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Nombre:

Brenda Cecilia Cuevas de la Torre.


Materia:
Introducción a la Psicología
Profesor:
Rafael Guzman Campos
Grupo: 13
Introducción sobre los Paradigmas de la Psicología
En este contenido se muestran algunos paradigmas de la psicología donde
conoceremos su definición, dónde y por quienes se fundaron, sus métodos y algunas
técnicas. Entre los paradigmas que observaremos se encuentran el Psicoanálisis,
Conductismo, Gestalt, Humanismo, Constructivismo, Cognitivismo y Psicología
Positiva.
El término paradigma se origina en la palabra griega παράδειγμα (parádeigma) que a
su vez se divide en dos vocablos "pará" (junto) y "déigma" (modelo), en general,
etimológicamente significa «modelo» o «ejemplo». A su vez tiene las mismas raíces
que «demostrar».
En términos generales se puede definir al término paradigma como la forma de
visualizar e interpretar los múltiples conceptos, esquemas o modelos del
comportamiento en todas las etapas de la humanidad en lo psicológico y filosófico, que
influyen en el desarrollo de las diferentes sociedades así como de las empresas,
integradas e influenciadas por lo económico, intelectual, tecnológico, científico, cultural,
artístico, y religioso que al ser aplicados pueden sufrir modificaciones o evoluciones
según las situaciones para el beneficio de todos.
Psicoanálisis y sus fundamentos
1. ¿Qué es el psicoanálisis?
El psicoanálisis es una teoría sobre el funcionamiento de la mente humana y una
práctica terapéutica. Fue fundado por Sigmund Freud entre 1885 y 1939 y continúa
siendo desarrollado por psicoanalistas por todo el mundo. el psicoanálisis tiene cuatro
áreas principales de aplicación:
1. Como una teoría del funcionamiento de la mente humana.
2.Como un método de tratamiento para los problemas psíquicos.
3.Como un método de investigación y,
4. Como una forma de ver y analizar los fenómenos culturales y sociales como la
literatura, el arte, las películas, movimientos políticos y grupales.

2. ¿Para qué sirve el psicoanálisis?


El psicoanálisis y la terapia psicoanalítica sirve para aquellas personas que sienten
que caen en forma recurrente bajo el peso de síntomas psíquicos lo que impide que
puedan desarrollar todo su potencial para ser felices individualmente, con sus amigos o
su familia, así como sentirse exitoso y pleno en en trabajo o en las tareas habituales de
la vida. La ansiedad, las inhibiciones y la depresión generalmente son signos de
conflictos internos. Esto puede originar dificultades en las relaciones y si no son
tratadas pueden tener un impacto considerable tanto en la vida personal como
profesional de las personas. Las raíces de dichos problemas a menudo van más
profundo de lo que la conciencia puede alcanzar, esta es la causa por la cual es
irresoluble sin psicoterapia.
Es con la ayuda del analista que el paciente puede alcanzar nuevos conocimientos
sobre la parte inconsciente donde anida el conflicto. Hablando con el psicoanalista en
una atmósfera segura éste va llevando al paciente a hacerse consciente de aquellos
conflictos presentes en la parte inconsciente de su psiquis (esto incluye pensamientos
y sentimientos, memorias y sueños).
Dicho tratamiento otorga alivio al dolor psíquico, promueve el desarrollo personal y
mejora la autoconciencia, dicha mejora a su vez fortalece la confianza de la persona en
tratamiento para alcanzar las metas en la vida.
Estos efectos positivos que produce el psicoanálisis perduran por mucho tiempo aún
luego de haber terminado el tratamiento.

3.-Los tempranos descubrimientos de Freud fueron algunos los más


innovadores conceptos del psicoanálisis:

