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Entonces para superar el NO, se requiere vencer cada uno de estos cinco
obstáculos para la cooperación. Pero uno puede influir en ese comportamiento
si logra tratar con éxito sus motivaciones subyacentes.
La estrategia de penetración
Quinto paso: aunque usted haya hecho todos los esfuerzos posibles, los de la
otra parte podrían aún negarse a cooperar. La alternativa es emplear el poder
pero no para presionar más si o para educar. Aumente su poder de
negociación y utilícelo para hacer que regresen a la mesa. El quinto paso es
emplear el poder para educar.
Como cada persona y cada situación es distinta, usted debe casar los cinco
principios de penetración con el conocimiento que usted tiene de los
pormenores a fin de crear una estrategia que le dé buen resultado.
Los siguientes capítulos explican los cinco pasos de penetración ????
SEGUNDA PARTE:
¿Cómo hay que prepararnos para una negociación? Hay 5 puntos importantes
en el camino que llevan a un acuerdo: intereses; opciones para satisfacer esos
intereses; normas para resolver las diferencias con equidad; alternativas para
la negociación y propuestas para el acuerdo.
1. INTERESES: las negociaciones comienzan cuando la posición de una parte
entra en conflicto con la posición de la otra parte. Para llegar a un acuerdo,
lo que se busca es entender los intereses de ambas partes en el conflicto,
para tratar de llegar a una mejor solución y entender que es lo más
importante para cada una de las partes. Es decir, lo que se busca es que
las partes negocien (en base a sus intereses) para llegar a un acuerdo
mutuamente satisfactorio, donde ambos salgan ganando. Para eso hay que
comenzar a descifrar los intereses de ambas partes.
Nuestros intereses🡪 para descubrir nuestros propios intereses debemos
preguntarnos ¿Por qué? ¿Por qué quiero eso? ¿Qué problema estoy
tratando de resolver? Debemos obtener una ganancia en el proyecto y
evitar sentar un precedente de trabajo extra sin compensación.
Los intereses de ellos🡪 la negociación es una vía de doble sentido. Uno no
puede satisfacer sus intereses si no satisface los intereses de la otra parte.
Lo más importante de la negociación es tener la voluntad de encontrar una
solución satisfactoria para ambas partes afectadas, es decir, dialogar
acerca de ideas y sentimientos, sin imponer por la fuerza al otro, y ponerse
uno en el lugar de los demás. Preguntarnos ¿si se suelen comportar de esa
manera difícil o es un cambio pasajero? Cuanto más podamos saber de
ellos, mayores probabilidades tendremos de influir en ellos con éxito.
2. OPCIONES:
El propósito de identificar los intereses de cada parte es ver si uno puede idear
opciones creativas para satisfacerlas. Una opción es un posible acuerdo o
parte de un acuerdo. Inventar opciones para que ambas partes ganen es la
máxima oportunidad personal.
Las personas que negocian con éxito no se limitan a compartir un pastel fijo;
ellas buscan la manera de agrandar el pastel. Aunque usted no logre que
acepten su posición, con frecuencia podría satisfacer sus propios intereses. Tal
vez usted no logró que le aumentaran el 30 por ciento en sus honorarios, pero
podría idear una opción que le permita obtener una ganancia en el proyecto y a
la vez dejar satisfecho al cliente. ¿Pudo usted transferirle parte del trabajo
adicional al 20% personal de su cliente? ¿Pudo usted trasladar el proyecto al
próximo año fiscal para que los honorarios adicionales queden fuera del
presupuesto del próximo año? ¿Le pudo usted demostrar al cliente que el
trabajo adicional producirá ahorros importantes, parte de los cuales se pueden
emplear en pagar el trabajo adicional?
Un error común en la negociación es insistir en una sola solución, su posición
original. Abriéndose usted a considerar múltiples opciones, puede crear nuevas
posibilidades, una de las cuales podría satisfacer sus intereses y a la vez
satisfacer los de la otra parte. El mayor obstáculo en el camino que lleva a
producir opciones creativas es una vocecita que, en el interior de la cabeza,
siempre nos está diciendo: "¡Eso no dará resultado!" La crítica y la evaluación,
aunque son importantes funciones, le obstaculizan la imaginación. Es mejor
separar las dos funciones.
Primero invente, y después evalúe. Suspenda los juicios durante unos minutos
y trate de sugerir tantas ideas como sea posible. Incluso ideas que a primera
vista parezcan descabelladas; recuerde que, al comienzo, a muchas de las
mejores ideas del mundo toda la gente las tachó de disparates. Después de
una tempestad de ideas, usted puede revisar las múltiples opciones y evaluar
cuán bien satisfacen los intereses de usted - y los de la otra parte, además.
