Está en la página 1de 44

Novena

Mons. João Clá saluda al Dr. Plinio el 21/04/1990.

Ustedes quisieron, mi querido João Clá quiso especialmente en cierto


momento mencionar un nombre que yo veo representado por la pintura
aquí presente: es el nombre de Doña Lucilia. En esta noche, reservada a
título especial a la gratitud, no podría dejar de mencionar su nombre
por lo muchísimo, por lo inconcebible de grande que debo a ella. No
entraré aquí en pormenores. Apenas quiero mencionar ese nombre,
haciendo en espíritu una reverencia profunda delante de ella, dándole
en la mano y también en el rostro el ósculo respetuoso de nuestros
saludos matutinos y nocturnos. Innumerables son las almas que han
comparecido a la sepultura donde ella espera el día de la resurrección,
afirmando haber recibido así muchos dones y gracias para sí mismas.
Creo que es el momento de agradecer lo indecible que de ella recibí y lo
tanto y tanto que, según ustedes mismos declaran, ella les concedió. Y
así concluir esta noche inolvidable, de la cual nos recordaremos todos
hasta el momento en que Satanás sea precipitado a los antros del
infierno. 19/12/1994

2
Novena
a la
Señora Doña Lucilia
✦ Para recitación privada ✦

OBSERVACIÓN – Los comentarios y oraciones correspondientes a cada día de esta


novena privada, exceptuando la letanía, fueron extraídos de exposiciones verbales del
Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, tanto en conversas como en conferencias que él
mantenía frecuentemente con sus discípulos, y han sido adaptados al lenguaje escrito
sin revisión del autor. Las palabras ‘Revolución’ y ‘Contra-Revolución’ son empleadas

L por el autor en el sentido que él les da en su libro Revolución y Contra-Revolución,


lanzado en São Paulo (Brasil) en abril de 1959.
DECLARACIÓN – Las personas involucradas en la compilación de estos textos, así
como en su traducción y adaptación, citando las mismas palabras expresadas por el
Dr. Plinio en vida, declaran: «Católico apostólico romano, el autor de este texto se
somete con filial ardor a la enseñanza tradicional de la Santa Iglesia. Sin embargo,
si por un lapsus existiera algo en él que no esté conforme a esa enseñanza, desde
ya lo rechaza categóricamente.»
DÍA PRIMERO

Alma hecha de pureza


Yo imagino que ella tenga aquí diecisiete, dieciocho años… dieciséis años,
algo así. Ahora, lo que tienen ahí es un encuentro curioso, en la misma
psicología y del mismo ambiente de la religión católica, vivida con mucha
intensidad y de una cierta influencia del romanticismo, pero en aspectos que
el romanticismo tenía de bueno, que era… En el romanticismo había una
especie de hipertrofia del sentimiento; aquí no hay hipertrofia, sino el
sentimiento como actitud muy valorizada del alma. De manera que el sentir
está muy marcado aquí. Y marcado en sus dos aspectos: una persona que
tiene muchos ideales piensa mucho, pero piensa en la vía del sentimiento,
esta es la cuestión. En la vía del sentimiento los más altos afectos, las más
altas dedicaciones, las más altas entregas de alma, teniendo como padrón a
Nuestro Señor Jesucristo, el padrón de los padrones, etc., y teniendo como
norma todo lo de la Iglesia Católica, pero en que ese lado de la bondad, de la
caridad, del dolor –cómo el dolor era trágico y cómo era preciso enfrentarlo,
etc.– está muy presente.
Ustedes ven entonces que la fisonomía es enteramente de una jovencita.
Ahora, ustedes notarán, por cierto, antes que nada, mucha preservación.
[…]
Vamos a decir, su alma es hecha de pureza. Pero de un doble tipo de
pureza; es la castidad, pero es lo siguiente: lo que es vil, lo que no es elevado,
lo que no tiene una cierta elevación de alma no penetra, es rechazado como
indigno. No sé si notan eso presente ahí.
[…]
Ella está aquí aún en el mundo mítico, la veneración por su padre,
veneración por toda su familia, tenida por muy buena, muy derecha, etc., y
por los amigos del papá, por las amigas de la mamá… y el trazo de alma era
una afabilidad, una bondad, una apertura para las personas, como si todas las
personas fueran buenas.

