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Estructura Sociopolítica de La Tradición Teuchitlán

Diego Solis Guillen – Arqueología del Occidente de México

27.11.23

Introducción

En este trabajo abordaré un tema que personalmente, durante los últimos días, me ha llamado

mucho la atención, a veces pienso que es porque soy originario de la zona valles pero la realidad

es que siempre los temas de occidente en general, siento que necesitan muchísima atención en

cuanto a la investigación científica y temas arqueológicos, como lo es este caso, mientras que

también necesita atención en el ámbito histórico, etnográfico, etnohistórico y por supuesto

antropológico y no solo me refiero al tema de investigación, pues a pesar de que aun no son

suficientes las investigaciones en la zona del Occidente de Mesoamérica si las hay, lo que pienso

yo, desde mi criterio, uno de los factores mas relevantes en cuanto a la investigación científica es

la difusión, el tema de que las personas e incluso las mismas personas originarias del Occidente

actual desconozcan de información básica respecto a temas antropológicos y arqueológicos como

la Tradición Teuchitlán me preocupa bastante, de hecho yo me incluyo dentro de estas personas,

pues antes de entrar a la licenciatura desconocía en su totalidad la historia de Occidente y se que

esto no es culpa de las personas o los ciudadanos, pues desafortunadamente vivimos dentro de un

sistema centralista, el cual quiere a fuerzas asignarnos a todos los mexicanos una identidad de

patriotismo y orgullo indígena, el problema es que no todo México pertenecía a la cultura mexica

o maya, si no que existía una diversidad cultural, lingüística, de organización sociopolítica,

arquitectónica, ritual, natural etc… en sí, México es y fue sumamente diverso, realmente me parece

ridículo que pretendan asignar una sola identidad como general. En este análisis daré una

descripción de la estructura social, cultural y política de la Tradición Teuchitlán en base a las

bibliografías de arqueólogos como Weigand, Beekman, Verenice Heredia entre otros, quienes con
sus esfuerzos han logrado darnos piezas para estructurar una interpretación de las sociedades

occidentales prehispánicas.

Planteamiento del problema

Como ya había comentado en algunas líneas anteriores las investigaciones en la zona Occidente

aun no son suficientes por lo que los mismos arqueólogos que han trabajado dentro de esta área

comentan que sus resultados necesitan ser modificados por estudios arqueológicos futuros, es decir,

son totalmente conscientes de que no se ha terminado el trabajo y quedan muchos cabos por atar.

En el caso de este trabajo pongo mi atención en cuanto al tema de organización sociopolítica y

cultural respecto a la Tradición Teuchitlán, pues aun no se sabe con certeza como fueron estas

estructuras, sin embargo existen hipótesis con excelente evidencia que nos brindan un panorama

muy certero en cuanto al tema, por lo que mi trabajo se basará en el análisis bibliográfico de

diversos arqueólogos, donde expondré las distintas hipótesis.

Justificación

La importancia de este trabajo se basa principalmente en la recopilación de información científica

en cuanto a estudios de la Tradición Teuchitlán, sin embargo, personalmente pretendo usar este

trabajo para asignar su contenido en otro formato y difundirlo, por ejemplo en redes sociales, que

es actualmente el principal método para compartir información y que personalmente creo que es

muy efectivo pues el método para llegar a muchas personas es sencilla, y como lo había

mencionado antes, uno de los aspectos que me parecen a mi muy importantes en cuanto a la

investigación científica es la misma difusión, pues hacer que tus investigaciones sean leídos o

conocidos por las personas les asigna un valor aun mas importante, y cabe mencionar que pretendo

darle un formato diferente a este trabajo ya que me he dado cuenta que contenido como los videos,

podcast, sketch o cualquier presentación que pertenezca al formato audiovisual, actualmente, son

mas llamativos que los documentos en formato escrito.


Objetivos

Este trabajo tiene como finalidad agrupar información respecto a la organización sociopolítica y

cultural de la Tradición Teuchitlán, basándome en las investigaciones de diversos arqueólogos y

antropólogos y así plasmar de una forma breve pero entendible un panorama de interpretación

básica para lectores que desconocen en su totalidad del tema, sin embargo mi principal objetivo es

convertir este ensayo a un formato audiovisual para compartirlo en redes sociales con la esperanza

de que llegue a mas personas y así dar a conocer temas del Occidente Mesoamericano y a su vez

lograr que estos no pasen desapercibidos.

