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Práctico 1

1.-L. B. Alberti (1404-1472, primer teórico del Renacimiento)


Una consonancia conforme a la razón
La belleza es una cierta consonancia racional de todas las partes del objeto, de manera que nada
pueda añadirse, ni quitarse, ni cambiarse sin que el resultado sea menos aceptable. Algo
verdaderamente grande y divino esto que para su perfección requiere todas las fuerzas del arte y
del ingenio, y que rarísima vez ocurre, incluso en la naturaleza, que se produzca algo que esté
absolutamente acabado y perfecto en todas sus partes. ¿Cuántos bellos efebos hay en Atenas?,
se preguntaba aquel interlocutor de Cicerón. Aquel entendido en belleza pensaba que en
aquellos efebos que no le gustaban faltaba o sobraba algo de lo que convenía a la norma de la
belleza; a los cuales defectos (si no me equivoco) los ornamentos que hubieran podido añadirse
habrían logrado que, acicalando y cubriendo lo que hubiera de feo y emperejilando y puliendo
lo que era hermoso, lo desagradable ofendiera menos y lo agradable gustara más. Si esto parece
razonable, el ornamento será, pues, como un resplandor subsidiario de la belleza y su
complemento. De lo cual me parece deducirse con claridad que la belleza, como una savia y
algo innato, está toda difundida en el cuerpo hermoso; y que el ornamento, en cambio, sabe a
algo afectado y compuesto más que a cosa natural.
¿Cuál es la diferencia entre belleza y ornamento? De un ejemplo para aclarar la idea.
2.-Durero (1471-1528, artista y teórico del arte del Renacimiento alemán):
La belleza es indefinible
No vive en la tierra el hombre que pueda pronunciar un juicio definitivo sobre cual sea la bella
forma humana, sólo Dios la conoce. La manera de juzgar la belleza está sujeta a deliberación.
Debe considerarse cada cosa particular de acuerdo con las circunstancias, pues en algunas cosas
consideramos bello lo que en cualquier otra carecería de belleza. No es fácil discernir, con
respecto a la belleza, “lo bueno” y lo “mejor”, pues sería perfectamente posible hacer dos
figuras diferentes, ninguna de ellas conforme a la otra, una robusta y la letra más delicada, y,
con todo, apenas sí seríamos capaces de juzgar cual de las dos sobresale en belleza. No sé que
pueda ser la belleza aunque se encuentre en muchas cosas.
¿Por qué dice el autor que la belleza es indefinible? De un ejemplo que aclare la idea.
3.-Charles Baudelaire (1821-1867, poeta y crítico de arte):
Los dos elementos de lo bello
Lo bello es siempre, inevitablemente, de una doble composición, aunque la impresión que cause
sea única, porque la dificultad de discernir los elementos variables de lo bello en la unidad de la
impresión no debilita en nada la necesidad de variedad en esa composición. Lo bello está hecho
de un elemento eterno, invariable, cuya cantidad es excesivamente difícil de determinar, y de un
elemento relativo, circunstancial, que será, si se quiere, alternativa o simultáneamente, la época,
la moda, la moral, la pasión. Sin este segundo elemento, que es como el envoltorio divertido,
titilante, aperitivo, del divino pastel, el primer elemento sería indigerible, inapreciable,
inadaptado e impropio de la naturaleza humana. Yo desafío a que se me descubra un ejemplo
cualquiera de belleza que no contenga estos dos elementos.
Explique con alguna obra de arte lo que el autor afirma.