4
Ella había tenido desilusiones espantosas, pero le había quedado una
embocadura de alma para eso, que constituía uno de los encantos de la
convivencia con ella.
El João contaba los modos en que ella recibía aquí a la gente del Grupo
mientras yo estaba exactamente con la enfermedad de la Georgina… Cómo
ella hablaba, cómo contaba las cosas, esto y aquello. Creo que usted
reconoce…
(Sr. João Clá: Totalmente. Totalmente. El modo en que ella mitificaba enormemente
todo lo que decía. Lo que ella veía era una cosa deslumbrante, mágica.)
Sin mentir en nada, ¡eh!
(Sr. João Clá: No, no. Era el aspecto mítico de las cosas.)
Eso, el aspecto mítico de las cosas. Y eso permanece mucho en esa mirada,
que está para lo que hay de más elevado, más… religioso. Es una mirada, en
el sentido más elevado de la palabra, una mirada religiosa.

Conversa de Sábado à Noite – 16/08/1986

6
Oración
Oh madre, cada año que pasa vacilan más fuertemente los panoramas
alrededor nuestro, y son sacudidos con mayor vigor los árboles, los peñascos
y las montañas. ¡Cuánta precariedad en tan larga continuidad! ¡Cuánta
continuidad en tan extrema precariedad! ¿Cuándo acabará esto? Es la
pregunta que cada año moribundo transmite a los siguientes, ¡sin obtener
respuesta!
Pero ahora, oh madre, cuántas señales de victoria, de una victoria que es el
apogeo de la confianza, la corona de la espera. Florecen los tulipanes en los
arenales y las orquídeas brotan en medio de la nieve. […] En fin, todo lo que
sería sueño, pero que es esperanza, se volvió realidad palpable.
¿Descarrilará ahora, finalmente, luego de tanto vacilar, el tren infernal de la
Revolución? ¿Vendrá ya [el Reino de María]?
Oh madre, […] os suplicamos, ¡decid que sí!
[Interceded para] que Elías y los Ángeles exterminen lo que tanto hemos
golpeado. Sí, oh madre […], os presentamos esta súplica, señora: que el
Reino de María venga ya, pero ya mismo... absolutamente ya, oh madre.
[Amén.]

21/04/1983

7
DÍA SEGUNDO

Seriedad y levedad
…muy leve, muy graciosa, amable, pero con un sombrero que ciertamente
les causará extrañeza. Es un sombrero que representa ligeramente el de una
joven que estuvo paseando por el campo. Ficción. Seguramente era un
sombrero francés, porque toda moda en aquel tiempo era francesa. Entonces,
tiene flores y otras cosas –hechas de terciopelo u otro material cualquiera–
que hacen parte del ornato y que están prendidas al sombrero. Y este debe
dar la idea de un sombrero tan leve que está casi volando. Era la idea.
Bien, ahora el cabello. Ustedes ven que es completamente negro y muy
abundante. Es una cabellera grande la que ella tenía y que le llegaba casi
hasta los pies.
[…]
Bien, toda vestida de blanco, pero con ornatos y cosas las más delicadas y
femeninas. El ideal de la mujer que trabaja en oficina no está presente aquí ni
un poco…
[Vira el cassette]
…debe ser antes que nada afable, agradable, amable, debe ser la alegría, la
confidente de los que están en casa, para acoger todos los dolores, todas las
tristezas, aplicar calmante, etc., etc. Es la mujer que no vive para tener placer
alguno, sino para facilitar y alegrar la vida de los suyos. Esto era la
concepción de ella, lo que ella hacía.
(Sr. João Clá: Es una especie de reflejo, tanto en la primera como en la segunda
fotografía, un reflejo del Sagrado Corazón de Jesús. Una cosa impresionante.)
Una seriedad… En medio de toda esa levedad, uno encuentra en su mirada
una seriedad extraordinaria.
(Dr. Edwaldo Marques: La mirada aquí da la idea de que ella está puesta en otro
mundo.)

9
¡En otro mundo! Aquí ella está cumpliendo completamente con sus
deberes, pero su mirada está en otro mundo, es una mirada de transesfera y
tendiente a lo sobrenatural, que se condice muy bien con la atmósfera de la
iglesia del Corazón de Jesús; se condice perfectamente bien.

Conversa de Sábado à Noite – 16/08/1986

10
Oración
Os pido, oh madre, que de lo alto del Cielo bajen sobre vuestros hijos –
trasponiendo suave y victoriosamente la espesa capa de polución y de
pecado– vuestras bendiciones maternales.
Como los discípulos de Emaús al Divino Redentor, os pedimos que esas
bendiciones se queden con nosotros, pues anochece sobre el mundo.
A cada instante, a cada angustia, a cada necesidad, nos ayuden ellas a
mantener la más entera y filial confianza en vos. [Amén.]