Desarrollo

El occidente mesoamericano de México presentó a lo largo del tiempo todo un mosaico de culturas,

regiones, medios ambientales, climas, lenguas, formas de organización, cerámicas, metalurgia,

innovaciones tecnológicas, comercio, núcleos y redes regionales y macrorregionales etc…

realmente es impresionante todo lo que se ha investigado en el Occidente de México, es decir, la

cantidad de información que posee y que gracias a estudios arqueológicos, se ha ido desmembrando

poco a poco y así formando un panorama de entendimiento mas claro en cuanto a la importancia

que esta región representa para la comprensión no solo del Occidente, si no, de todo lo que se

conoce como Mesoamérica.

Dentro de esta región Occidental existió durante el periodo Formativo (350 a.C – 450/500 d.C) una

cultura que se le conoce como “Tradición Teuchitlán” (Weigand. 2000), tiene sus orígenes con la

“Tradición de Tumbas de Tiro” también en el Occidente, uno de los rasgos culturales mas

característicos de Teuchitlán es su arquitectura conocida como “Guachimontones”. Los

Guachimontones son un complejo arquitectónico que se componen de altares y patios circulares

rodeados por un numero variable de plataformas cuadrangulares formando una serie de círculos
concéntricos, este tipo de arquitectura es única en todo

Mesoamérica pues se considera que se desarrolló en el

área nuclear de la Tradición y que posteriormente se

extendió alcanzando siete estados colindantes.

Aunque su arquitectura sea muy particular no es lo único

que destaca de la Tradición Teuchitlán pues también tiene

la presencia de juegos de pelota y tumbas de tiro, así como

producción agrícola y la especialización en procesos de

producción de herramientas y objetos de obsidiana, misma que le permitió establecer una serie de

relaciones regionales con propósitos comerciales e intercambio cultural.

La Obsidiana

Los estudios arqueológicos han perimitido descubrir y conocer un sinfín de información respecto

a las sociedades que vivieron en el pasado y dejaron algo que perdurara hasta el presente, estos

conocimientos son de suma importancia pues nos permiten entender los orígenes de nuestra

realidad actual y en base a ello determinar las formas más óptimas de ver nuestro futuro apegados

a un bienestar social, sin embargo sabemos que los procesos de estudios arqueológicos no son nada

sencillos y el tiempo de duración suele ser muy prolongado pues es necesario una investigación

muy rigurosa para cada sitio, artefacto, vestigio etc... que pueda ser encontrado, en el caso de la

obsidiana, sus análisis deben ir más allá de simplemente su función utilitaria, es decir, es bien

sabido que el uso más común de la obsidiana es haber sido utilizada como arma, sin embargo en

este caso la obsidiana representó la formación de sistemas socioculturales.

“El estudio de la obsidiana no debe solamente consistir en una clasificación de artefactos,

tiene que ir más allá de la clasificación visual. Debe considerarse la importancia de un


reconocimiento de las conductas y comportamientos de las sociedades...” (R. Esparza-

López, P.C. Weigand, M. Jiménez-Reyes, D. Tenorio. 2013.)

La Región Valles de Jalisco es reconocida por poseer una abundancia en bienes de recursos

naturales los cuales fueron y son fundamentales para el desarrollo de sociedades avanzadas: agua

como todas las cuencas lacustres y ríos de la región, minerales como cuarzo, hematita, plata, cobre

y oro, diversidad en flora y fauna pero sobre todo son los yacimientos de obsidiana pues además

de ser una región bastante biodiversa, ésta es una zona vulcánica lo que generó la acumulación de

obsidiana de manera impresionante.

La producción de obsidiana se divide en 11 grupos: A, B, C, D, F, G, H, I, J, K, y T y de esos

grupos 4 son de la region valles.

Grupo B. Corresponde a los yacimientos del sector de Magdalena, cuya obsidiana es de color gris

verdoso, pero de no muy buena calidad.

Grupo G. Comprende varios yacimientos, entre ellos los de San Marcos, Osotero y Llano Grande.

Los colores varían desde el gris común hasta algunos muy particulares como el azul, amarillo,

negro, café, rojo/café, etcétera.

Grupo J. Corresponde al de La Joya, ubicado al este del Volcán de Tequila, cuya obsidiana es de

color gris verdoso y de muy buena calidad.

Grupo T. Corresponde al de Teuchitlán/La Mora, también conocido como El Pedernal, con una

obsidiana de muy buena calidad y de color gris verdoso. Vecino de la zona de Ahuisculco y Las

Navajas, donde se halla obsidiana negra, roja y café.

