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Pp. 1-28. - Tests - Proyectivos - Graficos - by - Emanuel - F-1-28
Pp. 1-28. - Tests - Proyectivos - Graficos - by - Emanuel - F-1-28
TESTS
generaciones de psicólogos. Ha sido una de las primeras obras en
reunir el estudio completo de las técnicas gráñcas, con su lenguaje ü
infinitamente sutil. A lo largo de sus capitulos, los diversos autores -de LL
la talla de Lauretta Bender, Karen Machover o Paul Schilder- exponen ·<l'.
sus investigaciones, los casos observados, sus preguntas y
conclusiones. Todo ello con un lenguaje accesible que no desdeña las
a:
0
PROYECTIVOS
dudas que a menudo han suscitado las técnicas proyectivas. Y a
sabiendas de que es precisamente su probada riqueza lo que obliga a
(f)
una exploración profunda de estos recursos.
o
En la primera parte Hammer expone consideraciones generales >
GRAFICOS
relativas a los conceptos de proyección y encuadre clínico, para luego
adentrarse en los aspectos expresivos de los dibujos proyectivos
1-
(secuencia, tamaño, trazo, presión, emplazamiento, etc.). Luego, con las ü
contribuciones de otros autores, se analizan en profundidad diversas w
técnicas: el test de la figura humana, los tests de dibujos de animales, >-
de completamiento de dibujos. el test del concepto más desagradable,
de persona bajo la lluvia, el HTP (casa-árbol-persona), entre varios
otros. En las últimas secciones se aborda el encuadre psicoterapéutico
en que se inserta la bateña gráfica, y se desgranan cuestiones clave a la
ºa:o..
hora de realizar una interpretación o postular un diagnóstico. (f)
Hemos respetado la edición de Jaime Bernstein -quien introdujo con su
impronta pionera este libro en América latina- , esta vez con una
r-
(f)
presentación de la Dra. Teresa Veccia, que confirma la absoluta w
vigencia de la obra de Hammer. r- EMANUEL F. HAMMER
ISBN 978-950-12-7198-0
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TESTS
PROYECTIVOS
GRÁFICOS
Emanuel F. Hammer
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TESTS
PROYECTIVOS
GRÁFICOS
Prólogo de Teresa Veccia
~PAIDÓS
Colaboradores
Hammer, Emanuel F.
Tests proyectivos gráficos I Emanuel F. Hammer. - 2ª ed. - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires: Paidós, 2016.
448 p. ; 27 X 20 an. · (Evaluación Psicol6gica)
ISBN 978-950-12-7198-0
Lauretta Bender
Profesora de Psiquiatría Clínica del College of Medicine de la Universidad de Nueva York.
Psiquiatra asociada del Bellevue Medical Center de la Universidad de Nueva York.
Senior Psychiatrist del Servicio Infantil del Hospital Bellevue de Nueva York.
Primera edición francesa, 1962, Presses Univetsitaries de Franca, Parfs Fred Brown
Psicólogo jefe del Hospital Mount Sinai de Nueva York.
Primera edición en Argentina, 2004 Profesor aáJUnto de Psicología del Washington Square College de la Universidad de Nueva York.
COLABORADORES 7
G. Marian Kinget
Profesora asistente de la Universidad del Estado de Michigan. Índice
Selma Landisberg
Psicóloga del Hospital de Lenox Hill, Nueva York.
Sidney Levy
Director del Instituto de Investigación de la personalidad, Psicoterapia y Educación.
Profesor de Psicología de la Universidad de Nueva York.
Práctica privada del psicoanálisis en la ciudad de Nueva York .
Karen Machover
Psicóloga de la División Psiquiátrica del Kings Country de Nueva York.
Profesora de The New School of Social Research, Nueva York.
Instructora de clínica psiquiátrica del College of Medicine de Long lsland.
Parte 11
COMPONENTES EXPRESIVOS
Parte 111
COMPONENTES DEL CONTENIDO
Unidad 1
Test de la Figura Humana
8 COLABORADORES INDICE 9
CAPÍTULO 4. Dibujo proyectivo de la figura humana, por Sidney Levy CAPÍTULO 12. Estudio de un caso adulto: validación clínica de los dibujos del HTP en el
Introducción 77; Supuestos 1g; Técnica del dibujo de una persona 80; Procedimiento básico 80; caso de un adulto (colitis ulcerosa crónica con ileostomía), por Fred Brown
Conducta 82; Análisis del dibujo 82; Secuencia de la figura 82; Descripción de figuras 83; Introducción 189; El paciente 190; Nivel intelectual 190; HTP 191.
