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DISCURSO SOBRE LA RESPONSABILIDAD SEXUAL Y EL

DERECHO A LA VIDA

Somos los únicos responsables de lo que sucede en nuestras vidas. Podemos poner
excusas y culpar a otros, pero al final del día somos responsables de nosotros mismos. -
Lyanla Vanzant
¡Buenos días honorable jurado calificador, autoridades presentes, docentes, padres de
familia, compañeros y público en general! Mi nombre es Doris Victoria Gómez Garrido y
represento orgullosamente a la Escuela Secundaria Blandina Torres de Marín. Agradezco
la oportunidad de compartir con ustedes un tema que considero de gran importancia: "La
responsabilidad sexual y el derecho a la vida".

Somos el país número uno a nivel mundial, y no en el buen sentido. Según la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar en
relación a los embarazos adolescentes con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por
cada mil adolescentes de entre 15 y 19 años, lo que nos da un total de 340 mil
nacimientos en mujeres de menos de 19 años. Aquí es donde les pregunto, ¿a qué creen
que se deba eso?

Respondiendo a la pregunta anterior, lamentablemente algunos de estos casos ocurren


debido a violaciones, abusos o explotación sexual, pero la principal causa es la falta de
información y responsabilidad. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia
Española, la responsabilidad es la “capacidad existente en todo sujeto activo de
derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado
libremente.” Por lo tanto, la responsabilidad sexual es aquella que involucra tomar
decisiones informadas y éticas, respetar tanto los propios límites como los de la pareja, el
uso de protección para prevenir una ETS o embarazos no deseados, así como buscar
atención médica cuando sea necesario, además, implica actuar de manera consciente y
respetuosa en las relaciones íntimas.

Lo anterior es un aspecto crucial de la vida, ya que todos tenemos el derecho a tomar


decisiones informadas sobre nuestra sexualidad, lo que incluye la información adecuada,
acceso a anticonceptivos y atención médica. Sin embargo junto a este derecho viene la
responsabilidad, ¿a qué me refiero con esto?, pues bien, son muchos los jóvenes en
México que deciden empezar una vida sexual a temprana edad, de los cuales, la mayoría
conocen mínimo un método anticonceptivo y deciden no usarlo, es entonces cuando se
presentan los ya dichos antes embarazos adolescentes. Cabe aclarar que los embarazos no
son el único riesgo que se presenta tras la falta de responsabilidad sexual ya que también
existe la posibilidad de contraer una ETS o también conocida como enfermedad de
transmisión sexual, pero quiero centrarme en el aspecto anterior ya que viene ligado a
uno de los derechos humanos más importantes del mundo, el derecho a la vida.

Yo, como adolescente, tengo metas y sueños como todos, y es gracias al derecho a la vida
que puedo seguir trabajando por que se hagan realidad ya que éste defiende las
decisiones sobre mi vida y cuerpo mientras que me protege contra cualquier tipo de
agresión o atentado hacia esta, sin embargo, hay adolescentes que debido a los
embarazos no planeados pierden estas oportunidades. Entre la angustia, ansiedad,
nervios u otras emociones que surgen por el miedo a afrontar las consecuencias, ¿cuál
será la primera solución que se les vendrá a la cabeza? Desafortunadamente por cada mil
embarazos no deseados en adolescentes, alrededor del 93 por ciento consideran la
interrupción de este como una opción; mientras que el resto lo realizan de manera
clandestina, y a pesar de que en pleno siglo XXI sigue siendo un tema muy delicado de
afrontar, es importante saber que la interrupción del embarazo conlleva grandes riesgos,
de igual manera que es considerado como un atentado contra la vida de un ser humano,
entonces, ¿qué paso ahí con el derecho a la vida? Muchas mujeres consideran que en esa
etapa no se le puede considerar como un ser humano, no obstante, yo opino que a partir
de que el ovulo es fecundado ya se le considera como un ser humano, incluso la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha declarado que “toda vida humana tiene un principio y un
fin, además de constituir un proceso continuo de desarrollo individual, propio e irrepetible
que inicia con la fertilización y termina con la muerte, lo que corrobora el hecho de que de
la unión un óvulo y un espermatozoide humanos no puede más que crearse un ser
humano, es decir, no puede generarse otro tipo de ser” por lo que el derecho a la vida es
un derecho que aplica y aplicará para todos y en todo momento de la existencia humana.

Para evitar este tipo de situaciones hay que cuestionarnos ¿en qué estamos fallando para
recurrir a estas opciones? Considero que se debe a la falta de responsabilidad sexual, esto
se debe a que en México se enfrenta un rezago considerable en materia de educación
sexual debido a la desinformación, la falta de políticas públicas y los mitos que aún
prevalecen sobre estos temas; de igual modo muchos de nosotros creemos que lo
sabemos todo sobre el tema gracias a internet o redes sociales cuando ni siquiera nos
aseguramos de que sean fuentes fidedignas.

Según Nélida Padilla Gámez, del Grupo de Investigación en Psicología y Salud Sexual, “la
educación integral de la sexualidad sigue siendo un gran pendiente en nuestro país, pues
desafortunadamente aún hay ideas muy limitadas derivadas de una educación
conservadora que, por años, ha promovido erróneamente que la educación sexual sólo
propicia que la juventud tenga relaciones sexuales antes de tiempo o que las y los niños
cambien su identidad sexo genérica”, por lo que para que haya una sexualidad
responsable y saludable entre adolescentes hay que saber que la sexualidad no es algo
malo, es parte de todo ser humano.

Padres de familia, tutores y docentes, yo los exhorto a dejar de lado las ideas erróneas y
mitos que se tiene sobre la sexualidad, a evitarse los comentarios como “los jóvenes no
necesitan saber información sobre la sexualidad” o “esos temas incitan a las relaciones
sexuales en jóvenes” les recuerdo que parte del derecho a la vida, es dejar vivir adecuada
y pacíficamente a las personas, de igual modo la sexualidad es un derecho de los
adolescentes que debe ser satisfecho desde la familia, la comunidad y las instituciones, sin
olvidar que también es una responsabilidad de todos que debe basarse en una
información veraz y objetiva. Compañeros a ustedes también los invito a no tener miedo
de preguntar o investigar, aunque claro, siempre en fuentes confiables, la base de ser
responsable sexualmente, es la comunicación.

Gracias

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