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Ecoturismo, ambiente y desarrollo local en Monteverde

Article in Revista de Ciencias Ambientales · June 2019


DOI: 10.15359/rca.31-1.1

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4 4,926

3 authors, including:

Daniel Villalobos Céspedes Keynor Ruiz-Mejias


National University of Costa Rica National University of Costa Rica
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REVISTA SEMESTRAL DE LA ESCUELA DE CIENCIAS AMBIENTALES UNIVERSIDAD NACIONAL COSTA RICA Nº 31 JUNIO 2006 ISSN 1409-2158

CONTENIDO
2 Ecoturismo, ambiente
y desarrollo local en Monteverde
Marvin Acuña, Daniel Villalobos
y Keynor Ruiz

21 Turismo, motor de crecimiento


y desarrollo de Costa Rica
Marco Otoya

27 Los recursos biológicos en la mira


de los tratados comerciales
Silvia Rodríguez

34 Riesgos ambientales de la nanotecnología:


nanopartículas y nanoestructuras
Gian Carlo Delgado

Director y editor Eduardo Mora


Consejo editor Marielos Alfaro, Gerardo Budowski,
Enrique Lahmann, Enrique Leff, Olmán Segura, Rodrigo
Zeledón
Fotografía Alfredo Huerta [salvo señalamientos]
Asistencia y administración Rebeca Bolaños
Monteverde
Teléfono: 277-3688. Fax: 277-3289
Apartado postal: 86-3000, Costa Rica.
ambientico@una.ac.cr.
y turismo
Estando ya bien comprobado y consensuado que el turismo es el principal motor de la economía de
Costa Rica, y que nuestra naturaleza es el atractivo central en la promoción de aquél, lo que nos resta
es perfilar bien un modelo de desarrollo de la industria turística que, sin alterar significativamente el
entorno natural asegure que los beneficios económicos sean para las comunidades locales y para la
sociedad nacional -en vez de para el gran capital extranjero- y, coherentemente, que tal industria
dinamice las economías local y nacional -más que las economías de los países de origen de los turistas.
Monteverde, donde hay tres áreas silvestres protegidas y una población empeñada en el cuido de todo
el ambiente del lugar y en su aprovechamiento turístico sostenible, parece haberse convertido en
paradigma ecoturístico nacional y, acaso también, mundial. Allí, donde el comportamiento de los
pobladores ante el entorno biofísico luce modélico, las actividades económicas en función del
ascendente turismo son propiedad de pequeñas empresas locales que, poco a poco, se han ido
encadenando unas con otras convirtiéndose en un complejo que no precisa de apoyos externos para
satisfacer muy solventemente la demanda turística que existe en el lugar. En esta edición dedicada
prioritariamente a turismo en Costa Rica se pone énfasis en el caso Monteverde.
Ecoturismo, ambiente
y desarrollo local en Monteverde
MARVIN ACUÑA, DANIEL VILLALOBOS Y KEYNOR RUIZ
Resumen
Se presenta los resultados de un estudio que procuró definir el potencial de la riqueza natural, y otros determinantes, en la formación y desarrollo del
cluster ecoturístico en Monteverde (Costa Rica): Se muestra el aprovechamiento económico exitoso de la riqueza natural del lugar, la contribución del
capital en el desarrollo de la zona, el tipo y calidad de los vínculos entre los agentes económicos y su impacto en la competitividad y sustentabilidad de
las actividades vinculadas al cluster. Se indica en qué medida la gestión ambiental constituye un eje estratégico en dicho cluster y, también, el grado de
articulación y relacionamiento alcanzado por las diferentes actividades emergidas alrededor de los atractivos ecoturísticos de Monteverde. Asimismo, se
evidencian las fortalezas y debilidades de esa actividad, identificando el rol de las políticas públicas en el marco de las acciones individuales y/o
concertadas necesarias para elevar la cohesión, competitividad y sostenibilidad del cluster.

The results of a study that tried to define the potential of the natural wealth, and other determinants, in the formation and development of the
ecotouristic cluster in Monteverde (Costa Rica) are presented: the successful economic use of the natural wealth of the place, the contribution of the
capital in the development of the zone, the type and quality of the bonds between the economic agents and their impact in the competitivity and
sustainability of the activities related with the cluster. It’s indicated to what extent the environmental management constitutes a strategic axis in this
cluster and, also, the degree of articulation and relationship reached by the different activities emerged around the ecotouristic attractions of
Monteverde. Also, the strengths and weaknesses of that activity are demonstrated, identifying the roll of the public policies within the framework of the
individual and/or arranged actions necessary to elevate the cohesion, competitivity and sustainability of the cluster.

M
onteverde fue conocido por medio de la Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde mucho antes de
llegar a ser uno de los principales destinos ecoturísticos del mundo. La Reserva atrajo la atención de la
comunidad científica internacional tan pronto como los primeros estudios sobre la zona hicieron de
conocimiento público la singularidad y la notable riqueza de su biodiversidad. El interés científico inicial atrajo
posteriormente al turismo comercial a la zona y muy pronto la Reserva llegó a ser el principal atractivo turístico de
la región. No obstante, la singularidad de Monteverde radica no solo en sus recursos naturales protegidos sino
también en que es el asiento de una comunidad rural innovadora, emprendedora y próspera que, con no pocos
errores y desaciertos, ha logrado conciliar los objetivos propios de su desarrollo económico y social con la
preservación de los recursos de su entorno natural. Youngblood se refiere a Monteverde de la siguiente manera:
“Monteverde and the Monteverde Cloud Forest offers an excellent microcosmic example of the intrincate problem
facing Costa Rica: a community and nature reserve, both of which are as vulnerable as they are profitable”
(Youngblood 1991: 5).
Monteverde fue fundado en 1951 por 12 familias cuáqueras (un total de 40 personas) provenientes de Alabama,
Estados Unidos, quienes adquirieron 3.000 acres de montaña de los que solo dos tercios fueron ocupados para
actividades productivas. Mientras por el acicate de la cultura agrícola dominante la expansión de la frontera agrícola
y su columna de avanzada, la ganadería extensiva, llevaban a la destrucción y a un pobre aprovechamiento de los
bosques naturales de la zona, los cuáqueros viraron hacia prácticas agrícolas más sostenibles, no solo frenando el
avance sobre la frontera agrícola sino también destinando esas áreas a la regeneración y a la conservación hasta
entregarlas en 1971, para su administración, al Centro Científico Tropical, convirtiéndose en 1973 en la Reserva
Bosque Nuboso de Monteverde. En los años posteriores, mediante donaciones y adquisiciones financiadas con
fondos internacionales, la Reserva se ha ampliado hasta superar los 25.000 acres.
Mundialmente, Monteverde se destaca, entre otras razones, por su diversidad de vida silvestre, en torno a la que
en los últimos 15 años han proliferado los más variados negocios asociados al turismo sobre la base de atractivos
turísticos que solo recientemente han adquirido tal estatus: la riqueza natural, el modo de gestionar actividades
productivas y de servicios, la calidad humana, el desarrollo de una cultura ambientalista por parte de la comunidad
habitante y, asimismo, su historia, conforman el eje principal del auge de dichos negocios. Recientemente cobra
importancia la competencia por los factores y recursos disponibles en la zona, como tierras y mano de obra, factores
que han visto incrementado su precio de manera exorbitante. Existe un desplazamiento espacial de las actividades
agrícolas y pecuarias y una fuerte migración foránea atraída por el auge del turismo, entre otros efectos (Incae
1996).

Marvin Acuña, Daniel Villalobos y Keynor Ruiz, economistas, son profesores e investigadores en la Universidad Nacional. Este artículo tiene como
base la investigación sobre el cluster ecoturístico de Monteverde, en la que se contó con la colaboración del Proyecto Energía, Ambiente y Pobreza,
desarrollado en el marco del convenio entre Cinpe-Universidad Nacional y Escuela de Administración y Empresa de Bergen, Noruega.

2
El análisis del cluster ecoturístico de Monteverde que a continuación se presenta se inicia con una visión
general de la dinámica económica del sector turismo costarricense. Para esto, lamentablemente, la información
disponible fue insuficiente, por lo que algunos indicadores socioeconómicos de la dinámica de tal sector no podrán
ser considerados. En esas coordenadas se hará una breve referencia a ciertos criterios en torno al cluster turístico
costarricense según algunos estudios. Respecto del cluster ecoturístico de Monteverde se presenta los resultados de la
investigación de campo, en la que se aplicó una entrevista estructurada dirigida a empresarios y trabajadores ligados
a las actividades turísticas en la zona y a diversas organizaciones locales denominadas aquí actores clave. En total se
entrevistó a 30 empresarios, 42 trabajadores y 15 actores clave que representan los principales componentes del
cluster en estudio. Mediante la entrevista se recolectó información en torno a una serie de aspectos relacionados con
la dinámica y el tipo y la calidad del cluster -aspectos claves para calificar su éxito. Algunos de los temas planteados
son de carácter general y otros específicos, entre los que algunos se aplican a los tres grupos de entrevistados
indiferentemente. Para los empresarios los temas tratados fueron: la inversión, la gestión ambiental, el empleo, la
capacidad instalada y su ocupación, la percepción en torno al desarrollo de los principales atractivos turísticos de la
zona, los tipos de vínculos y estrategias de inserción en el cluster, la relación entre sostenibilidad y competitividad en
el cluster, el papel del estado y de sus instituciones locales, las debilidades y fortalezas del cluster, el papel de los
actores claves, la competencia y la innovación en el cluster, el vínculo y la organización gremial y las condiciones
laborales. A los actores clave y a los trabajadores se les consultó también sobre los impactos socio-economicos y
culturales del turismo en la comunidad, sobre los beneficios generados a nivel comunal, sobre los programas de
gestión ambiental que lleva a cabo la comunidad y el sector empresarial, sobre el tipo y la calidad de los vínculos a
nivel organizacional y sectorial, sobre las estrategias de acción económica, social y ambiental y sobre la calidad de
vida.

Monteverde, Costa Rica

3
El cluster ecoturístico de Monteverde
Aspectos generales
Monteverde es un distrito de la provincia de Puntarenas, Costa Rica, circundado entre otras localidades por
Santa Elena, Cerro Plano, San Luis, Cañitas, San Rafael, Tornos, Turín y La Cruz. Dicho distrito limita al norte y
al oeste con el cantón de Abangares (provincia Guanacaste), al este con la provincia de Alajuela y al sur con la zona
de Guacimal, Puntarenas. El clima de Monteverde varía de templado a frío, con temperaturas promedio de 20 °C,
siendo octubre y noviembre los meses más marcados de la época lluviosa. La geografía de la zona es variada y
elevada, con altitudes entre 1.200 y 1.800 metros. Los mayores problemas que presenta Monteverde están
relacionados con el tipo y la calidad de las vías de acceso y los medios de transporte. La población de la zona es de
carácter rural y se concentra especialmente en las comunidades Santa Elena y Cañitas, en Abangares. Según
registros estadísticos de la Clínica Monteverde, la población total de Monteverde es de 4.600 habitantes
aproximadamente, con una distribución de 171,23 por kilómetro cuadrado. Por problemas de inscripción, evasión
de seguros por parte de los patronos y del alto flujo migratorio no se conoce con exactitud el tamaño de la población
en la comunidad.
Asimismo, se ha estimado que en esa comunidad predomina la población joven: aproximadamente el 44 por
ciento de ella se encuentra en el rango 0-19 años de edad, dominando los menores de 15 años y siendo iguales en
número los hombres y las mujeres; el 41 por ciento se ubica en el rango 20-49 años de edad; el 15 por ciento es
mayor de 50 años, y la población de más de 60 constituye el 8 por ciento del total, del cual el 50,5 por ciento son
varones.
Aunque la cantidad de la población económicamente activa no se conoce con exactitud debido en especial a que
mayoritariamente los empresarios no reportan bien el número de empleados activos, la Clínica de Monteverde ha
estimado que dicha población es cercana a las 3.700 personas, lo que representa más del 80 por ciento de la
población asentada en la zona. La mayor parte de la gente que habita Monteverde es local, pero con el desarrollo
del ecoturismo se ha incrementado la población procedente de otras regiones del país. Se estima que el 95,2 por
ciento de la fuerza de trabajo se desempeña en labores relacionadas con actividades turísticas.
Según la Clínica de Monteverde, en 1999 se anotó un total de 966 estudiantes que asisten a educación primaria y
secundaria. En la comunidad existen seis escuelas públicas, y tres privadas en las que está matriculado cerca del 20
por ciento de los estudiantes de primaria. Estas escuelas brindan también educación secundaria hasta el noveno
año. En la zona solo hay un colegio público, creado en 1977, que en el año 2000 registró 315 estudiantes,
mostrando un crecimiento de 25 por ciento respecto del año anterior; en él se brinda capacitación en ecoturismo y
agroecología y su dirección estima que la deserción es aproximadamente del 15 por ciento, concentrándose
mayoritariamente en el séptimo nivel de colegiatura, o sea, el primer año de estudios secundarios.

Actividad ecoturística
De acuerdo con la encuesta aérea de 1998, Monteverde ocupa el primer lugar visitado en temporada alta por los
turistas extranjeros según el promedio de noches de estadía, seguido muy cercanamente por la península de Osa. No
obstante, en temporada baja dicho destino turístico apenas ocupa el penúltimo lugar visitado, debido básicamente a
la alta pluviosidad e intensidad de la humedad y del frío. Los turistas europeos y canadienses son los que mayor
número de noches promedio permanecen en Monteverde: en temporada alta los europeos hacen estadías promedio
de 7,3 noches y los canadienses de 7,5; en la baja aquéllos la hacen de 5,0 y éstos de 3,9. Las estadías de los
estadounidenses son, en la alta, de 5,9 noches promedio y, en la baja, de 2,2. Según los hoteleros, los turistas
internacionales pernoctan en promedio 1,9 noches (o entre una y tres noches) en un hotel de Monteverde; siendo su
gasto promedio -durante el tiempo de alojamiento en un hotel- de $52,75; sin embargo, los hoteleros de los
establecimientos más lujosos aseguraron percibir entre $50 y $100 promedio por turista por día.
Aproximadamente 50.000 turistas extranjeros visitan anualmente la comunidad de Monteverde. En respuesta a
esa importante afluencia turística, la aparición y el crecimiento de nuevas actividades y empresas que proveen
diversos bienes y servicios relacionados han sido continuos: servicios de hospedaje, gastronomía e información
turística y los relacionados con ofertas de nuevos atractivos turísticos. La mayor parte de estas empresas y
actividades se localizan y distribuyen de la siguiente forma: en Santa Elena, 23,3 por ciento; en Monteverde, 33,3
por ciento, y en Cerro Plano, 40 por ciento. El 63,4 por ciento de los establecimientos consiste en: hoteles (26,7 por
ciento), restaurantes (16,7 por ciento) y cabinas (20 por ciento). El resto de los negocios se dedican al comercio o
actividades relacionadas con las agencias de viajes, servicios de transporte y otros. El 56,7 por ciento de las
empresas en cuestión son de carácter familiar, mientras que el 36,7 por ciento están conformadas por sociedades
anónimas. El 80 por ciento de los empresarios de la zona reportó que el turista al que atiende en su negocio es
extranjero, lo cual refiere a la calidad internacional de los atractivos turísticos y de los servicios brindados por los
negocios asociados a los mismos.

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En cuanto a capacidad de oferta turística de hoteles, cabinas y restaurantes, se registró que en la zona en
promedio cada hotel posee 25,4 cuartos y 55,9 camas, con 2,2 camas por cuarto; mientras, cada cabina en promedio
tiene 5,6 cuartos y 18,4 camas, con 3,3 camas por cuarto. Los hoteleros aseguraron que el nivel de ocupación
promedio en su empresa es 81 por ciento en temporada alta y 36,4 por ciento en temporada baja. Los restaurantes
(cuadro 2) tiene, cada uno, un promedio de 18,8 mesas para cuatro personas cada una.
Del total de empresas solo el 10 por ciento se benefició de los esquemas de incentivos estatales para el desarrollo
de las inversiones turísticas. Y de la totalidad de empresarios de la zona el 53,3 por ciento aseguró no haber recibido
ningún tipo de certificación. Los empresarios que dicen beneficiarse de algún tipo de incentivo afirman que éstos
sirven para disminuir costos y ampliar o mejorar las instalaciones. De los 27 hoteles existentes en la zona 20 no han

Monteverde, Costa Rica

recibido la calificación de tres estrellas otorgada por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT). Curiosamente,
solo seis empresas aparecen (en marzo 2000) con declaratoria turística en el registro del ICT, correspondiendo la
mayoría de ellas (tres de un total de seis) a grandes hoteles de la zona (de tres estrellas, de 27 o más habitaciones y
de 27 o más empleados).
Los grandes hoteles suelen contratar entre 25 y 30 empleados en temporada alta. Mientras, el empleo que en
promedio genera cada empresa en Monteverde es de 16,2 trabajadores en temporada alta y de 12 en la baja, lo que
significa que en esta última cerca del 25 por ciento de los empleados no son contratados. El nivel de ocupación en
tales negocios es aproximadamente del 80 por ciento en temporada alta, mientras que en la baja es cercano al 37 por
ciento. Tomando en consideración que el promedio de empleados contratados por los empresarios de la zona es de
16,2 personas en temporada alta, se determina que la mayor parte de tales negocios son medianos.
En cuanto al origen de la inversión de las empresas existentes en Monteverde, se encontró que el 90 por ciento es
nacional, y de éste el 60 por ciento es local. Solo el 6,7 por ciento de la inversión turística en Monteverde es de
origen extranjero. El 93,3 por ciento del financiamiento de las inversiones corresponde a capital propio, del cual el
46,4 por ciento se llevó a cabo mediante créditos bancarios, principalmente del Banco Nacional de Costa Rica.
Respecto de estos créditos es notable que los saldos acumulados en el mismo mes de cada año -por lo menos hasta
2000- se incrementan abruptamente, lo que denota que la inversión en turismo se aceleró desde 1999. Según
información de la agencia del Banco Nacional en Santa Elena –Monteverde- el desarrollo de inversiones en

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hotelería acaparó en junio de 2000 aproximadamente el 80 por ciento del crédito total destinado al turismo en la
zona. La actividad del transporte turístico en la zona acaparó en ese momento el 18 por ciento de dicho crédito.
Con respecto al desarrollo de las inversiones ligadas al ecoturismo, de las entrevistas a los diversos actores se
desprendió que entre las mayores fuentes de impactos negativos destaca la ausencia de criterios y controles (planes
de manejo y/o zonificación) en la localización de las inversiones en infraestructura; existen demasiados hoteles, lo
que implica un elevado grado de competencia, y se construyen en cualquier parte y de cualquier forma, sin estricta
consideración de los impactos sobre el ambiente.