Comparación de figuras 85; Tamaño 87; Movimiento 88; Distorsiones y omisiones 90;
Grafología g3; Miscelánea 94.
CAPÍTULO 13. El caso de R.: antes y después de la terapia, por John N. Buck
CAPÍTULO 5. Estudio del caso de un niño enfermo de ocho años, por Florence Halpem
lnterrogalorio ulterior al dibujo 200; Análisis del HTP anterior a la terapia 206; Análisis
Comentarios generales acerca de los dibujos infantiles 97; Estudio del caso 101. cuanlitativo 206; Análisis cualitativo 207; Casa 207; Árbol 208; Persona 209; Interrogatorio
ulterior al dibujo después de la terapia 211; Análisis del HTP posterapéutico 216; Análisis
CAPÍTULO 6. Estudio de un caso adolescente: niña adolescente enferma, cuantitativo 216; Análisis cualitativo 2t 7; Casa 217; Árbol 218; Persona 219
por Karen Machover
Ruth 108.
CAPÍTULO 7. Estudio del caso de un adulto: el caso del señor P., por Sidney Levy COMPONENTES DEL CONTENIDO
Unidad 3
Otras técnicas proyectivas gráficas
PARTE 111 (cent.)
COMPONENTE DEL CONTENIDO
Unidad 2 CAPÍTULO 14. El simbolismo en los tests de dibujos de animales, por Sidney Levy
Test de la Casa-Árbol-Persona (H-T-P) y Richard A. Levy
Literatura 224; Causalidad unidimensional 225; Técnica del dibujo e historia de un animal de
Levy (LAOS) 226; Análisis de animales especificas 227; Camero 227; Cuervo 231; Pájaros 235;
CAPÍTULO 8. lnterprelación del contenido de la técnica proyectiva gráfica H-T-P, B caballo del mar y el gato (dibujos complementarios realizados por marido y mujer) 236;
por E. F. Hammer Gato 238; Víboras 239; Caballo 240.
Administración 127; La elección de la casa, del árbol, y de la persona como conceptos
gráficos 128; Los aspectos proyectivos de los dibujos de la casa·árbol·persona 129;
Simbolismo inherente a la traída casa-árbol-persona 131; Interpretación de los elementos CAPÍTULO 15. Test de completamientos de dibujos, por G. Marian Kinget
constttutivos de la casa, del árbol, y de la persona 132; Casa 132; Árbol 137; Persona 146; Origen y desarrollo 248; Conslrucción del test 248; 8 protocolo 250; Factores cualitativos 251;
Bibliografía del HTP 151 . Factores organizacionales y cuantitativos 262; 8 mecanismo diagnóstico 255; La relación
estimulo dibujo 255; El contenido 256; La ejecución 257; Puntuación 258; La interpretación
259; Algunas ventajas prácticas 260.
CAPÍTULO 9. El HTP cromático, una técnica más profunda para captar la personalidad,
por E. F. Hammer
Casos ilustrativos 158; caso A: Hombre pseudo energético 159; Caso 8: Mujer prepsicótica CAPÍTULO 16. Test del concepto más desagradable. Una técnica proyectiva gráfica
161; Caso C: Hombre prepsicótico 162; caso O: Paciente manifiestamenle psicólico 162; para uso diagnóstico y terapéutico, por M. R. Harrower
Caso E: Débil mental psicótico 164; Caso F: Exhibicionista 164; Caso G: Estado reaclivo 165; Introducción 263; Materiales 263; Examinados 264; Consignas para la administración 264;
Caso H: Perturbación caracterológica tipo ·machismo· 166; Caso 1: Niño con vestimenta de Resultados 265; Reacciones del examinado a las consignas del test 265; Contenido: el tema
guerrero 166; Caso J: Caso leve de donjuanismo 167; Comentario 169; Simbolismo del color del concepto más desagradable 266; Material ilustrativo 267; El concepto más desagradable
en el HTP 170; Resumen 171. en psicoterapia 276; Resumen y conclusiones 277.
CAPÍTULO 1O. Estudio de un caso infantil: la proyección de la personalidad de un niño CAPÍTULO 17. Diversas técnicas proyectivas gráficas, por E. F. Hammer
en los dibujos, por Isaac Jolles
Test del dibujo de una familia 21g; Test de una persona bajo la lluvia 281: La variante técnica
B caso de Daisy Mae 174. de Rosenberg del test del dibujo de una persona 288; Test del dibujo de ocho hojas 289;
La técnica de Hammer del test del dibujo de-un·miembro-de·un·grupo-minoritario 296; B HTP
en la fantasia verbal 2g5,
CAPÍTULO 11 . Estudio de un caso adolescente: delincuente sexual adolescente tardío,
por E. F. Hammer
Informe del psiquiatra 182; Informe del visitador social psiquiátrico 183; Interpretaciones
·a ciegas" del HTP 184
10 INDICE INDICE 11
Parte IV Parte Vlt.
