Está en la página 1de 4

Capítulo 9

LA POLÍTICA GLOBAL DE LAS CIVILIZACIONES

Según la teoría del choque de civilizaciones, las civilizaciones son las últimas tribus humanas y el
conflicto entre ellas es un conflicto tribal a escala global. Las relaciones entre grupos de diferentes
civilizaciones tienden a ser frías y hostiles, y es poco probable que se establezcan asociaciones estrechas.
Las conexiones heredadas del pasado entre Estados de diferentes civilizaciones tienden a debilitarse. Las
relaciones intercivilizatorias pueden variar desde la paz fría hasta la guerra fría, y es probable que se
caractericen por la rivalidad intensa y la convivencia competitiva. Los conflictos intercivilizatorios
pueden ocurrir tanto a nivel local, entre Estados vecinos o grupos dentro de un Estado, como a nivel
mundial, entre los grandes Estados de diferentes civilizaciones. Estos conflictos pueden estar
relacionados con cuestiones de influencia, poder militar, economía, población, valores y cultura. Las
relaciones entre civilizaciones tienden a ser distantes, frías y, a veces, hostiles.

Se menciona las relaciones de entre islam y Occidente a lo largo de la historia. A pesar de las
afirmaciones de que Occidente no tiene problemas con el islam, la historia demuestra lo contrario. Ha
habido conflictos y tensiones entre el islam y el cristianismo a lo largo de los siglos, con momentos de
coexistencia pacífica pero también de guerra fría y caliente. También se menciona el ascenso de China
como una potencial fuente de conflicto intercivilizatorio. Además, a partir del siglo XV, hubo un cambio
en la marea y los cristianos comenzaron a recuperar territorios que habían estado bajo dominio
musulmán, como la península Ibérica. Además, las innovaciones en navegación permitieron a los
europeos explorar y colonizar nuevas tierras, evitando las rutas controladas por los musulmanes. Por
otro lado, los otomanos hicieron un último avance, asediando Viena en 1683, pero finalmente fueron
derrotados y comenzó su retirada. El colonialismo occidental también tuvo un impacto en los territorios
musulmanes, pero a partir de la Segunda Guerra Mundial, se produjo un retroceso del colonialismo y
muchas sociedades musulmanas obtuvieron su independencia.

Se señala que el conflicto entre el islam y el cristianismo no se debe a fenómenos transitorios, sino a la
naturaleza de estas dos religiones y las civilizaciones basadas en ellas. Ambas religiones son monoteístas
y tienen una visión dualista del mundo, con un sentido de "nosotros y ellos". También son religiones
proselitistas que buscan convertir a los no creyentes a su fe. El islam se difundió a través de la conquista,
al igual que el cristianismo cuando tuvo la oportunidad. Los conceptos de yihad y cruzada son paralelos y
distinguen a estas dos religiones de otras principales religiones del mundo. Ambas también tienen
visiones teleológicas de la historia. A lo largo de la historia, el grado de conflicto ha sido influenciado por
factores demográficos, económicos, tecnológicos y religiosos. Por ejemplo, la expansión del islam en el
siglo VII fue acompañada por migraciones masivas de pueblos árabes hacia los territorios de los imperios
bizantino y sasánida. Las cruzadas, por otro lado, fueron el resultado del crecimiento económico y
demográfico en Europa en el siglo XI, lo que permitió la movilización de grandes contingentes de
caballeros y campesinos hacia Tierra Santa.

En el siglo XIX, otro período de crecimiento demográfico generó una migración masiva hacia territorios
musulmanes y otros lugares. A finales del siglo XX, se observa un aumento en el conflicto entre el islam y
Occidente debido a varios factores. Esto incluye el crecimiento de la población musulmana y el
descontento entre los jóvenes desempleados, el resurgimiento islámico que ha fortalecido la confianza
en la civilización y los valores musulmanes, los esfuerzos de Occidente por imponer sus valores y
mantener su superioridad, el fin del comunismo como enemigo común, la interacción y mezcla entre
musulmanes y occidentales que exacerban las diferencias culturales. Siendo estas las causas del
conflicto entre el islam y Occidente que se basan en cuestiones fundamentales de poder, cultura y
diferencias en la concepción de lo que está bien y lo que está mal. Este conflicto ha definido las
relaciones entre ambas civilizaciones durante siglos y seguirá siendo un factor importante en el futuro.
Históricamente, el control del territorio fue un factor importante, pero ahora es menos relevante. La
mayoría de los conflictos de línea de fractura entre musulmanes y no musulmanes se han producido
entre musulmanes y cristianos, especialmente entre cristianos ortodoxos y adeptos del cristianismo
occidental en África y el sudeste asiático. Estos conflictos se centran menos en el territorio y más en
cuestiones más amplias como la proliferación de armas, los derechos humanos, la democracia, la
emigración, el terrorismo islamista y la intervención occidental.