Componentes del cluster


El cluster ecoturístico de Monteverde tiene la forma de un engranaje dinámico de actividades económicas
relativamente vinculadas entre sí en cuyo núcleo destacan los atractivos naturales de la zona. La filosofía de vida,
los valores y principios éticos inculcados por la comunidad cuáquera, reinterpretados y hechos propios por el resto
de la comunidad de Santa Elena, han dado a ésta un perfil socio-cultural que la distingue de las demás comunidades
rurales del país, constituyendo, además, un elemento fundamental que se adhiere a los atractivos turísticos de la
zona. En la diagramación y caracterización del cluster se emplea la técnica de dinámica de sistemas, lo que permite
detallar cada uno de sus principales componentes y relaciones a través del tiempo.
En efecto, en el núcleo del diagrama se ubica la naturaleza como el principal atractivo, comprendiendo los
primeros tres círculos dentados fijados al centro. En torno a los esfuerzos pioneros por la conservación de la riqueza
natural, en tanto eje dinamizador del ecoturismo en la zona, destaca la Reserva de Monteverde, conformada por
5.000 ha de bosque mayormente primario con gran diversidad en ecosistemas y riqueza natural, administrada por el
Centro Científico Tropical (CCT) que ejerce un importante liderazgo en el desarrollo del cluster, combinando
prácticas conservacionistas e investigación científica. Las fuentes de financiamiento del CCT son los recursos
propios generados en buena parte por los ingresos de ventas de servicios de alojamiento (albergues) y alimentación a
los turistas; otra parte la constituyen las donaciones nacionales e internacionales percibidas. Aunadas a dicha
Reserva, y con características semejantes, se encuentran el Bosque Eterno de los Niños y la Reserva de Santa Elena.
El primero, con 22.000 ha que incluyen bosques primarios, secundarios y áreas en regeneración, es propiedad de la
Asociación Conservacionista Monteverde desde su creación en 1988. Estos bosques se caracterizan por su
biodiversidad y variados ambientes; además, se ubican en una área estratégica que protege varias fuentes de agua
que alimentan el embalse de Arenal, que proporciona casi la mitad de la electricidad en Costa Rica. La segunda,
con una extensión de 300 ha y creada en 1992, es administrada por el Colegio Técnico de Santa Elena y, según su
administración, se financia con los pagos por visitación de los turistas y a través de actividades de educación
ambiental.
La Asociación Conservacionista Monteverde está compuesta por 167 socios que forman la Asamblea Anual, una
Junta Directiva de siete miembros y, para el cumplimiento de sus actividades, cuenta con la dirección ejecutiva y las
subdirecciones de: protección y manejo, investigación y tecnología aplicada, y ambiente y desarrollo humano.
Desarrolla, además, proyectos de investigación, educación, protección y restauración de hábitats con el objetivo de
cumplir con su misión: "Conservar, preservar y rehabilitar ecosistemas tropicales y su biodiversidad". La creciente
preocupación de un grupo de residentes en torno a la venta de fincas aledañas a la Reserva del Bosque Nuboso de
Monteverde, y el temor de que ésta se convirtiera en una isla, condujo a la ejecución de un proyecto que permitiera
obtener fondos para la compra de las fincas en cuestión. Los esfuerzos locales inspiraron a finqueros, biólogos,
naturalistas y organizaciones internacionales para iniciar una exitosa campaña de compra de tierras que involucró a
niños de 44 países que, efectivamente, recaudaron unos $2 millones: de allí el nombre de Bosque Eterno de los
Niños. Con tal aporte éste se hizo realidad mediante la compra de tierras. Los primeros países en participar en el
proyecto fueron Suecia, Alemania, Japón, Inglaterra y Estados Unidos. Esa Reserva, cuya administración asegura
no tener mucho interés en el turismo, recibe cerca de 20 turistas por día. El proyecto original ya no genera recursos,
por lo que se espera recibir donaciones, y existe el propósito de crear un fondo de donaciones por $2 millones y
generar ingresos de unos $300.000 anuales para la administración. Recientemente la administración tuvo que
reducir su personal porque los recursos que recibe son insuficientes, lo que, según la Asociación, ha traído
limitaciones graves para proteger totalmente las especies del bosque, dado que los guardas no dan abasto y siempre
hay cazadores que se introducen.
Con la conformación de dicho eje central no solo se amplía el área de bosque y se incrementa la posibilidad de
conservar y proteger su biodiversidad y riqueza natural, sino que también se eleva el potencial de la zona para hacer
factible el desarrollo y la consolidación del cluster ecoturístico. En torno al núcleo natural se gesta un liderazgo casi
indiscutible de las instituciones que lo administran, en constante coordinación de criterios y acciones con la empresa
Productores de Monteverde y con el Instituto Monteverde, organización fundada en 1986 con programas
educativos en ambiente, desarrollo y salud dirigidos a estudiantes estadounidenses que hacen cortas estadías, y que,
según su administración, todos sus recursos se invierten en la comunidad en forma de becas para estudiantes,

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donaciones para el desarrollo de proyectos educativos y ambientalistas, investigación, previsión social y salud
comunal, entre otros. Productores de Monteverde, que se originó hace 45 años imponiendo una forma diferente de
actividad económica ligada a la cultura cuáquera: la actividad lechera, tiene actualmente [año 2000] 520 socios de
los que 245 son productores que entregan por día aproximadamente 36 mil kilos de leche, y 60 son empleados.
Formalmente es una empresa, pero tradicionalmente ha tenido un gran protagonismo en la discusión y búsqueda de
soluciones a los problemas que enfrenta la comunidad. Tiene también un programa de becas dirigidos a los niños de
escasos recursos que estudian en escuelas públicas y ha instaurado un reconocimiento a los jóvenes de secundaria
que destacan en sus estudios.

Cluster ecoturístico de Monteverde

- Productores de Monteverde - Granja avícola


- Coopesantaelena RL
- Agropecuario (Eco/orgánico)

Productores
Monteverde Galerías
Hoteles Instituto - Souvenirs Quetzel , CASEM, Extasis
Centro Cientifico Monteverde
- Belmar , El Bosque, El Sapo Dorado, - Hummingbird Gallery , La Pradera
Fonda Vela, Heliconia , Montaña Comité
Reserva Tropical
Adm.
Santa Aventuras - Sarah’s Watercolor
Monteverde , Monteverde Lodge , Aereas
Jardín de Asociación
Villa Verde, Cloud Forest Lodge , Elena
Sky Trek orquídeas de guías Establecimientos cabalgatas
Green Road , Sky Walk - Megs Horses
Serpentario
- Manuel Horses
Cabinas Asoc. De
Desarrollo
- Arco Iris, El Trogón , Cabinas Marín, Monteverde -Asociación de guías
Marbella , El Mirador, El Sueño, ecológicaFinca Liga Conserva-
El Tucan , Flor Mar, El Banco, Reserva Otros
Monteverde Inn , Santa Elena, Valverdes , Monteverde cionista -Chunches Books
Manakin , Don Taco -Selva Paraíso, Centro de Información
-Desafíos, Green Forest
Restaurantes -Centro de Idiomas
- El Bosque, La Cascada, Mira Montes, -Festival de Música
Villa Verde, Stellas , De Johnny’s , Canopy -Sala de conferencias
Tour Finca de
De Lucía, Tipical Food , Daiquiri Valle mariposas -Bienes Raíces Monteverde
escondido -Fábrica de muebles
Tour Operadores -Institutos de hotelería

Transporte Supermercados
- Servicio SJO- MV Otros
- Banco - Supercoop
- Servicio Punt - MV - Estación de Gasolina - La Esperanza Lavanderías
Transporte Interno Bloquera - Cerro Plano y
Taxis y Buseta - Clínica y
Educación y Capacitac - La Amistad)
Discoteques Clínica Dental Comercial Vitosi ´s
- Policía - Escuelas, Colegio
- La Cascada - Oficina Postal - UNED / INA Panaderías
- Orquideas

En la zona existe un gran respeto por los criterios emitidos por la administración de esta empresa; no obstante,
algunos de sus socios consideran que ésta no debería ejercer tal influencia y, más bien, comportarse como empresa.
El desarrollo de la fábrica de ésta fue motivo de oposición por parte de distintos sectores, específicamente los
biólogos, quienes rechazaban una planta industrial humeante en la zona. No obstante, hace algunos años que los
productores de leche asociados a la empresa realizan programas de gestión ambiental para minimizar el impacto de
sus actividades y sumarse a los esfuerzos de conservación de los recursos naturales que se hacen en la zona. La
reforestación parcial o total de algunas fincas es parte de las actividades que realizan con recursos derivados de los
incentivos forestales y los certificados de captura de carbono; su objetivo es aprovechar mejor las áreas más
apropiadas a la explotación lechera, restaurando las no dedicadas al pastoreo o de difícil explotación. La empresa,
cuyos socios practican la ganadería intensiva con apartados rotativos de unos 2.000 m² donde se pastorea entre 10 y
20 reses, ha establecido como norma no comprar leche a los productores cuyas actividades son extensivas.
La Asociación de Desarrollo Comunal es el único ente jurídico que puede captar recursos públicos, los cuales
han provenido de partidas específicas (asignaciones dinerarias que han hecho los diputados para el desarrollo de
obras de bien comunal) o de convenios con entidades públicas y el gobierno local o municipalidad, venta de
servicios a la comunidad y donaciones, entre otras formas. A juicio de su presidente, dicha entidad apuesta al
desarrollo del turismo en la zona como medio para una mejor calidad de vida de la población; sin embargo, no se
nota un importante desempeño de ella en torno al desarrollo del cluster ecoturístico. Al igual que algunas otras
formas de organización que existen en la zona, como la municipalidad, el rol de la Asociación no está muy claro
entre los distintos actores del cluster. Empero, su presidente destaca que han realizado acciones en torno a la
problemática educativa, a la construcción de la clínica, al mejoramientos de caminos, a la administración del
acueducto, a programas de reforestación y en relación con los desastres naturales. Según él, en la comunidad existen
muchas organizaciones importantes pero con pocos vínculos entre sí, y atribuye eso a la falta de conocimiento por
parte de la comunidad del papel de la Asociación, así como a un fuerte interés de algunos empresarios por
desprestigiar las labores de ésta.

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La Asociación de Guías de Monteverde, conformada por un grupo de trabajadores en su mayor parte
especializados en flora y fauna de la zona, fue creada para proteger los derechos y dar seguridad de empleo a los
guías de la zona, en su mayoría jóvenes, frente a la incursión no regulada de guías de fuera no capacitados ni
especializados en los recursos naturales del lugar. Para la Asociación, el conocimiento experto que tienen sus
miembros de la rica biodiversidad de la zona hace del ecoturismo en la zona una experiencia diferenciada; ellos
brindan al turista la perspectiva del bosque nuboso tanto diurna como nocturna. Los miembros de la Asociación
reciben una capacitación continua, a través de distintos medios y participan en cursos de educación ambiental
dirigidos especialmente a niños y jóvenes de escuelas y colegios (tales organizaciones han sido ubicadas dentro del
cuarto círculo dentado según se puede apreciar en el diagrama). En términos generales, su rol principal es velar por
la conservación del ambiente natural y el desarrollo de una cultura ambientalista, hoy fuertemente arraigada en la
comunidad. Es a través de tales acciones que en ésta se ha generado un efecto multiplicador de la conciencia
ambientalista en torno a las riquezas naturales y la biodiversidad de la zona.
En el núcleo del cluster también han sido ubicadas, y exitosamente, otras actividades o empresas de reciente
aparición que han agregado valor a los recursos naturales, del tipo turismo de aventura y/o observación de especies
en condiciones controladas. Estas nuevas empresas constituyen verdaderos spill-offs, es decir, actividades derivadas
de la dinámica del núcleo del cluster, en particular de las externalidades que éste genera, empresas que mediante la
rivalidad y la cooperación han elevado la competitividad y la eficiencia del cluster ecoturístico de Monteverde, en el
que entre los más destacados spill-offs están: Finca de Mariposas, Serpentario, Orquídeas de Monteverde, Finca
Ecológica, Aventuras Aéreas, Canopy Tour, Valle Escondido, Sky Trek y Sky Walk. Las cuatro primeras empresas
mencionadas han ubicado en un predio privado y bajo condiciones controladas especies de fauna y flora propias de
Monteverde difíciles de observar por los turistas en condiciones naturales. El desarrollo de estas empresas
innovadoras es el resultado de la combinación del conocimiento científico aplicado y la capacidad empresarial de
algunos habitantes de la zona.
Un caso a destacar de estas experiencias lo constituye la empresa Orquídeas de Monteverde, propiedad de
Gabriel Barboza, cuya pasión por las orquídeas, y a pesar de carecer él de formación académica, lo ha convertido en
experto poseedor de más de 450 especies y descubridor de seis, y sus artículos han sido publicados en revistas
especializadas. Su tour consiste en un recorrido de 45 minutos por senderos donde las distintas especies y
variedades de orquídeas están debidamente identificadas y clasificadas. Mientras el experto detalla cada una de las
características y atributos de las orquídeas, destaca el hecho de que en su colección dominan las especies de
miniatura, entre ellas la más pequeña del mundo, descubierta en Monteverde (solo pueden ser apreciadas mediante
lentes de aumento).
Las otras cinco inversiones referidas están basadas en el conocimiento tecnológico de mecanismos que permiten
al turista apreciar la naturaleza desde cierta altura y disfrutar de una experiencia de aventura. Aventuras Aéreas y
Valle Escondido son empresas que brindan a los turistas un paseo sobre las copas de los árboles por “senderos
aéreos” para, eventualmente, apreciar especies faunísticas como el quetzal. Para esto se usa mecanismos bastantes
complejos impulsados por motores eléctricos y consistentes en una especie de butaca dotada de trampas de
seguridad donde viaja sentado el turista. La construcción de estos sistemas mecánicos implica la aplicación de
conocimientos de ingeniería que sus propietarios han adquirido mediante la experiencia y adaptando diseños y
tecnologías de otros países.
Los otros atractivos turísticos del cluster en estudio se caracterizan por sus complejos diseños apropiados para
proveer al turista una aventura placentera. Se brinda a los visitantes charlas sobre la riqueza natural y ambiental de
Monteverde y alrededores como elementos complementarios de educación y entretenimiento. En el canopy tour,
donde está prohibido llevar alimentos, depositar desechos y fumar, se combina la escalada de grandes árboles con el
traslado entre éstos mediante cuerdas y poleas. Entre las más novedosas inversiones de este tipo se encuentran el sky
walk y el sky trek [mismos nombres de la empresa], creados en 1997 y 1998 respectivamente; el primero, con
capacidad de recibir a 100 personas por día, consiste en puentes colgantes sobre el dosel del bosque que permiten la
observación de flora y fauna difíciles o imposibles de ver desde los senderos terrestres -es una alternativa
particularmente atractiva para los observadores de aves. Por su parte, el sky trek, que cuenta con capacidad para 200
personas por día y constituye un atractivo de aventura para quienes gustan de las emociones fuertes, es un tendido
de cables de acero, de una longitud máxima de 400 m sobre el dosel del bosque, que se extiende entre árboles y
paredones entre plataformas que permiten un recorrido a grandes velocidades mediante el uso de poleas y arneses
especiales. Actualmente la empresa opera con un nivel de ocupación de aproximadamente 80 turistas por día en
temporada alta. Los propietarios de estas empresas, tres hermanos de la zona que abandonaron la actividad lechera,
se instalaron exitosamente en el sector turismo diseñando, construyendo y operando lo que hoy es parte de los
principales atractivos ecoturísticos de la zona. Es característico de Monteverde el hecho de que los empresarios
turísticos sean oriundos del lugar que provienen del sector agropecuario, lo que contrasta con lo que ocurre en
muchísimas otras regiones de Costa Rica.

8
Tipo y calidad del cluster
De acuerdo con la caracterización precedente del cluster de Monteverde conviene determinar analíticamente cada
una de las variables e indicadores específicos que fueron objeto de la investigación cuyos resultados aquí se
presentan. El estudio de tales elementos difirió según la distinta pertenencia de los actores al escenario general de los
vínculos (los cuales se determinaron en una visita exploratoria), y mediante el análisis de tal escenario fue que se
pudo identificar y caracterizar cada uno de los componentes y actores del cluster, el cual tiene un núcleo en torno al
que se organizan sus demás componentes siendo la naturaleza el motor principal de los negocios asociados a la
actividad turística de la zona. El vínculo de esos negocios con los atractivos naturales es directo -cuando las
empresas incursionan en la explotación del principal atractivo turístico de la zona mediante negocios de valor
agregado de diferente naturaleza- e indirecto -cuando las inversiones tienen como propósito aprovechar las
externalidades u oportunidades de nuevos negocios que esos nuevos atractivos generan, in situ o en el espacio
económico colindante o de su pertenencia. Ésta es una de las razones que hacen sugerente conceptualizar el cluster

Monteverde, Costa Rica

ecoturístico de Monteverde como un engranaje de círculos concéntricos.


En torno a tales atractivos turísticos se han formado y desarrollado importantes vínculos empresariales mediante
encadenamientos productivos. Entre las actividades económicas que cumplen la función de abastecer a otras
vinculadas con el ecoturismo, cuyos relacionamientos en la literatura sobre clusters se denominan encadenamientos
hacia atrás, en Monteverde se destacan las inversiones cuyo fin es brindar hospedaje, alimentación e información de
cierta calidad a los turistas. El diagrama del cluster ecoturístico de Monteverde permite apreciar los negocios
derivados de este tipo de vínculos relacionados con actividades complementarias o de soporte, hoteles, restaurantes
y agencias de viaje, que han venido apareciendo en la zona. No obstante, de otras actividades y servicios
adecuadamente desarrollados y provistos depende la competitividad y el buen desempeño del cluster. Estas
actividades han sido llamadas en la literatura encadenamientos hacia adelante, hacia arriba y hacia abajo. En el
diagrama del cluster se aprecia el tipo de empresas y actividades que por sus características y funciones dentro del
cluster se ajustan a esa nomenclatura, las cuales muestran cierta tendencia a multiplicarse conforme se incrementa
la actividad turística.
Los encadenamientos hacia arriba y hacia abajo destacados en el diagrama del cluster ecoturístico de Monteverde
tienen la característica de ser actividades públicas y privadas que cumplen diversas funciones que inciden en la

9
prestación de servicios de calidad y que coadyuvan a la eficiencia y competitividad del cluster. En general, se trata
de actividades complementarias relacionadas con la salud, el transporte, el esparcimiento, la construcción, las
finanzas y la provisión de bienes y servicios. Sin embargo, algunas de las actividades identificadas en este estudio
como encadenamientos hacia arriba, que tienen en común el ser actividades productivas desarrolladas antes de la
aparición del turismo -como agroindustrias en el sector lechero y cafetalero-, cada vez establecen vínculos más
estrechos con el sector turismo, sin llegar a depender de él. Entre ellas destacan la Empresa Productores de
Monteverde y Coopesantaelena, que han extendido sus vínculos con el cluster llegando a ser proveedoras exclusiva
de café gourmet de los principales establecimientos turísticos de la zona. Coopesantaelena fue fundada en 1971 por
un grupo de cafetaleros de la zona con el fin de brindar a los productores insumos, abarrotes, crédito, asesoría y
recolección y procesamiento de su producto.
Como una extensión de las actividades de dicha cooperativa, pero con un claro encadenamiento hacia delante, se
destaca el Casem en la producción de artesanías, elaboradas fundamentalmente por mujeres. Esta organización, en
particular, es un ejemplo de las oportunidades económicas y sociales generadas por el cluster y de los cambios
introducidos para revalorizar el rol de la mujer dentro de la comunidad. En criterio de Ilse Leitinger, quien ejerce
funciones educativas en el Instituto Monteverde y se ha ocupado de estudios sobre género en la comunidad, “es de
suma importancia subrayar que, aunque frecuentemente los cambios se inician con el género femenino, tienen un
impacto permanente también en hombres y niños”. Un estudio sobre los efectos que en la vida de las mujeres de
Casem tienen los ingresos originados en esas labores (Wintersteen 1996) destaca una mejora en la calidad de vida de
sus familias y demuestra que ellas invierten buena parte de sus ingresos en una mejor educación de sí mismas y de
sus hijos.
Según Leitinger, el caso estudiado por Wintersteen muestra un avance importante en la participación de la mujer
en este sector a medida que el cluster ecoturístico de Monteverde se desarrolla. Destaca que las mujeres del Casem
tienen diferentes niveles de educación, un 60 por ciento de ellas tiene estudios de primaria completa o incompleta, el
25 por ciento tiene educación secundaria incompleta y un 15 por ciento tiene algún nivel de estudios universitarios.
Los ingresos que perciben dichas mujeres oscilan entre $50 y $700 por mes, dependiendo del tiempo y la dedicación.
En general, la investigación evidencia que los distintos componentes del cluster, en particular los actores y grupos
que lo conforman, son relativamente activos y emprendedores y que sus relaciones por motivos comerciales la
mayoría de las veces son informales y buenas. No obstante compartir criterios sobre los problemas comunales y
ambientales de la zona, las inquietudes no son canalizadas adecuadamente por falta de liderazgo adecuado y por las
debilidades y desarticulación de las capacidades organizativas de la comunidad. Los proyectos conservacionistas de
la zona, tanto los anteriores al desarrollo del turismo (Reserva Bosque Nuboso de Monteverde) como los posteriores
(Reserva Santa Elena y el Bosque Eterno de los Niños), en mayor o menor grado han abierto parte de los recursos
protegidos a la visitación turística bajo condiciones controladas (uso de criterios de capacidad de carga con esos
fines), no solo para generar parte de las rentas que se requiere para administrarlos y preservarlos sino también para
informar, educar y brindar la posibilidad de disfrute de ellos.
El dinamismo de los negocios en general se debe al impulso que emana de la riqueza biológica del principal
atractivo, la Reserva Monteverde, riqueza que es la principal causa de la creciente demanda turística. Esto
afirmación se sostiene en los resultados de la investigación que aquí se presentan y en los registros de visitación del
CCT, que demuestran un crecimiento de ésta del 6 por ciento entre 1998 y 1999. Según la encuesta aérea del ICT, el
principal motivo para que los turistas internacionales vengan al país es los atractivos naturales, dentro de los que
destaca Monteverde, donde los atractivos dominantes -según los actores entrevistados- son los que tienen fuertes
vínculos con los recursos naturales de la zona.
La diversificación de los atractivos turísticos naturales de valor agregado, importantes hoy en la zona, no ha
disminuido el atractivo turístico y la visitación de la Reserva Monteverde. En efecto, cuando se solicitó a los actores
sociales del cluster en estudio señalar en orden de importancia los principales atractivos ecoturísticos, el 100 por
ciento de los asalariados, el 83,3 por ciento de los empresarios y el 100 por ciento de los actores clave señalaron esa
Reserva; aunque el 50 por ciento de los empresarios se desmarcó de esa opinión señalando la Reserva de Santa
Elena. En la percepción de los actores clave dos de los nuevos atractivos turísticos naturales de valor agregado, el
sky trek y el sky walk, rápidamente se han posicionado como el segundo y el tercer atractivo turístico de
importancia en la zona, respectivamente. La Reserva Santa Elena y el Bosque Eterno de los Niños, creados con
fines conservacionistas y que junto con la Reserva de Monteverde forman una gran área protegida, fueron
calificados por los actores clave como el cuarto y el noveno atractivos turísticos de la zona. No obstante, los
entrevistados destacaron que tales atractivos turísticos naturales no están vinculados entre sí a pesar de encontrarse
territorialmente unidos.
En una relación menos directa con el cluster aparecen las actividades con encadenamientos hacia abajo y hacia
arriba, destacándose la empresa Productores de Monteverde que desde su fundación ejerce un fuerte liderazgo y
protagonismo en el desarrollo de la comunidad. Además, su vinculación con la comunidad cuáquera desde su