LOS DIBUJOS PROYECTIVOS INTEGRADOS EN EL ESTUDIO DE CASOS RELACIÓN ENTRE LOS DIBUJOS Y EL RESTO DE LA BATERIA PROYECTIVA
CAPÍTULO 18. La batería proyectiva gráfica: ilustración de un caso, por E. F. Hammer CAPÍTULO 24. Áreas que resultan especialmente ventajosas para los dibujos proyectivos,
por E. F. Hammer
Datos identificatorios 302; Sintoma de presentación 302; HTPP 302; Acromático 302;
Cromático 305; Test del concepto más desagradable 307; Test del dibujo de una familia 307; Resumen 407.
Test del dibujo de una persona bajo la lluvia 308; Test de completamiento de dibujos 308; Test
del dibujo de un animal 31 O; Test del dibujo en ocho hojas 31 O; Retest ulterior al progreso
terapéutico 314; HTPP 315; Acromático 315; Cromático 316; Test del dibujo de una familia CAPÍTULO 25. Relaciones entre el Rorschach y los tests proyectivos gráficos,
317; Test del dibujo de una persona bajo la lluvia 317; Test del dibujo de un animal 318; por Selma Landisberg
Resumen 319. Introducción 411 ; Observaciones clínicas 413.
Parte V CAPÍTULO 26. Algunas relaciones entre materiales temáticos y materiales gráficos,
INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS CLÍNICOS por Edwin S. Shneidman
Estudios de la literatura 417; Presentación de un caso 420; Punto de vista 420.
CAPÍTULO 19. La invest igación en las técnicas gráficas, por Everett Heidgerd
Introducción 323; Problemas especfficos en los estudios sobre validación 324; Estudios de CAPÍTULO 27. Función pronostíca de los dibujos de la batería proyectíva, por E. F. Hammer
investigación 324; El dibujo de figuras y el HTP 325; Confiabiliclad 325; Validez 326;
Completamiento de dibujos 331; Técnica de dibujo en ocho hojas 332; Otras técnicas Comparaciones intra-acromáticas 424; Comparaciones acromático-cromáticas 425;
Resumen 426.
gráficas 333; Dibujo libre 334; Resumen y conclusiones 334
Parte VIII
Parte VI
LA INTEGRACIÓN FINAL
LOS DIBUJOS PROYECTIVOS EN UN ENCUADRE PSICOTERAPÉUTICO
CAPÍTULO 22. Los garabatos: una técnica proyectiva informal, por E. F. Hammer
Resumen 388.
12 INDICE INDICE 13
Palabras preliminares
por Teresa Veccia*
Escribir un prólogo para una reimpresión de una obra tan amplia, rica e imprescindible como lo
es ésta de Emanuel Hammer no puede menos que resultar emocionante y motivador. 8 vínculo
que creamos con ciertos libros como el aquí presente trasciende a veces lo estrictamente téc-
nico y se instala como una marca en la historia de la propia identidad profesional.
Al igual que muchos otros colegas, conocí las técnicas proyectivas gráficas de la mano de
este texto de Hammer. Luego, en la práctica profesional, innumerables veces volví a sus pági-
nas para disipar dudas, encontrar una guía en el abordaje de los materiales gráficos de algún
paciente, o repensar mis interrogantes personales en tomo de estas aplicaciones técnicas.
Revfsitar la obra, para quienes la conocimos hace mucho tiempo, en los inicios de nuestra
propia fonnación, redunda en un beneficio adicional: el de verificar que en toda disciplina es
conveniente de tanto en tanto volver la vista atrás y reflexionar sobre la evolución posterior de
aquellas miradas iniciales y el impacto e influencia que han tenido en los puntos de vista que les
sucedieron. Esa retrospectiva ayuda a identificar nuevos objetivos, delinear modificaciones que
expanden los alcances de la aplicación práctica en pos de otros desafíos e, incluso, pennite
abrir el camino a futuras perspectivas de investigación.
Hoy -casi cincuenta años después de que este texto viera la luz por primera vez en caste-
llano, de la mano del Profesor Jaime Bemstein y la editorial que fundara, Paidós- resulta admi-
rable constatar cómo a pesar del tiempo transcurrido, la obra mantiene su referencia señera en
la mayoría de los programas universitarios dedicados a la transmisión de las técnicas proyecti-
vas. Innumerables generaciones de estudiantes y profesionales sostuvieron y compartieron a lo
largo de los años su interés por el libro de Harnmer.
