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En génesis cap. 33 encontramos una de las escenas más conmovedoras de perdón, tras
una ofensa, los hermanos JACOB y ESAU se distanciaron por muchos años. Se privaron
de muchas cosas como familia, sus corazones estaban heridos, incompletos, así que uno
de ellos tomó la iniciativa, la respuesta fue tremenda, el otro hermano corrió a su
encuentro y le abrazo, se echó sobre su cuello, le beso y lloraron juntos.
Cuantos de nosotros hemos esperado recibir un abrazo, o cuantos de nosotros estamos
con ganas de dar un abrazo. Ojo, pero no es cualquier abrazo, es el abrazo del perdón.
Las Sagradas Escrituras nos conducen a meditar en la vida de estos hermanos, no hay
ofensa tan grande que no pueda cubrir el perdón, Jesús nos enseñó que debemos
perdonar hasta setenta veces siete, el perdón te libera, sana tu corazón herido. La falta
de perdón enferma tu vida, debilita tu salud, pero sobre todo te separa de los que amas.
Si te encuentras en una situación como los hermanos, hoy puedes tomar la decisión de
Jacob e ir en busca del perdón. O como Esaú corre a perdonar, y recibe el abrazo de tu
hermano arrepentido.
Sea nuestro Señor Jesús guiándote, a ser cada día ser una mejor persona, un mejor hijo
o hija, un mejor hermano o hermana.
Amar y perdonar, en esto consiste la vida. Que no se te olvide ésta cifra: setenta veces
siete.
Ministerio Infantil y Adolescentes