Santo Tomás de Aquino (1224-1274) Práctico 2

Santo Tomás considera primero los tres atributos imputados a las tres Personas por Hilario,
donde se dan las siguientes condiciones para la belleza:
1. Integridad o perfección, pues lo inacabado, es feo.
2. Proporción o armonía.
3. Claridad, de ahí que lo que tiene nitidez de color sea llamado bello
Con respecto al primer punto, la integridad o perfección, es la actualidad, presencia
concretísima del ser y un objeto imperfecto existe sólo de forma imperfecta. La proporción está
entre las características esenciales del bien de las cosas: medida, especie y orden. La claridad
está referida a los colores brillantes que son bellos porque la luz en sí misma es bella.
Al escribir esta parte, Santo Tomás recordará otro pasaje de Divinis Nominibus, de
Dionisio, sobre el bien y sobre como se atribuye a Dios. En él, Dionisio llamaba a Dios “la
causa de la consonancia y claridad” en todas las cosas. Dios hace participar a las cosas de su
propia luz, de esto se deriva la claridad y es causa de la consonancia en las cosas bajo dos
aspectos: porque las ordena todas a Sí mismo, como a su propio fin, y porque las ordena con
respecto a los demás. No obstante Santo Tomás sólo le otorga a la claritas la belleza, el brillo
del color por la luz misma.
En (ST II, II 145. 2c), Santo Tomás amplía el concepto de claridad diciendo que según
Dionisio, Dios es llamado bello como causa de la armonía y del resplandor del universo; de
igual manera la belleza espiritual dice el Santo, consiste en que las acciones del hombre sean
proporcionados según el esplendor espiritual de la razón asociando con ello lo bello con la
verdad y la bondad.
Santo Tomás en sus consideraciones sobre la belleza recoge el material aportado por la
tradición resumiéndose en tres: el Pseudo-Dionisio, San Agustín, Aristóteles, Boecio y su
maestro San Alberto Magno, sin brindar aparentemente un aspecto nuevo; no obstante, las
reflexiones acerca de la belleza adoptan una nueva luz con la doctrina de los trascendentales.
Von Balthasar dice que la mayor obra creadora de Santo Tomás es la afirmación del ser y la
relación con la esencia, el Dios de Tomás es el totalmente otro y su manifestación es la creación
(razón) y la revelación de Cristo (fe).La belleza sería por lo tanto el resplandor del misterio del
ser en lo real, y sólo puede ser aprehendida por un espíritu racional y libre. Santo Tomás dice
que el resplandor es en el fondo un misterio, el misterio del ser de Dios que se revela en la
belleza de una forma.
Señala Balthasar (1905 – 1988, teólogo cristiano) que el orden que los griegos dieron a
los trascendentales queda invertido en Santo Tomás pasando a ocupar el primer lugar el
pulchrum, luego el verum y por último el bonum, desprendiéndose de esto, que sin la belleza la
verdad se torna sólo en dogmas y el bien en solamente moralismo.
El pensamiento cristiano explica Von Balthasar se ha perjudicado al dejar de lado el
pulchrum, porque los trascendentales no se pueden separar y el abandono de uno de ellos ha
repercutido en los otros dos: verum y bonum. “Si todo lo bello se sitúa objetivamente en la
encrucijada de aquellos dos momentos que Tomás llama species y lumen, la forma y el
esplendor, su encuentro se caracteriza por los dos momentos correspondientes del percibir y del
ser arrebatado. La doctrina que estudia la contemplación y la percepción de lo bello (la estética
en el sentido que se utiliza en la Crítica de la razón pura) y la doctrina que trata de la fuerza
arrebatadora de la belleza van inseparablemente unidas, pues nadie puede percibir lo bello sin
ser arrebatado, y sólo puede ser arrebatado aquel que lo percibe” (Gloria, Prefacio I, Pág. 16)
Arrebatar y extasiar es virtud exclusiva de lo que tiene forma; sólo a través de la forma
puede verse el relámpago de la belleza eterna. Von Balthasar se pregunta si la belleza podría ser
la palabra inicial del cristiano, porque justamente la belleza ha sido marginada del campo de la
ciencia, relegada en el mejor de los casos al aspecto final de las reflexiones filosóficas y
desplazada desde la época moderna de la religión y de la teología. Por lo tanto, se hace
necesario e imprescindible, romper los estrechos límites de aquella realidad que puede ser
sometida a experimentación que es susceptible de ser abarcada con una mirada parcial,
fragmentada y analítica y abrir los horizontes a la totalidad, es decir a la verdad, a la bondad y a
la belleza, porque en un mundo en que la belleza, sólo es utilizada como concepto y de modo
equivocado, el bien pierde su atractivo y la verdad pierde su fuerza, ya no es capaz de persuadir
ni convencer, todo se vuelve anodino perdiendo la convicción, el entusiasmo y la alegría.

1.-Recoja la concepción de belleza de Santo Tomás De Aquino


2.-Explique lo que afirma Von Balthasar con respecto a los trascendentales en Santo Tomás

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