(R. Esparza-López, P.C. Weigand, M. Jiménez-Reyes, D. Tenorio. 2013.)


Magdalena La joya Teuchitlán/La Mora San Marcos

Los datos obtenidos mediante los estudios arqueológicos han brindado datos que permiten descifrar

una explicación al comercio e intercambio que existió, estas hipótesis son analizadas actualmente

bajo el marco de “sistema mundial” (Wallerstein. 2006)

“Wallerstein escribe que el análisis que permite la teoría del Sistema Mundial ofrece un

valor heurístico –una vía intermedia- entre las generalizaciones históricas y las

narraciones particulares. Sostiene que el método óptimo debe perseguir el análisis dentro

de las estructuras sistémicas, durante el tiempo y el espacio suficiente para comprender las

lógicas que dominan; lógicas que determinan la secuencias más fuertes de la realidad,

mientras que a la vez reconoce y considera que estas estructuras sistémicas tienen principio

y fin y no deben por lo tanto concebirse como fenómenos eternos.” (Ulises Camino, Teoría

del sistema mundial en arqueología urbana)


A pesar de esto a la Tradición Teuchitlán no se le puede concebir en su totalidad bajo el concepto

de “Sistema Mundial” pues existen características que no concuerdan con esta propuesta, por

ejemplo:

• Los objetos de lujo tales como la joyería de obsidiana eran exclusivos de la élite central,

esto se sabe gracias a las ofrendas encontradas en tumbas de tiro o en los mismos montículos

de los Guachimontones.

• El sistema mundial afirma que el centro ejercía un control total sobre las periferias, sin

embargo en el caso de la Tradición Teuchitlán se cree que el control sobre los yacimientos

de obsidiana no era manejado por el área nuclear (Teuchitlán y Loma alta) sí no que las

investigaciones nos dicen que cada asentamiento se encargaba del yacimiento más cercano,

por lo que se puede decir que dentro de la Tradición Teuchitlán existieron varios centros de

poder los cuales se encargaban de los yacimientos más próximos y entre ellos se pueden

mencionar los de Teuchitlán/ La Mora, San Juan de los Arcos, Ahualulco, Santa Quiteria,

Loma Alta y Las Navajas.

El flujo de la obsidiana a larga distancia dependía o era controlada por grupos de élite, es decir eran

ellos quienes tenían el poder de intercambiar y recibir diversos productos, mismos que pueden ser

los centros de poder que había mencionado en lineas anteriores, por lo que puedo decir que estos

centros de poder eran los nodos del comercio regional tales como La Joya, Teuchitlán/La Mora,

Santa Teresa y San Juan de los Arcos, debieron ser los ejes del comercio a gran escala y que

seguramente también se intercambiaban otros productos como: sal, el algodón, la crisocola, el

cuarzo y los productos marinos.


La extensión de la Tradición Teuchitlán fue bastante amplia, tanto que abarcó estados como

Nayarit, Colima, Michoacán y por supuesto Jalisco.

Extensión de la Tradición Teuchitlán en el occidente mesoamericano (gris claro), detallando área

nuclear (gris oscuro) y sitios principales (mapa: Martha A. Soto López).

Sin ambargo existen evidencias aqueológicas que demuestran los intercambios a larga distancia,

por ejemplo se llegaron a encontrar muestras de obsidiana de la Tradición Teuchitlán en el suroeste

de Estados Unidos (Weigand, comunicación personal)


Con esto se puede saber que los talleres de producción de artefactos en obsidiana estaban

sumamente especializados pues los hallazgos arqueológicos demuestran que estos poseían una

excelente calidad.

Culto funerario

En este apartado seré sumamente breve ya que solo citaré la investigación de una tumba de tiro,

los individuos encontrados en ella así como las ofrendas y algunas otras características. Esta tumba

se encuentra en Huitzilapa, sitio que actualmente le pertenece al municipio de Magdalena, Jalisco

y que no está de más mencionar que es una zona muy cercana al volcán de Tequila.

Las excavaciones en diferentes sectores deI sitio llevaron a la identificaci6n de informaci6n

importante sobre las caracteristicas de los conjuntos que componian este asentamiento. La plaza

oeste fue uno de los conjuntos arquitect6nicos mas grandes de Huitzilapa, formado por cuatro

estructuras distribuidas en cruz y orientadas cardinalmente (15 NE),con un pequeño altar central.

