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FEBRERO 2024
ENTRE MOMIAS,
ZOMBIS Y ESPÍRITUS
¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?
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ENTRE MOMIAS,
ZOMBIS Y ESPÍRITUS
¿Qué dice la Biblia sobre la
vida después de la muerte?
A
ni y su esposa Tutu vivían en Tebas
(Egipto) alrededor del año 1250 a.C.
Estaban preocupados por la vida en el
más allá. Debían prepararse con gran
cuidado para superar los obstáculos
y los peligros que los esperarían en
el Duat (inframundo), hasta llegar al
trono del Osiris (dios y rey mítico egipcio) y que sus ba
(espíritus) sean inmortales. Para prevalecer ante estas
pruebas, debían conocer y expresar diversas oraciones,
fórmulas mágicas, letanías y sortilegios. Estas recitaciones
debían copiarse en un papiro y colocarse en el ataúd como
un “manual orientativo” para la hora del juicio final. Este
papiro sería el pasaporte para la inmortalidad.
Ani y Tutu mandaron realizar uno de los papiros más
costosos, lujosos y completos que los ayudaría a llegar al
Arus (el paraíso de Osiris). Hoy, este documento es conocido
como el Libro de los muertos.1 Su original se encuentra en el
Museo Británico desde el año 1888, 2 y es considerado uno de
los libros más antiguos de la historia.
El Libro de los muertos refleja las antiguas creencias egipcias
sobre la naturaleza de la muerte y el destino del alma en el
más allá. Sin embargo, estas creencias se alejan en dirección
opuesta a lo enseñado por la Biblia con respecto al estado de
los muertos. Ya desde el Pentateuco, Dios advierte sobre el
peligro de consultar adivinos, astrólogos, hechiceros, magos,
encantadores y espiritistas (Deut. 18:10, 11). En la actualidad,
las manifestaciones espiritistas rebosan por doquier en las
series, películas y dibujos animados para niños; así como
también son populares en canciones, en obras literarias, en
el teatro y en los referentes culturales de moda.
L
humano
os primeros capítulos de la Biblia nos afirman que
la vida procede de Dios (Gén. 1-2; Deut. 32:39; Job
12:10; Sal. 33:6, 9; 36:9; Hech. 17:28). Génesis 2:7 es
fundamental para comprender la naturaleza del
ser humano. En primer lugar, nos dice que “Dios el Señor
modeló al hombre del polvo de la tierra”. Él lo modeló,
pero continuaba siendo materia inerte. Cuando sopló
en él su aliento (heb. nishmat/ nešamâ) de vida, llegó a
ser una persona viviente (heb. nepeš hayah). Ante esta
acción divina, el polvo se convirtió en huesos, órganos y
la carne del cuerpo vivo de Adán.
Debemos ser cuidadosos en no adjudicar al “aliento de
vida” connotaciones metafísicas. Richard M. Davidson afirma
que el relato deja en “claro que este aliento no es entendido
POR CHRISTIAN VARELA
L
El origen de la muerte y su naturaleza
a primera referencia bíblica que hallamos sobre
la muerte se encuentra en la advertencia divina
al hombre en el Edén. En Génesis 2:16 y 17, leemos:
“Y Dios el Señor mandó al hombre: ‘Puedes comer
de todo árbol del huerto, pero del árbol del conocimiento
del bien y del mal no comerás. El día que comas de él, de
cierto morirás’ ”.
Satanás engañó a Eva con gran astucia. Contradijo el
mandato divino afirmando que no morirían (3:4). Al des-
obedecer, la muerte ingresó en la experiencia humana.
Vemos que esta no fue el resultado natural de una evolución;
tampoco fue por un accidente de Dios ni de la humanidad.
Esta es la consecuencia del pecado (Rom. 5:15; 6:23; 7:5; 8:6; 1
Cor. 15:21, 56; Heb. 9:27).
La idea central sobre la naturaleza de la muerte se encuen-
tra en la sentencia divina comunicada a Adán. Génesis 3:19
señala: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que
vuelvas a la tierra de donde fuiste tomado; pues polvo eres,
y al polvo volverás”. Aquí vemos que la muerte es el proceso
inverso de la creación. Es la desintegración completa del
ser. La persona espira el aliento vital y se descompone su
cuerpo volviendo al polvo (Job 10:8, 9; 17:16; 21:26; Job 34:15;
Sal. 30:9; 49:20; Salmo 104:29; 116:3; 146:4; Ecl. 12:7; Dan. 12:2; 1
Cor. 15:47). Oscar Cullmann afirmó que “para el pensamiento
cristiano y judío, la muerte del cuerpo significa también la
destrucción de la vida creada por Dios; no hay diferencia.
