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Disco duro HDD o mecánico

Es el clásico, al que ahora decimos es "el de toda la vida". Llegó a


nosotros en la década de los 80 para ordenadores de trabajo.
Básicamente es un disco que se lee de forma mecánica como veis en
la foto que os ponemos aquí debajo. Dentro de ese disco hay
sectores, y en dichos sectores se guardan bloques de información
(fotos, vídeos, juegos, música...).
A lo largo de los años, los HDD se han ido mejorando, sobre todo las
RPM (revoluciones por minuto). Los más extendidos son los modelos
con 7.200 rpm, aunque existen otros que alcanzan las 15.000.
Y aunque han llegado a alcanzar buenas cotas de velocidad, es
un sistema limitado.

El hecho de que tenga que desplazarse el lector mecánicamente


hacia una posición y otra hasta llegar al lugar adecuado, hace que
resulten más lentas las cargas y aperturas de los distintos
programas, de ahí que hubiese una necesidad de crear formatos
y sistemas más rápidos y compactos.
Disco duro SSD o sólido

El disco duro sólido es la evolución que debían de seguir los sistemas


de almacenamiento en los dispositivos tecnológicos. Apareció en el
año 2003 y comenzó en PC pero ahora se está extrapolando a
consolas y otros lugares. Se ha eliminado el disco de lectura y el
brazo mecánico que iba de un lado a otro buscando los sectores de
información. Hemos pasado a la memoria flash.

Básicamente, y para simplificarlo al máximo, la memoria flash es la


misma que se utiliza en los pendrive (USB) y en las tarjetas SD que
tienes por ejemplo en tu móvil o en tu cámara de fotos. Este tipo de
memoria ya no necesita un lector que vaya a buscar la información,
por lo que los accesos y lecturas son mucho más rápidos.

Estos discos duros también se han mejorado con los años,


reduciéndose su tamaño y mejorando sobre todo su calidad de vida,
ya que el principal problema que tenían eran su poca longevidad en
comparación a los mecánicos. A día de hoy un sólido puede durar un
buen puñado de años a nuestro lado.
El nuevo disco sólido M.2

Seguimos con el avance para llegar hasta lo más nuevo, los M.2
NVMe. Estos son, básicamente, discos duros sólidos con un aumento
muy grande en la velocidad. Pero, ¿cómo se aumenta tanto con
respecto al sólido clásico? La clave está en la forma de conexión y el
formato del mismo.
El disco duro sólido se conecta a través del puerto SATA, al igual que
el mecánico, por lo que aunque su sistema de memoria flash le da
mucha más velocidad, esta tiene un límite. En cambio, los M.2 se
conectan a través de los puertos PCIe, lo que les da mucha más
velocidad y amplitud de transferencia. Los puertos PCIe son los
mismos que utilizan componentes como la tarjeta gráfica o la tarjeta
de red, entre otras.
Una idea clara y rápida, un disco duro mecánico tiene una
velocidad de lectura y escritura de 64Mb. Los SSD alcanzan los
550Mb, casi nueve veces más rápido. Los M.2 de última
generación con el PCIe 4.0, alcanzan velocidades de 4.000 y
hasta 5.000, barriendo a los SSD en velocidad.

Claro está, el precio de estos M.2 es desproporcionado en


comparación a un SSD, al igual que antes los SSD eran carísimos en
comparación a los HDD.

¿Qué disco duro debo escoger?


Puedes pensar: está claro, solo los M.2 que son los más rápidos. Pero
no te precipites, porque no todo es tan sencillo. Como acabamos
de decir, la diferencia de precio que hay actualmente entre estos
discos duros es notable, por lo que no todo el mundo puede hacerse
con ellos.

Mejores discos duros para videojuegos

En segundo lugar, al contrario de lo que piensan muchos, los SSD


no hacen que vayan mejor los juegos. No te da mejores gráficos,
ni más FPS. La ventaja importante que presentan en algunos juegos
(no todos), es que los tiempos de carga se reducen mucho.
De esta forma, juegos terribles con pantallas de carga continuas y
pesadas como Destiny 2, o crear y cargar un mundo en los SIMS
4, pasa a ser algo mucho más cómodo y menos desesperante.

Al margen de esto, si tienes juegos con pocas pantallas de carga


o que son ligeras, puedes jugarlos perfectamente en un HDD.

Mejores discos duros para trabajar

En ese caso, la cosa cambia mucho. Nada mejor que el M.2 más
rápido para abrir programas pesados de edición de vídeo, diseño 3D,
modelado, etcétera. Para todos aquellos para los que el tiempo es
oro, un M.2 es la opción que han esperado durante años hasta que
por fin se ha materializado.

Encender el PC y que esté cargado en 4 segundos en vez de en 50,


es espectacular. Abrir un programa pesado y que se cargue en un par
de segundos en vez de en medio minuto, te da una ligereza y fluidez
que se traduce en producción laboral positiva.
Ahora bien, como hemos mencionado antes, la longevidad y
resistencia de estos nuevos discos sólidos son menores a día de hoy
si las comparamos con un mecánico.

Un disco duro mecánico, sin defectos de fábrica y que haya sido bien
cuidado, dura bastantes años (algunos hasta tienen décadas y se
descartan por su baja capacidad, no por haberse estropeado).

En cambio, los discos duros sólidos no tienen vidas tan largas,


aunque en el caso de los SSD con SATA se ha aumentado mucho en
los últimos años y ahora son perfectamente fiables.

Conclusiones sobre los diferentes tipos de


disco duro
“Una combinación arrolladora sería un M.2 de máxima velocidad
para el sistema operativo y programas importantes de trabajo,
un disco duro secundario SSD para instalación de juegos y un
disco duro mecánico para almacenar tus fotos, vídeos,
proyectos de trabajo e instalar otros juegos que no merezcan la
pena ser instalados en el SSD.”

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