Esta area debió de responder a un uso particular por un sector específico de la comunidad, ya que

el acceso fue controlado a través de muros que unian las esquinas de las cuatro estructuras,

característica que sugiere un acceso restringido para la gran mayoria. Es posible que este sector

estuviera representado por un linaje o grupo de parentesco, relacionado con las actividades de

control econ6mico, politico y religioso de la comunidad, hipótesis reforzada por la tumba de tiro

presente en la estructura sur de este conjunto.

La tumba se encontraba al centro y por debajo de la estructura sur, con un tiro de 7.6 metros de

profundidad, que conducia a las dos camaras mortuorias, excavadas en la toba volcánica

compactada, orientadas en un eje norte-sur. Cada una de las cámaras contenía tres individuos

ricamente ofrendados, entre los que destaca el entierro N1, al que se dedicó la construcción del
recinto y la relevancia del evento funerario. Los estudios osteológicos revelaron importantes datos

sobre los individuos depositados en la tumba; se obtuvo información sobre sexo, edad, patologías

y traumas, modificaciones culturales, asi como datos sobre el tratamiento mortuorio de los

cuerpos.

Solo el personaje principal (N1) fue depositado en la tumba al momento de su muerte, en un

envoltorio o vestimenta formada por miles de cuentas de concha; hecho que queda confirmado por

la posición anatómica que guardaban sus huesos. Ademas de la vestimenta, portaba una suntuosa

ofrenda consistente en once caracoles, algunos de estos trabajados como trompetas, provenientes

de la costa deI Pacífico y deI Caribe (Villanueva y Manrique 1996), una gran cantidad de adornos

de concha, que incluían orejeras, narigueras, collares y brazaletes; asi coma figuras y ornamentos

tallados en jade y un juego de gancho y agarraderas de atlatl del mismo material, entre otros

objetos.

Los otros cinco individuos fueron colocados en diversos estados de desecación, lo que implica una

muerte anterior a la del individuo principal, asi como una clara intención de conservar y preparar

sus restos, para ser colocados después en la tumba como bultos funerarios, es decir, envueltos en

esteras de otate. También estaban ricamente ataviados con objetos de concha, aunque en menor

grado que el personaje principal (N1), lo cual puede marcar su posición al interior deI sector o

grupo de parentesco al que pertenecieron; esta diferencia es marcada en un mayor grado para los

individuos de la cámara sur, cuyas ofrendas fueron menores en cantidad y calidad. En este sentido,

si se reconoce que las ofrendas varian de acuerdo con el status deI muerto, éstas reflejarían la

ostentación de riqueza y poder que mantuvo en vida. Este hecho subraya la importancia dada a la

estructura jerárquica de la sociedad, manifestada aún después de la muerte, y legitimada luego de

la misma a través del culto a los ancestros. (Lorenza López, Jorge Ramos, Robert Pickering. 1998)
Los autores mencionan que sería conflictivo determinar resultados en base a una sola investigación

de tumba de tiro, pues es necesario comparar análisis distintos para así crear hipótesis mas claras,

certeras y específicas, sin embargo, gracias a esta investigación podemos rescatar mucha

información de suma importancia que aporta demasiado a la formación de las interpretaciones a la

Tradición Teuchitlán, por ejemplo, una de las características que considero yo más relevantes es el

tema de las clases sociales o la estratificación social, es decir, al haber analizado la distribución de

los cuerpos y la estructura de las ofrendas fue posible comprobar que existía una división social

muy marcada, ya que se le adjudicó mayor valor y por ende mayor estatus a un individuo por las

ofrendas que estaban a su alrededor.

Cerámica

En las descripciones cerámicas, los tipos han sido divididos de acuerdo a la obra de La cerámica

arqueológica de la tradición Teuchitlán, Jalisco. de Christopher Stockard Beekman, Phil C.

Weigand

En general, el estudio de la cerámica de la tradición Teuchitlán no ha seguido un camino habitual.

Curiosamente, poco trabajo académico se ha dedicado a la cerámica. Esto es resultado, en parte,

por la casi nula presencia de artefactos cerámicos de la tradición Teuchitlán en la superficie. Las

excavaciones en varios sitios de la tradición, los esfuerzos para desarrollar cronologías cerámicas

y clasificaciones regionales y de sitios específicos han comenzado recientemente. La falta de

tipologías establecidas y secuencias han obstaculizado las investigaciones cerámicas, y pocos

estudios han sido publicados, además de que muchos de los sitios fueron saqueados antes de ser

encontrados por arqueológos, motivo que entorpece las investigaciones pues la falta de elementos

ofrece una interpretación poco sólida.


