután. Por otra parte, el reloj molecular -u n méto­ chimpancés y humanos? Este problema es difícil de resolver, dado

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318 ...... i ' | EVOLUCIÓN: HISTORIA DE LA TEORfAYSUS EVIDENCIAS

Gorila Chimpancé Humano con los linajes de gorilas y chimpancés. Esas evidencias constitu,
la base para interpretar la evolución de los homínidos, denom¡nj
ción que, a pesar de que en la actualidad es motivo de controvere
aún tiene amplia aceptación para designar a los miembros de laf '
milia Hominidae. Este linaje que incluye a nuestra especie, a los te
presentantes fósiles del género Homo, del género Australophitec¡l¡
y otros géneros fósiles más recientemente descritos, comparte qi¡
conjunto de homologías que lo caracterizan: andar bípedo, postuta
erecta, rasgos dentarios característicos y cráneos crecientemente
mayores.
¿Cuáles fueron los cambios que experimentó el linaje de los
homínidos a partir del momento de su divergencia de los gran®
simios? Veremos que la interpretación de este problema ha id0
cambiando y tiene interesantes antecedentes históricos.

Tras los pasos de los australopitecinos


Fig. 17-8. RELACIONES HIPOTÉTICAS ENTRE GIBONES, ORANGUTANES Y EL GR En 1924, una explosión en una cantera en Taung, Sudàfrica, aflojó
PO FORM ADO POR GORILAS, CHIMPANCÉS Y HUMANOS.
un trozo de roca que contenía una porción del cráneo de un niñ0
Los fósiles fueron enviados al anatomista australiano Raymond
Dart (1893-1988) quien, después de meses de raspar la capa de ari
que el parecido a nivel molecular es muy alto: las diferencias glo­ na y piedra caliza que lo rodeaba, determinó que el pequeño cráneo
bales en el ADN de copia simple entre estos grupos son del orden tenía algunas características humanoides que lo distinguían tanto
del 1,2 al 1,4%. Sin embargo, los estudios más recientes sugieren de los simios antropomorfos modernos como de sus antecesores.
que chimpancés y humanos podrían ser grupos hermanos, más es­ Éstas incluían la apariencia redondeada del cráneo, el tamaño y la
trechamente relacionados entre sí que cualquiera de ellos con los configuración que parecía haber tenido el cerebro y la forma de los
gorilas, ya que las comparaciones del ADN de copia única muestran dientes. Asimismo, la localización en la base del cráneo del orificio
una diferencia menor del 1 ,2 % y, aun si se analizan seudogenes, ele­ de inserción de la columna vertebral -el foramen magnum- sugería
mentos repetitivos y transposones, que evolucionan muy rápido, las que el joven animal caminaba erecto. Dart bautizó Australopithecm
diferencias no llegan al 5% ( ). (“simio del sur”) al nuevo fósil. Si bien en ese momento la prénsalo
proclamó como el “eslabón perdido”, Dart recibió poco apoyo de sus
colegas para incorporar este fósil al árbol filogenètico humano, qui­
HACEN SU APARICIÓN LOS HOMÍNIDOS zá porque Dart no era antropólogo, pero también porque la comu­
nidad científica todavía no estaba preparada para reconocer un an­
tecesor de nuestra especie en este individuo con numerosos rasgos
Los primeros ejemplares humanos pero con un cerebro tan pequeño. Además, era unánime
Hasta aquí hemos examinado las relaciones entre nuestra especie la creencia de que la cuna de la humanidad se encontraría en Asia
y otros grupos de primates actuales. Sin embargo, para reconstruir o en Europa, por su desarrollo cultural, y no en la “atrasada" África.
nuestro pasado evolutivo debemos incorporar evidencias fósiles Todo esto hizo que el cráneo de Taung fuera prácticamente igno­
más recientes que nos permitan rastrear el tramo más reciente de rado por más de veinte años. Sin embargo, descubrimientos pos­
esta historia. En los últimos años se han encontrado diversos fósiles teriores confirmaron la interpretación de Dart: en diferentes sitios
que están más estrechamente relacionados con nuestra especie que de África, especialmente en África oriental, en la región conocida

Fig. 17-9. DIFERENTES HIPÓTESIS ACERCA DE LAS RELACIONES FILOGENÉTICAS ENTRE GORILAS, CHIMPANCÉS Y HUMANOS.

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| LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMÍNIDOS 319

Fig. 17-10. MAPA DEL VALLE DEL RIFT. Los c rá n e o s re p re s e n ta n los


p rin c ip a le s s itio s d o n d e se e n c o n tra ro n fó sile s d e a u s tra lo p lte c ln o s .

■Y LUCY. C o m p a ra c ió n d e las e s tru c tu ra s d e la p e lv is ,


las p ie rn a s y lo s p ie s de: ) u n c h im p a n c é y ) Lucy. La a d a p ta c ió n d e L u c y a la
m a rc h a e n p o s ic ió n v e rtic a l e ra v lr tu a lm e n te c o m p le ta . S e g ú n las e v id e n c ia s , a p a ­
r e n te m e n te se m o v ía h acia d e la n te g rá c ilm e n te y el á n g u lo d e su fé m u r m a n te n ía
las p ie rn a s b a jo el c u e rp o c u a n d o se m o vía . P or el c o n tra rio , c u a n d o u n c h im p a n c é
c a m in a , d e b e In c lin a rs e d e u n la d o a o tr o p ara m a n te n e r su c e n tr o d e g ra v e d a d
p o r e n c im a d e la p ie rn a q u e se a d e la n ta . Lucy, la "p rim e ra fa m ilia " (u n a n o ta b le
c o le c c ió n d e fó sile s, re p re s e n ta d a p o r 13 In d iv id u o s ) y o tro s h o m ín id o s fó sile s b ie n
c o n o c id o s fu e ro n d e s c u b ie rto s e n el T riá n g u lo d e A far, e n E tio pía. R e p re s e n ta b a n
u n a e s p e c ie d is tin ta d e lo s p re v ia m e n te c o n o c id o s y los d e n o m in a r o n Australo­
pithecus afarensis. > C o m p a ra c ió n d e l c rá n e o y d e la p e lv is d e u n c h im p a n c é (Iz­
q u ie rd a ) y d e u n m ie m b r o d e la "p rim e ra fa m ilia ” (de re ch a ). Los c rá n e o s p re s e n ta n
s e m e ja n za s p e ro las p e lv is so n to ta lm e n te d is tin ta s y p ro d u c e n las d ife re n c ia s e n
el a nd a r. La p e lv is d e la d e re c h a se a se m e ja m u c h o m á s a la p e lv is h u m a n a a c tu a l.

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320 I I EVOLUCIÓN: HISTORIA DE LATEORfA YSUS EVIDENCIAS

como valle del Rift, se hallaron numerosos fósiles de varias especies Este cúmulo de nueva información permitió extender el horiz0t)
pertencientes al género Australopithecus ( ). te de nuestros ancestros recientes e incluir a los australopiteci^
En 1974, el paleoantropólogo estadounidense Donald Johanson y sus a otras especies del género Homo, que se fueron describiendo
colegas, encontraron en Hadar, Etiopía, el esqueleto asombrosamente teriormente, en el grupo de los homínidos. En este nuevo contexto
completo de un australopitecino de más de tres millones de años de an­ el profesor Dart en 1985 celebró felizmente no sólo su nonagésima
tigüedad. Lo llamaron “Lucy” por la canción de los Beatles, “Lucy en el segundo cumpleaños, sino también las bodas de diamante del ahota
cielo con diamantes” que sonaba en la radio cuando lo hallaron. El ejem­ aceptado niño de Taung ( ).
plar hallado era una hembra adulta, de menos de 12 0 cm de estatura, Pero ¿cuáles son las características que distinguen a los austra I
cuya postura, revelada por las características del fémur y la cadera, era lopitecinos del linaje chimpancé-gorila y que justifican su posición!
probablemente tan erecta como la de los humanos actuales ( ). dentro del linaje de los homínidos?
Otra fuerte evidencia del andar erecto de los australopitecinos Los humanos nos diferenciamos de gorilas y chimpancés en qUe.
es el de las huellas fósiles de pisadas de hace 3,75 millones de años
halladas algo más tarde por Mary Leakey en Laetoli, Tanzania, que • tenemos un andar erecto,
muestran una estructura de la planta del pie casi idéntica a la de los • poseemos un cerebro más grande en proporción con el tamaño
humanos actuales ( as). corporal,
• el patrón morfológico del primer premolar de nuestra especie tiene
dos cúspides mientras que en los simios africanos tiene sólo una.
Estos hallazgos demostraron que los homínidos caminaban
en posición vertical antes de que en el linaje experimentara un Los australopitecinos comparten con los humanos tanto el patrón
incremento significativo en el tamaño del cerebro. bicúspide del premolar como el andar erecto, aunque el tamaño de
su cerebro es similar al de los simios. En este grupo de homínidos