La vida de nuestro cuerpo es vida verdadera. La muerte es
la destrucción de toda vida creada por Dios”.6
El espíritu o alma de la persona muerta no va a ningún
lado. Por esta razón, la muerte no se considera como un
cambio de estado de un cuerpo físico a uno espiritual. Las
palabras hebreas y griegas referentes a la muerte evidencian
que esta es la finalización completa de la existencia del ser
en todas sus funciones.7
¿Cuál es la condición de la de engañar a la humanidad con su mentira En otras ocasiones lo hace como “abismo”
C
persona muerta? “no morirás” es la serpiente antigua, Satanás. (Deut. 32:22; Isa. 31:15; Eze. 32:27; Sal. 139:8),
omo vimos, el aliento de vida, el El apóstol Pablo, en 2 Corintios 11:14, nos “muerte” (Job 17:16) y “fosa” (Prov. 9:18).
espíritu o el alma no sobreviven a advierte que “el mismo Satanás se disfraza La Biblia describe al Seol en las profun-
la muerte. La persona se desintegra de ángel de luz”. didades de la Tierra. La persona muerta
y ya no existe. Por eso, la Biblia Como ya lo expresamos, la Biblia presenta “desciende” a él (Deut. 32:22; Isa. 57:9; Job 11:8;
compara este estado como la idea de alguien una verdad muy diferente de lo sostenido 17:16; Prov. 9:18; etc.). De esta manera, se asocia
inconsciente, que no piensa ni siente. En por muchas culturas vinculadas con Israel. al sepulcro (Sal. 30:3-4; Prov. 1:12; Isa. 14:15;
el Salmo 30:9, leemos que los muertos no Lamentablemente, el dualismo helénico 38:18; Eze. 31:16). Está en dirección opuesta al
hablan ni alaban a Dios: “¿Qué provecho influyó de forma significativa en el judaísmo Cielo (Job 11:7-9; Sal. 139:8; Isa. 7:11; Amós 9:2, 3).
hay en mi muerte, en que yo descienda a la intertestamentario y en el fariseísmo del Quienes descienden allí no vuelven (Job 7:9). El
tumba? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará Nuevo Testamento. Durante estos tiempos descenso al Seol es un eufemismo claro para
tu verdad?” (cf. Sal. 6:5; 31:17; 88:10-12; 94:17; de turbulencia sociopolítica, los escritos referirse al entierro y la descomposición del
115:17; 146:4). Salomón expresó al respecto pseudoepigráficos y rabínicos dieron nuevas cuerpo en polvo. Por eso, fue utilizado como
que “los muertos nada saben, ni tienen más connotaciones al Seol y al Hades. Muchos de sinónimo de la muerte misma (Sal. 30:3; 86:13;
paga; hasta su memoria queda en el olvi- ellos prevalecen en la actualidad, y destacan 88:3), o en relación directa con ella (Job 38:18; 2
do. También su amor, su odio y su envidia que son lugares en los que se encuentran Sam. 22:6; Isa. 28:18; Sal. 43:14; 89:48; Eze. 32:21).
perecieron ya, y nunca más participan en las almas. Por cuestiones de espacio, solo Metafóricamente, varios personajes bíblicos
nada de lo que se hace bajo el sol” (Ecl. 9:5, mencionaremos lo expuesto por la Biblia. lo vieron como su futuro “hogar”, o “morada”
6; cf. Job 14:21). (Gén. 37:35; 42:38; Job 14:13; 17:13; 1 Rey. 2:9, 10).