Los tipos de cerámicas fueron divididos según el tipo de loza

Loza temprana, loza tabachines, estolanos, colorines, base roja, rojo sobre base, Atemajac y

posibles importaciones.

Loza Temprana

Solo se encontró un tiesto en el corredor de La Venta perteneciente al periodo 1000 - 300 a.n.e

Rojo con Acanalado Zonal.

Muestra: un tiesto.

Decoración y acabado: en este tiesto, zonas pintadas de rojo (10R 4/6) están separadas del fondo

color anaranjado (7.5YR 7/6) por incisiones o acanaladuras paralelas de aproximadamente 1-2

mm de profundidad y 3 mm de ancho, todas en el exterior de la vasija


Loza Tabachines.

La loza Tabachines fue usada para elaborar varios tipos cerámicos durante las fases El Arenal y

Ahualulco de la secuencia de Weigand, incluyendo los siguientes: Negro Pulido, Crema,

Anaranjado y Rojo, aunque este último está ausente por completo de las colecciones de tiestos.

La mayor parte de las vasijas parece tener formas curvas, incluyendo cuencos hondos y otros

poco profundos con bordes curvados hacia fuera o hacia dentro, ollas pequeñas y de boca

relativamente amplia, platos y un pequeño plato frecuentemente llamado "cenicero", y también

piezas en forma de "florero" alargado. Los bordes frecuentemente terminan en punta y las bases

de los cuencos tienen depresiones hacia dentro de la vasija; estos dos rasgos son diagnósticos de

las cerámicas tempranas.


Loza Estolanos

En comparación con los tipos de la loza Tabachines, los de Estolanos son más gruesos, no tan

endurecidos por la cocción, de acabado más uniformemente alisado pero de menor lustre, y

típicaniente tienen más inclusiones en la pasta. En lo que respecta a las formas, carecen de la base

con depresión y el borde puntiagudo es mucho menos frecuente. Un cuenco restringido que

previamente se limitaba al tipo Oconahua Rojo sobre Blanco ahora aparece entre la mayoría de

los tipos de la loza Estolanos.


Loza Colorines

Las vasijas en esta categoría tienen paredes relativamente gruesas, bastante bien cocidas, y la

pasta es considerablemente más burda que en las otras lozas tempranas. La decoración suele ser

descuidada, y la superficie usualmente se deja sin alisar o sólo se alisa ligeramente.

Loza Atemajac

Los tipos de la loza Atemajac suelen tener pastas resistentes, cocidas solidamente y decoración

simple. Ninguno deellos sugiere lozas de élite, aunque los desarrollos posteriores dentro del

Huistla Policromo se vuelven bastante elaborados


La cerámica de La Tradición Teuchitlán es mucho mas amplia, sin embargo solo tomé algunos

ejemplos de manera muy general para contextualizar las especifícaciones que las muestras tienen,

cada una perteneciente a un tipo de loza. Cabe destacar que en realidad se poseía una gran

especialización en cuanto a la producción cerámica, pues el detallado y las grandes variaciones en

los diseños reflejan la capacidad que se tuvo en aquel entonces, tanto así que puedo comparar la

especialización cerámica con la especialización en producción de obsidiana.

Conclusión

La Tradición Teuchitlán representó de manera significativa el período formativo de lo que es el

Occidente de México pues es posible conocer gracias a las investigaciones, una arquitectura

única como los Guachimontones, una formación de relaciones regionales establecidas

principalmente por el comercio e intercambio de obsidiana, motivo que propició no solo la


extensión del producto, si no, la extensión de la propia cultura pues como se menciona en lineas

anteriores fueron encontrados sitios con representaciones de arquitectura perteneciente a la

Tradición Teuchitlán, siginificando que se llegaron a practicar rituales o ceremonias de ámbito

religioso pues se considera que ésta era la principal actividad para la que se construían los

montículos.

Por otro lado quiero mencionar que me he quedado sorprendido por lo reciente que han sido las

investigaciones dedicadas al Occidente de México y que a la vez admiro y aprecio a los

investigadores que han dedicado sacrificio, esfuerzo y parte de su vida al análisis científico

arqueológico, mismo que ha permitido documentar todo lo que ahora se conoce y que ha puesto

una base muy sólida para que próximos investigadores continúen con las interpretaciones de las

sociedades mesoamericanas de Occidente.

Bibliografía

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