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establecimiento, y el hecho inusitado de constituir una empresa agroindustrial exitosa enclavada en medio de una
reserva natural, la hacen una experiencia socioproductiva que también ya es parte de los atractivos turísticos de la
zona. La conservación de los recursos naturales y de las áreas protegidas ha sido el foco de atención de la mayoría
de los actores interesados en mantener los atractivos turísticos de la zona; no obstante, para algunos hoteleros este
principio no debe ser un freno al crecimiento de la industria turística. En atención al principio de que la visitación
turística no debe impactar negativamente las áreas protegidas, el CCT, administrador de la Reserva Monteverde, ha
establecido que la capacidad de carga de ésta es de 100 turistas por día. Sin embargo, de las consultas a los actores
sociales se desprende que aspectos como: el manejo de los desechos, la falta de criterios de ordenamiento territorial,
la saturación de los servicios básicos y la poca capacidad para la articulación de intereses y para el arbitraje de
conflictos cuando ocurren, entre otros, han impactado negativamente el buen desempeño ambiental y social del
cluster.
El desarrollo de los nuevos atractivos
turísticos naturales dentro del cluster, como la
Finca de Mariposas, el Serpentario, la Finca
Ecológica y el Jardín de Orquídeas, el Canopy
tour, el Sky Trek - Sky Walk y Aventuras
Aéreas, no solo han atenuado la presión de los
turistas sobre las áreas protegidas -en
particular las que se administran con criterios
de capacidad de carga-, sino también han
ampliado el núcleo de fincas privadas sujetas a
protección y manejos más sostenibles de sus
recursos. En consecuencia, los turistas pueden
hoy satisfacer parte de sus motivaciones
ecológicas en estos nuevos atractivos sin poner
en riesgo las áreas protegidas. Para los
hoteleros de la zona los nuevos atractivos
turísticos han incrementado la afluencia de
turistas y la estadía en promedio en la zona.
Pero al Instituto de Monteverde esta mayor
presencia y permanencia de turistas en la zona
le preocupa en la medida en que tiende a
colapsar ciertos servicios públicos como agua
y salud y en que ha variado el carácter
apacible y rural de la comunidad generando ya
algunos impactos sociales y culturales
indeseables. En conclusión, las visitas a la
Reserva Monteverde se mantienen constantes
mientras que otros atractivos crecen dentro de
las preferencias de los turistas.
Aun cuando en Monteverde la
preocupación por los problemas ambientales
es bastante generalizada y tiende a predominar
una cultura ambientalista que le ha ayudado a
la zona a forjar una imagen verde con destino
turístico, paradójicamente los compromisos y
acciones colectivas para llevar a cabo
programas efectivos de gestión ambiental son Monteverde, Costa Rica
bastante limitados. Las opiniones que se
resumen a continuación lo confirman: el 28,6 por ciento de los asalariados estima que la empresa donde labora no
genera ningún tipo de contaminación ambiental; en contraste, el 37,5 por ciento de los actores clave considera lo
contrario. Según el 80 por ciento de los empresarios y el 62,5 por ciento de los actores clave eso obedece a que entre
ellos predomina la lógica de la ganancia. La mayor parte de los actores clave es del criterio de que a los empresarios
no les preocupa la gestión ambiental que organiza la comunidad, por ejemplo brindan poco apoyo a los programas
de reciclaje y clasificación de desechos. No obstante, el 66,7 por ciento de los empresarios afirma realizar tales
actividades amparados en el programa. El 53,3 por ciento de los empresarios opinan que la incorporación dentro de
su estrategia empresarial de la gestión ambiental contribuye a un mejor aprovechamiento de la riqueza natural de la

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zona, mientras que para el 30 por ciento de ellos la gestión ambiental mejora la imagen de su empresa. Solo el 23,3
por ciento de los empresarios considera que su gestión ambiental es una práctica debidamente interiorizada.
Lo anterior indica que la responsabilidad ambiental en la gestión empresarial es un elemento de creciente
importancia en la creación de condiciones de competitividad en la actividad ecoturística de Monteverde. En la
rivalidad entre las empresas turísticas de la zona el tipo y la calidad de la gestión ambiental tiende a tener
importancia en la diferenciación de la oferta turística. En efecto, la mayoría de los empresarios orientados
específicamente al segmento de mercado ecoturístico ven en la gestión ambiental y en la búsqueda de alguna
certificación eco de sus empresas una oportunidad de posicionarse mejor en el mercado. No obstante, solo el 6,7 por
ciento de los empresarios entrevistados destacó que la gestión ambiental contribuye a un mayor desarrollo turístico
de la zona. Por ejemplo, algunos empresarios hoteleros se han sumado a programas de reforestación en sus predios,
promovidos por las organizaciones ambientalistas, buscando capturar las externalidades que genera la creación de
corredores biológicos, particularmente en el avistamiento de especies tan apreciadas por los turistas como el quetzal.
En contraste con lo expresado por los actores clave, el 60 por ciento del sector empresarial asegura que brinda algún
tipo de ayuda económica a las organizaciones que poseen cierto liderazgo en la zona. Además, algunos empresarios
ecoturísticos hacen manejo adecuado de los desechos sólidos, y también de las aguas residuales; algunos usan la
radiación solar como fuente de energía; asimismo, otros promueven prácticas orgánicas en agricultura…
De las opiniones anteriores se desprende que el buen desempeño del cluster ecoturístico de Monteverde se debe
en parte a una adecuada gestión de la relación turismo-ambiente. No es casual que el 56,3 por ciento de los actores
clave, el 86,7 por ciento de los empresarios y el 100 por ciento de los asalariados vean en la conservación de la
naturaleza y la biodiversidad el principal factor de atracción ecoturística de la zona. En un segundo lugar de
importancia fue señalada la mentalidad conservacionista de la población. En general, para un 50, un 40 y un 16,7
por ciento, respectivamente, el éxito de Monteverde como destino ecoturístico y como experiencia de desarrollo
local se sustenta en tales criterios. Precisamente, cabe pensar en si la imagen ambientalista y conservacionista que se
ha forjado Monteverde no es parte ya de su atractivo ecoturístico.
La mayoría de los actores sociales de Monteverde expresan que por encima de los intereses económicos
vinculados al turismo están los objetivos de la conservación y la protección de los recursos naturales patrimonio de
la zona. Y si para esto fuera necesario limitar el desarrollo turístico, el 73,3 por ciento de los empresarios
entrevistados estarían dispuestos a actuar en ese sentido. Mientras un 95,5 por ciento justifica esa política para
mantener la calidad del ambiente, algunos empresarios manifiestan que esas medidas no son necesarias, que la
aparición de los nuevos atractivos turísticos naturales ha ampliado la capacidad de carga del destino, no siendo ya
entonces la mayor afluencia turística una amenaza para los recursos naturales protegidos de la zona.
Evidentemente, en el trasfondo de esas percepciones encontradas yace el origen de un conflicto que poco a poco
toma importancia en Monteverde: entre -por un lado- los sectores que ven en el desarrollo acelerado del turismo una
amenaza social, cultural y ambiental y -por el otro lado- los sectores que promueven abiertamente su crecimiento.
No obstante, empresarios, trabajadores y actores clave reconocieron los beneficios del ecoturismo en la comunidad
en términos de: empleo e ingreso (lo reconocieron entre el 75 y el 83 por ciento de los entrevistados), mejores
servicios (lo reconocieron entre el 19 y el 37 por ciento), conservación de la naturaleza (lo reconocieron entre el 17 y
el 37 por ciento), desarrollo de infraestructura (entre el 37 y el 67) y mejor nivel de vida de la población 8entre el 23
y el 44).
En efecto, el ecoturismo constituye la principal fuente de ocupación e ingreso en Monteverde, lo que se hace
evidente en el crecimiento de los negocios del lugar y su importancia relativa en la vida económica de la zona. Al
consultar a los empresarios sobre sus motivaciones para incursionar en el ecoturismo se determinó que el 40 por
ciento fue atraído a la actividad por el auge turístico de los años noventa; el 30 por ciento incursionó de lleno en esa
actividad gracias a la experiencia en ella, y al 23,3 por ciento lo movió la elevada rentabilidad de los negocios
asociados al ecoturismo. En efecto, se pudo comprobar que el 46,7 por ciento de los empresarios estaban vinculados
a algún tipo de actividad no relacionada con el turismo. En contraste, para el 56,3 por ciento de los actores clave las
actividades lechera y cafetalera brindan más bienestar a la comunidad que el ecoturismo.
No obstante, la mayor rentabilidad de los negocios ecoturísticos ha cambiado el uso del suelo en las fincas
próximas a las reservas, sobre todo en las que todavía se preservan áreas de bosque primario o secundario; en
consecuencia, la actividad lechera se ha desplazado a zonas con menores atractivos turísticos. Entonces, la
ampliación del núcleo del cluster con nuevos componentes (creación de nuevos atractivos naturales) indirectamente
ha ampliado el espacio territorial de ese cluster con el desplazamiento de la actividad lechera y cafetalera a otros
cantones como Abangares y Tilarán (provincia de Guanacaste). Coopesantaelena R.L. afirma vender un 60 por
ciento del café a los negocios asociados al turismo y a la comunidad de la zona. La empresa Productores de
Monteverde comercializa la mayor parte de sus productos fuera de la zona; no obstante, los empresarios turísticos
de allí y los consumidores en general son su mercado cautivo, a pesar de lo cual la empresa Dos Pinos, cuyo centro
de operaciones se ubica en San José, intenta incursionar en ese mercado sobre todo en el nivel de los negocios

12
asociados al turismo. Este fenómeno puede ser denominado derrame hacia el exterior del cluster (spill-off) y refiere
a cierto estado de madurez de él. Los actores clave se lamentan de la tendencia a la desaparición de las actividades
agrícolas propiamente dichas mientras cobra cada vez más importancia la agroindustrializacion que tiene como
materia prima esos productos. Mientras tanto, el ecoturismo avanza sobre los predios de las antiguas fincas lecheras
de la comunidad de Santa Elena, reconvirtiendo muchas de ellas en bosque y desarrollando inversiones asociadas al
ecoturismo.
Un hecho comprobado por el estudio de campo es la proliferación de negocios al amparo de las externalidades y
de economías de escala generadas por los principales atractivos ecoturísticos. Pero a pesar de que -según los actores
clave- la calidad del cluster se ha elevado como consecuencia de los encadenamientos hacia atrás (hoteles, cabinas y
restaurantes) y hacia arriba (industrialización de la leche y el café), los encadenamientos con actividades vinculadas
hacia adelante y hacia abajo, muchas de las cuales cumplen funciones de soporte, tienden a comprometer el buen
desempeño y la calidad del cluster. En efecto, uno de los problemas más graves que enfrenta éste es el mal estado de
los caminos de acceso a la zona y a los atractivos turísticos; y aunque la mayor parte de los actores entrevistados
expresaron su interés en que los caminos sean mejorados, no han logrado un consenso en cuanto a la estrategia a
seguir, básicamente debido a la falta de presencia de las instituciones públicas y del gobierno local; sin embargo,
recientemente se ha alcanzado acuerdos con el Ministerio de Transporte y con la Municipalidad para pavimentar 30
kilómetros de caminos: 10 kilómetros anuales en un plazo de tres años.
El sector laboral es un aspecto relevante en el análisis del tipo y calidad del cluster ecoturístico de Monteverde.
En la conformación y desarrollo de éste la procedencia y calificación de la mano de obra está acorde con los efectos
de derrame ya vistos. La fuerza de trabajo vinculada al cluster es relativamente joven: el 83,3 por ciento tiene entre
20 y 39 años de edad. El 95,2 por ciento de los asalariados son costarricenses y el 47,6 por ciento procede de la
zona. Su nivel de educación es muy bajo: el 42,9 por ciento tiene estudios primarios completos y el 26,2 por ciento
tiene secundaria incompleta. Además, el 28,6 por ciento realizaba labores en el hogar o en actividades
agropecuarias antes de vincularse al turismo; y un 14,3 por ciento de esa población abandona los centros de
educación media para dedicarse a actividades relacionadas con el turismo, lo que es razón de que entre los
asalariados predomine la poca calificación en el momento de ingreso al cluster y la acumulación de experiencia para

Monteverde, Costa Rica

mejorar las posición laboral una vez que se está adentro. No es casual que entre las metas de corto y mediano plazo
para el 60 por ciento de los trabajadores la capacitación esté como la principal. Así, por ejemplo, el 31 por ciento se
encuentra interesado en continuar sus estudios primarios, secundarios y universitarios, mientras que el resto piensa

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en capacitarse mejor para el trabajo que actualmente desempeña. El 26,2 por ciento de los asalariados del sector,
especialmente los que se concentran en las metas referidas, tiene mucho interés en conservar su trabajo y lograr
ascensos.
Mientras el 38,1 por ciento de los asalariados señaló que la experiencia laboral constituye el principal requisito
exigido por los empresarios para el desempeño de los trabajadores en distintos puestos, el 31 por ciento afirmó que
el empresario no les exigía ningún requisito. En los puestos de cocina, de salonera/o, de mucama, de limpieza y de
mantenimiento predominan las mujeres, muchas amas de casa incorporadas recientemente al mercado de trabajo,
antiguos trabajadores agrícolas y jóvenes que aprenden el oficio con la asistencia de algún miembro de la familia.
Sin embargo, existe una tendencia creciente de los empleadores, sobre todo en hoteles y agencias turísticas, a
solicitar al trabajador el manejo instrumental o el dominio del idioma inglés -el 80 por ciento de los trabajadores
tienen conciencia de que para realizar sus labores de manera más eficiente y eficaz es necesario tener algún nivel de
conocimiento de ese idioma. El 83,3 por ciento de los trabajadores planea capacitarse en el futuro; el 54,3 por ciento
procura algún nivel de capacitación en el idioma inglés, y el 34,2 por ciento está interesado en el campo de la
administración. Los empresarios buscan de forma expresa contratar trabajadores de la zona, lo que a veces tiene
más peso que la experiencia.
El vínculo institucional en torno a la capacitación de los trabajadores se establece a través de escuelas y colegios
de la zona. Las privadas son tenidas por malas y caras por la comunidad -algunos entrevistados señalaron el hecho
de que muchos niños resultan aplazados en los exámenes de sexto grado aplicado. No obstante, existe una escuela
privada sin fines de lucro fundada por la comunidad cuáquera que goza de mucho prestigio, en ella el 80 por ciento
de los estudiantes son cuáqueros; del total el 40 por ciento recibe becas parciales y el resto beca total. La escuela
recibe el apoyo de otras organizaciones como el Instituto Monteverde y el Centro Conservacionista Monteverde. El
Instituto Nacional de Aprendizaje es la institución pública destacada por los informantes por el rol fundamental que
cumple en la capacitación técnica de los trabajadores del cluster. En algunos casos se pudo constatar que los
empleadores realizan de forma independiente cursos de capacitación de un perfil similar a los que realiza ese
Instituto cuando las necesidades lo demandan. Ellos aseguran que les preocupa el nivel de calificación de los
trabajadores puesto que en su mayor parte no tienen ni primaria ni secundaria completas. El 63,3 por ciento de los
empresarios dijo brindar facilidades de capacitación a sus empleados, aunque muchos no están dispuestos a hacerlo
por temor a que esa inversión sea apropiada por otros empresarios. De la población trabajadora entrevistada un 47,6
por ciento indicó recibir alguna capacitación costeada por sus empleadores.
En efecto, a muchos empresarios les preocupa la falta de ética de sus rivales, quienes en vez de invertir en
capacitación tienden a reclutar a sus trabajadores de la competencia. Debido al escaso interés que muestra la mayor
parte de los empresarios en la capacitación de sus trabajadores, el 56,3 por ciento de éstos han optado por costearse
los cursos y ofrecer luego sus servicios a los empresarios. Alrededor del 70 por ciento de los jóvenes de la zona que
buscan un empleo en las actividades turísticas costean sus estudios mediante el ejercicio de diversos oficios. En
cuanto a la inserción laboral femenina en el cluster ecoturístico de Monteverde, la mayor parte de los actores
consideró que la mujer es más agresiva que el hombre en la búsqueda de empleo y se empeña más en mejorar su
capacitación. La creciente participación de la mujer en la actividad turística de la zona ha favorecido un mayor
grado de independencia económica y participación social. Entre las ocupaciones que permiten a los trabajadores
captar mayores ingresos están la de guía y la de salonero, no por el nivel de los salarios sino por su complemento:
las propinas que reciben de los turistas. Entre los jóvenes recién ingresados al mercado de trabajo un salario
mensual bruto de $500 es un buen incentivo para buscar opciones de empleo en ese campo. El carácter
relativamente dinámico del mercado de trabajo local, resultado del desarrollo previo de algunas agroindustrias –
como Productores de Monteverde- relativamente intensivas en mano de obra calificada, es una fuerte competencia
para el cluster de turismo, dado el nivel de sus remuneraciones. De hecho, el 50 por ciento de los trabajadores
estima que su salario sería más alto si trabajaran para la empresa Productores de Monteverde, y un 33,3% por ciento
de ellos mencionó que preferiría trabajar en esa empresa no solo por los mayores salarios sino también por las
buenas relaciones laborales.
No obstante, el mercado de trabajo asociado a este cluster ecoturístico tiende a retraerse en virtud de la fuerte
estacionalidad que todavía domina la demanda turística, con una temporada alta desde noviembre hasta abril y una
baja de mayo a principios de noviembre bien definidas. Del 14,3 por ciento de los trabajadores que se ven
desempleados en la temporada baja un 50 por ciento respondió que vuelve a las labores en el hogar, y un 33,3 por
ciento retoma las labores agrícolas; el porcentaje restante dijo ocuparse de otras actividades relacionadas con el
turismo como la fabricación de artesanías. El 70 por ciento de los trabajadores tienen menos de tres años de estar
incorporados al cluster y el 33,3 por ciento de dicha población tiene menos de un año de ejercer labores
relacionadas con los negocios asociados al turismo de la zona. Un 66,7 por ciento de los empresarios manifestó que
existe una elevada rotación de los trabajadores, y en la temporada baja la planilla se reduce en un 25 por ciento.
Inclusive, algunos empleadores manifestaron conservar a sus trabajadores garantizándoles contratos por medio

14
tiempo para reducir así la incertidumbre de no contar con ellos en la temporada baja. Los horarios son normalmente
de ocho horas en temporada alta, pero algunas veces la mayor parte del personal labora hasta diez horas diarias.

Conclusiones y recomendaciones
La investigación permitió obtener algunos elementos que refieren a las fortalezas y debilidades del cluster. En las
matrices siguientes (que son una aplicación de lo planteado en Acuña y Villalobos 1999) se registran los principales
criterios de los distintos actores de la zona entrevistados, los cuales han sido clasificados según correspondan a los
conceptos de sustentabilidad y competitividad. El propósito de sistematizar en ese sentido tales criterios fue
descubrir tanto el tipo y la calidad del cluster y los vínculos pertinentes entre sus componentes, como detectar
aspectos que potencian el éxito o fracaso de él. Con ello se evidencia que la sustentabilidad del cluster es de gran
importancia para soportar la competitividad de los negocios asociados al ecoturismo de Monteverde. En todos los
casos los actores enfatizan en la necesidad de una gestión ambiental orientada a conservar la calidad de los recursos
naturales en tanto éstos constituyen el principal atractivo turístico de la zona. No obstante, la competitividad del
cluster en cuestión no es suficiente como una práctica basada en estrategias genéricas, sino que está determinada por
el tipo y la calidad de gestión ambiental en tanto estrategia competitiva.
Fortalezas y debilidades del cluster
En las matrices se evidencia que mientras los empresarios visualizan un cluster ecoturístico potenciado hacia el
éxito competitivo y sustentable, enumerando una larga lista de factores relativos a sus fortalezas, los actores claves y
los trabajadores señalan una larga lista de criterios relacionados con sus debilidades. El incremento de la
competencia entre rivales es visto por los empresarios como una fortaleza del cluster debido a que ella es sana; o sea,

Monteverde, Costa Rica

tiende a elevar la calidad de los servicios a la vez que crea nuevas actividades, empresas y servicios. La inversión
extranjera, que es relativamente escasa según vimos más arriba, no constituye una competencia repulsiva para los
empresarios locales. El 50 por ciento de los empresarios destacó que dicha inversión es positiva porque obliga a
mejorar los servicios que brinda el sector al turista. Asimismo, el 63 por ciento de los empresarios señaló que dichas
mejoras tienden a elevar tanto la calidad como la variedad de esos servicios, muchas veces incorporando un nuevo
aprendizaje, talento e innovación. No obstante, solo el 17 por ciento de los empresarios entrevistados afirmó que la
competencia mejora el desempeño del cluster. El hecho bastante inusual de que los empresarios de la zona sean en
su mayoría locales favorece el uso de canales no formales en los modos de cooperación y aprendizaje.
Existe un elevado nivel de estandarización de servicios entre los diversos tipos de negocios debido al
aprovechamiento de externalidades que se generan desde adentro y desde afuera del cluster. La amistad entre los