21/04/1980

11
DÍA TERCERO

Bienaventurados los que ven a Dios, porque serán puros


Ya muy sufrida. ¡Y aún no casada, eh! Es [el sufrimiento] de quien
comprendió la vida y sus tristezas hasta el fondo. Sufrida, pero no devastada.
Ni desanimada ni devastada. […] Y no se puede decir ahí que ella esté, por
ejemplo, malhumorada ni nada de eso. Nada.
Pero en lo más alto de todo, en la cabeza, una dulzura, una suavidad, una
bondad, una cosa que contrasta. ¡Su vida entera fue eso!
(Sr. João Clá: Es de una inocencia impresionante.)
[Preguntan qué edad tendría ella en esa foto]
Unos 27 años.
Dan ganas de conversar con ella, de hacerla contar un caso… ¿Sabe que
pocas fotografías de ella parecen [tan] comunicativas como esta?
(Sr. João Clá: Cualquier fotografía de ella es comunicativa. Esta de aquí lo es mucho,
no hay duda.)
Una cosa que yo no sé si ustedes sienten o no, pero la actitud de ella con
las otras en el fondo es así. Es una fotografía tomada en una terraza o en un
jardín, no consigo identificar el lugar. Pero probablemente es de la casa de
hacienda de mi abuelo en São João da Boa Vista.
Probablemente. La fotografía intenta presentarlas como jóvenes y con
cierta frescura de juventud, los vestidos blancos, etc., etc. Y uno ve que las
otras dos –sobre todo la más alta– están… Ella [la SDL] está como quien
dice: “Yo no tengo nada que ver con estas dos, ¡mis preocupaciones son
otras!”
(Sr. João Clá: Ella está tomada por cosas más altas.)
Tanto más altas y tan diferentes, que ella está allí sin compararse ni nada
de eso. Pero está en otro mundo.

12
(Sr. João Clá: Es un imponderable que está en el todo de ella, en todo: en la mirada, en
el porte…)
El porte… Yo estoy parcializado al hablar como hijo, pero su porte es
admirable, a mi ver.
(Sr. João Clá: Es muy angélico. Casi que el cuerpo no pone obstáculo alguno a que
ella…)
Sí, enteramente. Pero el conjunto –creo que Poli tenía razón– es muy
pacificador. Muy pacificador.
(Sr. João Clá: Hay una bienaventuranza que dice: “Bienaventurados los puros de
corazón porque verán a Dios”. Ella aquí está en esa bienaventuranza. Con nosotros
sucede casi lo contrario: “Bienaventurados los que ven a Dios porque serán puros”. Uno
pone los ojos y siente una sustentación…)
¡Yo creo que es así mismo! Después, una cosa que era muy pacificadora en
el trato con ella era la confianza entera que ella infundía. No pasaba por la
cabeza desconfiar que ella estuviera engañando, que ella no sé qué…

Jantar – 29/06/1991

14
Oración
Fiat lux, dijisteis, oh Dios, y en una indescriptible manifestación de vuestra
gloria la luz comenzó a brillar. Sois el Dios vivo y verdadero; conviene a la
Vida y a la Verdad manifestarse por la luz.
Ahora, sin embargo, ¡qué espantosa inversión! […] Son los funerales del
Hombre-Dios que comienzan. Tinieblas que vienen acompañadas del
desorden universal. El suelo tiembla, los portales de la muerte se rompen, las
sepulturas se abren, los justos recorren los espacios oscuros reprobando a los
vivos su crimen atroz. […] Del edificio sagrado sale vuestra presencia y lo
invaden las potestades del infierno. Sus paredes se estremecen. El velo se
rasga de arriba abajo. El horror es universal.
Pero hay un sagrario en donde la luz no se oscureció. Hay un templo en
donde el desorden no entró. Hay un punto en el mundo en donde vuestra
presencia se hace sentir de un modo excelso. Es el Corazón Inmaculado de
María. […]
¡Oh Señor! ¿¡Cómo decir todas estas cosas sin sentir pari passu que una vez
más tenebræ factæ sunt, sin sentir que vuestra Iglesia, toda santa, pura,
inmaculada, sufre un martirio tal que, si ella fuese perecible, ya estaría ahora
muerta!?
¡Mirad, Señora y Madre, este estandarte que refulgió al sol de tantas luchas
y hoy está inmerso en la negrura del dolor! Dadnos la gracia, oh María, de
que el luto por esta inmensa Pasión de la Iglesia llene nuestras almas como
hoy cubre este vuestro y nuestro pendón. Que veamos tantas tinieblas. Que
sintamos el suelo comenzando a temblar. Que amemos con veneración y
ternura crecientes vuestra Iglesia infalible e imperecedera, en la que tantas
cosas caen por tierra. Para que, cuando llegue por fin la hora de la
misericordia, y la luz que hay en Vos brille en todo el mundo, cuando vuestro
Reino se implante en la Tierra, tengamos la alegría indecible de oír de
vuestros labios: “Ea, esclavo bueno y fiel, ¡entra en el Reino de tu Madre!”