1. El inconsciente: ​la vida psíquica existe por debajo de lo que conocemos como la
conciencia, también por debajo del preconsciente en el sentido de que es aquello
sobre lo que podemos volvernos consciente cuando tratamos de pensar en ello. La
mayor parte de nuestra vida mental es inconsciente y esa parte sólo es accesible por la
vía del psicoanálisis.
2. Experiencias tempranas de la niñez: son una amalgama de fantasía y realidad
caracterizada por deseos pasionales, impulsos primitivos y ansiedades infantiles. El
hambre despierta el deseo de tragarse todo, pero también el temor de ser tragado. El
deseo de estar en control e independiente está asociado al temor de ser manipulado o
abandonado, la separación de algunos de sus cuidadores puede significar quedar
expuesto, sin ayuda y abandonado. Amar a uno de los padres puede ser riesgoso,
puesto que el niño puede temer perder el amor del otro padre. Estos deseos
tempranos y temores resultan en conflictos que no pueden ser resueltos, son
reprimidos y se vuelven inconscientes.
3. Desarrollo Psicosexual: Freud entendió que la maduración progresiva de las
funciones corporales se centraban en las zonas erógenas (boca, ano, genitales) y se
avanzaba esta maduración junto con los placeres y temores experimentados en
relación con sus cuidadores, tomados estos como relación de objeto. El desarrollo de
esta estructura es el camino para la formación de la mente infantil.
4. El complejo de Edipo:​ es el núcleo de toda neurosis. El niño a los 6 años se vuelve
consciente de la naturaleza sexual de la relación entre sus padres, de la cual él está
excluido. Aparecen fuertes sentimientos de celos y rivalidad que deberán ser resueltos,
junto con otros problemas como quién es hombre, quien mujer a quien se puede amar,
con quién se puede casar, como vienen lo bebes al mundo y que es lo que los niños
pueden hacer comparado con lo que hacen los adultos. La resolución de esos
desafíos va a moldear el carácter adulto y al super-yo (ver adelante en yo, ello y
super-yo).
5. Represión: es la fuerza que mantiene inconsciente las peligrosas fantasías
relacionadas con la parte no-resuelta de los conflictos infantiles.
6. Los sueños son realización de deseos: a menudo, los sueños, expresan el
cumplimiento de deseos o fantasías infantiles. Puesto que las escenas en los sueños
aparecen deformadas o disfrazadas (como escenas absurdas, extrañas o
incoherentes) estas requieren análisis para revelar su significado inconsciente. Freud
llamó a la interpretación de los sueños la vía regia al inconsciente.
7. Transferencia: es la tendencia ubicua de la mente humana de ver e identificar
cualquier nueva situación sobre la plantilla de experiencias previas. En psicoanálisis la
transferencia ocurre cuando el paciente ve a analista como una figura parental con el
cual puede volver a experimentar los mayores conflictos infantiles o traumas como si
fuera la situación original.
8. Asociación Libre: ​describe la emergencia de pensamientos, sentimientos y
fantasías cuando no están inhibidas por restricciones como el miedo, la culpa o la
vergüenza. (ver más adelante).
9. El yo, ello y superyó: El yo es el asiento principal de la conciencia, el agente de la
mente que ejerce la represión, consolida e integra los variados impulsos y tendencias
antes de ser trasladadas a la acción. El ello es la parte inconsciente de la mente, el
sitio donde mora la parte reprimida e incognoscible de la memoria y de rastros de las
experiencias infantiles.
El super-yo es la guía de la mente y la conciencia, el lugar desde donde se recuerdan
las prohibiciones y los ideales por lo cual luchar.
Traducción al español: Dr. Pablo Ríos. APA. Argentina
Conductismo y sus fundamentos
El conductismo surgió como una alternativa a la psicología experimental centrada en el
análisis de la conciencia y en su lugar propuso a la conducta en sí misma, en tanto
actividad, como el objeto de estudio psicológico (cf. Watson, 1913a).
La actividad de interés sería la que se establece en función de eventos durante la
ontogenia animal, de modo que así se establecía una distinción clara con la actividad
que le interesaba al fisiólogo. La posibilidad de encontrar orden en estas relaciones
funcionales se expresó como la búsqueda de la predicción y el control del
comportamiento: “En un sistema psicológico completamente elaborado, dada la
respuesta pueden predecirse los estímulos; dados los estímulos puede predecirse la
respuesta” (Watson, 1913a, p. 167).
El rango de fenómenos que se incluían en este proyecto era vasto aunque muchos
estaban en el límite de las preguntas fisiológicas y por tanto, no era de extrañar que el
modelo adoptado fuera tácitamente el de éstas (Kantor, 1969). La puesta en marcha
del proyecto y su consolidación consistió en sistematizar y desarrollar esas líneas de
trabajo, lo cual implicó dos cosas: por un lado, la confirmación de que era un proyecto
plausible y prometedor, pero por otro, el surgimiento de críticas y reservas sobre su
alcance en la explicación del comportamiento humano que parecía no adecuarse al
tipo de fenómenos más representativos de su interés. En cualquier caso, la producción
teórica y experimental sobre la conducta humana compleja en la tradición conductista
no ha sido ingente. (Marr, 1984; Tonneau, 2001a; Schlinger, 2004; Overskeid, 2000;
Crone-Todd, 2011).
Las principales aportaciones no prosperaron en sentido estricto, aunque de una u otra
forma los desarrollos posteriores las implicaron, como es el caso del trabajo
experimental de Hull (1920) sobre formación de conceptos. Respecto a los escasos
desarrollos conceptuales, el trabajo de Watson (1913a; 1913b; 1919; 1920; 1924a;
1924 b) ilustra un caso en el que la historia desdibujó el detalle de las reflexiones y hoy
en día se presentan con una simplificación irrisoria. Por ejemplo, es común que se
presente la concepción watsoniana del pensamiento simplemente como actividad
laríngea (v.gr. Powell, Symbaluk & Honey, 2009), cuando una revisión cuidadosa de su
obra indica que llegó a plantear la conducta compleja como una organización del
comportamiento basado en tres tipos de respuestas (kinestésicas, viscerales y
verbales-que no vocales), con dominancia de estas últimas, según una relación de
sustitución de estímulos y respuestas. El proyecto conductista era variopinto: el
watsoniano, sin dudas, fue el más promocionado y es el de mayor repercusión
histórica, pero por la época surgieron otros de mayor o menor envergadura, como el de
Holt (1915a; 1915b), el de Weiss (1925) y el de Kantor (1924). Todos estos estaban de
acuerdo en que el foco de análisis sería la conducta, ampliamente concebida, pero
rechazaron el modelo fisiologicista que se leía en Watson, en el que la conducta podía
equiparse finalmente a respuestas más o menos complejas, linealmente causadas. En
consecuencia, propusieron modelos molares de la conducta, enfatizando que ésta era
fundamentalmente una relación u organización de relaciones e incluían recursos
conceptuales adicionales para cubrir mejor varios aspectos de la conducta humana
(v.gr. las respuestas biosociales de Weiss, las funciones estimulativas institucionales
de Kantor, y la conducta moral de Holt, por citar algunos).
El desarrollo del conductismo privilegió algunos enfoques más que otros, que
descendían directa o indirectamente de los anteriores pero finalmente fue el sistema de
Skinner (1938) el que llegó a ser dominante desde la década de los cuarenta. En
adelante, para muchas generaciones ser conductista significó ser skinneriano, y
cualquier intento de abordaje psicológico desde esa filosofía significaba enmarcar los
problemas desde las categorías de las contingencias de reforzamiento y castigo. Pero
el conductismo como filosofía ampara a muchas modalidades científicas, y por tanto,
es legítimo pensar un proyecto conductista para estudiar la conducta humana compleja
desde categorías no-skinnerianas, si es que éstas llegan a valorarse como no
suficientes o adecuadas.