ENSAY017-1
LAS HUELLAS DE PISADAS

Hace 3,75 m illo n e s de años la e ru p ció n de u n vo lcá n en el valle


d e l R ift esparció u n a capa de cenizas sobre las p la n ic ie s de Serenge-
t¡ M e rid io n a l, en e l te rrito rio que a c tu a lm e n te p e rte n e ce a Tanzania.
Poco después cayó u n a llu v ia leve y, m ie n tra s la ca p a de ceniza a ú n
estaba h ú m e d a , unos veinte tip o s diferentes de a n im a le s c o rrie ro n
sobre ella, e s ta m p a n d o sus h u ellas sobre la su p e rficie b la n d a . En­
tre ellos h a b ía liebres, b a b u in o s, un rin o ce ro n te , dos tip o s de jira fa ,
hienas, aves, un c a b a llo de tres dedos, u n tig re d ientes de sable y
tres h o m ín id o s. En c ie rto m o m e n to , u n o de los tres h o m ín id o s se
detuvo, h izo un a pausa, g iró h a c ia la iz q u ie rd a y luego, q u iz á m ás
tra n q u ilo , c o n tin u ó su m a rch a . B ajo el c a lo r d e l so l e c u a to ria l, la
ceniza se secó y s o lid ific ó c o m o ce m e n to ; p ro n to , las h u e lla s de las
pisa d a s fu e ro n c u b ie rta s p o r lim o y m ás cenizas.
¿Cómo fue posible reconstruir esta escena, que ocurrió hace
millones de años?
En el año 1978, en ese mismo sitio, otros homínidos jóvenes se
entretenían arrojándose estiércol seco de elefante. Uno de ellos,
un científico de Harvard, que estaba visitando las excavaciones
que realizó Mary Leakey en Laetoli, se tambaleó y cayó al suelo,
momento en que sus ojos distinguieron unas huellas extrañas.
Así se descubrieron las llamadas pisadas de Laetoli, uno de los
hallazgos más significativos de la paleoantropología. A partir de
entonces recomenzaron a realizarse cuidadosas investigaciones
en el sitio y se hallaron miles de pisadas individuales, que proba­
blemente constituyen un conjunto de huellas fósiles de anima­
les mayor que todas las encontradas en el resto del mundo. Estas
marcas ofrecieron un panorama extraordinario del número y la Estas h u e lla s fó s ile s se e x tie n d e n p a ra le la m e n te a lo la rg o d e 25 m e tro s . Por el ta­
variedad de los antiguos animales africanos. Junto a ellas quedó m a ñ o d e las h u e lla s, se In te rp re ta q u e e l ra s tro d e la iz q u ie rd a fu e h e c h o p o r el más
el registro de pisadas casi humanas, cuyas marcas del arco del p e q u e ñ o d e lo s h o m ín id o s , q u e ta l v e z c a m in a b a a s id o a la m a n o d e l d e la derecha. J
pie, del dedo grande y del talón son la prueba más clara de que Éste, d e m a y o r ta m a ñ o , e ra s e g u id o p o r o tr o h o m ín id o m á s p e q u e ñ o q u e cam inaba
hace 3,75 millones de años existieron homínidos que caminaban so b re sus pisadas, o b lite rá n d o la s p a rc ia lm e n te . Las h u e lla s d e la d e re c h a so n las de
en posición vertical, con una marcha bípeda característica. u n c a b a llo d e tre s d e d o s.
)

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7 | LA EVOLUCIÓN DE LOSHOMÍNIDOS 321

pitecinos no permite que ninguno de ellos sea claramente asignado


como nuestro ancestro inmediato. Ambos grupos tienen rasgos que
son comunes a Homo pero también especíalizaciones particulares
que no se observan en humanos.
Es posible que los ancestros inmediatos de Homo se hayan origi­
nado a partir de un tronco australopitecino muy antiguo o a partir
de un ancestro común con este tronco.

Homo habilis y la construcción de herramientas


Homo habilis, la especie de Homo más antigua que se conoce,
hace su aparición en el registro fósil hace aproximadamente 2 mi­
llones de años. Del mismo modo que los humanos actuales y que los
australopitecinos, H. habilis caminaba erecto y tenía molares con
dos cúspides, pero esta especie tiene dos características que lo vin­
culan más estrechamente con los humanos que con los australopi­
tecinos: la capacidad de construir herramientas -sugerida por uten­
silios hallados junto a los restos fósiles- y un cerebro relativamente
más grande (recuadro 17-3, Nuevo hallazgo de los Leakey).
Es posible que H. habilis no haya sido el único Homo en África.
Ciertos fósiles contemporáneos a H. habilis, asignados a la especie
En la fo to g ra fía s o s tie n e e l c rá n e o d e l n iñ o d e T a u n g . D a rt
le d io a la e s p e c ie el n o m b r e d e Australopithecus africanus. D u ra n te la c e le b ra c ió n d e
H. rudolfensis podrían corresponder a una especie hermana que
su n o n a g é s im o s e g u n d o c u m p le a ñ o s y e n el s e x a g é s im o a n iv e rs a rio d e la p u b lic a c ió n se extinguió, otra de las ramas truncas del árbol de los homínidos.
que in fo rm a b a ace rca d e sus h a lla zg o s, e l p ro fe s o r D a rt d ijo : S a b e n u ste d e s , n u n c a m e Pero ¿puede H. habilis considerarse una especie de humanos? A
am argué p o r la fo rm a e n q u e m e tra ta ro n ... Yo sabía q u e la g e n te n o m e cre ería. P ero n o pesar de las diferencias anatómicas entre H. habilis y H. sapiens,
tenía n in g u n a u rg e n c ia . D a rt m u rió e n n o v ie m b r e d e 198 8 , a lo s n o v e n ta y c in c o a ño s.
la capacidad de construir herramientas es tan distintiva y relevan­
te que H. habilis probablemente deba considerarse humano. Ade­
algunas características distintivas, como el andar erecto, ya están más, las diferencias anatómicas entre las diversas especies de Homo
establecidas mientras que otras, como el tamaño del cerebro, re­ deben relativizarse si se considera la gran diversidad que existe en la
tienen el estado ancestral. Estas evidencias permitieron superar el actualidad entre individuos de nuestra especie.
prejuicio que consideraba el desarrollo cerebral como un requisito
excluyente para la incorporación de un fósil a nuestro linaje.
Los miembros del género Australopithecus, que vivieron durante Homo erectus, Homo ergaster y el uso del fuego
casi tres millones de años (entre 4,2 y 1,4 millones de años atrás) Los fósiles de australopitecinos y los de H. habilis se hallaron ex­
(recuadro -2, Técnica de datación) pertenecían a varias espe­ clusivamente en África. Sin embargo, tanto en África como en Asía
cies diferentes, algunas de las cuales coexistieron. Todas ellas pare­ existen fósiles más recientes, que tienen entre 1,8 y 0,3 millones de
cen haber evolucionado exclusivamente en África, ya que no se en­ años de antigüedad. Inicíalmente, todos estos fósiles fueron asigna­
contraron fósiles de este género en otros continentes ( ). dos a una única especie denominada H. erectus ( ) pero en
la actualidad se considera que esta colección podría incluir al menos
dos especies: Homo ergaster, representada por fósiles africanos y
Los orígenes del género Homo del oeste asiático, y Homo erectus, presente en China y en el sudeste
Las relaciones filogenéticas entre los australopitecinos y Homo se asiático.
encuentran en amplia discusión en la actualidad. En torno de este Las datacíones de fósiles de diferentes sitios asiáticos son consis­
problema se han propuesto varias hipótesis, ya que el mosaico de tentes con la hipótesis que sugiere que hace alrededor de dos mi­
caracteres que muestran los linajes grácil y robusto de los australo- llones de años una especie del género Homo, quizás Homo ergaster,

RECUADRO 17-2

Técnica de datación la lava, conforme pasa el tiempo, el argón que se forma lentamen­
te por la desintegración radiactiva del potasio queda atrapado en
La técnica de potasio-argón es la más utilizada en la actua­ los poros de las rocas sólidas, donde se va acumulando.
lidad para los estudios paleoantropológicos de datación. Esta Mediante técnicas específicas es posible medir la cantidad de
técnica se basa en que el isótopo radiactivo del potasio (40K) se argón acumulado en las rocas ricas en potasio, y así calcular la
desintegra radiactivamente produciendo argón (“ Ar), un gas inerte edad de éstas. De este modo, si se encuentra un fósil intercalado
En el momento de su formación, las rocas volcánicas pueden entre dos capas de rocas volcánicas, su edad puede estimarse de
contener potasio, pero no contienen (“ Ar), ya que este gas se es­ un modo indirecto y bastante preciso a través de la datación de
capa cuando la roca está fundida en forma de lava. Al solidificarse esas rocas por medio de la técnica de potasio-argón.

扯潫獭敤楣潳⹯牧
322 IV I EVOLUCIÓN: HISTORIA DE LATEORIA Y SUS EVIDENCIAS

C U A D R O 1 7 - 1 . La h is t o r ia d e los h u m a n o s : n u e v o s in t e g r a n t e s d e l e l e n c o

Descubridor
Lugar del ha­ Características Situación taxonóm ica
Especie y año de Evidencia A ntigüedad
llazgo del fósil (ubicación filogenètica tentativa)
hallazgo
1 - ______:
S a h e la n - C h a d (o e ste d e B. W o o d , 2 0 0 2 U n In d iv id u o 6 -7 m illo n e s d e C e re b ro p e q u e ñ o . R asgos fa cia le s P o s ic ió n In cie rta
th ro p u s A frica ) años y d e n ta rlo s sim ila re s a lo s d e los
tch a d e n s is h o m ín id o s

O rro rin T u n g e n (c e n tro - B rig itte S e n u t D ie n te s , fra g m e n to s 6 m illo n e s d e A n a to m ía d e n ta ria y rasgo s e s q u e lé ­ N o serían a n c e s tro s d e A ustralopithecus.
tu g e n e n sis o e s te y M a rtin d e m a n d íb u la s y d e años tic o s sim ila re s a H o m o . B íp e d o . B ajo P o s ic ió n filo g e n è tic a In c ie rta
d e K enia) P lckfo rd c o n m ie m b ro s In fe rio re s (a lre d e d o r d e 1 m e tro d e a ltu ra ) y
u n e q u ip o y s u p e rio re s , d e 5 s ilu e ta g rá c il (40 kg)
fra n c o -k e n la - In d iv id u o s
ta , 2001

A rd ip i- A ra m is , E tio pía T im W h ite y F ra g m e n to s d e 4 ,4 m illo n e s d e C rá n e o d e ca ra c te rís tic a s sim ie sca s, P od ría se r u n g ru p o h e rm a n o d e Australopi­
th e cu s cols., 1 99 4 c rá n e o , m a n d íb u la y años in s e rc ió n v e rtic a l d e la c o lu m n a th e cu s a n a m e n s is
ra m id u s d e n ta d u ra . Eluesos v e rte b ra l y p o s tu ra e re c ta . V o lu m e n
d e b ra z o iz q u ie rd o ce re b ra l in fe rio r a 5 0 0 c m 3. C a n in o s
y m o la re s re d u c id o s re s p e c to d e l
c h im p a n c é