Después de la Guerra Fría, este antagonismo histórico ha cobrado nueva vida y la intensidad de este
choque ha sido reconocida por miembros de ambas comunidades. Se menciona que existe una
contraposición entre valores laicos y religiosos, una rivalidad histórica entre la cristiandad y el islam,
resentimientos por el dominio occidental en Oriente Próximo y Oriente Medio, y una comparación
odiosa entre los logros de las civilizaciones islámica y occidental en los últimos dos siglos. Algunos
analistas han señalado la posibilidad de una "guerra fría societal" entre Occidente y el islam, que
fortalecería la identidad europea en un momento crucial para el proceso de la unión europea. Entonces,
el conflicto entre el islam y Occidente se basa en diferencias y tensiones en diversas áreas, y ha cobrado
nueva vida en los últimos tiempos. Las cuestiones en disputa van más allá del territorio y abarcan temas
más amplios de relación entre civilizaciones y valores culturales. Este fragmento continúa explorando la
visión del mundo islámico sobre Occidente. Se menciona que en los años ochenta y noventa, hubo una
tendencia general en el islam hacia una postura antioccidental. Esto se debe en parte al Resurgimiento
islámico y a la reacción contra lo que se percibe como una occidentalización de las sociedades
musulmanas. Los líderes musulmanes ya no promueven la occidentalización y es difícil encontrar
declaraciones de musulmanes que elogien los valores e instituciones occidentales. En cambio, insisten
en las diferencias entre su civilización y la occidental, y consideran la cultura occidental materialista,
corrupta, decadente e inmoral.

Los musulmanes temen y se indignan ante el poder occidental y ven su cultura como una amenaza para
su sociedad y creencias. Consideran que el laicismo y la irreligiosidad occidentales son males peores que
el cristianismo occidental. Los musulmanes ven a Occidente como arrogante, materialista, represivo,
brutal y decadente. Esta visión no solo es sostenida por imanes fundamentalistas, sino también por
aquellos que podrían considerarse aliados y partidarios naturales de Occidente. Es importante destacar
que esta es la visión presentada en el fragmento y no representa necesariamente la opinión de todas las
personas musulmanas. Existen diferentes perspectivas dentro del islam y no todos comparten esta
visión negativa de Occidente.

Los musulmanes están de acuerdo en que existen diferencias básicas entre su cultura y la cultura
occidental, y muchos consideran que Occidente es un poder temible que busca subordinar y socavar las
instituciones y cultura islámicas. Esta reacción contra Occidente se puede observar tanto en el
Resurgimiento islámico como en el cambio de actitud de los gobiernos de países musulmanes. Muchos
gobiernos que eran prooccidentales en sus ideologías y políticas han dado paso a gobiernos menos
identificados con Occidente o explícitamente antioccidentales. Incluso los aliados militares más
incondicionales de Estados Unidos en el mundo musulmán, como Turquía y Pakistán, están bajo presión
política interna de los islamistas y sus vínculos con Occidente están siendo cada vez más tensos. El
mundo islámico ha experimentado un cambio en su actitud hacia Occidente, con una creciente
percepción de que Occidente busca subordinar y socavar su cultura e instituciones. Esto se refleja tanto
en el empuje intelectual del Resurgimiento islámico como en el cambio de actitud de los gobiernos
musulmanes hacia Occidente.

El islam es considerado fuente de la proliferación nuclear de terrorismo, siendo considerada una


amenaza para los intereses de EE.UU. el 61% de 35000 estadounidenses interesados en política y el 28%
no lo consideraba una amenaza. Un año antes se seleccionó que los países que daban mayor peligro era
Irán, China e Irak como los tres primeros de la lista entonces se creo el OTAN para hacer frente a las
amenazas de EE.UU. Históricamente, se han dado conflictos como las Cruzadas, la conquista de
territorios musulmanes por parte de potencias occidentales, y tensiones derivadas de eventos
contemporáneos como la guerra en Medio Oriente y el terrorismo. Sin embargo, también ha habido
esfuerzos significativos para promover el entendimiento mutuo y la colaboración entre musulmanes y
occidentales. El diálogo interreligioso, los esfuerzos diplomáticos y las iniciativas de cooperación en
áreas como la economía, la educación y la ciencia han buscado fomentar una relación más constructiva.

La relación entre los musulmanes y los Estados Unidos ha sido compleja, especialmente en el contexto
de conflictos y políticas de inmigración. La guerra contra el terrorismo después de los ataques del 11 de
septiembre de 2001 llevó a una serie de intervenciones militares y políticas que afectaron a países de
mayoría musulmana. Además, las políticas migratorias, como las restricciones de viaje impuestas a
ciudadanos de ciertos países de mayoría musulmana, han generado controversia y han sido percibidas
por algunos como un tipo de "guerra" no convencional contra los musulmanes. Estos eventos han
contribuido a tensiones en la relación entre Estados Unidos y comunidades musulmanas en todo el
mundo, así como a debates sobre seguridad nacional, derechos humanos y libertades civiles.