Técnicas del conductismo


La terapia conductual intenta modificar los patrones de conducta desadaptados
mediante la aplicación de los principios del aprendizaje, al manipular las recompensas
y castigos ambientales.
Las principales características de la terapia conductual son:
➢ centrarse en la conducta observable.
➢ La cuidadosa evaluación de la conducta a modificar.
➢ El control y evaluación de los efectos del programa en la alteración de la
conducta.
➢ El interés por los cambios conductuales socialmente significativos.
La modificación de la conducta se lleva a cabo mediante :
➢ Técnicas derivadas del condicionamiento clásico.
➢ Técnicas del condicionamiento operante.
En el condicionamiento clásico los estímulos provocan respuestas automáticas,
mientras que en el condicionamiento operante las conductas se controlan mediante la
alteración de las consecuencias que les siguen.
a) Las técnicas del condicionamiento clásico son:
➢ La asociación de estímulos y la conducta refleja.
➢ La desensibilización sistemática.
➢ La imaginación emotiva.
​b) Las técnicas del condicionamiento operante son:
➢ El refuerzo positivo.
➢ El refuerzo negativo.
➢ El castigo.
➢ La extinción.
➢ El autocontrol.
➢ La retroalimentación.

Referencia:
Adler, J.E. & Rips, L.J. (2008). Reasoning. Studies of human inference and its
foundations. Cambridge: Cambridge University Press.
Gestalt y sus fundamentos
La gestalt como terapia, hace su aparición por los años 30 y 40 del presente siglo,
debiéndose sus principios básicos a Frederick Perls , psicoanalista alemán, quien en
sus principios formativos, recibió gran influencia de Wilhelm Reich y de Kurt Goldstein.
Perls a causa de la Primera Guerra Mundial y por tener divergencias con el
psicoanálisis se vió obligado a emigrar de Alemania a Sudáfrica y allí creó su nueva
teoría "La Terapia Gestáltica" que abarca nuevas perspectivas filosóficas del hombre.
La terapia gestáltica se sirve básicamente de la psicología de la GestaIt, del
Psicoanálisis y de la Filosofía Existencial Europea.
GestaIt es una palabra alemana que significa totalidad, unidad, compuesta por dos
elementos unificados: Figura y Fondo.

