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¿QUIÉNES SON LOS ÁNGELES?

Los ángeles son criaturas celestiales, espíritus cuyo trabajo (misión) es servir a Dios, ser sus
mensajeros y guiar a los seres humanos hacia el bien, prestándoles incluso servicios materiales y
ayudándoles a superar múltiples dificultades.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica (CCC # 328): <La existencia de seres espirituales, no
corporales, que la sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El
testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición>.
San Agustín dice de ellos: “El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por
su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel “.

Continúa el catecismo #329: <Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios.
Porque contemplan “constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mt18, 10), son
“agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra” (Sal 103, 20)>.
#330 <En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son
criaturas personales (cf Pío XII, enc. Humani generis: DS 3891) e inmortales ( Lc 20, 36).
Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello
(Dn10, 9-12)>.
Al abrir la Biblia, rápidamente encontramos múltiples referencias sobre la presencia
permanente de los ángeles entre nosotros:
– Al ser expulsados Adán Y Eva del paraíso, Dios colocó un ángel con una espada de fuego a la
entrada de aquel. (Gen. 3, 22-23)
– Un ángel detiene la mano de Abraham cuando se disponía a sacrificar a su hijo Isaac,
– como muestra de obediencia a Dios.(Gen. 22,15)
– Un ángel acompaña al joven Tobías en su viaje y luego le ayuda a sanar a su padre de la ceguera
que le afligía.(Tobías 5, 12)
– Un ángel es el informante que se aparece a Lot para decirle que la ciudad de Sodoma será
destruida.(Gen. 19 )
– Un ángel descendía de vez en cuando para agitar las aguas de la piscina en donde podían curarse
todas las enfermedades, especialmente los leprosos.(Jn. 5, 1-16)
– El arcángel Gabriel se aparece a María para anunciarle que tendrá un hijo por el poder de Dios.
– Se aparece a San José para tranquilizarle, informándole que el hijo que espera María es el mismo
hijo de Dios. (Mateo 1, 20.)
– Se aparecen a los pastores cerca de Belén, para informarles que ha nacido en Mesías, en la noche
de navidad. (Lc. 2, 15-18)
– Previenen a los reyes magos para que no regresen donde Herodes a informarle en donde se
encuentra el niño Dios. (Mateo 2, 12.)
– Previenen a San José, indicándole que viaje a Egipto para poner a salvo al niño Jesús. (Mateo 2,
13.)
– Jesús menciona a los ángeles de los niños, en (Mateo 18, 10.)
– Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus elegidos, de los cuatro vientos,
desde un extremo del cielo hasta el otro. (Mateo 24, 31.)
– Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con El, entonces se
sentará en su trono de gloria. (Mateo 25, 31.)
– Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de
ángeles? (Mateo 26, 53)
– Así os digo que hay gozo en los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. (Lucas 15, 10.)
– Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que
desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es un desierto. (Hechos 8, 26.)
– Porque esta noche ha estado conmigo el ángel de Dios de quien soy y a quien sirvo.
(Hechos 27, 23)
Catecismo de la Iglesia Católica:
#330: <En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son
criaturas personales e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El
resplandor de su gloria da testimonio de ello. Cristo “con todos sus ángeles“>
#331: <Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Los ángeles le pertenecen: “Cuando el Hijo del
hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles… (Mt 25, 31).
Le pertenecen porque fueron creados por y para El: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, en
los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados,
las Potestades: todo fue creado por él y para él” (Col 1, 16).
Le pertenecen más aún porque los ha hecho mensajeros de su designio de salvación: “¿Es que no son
todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?”
(Hb 1, 14).

EL ÁNGEL DE LA GUARDA:
Decíamos que los ángeles son los protectores de la Iglesia, y de sus fieles. El ángel de la guarda es
ese ángel custodio/protector que cada uno tenemos.