¿Porqué?
En principio, porque la obra de Hammer representa y transmite cabalmente un período fruc-
tífero de la psicología clínica de la primera mitad del siglo XX. Un período caracterizado por la
búsqueda tenaz, creativa e ilusionada de nuevos instrumentos diagnósticos cap~es de -como
el propio autor plantea- "descorrer las cortinas" que abren a la posibilidad de comprender la
* Doctora en Psicologfa. Profesora universitaria de grado y posgrado. Trtular de "Técnicas de Oiagnóstico Psicológico"
en la Universidad de Buenos Aires y Pro-titular de "Técnicas de Evaluación Psicol6glca" en la Universidad Católica Ar·
gentina. Autora de e método psicocfiagnóstico yel eierooo profesional del psicólogo" (1998), Diagnóstico de la perso-
nalidad (2002}. Ha participado en las compilaciones Probfeml1ticas actuales en niffos y adolescentes (2009) y Tdcnlcas y
métodos cualitativos en Evafuacl6n Psicológica (2014).
PALABRAS PRELIMINARES 15
personalidad profunda o menos visible de quienes nos consultan. A lo largo de su obra, Ham- comotrices, caracterológicos, emanados de la propia situación de evaluación e, incluso, del vín-
mer deja en claro, una y otra vez, que el recurso de los dibujos proyectivos auxilia en las prime- culo particular establecido con el psicólogo. Tal complePdad, debida a la cantidad de variables
ras formulaciones de hipótesis diagnósticas de una manera que podrfamos caracterizar como intervinientes, ha hecho siempre difícil la cuantificación de estas técnicas, que aún hoy gozan de
concreta y eficaz. Gracias a la interpretación que se haga de la constelación de indicadores grá- extendido estatus clínico pero de cuestionable estatus científico en términos de validez y con-
ficos, aquellas primeras formulaciones habrán de interactuar, enriquecerse y hasta ser puestas fiabilidad estadísticas. Se trata de instrumentos que deben ser cuidadosamente seleccionados
a prueba, mediante su correlación con otros instrumentos diagnósticos. en la estrategia diagnóstica, difíciles de objetivar, y que en gran medida dependen de la expe-
El otro aspecto que me gustarla señalar es que el libro de Hammer se encuentra instalado riencia del especialista que los aplica. Es por ello que el dominio de estas técnicas requiere de
en el corazón de la práctica clínica institucional. Tanto el autor como sus destacados colabora- formación y de estudios sistemáticos.
dores invitados (nombres de la talla de Lauretta Bender, John N. Buck, Sidney Levy, Karen Ma- Hay otro rasgo fundamental de esta obra que me hace recomendar su lectura para quienes
chover o Paut Schilder por citar sólo algunos) desarrollaron su labor profesional en instttuciones se inician en el campo del psicodiagnóstico: este libro ayuda a pensar clínicamente.
de salud mental, donde la experiencia puede resumirse en dos preguntas básicas y comunes Frente a la infonnación multidimensional que recogemos en cada encuentro con nuestros
a todo psicólogo clínico: ¿cómo comprender al ser humano concreto que tengo enfrente? y pacientes, y a los cfiversos materiales -autobiográficos, narrativos, gráficos que surgen en ellos-
¿cómo ayudarlo a través de un marco terapéutico adecuado a su situación y a sus característi- la obra de Hammer se ofrece como una guia inmejorable a fin de pensar las relaciones exis-
cas individuales? tentes entre esas diversas exteriorizaciones del paciente. Brinda una enorme ayuda para que
Para responder ambas preguntas los autores utilizan las técnicas proyectivas gráficas y hacen el profesional arribe a sus propias conclusiones, emanadas de la complejidad propia de tales
"hablar" a los dibujos de sus consultantes, accediendo por esa vfa a sus pensamientos y senti- producciones, a la par que ayuda a pensar crfticamente las correlaciones que en cada caso se
mientos menos "visibles•, más desconocidos. Así pues, por la capacidad para responder con un plantean, lo que sirve de soporte para el comienzo de la fonnulación de las hipótesis diagnósti-
abordaje metodológicamente consistente a interrogantes pennanentes del quehacer psicológico, cas, objetivo común de toda intervención clínica.
es que este texto sigue siendo de consulta obligada en quienes se entrenan o desempeñan en el
expandido campo clínico de la evaluación psicológica y et psicodiagnóstico.