Ahora tiene usted una propuesta de apertura, una propuesta de retroceso y una
propuesta de detención. Piense en ellas no como posiciones inflexibles sino
como ilustraciones concretas de la clase de salidas que satisfarían los
intereses de usted. Usted no puede saber con certeza que la otra parte
aceptará sus propuestas. Y tal vez usted aprenda algo en el curso de la
negociación que le permita proponer una solución que satisfaga los intereses
de usted - y los de la otra parte - mejor aún.
Atento a todo esto, el autor propone PREPARARSE. Esto implicaría tratar el
asunto con un amigo o un colega para tratar puntos difíciles y aportar nuevas
perspectivas. Ensayar lo que puede decir la otra parte y como contestar a lo
que ella diga. ¿Por qué no prepararse usted para una negociación difícil? El
mejor sitio para cometer errores es aquél en que uno se prepara con un amigo
o un colega, no el lugar en que se lleva a cabo la negociación real.
1. NO REACCIONES
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Un error común es tratar de razonar con una persona que no quiere escuchar.
estás frente a una barrera de emociones. La otra parte puede sentirse
desconfiada, furiosa y se convencen de que vos estas equivocado,
mostrándose reacios a escuchar .Antes de discutir el problema necesitamos
desarmar al oponente, subir al balcón te recupera el equilibrio mental. El
siguiente paso es ayudar a la otra parte a recuperarlo. Tu reto es crear un clima
favorable para la negociación. No es necesario agradarle, pero si que te tome
en serio. El secreto para desarmar a alguien es el elemento sorpresa, haciendo
lo contrario de lo que espera, en vez de atacar, no oponga resistencia y
póngase del lado de él, así cambia la postura. Ponerse del lado del oponente
implica tres cosas: escuchar, reconocer y acceder. Escuchar lo que ellos
tienen que decir. Reconocer su punto de vista, sus sentimientos, su idoneidad y
su prestigio. Acceder cada vez que pueda.
Acceda hasta donde pueda El paso que sigue es acceder hasta donde te sea
posible, ya que se le va a dificultar atacar a alguien que está de acuerdo con él.
Acumule síes Es una palabra clave, hay que buscar decir si las veces que
pueda, sin hacer concesiones. Como "Sí, en eso tiene usted razón". "Sí, estoy
de acuerdo". También obtenerlos, con cada “si” la tensión se reduce.
No diga "pero", diga "sí ... y" La mayoría de nosotros, cuando refutamos
algo comenzamos diciendo “pero”. Cuando un cliente dice “el precio es muy
alto”, refutamos diciendo “pero la calidad es insuperable”, diciendo eso el
cliente entiende “usted está equivocado”. En cambio comenzando por un “si” le
das reconocimiento a su punto de vista “si, es cierto que el precio es más alto.
Y lo que consigue es más alta calidad y mejor servicio”. Cualquiera que sea la
manera de expresarse, la clave está en agregar su opinión a la del otro en
lugar de contradecirla directamente.
3) No RECHACE- REPLANTEE
Uno de los conflictos que puede advertirse es que mientras una de las partes
quiera establecer los intereses de ambos, la otra parte quiera mantenerse en
su posición desde un lugar obstinado.
Por qué?: Con este interrogante podrá descubrir qué es lo que realmente lo
motiva, siempre y cuando sea indirectamente para que la pregunta no resulte
parecer desafiante, ya que también es importante el tono de voz, los gestos y el
lenguaje corporal que acompañan la interpelación.
Por qué no?: Esta cuestión puede darse cuando su oponente está reticente a
revelar sus intereses. Sin darse cuenta, con esta simple pregunta su oponente
le dará información valiosa respecto a las cosas que lo motivan y sus
preocupaciones para encaminar gradualmente el clima de confianza.
Que tal si?: Así, inducirá al oponente a considerar alternativas con el objeto de
solucionar el problema sin ir contra la postura del otro.
Aproveche el poder del silencio: Es otra de las partes más importantes para
solucionar el problema , debido a que resulta un gran error privar al otro del
tiempo para crear la respuesta.
Allí, pueden aparecer los muros de piedra, que son aquellos ataques y trucos
que utiliza la otra parte con el fin de que el otro acceda a sus deseos. Puede
hacer caso omiso a tal muro poniendo a prueba la seriedad de la afirmación,
por ejemplo, cambiando de tema.
Otra táctica, es reinterpretar ese muro, viendo el mismo como una aspiración y
logrando que su oponente se concentre de nuevo en el problema.
Por último, puede colocarse a prueba el muro de piedra para ver si es real
mediante preguntas.