A u s tra lo ­ K a n a p o í y A llia M eave M a n d íb u la s , fr a g ­ E n tre 4 ,2 y 3,9 M o s a ic o d e ca ra c te rístic a s. La m o r ­ P o s ib le a n c e s tro d e A u s tra lo p h ite c u s afarensis
p ith e c u s Bay, K enia Leakeyy m e n to s m illo n e s d e fo lo g ía d e la tib ia in d ic a q u e esta
a n a m e n s is cols., 1995 d e c rá n e o , p a rte s años e s p e c ie era b íp e d a
d e la tib ia y
h ú m e ro

A u s tra lo p i­ B ah r el G hazal, M ic h e l M a n d íb u la y a lg u ­ 3,0-3,5 m illo ­ P resenta se m e ja n za s c o n A u s­ P o s ic ió n in c ie rta


thecus C had B ru n e t y n o s d ie n te s nes tra lo p ith e c u s afarensis, (la sínfisls
b a h re ig h a - cols., 1993 d e años m a n d ib u la r p re s e n ta ca ra c te rís tic a s
z a li d iv e rg e n te s )

K en yan - L o m e kw l en M eave U n c rá n e o e n m a l 3,5 m illo n e s d e C e re b ro p e q u e ñ o , ca ra p la n a , m e ji­ P o s ic ió n Im p re cisa , p o s ib le a n c e s tro de


th ro p u s T u rk a n a , K enia Leakeyy e s ta d o años llas a ncha s, z o n a p la n a e n c im a d e la Hom o
p la ty o p s c o ls , 2001 n a riz y m o la re s c o n e s m a lte g ru e s o .
M o s a ic o d e c a ra c te re s

A u s tra lo ­ A far, E tio pía T im W h ite , F ra g m e n to s d e 2,5 m illo n e s d e C e re b ro p e q u e ñ o (4 5 0 c m 3). D e s c e n d ie n te d e A. afarensis.


p ith e c u s 1 999 c rá n e o y d ie n te s . años R o stro s im ie s c o . D e n ta d u ra s im ila r a P o s ib le a n c e s tro d e l g é n e ro H o m o
g a rh i P artes d e h u e s o s d e H o m o (c a n in o s re d u c id o s ).
e x tre m id a d e s a n te ­ P iernas y b ra zo s la rg o s. A n d a r
rio re s y p o s te rio re s e re c to , h á b ito s m ix to s (a rb ó re o y
te rre s tre )

H om o H e rto , E tio p ía T im W h ite , Tres in d iv id u o s : u n 1 60 .00 0 a ñ o s C o m b in a rasgo s d e H o m o sapiens Las d ife re n c ia s c o n H. sapiens a ctu a le s justifi3
sapiens 2 003 c rá n e o d e a d u lto a rc a ic o y m o d e rn o ca n , su d e n o m in a c ió n c o m o n u e v a subespe-
id a ltu casi c o m p le to , cie . N o h a y a c u e rd o g e n e ra l
u n c rá n e o ju v e n il
In c o m p le to y fra g ­
m e n to s d e u n te rc e r
c rá n e o m á s ro b u s to

H om o Isla d e Flores, P. B ro w n y E s q u e le to a d u lto 1 8 .0 00 -38 .00 0 Talla c o rp o ra l p e q u e ñ a (1 m e tr o d e Se p r o p o n e q u e esta e s p e c ie es u na form a


floreslensis In d o n e s ia c o ls , 2 0 0 4 in c o m p le to años a ltu ra p ro m e d io ). e n a n a d e H. erectus q u e e v o lu c io n ó e n forma
C e re b ro p e q u e ñ o (40 0 c m 3) (n o a islada e n la Isla d e Flores.
c o m p a ra b le c o n p o b la c io n e s
p ig m e a s a ctu a le s )

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¡7 | LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMINIDOS 323

RECUADR017-3

Nuevo hallazgo de los Leakey de un 50% más que la de los australopitecinos robustos) y no
presenta cresta ósea, tan notable en el cráneo de los robustos.
La primera mención de Homo habilis la realizó Louis Leakey,
quien en 1972 anunció el descubrimiento, en Olduvai, de un ho­
mínido que había vivido hace aproximadamente 1,75 millones
de años. Por el mayor tamaño de su cerebro, Leakey lo asignó
al género Homo y, dada su posible asociación con utensilios de
piedra primitivos que databan del mismo período, llamó a su
hallazgo H. habilis. Dado que los Homo más antiguos que se co­
nocían hasta ese momento no tenían más de 500.000 años, el
hallazgo de H. habilis triplicaba la antigüedad estimada para el
género, de modo que Homo y Australopithecus resultaban con­
temporáneos. La idea de Leakey no se aceptó fácilmente y los
opositores a su propuesta insistían en clasificar el nuevo fósil
como otro ejemplar de A. africanus (australopitecino grácil).
Sin embargo, el hallazgo de nuevos especímenes de esta espe­
cie afianzó el lugar de H. habilis en el árbol genealógico. El más
convincente fue el denominado “cráneo 1470” descubierto por el
grupo de Richard Leakey en el norte de Kenia, que tiene una an­
tigüedad de 1,9 millones de años. Este cráneo grande, de estruc­
tura liviana, fue reconstruido a partir de unos 300 fragmentos
fósiles. Tiene una capacidad aproximada de 775 cm3 (alrededor C rá n e o d e Homo habilis.

No hay grandes diferencias anatómicas entre H. habilis y H. erec­


tus, excepto que en H. erectus se advierte un aumento de la talla y,
especialmente, del tamaño del cerebro, que alcanza en promedio
1.000 cm3, con una variación de 700 a 1.200 cm3 (valores que se su­
perponen en parte con el intervalo de volúmenes cerebrales de los
humanos modernos). Existe además, una característica distintiva
que aparece por primera vez en H. erectus: en algunos asentamien­
tos se encontraron capas de cenizas, trozos de carbón, huesos que­
mados y piedras que muestran patrones de fractura característicos
de la exposición al fuego.
Se ha sugerido que la habilidad de utilizar el fuego puede haber
sido la clave del éxito de Homo erectus ya que les habría permitido
proveerse de calor en los climas más fríos de las nuevas regiones
colonizadas. Es muy probable que el fuego también fuera utilizado
para cocer alimentos y mantener alejadas a las fieras, y se especula
ERECTUS. Este c rá n e o p e rte n e c ía a u n n iñ o d e 12 a ño s, c u y o e s q u e ­ que este nuevo tipo de vida podría involucrar el establecimiento
leto se e n c o n tró n o ta b le m e n te c o m p le to e n e l la g o T u rk a n a d e l v a lle d e l R lft e n 1 984
de vínculos grupales más estrechos. El dominio del fuego requiere
y L e a sig n a d o a H. erectus. En la a c tu a lid a d , a lg u n o s in v e s tig a d o re s c o n s id e ra n q u e el
cráneo d e este fó sil n o p re s e n ta e s p e c la llz a c io n e s ta n n o to ria s c o m o o tro s fó sile s p e r te ­ inteligencia e imaginación, por lo que la presencia de esta aptitud
necientes a H. erectus, d e m o d o q u e lo a s ig n a n a la e s p e c ie a fric a n a Homo ergaster. exclusiva de los seres humanos resulta una evidencia indirecta de
que H. erectus poseía una capacidad mental más desarrollada (
abandonó África por primera vez y migró a Asia. Esta estimación se cuadro 17-4, El uso de herramientas).
basa en fósiles hallados en Java, de 1,8 millones de años, en una man­
díbula de la misma antigüedad hallada en el yacimiento de Dmanisi
(ex república de Georgia) y en herramientas de piedra provenientes Relaciones entre las especies de Homo
de Nepal de 1,6 millones de años. Es probable que, durante el proce- Homo ergaster, Homo erectus, Homo habilis y los humanos mo­
so de migración y dispersión, se haya originado Homo erectus y que dernos comparten varias características distintivas:
esta especie, luego de colonizar algunas regiones de Asia Oriental,
baya migrado hacia el oeste, hasta llegar a Medio Oriente y Europa, • Premolares bicúspides
donde recientemente se han hallado fósiles que podrían pertenecer • Andar bípedo
a esta especie. ¿Cuál podría haber sido la característica que permitió • Postura erecta
a A. erectus ampliar tan notablemente su capacidad de dispersión y • Cerebro grande
efectuar tan largas migraciones? • Capacidad para construir herramientas

扯潫獭敤楣潳⹯牧
_____ _______________________________________________
324 SECCIÓN IV EVOLUCIÓN: HISTORIA DE LATEORIAY SUS EVIDENCIAS

RECUADR017-4

El uso de herramientas aparecen nuevas herramientas llamadas bifacies, que están talla­
das de ambos lados. Curiosamente, en Asia no se ha hallado ese
Entre las herramientas asociadas con los fósiles de H. habilis en tipo de herramientas; la cultura lítica asociada con H. erectas en
Olduvai, Tanzania, se hallaron distintos raspadores y cortadores este continente es de tipo oldowense. La aparente inconsisten­
que son básicamente hojuelas de roca desprendidos del núcleo cia sería fácil de interpretar si se acepta que Homo ergaster fue ja
mediante un golpe. El sitio en el que se descubrió esta colección especie que migró desde África y que H. erectus es una especie
da su nombre a la cultura de piedra -o lítica- de hace 2,5 millo­ asiática originada posteriormente: H. ergaster salió de África lle­
nes de años, denominada cultura oldowense o cultura olduvai- vando consigo la tecnología oldowense que transmitió a H. erec­
nese. Estas herramientas persisten durante 1 millón de años sin tus, mientras otra especie de Homo, que no tuvo contacto con los
mayores cambios, hasta que en el registro arqueológico de África homínidos asiáticos, inventaba la cultura acheulense en África,