15
DÍA CUARTO

Mirada puesta en la transesfera


No me acuerdo de la fotografía en la que él [Dr. João Paulo] aparece al
lado, ciertamente sonriendo.
(Sr. João Clá: Él la está mirando.)
¿Mirándola? Es más amable. Usted ve, él era perfectamente amable. Nunca
los vi discutir, pero no se entendían para nada, ¿verdad? Formaban un hogar
feliz… ¡Un hogar tranquilo! Tranquilidad espantosa, pero no era un hogar
feliz, aún más para quien imaginaba las cosas à la Georgina. Ya pueden
imaginarse.
(Dr. Edwaldo Marques: La mirada traduce mucho el sacrificio, ¿cierto?)
Sacrificio resuelto. Resuelto con una fuerza de voluntad extraordinaria y un
sentido de análisis muy grande. No sé si ustedes notan que esta niña de aquí,
desde el inicio, no analiza nada a no ser la transesfera. Aquí no; ya analizó la
vida y ya conoce todo. Y entre la joven del sombrero y esta señora casada de
aquí, esta novia, hay exactamente… lo que pasó… Ahí ustedes comprenden
el itinerario espiritual.
Aquí ella está enteramente puesta en la batalla de la vida. Resuelta,
decidida, comenzó a luchar y está en la lucha. Pero no es una lucha
malhumorada ni nada de eso. Es una lucha más sobre sí misma, para aceptar
la cruz de buena voluntad, que para… no es una lucha contra los otros, para
que le den aquello a que tiene derecho. Es una lucha sobre sí misma, para
caber en su propia cruz y cargarla.
Así es, pero más que eso es una buena voluntad de hacer, y espíritu
práctico, concreto, que completa enormemente a la jovencita soñadora del
comienzo. Yo estoy preocupado en empeñar, en manifestar el itinerario. Es
decir, los sacrificios que ella preveía en esa fotografía de recién casada o de
novia, fueron… se presentaron. Y ella sorbió la copa que tenía que sorber.
Ahora, su mirada continúa puesta en la transesfera, una mirada muy seria.

17
(Dr. Edwaldo Marques: Muy serena también.)
Serena. Siempre la misma serenidad, pero una animación para la vida,
¿verdad? Ella está resuelta a llevar su cruz hasta el fin.

Conversa de Sábado à Noite – 16/08/1986

18
Oración
Dado que un alma nos ayuda desde el Cielo, sobre todo para practicar las
virtudes de que dio ejemplo en la tierra y para vencer las dificultades que en
esta vida tuvo que enfrentar, podemos dirigirnos a ella del siguiente modo:

Os pido, oh madre mía, que me deis la gracia de la admirable y ejemplar


serenidad de ánimo, de la cual disteis prueba incluso en los lances más
crueles de vuestra vida. Esto es, delante de las aprehensiones más negras, los
abandonos más crueles, los tratos más injustos. Ayudadme a mantenerme
recogido en Nuestra Señora y distante de los acontecimientos que puedan
perturbarme y sacar mi alma de la serenidad en la cual recibe las gracias de
María Santísima. [Amén.]

19
DÍA QUINTO

Distinción y enorme bondad


Aquí ella había acabado de pasar por sufrimientos enormes: aquella
operación en Alemania en la que casi murió.
Bien, esta fotografía tiene el decaimiento de una persona que pasó por
mucha enfermedad y se encuentra en estado de convalecencia,
recuperándose. Ella había pasado por esa operación; había tenido varias
molestias, malos tratos en el hospital, brutalidades, etc., etc., y después
había pasado a Francia. Pero aquí ustedes notan que entra algo nuevo: ella
está mucho más afrancesada que en las fotografías anteriores. Comparen con
su fotografía de jovencita, ella está mucho más afrancesada aquí.
La delicadeza de la actitud física del cuerpo… Ah, delicadeza de alma
extraordinaria, y que también se encuentra aquí. El gesto, la posición, el
traje… hay mucha delicadeza. Pero es una delicadeza muy de alma, que toma
la influencia francesa por lo que tiene de mejor, de más delicado, que se
asimila a eso. Pero no es del lado fútil de una mujer que quiere ser… en fin,
ser una presuntuosa, no es eso. Vean la mirada, vean la mano aquí: la mirada
está lejos, el pensamiento está lejos… Ella está completamente, dentro de los
recursos financieros de que ella disponía –que no eran grandes– colocada
como una señora para una fotografía de gala –en aquel tiempo aún había
gala…
Mucha distinción, mucho más distinción que riqueza. Pero fíjese usted, esa
es una distinción que sirve de soporte a una bondad enorme, y la mismísima
elevación de alma de la jovencita soltera que ya vimos. No sé si notan eso.
No se extrañen por el banco. En aquel tiempo se usaban mucho bancos de
madera pintados de blanco, eran bancos de jardín, cosas así. Aquí es un
banco de fotógrafo.
A solis ortu usque ad occasum. Desde el despertar hasta el dormir, ¡la mirada
era esa! Ahí solita, uno entraba al cuarto, la miraba; o a mi estudio, ella
miraba con esa mirada.