Las civilizaciones de Asia, China y Norteamérica han tenido interacciones a lo largo de la historia que han
influido en diversos aspectos culturales, económicos y políticos. La antigua Ruta de la Seda, por ejemplo,
facilitó el intercambio de bienes, ideas y tecnologías entre Asia (incluida China) y otras regiones, incluida
Norteamérica. Esta interacción histórica ha dejado huellas en la cultura, la gastronomía, la religión y
otros aspectos de la vida cotidiana en ambas regiones. En tiempos contemporáneos, las relaciones entre
China y Norteamérica han adquirido una importancia crítica en el escenario global. La interdependencia
económica, los desafíos geopolíticos y las diferencias ideológicas han moldeado la dinámica entre estas
dos potencias. Además, el intercambio cultural entre Asia y Norteamérica ha sido significativo, con
influencias mutuas en áreas como el arte, la música, la moda y la tecnología.

Se creo el OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) una alianza política y militar establecida
en 1949 que tiene como objetivo garantizar la libertad y seguridad de sus países a través de medios
políticos y militares. Originalmente, la OTAN fue formada por países de Europa occidental y
Norteamérica, con el propósito de contrarrestar la influencia y potencial agresión de la Unión Soviética
durante la Guerra Fría. A lo largo de los años, ha evolucionado para abordar nuevas amenazas a la
seguridad, como el terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva. La OTAN se rige por un
tratado que establece que un ataque armado contra uno o varios de sus miembros se considerará un
ataque contra todos, lo que promueve la solidaridad y el compromiso mutuo en materia de defensa
colectiva.

Durante la Guerra Fría, el conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética se extendió a diversas
regiones del mundo, incluida Asia. Las diferencias culturales jugaron un papel importante en la dinámica
de la Guerra Fría entre Asia y Estados Unidos, afectando las percepciones mutuas, alimentando
estereotipos negativos e influyendo en las políticas e interacciones entre ambas regiones. A partir de
ideologías políticas entre el modelo capitalista estadounidense y el comunista, los valores y creencias, y
las perspectivas históricas como la Segunda Guerra Mundial. La Guerra Fría entre China y Estados
Unidos culminó con una serie de cambios significativos en las relaciones internacionales y en las
dinámicas geopolíticas. Aunque nunca hubo un "fin oficial" de la Guerra Fría, varios eventos y
desarrollos marcaron el final de la confrontación entre China y Estados Unidos. Algunos de estos
acontecimientos clave incluyen: El acercamiento diplomático provocando un cambio radical en las
relaciones bilaterales que estaban marcadas por hostilidad y el aislamiento, además también se dio el
colapso de la Unión Soviética y se dio la integración económica entre estos países. Después de la Guerra
Fría, se observaron cambios significativos en las dinámicas geopolíticas y en la distribución del poder a
nivel mundial. En este contexto, surgieron nuevas civilizaciones y estados centrales de alineamientos
emergentes que desempeñaron un papel importante en la configuración del orden internacional.
Algunos ejemplos de estas civilizaciones y estados incluyen:

1. Unión Europea (UE): Se fortaleció como un actor central en los asuntos mundiales. La integración
europea dio lugar a una mayor cohesión política y económica entre los países miembros, lo que llevó a
la UE a desempeñar un papel más destacado en la diplomacia global, el comercio internacional y la
cooperación en materia de seguridad.

2. Rusia: Tras el colapso de la Unión Soviética, Rusia emergió como un estado central con influencia
significativa en Europa Oriental y Asia Central. A pesar de su transformación interna, Rusia mantuvo su
estatus como una potencia nuclear y una voz influyente en asuntos regionales e internacionales.

3. China: El ascenso de China como una potencia económica y militar después de la Guerra Fría la
convirtió en un estado central con influencia global. China se ha convertido en un actor clave en áreas
como el comercio internacional, la diplomacia multilateral y el desarrollo económico a nivel mundial.

4. India: India emergió como un actor importante en el escenario mundial después de la Guerra Fría, con
un crecimiento económico significativo y una influencia regional cada vez mayor en Asia Meridional y
más allá.

5. Brasil: Brasil, junto con otros países de América Latina, ganó prominencia como actor regional e
internacional después de la Guerra Fría. Su influencia económica y diplomática se expandió, lo que llevó
a una mayor participación en foros internacionales y alianzas estratégicas.

Estos ejemplos ilustran cómo las civilizaciones y estados centrales de alineamientos emergentes han
contribuido a reconfigurar el orden internacional después de la Guerra Fría. Sus roles e influencias han
tenido un impacto significativo en las relaciones internacionales y en la forma en que se abordan los
desafíos globales. En Asia la conexión confuciano-islámica ha sido estrecha por Paquistán, Irán y China
como potencia frente a amenazas.

Las relaciones entre las civilizaciones y sus Estados son complicadas y más con otros países que buscan
sus intereses comunes ya que se puede producir conflictos entre civilizaciones, particularmente en
islam. Además, los grupos situados en líneas divisorias pueden diferir de forma significativa con las
relaciones entre los Estados centrales. Las tendencias globales son evidentes por lo que se pueden hacer
generalizaciones plausibles acerca de lo que pueden ser alineamientos o antagonismos.

También podría gustarte