“Dios te salve, San Benito, abad de la orden de San Benito, el líder de la vida religiosa.

Te pedimos
tu bendición para nosotros y nuestras familias, para que tengamos la gracia de llevar una vida
recta, para que tengamos la gracia de perseverar en nuestra fe y para que podamos sentir tus
bendiciones a lo largo de nuestras vidas".

“San Benito, te pedimos que nos guíes en nuestras decisiones, que nos ayudes a tomar los
caminos correctos para llevar una vida honrada. Te suplicamos que nos protejas de todas las
tentaciones del mundo, del mal y de todo aquello que pueda causar dolor a nuestras almas. Que
nuestras vidas reflejen el ejemplo que nos has dado".

“Te pedimos, San Benito, tu intercesión ante Dios, para que nos dé la gracia de tener fuerza de
voluntad para vencer los desafíos de la vida. Que nos dé la gracia de vivir en santidad y de vivir una
vida de servicio a los demás. Por favor, oye nuestra oración y concédenos tus bendiciones".

¡Oh glorioso padre san Benito! fervoroso y ejemplar abad, mi gran protector bondadoso y de
cuantos van a ti a suplicar, aleja de mi cualquier influencia maligna, todo mal y enemigo y libérame
de los peligros del alma y cuerpo.

Intercede por mí ante el Señor para que alivie mis sufrimientos, y las serias dificultades por las que
paso, aparta, condena y rechaza, por la poderosa intercesión de la Cruz, toda mala persona y toda
malicia que puedan dirigir contra mi persona, contra mí familia y mis allegados.

Líbrame de fatídicas herejías, de magias, conjuros y hechicerías, aleja de mi persona todo enemigo
aleja al violento, al mentiroso, al envidioso, al mal vecino, al egoísta y al traidor protégeme de la
ira, el odio, los celos y el rencor, de las malas lenguas, los enredos y difamación, no permitas que
me ataquen física o mentalmente, aparta de mi lado a quien me quiera perjudicar en mi vida
cotidiana, en el trabajo, en el amor o en el hogar, líbrame de todo daño y perversidad, en especial
de esto que me causa preocupación:

(hacer ahora con mucha fe la petición)

Te lo pido con toda confianza y seguro de tu bondad, tú que fuiste santo con fervor, que no
antepusiste nada ante Cristo desde que lo hallaste en la oración, concédeme tu amable
intercesión.

Glorioso padre san Benito por tu poder ilimitado sobre los poderes dañinos protégeme, ampárame
y defiéndeme de todo mal, ayúdame a confiar en el amor de Dios, nuestro Padre y a alcanzar la
perfección de mi vida cristiana, por la salud de mi cuerpo, mente y alma.

“Amen”.

Vade retro, Satana. Nunquam suade mihi vana. Sunt mala quae libas. Ipse venena bibas. (¡Retírate,
Satanás! No me persuadas de las cosas vanas. Lo que me ofreces es malo, bebe tu propio veneno)

Crux Sancti Patris Benedicti (Cruz del Santo Padre Benito)

Crux sacra sit mihi lux (Que la santa cruz sea mi luz)

Non draco sit mihi dux (Que el dragón no sea mi guía