P rim e ra s h e rra m ie n ta s , t A p a rtir d e g u ija rro s d e lava y c u a rz o , se ta lla ro n lascas e n d o s d ire c c io n e s ; e n u n a p u n ta ( In s tru m e n to a g u z a d o ) o e n u n c o s ta d o (cu ch illa ),
e s to s u te n s ilio s m e d ía n hasta 10 c m d e lo n g itu d .
1 i H e rra m ie n ta s d e l p e río d o a c h e u le n s e . e n tre estas h e rra m ie n ta s , la m á s re p re s e n ta tiv a es el h a c h a d e m a n o c o n fo rm a d e lá g rim a , esta h a c h a es u na p ie d ra q u e
se ha tra b a ja d o e n to d a s sus s u p e rfic ie s p ara p ro v e e r lo q u e p a re c e ser u n a z o n a p ara a fe rra r y v a rias c o m b in a c io n e s d e b o rd e s , a ve ce s c o n u na p u n ta m á s o m e n o s
a fila d a , p a ra c o rta r, las h a c h a s d e m a n o c o m e n z a ro n a u tiliz a rs e e n á frica h a c e a p r o x im a d a m e n te 1,5 m illo n e s d e a ño s, e s te p e río d o d e la c u ltu ra lític a se c o n o c e
c o m o "c u ltu ra a c h e u le n s e " e n a lu s ió n a s a in t a c h e u l, fra n e la , e l s itio d o n d e estas h e rra m ie n ta s se h a lla ro n p o r p rim e ra vez.

Al considerar características como la talla y el tamaño del cere­ Una especie hermana: Homo neanderthalensis
bro, por largo tiempo se pensó que H. erectus era un ancestro de los Los neandertales vivieron en Europa y en Medio Oriente desde 250
humanos modernos. Sin embargo, en la actualidad esta idea está en mil a 300 mil años atrás hasta su extinción, hace aproximadamente 35
duda. El cráneo de H. erectus presenta ciertas características, tales mil años. Esta especie, Homo neanderthalensis, recibió su nombre en
como un grosor importante, arcos superciliares prominentes, frente razón del sitio donde fueron hallados los primeros fósiles, una cue­
estrecha y mentón deprimido, que no se encuentran en Homo habilis va del valle de Neander, en Alemania. Debido a sus particularidades
ni tampoco en los humanos actuales. Por esta razón, algunos investi­ anatómicas, durante las primeras décadas del siglo xx, algunos an­
gadores consideran que H. erectus no es un ancestro directo del hom­ tropólogos creyeron que los esqueletos de neandertales pertenecían
bre moderno y sugieren que representaría una rama colateral que a hombres que habían sufrido enfermedades óseas. Pero pronto se re­
evolucionó sobre todo en Asia hasta su extinción, quizás en tiempos conoció que esos fósiles no eran individuos anormales, sino un grupo
relativamente recientes. En los últimos años se encontraron fósiles en humano que habitó Europa. Entonces pasaron a considerarse parte
Asia que se extienden hasta épocas muy próximas a la presencia de de nuestra especie o una subespecie a la que se denominó Homo sa­
Homo erectus en ese continente; algunos podrían tener sólo 25.000 piens neanderthalensis.
años. Si esta datación es correcta, H. erectus habría convivido en Asia Sin embargo, recientemente se ha señalado que los neandertales
con el hombre moderno. Si H. erectus es otra de las ramas truncas del presentan características derivadas, diferenciadas respecto de su
árbol de los humanos, nuestros ancestros directos pertenecerían pro­ ancestro, que son exclusivas y distintivas y que, como en el caso
bablemente a un linaje de Homo que permaneció en África y que evo­ de los rasgos distintivos de Homo erectus, no tienen continuidad
lucionó localmente con la incorporación de los rasgos característicos en nuestra especie. Así, finalmente, a los neandertales se les dio el
del hombre moderno. Algunos estudios recientes han propuesto que rango de especie: Homo neanderthalensis. En la actualidad, la ma-
especies como H. ergaster y Homo heildelbergensis, entre otras espe­ yor parte de los antropólogos considera a esta especie como una
cies de Homo, estarían vinculadas más directamente con el origen de rama colateral con la que compartimos un ancestro reciente aun
nuestra especie ( ). no determinado. Dado que el origen de los humanos modernos se

扯潫獭敤楣潳⹯牧
CAPÍTUL017 I LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMÍNIDOS 325

Homo sapiens

? III

H. neanderthalensis

Australopithecus
anamensis

Millones de años
antes del presente

O Flg. 17-14. UNA POSIBLE FILOGENIA DE LOS HOMÍNIDOS. T o m a d a y a d a p ta d a d e I.T a tte rsa ll, 200 0 .

ha situado hace alrededor de 130 mil años, se sabe que convivieron


con los neandertales durante cierto tiempo en Medio Oriente y en
algunas regiones de Europa hasta hace 35 mil años, cuando ese gru­
po se extinguió.
Los neandertales habrían sido los primeros homínidos que cele­
braron ceremonias relacionadas con la muerte. Las evidencias de
estos rituales reflejan una estructura social compleja que representa
una parte distintiva de la cultura humana (íig. 17 15). En virtud de
las interpretaciones más recientes, la imagen acerca de los nean­
dertales cambió notablemente. Mientras que hace unas décadas se
los consideraba brutales ancestros de nuestra especie, actualmente
ocupan en nuestra historia el sitio de una especie hermana, dotada
de cultura y portadora de un cerebro aún mayor que el nuestro. No
se sabe ciertamente por qué se extinguieron.
Algunos autores proponen que cierta superioridad en la cultura
de los humanos modernos, tal vez la utilización del lenguaje, pue­
de haber sido el factor causal de la extinción de los neandertales.
Sin embargo no hay pruebas concluyentes de ello. El misterio que
todavía envuelve a esa época en la que dos diferentes especies de
humanos convivieron es en la actualidad el motor de numerosas in­
vestigaciones. Una de las nuevas líneas de investigación que prome­
ten aportar datos apasionantes es el estudio del ADN fósil. En 1997, Flg. 17 15. NEANDEI El s e p u lc ro d e u n jo v e n h o m b r e d e N e a n d e rth a l, d e s c u ­
b ie r to e n 1986, e n el m o n te C a rm e lo , e n Israel. El c rá n e o d e este h o m b r e m u e r to h a c e
se logró aislar y secuenciar un fragmento de ADN mitocondrial de u n o s 5 0.0 00 a ñ o s fu e e x tra íd o a n te s d e q u e el re s to d e l e s q u e le to se c u b rie ra c o n tie rra .
un hueso de un hombre de Neanderthal y más tarde se realizaron SI b ie n e x is te u n a g ra n s im ilitu d e n tre esta e s p e c ie y los h u m a n o s a ctu a le s , el e s q u e le to
estudios que permitieron extraer y estudiar ADN mitocondrial de d e lo s n e a n d e rta le s es m á s ro b u s to . H ay v a rias d ife re n c ia s e n el c rá n e o : la fo rm a g e n e ra l
°eho fósiles de neandertales. La comparación de la secuencia anali­ d e la cara q u e , a d e m á s d e se r m á s la rg a e n lo s n e a n d e rta le s , p re s e n ta u n a p ro y e c c ió n
e n la p a rte m e d ia q u e e stá a u s e n te e n los h u m a n o s m o d e rn o s . T a m b ié n h a y u n e n g r a ­
zada con la del mismo fragmento de humanos actuales sugirió que
s a m ie n to d e lo s a rc o s s u p e rc ilia re s y d o s p ro tu b e ra n c ia s e n la base d e l c rá n e o q u e n o se
a hipótesis que sitúa a H. neanderthalensis como una especie her- o b s e rv a n e n h u m a n o s . El v o lu m e n d e l c e re b ro es, e n p ro m e d io , a lg o m a y o r q u e el d é lo s
Dana de H. sapiens sería acertada. Más recientemente, el llamado h u m a n o s m o d e rn o s .