A lo largo de sus capítulos el lector hallará tres características que me gustarfa destacar: la in-
tención de dar respuesta a los problemas e interrogantes emanados de la práctica; la exposición
clara y sistemática, casi didáctica por momentos, de una profusa casufstica presentada para ava-
lar las hipótesis emergentes; y el esfuerzo puesto en ampliar el campo de la investigación psicoló-
gica con el objetivo de dar una base más sólida a los hallazgos emanados de la praxis.
Hammer escribe este libro para satisfacer la necesidad de reunir en un mismo volumen dife-
rentes técnicas basadas en el dibujo proyectivo. Muchas de ellas contaban ya con una trayec-
toria previa que las avalaba, como el dibujo de la figura humana o el test de la casa-árbol-per-
sona (HTP), los cuales formaban parte del instrumental de los psicólogos clínicos en diferentes
países de América y Europa. Otras técnicas eran de gran interés por ser nuevos desarrollos y
modificaciones de las primeras y constituirse en complemento de la psicoterapia y el psicodiag-
nóstico en situaciones específicas, tal el caso del dibujo de la persona bajo la lluvia, el dibujo del
concepto más desagradable o el test del dibujo de la familia.
En la primera parte del libro se hallan los fundamentos de la proyección gráfica y las bases
de la interpretación de dicha expresión. Los textos gráficos -según se sostiene en esas pági-
nas- poseen una gramática y sintaxis similares a las que gobiernan las fantasías y los símbolos
oníricos. Pero las conclusiones que de ellos se obtienen no se basan en indicios únicos ni la
tarea resulta análoga a la traducción de un diccionario. Cada gesto gráfico condensará una
intensa actividad asociativa y es por ello que una interpretación adecuada debe considerar la
particular constelación de indicadores que cada dibujo brinda.
Estos planteas, muy impregnados de la influencia del psicoanálisis, se acompañan insisten-
temente con una advertencia que consideramos aún vigente en relación a los alcances de la
tarea de descifrar un símbolo gráfico: las conclusiones obtenidas deberán considerarse siempre
•provisionales", no expresan certezas sino probables senderos en búsqueda de mayor valida-
ción experimental.
Las técnicas proyectivas gráficas demuestran así su utilidad en la generación de hipótesis
que luego deberán ser sujetas a verificación. Los dibujos que se producen en una situación pro-
yectiva están determinados por múltiples factores: culturales, de entrenamiento personal, psi-
E
1instrumento principal de la clínica psicológica es la entrevista; los tests proyectivos ción a nivel intimidad, son los profundos y horadantes mensajes que nos llegan por formas de
están al servicio de ella, pues, en rigor, no son sino dispositivos para conducir una expresión subverbales: la voz, el silencio, el gesto, el movimiento. Por ello el psicólogo clínico
forma especial de entrevista. En efecto, tanto en la entrevista corriente (cara a cara) receptivo siente una especial atracción por los dibujos: sabe que el trazo y la figura le dan ac-
como en la entrevista proyectiva (con tests) se registran e interpretan los diversos materiales ceso a estratos básicos y que constituyen expresiones menos controladas de la personalidad
biográficos expresivos, comportamentales y proyectivos que brinda el sujeto: la entrevista pro- del sujeto. Sabe que puede confiar en ese lenguaje, más ingenuo y espontáneo, y más com-
yectiva se diferencia solamente por su empleo de un estímulo estándar para provocar -sobre plejo y diñcil; en ese idioma extraño que -ya avanzada su formación humana- debe aprender
todo- las proyecciones del sujeto y por el hecho de que opera dentro de límites preestablecidos profesionalmente a desentrañar y para cuyo manejo debe ejercitarse.
y en forma más ªeconómica". Se trata, pues, ciertamente, de una variedad-experimental- de Lo dicho hasta aqul explica que, a pesar de todo ello, o precisamente por ello, el psicó-
entrevista, que moviliza, dirige y controla, específicamente, la proyección del sujeto. Estas preci- logo cuenta con pocos auxilios bibliográficos para esa formación y entrenamiento. 8 manual
siones sirven para poner bien en claro la naturaleza, la importancia operativa y el nivel de espe- de Tests proyectivos gráficos de Emanuel Hammer constituye, por el caudal de fundamentos,
cialización profesional de las técnicas proyectivas. repertorio técnico y estudios de casos que contiene, la más importante guía sistemática de
La batería proyectiva cuenta con un gran número de tests, agrupables de diversas maneras que disponen el estudiante y el estudioso para un mejor aprendizaje de este rico y expresivo
según el criterio con que se los clasifique. Si los distribuimos en función de la vfa de comunicación lenguaje proyectivo, especialmente indicado para comprender a aquellos sujetos que, por su
que proponen al entrevistado para lanzar sus proyecciones (tal vez el más práctico de los crite- edad, incapacidad o inhibiciones, no pueden comunicarse verbalmente.