21
Bien, aquí es la misma cosa, la misma mirada… Ahora, aquí, mirando más
de cerca, la fuerza de alma aparece más. Porque, fundamentalmente, la
mirada es de aquella joven, aunque la vida va triturando, ¿no es así? Pero
triturando.

Conversa de Sábado à Noite – 16/08/1986

El Dr. Plinio recibe como presente un cuadro de Doña Lucilia en la Sede del Reino de María.

22
Oración
¡Cuán dulce es, Señora, vuestra afabilidad! ¡Y cuán inescrutables vuestros
designios! Vos nos hacéis sentir de mil modos –tanto en los días de
penumbra, como en los de luz– las delicadezas grandiosamente sabias de
vuestras vías y, al mismo tiempo, los pormenores de vuestras misericordias.
Es el conjunto de luces que encendéis a lo largo de nuestros pasos.
Luz necesaria porque deseáis que caminemos la mayoría de las veces
cercados de sombras, encontrando mil piedras por el camino y, a veces,
detrás de las piedras, emboscadas inesperadas.
Queréis que confiemos en medio de la prueba y de la borrasca. Mandáis
una y otra para que seamos abnegados. Y mandáis vuestras caricias para que
avancemos en la Fe.
Esa es la majestad regia de vuestras vías. Ayudadnos a lo largo de ellas, oh
Señora de la Sabiduría y Madre de misericordia. Amén.

Oración manuscrita – 21/04/1982

23
DÍA SEXTO

Una paz ya de la eternidad


Ahora, aquí comienza lo que podría llamarse ite missa est.
Es decir, ella está… si no me equivoco, en la fiesta de la inauguración del
Legionário, ¿verdad? De las oficinas del Legionário. Está vestida para una
solemnidad, para una media solemnidad; no para una gran solemnidad como
las anteriores, [sino] para una mediana, un acto social; vestida para un acto
social. Pero con paz, con el sufrimiento de quien ya comenzó, había sido
ingerido el grosso del sufrimiento, ya se anticipaba algo de paz de la eternidad
en dirección a ella. No sé si ustedes notan que ella está muy tranquila…
ahora, la mirada elevada también. Es la elevación misma.

25
Ella está aquí con Adolphinho y Tereza. Está más allá del sufrimiento, ya
ingirió todo, pero está presente. Ella está, por así decir, en la cruz. Está
acompañando la conferencia, está acomodando un poquito su bufanda, algo
así que ella tenía; aliás, que se la había dado a Rosée. Me acuerdo de esa
prenda, muy bonita. Era de seda en varios colores, etc., etc. Era una persona
–para usar una expresión de Saint Simon– elle se sent, ella sentía quién era.

Conversa de Sábado à Noite – 16/08/1986

26
Oración
Oh, Madre nuestra, en este momento os suplicamos: dadnos el deseo, pero
un deseo profético, un deseo abrasado, un deseo que llene nuestras almas.
Madre mía, llenadnos de este deseo que es una chispa del vuestro. Y en
unión con vuestro deseo, oh Madre mía, haced que el nuestro vuele hasta el
trono del Eterno, cerca del cual estáis […].
Madre mía, pedidle que, a la vista del océano de crímenes y pecados que la
Revolución va acumulando, que Él no soporte más, que no demore más, que
venga ya, que aplaste, que disperse, que haga desaparecer de la faz de la
Tierra incluso la memoria de los varones malditos que lo persiguen, lo
ultrajan, que lo persiguen y ultrajan –desde adentro o desde afuera de– la
Santa Iglesia.
Haced, oh Madre mía, que la Santa Iglesia resplandezca de nuevo. Que la
Cátedra de la Verdad, que es ella y que jamás dejará de serlo, resplandezca
con el brillo de los grandes días. No solo de los grandes días que se fueron
sino, sobre todo, de los grandes días que vendrán […].
[…] Obtened que venga el Divino Espíritu Santo y [la faz de la Tierra sea
renovada].
No miréis nuestros pecados, mirad este deseo que Vos misma nos
obtuvisteis. Un deseo unísono con el Corazón Sapiencial e Inmaculado [de
María]. Este deseo obtendrá la gran gracia.