扯潫獭敤楣潳⹯牧
326 SECCIÓN IV | EVOLUCIÓN: HISTORIA DE LATEORÍA Y SUS EVIDENCIAS

Proyecto Genoma Neanderthal, cuyo propósito fue la secuenciación tramo de la evolución de nuestra especie existió un balance entte
del genoma completo de neandertales, arrojó resultados que no son el flujo de genes entre las diferentes poblaciones (que mantuvo |a
concluyentes: uno de los grupos que llevaron a cabo este proyecto integridad de la especie y evitó la especiación) y el proceso de se
sugiere la ocurrencia de cierto grado de hibridación entre neander­ lección natural a nivel local (que generó diferencias regionales entre
tales y humanos modernos, mientras que otro grupo, trabajando de poblaciones) (véase Mecanismos de especiación: algunos
modo independiente, no encuentra evidencias de ello. Estos resul­ en cap. L5).
tados paradójicos sugieren que se requiere una mayor diversidad de Una hipótesis alternativa es el modelo conocido como Arca de
evidencias, en el marco de un enfoque más amplio que el propor­ Noé o “Fuera de África” ((•••• 17-16b) que propone que un peque.
cionado por la biología molecular, para avanzar en la comprensión ño grupo de humanos modernos diferenciados como Homo sapiens
de este problema. habría migrado desde algún sitio de África, en épocas relativamente
recientes -hace unos 100 a 150 mil años- colonizando el planeta
y reemplazando a las poblaciones de otros homínidos, las cuales
El origen de los humanos modernos terminaron por extinguirse frente a la expansión de Homo sapiens
Tal vez las preguntas más fascinantes son cuándo y dónde se ori­ Se han encontrado restos de humanos modernos en algunas loca­
ginó Homo sapiens. El hecho de que los fósiles de distintas especies lidades antes que en otras, con una distribución coherente con las
de Homo se hayan encontrado no sólo en África sino también en rutas de migración de los hombres modernos a partir de su centro
Asia y Europa se interpretó de dos maneras alternativas, que dieron de dispersión hipotético, lo cual sustenta este punto de vista. El mo­
origen a dos hipótesis sobre la evolución del hombre moderno. delo del Arca de Noé ha recibido también apoyo de datos prove­
Un grupo de paleoantropólogos, que considera a H. erectus como nientes de la biología molecular. Los resultados más significativos
el ancestro de H. sapiens, propuso el llamado modelo del candela­ no provienen del estudio de las proteínas o del ADN cromosómico,
bro o multirregional ( g, 17-16a). Este modelo propone que hubo sino del análisis de genes mitocondriales (
múltiples migraciones tempranas desde África hacia Europa y Asia, t o c o n d r ia l) .
que comenzaron tal vez hace más de un millón y medio de años Un estudio pionero que empleó el ADN mitocondrial para explorar
que derivaron en el establecimiento de diferentes poblaciones de H. los orígenes de nuestra especie fue el de la genetista Rebecca Cann, de
erectus en esos continentes. Esas poblaciones, que evolucionaron la Universidad de Hawaii, Estados Unidos, y sus colegas. Ese estudio se
en forma gradual, separadas unas de otras, habrían originado las basó en la extracción del ADN mitocondrial de 147 personas provenien­
distintas variantes actuales de Homo sapiens. Este modelo se corre­ tes de cinco poblaciones geográficas diferentes -África, Asia, Europa,
laciona con el concepto de raza. Según dicho modelo, durante este Australia y Nueva Guinea-, su procesamiento con enzimas de restric-

(a) (b)
Asia Asia Asia Asia
Europa África (Este) (Sud-Este)

o
Q.
E
0)
i—

Modelo multirregional

F ig . 1 7 - 1 6 . D O S M O D E L O S D E L A E V O L U C IÓ N D E LO S H U M A N O S M O D E R N O S (HOM O SAPIENS), (a ) D e a c u e rd o c o n la h ip ó te s is d e l c a n d e la b ro o multirregional^


p o b la c io n e s d e los h u m a n o s m o d e rn o s se s e p a ra ro n d e fo rm a s m á s te m p ra n a s h a c e a lre d e d o r d e u n m illó n d e a ñ o s y e v o lu c io n a ro n e n fo rm a p a ra le la , ( b ) El modelo I
"Arca d e N o é " o "Fuera d e Á frica " p ro p o n e u n o rig e n ú n ic o y m á s re c ie n te p ara los h u m a n o s m o d e rn o s y su p o s te r io r e x p a n s ió n , c o n la c o n s ig u ie n te e x tin c ió n (p o r r a z ó n *
a ú n d e s c o n o c id a s ) d e las p o b la c io n e s d e h o m ín id o s p re v ia m e n te e sta b le c id a s.

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CAPITUL01 LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMINIDOS 327

Reloj mitocondrial más alta que el DNA nuclear. Se estima que este reloj mitocon­
drial funciona alrededor de diez veces más rápido que el reloj
Al igual que el ADN cromosómico, el ADN mitocondrial acu­ molecular nuclear. Esta característica lo convierte en una herra­
c i a cambios al azar a un ritmo constante, y la magnitud del mienta adecuada para analizar hechos recientes de la evolución,
cambio sirve como una medida del tiempo de divergencia y, por que se miden en miles en lugar de millones de años. Por otra
ende, de las distancias evolutivas. El análisis del ADN mitocon­ parte como las mitocondrias se transmiten sólo a través de la
drial presenta algunas ventajas. línea materna, los cambios en la secuencia de nucleótidos que se
Por una parte, a diferencia de lo que ocurre en el núcleo de observan no se ven afectados por la recombinación sexual, sino
las células, en las mitocondrias no hay enzimas que reparen el que expresan exclusivamente la acumulación de mutaciones, lo
ADN. Por esa razón, el ADN mitocondrial cambia a una tasa cual facilita enormemente el trazado de los linajes.

Hoy Características

Hace aproximadamente Cosecha de trigo y cebada. Cría de anímales (ovejas, vacas y cerdos).
7.000 años Af Probable origen de pueblos y ciudades.
f
Cultivo de la tierra.
Hace unos 18.000 años » 1

Uso de gran cantidad de símbolos: representación de animales en las


paredes de las cuevas, figuras talladas de mujeres en piedras y huesos o
moldeadas en arcilla. Construcción de instrumentos musicales. Probable
uso del lenguaje oral.

Nuevas migraciones. Se quintuplica el tamaño poblaclonal. Caza de


anímales de gran tamaño y expresión artística.

Expansión rápida, colonización de ambientes muy variados. Se amplió el


número de herramientas y se incorporaron nuevos materiales. Caza y
1 recolección. Entre 10 mil y 100 mil habitantes.
Hace 60.000 o 70.000 años

Herramientas elaboradas con técnicas refinadas y diseñadas para usos


específicos.
Hace más de 100.000 años

Fig. 17-17. ALGUNOS HITOS DE LA HISTORIA H U M A N A DE LOS ÚLTIMOS 100 .0 0 0 AÑOS.

cion y la comparación de los patrones de los fragmentos por medio de guido. Este hallazgo es menos sorprendente si recordamos la diná­
la técnica de electroforesis ( ). Con los datos obte­ mica de procesos tales como la deriva genética (
nidos construyeron un árbol evolutivo del ADN mitocondrial. Los re­ procesos del cambio evolutivo y el origen de las especies).
sultados obtenidos les permitieron arribar a las siguientes conclusiones: • Las estimaciones realizadas sobre la base del llamado reloj mole­
cular indicaron que esta “Eva” había vivido hace unos 200 mil años
En la base del árbol había un único antecesor común, que popu­ (con un error de más o menos 50 mil años).
larmente se conoció como Eva mitocondrial. Esto no significa que • La topografía del árbol filogenético obtenido sugirió que el gru­
hubo una única mujer de la cual hemos descendido todos nosotros po fundador habría vivido en África. La lógica que sustenta esta
sino que, partiendo de una población constituida quizá por varios afirmación es que la población africana presenta una variabilidad
nuiles de individuos, por azar sólo se transmitió un único conjunto mayor que las otras, lo cual indicaría su mayor antigüedad.
he genes mitocondriales pertenecientes a una hembra, metafórica­ • El grado de variación existente entre los grupos no africanos su­
mente llamada Eva mitocondrial. El resto de las variantes de ADN giere que las poblaciones fundadoras originales habrían dejado
mitocondrial presentes en esa población original se habrían extin­ África hace poco más de 100 mil años.

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328 SECCIÓNIV | EVOLUCIÓN:HISTORIADELATEORIAYSUSEVIDENCIAS

• No existen evidencias de introducción de nuevo ADN mitocon-


drial en las poblaciones que permanecieron en África o en aque­ PROCESOS Y PATRONES EN LA EVOLUCIÓN HUMANA
llas que colonizaron los otros continentes.
La nomenclatura de las especies que participaron en la evoluc¡¿n
Estos hallazgos sugerirían que nuestra especie desciende de una humana aún es muy controvertida y sus relaciones no se han acla­
única población de Homo sapiens que se originó en África hace unos rado por completo. Sin embargo, sobre la base de las evidencias ya
200 mil años y que comenzó a migrar a través de Asia y Europa hace mencionadas, algunas hipótesis ampliamente aceptadas han reem­
alrededor de 10 0 mil años, reemplazando en su avance a todas las plazado concepciones previas, revelando un nuevo panorama acer­
poblaciones de homínidos previamente establecidas. Sin embargo, ca de la evolución de los homínidos.
como se mencionó previamente, nuevos estudios muestran que el
interrogante acerca de la hibridación entre Homo sapiens y otras es­ • La capacidad para caminar en dos pies es un rasgo que caracteriza
pecies de homínidos, en particular Homo neanderthalensis, aún per­ a todo el linaje. Así, una de las ideas centrales que surge de la actual
manece abierto. evidencia fósil es que la marcha bípeda fue el carácter que nos puso
Lo que resulta claro es que, a partir de la migración desde África en el camino hacia la humanidad, no nuestra inteligencia superior.
de Homo sapiens, el ritmo de los cambios demográficos y culturales • La evolución de los homínidos, al igual que la de Equus (véase 1
se aceleró notablemente (fig. 17-17) (recuadro 17-6, Primeros eu­ cap. lo, ensayo 1( ) y otros linajes representados en el registro
ropeos: cuando los africanos colonizaron Europa). El curso de la fósil, no fue una escalera de progreso sino un arbusto con muchas
historia humana de los últimos 100.000 años ha sido profundamente ramas. Lejos de constituir un ejemplo de transformación filática,
analizado por el genetista italiano Luigi Cavalli Sforza, de la Univer­ la historia parece estar signada por numerosos por eventos cla-
sidad de Stanford, quien ha integrado los resultados del estudio de dogenéticos y la extinción aleatoria de muchas de las ramas. Este
centenares de genes a nivel mundial con una enorme cantidad de nuevo enfoque pone de manifiesto que tanto el origen como la
datos arqueológicos, demográficos y lingüísticos. Su análisis refleja supervivencia de nuestra especie fueron fenómenos contingentes,
que los genes, los pueblos y las lenguas se han diferenciado en forma de modo que nuestro éxito no es el punto de llegada de un plan
conjunta a partir de una serie de migraciones que tuvieron su origen preconcebido ni el resultado necesario de una tendencia de pro­
en África ( f i g . 17-18). greso lineal.
Desde sus comienzos, el estudio de la historia de la evolución hu­ • Los patrones del cambio cultural como los del cambio biológi­
mana nos ha obligado no sólo a mirar los huesos secos de nuestros co del linaje se caracterizan por largos períodos de estabilidad
antepasados, sino también a examinar lo que significa ser humano. y breves momentos de cambio profundo. Pero los mecanismos
Según la interpretación que se haga del pasado y la visión que se ten­ y procesos que explican ambos tipos de cambio son diferentes:
ga del presente, puede plantearse que en nuestra historia biológica en la evolución biológica, lo determinante es la herencia que se
se hallan las justificaciones de nuestros actuales defectos o las espe­ transmite verticalmente de padres a hijos, de generación en gene­
ranzas de un cambio superador. Alternativamente, podemos concluir ración. En la cultura, en cambio, la transmisión no es sólo verti­
que, sobre la base de nuestro conocimiento actual, el comportamien­ cal, sino también horizontal: de padres a hijos, o entre individuos
to humano en el pasado parece haber sido tan complejo y contra­ emparentados o no emparentados, que pertenecen, por ejemplo, a
dictorio como sabemos que lo es en el presente y que, por lo tanto, una misma generación. La forma de transmisión vertical es lenta,
guarda poca relación con nuestro futuro. En estas circunstancias, lo pues el tiempo que transcurre entre generaciones es grande, pero
mejor que podemos hacer es confiar en nuestra capacidad craneana la transmisión horizontal puede ser muy rápida, tanto como la de
recientemente aumentada, desconfiar de las interpretaciones deve­ una enfermedad muy contagiosa durante una epidemia. La metá­
nidas en sentencias que confieren a nuestra biología la capacidad de fora de la carrera entre la liebre y la tortuga, ilustra cómo el cambio
determinar nuestras conductas o modos de organización y delinear cultural y la evolución biológica proceden a velocidades muy di­
nuestro futuro entre las múltiples posibilidades que ha generado ferentes y por lo tanto pueden ocurrir notables desacoplamientos
nuestra cultura. entre ambos.