FIGURA Y FONDO
Los psicólogos de la GestaIt han demostrado que el hombre, no percibe a las cosas
como entidades aisladas sin relación entre ellas, si no que las organiza en el proceso
perceptivo el, totalidades significativas.
El sujeto organiza básicamente las percepciones de la corriente sensorial aferente. Es
la experiencia primaria de una figura vista o percibida contra un segundo plano o fondo
y el sujeto tiende al cierre de ambos. Así por ejemplo: ver un cuadrado completo en un
conjunto de puntos aislados.
Los psicólogos de la gestalt sin embargo, se ocuparon solamente del estudio de las
percepciones de figuras externas en especial visuales y auditivas y no intentaron
aplicar sus estudios a las percepciones de los propios sentimientos, emociones y
sensaciones corporales. Fue Perls quien logró integrarlas utilizando los principios
básicos de la gestáltica, Ia motivación personal y las percepciones orgánicas
corporales.
El proceso deformación de la gestalt figura-fondo en los seres humanos se debe a la
importante cantidad de necesidades que tenemos que se encuentran en constante
desarrollo; es decir, según la gestalt, en organización de figuras y fondos que aparecen
y desaparecen.
Constantemente nos encontramos formando nuevas gestalts que al ser satisfechas o
cerradas eliminamos y reemplazamos por otras, permitiendo que nuestras conductas y
la experiencia perceptual sean organizadas por las necesidades primordiales en la
jerarquía.
Este proceso es esencial pues se encuentra en constante movimiento y nunca se
detiene, debido al natural proceso homeostático por el cual, el organismo satisface sus
necesidades.
La figura o gestalt es siempre lo más sobresaliente lo emergente, y el fondo es lo
difuso o indiferenciado. Este proceso de formación figura-fondo es lo que se denomina
formación gestáltica o formación de la figura, Cuando el proceso de formación
figura-fondo (gestalt) se encuentra bien integrado, firme y fuerte, se puede advertir que
figura y fondo se encuentran bien diferenciados; no hay un campo confuso sino algo
único; a medida que nos ocupamos de ella, la actividad perceptual se vuelve selectiva
y la conducta motriz se torna bien organizada, unitaria, coherente, dirigida a la
satisfacción de la necesidad. De igual manera las figuras que percibe el individuo son
unitarias y dominan el campo fenoménico; es así como desde el punto de vista
gestáltico, un sujeto integrado es aquél cuyo proceso se realiza en forma continua y sin
interrupciones.
Cuando una persona no logra satisfacer algunas necesidades o lo hace a medias, se
interrumpe, se perturba el proceso. Es decir, las gestalts no han sido gratificadas, no
han sido satisfechas, y de ésta manera se forman gestalts inconclusas, como las
denominadas "Asuntos Inconclusos". Esta interrupción del proceso se debe a tres
condiciones generales, que son las siguientes:
1. Cuando el contacto perceptual que hay entre el cuerpo mismo y lo que soy yo y el
mundo externo es defectuoso e insuficiente, o no hay un límite específico de
diferenciación entre ambos.
2. Cuando se bloquea la expresión franca de las necesidades, por lo cual no se llega a
satisfacerlas plenamente.
3. Por la represión, que impide la formación de nuevas gestalts y su conclusión. Para la
gestalt la represión es esencialmente motora, pues cuando surge una necesidad, ésta
tiende a darse a conocer en el plano muscular y la única manera de evitarla e inhibirla
es, contrayendo músculos antagónicos, que evitan que ese impulso se exprese
cabalmente. El sujeto se acostumbra a la necesidad sin saber lo que bloquea, sea una
tristeza, una alegría, una agresión, una sensación sexual, etc. La represión de este
modo, se mantiene a través de contracciones musculares crónicas; esto suele
observarse en las sesiones terapéuticas; por ejemplo un sujeto que experimente
ciertas necesidades trata de satisfacerlas sin lograrlo, y de algún modo se bloquean
quedando su proceso inconcluso y sin una clara diferenciación entre figura y fondo; el
sujeto se siente confuso, y no sabe distinguir entre las necesidades y el obstáculo.
Perls nos dice que hay emociones y conductas no disponibles, esto sería el fondo
sobre el cual aparece la figura.

La Terapia Gestáltica logra sus objetivos a través de técnicas o juegos como se les
denomina -empleadas en forma individual o grupal- poniendo siempre énfasis en las
emociones y sensaciones del cuerpo. En la terapia gestáltica existen innumerables
juegos que buscan generar, abrir gestalt para permitir la autorregulación de las
personas. Las reglas que se usan en gestalt no son órdenes, sino más bien
enunciados que se dan y que permiten unificar el pensamiento y los sentimientos. Son
los medios más eficaces para sacar a relucir las resistencias, promover el darse
cuenta, es decir que tienen valor de choque y sirven para demostrar al sujeto cuán
sutiles son las formas con las cuales evita experimentarse plenamente a sí mismo.