Oración compuesta en el segundo aniversario de Jasna Gora – 09/09/1977


y corregida por el Sr. Dr. Plinio 17/09/1977

27
DÍA SÉPTIMO

Una fisonomía que prepara para la Bagarre


La mirada de esta fisonomía me acompaña desde ayer cuando yo la vi. Es
una mirada de una tal seriedad, que podría ser perfectamente colocada al
lado del Beato Charbel Makhlouf o San Pío X, aunque la mirada del Beato
Charbel no tenga esa tristeza.
Cosas como esta foto son ordinativas del alma.
Ella tiene una tal seriedad, que hace diez años el Grupo no la aceptaría. La
foto del Quadrinho preparó las almas para esta [seriedad]. Precisamos
sentirnos en casa ante la presencia de esta fisonomía. Sentirse en casa es eso.
Se podría poner debajo de la foto: “Contra-Revolución tendencial”.
Una foto como esta no deja una sala ilesa. La mirada acompaña a la
persona a donde vaya. Si alguien me preguntara cuál fue la influencia de
mamá en mi formación, yo le diría: “Vea, ¡ahí está!”
Mamá ejercía pacíficamente una acción ya a la distancia. Paz es eso. Ella
hizo verdadera psicología con la brasileirada permitiendo que nos llegase a la
mano, primero, la foto del Quadrinho antes que esta de aquí.
El rechazo de esta fisonomía es el terreno específico de la semifidelidad.
Específicamente, lo que la semifidelidad rechaza es eso.
En los primeros tiempos yo mostraba mucho más lo que está en esta foto.
Después fui batiendo en retirada, porque percibí que el terreno no admitía
eso.
Los dos cuadros hacen un pendant perfecto. El Quadrinho la refleja mucho
más en la intimidad. Esta refleja su fisonomía cuando ella estaba en otros
ambientes.
Se ve que ella hace un esfuerzo para no romper lo que resta de amistad con
los otros, para poder hacerles bien.

29
La mirada refleja una visión del futuro, pero eso sobre todo en función de
la ofensa a Dios. Refleja lo que ella veía en el Corazón de Jesús, entristecido
por los pecados de los hombres.
La mirada es un acto de fe, de
metafísica viva. Quien tiene esta fe,
tiene aquel equilibrio de alma que da
una visión límpida de todas las
cosas. Quien hizo este acto de fe
tiene una limpieza colosal del
sentido metafísico, y el ‘tal en cuanto
tal’ está enteramente presente.
Hay una tal integridad, por donde
se ve que ella sabía que si aceptara,
por ejemplo, una joya un poco
moderna, ella quebraría la Fe.
Es la fisonomía más seria que haya
conocido en mi vida.
Pero, al mismo tiempo, con una
calma extraordinaria. No hay un músculo contraído. La calma se refleja
mucho por el conjunto de la fisonomía y por todo el cuerpo.
Se ve que ella tenía una noción de finesse que era la de ser muy digna, muy
seria, siendo ella misma. No queriendo ser sino lo que ella era, sin estar
queriendo subir a cualquier costo.
Es una fisonomía que nos prepara para la Bagarre.
Se ve que ella jamás tuvo una sonrisa que significase cualquier connivencia
con lo que hubiese de revolucionario en el ambiente.

Corte de una Conversa de Sábado à Noite – 07/03/1982

30
Oración
Entre madre y Madre, oh madre nuestra, analogías inefables, por más que
una sea excelsamente superior a la otra. De tal suerte que la menor y más
próxima a nosotros, nos es dada para mejor conocer a la Madre
inconmensurablemente mayor y superior a nosotros.
Obtenednos, oh madre tan próxima, una gracia toda de vuestro estilo, para
que, por analogías, conozcamos y amemos más a la Madre inigualable de
todas las gracias en todos los estilos. Amén.

31
DÍA OCTAVO

Fuente de afecto capaz de abarcar



un número indefinido de personas
Cuando mamá estaba viva, en la convivencia con ella, incontables veces
pensé: “¿Será que este tesoro fue hecho solo para mí? Yo siento una cosa
aquí que parece hecha para difundirse a centenas y millares de personas,
abarcadora; una fuente de afecto capaz de abarcar un número indefinido de
personas, una atracción de alma capaz de traer un número indefinido de
personas; ¿será que esto fue hecho solo para mí?”
Después venía otra pregunta: “¿Cómo es que, luego de su muerte, algún
día se podrá tener idea de cómo fue ella? No hay un cuadro que, por mejor
pintado que esté, exprese bien los imponderables de su fisonomía, algo del
contacto con ella, del contacto personal que es enteramente insustituible. O
la persona vio y conoció, o no vio ni conoció. ¡Se acabó!”
Y me decía a mí mismo: “Se diría que hay un plan aquí de la Providencia
que fue cortado, que fue truncado y que abortó. ¿Cómo es ese plan? ¿En qué
consistiría? Tampoco lo sé”.
[...]
Ustedes ven que eso quedaba en el reino de los imponderables, de las
consonancias, y de las cosas que son, no desesperanzas, sino esperanzas
cortadas. “¡No sé cómo será! Vamos adelante, no vale la pena pensar. Si
hubiera alguna cosa, un día Nuestra Señora dirá”.
Ustedes pueden imaginar bien, hace tres años, cuando yo recibí el
Quadrinho aquí abajo en la biblioteca, qué impresión curiosa tuve. La
impresión singular de que algo que el gran pintor no conseguiría dar estaba
aquí. Algo que yo había querido la vida entera que fuera trasmitido a otros
residía en las virtualidades del Quadrinho.