• Pregunte por qué no: cuando el oponente está poco dispuesto a revelar
sus intereses, generalmente esto propicia las críticas; puede hablar del tema
uno mismo y pedir posibles correcciones o tranquilizar al oponente mostrándole
los intereses propios si este teme que use la información para aprovecharse.
• Formule preguntas abiertas: debe ser formulada con cuidado, abrirle los
ojos al oponente y sacarle una respuesta no preparada.
• Hay una negociación sobre la esencia y otra sobre las reglas del juego
(tácita).
Los obstáculos:
Una vez que exploramos los intereses de ambas partes y las alternativas para
solucionar el problema, estaríamos en condiciones de cerrar el trato, pero al
hacer nuestra propuesta la otra parte puede no estar de acuerdo y negarse a
avanzar.
Podemos estar frustrados por la resistencia del oponente y eso nos llevaría a
empujar, halagar, insistir o hasta presionar. Pero presionando podemos
dificultar más la posibilidad de que nuestro oponente acepte el acuerdo. Ante
esta situación el oponente puede atrincherarse más todavía. Entonces en lugar
de presionar podemos hacer lo contrario: atraer al oponente en la dirección que
nosotros deseamos que avance. ¿Y cómo lo hacemos? “Tendiendo un puente
de oro” sobre el vacío, replantear la retirada y convertirla en una marcha hacia
una mejor solución.
Incluya a su oponente:
Salvar las apariencias no es solo una cuestión de ego, aquí están en juego el
valor de la persona, su dignidad, su sentido del honor, su deseo de ser fiel a
unos principios y planteamientos tradicionales, y obviamente, el deseo de
quedar bien ante los demás. Todo esto puede quedar en peligro si su oponente
se ve obligado a cambiar de posición, por eso el que nosotros logremos
convencerlo de que lo haga dependerá de cuán bien podamos ayudarle a
salvar su apariencias. Otra manera de hacer quedar bien a nuestro oponente
es demostrarle que en un principio tenía razón pero que las circunstancias han
cambiado. Podemos pedirle su opinión a un tercero, es un método que ha
persistido a lo largo del tiempo, (mediador, perito, jefe o amigo). Una propuesta
que nosotros no aceptemos podría ser aceptada por un tercero.
Ayude a su oponente a redactar el discurso de la victoria:
Las personas a las cuales nuestro oponente representa pueden llegar a alegar
que el acuerdo no es satisfactorio. Es por esto que tenemos que ayudarle a
pensar cómo presentar el asunto desde un punto de vista más positivo e
incluso como una verdadera victoria. ¿Cómo podemos ayudar a esto?
Tenemos que prever que podrían decir los que critiquen a nuestro oponente, y
presentar los argumentos necesarios para poder persuadirlos de la bondad del
acuerdo. Podemos ayudar al oponente a ver la retirada como un avance. Lo
que es muy importante es que aunque la idea haya sido nuestra, compartamos
el crédito con nuestro oponente. Hay que ir despacio para avanzar de prisa.
Aunque logremos satisfacer los intereses de nuestro oponente y le ayudemos a
salvar las apariencias, él podría oponerse porque el proceso para lograr un
acuerdo le parece muy complicado.
Hay que facilitar el proceso, tomar las cosas con calma. Hay que dividir la
jornada, marchar al paso de nuestro cliente, descansar las veces que sean
necesarias y mirar retrospectivamente de vez en cuando para ver el avance.
Para tender el puente de oro no basta con hacer una propuesta atractiva,
implica, en primer lugar, comprometer a nuestro oponente en el diseño del
acuerdo, en segundo lugar, mirar más allá de los intereses obvios del
oponente, en tercer lugar, ayudarle a salvar las apariencias si abandona su
posición inicial y ayudarle a encontrar la forma de presentar el convenio como
una victoria. Por último implica ir despacio para avanzar rápido, ayudando al
otro a cruzar el puente paso a paso.de esta manera habremos tomado las
medidas necesarias para facilitarle las cosas a nuestro oponente, si este cruza
el puente, pues entonces felicitaciones. Pero si no lo hace, nosotros tendremos
que hacer lo imposible para dificultarle la negativa, como lo veremos en el
próximo capítulo.
. Dejar que nuestro oponente escoja: Cuando parece que nuestro oponente
está accediendo, debemos permitirle que tome su propia decisión. Respetar la
libertad que él tiene de escoger entre las consecuencias de no llegar a un
acuerdo y el puente de oro que usted le ofrece.
• Forjar un acuerdo duradero: Una vez que se logra hacer entrar en razón a
nuestro oponente, el último desafío es traducir esa buena voluntad en negociar
un acuerdo sólido y duradero. Es necesario diseñar un convenio que induzca a
nuestro oponente a cumplir y que
nos proteja en caso contrario. No se necesita mostrar desconfianza, sino actuar
independientemente de la confianza.