Referencias:
Fagan, J., y Shepherd, l. Teoría y técnica de la psicoterapia gestáltica. Traducido
del inglés. Buenos Aires: Amorrortu, 1976.
Humanismo y sus fundamentos
La psicología humanista, en su sentido más amplio, incluye a todos aquellos autores
que han desarrollado sus propuestas apuntando a una cierta concepción del ser
humano, del objeto de la psicología, de la patología, de la intervención psicológica y del
método para obtener conocimientos sobre todo lo anterior que se engarzan en la
tradición filosófica humanista. Considerada de este modo, es en la primera mitad del
siglo XX cuando surgen las primeras aportaciones de peso: en muchos aspectos la
obra de William James en Estados Unidos y las de Ludwig Bingswanger y Medar Boss,
entre otros, en Europa. Sin embargo, la psicología humanista, bajo esta denominación
y como movimiento relativamente organizado, se gesta durante las décadas de los
cincuenta y sesenta del siglo XX. En su aparición se pueden identificar influencias de
tres tipos: a) filosóficas; b) sociales y culturales; y c) propiamente del ámbito de la
psicología. Empecemos por estas últimas. Desde una perspectiva estrictamente
psicológica el movimiento de la psicología humanista nace con la pretensión de
configurarse como una alternativa a la visión del ser humano que proporcionan tanto el
psicoanálisis como el conductismo (las dos grandes fuerzas de la psicología en esos
años), de ahí que este movimiento sea también conocido como “tercera fuerza”. El
psicoanálisis y el conductismo serían criticados por sostener concepciones del ser
humano explícita o implícitamente negativas, deshumanizadas o reduccionistas así
como por su mecanicismo y determinismo. Las propuestas alternativas se van a
caracterizar, además de por este rechazo, por su variedad, hasta el punto de que es
más apropiado hablar de un movimiento que de una escuela. Esta crítica y el
consiguiente posicionamiento como tercera fuerza dentro del campo de la psicología,
vienen también influida por factores sociales y culturales. El desánimo y desasosiego
que sucedieron a la Segunda Guerra Mundial, la conciencia de la amenaza atómica y
la guerra fría, la insatisfacción social que culminó en los movimientos contraculturales
de los años sesenta, son elementos que conformaron el caldo de cultivo en el que
nació la psicología humanista. Sin embargo no hay que perder de vista que este
“malestar de la cultura” no era nuevo -aunque sí tenía algún elemento nuevo como la
posibilidad de destrucción masiva de la humanidad-, y que desde el punto de vista de
la historia del pensamiento la crítica tanto al pensamiento abstracto, como a los
mecanicismos y reduccionismos en la concepción del hombre tiene una larga tradición.
De esta tradición filosófica humanista y de su influencia en la psicología humanista
hablaremos en el apartado siguiente, pero adelantemos aquí que incide directamente
en el desarrollo en Europa de la psicología existencial, anterior a la eclosión
norteamericana de la psicología humanista. De hecho, en muchos textos se utiliza el
término humanístico-existencial para agrupar en un todo ambas corrientes. En lo
referente a los principales representantes de este movimiento ya se ha nombrado a
William James (ver cap. 5) dado que su concepción de la psicología y del método son
un marco en el que la psicología humanista se puede sentir cómoda. Autores como
Gordon Allport, Abraham Maslow o Carl Rogers junto a Ludwig Bingswanger, Medar
Boss, Rollo May, Victor Frankl, Eric Fromm o Ronald Laing forman un heteróclito grupo
del que trataremos de ver los elementos comunes.
El término humanismo escapa, como tantos otros en el terreno del pensamiento, a una
definición unívoca. En general, se tiende a asociar este término con las concepciones
filosóficas que colocan al ser humano en cuanto tal como centro de su interés. El
humanismo como movimiento filosófico resalta de un modo u otro la dignidad del ser
humano y postula algún tipo de ideal con respecto a él: según el tipo de ideal se ha
podido hablar de un humanismo cristiano, socialista, existencialista, científico, etc. La
defensa de las libertades individuales y de la democracia como forma de gobierno han
sido características de los dos Manifiestos Humanistas firmados en el siglo XX (1933 y
1974) por intelectuales y científicos. (Por cierto, uno de los firmantes del segundo
manifiesto fue Skinner.) Ferrater Mora señala que el humanismo puede ser entendido
como una determinada concepción del ser humano, concepción de la que acabamos
de describir algunos rasgos básicos, y también como un “método”, aspecto este de un
gran interés para comprender algunos elementos esenciales de la psicología
humanista.
Es en un autor de la importancia para la psicología como William James en quien
podemos ver que el humanismo propone, en cuanto que método de conocimiento,
romper con todo absolutismo y con toda negación de la variedad y espontaneidad de la
experiencia. El pensador humanista preferirá una mayor flexibilidad en la descripción
de lo real aunque eso suponga una pérdida de la exactitud racionalista. Estas
características del humanismo – rechazo del absolutismo y preferencia por la
flexibilidad frente a la exactitud racionalista-, suponen que los conocimientos más
relevantes sobre el ser humano se obtendrán focalizándose en los fenómenos
puramente humanos tales como el amor, la creatividad o la angustia. Quizá de un
modo más específico se ha hablado, con los matices que veremos más adelante, de la
influencia del existencialismo y de la fenomenología en lo que luego sería la psicología
humanista. El énfasis en la existencia, en cómo los seres humanos viven sus vidas, en
la experiencia del ejercicio o de la renuncia a la libertad será característico de los
filósofos existencialistas. Si el centro del interés es , en palabras de Unamuno, “el
hombre de carne y hueso”, entonces las especulaciones abstractas, por un lado, y el
cientifismo racionalista, por otro, serán rechazados. Es decir, el existencialismo se
niega a reducir al ser humano a una entidad cualquiera, sea esta la de animal racional,
ser social, ente psíquico o biológico. El método privilegiado, desde determinadas
visiones filosóficas, para acercarse al hombre y su experiencia será la fenomenología.
Del complejo método fenomenológico sólo apuntaremos aquí su propuesta de
descubrir lo que es dado en la experiencia, de reconsiderar los contenidos de la
conciencia tratando de ver más allá de los prejuicios, preconcepciones y teorías del
observador. Su propuesta de que la consciencia es siempre conciencia que tiende a
algo, es decir, que la conciencia es esencialmente intencional (no un computador que
recoge asépticamente datos) será importante en los planteamientos de la psicología
humanista y existencial.