rios), l~ instrumentos se nos organizan en tres grandes familias proyectivas: verbales, lúdicas y
gráficas. La verbal (Rorscharch, Murray) y la lúdica {Lowenfeld) son las que aparecen antes del de-
sarrollo de la psicología académica, pero si se reconoce -legítimamente- que la grafología consti-
tuye el primer intento de producir y anafizar proyecciones con fines diagnósticos, la familia gráfica
deberá considerarse como la más antigua de la exploración psicológica proyectiva.
Esa temprana preferencia por el examen psicológico a través del comportamiento gráfico
implica una precoz percepción de su valor comunicativo, de su eficiencia para recoger infor-
maciones más veraces, menos trampeadas que las que se obtienen por la engañosa vía del
lenguaje ("que sirve para ocultar el pensamiento"*). Pero los conocimientos y la experiencia a
11 menudo útiles que fueron acumulando los grafólogos (muy frecuentemente sospechados y des-
valorizados, aunque a veces sin razón) no bastaron para que las técnicas gráficas alcanzaran la
ii bondad operativa que sí, en cambio, han logrado las verbales.
il Esta relación inversa entre antigüedad e idoneidad es, sin embargo, explicable: las técni-
cas proyectivas gráficas exigen del operador una actitud y una capacidad inhabituales, casi a
~1
',¡ contrapelo de la educación. La cultura nos moldea para comprender los mensajes que se nos
*No me vengas con historias I ni conjugues tantos verbos:/ habla con toda la boca I y dascúbreme tu pecho, dice una
primitiva poesía espailola.
L
A a psicología proyectiva gráfica ha hablado con distintos tipos de voz durante los años
DIANE que transcurrieron desde su nacimiento, hace más o menos veinte años, años de desa-
Que nació el mismo año que este libro rrollo dudoso, en un comienzo, y de crecimiento más directo y vigoroso, ulteriormente.
En el presente es cada vez más evidente (a medida que el trabajo continúa adelantando con
energía y entusiasmo y que las técnicas proyectivas gráficas se desarrollan y modifican) que
estos métodos han comenzado a superar sus formas primitivas y provisionales y que ha llegado
el momento de confiar en sus actuales y más completas dimensiones.
Como instrumento técnico los dibujos proyectivos han encontrado, relativamente pronto,
un lugar seguro en la batería proyectiva. En virtud de su economía de tiempo, de su facilidad
de administración y de la riqueza de información clfnica que producen, se han convertido, junto
con el TAT (Test de Apercepción Temática), en el más frecuente complemento del Rorschach
en el instrumental proyectivo diario del psicólogo clínico.
Si bien existe un vasto cuerpo de literatura dedicado al tema del significado proyectivo de
los dibujos, es la primera vez que se integra en un solo libro el estudio completo de las técnicas
gráficas y de su lenguaje infinitamente sutil. Además, según observa Machover (5r, las publica-
ciones relacionadas con las técnicas gráficas "no han estado al día con el trabajo creciente de
verificación y de fundamentación que (sobre estas técnicas) se han realizado, durante más de
veinte años, en lo que se refiere a su aplicación a los problemas clínicos• (página 89).
B objetivo de este libro es satisfacer la apremiante necesidad que existe hoy de concentrar
en un solo volumen -para su más fácil referencia- la variedad de procedimientos proyectivos
gráficos que integran el grupo cada vez mayor de instrumentos disponibles para la clínica psi-
cológica. Este libro intenta explorar y examinar los límites continentales y las diversas islas cos-
teras del Estado de la técnica del dibujo proyectivo.
Los primeros exploradores de este continente fueron Paul Schilder (6), y Lauretta Bender (2),
John Buck (3) y Karen Machover (4). Gracias a su esfuerzo los psicólogos conocieron los pri-
meros conceptos acerca de la imagen corporal Oa concepción interna que el indMduo tiene de
su propio cuerpo y de sus funciones en el mundo social y ffsico, y su relación con el fenómeno
de la motilidad). Este concepto escoltó a los psicólogos hasta el punto de observación desde
* A lo largo de la presente edición, el lect°' hallará números entre paréntesis que remiten a la bibliografía que se halla al
final de cada capllulo. En este caso, el número 5, por ejemplo, remite a la obra de Karan Machover, cuyas referencias
se encuentran en la página 23.