15
empresarios es la norma en la socialización de experiencias y la búsqueda de soluciones a los problemas, sin
embargo ello evidencia una clara debilidad organizacional del cluster en la medida en que su desarrollo y
complejidad actuales demandan organizaciones formales y bien constituidas. Es notable cierta desconfianza ante el
establecimiento de mecanismos de cooperación duraderos. Además, la escasa presencia y participación de las
instituciones estatales y la debilidad de las organizaciones gremiales del sector acentúan esas carencias
organizacionales. Por otra parte, algunos empresarios de la zona señalaron que la incidencia de los capitales más
grandes en el mejoramiento de la competitividad de los capitales de menor tamaño es de escaso impacto. Las
mejoras que estos últimos llegan a concretar en sus actividades responden básicamente a la información e ideas que
los contactos informales permiten transmitir, la mayor parte de las cuales surgen con base en la experiencia
empresarial.
El fuerte arraigo de una cultura conservacionista y ambientalista en la comunidad de Monteverde ha ejercido una
vigorosa presión sobre los empresarios para que inviertan en nuevos sistemas y equipos de mejoramiento de la
gestión ambiental de sus empresas. La innovación al nivel de la administración de la empresa y de sus procesos de
producción y servicios es, para el 100 por ciento de los empresarios, un factor determinante del tipo y la calidad de
los negocios asociados al ecoturismo en Monteverde. La innovación es considerada por dicho sector tanto un factor
inducido por la competencia como determinante de ella. En el sector hotelero y de gastronomía del cluster la
competencia en la calidad y la diferenciación de los productos y servicios ofrecidos al turista es la consecuencia de la
variación en los precios de ésos entre los distintos oferentes. La reducción de los costos como mecanismo de
competencia no afecta a la fuerza de trabajo en tales actividades debido básicamente a que los salarios se encuentran
prácticamente estandarizados.
Para los actores clave la fortaleza del cluster radica en la importancia que la población ha dado a la conservación
del ambiente natural en la zona, lo que ha hecho posible las oportunidades de empleo y los mayores ingresos
asociados al desarrollo del turismo. En consecuencia, Monteverde se ha convertido en un destino turístico atractivo
para diversos tipos de inversiones, induciendo esto la introducción de mejoras en los servicios comunales, todavía
insuficientes respecto de las necesidades de una población en rápido crecimiento y una creciente visitación turística
en la zona. El desarrollo acelerado del turismo en medio de la ausencia de criterios de ordenamiento territorial ya
causa diversos impactos ambientales, sociales y culturales, y ha llevado al limite de sus capacidades los servicios de
agua y salud, entre otros. De la pronta reconstrucción de las capacidades organizacionales de la comunidad
dependerá que la acumulación de estos impactos no produzca un deterioro en la calidad y desempeño del cluster.
No obstante, los actores clave consideran que existe algún nivel de entendimiento entre los principales
componentes del cluster, lo que ha permitido el crecimiento de algunas organizaciones de la comunidad y la creación
de otras. La rivalidad entre los empresarios se ha incrementado tanto como las posibilidades de establecer alianzas
estratégicas. Mientras, la existencia de una fuerte rivalidad dentro del cluster ha sido fuente de los procesos de
innovación que han dado origen a los nuevos atractivos turísticos naturales, cuya importancia no está solo en la
creación de nuevas oportunidades de empleo e ingreso, sino que inducen un fortalecimiento de las prácticas
conservacionistas de la riqueza natural y atenúan la presión de los turistas sobre la capacidad de carga de las
reservas naturales. A juicio de los actores clave, los hoteleros constituyen el sector menos interesado en sumarse a
las acciones que realizan otros miembros de la comunidad dirigidas a mejorar calidad ambiental del cluster.
Los trabajadores del cluster indican que entre las principales fortalezas de éste está el interés de ellos en obtener
mayor capacitación para el desempeño eficiente y eficaz de sus funciones en las diversas actividades. Y denuncian
como una debilidad la poca disponibilidad de los empleadores para invertir en la capacitación del sector laboral,
atribuible desde su punto de vista a que el sector empresarial del cluster teme que sus trabajadores se trasladen luego
a otras empresas, representando así la capacitación una deseconomía. Otro aspecto que los trabajadores señalan
como una fortaleza del cluster a nivel del sector empresarial es que la gestión ambiental comienza a formar parte de
las preocupaciones de los empresarios en tanto estrategia para la atracción de turistas, lo que ha hecho que las
inversiones asociadas al turismo sean cada vez de mayor calidad ambiental, aun cuando algunos de los servicios no
guardan una buena relación calidad-precio. Entre los impactos, este sector atribuye el incremento de los precios en
bienes y servicios y la especulación y aumento del precio de la tierra en la zona al desarrollo del turismo.
Estrategia para la competitividad
La investigación en torno a los elementos determinantes del tipo y calidad del cluster ecoturístico de Monteverde
y de su éxito relativo entre los diversos destinos turísticos del país y su reconocimiento mundial hizo posible
también derivar algunos elementos de estrategia referidos por los distintos actores que conforman dicho cluster. En la
matriz adjunta a continuación se puede observar que los entrevistados destacan la necesidad de que las autoridades
públicas nacionales y locales tengan mayor presencia y participación en la solución de los problemas que enfrenta el
cluster para elevar su competitividad y mejorar la calidad de vida de la comunidad en general. Entre los aspectos más
importantes que tales sectores consideran que tienen que ser resueltos por el estado y sus instituciones se detallan las
mejoras en las principales vías de acceso al cluster, también brindar mayor capacitación al sector laboral de éste, lo

16
que
ue implica crear mecanismos de motivación para que los jóvenes no abandonen sus estudios primarios y
secundarios y para que reingresen quienes se retiraron para desempeñarse en la economía local. Éste es un problema
que los actores clave y los trabajadores privilegian, al lado de la protección del ambiente y de la educación
ambiental, a fin de evitar un pronunciado deterioro de la calidad de vida y de la calidad y desempeño del cluster.
El desarrollo del ecoturismo en Monteverde ha incrementado también la desintegración del núcleo familiar y la
pobreza, por lo que los actores clave del cluster consideran que el estado debe introducir programas educativos que
fortalezcan los lazos familiares y que brinden a la población la capacidad de adaptarse a las nuevas condiciones
socioculturales que ha introducido el desarrollo del turismo en la zona. También consideran que el estado debe
colaborar más con los diversos programas de gestión ambiental que realiza la comunidad y que buena parte de lo
recaudado por los gobiernos local y central debiera ser devuelto a la comunidad de Monteverde mediante una
mejora significativa de todos los servicios públicos, como parte de una estrategia dirigida a mejorar la
competitividad y sostenibilidad del cluster y, en particular, la calidad de vida de los habitantes. Para reforzar el papel
del estado en tal estrategia, los actores referidos consideran de gran importancia crear condiciones que fortalezcan la
organización de los distintos sectores en la comunidad. Entre trabajadores entrevistados existe preocupación en
torno a las dificultades que enfrentan para velar por sus intereses propios y de la comunidad. Entre los actores clave
existe gran interés de que el estado estimule la coordinación de intereses comunales entre los diversos componentes
del cluster, especialmente en lo tocante al sector empresarial. Éste, por su parte, propone que la comunidad eleve su
capacidad de organización para concienciar a las autoridades públicas en torno a la necesidad de retribuir a la zona
más y mejores servicios, logrando así que la competitividad del cluster sea sostenible. Para este sector es de suma
importancia promover un mayor acercamiento entre las entidades públicas y privadas de la zona y el sector
empresarial en función de la
cooperación en la solución de
los problemas que el desarrollo
del ecoturismo introduce
constantemente; específicamente
consideran que el estado debe
procurar un desarrollo de las
inversiones basado en la calidad
y el bajo costo del capital,
cuestión que debe contemplarse
en los programas crediticios del
sistema bancario nacional. Es
importante destacar que en torno
a la mayor parte de los
elementos mencionados como
estratégicos por los actores del
cluster predomina el consenso,
aspecto que el estado ha de ver
como una oportunidad para
implementar una estrategia Monteverde, Costa Rica
planeada en la zona como parte
de la estrategia a nivel nacional.

Referencias bibliográficas
Acuña, Marvin y Daniel Villalobos. 1999. Competitividad del cluster turístico de Costa Rica en el marco de la relación turismo-ambiente. Cinpe-Una. Costa Rica.
Incae. 1996. Turismo en Costa Rica: el reto de la competitividad. Costa Rica.
Wintersteen, Christine. 1996. The effect of income-generating work on wome′s lives: Women′s experience at CASEM, the artisians′ cooperative in the Santa Elena-
Monteverde region of Costa Rica. Beloit College.
Youngblood, J. Scott. “Monteverde: will tourism’s bloom wither cloud forest?”, en Mesoamérica, Vol. 10, N° 8, 1991.

17
Tipo-calidad del cluster turístico de Monteverde según actores sociales

Actores/ Empresarios Actores clave Asalariados


indicadores
Fortalezas Fortalezas Fortalezas
Incremento de la competencia entre rivales. Se fundamenta en la cultura conservacionista y Población de jóvenes muy dispuesta a colaborar con proyectos
Participación de la empresa en el desarrollo aumentan las áreas de bosque protegido. comunales.
comunal y mantenimiento de los atractivos Mayor empleo e ingresos. Capacidad de la zona para permitir un rápido crecimiento de la
naturales. Eleva posibilidades de educación. actividad turística.
La riqueza natural de la zona. Existen programas de clasificación de desechos. Criterio favorable al desarrollo de la actividad turística.
Capacidad para generar empleo en la zona. Fuerte participación de científicos nacionales y Buena parte de los asalariados son costarricenses de la zona .
Disponibilidad para brindar soluciones colectivas extranjeros. El turismo ha contribuido a elevar en cierta medida el nivel y
a los principales conflictos que genera el Menor aislamiento de la zona con respecto del resto calidad de vida de la comunidad.
desarrollo del turismo. del país. Mucho interés comunitario en la vigilancia del buen manejo de
Conciencia empresarial en torno a la Comunidad pacífica y sencilla, con gran amor por el los recursos naturales y desechos.
conservación de los atractivos naturales. ambiente Principales atractivos turísticos están vinculados con el ambiente
Crecimiento adecuado de la infraestructura de Fortalecimiento del nivel de vida de la población. natural.
servicios a la dinámica de los negocios y la Incrementa participación de jóvenes en programas El manejo de los negocios es más o menos adecuado a la
comunidad en general. comunales. protección del ambiente.
Fuerte participación comunal en la conservación Reforestación de fincas ociosas y terrenos de difícil Posibilidad de mejorar y crear vínculos entre los actores sociales,
de los atractivos turísticos de la zona. explotación productiva. principalmente con empresas e instituciones.
Contribución del capital en el incremento del Programas nacionales para la fijación del oxígeno y
nivel de vida de la población de la zona. participación de propietarios de fincas. Debilidades
Sustentabilidad Elevada preocupación de entidades privadas y Diversificación de atractivos turísticos naturales y Niveles muy bajos de salarios y poca motivación empresarial para
públicas en la educación ambiental de la artificiales. la población trabajadora.
comunidad. Bajos niveles de educación diversificada, secundaria y
Disposición empresarial a realizar gestiones Debilidades universitaria.
ambientales en torno a la dinámica de su Aumenta volumen de desechos y nivel de Escasa oportunidad para el desempeño profesional-
empresa. contaminación. administrativo.
Insuficientes criterios de acceso de turistas a las áreas El desempeño de los asalariados se basa fundamentalmente en el
Debilidades de conservación y a la zona en general. aprendizaje empírico.
Débil participación del gobierno local en el No existe un espacio físico para el encuentro de El crecimiento del turismo ha sido errático.
desarrollo de la actividad ecoturística de la zona. jóvenes y familias. Falta diversidad de inversiones en la zona para evitar el alto
Adopción de costumbres foráneas que inducen al Falta de infraestructura comunal adecuada para un desempleo de la población en temporada baja.
deterioro del núcleo comunal y familiar. mejor desarrollo de la zona. Casi nula la preocupación del empresario por el bienestar de la
Mala calidad de los servicios básicos. zona.
Incremento de áreas urbanas. La infraestructura es insuficiente, especialmente calles que ya no
Se presentan problemas de pobreza que tienden hacia soportan el número de vehículos que llegan en la zona.
la formación de tugurios cerca de las vías de acceso a Mal estado de las calles externas e interna.
los atractivos. Excesivo consumo de energía y ningún tratamiento de aguas
Elevado crecimiento de la población, básicamente por contaminadas con jabones.
migración. Incremento acelerado del volumen de basura.
Exigua capacidad de la fuerza pública para brindar La juventud de la zona ha absorbido muchas costumbres
seguridad a la comunidad. extranjeras y del resto del país.
Sobre inversión en los negocios, sobre todo en lo que Pérdida relativa de paz y tranquilidad en la zona.
respecta a hoteles.
Pérdida de algunas buenas costumbres tradicionales
de la zona y absorción de foráneas.

18
Cambios violentos en las relaciones familiares.
Fuerte tendencia a disminuir los contactos entre la
gente de la zona,
Principal preocupación de los empresarios es la
ganancia.
Escasa retribución de las empresas al primus motor del
turismo en la zona.
Debilitamiento de las organizaciones por incapacidad
para satisfacer demandas.

Tipo-calidad del cluster turístico de Monteverde según actores sociales

Actores/ Empresarios Actores clave Asalariados


Indicadores
Fortalezas Fortalezas Fortalezas
Vínculo de la empresa con sus clientes y proveedores. Existe algún nivel de entendimiento entre los actores. Interés del asalariado en obtener mayor
Importantes vínculos y cooperación informal, basada en la amistad. Crecimiento de las organizaciones y creación de otras nuevas. capacitación en materia de turismo
Disposición a realizar innovaciones en las empresas. Gran biodiversidad de la zona en términos de cantidad y ecológico y otras relacionadas con el tipo
La competencia aumenta la creatividad de los rivales. cualidad. de negocios y actividades asociados al
Entre los empresarios se percibe una actitud positiva frente a la Imagen ambientalista de la cultura cuáquera pionera en la turismo.
competencia, considerándola sana para el desarrollo de la zona. zona, heredada a la comunidad de Santa Elena. La naturaleza en la zona es un atractivo
Fuerte disposición a establecer alianzas estratégicas. Se incrementa la rivalidad y surgen nuevas modalidades de alta calidad.
Elevada capacidad para diversificar y mejorar la calidad de los servicios estratégicas en los negocios. Las gestión ambiental comienza a formar
al cliente. Inserción de capitales foráneos que compiten con el local. parte de las políticas empresariales en la
Motivación en torno a las certificaciones de calidad de los servicios Capacidad empresarial para el desarrollo de nuevos atractivos zona.
brindados al turista. turísticos. Las inversiones asociadas al turismo son
Iniciativa propia en la formación y desarrollo de los negocios. Empeño empresarial en los procesos de innovación para elevar de alta calidad.
Elevada capacidad para aprovechar externalidades del desarrollo la calidad de sus servicios al turista. Reconocimiento internacional de la
turístico. Iniciativa propia de la población trabajadora local para cultura ecológica, pacifista y trabajadora
Preferencia por adquirir insumos disponibles en la zona. aumentar su nivel de capacitación. predominante en Monteverde.
Disposición para llevar un adecuado registro de las actividades de la Disminución tendencial de las temporadas bajas.
empresa. Fortalecimiento y surgimiento de nuevas actividades Debilidades
Elevado gasto promedio de los turistas. económicas asociadas al turismo. Falta interés empresarial para brindar
La inversión extranjera altamente competitiva obliga al capital local a mayor y mejor capacitación laboral de
realizar mejoras para poder competir. Debilidades sus empleados.
Competitividad Se incrementa la capacidad de los capitales para la diferenciación de los Falta de recursos económicos e incremento del costo de vida. Predomina el hecho de que los servicios
servicios y productos. Salarios bajos comparados con los beneficios que reciben las que se prestan al turista no son de buena
Aprovechamiento de externalidades en capacitación laboral y educación empresas, sobre todo hoteleras. calidad.
ambiental por parte de entidades locales públicas y privadas. Necesidad de capacitación turística a nivel general. Los precios por los servicios turísticos y
Mal estado de los caminos. productos en la zona son muy elevados.
Debilidades Ningún criterio de planeación del desarrollo de la zona. Los empresarios no capacitan a sus
Falta de enlaces formales y cooperación entre los empresarios. Mala calidad de los servicios básicos. empleados por temor a que busquen otro
Escaso impacto de los grandes capitales en la eficiencia y competitividad Escaso interés por contribuir económicamente en la solución empleo en otra empresa o actividad.
de las empresas locales. de problemas estratégicos. Los impuestos no se reinvierten en la
Poco nivel de confianza entre rivales para establecer mecanismos de Pérdida de actividades económicas tradicionales como la comunidad de manera adecuada al
cooperación. agricultura. desarrollo de la zona.
Desconfianza en el capital extranjero que se inserta en la zona. Falta de apoyo de instituciones públicas y del gobierno local. Se han elevado de manera exagerada los
Fuerte inestabilidad de la mano de obra en las funciones de la empresa. Poco desarrollo de proyectos conjuntos entre los actores precios de la tierra en la zona.
Mayor parte de las empresas son de tipo familiar. sociales. Los precios de los insumos requeridos

19
Escasa planeación de la oferta turística sobre todo en hoteles y Escasa población profesional local. por los empresarios son bastante altos, lo
restaurantes. Poco acceso de la comunidad local a los atractivos turísticos de cual eleva mucho los costos.
Elevado costo de inversión y poca disponibilidad de recursos financieros. la zona.
Escasa incidencia de las instituciones públicas en el desarrollo del Inexistencia de una cámara de turismo en la zona.
ecoturismo en la zona.
Exceso de individualismo en el sector empresarial de la zona.

Tipo-calidad del cluster turístico de Monteverde según actores sociales

Actores/ Empresarios Actores clave Asalariados


indicadores

Convocar una mayor presencia efectiva de las Aumentar y mejorar la educación ambiental dirigida a la Elevar la conciencia en la comunidad y entre
entidades públicas en la solución de los principales comunidad en general. empresarios en torno a la necesidad de proteger el
problemas que enfrenta la zona. Establecer criterios de acceso a la áreas de conservación de ambiente, de lo contrario se pierden las ventajas
Restablecer en el interés de los empresarios la acuerdo a la capacidad de carga. comparativas de la zona.
necesidad de organizarse a través de una cámara de Mejorar los caminos de acceso a la zona. Procurar centros de recreación para los jóvenes.
turismo y otras organizaciones en la zona. Brindar mayor capacitación pertinente a los trabajadores. Mayor coordinación con la comunidad para
Mejorar el nivel de confianza entre los rivales y Mejorar la calidad de servicios que los empresarios ofrecen al ejecutar programas de vigilancia para la protección
cooperar para elevar su competitividad. turista. del ambiente natural, la paz y la seguridad.
Mejorar las vías de acceso a la zona para promover La Asociación de Desarrollo debe fortalecerse para procurar Mejorar las condiciones de vida de la población en
un mayor ingreso de turistas. mayor bienestar en la zona. la zona.
Concienciar a las entidades públicas acerca de la Mejorar y crear mecanismos que fortalezcan los vínculos entre Educar a la población para adaptarse mejor a los
necesidad de retribuir a la zona con más y mejores los actores sociales. cambios que genera el desarrollo del turismo en la
Elementos estratégicos servicios para que la competitividad de los negocios Elevar el interés de la comunidad en general por los programas zona.
sea sostenible. de reciclaje y clasificación de desechos. Motivar a los jóvenes para que no abandonen sus
Plantear un desarrollo de las inversiones de la zona Dar mayor importancia al desempeño de la comunidad en el estudios y promover la terminación de los estudios
basado en la calidad y el bajo costo de los créditos. mantenimiento de la calidad de los principales atractivos entre los que se han retirado.
Controlar el crecimiento de la oferta turística y su turísticos de la zona y de la comunidad misma. Buscar mayor participación de los gobiernos local y
emplazamiento en la zona. Elevar la proyección de Monteverde hacia adentro y hacia nacional en el desarrollo de la zona a través de la
Promover entre los empresarios un mayor interés por afuera. inversión de los impuestos que perciben.
una gestión ambiental-económica que garantice la Promover actividades para la educación del núcleo familiar y Promover mayor organización de los trabajadores
sostenibilidad del principal atractivo turístico de la fortalecer sus lazos. para velar por sus intereses y los de la comunidad.
zona. Impulsar una cultura agrícola sustentada en cultivos orgánicos.
Procurar un mayor acercamiento entre las entidades Creación de fuentes de empleo que absorban buena parte de la
públicas y privadas de la zona y el sector empresarial población trabajadora en temporada baja del turismo.
para la cooperación en la solución de los principales Ampliar los corredores biológicos aprovechando la cercanía
problemas de la zona. entre las distintas reservas y con la participación de finqueros.
Promover más el turismo científico evitando conflictos con el
turismo comercial.

20
Turismo, motor de crecimiento
y desarrollo de Costa Rica
MARCO OTOYA

Resumen
Se pondera la influencia que sobre la economía de Costa Rica tiene el sostenido crecimiento del turismo: ingreso de divisas, generación de empleo,
estímulo a la inversión en diversos sectores…; también se menciona los impactos negativos ambientales y sociales. Se pone énfasis en el desarrollo que
ha experimentado en el país el ecoturismo que, apoyado en las políticas de protección de la naturaleza, tiene un impacto positivo cada vez mayor en las
comunidades cercanas a donde se realiza; se analiza la experiencia particular de Térraba-Sierpe, con sus fortalezas y limitaciones. Finalmente, se señala
varias orientaciones que habría que integrar a las políticas públicas a fin de mantener, mejorar y crear nuevas condiciones para que nuestra industria
turística sea más competitiva, especialmente aquellos proyectos que incentivan el desarrollo local en armonía con el ambiente.

