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La teoría clásica del patrimonio considera que este es un conjunto de bienes culturales, históricos y

artísticos que pertenecen a una nación y que son protegidos por el Estado, ya que son considerados
parte de su identidad y de su pasado. Se considera que estos bienes tienen un valor intrínseco,
independiente de su utilidad o de su valor económico.

La vinculación del patrimonio con la idea de personalidad se refiere a que estos bienes culturales son
considerados como parte de la identidad colectiva de un pueblo y son empleados para fortalecer su
cohesión y sentido de pertenencia.

La crítica a la teoría clásica del patrimonio se centra en que esta consideración de que el patrimonio
teoría clásica del es un conjunto estático y cerrado de bienes culturales no refleja la diversidad y complejidad de la
realidad cultural. Por tanto, surge una nueva concepción del patrimonio que lo considera una
patrimonio construcción social, en la que los bienes culturales son valorados en función de sus usos y contextos
sociales.

Los patrimonios especiales o de afectación son aquellos bienes culturales que son protegidos en
virtud de su valor simbólico para una determinada comunidad o grupo social. Se considera que estos
bienes tienen un significado especial para una parte de la población y son empleados para reforzar
su identidad y visibilizar sus reivindicaciones culturales y políticas. Estos patrimonios son importantes
para la construcción de una sociedad más plural y diversa.

Patrimonio

La composición del patrimonio está compuesta por la totalidad de bienes, derechos y


obligaciones de una persona, empresa o institución. Incluye los activos, que son los bienes y
derechos que tiene valor económico y pueden generar beneficios o rentas, y los pasivos, que son
las obligaciones financieras que se deben asumir.
composición del
Los elementos que integran el patrimonio cultural son peculiares porque se consideran objetos con
patrimonio un valor cultural significativo que forman parte de la historia y la identidad de un pueblo, por lo
que no son intercambiables o sustituibles por otros bienes con valor económico.

El carácter peculiar de los elementos que integran el patrimonio cultural refleja su valor histórico,
artístico, arquitectónico, literario, musical, entre otros, y constituye una fuente de inspiración e
innovación para los creadores y artistas contemporáneos.

El activo patrimonial incluye bienes como propiedades, terrenos, edificios, mobiliario, obras de
arte, joyas, inversiones financieras, derechos de autor, entre otros. Por su parte, el pasivo
patrimonial incluye deudas, obligaciones tributarias, cuentas por pagar, entre otros.

En resumen, el patrimonio se compone de bienes culturales peculiares y de un conjunto de bienes


y obligaciones financieras que representan la riqueza económica de una persona, empresa o
institución.
Las unidades patrimoniales son los elementos a los que se le atribuye una
determinada valoración patrimonial. Éstas pueden ser personas naturales o
jurídicas.

Los derechos reales son aquellos que se relacionan con bienes o cosas,
como el derecho de propiedad, la hipoteca o la servidumbre, mientras que
los derechos personales son aquellos que se relacionan con la persona,
como el derecho a cobrar una deuda.

Nuestro derecho positivo regula tanto los derechos reales como los
derechos personales, estableciendo las normas y los mecanismos para su
protección y transmisión.

Las distintas clases de derechos reales incluyen el derecho de propiedad, el


derecho de posesión, el derecho de usufructo, el derecho de servidumbre,
Patrimonio las unidades el derecho de hipoteca y el derecho de prenda, entre otros.

patrimoniales Los derechos reales se caracterizan por ser oponibles a terceros y tienen
efectos erga omnes, mientras que los derechos personales solo producen
efectos entre las partes involucradas. Los derechos reales también tienen
un carácter perpetuo y no se extinguen por el transcurso del tiempo
mientras se cumplan los requisitos legales, mientras que los derechos
personales tienen una duración limitada y se extinguen por diversas causas.

La clasificación tradicional de los derechos reales y personales ha sido


objeto de crítica por algunos autores. En particular, se argumenta que esta
clasificación no refleja adecuadamente la complejidad y heterogeneidad
de los derechos que se relacionan con los bienes culturales. En este
sentido, se han propuesto distintas clasificaciones alternativas, enfatizando
la importancia de los derechos colectivos y de los derechos de acceso y
disfrute de los bienes culturales.

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