PREFACIO 21
;.
el que se podía vislumbrar el área de los dibujos proyectivos. Allí se realizó un feliz matrimonio yectivos, con sus penetrantes preguntas, estimularon gran parte del pensamiento teórico que
entre el nivel teórico y el empírico, que también resultó ser una unión productiva. se desarrolla en este libro.
Además de los parientes mayores de esta familia de dibujos proyectivos (el test de la Casa- Estoy especialmente agradecido a John N. Buck, maestro y amigo, no sólo por su cuida-
Árbol-Persona de Buck, y el test del dibujo de dos personas de K. Machover) se cuenta tam- dosa revisión del manuscrito y por sus múltiples sugerencias útiles, sino también por el cons-
bién con la modificación de Abrams (dibujo de una persona bajo la lluvia) que intenta obtener tante aliento y colaboración que me ha prestado durante años, en todos los problemas de la
datos sobre la idea de sí mismo bajo condiciones -simbólicas- de estrés ambiental; la técnica técnica de la interpretación. También debo expresar mi agradecimiento a Lila K. Hammer, tanto
del dibujo de un animal de Schwartz (útil para poner de manifiesto el aspecto biológico de la por su constante y paciente asistencia como por sus útiles ideas. ·
unidad biosocial), el test de las ocho hojas de Caligor, que penetra en las capas más profun-
das de la identificación psicosexual del examinado; el test del dibujo de una familia, el test del
concepto más desagradable de Harrower, el test de completamiento de dibujos de Kinget, y la REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
técnica del garabato libre.
Alimentados con una sustanciosa dieta de experiencia clínica y de estudios experimen- 1. Be!lak, L: A study of !imitations and "failures": toward an ego psychology of projective techniques. J.
tales, los dibujos proyectivos son cada vez más aceptados por lo que realmente son: téc- Proj. Tech., 18:279-293, 1954.
nicas en desarrollo de persistente y fundamental importancia en la baterfa clínica de las 2. Bender, L: Schizophrenic cllndhood. Nerv. Child.: 138-140, 1952.
técnicas proyectivas. 3. Buck, J. N.: 1he H-T-P technique, a qualitative and quantitative scoring method. J. Clin. Psych.,
Este libro se propone encarar a los dibujos proyectivos fundamentalmente desde un Monografía Nº 5: 1-120, 1948.
punto de vista clínico como método útil para un diagnóstico económico, y como un acce- "4. Machover; Karen: Personality Projection in the Drawing of a Human Figure. Springfle!d, lhomas, 1949.
sorio para la psicoterapia. En líneas generales se trata de una obra cllnica destinada antes 5. Machover, K: Drawings ofthe human figure, en Frank, L K; Harrison, R.; Hellersbef'g, E. Machover, K, y
que nada para servir a la práctica del psicólogo clínico, del ya formado y del que está en Steiner, M.: Persona/ity Development in Adolescent Girfs. Yel!ow Springs, Antioch Press, 1953.
formación. •A menudo, los procedimientos se establecen sobre la base de su utilidad em- ·s. Schilder, P.: lmage and Appearance of the Human Body. Nueva yYork, lntemat. Univ. Press, 1950.
pírica mucho antes de que la ciencia experimental pruebe su validez y le brinde una fun-
damentación consistente. De allí que con mucha frecuencia el enfoque clínico se anticipe
al académico•(1). En consecuencia las observaciones de base empírica que constituyen la
columna de este libro son hipótesis que, en su mayor parte, requieren .todavía una Investi-
gación experimental y una verificación.
8 autor y sus colaboradores esperan además que las hipótesis que presentan los estudios
sobre investigación preparen el encuadre que lleva a intensificar los estudios sobre investiga-
ción de la validez. (Una de las secciones resume la investigación realizada hasta la fecha en
el campo de los dibujos proyectivos.) Los integrantes de la familia proyectiva gráfica han de-
jado los pañales hace ya tiempo, pero se necesita aun investigación experimental y clínica de
las hipótesis que presentan este libro sobre bases predominantemente empfricas (excepción
hecha de aquellas que ya han recibido fundamentación experimental). Se trata de hipótesis
establecidas en la práctica clínica y que -como ocurre con la técnica de Rorschach- pueden
ser utilizadas hasta tanto finalice la amplia investigación que, en parte, es aun necesaria para el
establecimiento final de su validez.