h a c e 1 0 .0 0 0 - 4 0 .0 0 0 a ñ o s

h a ce
1 0 0 .0 0 0 añ os

h ace
' § 0 .0 0 0 a ñ o s
h a ce 6 0 .0 0 0
m-j, 'v ^

Fig. 17-18. POSIBLES RUTAS MIGRATORIAS DE HOMO


LfV-
\ 1 \ 7 0 .0 0 0 a ñ o s V

SAPIENS. Las dataciones tentativas de su Ingreso en los dis­ h a ce ü 4?


0 -1 0 0 .0 0 0 a ñ o s
tintos continentes fueron estimadas sobre la base de datos 3 5 .0 0 0 añ o s
genéticos, antropológicos y lingüísticos.

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| LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMINIDOS 329

PRIMEROS EUROPEOS: CUANDO LOS AFRICANOS


COLONIZARON EUROPA
punto de partida de una línea europea autóctona que gradual­
mente evolucionó hasta los neandertales, aunque otros inves­
Según las evidencias fósiles, los humanos parecen haber lle­ tigadores, como Ian Tattersall, consideran que también podría
gado bastante tarde a Europa, ya que los primeros yacimientos tratarse de homínidos que hicieron una incursión en Europa
arqueológicos con instrumentos de piedra toscos tienen alre­ desde África, pero que no prosperaron. A un kilómetro de
dedor de 800.000 años, pero no hay rastros de los autores de Gran Dolina, el yacimiento de Sima de los Huesos, estudiado
esos instrumentos. Este vacío ha comenzado a llenarse gracias por Luis Arsuaga de la Universidad Complutense de Madrid y
a los descubrimientos de Eduard Carbonell de la Universidad su equipo, ha proporcionado una gran cantidad de fósiles hu­
de Tarragona en España y sus colegas, en el yacimiento de manos de 300.000 años de antigüedad en muy buen estado de
Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca. En un estrato datado conservación. Estos fósiles tienen características anatómicas y
en 780.000 años, este equipo encontró numerosas herramien­ temporales que podrían situarlos como ancestros de los nean­
tas de piedra y algunos fragmentos muy parciales de huesos dertales. Sin embargo, Ian Tattersall opina que es posible que
humanos. Carbonell considera que estos fósiles, a los que ha las especies representadas en ambos yacimientos no guarden
dado el nombre de Homo antecessor, podrían representar el relaciones directas de parentesco.

TEMAS EN DEBATE
LA DIVERSIDAD DE NUESTRA ESPECIE: ¿EXISTEN LAS RAZAS?

Es c o m ú n q u e d e s d e e d a d e s te m p r a n a s n o s id e n t if iq u e m o s a n a liz a u n c o n ju n t o a m p lio d e c a ra c te re s , in c lu s o a q u e llo s


c o n a lg u n a d e la s ra z a s e n la s q u e se in t e n t a c a te g o r iz a r a la q u e p o r lo h a b itu a l n o se to m a n p a ra d e f in ir la p e r te n e n c ia a
e s p e c ie h u m a n a , y q u e e n te n d a m o s e s ta s c a te g o r ía s c o m o si u n a "ra z a ", se p u e d e o b s e r v a r q u e , e n m u c h o s c a s o s , la v a r ia ­
fu e ra n n a tu ra le s , d e m o d o q u e la p e r te n e n c ia a u n a d e e lla s b ilid a d e n tr e in d iv id u o s c o n s id e r a d o s "d e u n a m is m a ra z a " es
se c o n s id e r e u n a p r o p ie d a d c o n s t it u t iv a o in n a ta . D e trá s d e m a y o r q u e la q u e se o b s e r v a e n tr e in d iv id u o s "d e d is tin ta s ra ­
esta n o c ió n se e s c o n d e la id e a d e q u e se c o m p a r t e n m á s ra s ­ zas". E ste a n á lis is g e n é t ic o p o n e d e m a n ifie s to q u e la n o c ió n
g o s c o n las p e rs o n a s d e la p r o p ia c a te g o r ía q u e c o n la s d e ­ d e ra z a c a re c e d e s ig n ific a d o b io ló g ic o , y a q u e la s d ife r e n c ia s
m ás. P e ro ¿ s u s te n ta la c ie n c ia la n o c ió n d e raza? q u e se p e r c ib e n c o m o e s e n c ia le s ( c o lo r d e la p ie l, t i p o d e
Si se a n a liz a la v a r ia c ió n e n u n c o n ju n t o d e c a ra c te re s h u ­ c a b e llo , e tc .) s o n in s ig n ific a n te s f r e n t e a la g ra n v a r ia b ilid a d
m a n o s , es p o s ib le h a lla r q u e la s p o b la c io n e s d e u n a r e g ió n g lo b a l e x is te n te e n tr e in d iv id u o s .
g e o g rá fic a d e te r m in a d a se p a re c e n m á s a s u s v e c in o s q u e M á s q u e c u a lq u ie r o t r a e s p e c ie a n im a l, la e s p e c ie h u m a n a
a o tra s p o b la c io n e s g e o g r á fic a m e n te m á s a le ja d a s . S in e m ­ se c a r a c te r iz a p o r p r e s e n ta r u n e s p e c tr o c o n t in u o d e v a r ia c io ­
b a rg o , n u e s tra e s p e c ie n o p u e d e s u b d iv id ir s e e n c o m p a r t i­ n e s e n e l c u a l la s ú n ic a s fr o n te r a s s ig n ific a t iv a s s o n la s d e o r ­
m e n to s e s ta n c o s c o m o la s s u b e s p e c ie s z o o ló g ic a s . T a n to si d e n c u ltu r a l. En la a c tu a lid a d , la m a y o ría d e lo s a n tr o p ó lo g o s
o b s e rv a m o s la s c a ra c te rís tic a s e x te rn a s c o m o si e s tu d ia m o s c o in c id e n e n q u e la e x is te n c ia d e ra z a s b io ló g ic a s h u m a n a s
los g e n e s , lo s r e s u lta d o s c o n c u e r d a n : la v a r ia c ió n d e e s a s c a ­ es u n m ito . S in e m b a r g o , la id e a p e rs is te b a jo m u c h a s fo r m a s
ra c te rís tic a s es g r a d u a l, c o n f o r m e a u n g r a d ie n t e g e o g r á fic o , d ife r e n te s : e l h e c h o d e q u e la s ra z a s n o e x is ta n n o im p id e
P o r lo q u e re s u lta a r b it r a r io e s ta b le c e r c u a lq u ie r lí m it e . Los q u e e x is ta e l ra c is m o . La fo b ia h a c ia las m in o ría s , la m a g n i­
a rq u e tip o s ra c ia le s q u e c o n o c e m o s n o se c o r r e s p o n d e n c o n t u d d e la s d e s ig u a ld a d e s e c o n ó m ic a s , el d e te r io r o d e la tr a m a
a n te p a s a d o s " p u r o s " s in o q u e c o n s t it u y e n r e p r e s e n ta c io n e s s o c ia l, la d e s c o n fia n z a h a c ia lo s in m ig r a n te s , las d ife r e n c ia s
s im b ó lic a s d e la v a r ia c ió n a c tu a l e n s u s e x p r e s io n e s e x tre m a s . r e lig io s a s , e n tr e o tr a s c a u s a s , e s tá n e n la b a s e d e la s p o s tu r a s
N o es p o s ib le e s ta b le c e r c o n c e rte z a c ó m o y c u á n d o se ra c is ta s . El r a c is m o e n to d a s sus fo r m a s es é t ic a m e n te in a c e p ­
e s ta b le c ie ro n lo s p a tr o n e s d e d is t r ib u c ió n d e la v a r ia b ilid a d ta b le , m á s a llá d e la s c o n s id e r a c io n e s d e la c ie n c ia . R e s u lta
q u e se o b s e rv a a c tu a lm e n te e n n u e s tr a e s p e c ie , p e r o t a n t o c la r o q u e a u n q u e la s id e a s c ie n tífic a s e n e s te c a m p o se m o d i­
los d a to s p a le o n t o ló g ic o s c o m o lo s m o le c u la r e s s u g ie r e n q u e f iq u e n y n u e v o s m o d e lo s d e la c ie n c ia s u s te n te n e l c o n c e p to
to d a esa v a r ia b ilid a d t ie n e u n o r ig e n m u y r e c ie n te . U n a p r u e ­ d e ra z a s b io ló g ic a s o a lg u n a o tr a c a te g o r iz a c ió n s e m e ja n te
ba d e e llo es q u e d o s g o r ila s o d o s c h im p a n c é s , t o m a d o s al e n n u e s tr a e s p e c ie , e llo n u n c a d e b e r ía c o n s id e r a r s e u n a r g u ­
3zar, e s tá n m u c h o m á s a le ja d o s g e n é t ic a m e n t e e n tr e sí q u e m e n to q u e ju s t i f iq u e la le g it im a c ió n d e p o s ic io n e s ra c is ta s o
dos h u m a n o s d e c u a lq u ie r p r o c e d e n c ia . P o r o tr a p a r te , si se d is c r im in a to r ia s d e c u a lq u ie r t ip o .