Chá – 21/02/1980

33
Oración
¡Oh, alabardas! ¡Oh, combatividad! ¡Oh, intransigencia santa! ¡Oh,
voluntad de que las trompetas sacrales hagan caer la muralla de Jericó!
¡Realmente de ahí vendrá el Reino de María, de la Madre inefable e
incomparable de nuestro Divino Salvador! Al mismo tiempo modelo
inexcogitable de perfección, de todas las bondades, y un Corazón del cual
dice la Sagrada Escritura que es ¡como un ejército en orden de batalla! Así se
encuentran en esa ojiva nuestros entusiasmos, nuestras almas, nuestras
esperanzas.
Nosotros esperamos que esta intercesora –a quien, a título privado,
nuestra piedad escogió– rece a Nuestra Señora, Medianera de todas las
gracias, y Ella a su Divino Hijo, para que nos obtenga aquello que fue tan
bien realzado aquí: ¡que venga de inmediato el Reino de María! Y que acabe
humillado y destrozado. como merece, el reino de Satanás.
Y que puedan desfilar estas alabardas y estas espadas, garbosas y gloriosas,
llevadas por hombres curtidos en la tragedia, en el dolor, en el sacrificio, en
la incerteza, pero conservados en su élan vital por la energía única de la
confianza en Nuestra Señora, que traspusieron los umbrales de todas las
puertas, fueron al fondo de todos los abismos, subieron todas las montañas,
dieron y recibieron todos los golpes, y a quienes Nuestra Señora habrá dado
la victoria para mayor gloria del Nombre de Ella. ¡Así sea!

Cerimônia – 22/04/1983

34
Salones de la casa de doña Lucilia. El buen gusto y la categoría

de la decoración reflejan el refinamiento de espíritu de quien la orientó.

35
DÍA NOVENO

Mirada amplia, profunda, serena


Realmente, yo pensé múltiples veces en ella, pensando en el mar… pero lo
que más me hacía pensar en ella, donde más me recordaba ella al mar era en
su mirada.
Mirada amplia, profunda, serena, pero al mismo tiempo firme y animada
como la de ella, pocas veces encontré en mi vida, ¡si es que encontré!
Recuerdo perfectamente ver aquella fotografía de ella sentada sobre un
banco de madera y con la mano así en el rostro, en una actitud
evidentemente contemplativa… El vaivén de sus pensamientos me daban la
impresión del vaivén noble y sereno de las olas del mar cuando están fuera
de la tempestad. Y yo pensaba: “su mente y su corazón son grandes como el
mar”.
El mar es bonito, sobre todo cuando no está quieto ni está agitado, sino
cuando está animado. ¡Él tiene vida! Ahí es que el mar es bonito.
Y en su mirada profunda, en su mirada oscura pero llena de claridad, me
gustaba enormemente pensar en el mar. Y mirando al mar pensé en ella.
Mirándola, ¡cuántas veces pensé en el mar!
Que ella rece por vosotros y que os dé también la comprensión de todo
cuanto había de providencial, de bello, de elevado que Nuestra Señora puso
en el alma de ella, para que ustedes sean soldados del mar, soldados del mar
de la Contra-Revolución en estos días de agitación; soldados de Nuestra
Señora, que es el mar, el océano inconmensurable de las cosas perfectas y
magníficas, que Nuestro Señor puso en Ella.
¡Soldados de Nuestra Señora es lo que, por encima de todo, queremos ser!
Recemos, por lo tanto, a Nuestra Señora para que Ella les dé un alma grande
como el mar, y enteramente vuelta hacia Nuestra Señora.