The influence that the maintained growth of tourism has on the economy of Costa Rica is weighed: currency entrance, generation of employment,
stimulus to investment in diverse sectors…; the negative environmental and social impacts are also mentioned. The development of ecotourism
experienced in the country is emphasized, which being based in the policies of protection of nature, has every time a greater positive impact in the
communities near to where it’s carried out; the particular experience of Térraba-Sierpe is analyzed, with its strengths and limitations. Finally, several
orientations that should be integrated to the public policies are indicated, in order to maintain, improve and create new conditions so that our tourist
industry be more competitive, especially those projects that encourage local development in harmony with the environment.

E l crecimiento del turismo en Costa Rica, y de la serie de servicios y actividades conexas, estimulan
el desarrollo nacional, facilitando no solo la generación de empleo y la atracción de inversión sino
también la creación de procesos de innovación y aprendizaje ligados al aprovechamiento de
diferentes servicios ambientales. Esto ha sido posible gracias a los diversos factores que posicionan al país
con ventajas comparativas y competitivas, en algunos casos únicas, con respecto a otras naciones.
Dentro de los factores más representativos en la base de este fenómeno se destaca la gran biodiversidad que
posee el territorio nacional (uno de los 20 países con mayor biodiversidad en el mundo), potenciada por la gestión
del marco institucional y legal para la protección y conservación del ambiente. La política dirigida a promocionar a
Costa Rica como destino turístico internacional, donde el turismo diverge en sus diferentes formas (ecoturismo,
turismo de sol y playa, turismo de aventura, etcétera), ha tenido un papel primordial en el desarrollo turístico,
como asimismo lo ha tenido la estabilidad económica y democrática de nuestro sistema, en conjunto con nuestra
cultura y el crecimiento de las tecnologías de información y comunicación.

Impactos del turismo


Según datos de Proyecto Estado de la Nación (2005), desde 1997 la afluencia de turistas al país se ha
incrementado en forma sostenida pasando de 811.490 visitantes internacionales en ese año a 1.452.926 en 2004 -
sin considerar los visitantes provenientes de cruceros. Para el año 2005 el Banco Central estimó que el número de
visitantes extranjeros aumentó aproximadamente en un 15 por ciento y la industria turística en su conjunto
continuó destacándose como la principal fuente generadora de divisas de Costa Rica.
El sector se ha posicionado en la economía nacional de manera que desde 2001 ocupa el primer lugar en
cuanto a ingreso de divisas para el país (Ibid.), destacando Estados Unidos como el principal mercado de origen.
2004 fue un año sobresaliente para el sector debido a que se presentó una visitación de 1,4 millones de turistas,
generando un monto por ingreso de divisas equivalente al 3,6 por ciento del producto interno bruto (Borges 2005).
A su vez, el sector mostró un crecimiento de 17,3 por ciento, el mayor en los últimos doce años. El país ha logrado
mantener tasas de crecimiento en el sector turismo superiores al 12 por ciento, mientras el turismo mundial crece al
cinco o seis por ciento, según datos de la Organización Mundial del Turismo.
La industria turística contribuye a la estabilidad en el campo macroeconómico con el ingreso de divisas,
aportando por este concepto en 2005 unos $683 millones en el primer semestre, lo que compensó en alto grado la
salida de una gran cantidad de capital especulativo que, de lo contrario, hubiera impactado mucho más la inflación
anual -por la pérdida de divisas- con su consecuente desequilibrio de las reservas del Banco Central. Se trata de un
sector intensivo en empleo de todo tipo por las actividades conexas que desencadena, como el transporte, la
alimentación, el comercio y el hospedaje.

Marco Otoya, economista, es investigador y profesor en la Universidad Nacional.

21
El ingreso de divisas al país por concepto de turismo en los últimos años es creciente a pesar de condiciones
que atentan contra la sostenibilidad de la industria turística, como el deterioro de la infraestructura vial (puentes y
carreteras), el estancamiento en mejoras a puertos, aeropuertos e infraestructura tecnológica y los altos precios de
los hidrocarburos que afectan la estabilidad económica, entre otros. Pero, no obstante las condiciones adversas
internas y externas (entre estas últimas los altos precios del petróleo y de ciertos insumos para la construcción), en
esta industria se mantiene el estímulo a la inversión en el país. La inversión turística analizada por las diferentes
actividades manifiesta que la actividad conserva un comportamiento estable. De 1996 a 2004, en términos relativos
para ese período, las provincias que encabezan el mayor porcentaje de inversión son Guanacaste (43 por ciento),
Puntarenas (24 por ciento) y San José (17 por ciento); Cartago y Limón (cada una con un 1 por ciento de la
inversión total del período) son las provincias donde menos se ha invertido (ICT 2006). Por las condiciones que
ofrece el Pacífico Norte, Guanacaste ha atraído a inversionistas privados, lo que explica que ocupe el primer lugar
en cuanto a inversión. Limón y Cartago, aunque cuentan con diversos atractivos naturales y culturales, requieren
de un mayor estímulo para que se incremente el desarrollo local, producto de potenciar las actividades turísticas
conexas. Es claro que el desarrollo turístico de una zona de altos atractivos naturales, como Limón, debería
liderarse desde las mismas comunidades de manera que contribuyera al desarrollo local y los beneficios se
distribuyeran de manera equitativa. Los procesos de capacitación y el apoyo estatal son elementos cruciales a
considerar en un proceso de ese tipo.
Aunque en términos económicos las cifras son alentadoras, se requiere de un marco legal e institucional
adecuado y su correcta implementación para lograr mejoras en el desempeño social y ambiental; de lo contrario el

Monteverde, Costa Rica

turismo puede conllevar una serie de impactos que generen deterioro. En la mayoría de los casos, en el desarrollo
turístico predomina una gestión basada primordialmente en los intereses económicos de los inversionistas, dejando
de lado los impactos negativos ambientales y socioculturales (Schulte 2003). Como el turismo está estrechamente
ligado a la creación de infraestructura y al cambio en el uso del suelo, dependiendo de la escala del proyecto y de la
fragilidad del ambiente puede tener repercusiones ambientales y socioeconómicas irreversibles. En términos
ambientales los impactos negativos de la actividad turística son diversos. El cambio en el uso del suelo, la
sobreexplotación del agua y la energía para el desarrollo de las actividades turísticas, el depósito de desechos en

22
aguas superficiales y subterráneas y la alta emisión de desechos sólidos son parte de la problemática ambiental
generada. El incremento en el precio de la tierra, la movilización de familias, la migración y el desplazamiento de
mano de obra son parte del impacto socioeconómico generado. En consecuencia, es sustancial que las políticas
nacionales de desarrollo y fomento a la industria turística se replanteen las vías para lograr una reducción
considerable de los efectos negativos del turismo, de manera que en el balance de los efectos de la industria turística
los impactos positivos sean cada vez mayores respecto de los negativos.

Ecoturismo rural comunitario


La definición tradicional del turismo está basada en el concepto de demanda y se refiere a todas las actividades
que realizan las personas que viajan a algún lugar fuera de su entorno habitual por un tiempo menor a un año y con
motivos de ocio, diversión, negocios u otros (Ibid.). Por su parte, la Organización Mundial del Turismo ha
adoptado el enfoque sostenible para el turismo y lo ha definido de la siguiente manera: "El desarrollo sostenible
atiende las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras y al mismo tiempo protege y fomenta las
oportunidades para el futuro. Se concibe como una vía hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan
satisfacerse las necesidades económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los
procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida” (WTO 1993). Éste es un
enfoque mucho más integral y amplio que involucra el atender la demanda sin deteriorar las condiciones locales
(económicas, sociales, ambientales y culturales) del lugar donde se lleva a cabo la actividad.
En torno a las definiciones de turismo han surgido diferentes clasificaciones dependiendo de la actividad
específica que se oferta. Entre ellas sobresalen: el turismo urbano, el turismo cultural, el turismo de resort o complejo
turístico, el agroturismo y el ecoturismo. En esta sección centraremos nuestra atención en el ecoturismo, al que
UICN define como “aquella modalidad turística ambientalmente responsable consistente en viajar o visitar áreas
naturales relativamente sin disturbar, con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar los atractivos naturales (paisaje, flora
y fauna silvestres) de dichas áreas, así como cualquier manifestación cultural (del presente y del pasado) que pueda
encontrarse ahí, a través de un proceso que promueve la conservación, tiene bajo impacto ambiental y cultural y
propicia un involucramiento activo y socioeconómicamente benéfico de las poblaciones locales" (Ceballos-
Lascuráin 1993 en Schulte 2003). El término ecoturismo se presta para ser confundido con el término turismo
sostenible, sin embargo se debe considerar que el ecoturismo es solo una parte del conjunto denominado turismo
sostenible (Schulte 2003).
En nuestro país el ecoturismo es una de las formas de turismo que más se practica, gracias en gran medida a los
esfuerzos realizados en conservación y protección, que se materializan en el hecho de tener poco más del 25 por
ciento del territorio nacional bajo alguna categoría de protección, y que aumenta gracias al apoyo de la iniciativa
privada que dedica crecientes áreas al ecoturismo y a la investigación científica (Miranda 2005). El Sistema
Nacional de Áreas de Conservación está conformado por 11 áreas de conservación que llevan a cabo una gestión
descentralizada de la biodiversidad con la participación activa de las comunidades aledañas a las áreas protegidas
que albergan, participación que es de vital importancia para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad a
nivel local, nacional y global, donde el ecoturismo ha sentado gran parte de sus actividades garantizando que los
recursos se generen y distribuyan a nivel local.
El papel desempeñado por los bosques costarricenses es considerable en el desarrollo económico nacional por su
aporte al ecoturismo. El desarrollo del sector forestal en Costa Rica ha impactado positivamente la implementación
de una serie de actividades socioeconómicas impulsadas por los parques nacionales y las reservas biológicas, siendo
una de estas actividades el ecoturismo, gracias a que en 2002 el monto obtenido por la admisión a los parques fue de
1.137 millones de colones, generado por la visita de 933.000 turistas, de los que el 55 por ciento fueron nacionales y
el 45 por ciento extranjeros. Los grandes polos de atracción de turistas son los parques nacionales Poás (29,21 por
ciento), Manuel Antonio (17,93 por ciento), Irazú (14,87 por ciento), Cahuita (8,65 por ciento) y Santa Rosa (5,12
por ciento) (Furst et al. 2004). El mayor aporte económico a los parques nacionales y reservas biológicas del país
tiene que ver directa o indirectamente con el desarrollo del turismo, derivando de ahí la importancia de mantener
los esfuerzos en protección y conservación de nuestro patrimonio natural.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (De
Shazo y Monestel 1998), los turistas visitan en promedio 4,5 áreas protegidas públicas durante su estadía, en lo que
invierten entre un 52 y un 87 por ciento de su tiempo. Muy probablemente los gastos relacionados con su estadía:
hospedaje, alimentación y transporte, también se ven determinados por el tiempo invertido en estas visitas.
Un estudio elaborado por el Centro Internacional de Política Económica de la Universidad Nacional en 2004
(Furst et al. 2004) identificó y analizó el aporte socioeconómico de tres parques nacionales: el volcán Poás, el
Chirripó y el Cahuita, estimando que generaron un aporte total al Ministerio de Ambiente y Energía, por concepto
de entradas, de 359 millones de colones, siendo el Parque Nacional Volcán Poás el que más aportó y el que brinda
una mayor contribución a nivel local, con poco más de 1.569 millones de colones. Además del aporte del turismo,

23
existe una serie de actividades conexas que benefician a una amplia variedad de actores, habiendo éstas aportado
aproximadamente en 2002 la suma de ¢325.171 millones de colones (Ibid.).
Un caso que claramente muestra los aportes del ecoturismo a la economía local es el del Parque Nacional
Chirripó, donde las comunidades involucradas se beneficiaron en 2002 con un ingreso aproximado de 66 millones
de colones gracias a la existencia, conservación y visitación del Parque. En 2002 ascendieron al cerro 6.324
personas, de las que 5.692 se hospedaron en cabinas y hoteles de la zona, estimándose el monto aproximado de
ingreso por este servicio en 50 millones de colones; y también se puede distinguir allí siete actividades conexas:
verdulería local, abastecedores locales, pesca de truchas, aguas termales, porteadores y arrieros, guías, servicio de
cocineras, alquiler de implementos para pernoctar en el albergue y la carrera al Chirripó (Ibid.).

Potencialidad turística de Térraba Sierpe


El Humedal Nacional Térraba Sierpe es ejemplo de área nacional de gran potencial ecoturístico. En esta zona la
actividad turística se perfila como el elemento reactivador del crecimiento y el desarrollo local. Sin embargo, por las
condiciones económicas, sociales y culturales se ha identificado una serie de prerrequisitos necesarios para lograr
que la actividad no deteriore el ambiente. A continuación se pasa revista a esta experiencia y se muestra cómo el
ecoturismo puede representar una alternativa atractiva de desarrollo.
El Térraba Sierpe, ubicado en el Pacífico sur es una unidad ecológica y económica que, por un lado, es fuente
de vida para gran cantidad de especies acuáticas, aéreas y terrestres, proporcionando una serie de servicios
ambientales no comerciables o transables en los mercados comunes; y, por otro lado, es fuente de una variedad de
actividades productivas dado que proporciona condiciones idóneas para la reproducción de especies marinas
comerciales (piangua, pescado, camarón) y también favorables para el desempeño de actividades agrícolas, como
arroz, plátano y palma africana, que constituyen alternativas de desarrollo en tanto fuentes de ingreso para los
pobladores de la zona.
Sin embargo, las actividades económicas que se desempeñan en el lugar son ilegales y la mayoría se desarrollan
sin considerar los límites ecológicos o biofísicos de las especies comerciales, del ecosistema ni de los aportes que éste
hace a la sociedad, a pesar de que los pobladores tienen clara conciencia de la necesidad de conservar la
biodiversidad del humedal. La responsabilidad de ese desatino corresponde a la escasez de fuentes alternativas de
ingreso y a la falta de capacidades institucionales, que incluso han llevado al desaprovechamiento del potencial
ecoturístico del lugar (Otoya et al. 2005).

Monteverde, Costa Rica

24
Las diversas actividades productivas que se desarrollan en Térraba Sierpe, como se desprende de los resultados
del Estudio de valoración socio-económica del HNTS (Reyes et al. 2004), generan ingresos importantes a quienes se
benefician de éstas, pero tales ingresos no se distribuyen eficientemente por la escasa capacidad organizativa, el bajo
nivel de escolaridad y la cultura de la población, con la consecuencia obvia del bajo grado de desarrollo que tiene la
zona (Ibid.). Esos factores han limitado el desarrollo y desempeño de una gran cantidad de actividades turísticas que
podrían desarrollarse en la zona de manera sostenible, lo que traería consigo grandes beneficios en términos de
generación de empleo, mejora en la calidad de vida de las personas y desarrollo local en general.
UICN desarrolló, durante 2004 y 2005, un proceso que permitió inicialmente valorar económicamente los
aportes del Humedal Térraba Sierpe a nivel local de acuerdo con las diferentes actividades productivas que se
realizan. En el primer semestre de 2005 logró satisfactoriamente crear y mejorar capacidades institucionales locales -
mediante organización formal y capacitación- en una serie de grupos que aprovechan los beneficios del humedal
pero que, dado su nivel educacional, factores culturales y su escasa organización, no obtienen los mejores
beneficios. Adicionalmente, se eligió seis organizaciones con las que se trabajó participativamente de manera que
pudieran a largo plazo innovar con actividades de ecoturismo y agroturismo, obteniéndose un plan de negocios con
visión de largo plazo para estos grupos y con posibilidades viables de ponerlo en marcha.
Un ejemplo de las organizaciones que han logrado aprovechar procesos como el impulsado por UICN y el
Programa de Pequeñas Donaciones del Pnud es Coopemangle, que ha iniciado con éxito un proceso de turismo
rural comunitario. Sus actividades incluyen un tour por los canales del manglar con avistamiento de especies, visita
a una playa, pesca, venta de comidas típicas y alojamiento. Éste es un proceso que se está formulando por etapas y
se perfila como una actividad potencial para la búsqueda de fuentes de ingreso innovadoras, de manera viable y
rentable, y con una visión de sostenibilidad ambiental (Ibid.).
El Térraba Sierpe es un sitio de visitación turística con alto potencial de aportación de estímulos económicos
significativos para la región y para el país. En relación con el turismo, el mayor desarrollo se ubica al norte de la
reserva, en Tortuga y Ojochal y en Sierpe. Se ha dado paso a la aparición de paquetes turísticos que incluyen giras
por los manglares, pesca deportiva y buceo, entre otros. De acuerdo con Reyes et al. (2004), basado en información
del Centro de Información y Promoción Turística de la Cámara de Comercio, Industria, Turismo y Agricultura del
Sur, en el cantón Osa hay alrededor de 54 empresarios hoteleros. Las estadísticas de ingreso de turistas indican que
durante enero de cada año ingresan al atracadero de Sierpe alrededor de 600 turistas, muchos por vía aérea, pues
en Palmar Norte y Sierpe se dispone de servicio de transporte aéreo: este medio es utilizado por los turistas
extranjeros (87 por ciento). La isla del Caño y el Parque Nacional Corcovado son unos de los mayores atractivos
turísticos de esta área.
El reto es que la serie de actividades turísticas directas e indirectas posibles en esta región sean gestionadas por
sus pobladores, evitando la creación de grandes complejos hoteleros que minan el desarrollo local e inclusivo de
los habitantes oriundos del lugar de una manera activa.

Potenciar los beneficios del turismo


Dados los beneficios directos e indirectos que proporciona el turismo, es primordial encadenar la serie de bienes
y servicios conexos; y es necesario mantener, mejorar y crear nuevas condiciones para que la industria turística sea
más competitiva, especialmente los proyectos turísticos que en cualquiera de sus dimensiones promueven el
desarrollo local en armonía con el ambiente. A continuación se detallan algunos elementos que debieran estar
presentes en las políticas públicas de los próximos años para mantener una estrategia sostenible de mediano y largo
plazo de la actividad turística:
1. Para posicionar a Costa Rica como destino turístico internacional se debe mejorar la red vial. Una prioridad de
las nuevas autoridades políticas a partir de 2006 debiera ser centrarse en el empleo de todas las herramientas legales
e institucionales para acelerar los procesos de construcción y reconstrucción de puentes y carreteras; y también
mejorar la infraestructura relacionada con los puertos y aeropuertos en los diversos destinos nacionales.
Se requiere inversión en las nuevas tecnologías de información y comunicación que permiten dar a los turistas
mejores condiciones durantes sus visitas. Los proyectos de internet alámbrico e inalámbrico a altas velocidades y de
fácil acceso debe ser una realidad; nuestro país debe asegurarse la universalización de este servicio así como su
cobertura nacional, sus beneficios en el desarrollo y el aprovechamiento inteligente de las tecnologías de
información y comunicación son indudables y potenciarían el turismo. Un hecho que vale la pena mencionar en
esta área es el esfuerzo y la inversión que ha realizado el Instituto Costarricense de Turismo, que en la actualidad
cuenta con una página web donde los turistas pueden desde cualquier lugar del mundo acceder y conocer nuestra
oferta turística, a la vez que pueden hacer reservaciones, contactar agencias de viajes, rentar un auto, etcétera.
Particularmente en las playas y áreas rurales, muchos sitios turísticos potencialmente atractivos carecen de los
servicios básicos: carreteras, electricidad, agua potable, telefonía, sistemas sanitarios, que son primordiales para el
desarrollo del turismo.

25
El estado debe velar por que las soluciones sean las mejores, es decir, soluciones no a corto plazo que vengan a
remediar problemas viales durante dos o cuatro años, sino soluciones de largo plazo que posicionen a nuestro país
entre los primeros lugares de América Latina y a la altura de los países europeos. Se puede poner en riesgo la
actividad turística por la falta de infraestructura adecuada para la recepción y movilización de los turistas.
2. En relación con los requerimientos para la inversión, es necesario que el sector financiero, por medio de la
banca nacional, genere instrumentos atractivos tendientes a promover el desarrollo de proyectos de turismo
sostenible para pequeñas y medianas empresas. Se carece de oportunidades financieras viables que estimulen el
desarrollo de proyectos turísticos locales; la excesiva tramitología, la escasa voluntad de los entes financieros para
asumir un mayor riesgo o formar parte de este tipo de proyectos, la necesidad de recursos de hasta un 20 por ciento
del valor del proyecto y la necesidad de garantías tangibles son solo algunas de las barreras que enfrentan algunos
sectores que buscan mejorar sus condiciones, estimular el desarrollo y el crecimiento.
3. Es necesario mayor información y diseminación de las fuentes y programas de financiamiento que fomenten
proyectos de turismo sostenible de manera que quien desee iniciar un proyecto de este tipo pueda contar con una
gama de opciones a las que recurrir, conociendo con anterioridad requisitos y procesos.
4. Es indispensable contemplar que existe una estrecha interrelación entre los sectores turismo y forestal, por lo
que se requiere el desarrollo competitivo del forestal. Los esfuerzos hechos por éste en materia de protección y
manejo sostenible de los ecosistemas forestales han favorecido y promovido el turismo en las áreas silvestres
protegidas. Por su parte, el desarrollo de la actividad turística
promueve la conservación. El turismo es visto como una actividad que
permite diversificar los ingresos de los dueños de parcelas con bosque
natural mediante, por ejemplo, la explotación de servicios ambientales,
entre ellos la belleza escénica. Es una relación en que se favorecen
ambos sectores, por lo que es importante continuar mejorando las
condiciones de desarrollo del sector forestal así como sus fuentes,
mecanismos e instrumentos de financiamiento tanto tradicionales
como innovadores, pues los diferentes mecanismos que contribuyen a
la conservación y protección de áreas naturales fomentan y estimulan
el turismo.
El desarrollo del turismo también debe garantizar la preservación
de la biodiversidad y contribuir a la sostenibilidad de áreas de
conservación, parques nacionales, manejo integral de las zonas de
manglares y humedales.
5. Los procesos de capacitación, formales e informales, para la
creación de capacidades institucionales locales son fundamentales. La
sociedad civil, las organizaciones locales y los grupos organizados
requieren de capacitación en áreas como contabilidad, servicio al
cliente, atención turística, idiomas, administración, etcétera.
6. Debe continuarse con las políticas referentes al certificado de
sostenibilidad turística, que es otorgado por el Instituto Costarricense
de Turismo en conjunto con siete instituciones privadas y estatales
como reconocimiento a las empresas que evitan la contaminación,
realizan acciones de conservación, manejan sus desechos, emplean y
capacitan a los vecinos donde operan y promueve costumbres y
Monteverde, Costa Rica
tradiciones locales. En Costa Rica existen 52 empresas dedicadas al
turismo que cuentan con este reconocimiento.