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330 IV I EVOLUCIÓN: HISTORIA DE LATEORIA Y SUS EVIDENCIAS

RETOMANDO LA PROBLEMÁTICA INICIAL


La perspectiva evolutiva en la medicina

La medicina clásica, aun en la actualidad, conserva una fuer­ medades, en tanto este conocimiento no permite desarrollar
te influencia del paradigma mecanicista. Desde esta visión, las nuevos y mejores tratamientos. Al respecto, quienes adhieren
explicaciones médicas están especialmente centradas en los a la perspectiva evolutiva afirman que no se propone sustiti
aspectos morfofisiológicos y aluden principalmente a causas las prácticas convencionales ni la investigación biomédica, sino
próximas e inmediatas, tanto internas como ambientales. La complementarlas. Señalan que, si bien la medicina darwiniana
medicina darwiniana, en cambio, sostiene que el estudio de una no ofrece aplicaciones inmediatas, puede constituir un marco
característica anatómica o funcional, de un comportamiento o de interpretación integrador de datos provenientes de la inves­
de una enfermedad no está completo si no se cuenta con algu­ tigación en áreas que se encuentran cada vez más especializadas
na explicación basada en la filogenia de la especie y en el valor y fragmentadas.
adaptativo de la característica en cuestión. También se presentan algunos matices en el propio seno de la
Una de las principales críticas a la medicina evolutiva es su medicina evolutiva. Por ejemplo, algunos autores proponen que
fuerte adhesión al programa adaptacionista. Este cuestiona- la prevención y el tratamiento de patologías vinculadas al des­
miento es planteado por autores como Stephen J. Gould, Ri­ acople entre biología y cultura, podrían ser asumidos teniendo
chard Lewontin y Steven Rose, quienes señalan los riesgos de en cuenta la posibilidad de adecuar, en la medida de lo posi­
caer en la simplificación y el reduccionismo cuando se recurre ble, nuestra alimentación y nuestro estilo de vida a condiciones
a la selección natural como explicación causal única y central. que no contrasten drásticamente con las imperantes durante
Otro de los aspectos criticados por otros especialistas radica la larga evolución de nuestros antecesores; otros, en cambio,
en el escaso sustento empírico-experimental con que cuenta. consideran que una comprensión coherente de nuestra vulne­
Ante esto, los defensores de la medicina darwiniana alegan que rabilidad, entendida como consecuencia de la evolución, quizá
-com o en todo estudio evolutivo- el componente histórico di­ permita tomar mejores decisiones individuales respecto de los
ficulta la puesta a prueba de las hipótesis planteadas, y agregan tratamientos para seguir, y principalmente promover medidas
que, sin embargo, recientemente se han incorporado herra­ de salud pública encaminadas a la reducción de riesgos.
mientas de tipo experimental basadas en la ingeniería genética ¿Cómo puede contribuir el enfoque teórico de la medicina
y en el uso de modelos matemáticos. darwiniana a la comprensión de los desafíos que debe afron­
Desde el punto de vista de las prácticas médicas concretas, tar nuestra especie en la actualidad, en cuanto a las tensiones
el debate gira en torno de la utilidad de conocer el origen evo­ que supone articular dimensiones tales como nuestra condición
lutivo y el valor adaptativo de determinados síntomas o enfer­ animal, nuestra peculiar organización social y nuestra cultura?

k
SITUACIONES PROBLEMÁTICAS

La siguiente representación gráfica expresa algunas de las ideas b) ¿Qué conceptos desarrollados en la sección 4 están pre­
más comúnmente difundidas acerca de la evolución de la espe­ sentes en esta representación? Seleccione los que con­
cie humana. sidere pertinentes y explique el patrón representado
a) ¿Cómo describiría usted a la especie Homo sapiens si se teniendo en cuenta los siguientes pares de conceptos:
basa en esta representación? ¿Considera que es una carac­ cambio filético/cladogénesis; proceso contingente/idea
terización acorde y representativa de la especie? de progreso.

k
扯潫獭敤楣潳⹯牧
7 I LA EVOLUCIÓN DE LOS HOMINIDOS 331

SITUACIONES PROBLEMÁTICAS (Conf.)

Una idea muy difundida en nuestra sociedad es que las razas Analice las hipótesis que representan los diferentes esquemas
humanas representan categorías naturales. ramificados, y basándose en ese análisis:
a) ¿Qué opina usted al respecto? a) Elabore un epígrafe para esta imagen, que explique cómo
b) Los conocimientos acerca de la historia evolutiva de nues­ se concibe el proceso en cada modelo y que mencione si la
tra especie ¿aportan argumentos a favor o en contra de la hipótesis contenida en cada una de las representaciones es
idea de que en ella existen razas? consistente con el conocimiento actual sobre este tema.

Millones de años
antes del presente

I
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332 ECCIÓNIV j EVOLUCION: HISTORIA DE LATEORlAY SUS EVIDENCIAS

SITUACIONES PROBLEMÁTICAS (Conf.)

b) Identifique la relación entre los hallazgos recientes y los co que el de los demás mamíferos, independientemente de los
cambios en la concepción del proceso representado en los usos para que puedan servir sus diversas partes. Pasa por las
diferentes casos. mismas fases de desarrollo embriogénico. Conserva muchas
conformaciones rudimentarias e inútiles, utilizadas proba­
Según los actuales modelos acerca del origen de nuestra espe­ blemente en épocas pasadas. En él vemos reaparecer ocasio­
cie, el color de la piel humana probablemente fue oscuro en nalmente caracteres que, según todo nos induce a creer, han
la población original. Plantee algunas hipótesis que intenten existido en sus primeros antecesores. Si el origen del hombre
explicar las causas de la diversificación del tono de piel en po­ hubiese sido distinto por completo del de todos los demás ani­
blaciones más recientes de la especie humana. Para hacerlo, males, estas diversas manifestaciones serían sólo decepciones
considere los conceptos tratados en los capítulos anteriores. vanas, lo cual es inconcebible. Por el contrario, dichas mani­
festaciones pasan a ser comprensibles si el hombre es codes­
En el inicio del capítulo VI de su libro El origen del hombre, cendiente de alguna forma inferior desconocida, junto con
Charles Darwin afirmaba: otros mamíferos.
Por más grande que sea la diferencia entre el hombre y los Algunos naturalistas, asombrados por las aptitudes mentales y
animales más próximos en cuanto a la conformación corpo­ morales del hombre, han dividido el conjunto del mundo orgá­
ral, tan grande como sostienen algunos naturalistas, y por más nico en tres reinos: humano, animal y vegetal, colocando así al
que en fuerza mental la diferencia sea inmensa, los hechos hombre en un reino especial. El naturalista no puede comparar
indicados en los capítulos precedentes afirman, a mí modo de ni clasificar las aptitudes espirituales, pero sí puede, como he
ver, de la manera más evidente, que el hombre desciende de intentado hacerlo, tratar de evidenciar que lasfacultades men­
una forma inferior, aunque todavía no se hayan podido des­ tales del hombre difieren sólo en grado, pero no en naturaleza,
cubrir los eslabones de conexión intermedios. El hombre está aun cuando no tienen ningún parecido con las de los animales
sujeto a variaciones numerosas, determinadas por las mismas inferiores a él.
causas, reguladas y transmitidas de acuerdo con las mismas
leyes generales que los animales inferiores. Se multiplica tan a) ¿Con cuáles de las ideas expresadas por Darwin en este
rápido que su descendencia está necesariamente sometida a pasaje de su libro está usted de acuerdo? ¿Qué concep­
una lucha por la existencia y, por consiguiente, a la selección tos vertidos en los capítulos de esta sección utilizaría para
natural. Ha dado origen a numerosas razas, algunas de las aportar argumentos que sustenten esas ideas?
cuales difieren entre sí lo bastante para haber llegado a ser b) ¿Con cuáles de las ideas expresadas por Darwin está en
consideradas por algunos naturalistas como especies distin­ desacuerdo? ¿En qué conceptos se basa para fundamentar
tas. Su cuerpo está construido sobre el mismo plan nomológi- su disenso?