Referencia: ​Tomado de Martorell, J. L. y Prieto, J. L. Fundamentos de Psicología, Ed.


C. A. Ramón Areces, Madrid, 2008.
Constructivismo y sus fundamentos

El constructivismo es una posición compartida por diferentes tendencias de la


investigación psicológica y educativa. Entre ellas se encuentran las teorías de Jean
Piaget (1952), Lev Vygotsky (1978), David Ausubel (1963), Jerome Bruner (1960), y
aun cuando ninguno de ellos se denominó como constructivista sus ideas y propuestas
claramente ilustran las ideas de esta corriente.

El Constructivismo, dice Méndez (2002) “es en primer lugar una epistemología, es decir
una teoría que intenta explicar cuál es la naturaleza del conocimiento humano”.P. El
constructivismo asume que nada viene de nada. Es decir que conocimiento previo da
nacimiento a conocimiento nuevo.

El constructivismo sostiene que el aprendizaje es esencialmente activo. Una persona


que aprende algo nuevo, lo incorpora a sus experiencias previas y a sus propias
estructuras mentales. Cada nueva información es asimilada y depositada en una red
de conocimientos y experiencias que existen previamente en el sujeto, como resultado
podemos decir que el aprendizaje no es ni pasivo ni objetivo, por el contrario es un
proceso subjetivo que cada persona va modificando constantemente a la luz de sus
experiencias (Abbott, 1999).

Lev Vygotsky es considerado el precursor del constructivismo social. A partir de él, se


han desarrollado diversas concepciones sociales sobre el aprendizaje. Algunas de
ellas amplían o modifican sus postulados, pero la esencia del enfoque constructivista
social permanece. Lo fundamental del enfoque de Lev Vygotsky consiste en considerar
al individuo como el resultado del proceso histórico y social donde el lenguaje
desempeña un papel esencial. Para Lev Vygotsky, el conocimiento es un proceso de
interacción entre el sujeto y el medio, pero el medio entendido como algo social y
cultural, no solamente físico. También rechaza los enfoques que reducen la Psicología
y el aprendizaje a una simple acumulación de reflejos o asociaciones entre estímulos y
respuestas. Existen rasgos específicamente humanos no reducibles a asociaciones,
tales como la conciencia y el lenguaje, que no pueden ser ajenos a la Psicología. A
diferencia de otras posiciones, Lev Vygotsky no niega la importancia del aprendizaje
asociativo, pero lo considera claramente insuficiente.

Referencia: ​ARAYA, Valeria, ALFARO, Manuela, & ANDONEGUI, Martín 2007


Constructivismo: Orígenes y perspectivas. Revista de Educación. Barquisimeto:
Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Cognitivismo y sus fundamentos
La psicología cognitiva o cognitivismo o psicología cognoscitivista o cognoscitivismo es
el área de la psicología que se encarga del estudio de la cognición​, es decir, de los
procesos mentales implicados en el conocimiento​. Tiene como objeto de estudio los
mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento, desde la
percepción​, la memoria y el aprendizaje​, hasta la formación de conceptos y el
razonamiento lógico​. El término cognitivo significa el acto de conocimiento​, en sus
acciones de almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la
información recibida a través de los​ sentidos​.
El interés de la psicología cognitiva es doble. El primer interés es estudiar cómo las
personas entienden el mundo en el que viven y también se abordan las cuestiones de
cómo los seres humanos toman la información sensorial entrante y la transforman,
sintetizan, elaboran, almacenan, recuperan y finalmente hacen uso de ella. El resultado
de todo este procesamiento activo de la información es el conocimiento funcional en el
sentido de que la segunda vez que la persona se encuentra con un acontecimiento del
entorno igual o similar está más segura de lo que puede ocurrir comparado con la
primera vez.

