LA BELLEZA EN EL CUERPO HUMANO

El ser humano es un microcosmos, un pequeño reflejo del Cosmos.

Si la Belleza es una prueba de la Verdad (Sri Ram) buscaremos pues, en este trabajo el
sentido mágico de la anatomía humana bajo el axioma de “Como es arriba es abajo”.

Microcosmos Macrocosmos
Átomo Sistema Solar
Molécula Sistema de Soles
Célula Galaxia
Órgano Nido de Galaxias
Cuerpo Universo

“Al investigar la verdad, me he preguntado que de no haber en este mundo maestros

de medicina, ¿cómo me las hubiera arreglado yo para aprender este arte? Pues en
ningún otro más que en el simple libro abierto de la Naturaleza, escrito por el dedo de
Dios... Me acusan de no haber entrado en el templo del arte por la puerta principal;
¿pero quién tiene razón? ¿Galeno, Avicena, Mesue, Rhasis o la honrada naturaleza?
Yo creo que en la naturaleza, y por sus puertas entré guiado por la luz de la propia
naturaleza sin necesidad de candiles de boticario.”
Paracelso
(H. P. Blavatsky: Isis sin velo)
El los misterios del cuerpo físico tiene que haber algo que nos hable del Universo. De
ahí surge entonces la magia de las correspondencias astrológicas, vegetales,
minerales…

Hay que buscar las trazas en el cuerpo físico de esta quinta Humanidad que nos
indiquen que hay algo sagrado, que hay algo especial, que confirme que los
Arquitectos que hicieron al ser humano tenían un propósito trascendente.

Nuestro cuerpo es un milagro, creado por inteligencias constructoras para ser el

vehículo de la evolución de nuestra alma. Y en él podemos ver, si observamos las
huellas de nuestro principio sagrado, que todo, absolutamente todo en él refleja una ley
del universo, una raíz transcendente. Es una sinfonía de proporciones armónicas
entorno al número 7: siete lóbulos cerebrales, 14 huesos en la cara, 28 vertebras (si
eliminamos la primera y las ultimas que tienen una forma completamente diferente a
las demás), 7 capas tiene la piel, 7 capas recubren el sistema nervioso, 7 lunas son
necesarias para la formación completa del feto, medimos 7 cabezas. Hay 7 tipos de
células en la sangre, 7 pares de costillas verdaderas, son 7 los chackas…

En ISO I vemos el tema de Anatomía esotérica donde se esbozan algunas causas por
las que existen nuestros huesos y órganos, causas que reflejan un principio de nuestra
constitución septenaria y con ello un elemento, una función para nuestra evolución
interna, una figura geométrica, un número, hasta una constelación, o dios egipcio
pueden relacionarse con las diferentes partes de nuestro cuerpo. Escuchémoslo y
aprenderemos, escuchémoslo y nos conoceremos. Conozcámonos y creceremos. Si
observamos las proporciones numéricas que hay en nuestro cuerpo escucharemos la
bellísima armonía de la Ley Universal como una música que se eleva hacia el Cielo al
que pertenece y del que es reflejo. De esta manera, al sabernos creados por
Inteligencias superiores nace el sentimiento de la Vida Una en nosotros, y de Comunión
con Esa Ley que rige todas las cosas. Es su Belleza la que nos inspira a adentrarnos en
los Pequeños Misterios del Hombre.

Algunos ejemplos:
En los huesos del cráneo hay tres pares de huesos y el esfenoides, son
siete.
Y así podemos hablar de muchos otros septenarios que hay en el cuerpo en los que es
posible observar la inteligencia de los Constructores y el sistema seguido.

El cuerpo se integra porque tiene alma, y no al revés. Hay que tener amor por ese
templo del espíritu que es el cuerpo humano y aprender a escuchar lo que tiene que
decirnos...