扯潫獭敤楣潳⹯牧
TECNOCIENCIA Y SOCIEDAD EN LA TRAMA DE LA VIDA
Biología y cultura
A finales del siglo xix so que en la cumbre de los
comenzaron a difundirse esquemas que representan
algunas interpretaciones esta postura se ubica a la
de la teoría evolutiva por “raza blancal y en muchos
una corriente actualmente casos específicamente a la
conocida como darwinis- sociedad inglesa, a la que
mo social. Estas interpreta­ pertenecieron muchos de
ciones pretendían explicar los científicos que propu­
la evolución de las distintas sieron y sostuvieron estas
sociedades, pueblos o et- interpretaciones. A su
nias representados actual­ vez, aun centrándose en la
mente en nuestra especie evolución biológica, no es
sobre la base de criterios y legítimo considerar la exis­
mecanismos tomados de la tencia de progreso, ya que
evolución biológica. Según El Jardín de la Delicias. El B osco (1 4 5 0 /1 4 6 0 -1 5 1 6 ), p in to r fla m e n c o , M u s e o d e l Prado. en la naturaleza no existe
esta concepción, la selec­ un plan preconcebido ni
ción natural, operando entre diferentes grupos humanos, favorecería un propósito. La selección natural es una fuerza “ciega” que conlleva a
a los más "avanzados" lo cual conduciría al "perfeccionamiento" de la adaptaciones en condiciones ambientales que siempre son cambian­
especie, de modo que en la historia humana sería posible reconocer tes y, por tanto, el resultado de este proceso no es la perfección sino
un orden de progreso creciente que iría desde "razas inferiores” a "ra­ la diversidad.
zas superiores" Según esta postura, estarían coexistiendo -incluso en Si bien el enfoque evolutivo permitió avanzar en el conocimiento
la actualidad- grupos humanos representativos de diferentes estadios científico de nuestros orígenes, muchos aspectos permanecieron sin
evolutivos. De acuerdo con esta visión, las desigualdades entre gru­ ser revisados por un largo tiempo. Por ejemplo, al estar dotados de
pos humanos serían consecuencia de un “orden natural de las cosas” cualidades particulares tales como la inteligencia, la emotividad y el
Este tipo de ideas, que fueron muy difundidas en las primeras décadas discernimiento moral, se siguió considerando a los humanos como
del siglo xx, sirvieron de fundamento a posiciones abiertamente ra- una especie “superior” y profundamente diferente de otros animales.
cialistas (que naturaliza el concepto de raza humana) y racistas (que Si bien actualmente podemos reconocer a nuestra especie Homo sa­
discrimina unas razas en detrimento de otras) que justificaron el so­ piens como parte de la naturaleza, perteneciente al grupo de los ma­
metimiento de los pueblos avasallados por las políticas coloniales de míferos y en particular al de los primates, resulta evidente que, al mis­
los países europeos y que dieron también sustento teórico a episodios mo tiempo, tenemos características exclusivas que nos distinguen. En
históricos tan atroces como el genocidio nazi. torno de esta tensión se han planteado muchas controversias, ya que
Las posiciones racialistas y/o racistas ya no son consideradas como la discusión se suele polarizar en dos explicaciones extremas:
aceptables por la antropología contemporánea, pero forman parte de
las creencias de mucha gente, por lo que es útil e importante analizar a. El hombre, cualquiera que sea su grado de parecido con los ani­
algunas de sus falencias principales. Por una parte, cuando se preten­ males, es algo especial que está por encima del reino animal.
de explicar las diferencias entre grupos humanos a partir de procesos b. El hombre es una especie animal y todas sus características pue­
biológicos tales como la selección natural, se dejan de lado los factores den ser explicadas como expresiones de su herencia biológica.
sociales e históricos, que son los que permiten comprender las carac­
terísticas particulares de cada cultura. Por otra parte, cuando se esta­ Analicemos con más detalle cada una de estas posturas
blece una escala de jerarquía entre diferentes sociedades humanas, a. El hombre por encima de la condición animal
se parte de juicios de valor que no pueden ser “objetivos” ya que, sin Quienes ven al hombre exclusivamente como algo especial y su­
duda, varían entre diferentes culturas. Por ejemplo, resulta sospecho­ perior a los animales proponen que es posible comprender nuestra

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naturaleza únicamente estudiando los atributos y las producciones cientemente por Horno sapiens. Del mismo modo, esta postura recto
característicos de los humanos, tales como las artes, las letras, la cionista sitúa las principales causas de la enfermedad en los determiiH
organización social o los sistemas económicos. Sin embargo, estos tes genéticos, en lugar de considerar los factores sociales, histórico;
rasgos culturales no son suficientes para entender la naturaleza y los ambientales que intervienen en la manifestación de la mayor parte de las
orígenes de nuestra especie, dado que estos fueron adquiridos hace patologías humanas.
sólo unos pocos miles años, mientras que el linaje de los homínidos Hasta aquí hemos presentado y analizado dos interpretaciones ext«^
al que pertenecemos se originó hace seis o siete millones de años. In­ mas: la visión del hombre "por encima" de lo natural y la propuesta de una
cluso nuestra especie como tal, Homo sapiens, tiene una antigüedad reducción total de las características humanas a lo biológico. Sin dudí
de 150.000 a 200.000 años, mientras que la cultura y la organización ninguna de estas dos posturas resulta útil para definir nuestra condició'
social compleja no tienen más de 30.000 o 40.000 años. En algunos y comprender nuestro origen. Más aún, esta falsa dicotomía entorpece la
casos, la visión de privilegio del hombre (blanco, europeo, moderno) comprensión acerca de nuestra identidad como especie y nuestro lug¡J
está asociada a la idea de que no todas las sociedades humanas tienen en la naturaleza. Pero... ¿hay caminos alternativos para estudiarnos, para
las características requeridas para que sus integrantes sean conside­ comprender nuestro lugar en la naturaleza? Afortunadamente los hay, y
rados "gente” identificando al grupo de pertenencia con la "gente real’’ parecen ser bastante fértiles.
y utilizando términos como "salvajes” o "primitivos” en la actualidad En el contexto del actual desarrollo del conocimiento este camino r '
"inmigrantes o indocumentados” para denominar al resto, que co­ perador se vislumbra en el terreno de una reflexión crítica sobre este
lectivamente caen en la categoría de “razas inferiores” Finalmente, tema, que integre el bagaje de conocimientos acerca de lo humano, pro-
quienes sitúan al hombre por fuera de su condición animal, le asignan veniente de diferentes cuerpos teóricos (de las ciencias biológicas, soeif
con cierta frecuencia el papel de "dueño de la naturaleza” Esta carac­ les y de las humanidades). La evolución física y cultural de los huí
terización presenta graves consecuencias ya que al no poder situar a implica diversos aspectos y caracteres. Como en el caso de cue
nuestra especie como producto y por tanto como parte de la biosfera, otra especie biológica, para situar a la nuestra en la historia de lo vivo, e
se termina justificando el abuso que actualmente se hace de la misma. necesario reconstruir la jerarquía cada vez más abarcadora de la que fo
Es importante reflexionar sobre este aspecto ya que esta actitud so­ mamos parte y analizar las distribuciones de caracteres, identificando las
berbia, que revela la incomprensión de nuestro lugar en la naturaleza, novedades evolutivas que caracterizan a cada especie, y en particular a1¡
puede conducir a daños irreparables. nuestra. Al vernos en ese contexto más amplio, que comprende a la vida
b. El hombre sólo como animal como un todo, adquirimos una perspectiva saludable de nuestro lugar e
En el otro polo, se sitúa la pretensión de interpretar todas las ca­ el mundo natural. Ese tipo de análisis permite reconocer que:
racterísticas de nuestra especie como producto exclusivo de procesos
biológicos. Quienes ven las cosas de esta manera sostienen que so­ ♦ Como cualquier especie somos poseedores de una combinación c
mos como somos debido únicamente a la herencia de nuestros ante­ características compartidas con otras y de algunas que son exclusi
pasados. Si bien esta interpretación es válida en relación con nuestras mente nuestras.
características anatómicas, no está justificada en lo que se refiere a ♦ Compartimos muchos de nuestros rasgos (la mayoría físicos, unos
nuestras características culturales. Por ejemplo, si nuestras conductas pocos de conducta) con otras especies.
son la expresión de la conducta de nuestros ancestros, nuestra agre­ ♦ Tenemos características que nos distinguen como especie (unos po­
sividad podría ser considerada como una característica biológica in­ cos físicos, la mayoría de conducta) que son exclusivas.
nata. Este enfoque se plasma actualmente en diversas líneas de inves­
tigación en el campo de la etología y, particularmente, de la genética El marco teórico que proporciona la biología puede dar cuenta de
y la psicología evolutiva. Este tipo de investigación tiende a sustentar­ nuestros patrones de evolución biológica, que comprenden todos nue
la idea de que la mayor parte de las enfermedades, la personalidad, el tros rasgos anatómicos y unos pocos rasgos conductuales básicos, tales
carácter, los intereses y motivaciones de las personas se deben exclu­ como el reflejo de succión o la respuesta de huida ante el peligro,
siva o principalmente a sus genes, por lo que se este enfoque ha sido embargo, la mayor parte de los rasgos distintivos referidos a nuestr
denominado por sus críticos como deterninismo genético. Así, este peculiares conductas, a nuestra condición de seres sociales, a nues:
abordaje reduccionista no considera, por ejemplo, que el desarrollo cultura, requieren otras herramientas para ser comprendidos. Es decir,
humano es el resultado de complejas interacciones entre el genoma la biología como disciplina científica tiene límites en cuanto a las pro­
y el medioambiente, dando lugar a una historia de vida que es única blemáticas que puede abordar. Los complejos comportamientos de los
e irrepetible (aun en el caso de gemelos genéticamente idénticos). En humanos, así como las peculiaridades de sus sociedades, sólo puede
este sentido, las complejas conductas humanas no pueden explicarse ser comprendidos empleando los modelos e interpretaciones de campC
en términos de determinantes biológicos: no hay genes criminales ni teóricos específicos: la sociología, la antropología social, la psicología,
genes de la solidaridad. ciencias de la educación, la historia, las ciencias políticas y económie
El determinismo genético conlleva a pensar que deberíamos bus­ la filosofía. El desafío planteado para profundizar el conocimiento ace
car la explicación de nuestros crímenes, de nuestras guerras y genoci­ ca de nuestra condición es avanzar en la construcción de un abordaj
dios en la continuidad genética entre nuestra especie y aquel remoto multidisciplinario que permita articular las diferentes dimensiones de la
antepasado, en lugar de centrar la atención en las verdaderas causas condición humana y considerar sus complejas interrelaciones. Sin dudas
de esos problemas: las estructuras sociales y económicas creadas re­ el problema continúa abierto.

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