Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Seguimos con el avance para llegar hasta lo más nuevo, los M.2
NVMe. Estos son, básicamente, discos duros sólidos con un aumento
muy grande en la velocidad. Pero, ¿cómo se aumenta tanto con
respecto al sólido clásico? La clave está en la forma de conexión y el
formato del mismo.
El disco duro sólido se conecta a través del puerto SATA, al igual que
el mecánico, por lo que aunque su sistema de memoria flash le da
mucha más velocidad, esta tiene un límite. En cambio, los M.2 se
conectan a través de los puertos PCIe, lo que les da mucha más
velocidad y amplitud de transferencia. Los puertos PCIe son los
mismos que utilizan componentes como la tarjeta gráfica o la tarjeta
de red, entre otras.
Una idea clara y rápida, un disco duro mecánico tiene una
velocidad de lectura y escritura de 64Mb. Los SSD alcanzan los
550Mb, casi nueve veces más rápido. Los M.2 de última
generación con el PCIe 4.0, alcanzan velocidades de 4.000 y
hasta 5.000, barriendo a los SSD en velocidad.
En ese caso, la cosa cambia mucho. Nada mejor que el M.2 más
rápido para abrir programas pesados de edición de vídeo, diseño 3D,
modelado, etcétera. Para todos aquellos para los que el tiempo es
oro, un M.2 es la opción que han esperado durante años hasta que
por fin se ha materializado.
Un disco duro mecánico, sin defectos de fábrica y que haya sido bien
cuidado, dura bastantes años (algunos hasta tienen décadas y se
descartan por su baja capacidad, no por haberse estropeado).