Dice el Catecismo #336: <Desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de su
custodia y de su intercesión. “Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para
conducirlo a la vida”. Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad
bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios>.
Las siete penas del infierno reveladas a Santa Faustina Kowalska
Hay muchos que creen que el Infierno no existe. Otros creen que sí existe, pero que sólo están
los ángeles caídos, que ya las personas no van allí, sosteniendo que Dios es bueno, puro y
lleno de amor; pero esas personas se olvidan de que Dios también es infinitamente justo.
También se olvidan que el mismo Jesús nos habló en varias ocasiones sobre la posibilidad
que tenemos de condenarnos: «Apártense de mí malditos de mi padre… vayan al fuego
eterno» (Mateo 25,41)
El Infierno es de creencia obligatoria para los católicos, y es de los dogmas de nuestra fe que
presenta mayor número de textos de la Sagrada Escritura que lo sustentan
Santa Faustina Kowalska, la monja polaca beatificada y canonizada por el mismo San Juan
Pablo II, tuvo una visión del Infierno en 1936, concedida por el mismo Jesús, para que la
hiciera del conocimiento de todos.
LAS 7 TRATAMIENTOS COLECTIVOS QUE LE REVELARON
A pesar de que no se predique sobre el infierno, las dos
revelaciones más importantes del siglo XX (a los niños de Fátima y
a Santa Faustina) enfatizan que el infierno existe y que el infierno
está habitado por demonios y seres humanos.

Hoy, fui llevada por un ángel a los abismos del infierno. ¡Es un lugar de gran tortura, cómo
asombrosamente grande y extenso!
Los tipos de torturas que vi:
-la primera tortura del infierno es la pérdida de Dios;
-la segunda es el remordimiento perpetuo de la conciencia;
-la tercera es que la condición de uno nunca cambiará;
-la cuarta es el fuego que penetra el alma sin destruirla, un sufrimiento terrible, ya que es un
fuego completamente espiritual, encendido por la ira de Dios;
-la quinta es la continua oscuridad y un terrible olor sofocante, pero a pesar de la oscuridad,
los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros, su propia alma y la de los
demás;
-la sexta es la compañía constante de satanás;
-la séptima es la horrible desesperación, el odio a Dios, las palabras viles, maldiciones y
blasfemias.
TAMBIÉN HAY TRATAMIENTOS ESPECIALES
Las mencionadas antes son las torturas sufridas por todos los condenados juntos, pero que
no es el fin de los sufrimientos. Hay torturas especiales destinadas para las almas en
particular. Estos son los tormentos de los sentidos.
Cada alma padece sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con la manera en que
ha pecado. Hay cavernas y hoyos de tortura donde una forma de agonía difiere de otra.
Me habría muerto con la simple visión de estas torturas si la omnipotencia de Dios no me
hubiera sostenido. Que el pecador sepa que va a ser torturado por toda la eternidad, en
esos sentidos que fueron usados para pecar.
DIOS LE ORDENÓ DIVULGARLO
Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna alma pueda encontrar una
excusa diciendo que no hay infierno, o que nadie ha estado allí, y por lo tanto nadie puede
decir que no sabe. (Esto es similar a la visión del infierno y la advertencia de Nuestra
Señora en Fátima.)
Lo que he escrito no es más que una pálida sombra de las cosas que vi. Pero me di cuenta de
una cosa: que la mayoría de las almas que hay no creen que haya un infierno ¡Cuán
terriblemente sufren las almas allí! En consecuencia, pido aún más fervientemente por la
conversión de los pecadores. (Diario de Santa Faustina, 741)
Vamos a confiar en Cristo, orar, arrepentirnos de nuestros pecados, amar a Dios y al prójimo
y adherir a la fe verdadera “sin la cual es imposible agradar a Dios” (hebreos 11:6).
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Jesús, nuestra Divina Misericordia, ten piedad
de nosotros.
Oremos…
“Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, Creador, Padre y Redentor mío;
por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa
de todo corazón de haberos ofendido; también
me pesa porque podéis castigarme con las
penas del infierno. Ayudado de vuestra divina
gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
¡Oh, Jesús! Yo te pido me concedas la gracia de salvar un alma por cada latido de mí
corazón, unido a los latidos del tuyo y a los del Corazón Inmaculado de vuestra Santísima
Madre. Te suplico por vuestra Preciosa Sangre y vuestra Divina Misericordia. Amén.”

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