Cuando las personas hacen uso de su conocimiento construyen planes, metas para
aumentar la probabilidad de que tendrán consecuencias positivas y minimizar la
probabilidad de consecuencias negativas. Una vez que la persona tiene una
expectativa de la consecuencia que tendrá un acontecimiento, su actuación conductual
se ajustará a sus cogniciones.

El segundo interés de la psicología cognitiva es cómo la cognición lleva a la conducta.


Desde un enfoque motivacional, la cognición es un "trampolín a la acción". Para los
teóricos cognitivistas, la acción está principalmente en función de los pensamientos de
la persona y no de algún instinto, necesidad, pulsión o estado de activación (arousal)
Surgió como corriente psicológica en los años 1950 y 60 como reacción al
conductismo​. La principal discrepancia con este es el acercamiento a la llamada
cuestión de la​ caja negra​.

La psicología cognitiva surge como alternativa a la concepción conductista de la mente


como caja negra inaccesible. Es difícil atribuir su aparición a un único autor, pero sí
parece claro que su inicio coincide con la aparición y desarrollo de los ordenadores. El
funcionamiento de estas máquinas sirve como metáfora al investigador para explorar el
funcionamiento de los procesos cognitivos internos.

Es decir, la proposición conductista de la mente que no puede ser estudiada debido a


la imposibilidad de un acercamiento a través del método científico. En contraste, la
psicología cognitiva hace uso de procesos mentales para explicar la conducta (a
diferencia de tan solo asociaciones entre estímulos y respuestas​). Los psicólogos
cognitivos ponen énfasis en la influencia que el procesamiento de la información tiene
sobre la conducta, afirmando que el individuo compara la información nueva con su
"esquema" o estructura cognitiva preexistente. Los acontecimientos y las situaciones
nuevas se interpretan a la luz de lo que ya se ha aprendido. En ocasiones, es preciso
adaptar el esquema a esta información.

En ese momento de desarrollo de la psicología, esta se encontraba en un intento por


validarse como ciencia​, por lo que esta nueva psicología cognitiva despreció su
tradición fenomenológica propiciada por Wilhelm Wundt​, negando la validez de la
introspección como método para alcanzar un conocimiento objetivo. Así, la psicología
cognitiva es distinta de otras perspectivas psicológicas previas en dos aspectos
principales. Primero, acepta el uso del método científico​, y rechaza la introspección
como método válido de investigación, contrario a métodos fenomenológicos tales como
la psicología de Sigmund Freud (​psicoanálisis​). Segundo, plantea la existencia de
estados mentales internos (tales como creencias​, deseos y motivaciones​); lo contrario
que la​ psicología conductista​ de esa época.

Hipótesis cognitivista

Desde esta hipótesis, la cognición está conceptualizada como la manipulación de


símbolos a través de determinadas reglas. El sistema (mente) interactúa con los
símbolos, pero no con su significado, y el sistema (mente) funcionaría correctamente
cuando los símbolos representasen en forma adecuada la realidad externa o algún
aspecto de esta y el procesamiento de la información dentro del sistema (computación
simbólica) llevaría a una solución adecuada del problema que se ha presentado.Esta,
es la hipótesis considerada todavía por muchos como el principal exponente del
planteamiento cognitivista, y el paradigma del procesamiento de información y la
metáfora del ordenador​ es aún con el que más se identifica a la psicología cognitiva.

Hipótesis conexionista

La hipótesis conexionista implicaba una forma de cognición secuencial y localizada. Sin


embargo, estos planteamientos no concuerdan con los resultados más recientes de las
investigaciones neurocientíficas​, en que son más aceptados modelos cerebrales en
que las operaciones son distribuidas y se generan a partir de interconexiones masivas
que cambian producto de la experiencia. Sin embargo, las redes neurales tienen
propiedades formales casi desconocidas, pues aunque imiten procedimientos
neuronales, no necesariamente se corresponden con un estricto nivel empírico
adecuado.Muchos de estos trabajos han sido criticados por su implausibilidad
biológica.Debido a estas discrepancias y al rescate de ideas sobre sistemas
autoorganizados que estuvieron presentes en la etapa formacional de esta rama de la
psicología, pero que fueron ocultados por la hipótesis cognitivista, surge la necesidad
de una nueva conceptualización de la mente humana.