Referencias bibliográficas
Borges, Fabián. “Tasa de crecimiento del turismo será menor”, en Actualidad económica, 329, año XIX, 2006.
De Shazo, J. R. y L. Monestel. 1998. La importancia de las áreas protegidas en el desarrollo del turismo en Costa Rica: evidencia sobre el comportamiento del gasto en
los turistas nacionales y extranjeros. Incae. Costa Rica.
Fürst, Edgar et al. 2004. Estudio: sistematización y análisis del aporte de los parques nacionales y reservas biológicas al desarrollo económico y social en Costa Rica: los
casos de los parques nacionales Chirripó, Cahuita y Volcán Poás. Cinpe-Una. Costa Rica.
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Miranda, Miriam, Marco Otoya e Isabel Venegas. 2005. Estrategias y mecanismos financieros para la conservación y uso sostenible de los bosques en América Latina.
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Otoya Marco, Miriam Miranda y Carmen Monge. 2005a. Estrategia Financiera - Humedal Nacional Térraba Sierpe. Costa Rica.
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Reyes, V. y M. Miranda. 2003. Valoración económica del Humedal Nacional Térraba Sierpe. UICN. San José.
Schulte, Silke. 2003. Guía conceptual y metodológica para el desarrollo y la planificación del sector turismo. Ilpes. Santiago.
WTO (World Tourism Organization). 1993. Tourism: the year 2000 and beyond qualitative aspects. S.l.

26
Los recursos biológicos en la mira
de los tratados comerciales
SILVIA RODRÍGUEZ

Resumen
En las últimas décadas se han puesto en vigor convenios internacionales con objetivos ambientales o comerciales. En este artículo se destaca
cómo los primeros han ido cediendo poco a poco el espacio a los segundos en los puntos en conflicto. Así, tenemos el Acuerdo de los aspectos de
propiedad intelectual relacionados con el comercio que puso en entredicho algunas conquistas sociales y ambientales del Convenio de la diversidad
biológica (CDB). La situación se ha ido reforzando con los tratados de libre comercio bilaterales como el Tratado de Libre Comercio entre
Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
El caso de Costa Rica, como parte de este tratado, pone en evidencia dicho punto de conflicto ya que su adelantada legislación para normar el
acceso a sus recursos bioquímicos y genéticos, y así para cumplir con el CDB, es avasallada por los términos de referencia de los tratados
comerciales.

In the last decades, diverse international treaties with either environmental or commercial objetives have been reinforced. This article shows
how the first ones have been loosing effect in favor of commerce in those
points where they conflict. We have for instance the Agreement on Trade Related Intellectual Property Aspects (TRIPs) that called into
question some social and environmental conquests obtained in the Convention on Biological Diversity (CBD). Thissituation has been
reinforced in the USA-Central America and Dominican Republic free trade agreement (US-DR-CAFTA).
The case of Costa Rica, as a Part of this treaty, is a show-case because its advanced legislation to regulate access to its biochemical and genetic
resources observing the CBD principles, is subdued to the terms of reference given by the commercial.

E
n 1994 y 1995 entraron en vigor dos tratados multilaterales: el Convenio de diversidad biológica (CDB), de corte
socio-económico-ambiental, y el Acuerdo sobre los aspectos de propiedad intelectual relacionados con el comercio
(Adpic), administrado por la Organización Mundial del Comercio (OMC). En el caso de Costa Rica, por
tratarse de tratados internacionales, ambos son superiores a las leyes. A pesar de su equiparación legal, es evidente
que esos dos objetivos del CDB, que son el uso sustentable de los recursos y elementos de la biodiversidad y la
correspondiente distribución justa y equitativa de los beneficios, han ido cediendo el paso a las exigencias, normas y
decisiones del comercio internacional que en los últimos años se están expresando en una avalancha de tratados
bilaterales o regionales de inversión y de libre comercio.
En este documento proporciono como base para la discusión una serie de datos estructurados en dos grandes
temas: (1) un breve panorama del estado de las discusiones en el Consejo de los Adpic y las posiciones que han
asumido los países en vías de desarrollo en relación con los recursos de la biodiversidad y su conocimiento
asociado, para luego pasar a considerar cómo, ante el estancamiento de dichas discusiones, Estados Unidos ha
optado por una estrategia múltiple y combinada (Rodríguez 2005) utilizando, entre otros, los tratados de libre
comercio (tlc) bilaterales o regionales para conseguir objetivos no conquistados en aquel espacio multilateral; y (2)
tomando como muestra el TLC Estados Unidos-Centroamérica-República Dominicana (TLC-Eucard), destaco tres
ejemplos de sometimiento de la biodiversidad silvestre o domesticada a las exigencias del comercio: (a) la
cancelación de la discusión del artículo 27.3 b) del Adpic sobre la patentabilidad o no patentabilidad de las
invenciones relacionadas con las plantas y la protección de las obtenciones vegetales; (b) el debate (resumido aquí)
sobre si el capítulo de propiedad intelectual de los tlc firmados hasta hoy acepta o cancela la solicitud de los países
megadiversos -grupo constituido por las 17 naciones del mundo con mayor diversidad biológica- de exigir el
certificado de origen o legal de procedencia al solicitante de patentes; y (c) el tratamiento que se da a la
bioprospección como un “servicio científico transfronterizo” que podría obstaculizar los requisitos y alcances que
impone la Ley de biodiversidad y las normas de acceso de Costa Rica a los bioprospectores por ser teóricamente barreras
al comercio y a la inversión. Con base en esta información, al final elaboro una serie de conclusiones con las que
invito a hacer un alto para empezar a reflexionar sobre si el camino que estamos siguiendo coincide con nuestras
metas y deseos de una sociedad mejor en todos sentidos o si cambiamos definitivamente de rumbo.

Silvia Rodríguez, socióloga rural, es profesora emérita en la Universidad Nacional. Este artículo es una ampliación y puesta al día del publicado con
el mismo título en Ambientico (junio-2005), y que a su vez fue presentado como ponencia en el seminario “As encruzilhadas das modernidades: da luta
dos povos indígenas no Brasil ao destino da CDB” (Brasília, 4-6 de octubre de 2005).

27
Discusiones sobre relación Adpic-CDB
Desde la segunda Conferencia de las Partes (Cop) del CDB en 1996, miembros de la sociedad civil y de
organismos no gubernamentales empezaron a advertir del impacto negativo que tendría la propiedad intelectual si
los bioprospectores o sus empresas empezaran a controlar con ese instrumento los recursos biológicos y el
conocimiento tradicional asociado. A pesar de lo delicado del tema, la respuesta fue lenta. Tuvieron que pasar seis
años para que la Cop, esa vez celebrada en La Haya en abril de 2002, tomara la decisión VI/24 C (3 a) de solicitar
al Secretariado Ejecutivo “encargarse de reunir mayor información y análisis sobre el impacto de los regímenes de
propiedad intelectual sobre el acceso a y el uso de los recursos genéti-cos y la inves-tigación ciento-fica”. La labor
fue endosada a un grupo de tra-bajo ad-hoc que después de va-rias reunio-nes identificó los siguientes pro-blemas
(Berne Declaration et al. 2005): (a)
tensión entre los derechos de propiedad
intelectual y la consecución de objetivos
sociales más amplios, particularmente
los relacionados con las necesi-dades de
los productores pobres; (b)
impedimentos al desarrollo efectivo de la
ciencia debido al flujo y al intercambio
de información restringidos, y (c)
aumento de los costos en el desarrollo de
productos (que se traduce en precios más
altos para los consumidores).
Desgraciadamente y a pesar del tiempo
transcurrido, estas conclusiones no se
han concretado en recomendaciones ni
en acciones consecuentes.
En cuanto a las reuniones del
Consejo de Adpic, en su agenda de
discusión se encuentran los siguientes Limón, Costa Rica
temas: (1) continuar con el examen
iniciado en 1999 del párrafo 3 b) del artículo 27, que trata de la patentabilidad o no patentabilidad de las
invenciones relacionadas con las plantas y los animales, y de la potestad que los países tienen de otorgar protección
de las obtenciones vegetales mediante una ley propia (sui géneris); (2) cumplir con el párrafo 19 de la Declaración de
Doha de 2001 acordado en la reunión ministerial celebrada en esa ciudad para dar seguimiento a los acuerdos
administrados por la OMC, entre ellos el de Adpic, párrafo en el que se ordena al Consejo examinar la relación entre
Adpic y el CDB, la protección de los conocimientos tradicionales y el folclore, y otros nuevos acontecimientos
pertinentes.
En las reuniones para cumplir con dicho mandato los países en vías de desarrollo han generado dos líneas
diferentes de discusión. Una es la del grupo africano, y en gran medida de India, que insistentemente han pedido
eliminar las patentes sobre formas de vida y hacer efectivo el derecho de los países para elaborar su propia ley de
protección de variedades vegetales, lo cual ha sido objetado por los países industrializados deseosos de imponer
patentes sobre cualquier producto biotecnológico y de hacer obligatoria la adhesión a la Unión para la Protección de
Obtenciones Vegetales (Upov) en su acta de 1991, en caso de que algún país no otorgara patentes a plantas. Otra
línea de discusión es sobre la solicitud de los países del grupo de los megadiversos, de los que Costa Rica forma
parte, para evitar la biopiratería, cuya propuesta es la modificación del Adpic “para que se incluya la exigencia al
solicitante de una patente relativa a materiales biológicos o conocimientos tradicionales para que se divulgue la
fuente y el país de origen del recurso utilizado en la invención, así como las pruebas del consentimiento informado
previo y de la distribución justa y equitativa de los beneficios” (Perú 8-2005). (Por cierto, muchas organizaciones
civiles y no gubernamentales en el mundo hemos expresado nuestro desacuerdo con esta exigencia del grupo de
países megadiversos por considerar que con ella están aceptando la propiedad intelectual sobre formas de vida.) De
cualquier forma, el tiempo ha pasado y en torno a estas demandas no ha habido consenso favorable, siendo Estados
Unidos y Japón unos de los más férreos opositores. Hace algunos años Estados Unidos había manifestado que “la
prescripción que se propone es incompatible con el Adpic. Las actuales normas de divulgación establecidas en el
artículo 29 están directamente orientadas a determinar si una invención se ajusta a los criterios de patentabilidad y a
divulgar la tecnología que se espera proteger mediante la patente, de manera que otros puedan reproducir dicha
tecnología y aprender de ella” (Estados Unidos IP/C/M/30 párrafo 177). Por su parte, Japón (IP/C/M/29, párrafo
155) argumentó que la divulgación de origen y consideraciones relacionadas serían entorpecedoras y encarecedoras
del procedimiento de la concesión de las patentes, y asimismo ha indicado que el valor económico de las

28
invenciones creadas sobre los recursos biológicos puede ser muy variable, atribuible principalmente a los esfuerzos
del inventor y a las actividades de comercialización del dueño de la patente (IP/C/W/257, párrafo 156;
IP/C/W/236). Estados Unidos insistió recientemente (IP/C/W/449 6-2005, párrafos 11 y 23) en que un nuevo
requisito de divulgación para patentar no es la solución apropiada, siendo primero necesario que los países
establezcan sus sistemas nacionales de acceso y distribución de beneficios antes de empeñarse en una discusión de
requisitos de divulgación adicionales.

San Pedro de Montes de Oca

De lo multilateral a lo bilateral
Debido al estancamiento de las discusiones en el Consejo de Adpic, Estados Unidos ha optado por una
estrategia múltiple y combinada utilizando, entre otros, los tratados de libre comercio bilaterales o regionales para
conseguir aquí lo que le es más difícil conseguir en un medio multilateral (Rodríguez 2005). Veamos lo que ha
sucedido con el TLC-Eucard en tres puntos relacionados con la biodiversidad:

TLC-Eucard cierra discusión de artículo 27.3 b)


En el tlc con Chile se empezó a cerrar la discusión del artículo 27.3 b) sobre la patentabilidad o no
patentabilidad de las invenciones relacionadas con las plantas y la protección de las variedades vegetales, cerco
estrechado en el TLC-Eucard.
En el Reporte al Presidente y al Congreso de los Estados Unidos, el Comité Asesor Funcional de la Industria de
Estados Unidos (IFAC-3 por sus siglas en inglés) expresa su complacencia por las exitosas negociaciones del TLC-
Eucard al obligar a las partes a adherirse a la Upov 91 y superar el acuerdo de libre comercio con Chile en su
compromiso para patentar plantas. El acuerdo con Chile dice que se “harán esfuerzos razonables por medio de un
proceso participativo y transparente para desarrollar y proponer una legislación dentro de los cuatro años siguientes
a la entrada en vigencia del acuerdo”. El TLC-Eucard dice escuetamente que se “harán todos los esfuerzos
razonables para otorgar dicha protección mediante patentes” (artículo 15.9.2), frase ésta que, pareciendo inocua, es
una obligación más reforzada según el criterio del mismo Reporte en que los signatarios instan al Gobierno de
Estados Unidos a asegurar que ese compromiso se traduzca en reformas de los sistemas de patentes de las partes tan
pronto como sea posible (Op. Cit.: 14).
En relación con las variedades de plantas, en el TLC-Eucard los países se obligan a pertenecer a Upov 91, como
única medida de protección, si no hubiesen aceptado las patentes sobre plantas. De esta manera se cierra cualquier
otra posibilidad para que cada país elabore en ese tema su propia ley nacional (sui géneris).
A pesar de estas decisiones avasalladoras, el Ifac-3 muestra su sinsabor porque en el TLC-Eucard no hubo
compromisos para limitar la aplicación de la exclusión del patentamiento de animales -ahora que la ingeniería
genética en ese campo está tomando impulso- y otras cláusulas del artículo 27.3 b) de los Adpic que sí se

29
consiguieron en el tratado con Singapur. Lo que significa que en futuros tratados bilaterales el cerco se irá cerrando
más, pues, nuevamente en sus palabras: “el proceso de los acuerdos comerciales ha llegado a ser el proceso principal
por medio del cual las empresas basadas en la propiedad intelectual sean capaces de asegurar que los estándares de
protección y cumplimiento vayan al paso de nuevos desarrollos” (Op. Cit.: 4)
Quiero hacer notar que la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos recibió y retransmitió al
presidente y al Congreso de Estados Unidos 32 reportes similares al entregado por el Ifac-3 (TLC-EUCA 2005), los
cuales evalúan otros aspectos del Nafta. Sus observaciones no son vinculantes pero tienen un gran peso en las
decisiones de dichas instancias políticas. Por ejemplo, el Ifac-3 está constituido por un buen número de empresas
biotecnológicas y especialmente farmacéuticas cuya capacidad de cabildeo tanto en las foros multilaterales como
bilaterales es de sobra conocida.

Solicitud de divulgación de origen en Nafta


Éste es un tema recientemente abierto a discusión y de una gran complejidad técnico-jurídica. (Agradezco el
material y comentarios de Reneé Velvée y de Peter Einersson, de Grain, para escribir este punto del cual soy
personalmente responsable.) Además del contenido de los artículos del Nafta, se incorporan en el debate otros
argumentos. En relación con las bases para pensar que efectivamente en este tratado hay una cancelación implícita
de la solicitud de los megadiversos, tenemos primero las actas de las reuniones del Consejo de Adpic en las que
Estados Unidos, entre otros, ha expresado consistente y reiteradamente su total desacuerdo de aumentar los
requisitos de divulgación para solicitar una patente. Esta posición la mantuvo todavía en la reunión de agosto de
2005 (ver punto anterior), un año después de la firma del TLC-Eucard. Es lógico pensar que este país no defendería
posiciones contradictorias sobre el mismo tema en dos espacios de negociación diferentes.
En segundo lugar, el reporte del Ifac sobre el TLC-EU-Australia, enviado a la consideración del presidente y el
Congreso de Estados Unidos el 12 de marzo de 2004, exactamente el mismo día en que enviaron el reporte del
TLC-Eucard, señala que “Estados Unidos debiera tomar la oportunidad de negociaciones futuras de acuerdos de
libre comercio para dejar claro que ningún requisito de divulgación puede ser impuesto a los solicitantes de patentes, más allá
de aquéllos señalados en el artículo 29 de Adpic. Tal disposición prohibiría explícitamente a los países imponer requisitos
especiales de divulgación en relación con el origen de los recursos genéticos o razones similares que podrían ser
utilizadas como base para rechazar la concesión de una patente o revocarla (énfasis añadido).
Dos comentarios al respecto. En el reporte de Ifac-Australia no caben dudas de interpretación, y ya me he
referido al gran peso de las opiniones de esta comisión en la toma de decisiones del gobierno y congreso de Estados
Unidos. Por otro lado, si bien ellos piden textos explícitos y el TLC-Eucard no tiene esa condición (ver más abajo),
lo cierto es que la petición en el reporte del Ifac-Australia podría ser válida para tratados futuros pero no para el
TLC-Eucard que para esa fecha estaba ya circulando públicamente a solo dos meses de su firma a fines de mayo de
2004.
Actualmente Estados Unidos está discutiendo otros tratados, entre ellos con Tailandia y con la región andina,
países que han pedido incluir entre sus cláusulas el requisito de divulgación de origen. Al momento de escribir este
artículo, sus resultados todavía están pendientes, pero el Reporte del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos sobre la Misión Comercial a Colombia, Ecuador y Perú (Committee on Ways
and Means US House of Representatives - September 2005: 5) marca una pauta a considerar. Al referirse al tema de
biodiversidad indica que, aunque reconoce que es importante para los países andinos, la protección que buscan en el
tratado de libre comercio no cabe en el régimen de propiedad intelectual. En su lugar proponen, tal como lo han
hecho en las discusiones del Consejo de Adpic, que sea protegida mediante contratos.
Otro analista, Jean-Fréderic Morin, es de la opinión de que la disposición del artículo 15.9.9 del TLC-Eucard sí
podría significar un techo para impedir que se amplíen los requisitos de divulgación en el artículo 29 de Adpic. El
texto del artículo 15.9.9, aunque de ninguna manera es explícito, sí sería consecuente con la firme posición de
Estados Unidos en el Consejo de Adpic y con la recomendación del reporte Ifac-Australia (Morin 2004).
Los argumentos de Morin son los siguientes. Recuerda primero que una de las condiciones clásicas impuestas a
los solicitantes de patentes a cambio de los derechos exclusivos de mercadeo es divulgar los detalles de la invención
“de manera suficientemente clara y completa para que las personas capacitadas en la técnica de que se trate puedan
llevar a efecto la invención” tal como lo señala el artículo 29 Adpic (énfasis añadido). Este requisito, también
presente en muchas las leyes nacionales, no se repetía en ninguno de los tlc anteriores a 2004, rigiendo los principios
y estándares de Adpic para gobernar las relaciones entre las partes en esa materia (Roffe 2004: 19). Ahora reaparece
en el TLC-Eucard con distinta redacción como sigue: “Cada Parte deberá establecer que la divulgación de una
invención reclamada debe considerarse que es suficientemente clara y completa si proporciona información que permite
que la invención sea efectuada o utilizada por una persona diestra en el arte, sin experimentación indebida, a la
fecha de la presentación” (énfasis añadido).