L
Dios consideró un grave pecado comuni- El Seol En el contexto metafórico, los autores
carse con los muertos. Prohibió a su pueblo a palabra hebrea Seol aparece 66 bíblicos también lo personificaron. Le atribu-
realizar contactos con ellos (Lev. 19:31; 20:17). veces en el Antiguo Testamento. La yeron características que recalcan su función
Deuteronomio 18:10 y 11 nos recuerda: “No haya traducción española Reina-Valera destructora. Se presenta con una “garganta”
en ti […] adivino, ni astrólogo, ni hechicero, ni la traduce directamente como Seol. y una “boca” (Isa. 5:14; Hab. 2:5; Sal. 141:7) y
mago; ni encantador, ni espiritista, ni quien Por su parte, la Nueva Versión Internacional también “manos” (Sal. 49:15). Además, tiene
consulte a los muertos”. Los difuntos, por no suele traducirla como “sepulcro” (Gén. 37:35; poder (Sal. 89:48; Cant. 8:6) y realiza pactos
existir, no pueden comunicarse. Por lo tanto, Núm. 16:30, 33; 1 Sam. 2:6; 2 Sam. 22:6; Isa. (Isa. 28:15, 18). Es insaciable (Hab. 2:5; Prov.
cualquier manifestación de este tipo no 5:14; Ose. 13:14; Amós 9:2; Jonás 2:2; Job 7:9; 27:20; 30:16) y traga todo a su paso (Prov.
proviene de Dios. Creemos que la encargada Sal. 6:5; 9:17; 16:10; Prov. 1:12; Ecl. 9:10; etc.). 1:12). Nadie escapa de sus lazos (Sal. 18:5).
L
una referencia al sepulcro o la tumba, lugar Conclusión
donde todos iban al morir. ENSEÑAN QUE a antropología bíblica es monista; es
decir, concibe al ser humano como
SOLO POR MEDIO
L
El Hades una unidad bio-psico-espiritual.
a palabra Hades es una palabra No es una unión temporaria del
griega que aparece más de cien veces DEL MINISTERIO cuerpo más alma, o espíritu. Es un ser
en la conocida Septuaginta (LXX).
En la mayoría de las ocasiones, es
DE CRISTO EL viviente indivisible. El concepto monista
de la naturaleza de la humanidad enfati-
la traducción de la palabra hebrea Seol. Por
otro lado, en el Nuevo Testamento se la
PECADOR LA za la unidad y la interrelación funcional
de las experiencias corporales, mentales,
menciona once veces. Veamos sus aplica- ALCANZARÁ”. emocionales y espirituales. Al morir, todas
ciones principales utilizadas por Jesús y sus funciones concluyen.
los apóstoles. La muerte es real para toda persona. Si
En Mateo 11:23 y Lucas 10:15, Jesús expresó da con el del Seol en el Antiguo Testamento. bien existen pasajes que presentan cierta
una sentencia contra la orgullosa Capernaúm. Ambos términos denotan la tumba. El único ambigüedad, estos deben considerarse desde
Allí aludió al Hades como un lugar contra- pasaje que parece referirse al Hades como un el principio establecido por la Biblia misma:
puesto al Cielo, refiriéndose a la humillación lugar de estado intermedio de los muertos y la muerte es cesación del ser entero. Esta
que sufrirá esta ciudad. De esta manera, de castigo a los pecadores se encuentra en el premisa no permite la interpretación de la
simplemente expresó una contraposición relato del rico y Lázaro (Luc. 16:9-31). vivencia del aliento de vida, el espíritu o el
de condición más que un lugar de castigo y Si bien no podemos analizar exhaustiva- alma de manera desencarnada. La muerte no
sufrimiento. mente, aquí tiene un significado diferente. es la transición de un estado corporal a otro
En Mateo 16:18 se presenta a las puertas ¿Cuál fue la razón? Jesús narró una parábola, espiritual. Ninguna de estas descripciones
del Hades, frase que parece aludir a Isaías y como tal no debe interpretarse de manera del ser humano tiene inmortalidad que las
38:10 (Sal. 9:13; 107:18; Job 38:17). El contexto literal. Jesús no apoyó la idea de la inmortali- capacite para vivir independientemente.
muestra que la muerte no vencería a Cristo, dad del alma. Si interpretamos la narración La Biblia no presenta un interés concreto
quien resucitaría al tercer día (Mat. 16:21). Él de Jesús de forma literal, tendríamos que sobre la vida después de la muerte. Por tal
obtuvo una victoria completa y definitiva contradecir otras creencias fundamentales razón, no se describe ni se hace referencia
sobre la muerte. Esta idea es confirmada de la Biblia. Por ejemplo, el estado de Abra- a lo que sucede luego de morir en el Seol ni
por el sermón de Pedro en Hechos 2:29 al ham luego de su muerte. En esta parábola en el Hades. Tanto el uno como el otro se