Referencia:​García García, Emilio (2007). «Primera ponencia. Teoría de la mente y


ciencias cognoscitivas»​. ​Nuevas perspectivas científicas y filosóficas sobre el ser
humano​. Madrid: Universidad Pontificia de Comillas. p. 19
Psicología Positiva

Es "el estudio científico del funcionamiento humano positivo y el florecimiento en


múltiples niveles que incluye las dimensiones biológica, personal, relacional,
institucional, cultural y global de la vida. " se encarga de estudiar las bases del
bienestar psicológico y de la felicidad​, así como de las fortalezas y virtudes humanas.
La psicología positiva reflexiona sobre lo que le da valor a la vida, y qué factores
contribuyen para vivir una vida plena. Este enfoque es denominado también, por
algunos autores, como salutogénico.​

Tradicionalmente, la psicología ha dedicado mucho esfuerzo a estudiar los aspectos


negativos y patológicos del ser humano (​ansiedad​, estrés​, depresión​, etc.), dejando de
enfocarse en el estudio de aspectos positivos, como la creatividad​, la inteligencia
emocional​, el humor, la sabiduría, la​ felicidad​, la​ resiliencia​, etc.

La psicología positiva complementa, sin la intención de reemplazar o ignorar, las áreas


tradicionales de la psicología​. Al enfatizar el estudio del desarrollo humano positivo,
este campo ayuda a equilibrar otros enfoques que se centran en deficiencias y que
pueden producir una comprensión limitada. La psicología positiva también ha puesto
un énfasis significativo en fomentar la autoestima y la autoestima positivas, aunque es
menos probable que los psicólogos positivos con una inclinación menos humanista se
centren tan intensamente en el tema.​

Una de las características definitorias de la psicología positiva, respecto a sus


antecedentes históricos, radica en que, dentro de sus principios, se establece que se
enmarcará dentro del método científico​. De esta forma, los hallazgos obtenidos, así
como las aplicaciones, tendrán la garantía de haber sido validadas científicamente.

Teorías

La auténtica felicidad

En su libro ​Felicidad auténtica (2002), Martin Seligman propone una combinación de 3


aspectos para tener​ felicidad​:

1. La vida placentera: busca sentimientos de emociones positivas como alegría,


gratitud​, inspiración; todas ellas temporales influidas por nuestro ambiente
externo, sin embargo necesarias para el desarrollo de la felicidad; el placer en
este componente es por lo general gratificación inmediata que es meramente
subjetiva, diferente para cada persona y se habitúan a ella fácilmente.
2. La vida comprometida: se busca un estado de flujo​, en el cual la persona
encuentra que estas actividades son altamente satisfactorias y nos llevan a ser
quienes aspiramos ser en la vida, utilizando nuestros recursos y capacidades
para lograr un objetivo determinado.
3. La vida con significado: es estar al servicio de algo más grande que sí mismo,
que mejore al mundo, a las demás personas y crear una diferencia positiva.

Teoría del bienestar

Esta teoría proviene de una evolución de la teoría de la auténtica felicidad, la cual


Seligman retoma en su libro ​Florecer (2011).​ La felicidad está ligada a experimentar
una emoción positiva, a estar contento y se basa en lo que elegimos sentir por su valor
intrínseco. Aunque el sentimiento de felicidad y placer son indispensables para el
bienestar, Seligman distingue que en la primera teoría, la felicidad depende del
contexto presente y está estrechamente ligado al estado de ánimo de ese momento,
además, por ser un constructo meramente subjetivo, la felicidad es difícil de medir
empíricamente de manera cuantitativa y duradera, lo que hace su estudio científico
totalmente subjetivo.​

Seligman concluye que existen 5 elementos para el bienestar, dentro del modelo
PRISMA:

1. Positividad: Ser capaz de ver los resultados positivos, tener un punto de vista
optimista y una visión positiva del pasado, presente y futuro; el placer y la
satisfacción son parte importante de este elemento.
2. Relaciones positivas: La presencia de familia, amigos, intimidad y conexiones
sociales.
3. Involucramiento: También llamado compromiso, implica la presencia de un
estado de flujo en cierta actividad, esta debe requerir una habilidad superior y
ser un poco difícil y desafiante, pero aun así posible para el que la realiza. El
compromiso implica pasión y concentración en la tarea en cuestión.
4. Significado: También llamado sentido, implica tener un propósito de vida, saber
el porqué de nuestra existencia en la tierra para darle significado a nuestra vida.
5. Metas Alcanzadas: En cualquier momento de la vida, alcanzar metas es
satisfactorio en sí mismo. Los logros son un elemento que no funcionan
aislados, sino que van de la mano de los elementos antes señalados. Implica
ponernos metas a corto, mediano o largo plazo, y alcanzarlas.

Referencia: ​Seligman, Martin E. P.; Csikszentmihalyi, Mihaly (2000). «Positive


psychology: An introduction.»​. American Psychologist (en inglés) 55 (1): 5-14. ISSN
1935-990X​.​ doi​:​10.1037/0003-066X.55.1.5​. Consultado el 6 de marzo de 2019.
Conclusión:
Es interesante conocer sus aplicaciones y definiciones de los paradigmas de la
psicología para poderlos aplicar hacia nuestros alumnos

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