30
Manteniendo una duda razonable, podríamos pensar que la redacción del artículo 15.9.9. tiene la intención de
prohibir la inclusión de otros requisitos de divulgación. Si con esta manifestación poco explícita se consigue dicho
objetivo es lo que parece menos evidente. Ahora bien, en el caso de que Morín tuviera razón, los países
centroamericanos y República Dominicana que ya ratificaron el TLC-Eucard podrían quedar inhibidos de seguir
exigiendo la ampliación de los requisitos del artículo 29 de Adpic para contener, en un esfuerzo desesperado de los
países megadiversos -aunque equivocado según algunos- el acceso ilegal a sus recursos bioquímicos y genéticos.
Una vez ratificado el TLC-Eucard no se podría dar marcha atrás ni en este tema ni en la revisión de
patentabilidad de seres vivos del artículo 27. 3 b), independientemente de lo que se llegue a consensuar en las
discusiones de Adpic, ya que el artículo 15.1 sobre Propiedad Intelectual dice: “Cada Parte, como mínimo, dará
vigencia a este Capítulo. Una Parte puede, aunque no está obligada a ello, implementar en su legislación nacional
una protección y observancia de los derechos de propiedad intelectual más amplia que la requerida bajo este
capítulo, a condición de que dicha protección y observancia no infrinja este Capítulo”.
Por último, quiero referirme brevemente a otras opiniones que consideran que la petición de los países
megadiversos puede tener asidero en el artículo 15.9.4 del TLC-Eucard sobre los motivos para revocar o anular el
otorgamiento de una patente. En este artículo, a las razones de falta de cumplimiento de novedad, de altura
inventiva o utilidad, se le adiciona el fraude, la falsa representación o conducta similar. Joshua Sarnoff (2004) opina
que ese agregado daría pie para que las leyes nacionales puedan exigir otras condiciones para el rechazo de patentes,
aun en la ausencia directa de fraude, falsa representación o conducta similar.
Carlos Correa (2005) no estaría de acuerdo con Sarnoff al señalar que el agregado en el artículo 15.9.4 del TLC-
Eucard no es substituto para una obligación expresa de divulgación de origen del recurso, tal como sigue: “Hasta el
punto de que tal divulgación no se establezca como requisito legal, ningún fraude, falsa representación o conducta
similar pueden ser invocadas, a no ser de que tal conducta sea también inconsistente con la obligación general de
divulgar impuesta bajo la ley de patentes. (Por ejemplo, cuando el solicitante reclama ser inventor de un
conocimiento adquirido de una comunidad indígena.)”.
En resumen, los tlc dejan más preguntas abiertas que respuestas claras tanto en el asunto de las exigencias para
la patentabilidad como en las revocatorias y cancelaciones de patentes. Se trata de un tema todavía en debate a la
expectativa de lo que pueda dilucidar un grupo reducidísimo de expertos. Pero, independientemente de cuáles sean
los resultados de esa discusión, es evidente que las leyes nacionales y aun algunos compromisos adquiridos
multilateralmente parecieran tener una enorme fragilidad y estar expuestos a modificaciones a veces subrepticias por
quienes tienen el equipo asesor más astuto o mejor informado. Vale aquí en toda su extensión el dicho de que “en el
mundo de los negocios no gana quien tiene la razón sino quien es más hábil para comerciar”.

Bioprospección como servicio transfronterizo


Costa Rica, no por sugerencia de Estados Unidos en las discusiones de Adpic sino por decisión propia y en
cumplimiento de sus obligaciones en el CDB, ha invertido desde 1996 una gran cantidad de recursos y esfuerzo
humano en la elaboración y ejecución de la Ley de biodiversidad y en las Normas generales para el acceso a los
elementos y recursos genéticos y bioquímicos (Decreto ejecutivo 31514). Listo el país para ejecutar su normativa,
hizo su aparición un inesperado y sigiloso Anexo 1 sobre “Medidas disconformes” a los capítulos 10 (“Inversiones”)
y 11 (“Servicios transfronterizos”) como parte del TLC-Eucard, donde se considera la bioprospección como
“servicio científico y de investigación”. De allí sigue una cadena de consecuencias. Primero, los permisos de acceso
se tienen como “acuerdos de inversión”. Aprobado y firmado el permiso podría llegar a ser un contrato de inversión
siguiendo su definición estándar (Correa 2004: 23) para concluir con la privatización de sus resultados por medio de
la propiedad intelectual.
En un artículo reciente (Rodríguez 2005b) expuso de manera amplia cómo, a consecuencia de la
implementación de esos mecanismos, los requisitos básicos para el acceso y el derecho a la objeción cultural
establecidos en la Ley de biodiversidad (artículos 63 y 66) quedan a merced de los capítulos 10 y 11 del TLC-Eucard
puesto que la medida “disconforme” interpuesta por Costa Rica no salva los incisos y contenido principal de dichas
normas. El país solo preserva, a pesar del trato nacional, la exigencia de que el bioprospector designe un
representante legal residente en el país si se trata de una persona física o jurídica domiciliada en el extranjero (ver
abajo recuadro). Ignoro si fue el equipo negociador de Costa Rica el único responsable de esta medida disconforme
o qué tipo de presiones recibió pero lo importante es el resultado final que puede ser de enorme trascendencia, pues
una progresiva Ley de biodiversidad como la de Costa Rica ha sido convertida en un régimen de inversión despojada
de sus bases políticamente sensibles. Estos resultados son consistentes con la posición de Estados Unidos de
promover sistemas de acceso basados en contratos de acuerdo con el CDB pero ahora muy acotados e incluso
tergiversados por todas las reglas de los capítulos de inversión y de servicios (Velvee 2005).
Incomprensible y fuera de la Ley fue el papel de los negociadores de nuestro país al suscribir estos acuerdos sin
antes someterlos al escrutinio y discusión nacionales, especialmente de la Comisión Nacional de Gestión de la

31
Biodiversidad. Al respecto la Ley de biodiversidad señala en su artículo 21: “Consulta Obligatoria: La Comisión
(Nacional de Biodiversidad) actuará como órgano consultor del Poder Ejecutivo y de las instituciones autónomas en
materia de biodiversidad, las cuales podrán consultar a la Comisión antes de autorizar los convenios nacionales o
internacionales, o de establecer o ratificar acciones o políticas que incidan en la conservación y uso de la
biodiversidad”.

Ley de biodiversidad, artículo 63


Los requisitos básicos para el acceso serán:
1. El consentimiento previamente informado de los representantes del lugar donde se materializa el acceso, sean los consejos
regionales de áreas de conservación, los dueños de fincas o las autoridades indígenas, cuando sea en sus territorios.
2. El refrendo de dicho consentimiento previamente informado, de la Oficina Técnica de la Comisión.
3. Los términos de transferencia de tecnología y distribución equitativa de beneficios, cuando los haya, acordados en los permisos,
convenios y concesiones, así como el tipo de protección del conocimiento asociado que exijan los representantes del lugar donde se
materializa el acceso.
4. La definición de los modos en los que dichas actividades contribuirán a la conservación de las especies y los ecosistemas.
5. La designación de un representante legal residente en el país, cuando se trate de personas físicas o jurídicas domiciliadas en el
extranjero.

Hay dos casos que ejemplifican los conflictos entre la Ley de biodiversidad y el TLC-Eucard, los cuales, si Costa
Rica ratificara éste, deberían resolverse conforme éste lo demanda (ampliar en Rodríguez 2005b): (1) La Ley de
biodiversidad (artículos 63.1 y 65) estipula que la falta del consentimiento previamente informado de las comunidades
y de las autoridades indígenas es razón para rechazar el permiso de acceso a los recursos solicitados, y también
contempla su objeción por "motivos culturales, espirituales, sociales, económicos o de otra índole” (artículo 66).
Pero eso no sería conforme con el artículo 11.4 -especialmente el inciso (a)- del TLC-Eucard, que se refiere a la no
imposición de limitaciones en el "acceso a mercados". El requisito estipulado en la Ley de biodiversidad para otorgar
permisos de bioprospección (artículo 63.3) que demanda especificar "los términos de transferencia de tecnología y
distribución equitativa de beneficios (…) acordados en los permisos, convenios y concesiones, así como el tipo de
protección del conocimiento asociado que exijan los representantes del lugar donde se materializa el acceso"
entraría en contradicción con el "requisito de desempeño" del capítulo de “Inversión” (artículo 10.9, inciso 1.f) del
TLC-Eucard pues no se puede exigir a los inversionistas, en este caso sus bioprospectores, hacer una transferencia a
una persona en el territorio nacional de "tecnologías u otro conocimiento" de su propiedad como requisito para
autorizar una “inversión”. Normalmente debe mediar el pago de regalías u otras condiciones impuestas por los
dueños. Es decir, no estaríamos hablando de una verdadera transferencia en el sentido de “ceder a otra persona el
derecho, dominio o atribución que se tiene sobre algo” (según el Diccionario de la Lengua Española de la Real
Academia Española), sino de la compra o alquiler de tecnología. (2) El artículo 78 de la Ley de biodiversidad entra en
abierta contradicción con el capítulo 15 del TLC-Eucard ya que aquél establece excepciones para el otorgamiento de
cualquier tipo de propiedad intelectual, y, al no enlistar los negociadores costarricenses estas excepciones en las
Medidas disconformes, ellas deberán adecuarse a las exigencias del TLC-Eucard. Así, Costa Rica perdería con los
tratados comerciales el control del patrimonio bioquímico y genético, consustancial al material biológico presente
en nuestros ecosistemas agrícolas y silvestres.

Conclusiones
Con la información anterior podemos comprobar el alto grado de sofisticación y complicación al que ha
llegado la discusión en estos acuerdos multilaterales y bilaterales. Estamos en manos de expertos que utilizan un
lenguaje técnico de difícil comprensión y que con frecuencia no se ponen de acuerdo entre ellos mismos. Mientras
tanto, la enorme mayoría de la población, no se diga las comunidades y pueblos indígenas, vive totalmente ajena a
las controversias y pactos que se tejen alrededor de “sus” recursos y de “su” conocimiento.
Considero que no podemos seguir desgastándonos en lentos procesos en el Consejo de Adpic. Nuestros
representantes han tardado años hablando sobre si la solicitud de divulgación de origen de los megadiversos debiera
adoptarse multilateralmente y sobre cuál sería su peso jurídico, o bien sobre si debe ser solamente materia de
legislación nacional. Otros adelantan ideas sobre si esa solicitud de divulgación de origen se convertiría en uno más
de los requisitos para patentar en el artículo 27.1, o si se trata de una competencia de los requisitos de divulgación
del artículo 29. En este campo las decisiones están igualmente estancadas.
Si a ese gasto de tiempo, energía y costo agregamos ahora la enorme carga adicional de los tlc, el problema se
agudiza. Estos tratados con frecuencia inician los capítulos de propiedad intelectual diciendo que su fundamento se
encuentra en el Adpic. No obstante, los negociadores manejan según sus intereses este principio general. A veces
reproducen íntegramente algunos artículos, incrementan exigencias de otros (patentes sobre plantas, imposición de
Upov 91), reescriben otros (como el 29) y definen a su antojo (bioprospección, legislación ambiental). Mientras

32
tanto, la biodiversidad languidece y la gente de los pueblos sigue viviendo en la miseria. Su vida está en manos de
un grupo de negociadores, de expertos y de la presencia activa de las empresas transnacionales que tienen en sus
manos la capacidad de definir e interpretar su mundo y sus necesidades sin siquiera conocerlos.
Una nueva lectura de la aparente contradicción entre los tratados de comercio y el ambiente nos señala que en
el fondo quizás no exista la tal contradicción. Hay autores que nos hablan más bien de un punto de convergencia ya
que el mismo CDB estaba concebido para la promoción del mercantilismo (Friends of the Earth Internacional 2005).
“Vender para salvar” fue el motor ideológico del tercer objetivo del CDB sobre la “distribución justa y equitativa de
beneficios”. Para ello los países ricos en biodiversidad deberíamos dar “acceso facilitado” pero bajo las condiciones
y los parámetros del capital globalizado. Pocos cuestionamos el significado de los beneficios “monetarios” y si los
llamados “no-monetarios”, al ser definidos también por los expertos en materia de “creación de capacidades”,
coincidían con las definiciones, usos y costumbres de los pueblos y comunidades.
El proceso continuó. Como dicen que no hay almuerzo gratis, pronto aceptamos con la misma ingenuidad la
idea de que si no hay patentes no hay beneficios. De allí saltaron rápidamente los megadiversos a decir que el
problema era la biopiratería por no ser una actividad legal, y que para solucionarlo deberíamos llevar el asunto al
campo de la propiedad intelectual en la legislación internacional exigiendo añadir el certificado de origen y de
legalidad de procedencia a los solicitantes de patentes. Algunos nos dicen que los megadiversos han sido muy
exitosos porque han mantenido este asunto en la agenda del Consejo de Adpic y en las conferencias de las partes han
apoyado el régimen internacional de acceso. Nos dicen también que han demostrado eficiencia por haber introducido el
tema de la “protección” del conocimiento tradicional en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
¿Pero estamos las y los observadores de este proceso satisfechos de estos resultados? ¿Estamos también contentos
con el gran logro del Tratado de los recursos fitogenéticos para la agricultura y la alimentación que incluye un artículo sobre
el no patentamiento de los recursos protegidos “en la forma recibida” pero sin responsabilidad subsiguiente?
¿Estamos contentas y contentos con introducir de lleno a la biodiversidad en los tlc y al conocimiento tradicional
bajo el alero de la propiedad intelectual? ¿Qué pensarán los megadiversos si en los tlc pierden lo poco que han
logrado en las esferas multilaterales?
Estos apretados pensamientos sobre esta historia harto predecible nos convocan una vez más a la consideración
de que no podemos seguir en este camino. Recuperemos la lucha por la defensa de los bienes comunes.
Solidaricémonos con la organización de los pueblos y comunidades, con sus demandas de territorios, con la
recuperación y la protección de sus semillas, con el
fomento de sus lenguas y el folclore, con el respeto a sus creencias y el apoyo a su autonomía, pues solo así
podremos prestar nuestro apoyo a la protección de sus recursos y conocimiento. ¡Es hora de empezar a desandar lo
andado y emprender un camino diferente!
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Velvee, Renee (Grain). 2005.

33
Riesgos ambientales de la nanotecnología:
nanopartículas y nanoestructuras

GIAN CARLO DELGADO

Resumen

La nanotecnología, que manipula la materia a la milmillonésima de metro, es asumida como uno de los frentes tecnológicos del siglo XXI de
mayores expectativas e implicaciones. Por el momento, el grueso de avances se centran en el desarrollo de novedosos nanomateriales para uso
diverso. Las propiedades únicas de las nanopartículas y nanoestructuras que los componen sugieren potenciales implicaciones ambientales y sobre la
vida debido a lo incierto de sus interacciones y efectos. Cómo se está asumiendo, evaluando, confrontando y distribuyendo el riesgo ambiental de la
nanotecnología son aspectos objeto de esta reflexión.

Nanotechnology, that manipulates matter to the thousand millionth of meter, is assumed as one of the technological fronts of the 21st century of
greater expectations and implications. For the moment, most of the advances are centered in the development of new nanomaterials for different use.
The unique properties of the nanoparticles and nanostructures that compose them suggest potential implications on the environment and on life due
to the uncertainty of their interactions and effects. How the environmental risk of nanotechnology is being assumed, evaluated, confronted and
distributed are aspects object of this reflection.

L
as promesas que genera la nanotecnología son de tal magnitud que varios países y sus multinacionales, y el
grueso de estados capitalistas centrales, están incrementando exponencialmente sus gastos en investigación al
respecto. Se dice que entre los campos de operación de mayor potencial en el corto/mediano plazo figuran
los que permiten: (1) la construcción de estructuras materiales novedosas, (2) aplicaciones en el procesamiento,
almacenamiento y transmisión de información, (3) desarrollo de sistemas sensoriales y (4) usos químicos y
nanobiotecnológicos. En el largo plazo destaca, entre otras áreas, el potencial del autoensamblaje de la materia
(fabricación de autoensambladores o nanofábricas y nanorrobots -si es que eso es técnica y físicamente posible).
La descripción más adecuada de nanotecnología tal vez sea la contenida en las definiciones oficiales y que, en
general, coinciden en que se trata de una tecnología que opera a la nano escala, es decir que trabaja en dimensiones
de entre 10-6 a 10-9 de metro o, siendo más precisos, la que, como indica la Royal Society, opera manipulando
estructuras y sus interacciones de entre los 100 nanómetros (nm) hasta el tamaño de los átomos (aproximadamente
0,2 nm). Ello responde a que a esa (nano) escala las propiedades de los materiales pueden ser muy diferentes que a
la macro escala (The Royal Society 2004). No obstante, algunas disciplinas como la denominada nanofotónica
siguen esencialmente haciendo el mismo tipo de investigaciones que cuando se denominaba fotónica. El caso es
compartido por otras áreas de conocimiento científico-tecnológico, lo que sugiere que dicha tendencia de disciplinas
madres e hijas (nano) es reflejo de una debilidad de las fronteras entre las disciplinas que operan a una misma
escala, pero no como producto de una convergencia espontánea, sino como consecuencia del avance del conjunto
de fuerzas productivas capitalistas de fines del siglo XX y de lo que va del XXI.
Por el momento, casi todas las aplicaciones vienen girando en torno al perfeccionamiento de materiales
existentes y a la innovación de nuevos materiales. Ésos están siendo utilizados en productos de lujo como bolas de
tenis, golf o boliche (a fin de reducir el número de giros que dan las mismas); nanopartículas de zinc para la
fabricación de neumáticos de alto rendimiento; fibras para la fabricación de telas con propiedades antimanchas o
antiarrugas; nanopartículas para cosméticos, fármacos y nuevos tratamientos terapéuticos; filtros-membranas de
agua nanoestructurados y “remedios” ambientales; mejora de procesos productivos mediante la introducción de
materiales más resistentes o eficientes; diseño de nuevos materiales para usos que van desde la electrónica, la
aeronáutica y toda la industria del transporte hasta su aplicación en armas más sofisticadas y novedosas (explosivos,
balística, materiales antibala y stealth, etcétera).
Las propiedades de tales materiales nanoestructurados, sustento de ésas y otras aplicaciones, ya han generado
un doble llamado de atención. Por un lado, se observa los amplios beneficios que posibilitaría la reestructuración de
prácticamente todo el entorno material que nos rodea pero, por otro lado, se identifica las posibles implicaciones
Gian Carlo Delgado Ramos, economista mexicano, es autor de La amenaza biológica (Plaza y Janés 2002), Biodiversidad, desarrollo sustentable y
militarización (Plaza y Valdés 2004), Agua y seguridad nacional (Arena 2005) y Agua, usos y abusos (Ceiich-Unam 2006).

34
que esa transformación generaría en el ambiente y, de ahí, en la salud, puesto que estarían presentes novedosas
nanopartículas y nanoestructuras diseñadas por el ser humano (en adelante simplemente denominadas
nanopartículas o nanoestructuras) cuyas características, en su gran mayoría, son todavía desconocidas.

Principales tipos de nanopartículas


Cuatro son las principales clases en las que en general son clasificados los nanomateriales (Epa 2004: 6): (1)
Materiales de base de carbón: con formas esféricas, elipsoidales o tubulares; los fullerenos 1 esféricos son a veces
denominados buckyballs, mientras que los cilíndrico-tubulares como nanotubos; sus propiedades fundamentales son
su reducido peso y su mayor dureza, elasticidad y conductibilidad eléctrica, entre otras. (2) Materiales de base
metálica: pueden ser quantum dots (puntos cuánticos o transistores de un solo electrón 2 ) o nanopartículas de oro,
plata o de metales reactivos como el dióxido de titanio, entre otras. (3) Dendrímeros: polímeros nanométricos
construidos a modo de árbol en el que las ramas crecen a partir de otras y así sucesivamente; las terminaciones de
cada cadena de ramas pueden diseñarse para ejecutar funciones químicas específicas -una propiedad útil para los
procesos catalíticos-; además, dado que tienen cavidades internas, su uso médico para la “entrega de droga” es
factible (lo mismo sucede con el caso de algunas estructuras de carbón y metálicas). (4) Composites: combinan
ciertas nanopartículas con otras o con materiales de mayor dimensión; el caso de arcillas nanoestructuradas es un
ejemplo de uso extendido para la fabricación de diversos productos (e.g. autopartes).

Implicaciones ambientales de los nanomateriales


Se ha señalado que las propiedades que se están aprovechando de las nanoestructuras y nanomateriales
mencionados (por ejemplo: su superficie altamente reactiva y su habilidad de atravesar membranas) podrían
significar peligros importantes en especial por su grado potencialmente elevado de toxicidad (The Royal Society
2004: 35). Las implicaciones ambientales en relación con tal toxicidad y con la biodegradabilidad de las
nanopartículas y los efectos de éstas en la salud de las diversidad de especies (incluyendo la humana), en el corto y
en el mediano plazo, son de consideración puesto que se estima que podrían interferir en las funciones vitales
(Ibid.). La bioacumulación y persistencia de las nanoparticulas a lo largo de la cadena alimenticia es también un
factor digno de observación detenida 3 .
El asunto es complejo dado que en la nanociencia hay notables vacíos de conocimiento, entre los se identifica
como más importantes: (a) la insuficiente definición “del punto” en el que de hecho las propiedades cambian en
relación con el tamaño (macro/micro/nano escala), (b) la limitada claridad acerca de esas propiedades de la
nanoescala y (c) el casi nulo conocimiento de las implicaciones de la interacción de tales o cuales nanoestructuras
con el medio natural (Delgado 2006: 11-16).
La ingeniera ambiental Nora Savage, de la Environmental Protection Agency (EU), indica al respecto que “los
compuestos sobre los que tenemos datos toxicológicos, de destino/transporte o de
bioacumulación/biodisponibilidad tal vez necesiten ser re-analizados debido al hecho de que en la nanoescala las
propiedades químicas y físicas usualmente se alteran … [E]stamos aprendiendo que: (1) estos materiales necesitan
ser [física y químicamente] bien caracterizados de modo que los resultados de las investigaciones puedan ser
comparables, (2) que puede no ser tan apropiado examinar el uso de nanomateriales diseñados que el de los
productos consumibles en los que éstos son incorporados y que (3) no es suficiente afirmar que los nanomateriales
fijados o incrustados en matrices no implican peligro ambiental o humano alguno -el destino final del producto debe
ser considerado: si el producto es quemado, puesto en la tierra con líquidos y gases reactivos, reciclado, etcétera”
(Ibid.: 14).
Vicki Colvin, directora ejecutiva del Centre for Biological and Environmental Nanotechnology de la Rice
University, asegura entonces que “ya sea un catalizador de zinc incrustado en el caucho de un neumático o plomo
en pintura para casas, la concentración de sustancias no-naturales en el ambiente incrementará en proporción
directa con su uso en la sociedad. Si las aplicaciones de nanomateriales de ingeniería se desarrollan como se tiene

1
Un fullereno es la tercera forma alotrópica de carbono (diamante, grafito y fullereno). Fue descubierta en 1985 como una sustancia donde cada
molécula poseía sesenta átomos de carbono engarzados a modo esférico o elipsoidal. Si bien el C60 es el más común, también hay fullerenos de carbono
de más átomos como el C70, C84, C240, C540. En 1991 se detectó una forma más de carbono, el nanotubo, que es un fullereno muy grande pero de
forma lineal.
2
Un punto cuántico es una estructura cristalina a nanoescala que puede transformar la luz. Se puede definir como una partícula de materia tan pequeña
(el 70 por ciento de sus átomos son de superficie) que la adición de un único electrón produce cambios en sus propiedades. El punto cuántico se
considera que tiene una mayor flexibilidad que otros materiales fluorescentes, lo que lo hace apropiado para utilizarlo en construcciones a nanoescala de
aplicaciones computacionales donde la luz es utilizada para procesar la información. Los puntos cuánticos están hechos de una variedad de diferentes
componentes, tales como cadmio y selenio (Diccionario de Conceptos de Euroresidentes, en:
www.euroresidentes.com/futuro/nanotecnologia/diccionario/puntos_cuanticos.htm).
3
La bioacumulación de nanopartículas es en buena medida determinada por las propiedades de sus superficies, lo que a su vez define si son retenidas
por tejidos grasos, hueso o proteínas del cuerpo. La persistencia dependerá, en cambio, de su descomposición o modificación por el ambiente (The
Royal Society 2004: 45).

