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1. Los niños no reciben pastoral individual. La orientación pastoral que reciben los niños
siempre será de carácter grupal en el marco de las reuniones del ministerio infantil cristiano
(MIC). Estas reuniones siempre deben darse simultáneamente con la reunión familiar
Rayces, no debe darse en el marco de otras reuniones ministeriales, ni siquiera en el
ministerio de parejas. La reunión del MIC es el único espacio habilitado para los niños, no
se deben propiciar otras actividades diferentes a la reunión del MIC.
2. Los menores de edad siempre deben estar al interior de un distrito bajo la supervisión
directa de sus padres. Si el padre/madre de familia se encuentra en cita pastoral, el
niño/niña debe permanecer exclusivamente bajo su cuidado y supervisión. Ningún
misionero debe cuidar o estar con menores de edad que no sean sus propios hijos. Incluso
durante las reuniones del MIC, los padres son libres de supervisar a sus hijos, por lo tanto,
los misioneros no deben cohibir que los padres ejerzan esta supervisión.
3. Cuando los padres de familia tengan situaciones con sus hijos que generen conflicto
familiar y los hijos sean menores de edad, el trato pastoral se le dará en todos los casos a
los padres directamente (o tutores del menor).
INTRODUCCIÓN
Es relevante la forma de ser de los que más amamos, ya que ésta influirá de
manera positiva o negativa en nuestro crecimiento y desarrollo personal. Sin
embargo es necesario reflexionar que papá Dios es soberano y si nuestros padres
tienen fallas, serán necesarias para que cada día nos acerquemos al papá perfecto, que
nunca falla y que tiene lo mejor para nuestra vida, nuestro papito Dios. Hoy conoceremos un
rasgo de la personalidad de papito Dios que es maravilloso, es el Perdón, un Dios perfecto
que comprende nuestras debilidades e imperfecciones y siempre está allí para perdonarnos,
para enseñarnos y para moldear nuestra vida.
Salmos 103:4
El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Si quisieramos una evidencia de la misericordia de Dios, tan solo podemos ver la obra en la
cruz que hizo nuestro Señor jesús, la obra de salvación enorme que Papá Dios por amor a ti
y a mi. Esto es la misericordia que papá Dios nos haya escogido, nos hay amado y haya
tomado la decisión de rescatar nuestra vida del hoyo en el que nos encontrábamos.
Tal vez a nuestra corta edad no dimensionamos el hoyo en el que estábamos, pero basta
con imaginarnos que sería e nuestra vida y de nuestra familia si no se hubiera dado este
encuentro.
Recordemos la experiencia más difícil que hayamos vivido y pensemos con este tema, que
Dios siempre está para rescatarnos, para protegernos y para enseñarnos lo que
necesitamos.
En vez de nosotros coronar a nuestro Papá, él nos corona a nosotros y lo hace con su
misericordia, a través del perdón.
Sentirnos perdonados es una experiencia que solo viene de Dios, es una experiencia
sobrenatural que solo podemos vivir cuando tomamos la decisión de aceptar el perdón de
Dios en nuestra vida y también de aquellas personas que nos han ofendido y nos han
herido.
Cuando aceptamos el perdón de Dios, perdonamos a quienes nos han herido y procuramos
el perdón de quienes hemos herido, vivimos la experiencia sobrenatural del perdón, somos
libres, experimentamos sanidad, guardamos nuestro corazón de enfermedades tóxicas,
vivimos la paz y seremos prosperados en todo. Tenemos que tomar la decisión de aceptar
el perdón de Dios y perdonar a otros, pues de lo contrario, no viviremos la maravillosa
experiencia sobrenatural del perdón.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
La misericordia de Dios es una característica maravillosa de su carácter, estamos llamados
no solo a conocerla, sino a disfrutarla cada vez que fallemos, recordando que Dios es quien
nos ha rescatado del hoyo, nos corona con su favor y con su misericordia, con su perdón.
Si Dios ha hecho tanto por nosotros, cómo no hacerlo con los demás ? El perdón siempre
será una decisión que nos lleva a lo mejor.
Compartir la formula del perdón con alguien que necesite perdonar o pedir
perdón.