Chá – 21/02/1980

36
Letanía
Madre mía…
Modelo de amor al Sagrado Corazón de Jesús, ayudadnos.
Modelo de amor a la jerarquía y a la pureza,
Modelo de equilibrio de alma y de sabiduría,
Modelo de amor a la Santa Iglesia y a la Civilización Cristiana,
Modelo de serenidad y confianza,
Modelo de simplicidad y aristocracia,
Modelo de abnegación y amor al sacrificio,
Modelo de amor a la contemplación,
Modelo de sumisión a la Gracia,
Madre mía…
Fuente de docilidad, ayudadnos.
Madre del Fundador,
Invitación a la sublimidad,
Admiradora de las bellezas celestiales y de la sacralidad,
Madre y matriz del Reino de María,
Molde de la mentalidad del Reino de María,
Campo fértil de la inocencia,
Consoladora de los enjolras,
Camino seguro hacia el Fundador,
Pastora amorosa de las almas extraviadas,
Madre mía…
Madre de extrema bondad, incendiadnos.
Presencia exorcística,
Escuela de santidad,
Luna llena de grandezas,
Inspiradora de santas poesías,
Estrella centelleante de generosidad,
Cascada de humildad,
Alma de porcelana,
Mirada de complacencia e intransigencia,

38
Señora Doña Lucilia, madre nuestra, ayudadnos.
Madre del Profeta, guiadnos.
Mar de bendiciones y de protección, ayudadnos.

Oremos:
Oh madre mía, vos que fuisteis concebida sin el pecado de Revolución,
llegasteis a la plenitud de la sabiduría y mantuvisteis en la integridad vuestra
inocencia, como un armiño que prefiere morir a ensuciarse, hacednos
semejantes a vos y a vuestro filhão. Así sea.

Lucilia, a la edad de 9 años, junto a sus hermanos.

39
Deprecaciones por intercesión de Doña Lucilia
(Basadas en la novena que ella rezaba al Sagrado Corazón)

1. Oh Jesús mío que dijisteis: “En verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y
hallaréis, golpead y se os abrirá”, he aquí que, por intercesión de la Señora
Doña Lucilia, yo golpeo, busco y pido la gracia de…
Padrenuestro. Avemaría. Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, ¡en Vos confío!
Señora Doña Lucilia, madre nuestra, ¡ayudadnos!
2. Oh Jesús mío que dijisteis: “En verdad os digo, cualquier cosa que pidáis a
mi Padre en mi Nombre, Él os lo concederá”, he aquí que, a vuestro Padre,
en vuestro Nombre y por intercesión de la Señora Doña Lucilia, pido la
gracia de…
Padrenuestro. Avemaría. Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, ¡en Vos confío!
Señora Doña Lucilia, madre nuestra, ¡ayudadnos!
3. Oh Jesús mío que dijisteis: “En verdad os digo, pasarán el cielo y la tierra,
pero mis palabras jamás”, he aquí que, apoyado en la infalibilidad de vuestras
santas palabras y por intercesión de la Señora Doña Lucilia, pido la gracia
de…
Padrenuestro. Avemaría. Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, ¡en Vos confío!
Señora Doña Lucilia, madre nuestra, ¡ayudadnos!

Oremos:
Oh Sagrado Corazón de Jesús, a Quien una sola cosa es imposible, esto es,
la de no tener compasión de los infelices, tened piedad de nosotros, míseros
pecadores, y concedednos las gracias que Os pedimos por intermedio del
Corazón Inmaculado de vuestra y nuestra tierna Madre, y por la bondadosa
súplica de la ‘dama de lila y plata’, la Señora Doña Lucilia. Amén.
San José, amigo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.

40
Imagen del Sagrado Corazón
de Jesús que perteneció a
Doña Lucilia Corrêa de Oliveira.
Carente de gran valor artístico,
pero muy expresiva, esta
imagen artesanal de origen
francés sirvió a Doña Lucilia
como reflejo de la bondad del
Sagrado Corazón, y como
estímulo de la elevada piedad
que ella le manifestaba.

41
La elaboración de esta novena, en su
versión española, concluyó el día 26 de abril de
2020, fiesta litúrgica de Mater Boni Consilii (Madre del
Buen Consejo). A su Buen Consejo maternal queremos
encomendar esta iniciativa particular de devoción católica, a
fin de que Ella conceda los bienes espirituales más anhelados
a aquellas almas que, humildemente, deseen meditar
las consideraciones aquí recogidas.

Conformándonos con los decretos del Sumo Pontífice Urbano VIII, de 13 de marzo de 1625 y de 5 de junio de 1631,
declaramos no querer anticiparnos al juicio de la Santa Iglesia en el empleo de las palabras o en la apreciación de
los hechos edificantes sobre la figura de Doña Lucilia. En nuestra intención, los títulos elogiosos no tienen otro
sentido sino el ordinario, y en todo nos sometemos, con filial amor, a las decisiones de la Santa Iglesia.

42

También podría gustarte