35
proyectado, el incremento de concentraciones de nanomateriales en el agua subterránea y la tierra puede representar
los canales de exposición más significativos para evaluar los riesgos ambientales” (Colvin 2003: 1166-1170).
Según notifica Mihail Roco, director del subcomité en Nanoscale Science, Engineering and Technology del
National Sciences and Technology Council, que asesora al ejecutivo de EU, en la coyuntura actual las
preocupaciones inmediatas cubren aspectos que van desde un mayor conocimiento acerca de la toxicidad de los
nanoproductos, los mecanismos y rutas de exposición a nanoproductos en el aire, agua y suelo, hasta la efectividad
de equipo protector para los que manejan tales productos como ropa y respiradores, las reacciones celulares ante
nanopartículas o nanoestructuras y los mecanismos de prevención de escape de nanopartículas sintéticas en el
ambiente (Roco 2005: 108A).
Para ello es necesario determinar de modo general y particular las características de los nanomateriales en
interacción con el medio natural (y consecuentemente de sus posibles transformaciones). Esto es, por tanto, aspectos
como: sus mecanismos de transporte o movimiento en aire, tierra y agua y su capacidad de difusión (e.g.
aerodinámica, de filtración en medios porosos como la tierra, o de disolución/dispersión en medios acuosos), de
aglomeración, de deposición húmeda y seca, de sus propiedades gravitacionales; de su reactividad con moléculas o
nanopartículas naturales (no diseñadas o nanoestructuradas) y cómo ello afecta sus características generales,
incluyendo su toxicidad, o de cambios inducidos por reacciones fotocatalizadoras o inducidas por condiciones
anaeróbicas (Epa 2005: 35-38).
Y es que algunas de las potenciales implicaciones de las nanotecnologías ya comienzan a vislumbrarse. La
Royal Society suscribía en 2004 que “la evidencia sugiere que por lo menos algunas nanopartículas manufacturadas
serán más tóxicas por unidad de masa que aquellas del mismo químico pero de mayor dimensión. Esta toxicidad
está relacionada al área de superficie de las nanopartículas (que es mayor respecto a su masa que en el caso de
partículas más grandes) y a la reactividad química de la superficie (que puede incrementarse o reducirse mediante el
uso de una película envolvente dada -surface coatings)” (The Royal Society: ix).
Tal reactividad química de la superficie de las nanopartículas es de mayor consideración ambiental pues se
piensa que las enzimas naturales presentes en el ambiente pueden cambiar las propiedades de la superficie de las
nanopartículas y convertirlas en coloides (partículas que no se conglomeran y que no se depositan, por lo que
mantienen un alto grado de mobilidad en líquidos) 4 . Estas nanopartículas con características coloidales, según un
informe de la aseguradora Swiss Re, podrían ser ideales para la transportación a larga distancia (dígase acuíferos) de
material tóxico como contaminantes hidrofóbicos y metales pesados, por ejemplo al reaccionar con moléculas
mayores pero de menor movilidad como las ya contenidas en fertilizantes y pesticidas (Hett 2004).
Igualmente se advierte que, considerando la reactividad de los fullerenos, éstos se tornan potencialmente tóxicos
sobre todo si se toma en cuenta que son materiales lipofílicos que tienden a ser almacenados por los organismos en
zonas de tejidos grasos. De ahí que Eva Oberdorster (2004: 1058-1062) haya corroborado que los fullerenos como el
C60 pueden inducir un estrés oxidante en los cerebros de los peces róbalo. Más aun, Lovern y Klaper (2006: 1132-
1137) sugieren un considerable grado de mortalidad del Daphnia Magna (un diminuto crustáceo, popular alimento
para peces de acuario, y usualmente utilizado por su sensibilidad en estudios de ecotoxicológicos) cuando son
expuestos a nanopartículas de dióxido de titanio (TiO2) y al fullereno C60.
Otros estudios de Oberdorster et al. (2002: 1531-1543, 2004: 437-445) sostienen también que, con base en
estudios con ratas, las nanopartículas de carbón pueden entrar directamente desde la nariz hacia los lóbulos
olfativos y hasta el cerebro, a través de los nervios olfativos (Mark 12-14 octubre 2004: 33).
Otros estudios han señalado que, además de que ciertos nanomateriales podrían ser efectivos como agentes
bactericidas tanto para bacterias positivas como negativas en un cultivo dado, en particular los fullerenos del tipo
C60 podrían potencialmente inhibir de modo importante el crecimiento y la respiración de los microbios (Epa 2005:
59). Asimismo, Yang y Watts (s.f.: 122-132) 5 reportan que las nanopartículas de aluminio (de 13 nanómetros)
pueden estar involucradas en el enlentecimiento del crecimiento de las raíces de plantas como el maíz, calabacín,
soya, col y zanahoria. Aunque si las nanopartículas son cubiertas de fenantrene (un hidrocarburo aromático) dichos
efectos se aminoran. El caso de nanopartículas de alumnio de mayor dimensión no registraron tal impacto en las
plantas y los resultados se limitan a ensayos de laboratorio. De ser válidos los señalamientos anteriores fuera del
laboratorio, el impacto de la masiva liberación de esas nanopartículas y nanoestructuras en el ambiente podría ser
devastador, sobre todo en las zonas endémicas y megadiversas del orbe.
De cara a tales y otras indagaciones científicas que de entrada muestran lo limitado que aún es el conocimiento
sobre el comportamiento y características de las nanoestructuras, la respuesta general de esa comunidad ha sido que

4
Por ejemplo, Colvin sostiene que ciertos nanomateriales podrían absorber pequeños contaminantes como el cadmio y otros compuestos orgánicos, y,
consecuentemente, como los coloides, podrían ser una vía de transporte rápido y a larga distancia de contaminantes en las aguas subterráneas (Colvin
2002).
5
Yang, L. y D. J. Watts. “Particle surface characteristics may play an important role in phytotoxicity of alumina nanoparticles”, en Toxicology Letters
158:122-132.

36
los resultados son provisionales y que traen más preguntas que respuestas, razón por la que, según Eva Oberdörster,
se trata en el peor de los casos más bien de “luces amarillas” y de ninguna manera de “luces rojas” (Feder 2004). De
cualquier modo, como acertadamente advierte Altmann, “llama la atención el hecho de que las nanopartículas
estén siendo usadas en productos haciendo solo uso de la licencia sobre el material en bruto a pesar de que cada
artículo sobre la temática sostiene que (1) a la nanoescala la materia muestra diferentes propiedades, y (2) las
nanopartículas pueden entrar a través de los poros donde otras más grandes no pueden” (Delgado Junio-2006: 14).
Efectivamente, todo indica que los cuidados, las regulaciones y las responsabilidades de quienes están
desarrollando tales o cuales aplicaciones no están correspondiendo a la complejidad de este frente tecnológico.
Como advierte ETC Group (Junio-2004) desde 2004: la nanociencia y la nanotecnología se están desarrollando en
un vacío de regulación. El señalamiento aún es válido al día de hoy, aunque hay que reconocer que a partir de 2005
sí se reconoce formal y extendidamente la existencia de potenciales peligros y la urgencia de investigaciones
mayores desde las cuales eventualmente se desprenderían las regulaciones “necesarias”.
No sorprende entonces que en este panorama todavía de vacío de regulación ya existan cientos de productos
con nanoestructuras o nanopartículas en el mercado mundial sin mayor regulación específica 6 . Ni mucho menos
que se sucediera tal vez uno de los primeros incidentes con un producto comercial que al parecer hace uso de
nanopartículas. Me refiero al sonado caso del spray de limpieza Nano Magic, de Kleinmann (Alemania), que
ocasionó en abril de 2006 efectos de intoxicación a 78 personas y que resultará en el retiro del mercado de ese
producto (al menos provisionalmente) 7 . Tal vez lo más coherente de cara a la supuesta ausencia de resultados
contundentes sobre los potenciales riesgos ambientales y a la salud sea, en efecto, la aplicación del principio
precautorio.

Nanopartículas y riesgo
En el estudio de los posibles impactos negativos de la nanotecnología hay un acuerdo entre los conocedores del
tema a nivel internacional -explícito e implícito- de legitimación del debate sobre las nanopartículas y los
nanomateriales; no así en el caso de las implicaciones éticas y socio-económicas de los avances resultantes de las
tecnologías convergentes (nanotecnología-biotecnología-electroinformática) 8 . Al mismo tiempo, hay igualmente una
generalizada descalificación de los debates sobre los peligros que podría acarrear la nanotecnología de manufactura
molecular (del tipo de Eric Drexler) a pesar de que aún no se ha demostrado científicamente su inviabilidad 9 . Tener
presente este escenario es útil cuando uno da cuenta de por qué muchos especialistas insisten en hablar de los
riesgos de la nanotecnología desde ópticas encuadradas en distintos tipos de nanotecnologías y en diversos marcos
temporales de su desarrollo.
Por ejemplo, Berube señala de manera cierta pero comprometida que “una falsa creencia en los estudios de
riesgo ha sido que las consecuencias futuras han de ser examinadas de cara a las capacidades actuales para
minimizar el grado de peligro. Como tal, mientras la nanotecnología en el año 2.250 podría incluir nanorobots
replicantes, también incluiría medios avanzados para mitigar los impactos que ésos podrían generar” (Berube 2005:
278). Correcto, pero se trata de una posición que peligrosamente raya con el optimismo tecnológico y que de acogerse
podría resultar en una postura política que irresponsablemente minimizara el grado de riesgo de las aplicaciones
nanotecnológicas en el largo plazo y que, además, no necesariamente sería atinada pues en el futuro próximo se
podrían revelar fuertes límites científico-tecnológicos que restringirían las mencionadas soluciones tecnológicas y,
por ende, muchas consecuencias serían entonces irreversibles. No obstante, debe notarse que la minimización de
riesgos sí es una posición política altamente funcional respecto de la lógica del capitalismo, pues lo importante es el
aquí y el ahora, las transacciones de mercado y los efectos en el corto plazo. Como diría Keynes, “en el largo plazo
todos estaremos muertos”.

6
Para una lista de los productos que abiertamente reconocen el uso de nanopartículas, véase la página del proyecto en “Nanotecnologías Emergentes”
del Woodrow Wilson Internacional Center for Scholars en: www.nanotechproject.org/index.php?id=44&action=view
7
El caso ha sido resultado de un alto grado de irresponsabilidad. La versión de la empresa es que el producto es el único producido por una filial (cuyo
nombre no reveló), razón por la cual no se tuvo los mismos niveles de control que con el resto de productos de la compañía (incluyendo otros que
también usan nanopartículas). La comunidad de “expertos” sostiene que aún no se sabe si en esos spray había realmente nanopartículas, y, en caso de
que sí, de lo que se trataría es de un caso de impertinencia y no de incertidumbre de la nanotecnología per se pues Kleinmann probablemente desconocía
los estudios de seguridad ambiental y de salud sobre los compuestos que estaba utilizando. No obstante, el producto estaba etiquetado como seguro.
Véase Weiss 6-4-06. Para la versión de Leinmann, consúltese: www.kleinmann.net/html/index.php?name=News&file=article&sid=117.
8
Por ejemplo, entre las más cuestionables están aquellas aplicaciones dirigidas a la manipulación del cuerpo mediante sofisticados implantes u otros
procedimientos y que están siendo calificadas por EU como la “mejora del cuerpo humano” (lo que sea que eso signifique). Véase: Roco 2002.
9
Una de las principales razones de dicha descalificación sin basarse en una seria y detenida evaluación científica de su viabilidad, es que Drexler
advertía que, a pesar de los inmensos beneficios que este tipo de nanotecnología podría ofrecer, al mismo tiempo podría traer complejos problemas
como el que denomina gray-goo o nubes de nanorrobots autorreplicables fuera de control (Drexler 1986). La aceptación de la remota posibilidad de tal
riesgo (si es que es física y técnicamente posible) resulta en términos políticos inaceptable pues significaría el rechazo público de la investigación y
desarrollo de la nanotectnología, lo que complicaría y restringiría su avance y afectaría los fuertes intereses en el nanonegocio. Para una discusión crítica
al respecto, véase: Mody 2004: 99-128.

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Además, debe darse cuenta de que las repercusiones del estrechamiento del estudio sobre las implicaciones de la
nanotecnología en el largo plazo (por ésta y otras razones) son mucho más sutiles de lo que parecen. Por ejemplo, el
motor de combustión interna en sí mismo no genera grandes impactos. Sin embargo, cuando vemos en el largo
plazo el empleo masivo de éste, nos topamos con repercusiones no solo en lo referente a la disponibilidad de fuentes
de combustible sino, sobre todo, en lo atingente a los efectos que producen los gases generados por la quema de ésos
en millardos de motores funcionando a la vez. Las soluciones tecnológicas al motor de combustión interna en el
grueso de los casos ciertamente ya existen, pero los impactos sobre el efecto invernadero y el calentamiento global
ya son patentes. Y, más aun, la implementación de contramedidas tecnológicas ya no depende de la existencia de
tales soluciones, sino de intereses socioeconómicos y relaciones sociopolíticas establecidas. Por tanto, la potencial y
eventual “minimización” de los efectos de una tecnología dada en el largo plazo -por la vía del propio desarrollo
tecnológico- no parece ser conveniente, pues las consecuencias de nuestras decisiones actuales tendrán que ser
resueltas (o no) por las generaciones futuras, si es que nuestros cálculos sobre el avance tecnológico fueron correctos
y si nuestra dimensión de precaución sobre la amplitud de los efectos e implicaciones fue la “adecuada”.
Conviene entonces preguntarse hasta qué punto vale la pena correr los riesgos de abrir la caja de Pandora de la
nanotecnología en el futuro y a qué costo; sobre todo en un escenario en el que buena parte de la investigación, a
decir de la Dra. Dehmer, de la Office of Basic Energy Sciences del Departamento de Energía de EU, está
centrándose en un gran reto: “tomar diferentes tipos de nanoestructuras en las que la naturaleza no ha pensado,
ponerlas juntas en diversas formas de modo que podamos hacer cosas que la naturaleza no ha hecho y, en
particular, hacer cosas que sean más robustas que los sistemas naturales” (United States Senate 23-9-03: 7).
En el caso de las nanopartículas se han de realizar, entonces, estudios sobre su reactividad per se y sus
interacciones con el ambiente, no solo inmediatas y reducidas a espacios determinados sino también en el largo
plazo y en una situación de saturación ambiental con diversas nanopartículas pululando y potencialmente reactivas
que, además, no tienen nada de natural, pues las ha diseñado el humano (¿si fueran tan convencionales para qué se
estarían nanofabricando?). Las aproximaciones del flujo de los nanomateriales desde la perspectiva de la ecología
industrial pueden ser de gran ayuda para tal propósito.
Lo mismo sucede con las nanopartículas en relación con la salud humana, pues la investigación precautoria no
solo debe enmarcarse en torno a análisis toxicológicos (exposición inmediata) sino también a las potenciales
implicaciones de largo plazo que podría generar una convivencia permanente con esas nanopartículas (dígase
potenciales modificaciones genéticas hereditarias 10 ).
La incertidumbre de lo que califica atinadamente Paulo Martins (Delgado Junio-2006) como la creación de una
“nueva naturaleza” sugiere ser mayor, al grado que aseguradoras como Allianz AG (Alemania) ya consideran que
“los riesgos de la nanotecnología tendrán que ser parte del portafolio de seguros industriales” 11 .
Por tanto, la incertidumbre de la disruptiva nanotecnología y el coste de los accidentes que eventualmente
podrían, o no, suceder han de ser tomados en cuenta pero evitando las soluciones con tinte de optimismo
tecnológico y tomando nota de las particularidades vistas en toda su amplitud espacio-temporal. Con este tipo de
ejercicios de reflexión se puede visualizar mejor los posibles costos de las decisiones tomadas hoy; quiénes pagarían
ese coste ahora y en las generaciones futuras, y quiénes recibirían tal o cual beneficio (potencial o real). Y es que no
es más que teniendo clara la complejidad del asunto, tanto en el corto, en el mediano como en el largo plazo, que se
puede tomar decisiones más responsables -aunque no necesariamente correctas- y, más aun, socialmente
concertadas (con la siempre compleja cuestión de cómo tomar en cuenta “las opiniones” de las generaciones
futuras).
En esta coyuntura de manejo de riesgo e independientemente de la manera en la que se ha gestionado (pro-
activa y/o reactivamente; ya sea en el “aquí y el ahora” o en el “hoy, aquí, el mañana y allá”), Andrew Maynard
sugería a principios de 2006 que los gobiernos y la industria debían incrementar su gasto en investigación sobre los
riesgos para el ambiente y para la salud provenientes de las nanotecnologías, pues de los nueve millardos de dólares
que se gastan a nivel mundial en IyD nanotecnológico solamente entre 15 y 40 millones anuales son destinados a
investigaciones de riesgos. “¿Es suficiente?”, cuestionaba Maynard, al tiempo que respondía: “bueno, creo que eso
depende de que tan serios somos en cuanto al desarrollo de nanotecnologías seguras” 12 .

10
Tómese nota de un estudio de Yusaku Nakabeppu et al. (citado por Coghlan 6-5-06: 16) en el que se sugiere que los agentes ambientales con
capacidad de causar cambios químicos en el ADN pueden incrementar a lo largo de la vida la cantidad de mutaciones que ocurren en nuestro ADN
durante la formación de huevos o células espermatozoides y, por tanto, heredar tales mutaciones que podrían influir fuertemente en el reordenamiento
de los cromosomas.
11
La aseguradora especifica que “varios puntos básicos definen posibles escenarios de riesgo por nanopartículas: (a) un alto incremento en el número de
personas que estarán expuestas; (b) potenciales efectos dañinos que se esperan se desarrollen en largos periodos de varios años; (c) en casos individuales
será difícil establecer una relación causal entre las acciones de una compañía y la resultante injuria o daño; (d) la exposición ocupacional es la mayor
preocupación; (e) una cierta cercanía con pérdidas mayores del pasado será evidente” (Lauterwasser 2005: 5).
12
Maynard es miembro del proyecto en Nanotecnologías Emergentes del Woodrow Wilson International Center for Schoolars (EU). Véase:
“Nanodollars”, en New Scientist 25-2-06: 25, y “Nano safety call”, en New Scientist 11-2-06: 7.

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Este señalamiento ya había sido puesto sobre la mesa desde 2004 por ETC Group cuando advertía que debido a
que las aplicaciones y las implicaciones están mezcladas en el entonces 11 por ciento del presupuesto gubernamental
de EU para Investigación Nanotecnológica en Salud y Medio Ambiente, realmente es difícil saber cuánto del
financiamiento es destinado a determinar el riesgo y la toxicidad y cuánto al desarrollo de productos para ser
utilizados en el ambiente o la medicina.
No es casual que David Rejeski, director del proyecto en Nanotecnologías Emergentes del Woodrow Wilson
Internacional Center for Scholars, señalara en una audiencia ante la Casa de Representantes de EU que
“necesitamos una completa y transparente revelación de todas las investigaciones en medioambiente, salud y
seguridad que están siendo financiadas por el gobierno -de todos los proyectos, no solamente la suma monetaria de
éstos. Ello nos permitirá identificar los vacíos, mejorar la asociación con la industria y con otros países para llenar
esos vacíos y, al margen, estratégicamente invertir o desinvertir” (Rejeski 2005). Y agregaba: “estaremos
enfrentándonos con riesgos nanotecnológicos por décadas. Estos riesgos serán más complejos conforme lo nano y la
biotecnología converjan, y no menos… Debemos prepararnos para lo inesperado. La nanotecnología está planeada
para ser disruptiva, por lo que no es algo en lo que debiéramos ser engreídos o estar sobre confiados” (Ibid.).

Referencias bibliográficas
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