8 campo de los dibujos proyectivos constituye una subespecialidad en la que participan
muchos científicos. Por ello he procurado que algunos capítulos que tratan de las modificacio-
nes de las técnicas gráficas estuviesen a cargo de distinguidos profesionales destacados por su
sobresaliente competencia en dichas técnicas. Así, entre los colaboradores, contamos con los
propios creadores de las técnicas, en varios casos, y elfos mismos han escrito secciones dedi-
cadas a las innovaciones. Entiendo que el producto logrado de este modo ha sido más rico que
el que podría haberse obtenido si el autor hubiese pretendido presentar él solo todo el campo
de los dibujos proyectivos a partir de su experiencia.
• Las obras preced'ldas por un asterisco tienen edición en castellano.
Deseo reconocer la especial deuda de gratitud que he contraído con mis colaboradores,
quienes en sus contribuciones han penetrado más allá de la superficie de la personalidad para Nota: Se han respetado en esta edición las notas aportadas por Jaime Bemstein para la primera edición en Argentina. La
hallar, con trabajo, perseverancia y sensibilidad, a los seres humanos tal como son, y han lo- bbliografia en castellano que confeccionó especialmente para dicha primera edición se encuentra en la pági1a 441.
grado transmitir esta Imagen con veracidad y simpatía. En la presente edición hemos conservado las imágenes origilales, aiJstando el tamaño de las mismas pero siempre mante-
Mi reconocimiento se extiende a los estudiantes, quienes en los laboratorios de dibujos pro- niendo las poporc:iol m, de modo de alcanzar un diseño de págha más homogéneo.
PREFACIO 23
. 22 EMANUaF. HAMMER
1. La proyección en el taller artístico
por Emanuel F. Hammer
D
ime lo que lees y te diré quién eres. Estamos relativamente seguros de alguna vez al-
guien dijo esto. Este truismo puede, con seguridad, ampliarse, y decir: ·1éeme lo que
escribes o muéstrame lo que dibujas y te diré quién eres." Incluso los no iniciados en
psicología podrán reconocer con bastante claridad a James Barrie, a Poe y a Kafka en sus
obras. 8 hombre común siente esto, aunque luego se reduzca a espectacular acerca del grado
en que Mike Hammer representa el aspecto sombrío de la personalidad de Mickey Spillane y
acerca de cuánto habrá en Hemingway de B viejo y el mar.
Para la mayoría de los psicólogos está fuera de discusión la hipótesis de que un escritor se
proyecta a sí mismo en sus escritos, y que, por lo tanto, ha de ser posible analizar su perso-
nalidad a partir de lo que ~ribe. Mc-Curdy -para citar sólo a uno- demuestra esto en forma
convincente en su libro La personalidad de Shakespeare (7). ·
Esta misma hipótesis proyectiva es válida para los pintores, arquitectos, dibujantes y para
cualquiera que produzca algo con su imaginación.
En rigor, puede afümarse con seguridad que todo acto, expresión o respuesta de un indM-
duo -sus gestos, percepciones, sentimientos, elecciones, verbalizaclones o actos motores- de
algún modo llevan la impronta de su personalidad.
El modo que se tiene de caminar, presuntuoso, audaz, tímido, autoconsciente o desma-
ñado; el modo de clavar un clavo: con seguridad, Impaciencia, irritación o alegría, e incluso, el
modo de anudarse un zapato, sea que la persona -aloplásticamente- apoye el pie en una verja,
acercando el zapato hacia sí o que -autoplásticamente- se encorve hacia el piso, en procura
del cordón del zapato, todo eso refleja algún aspecto de la personalidad.
En los dibujos proyectivos las actMdades psicomotoras de la persona se capturan en un papel.
La línea utilizada puede ser firme o tímida, insegura, hesitante o atrevida, o puede consistir
en una manipulación de salvaje raspado, hasta perforar el papel. Además, según se verá luego,
la autopercepción consciente e inconsciente del examinado, y las personas significativas del
medio determinan el contenido del dibujo. En este tipo de expresión los niveles inconscientes
de la persona tienden a utilizar símbolos, cuyos significados pueden ser desentrañados a través
del examen y la comprensión de sueños, mitos, folklore, producciones de psicóticos, etc. En el
capítulo siguiente se fundamentará y elaborará la tesis de que la realización de dibujos consti-
tuye una de las muchas formas del lenguaje simbólico.
A menudo he encontrado que los pacientes psiquiátricos pueden expresarse más fácilmente
a través de los medios de comunicación gráficos que a través de los verbales. Freud (4) mismo
descubrió este fenómeno. Hablando de las dificultades que tienen a menudo los pacientes,
·.t.•.
para comunicar sus sueños, escribe que quién sueña suele expresar: "podría dibujarlo, pero no Hace ya cientos de años que se ha reconocido la influencia que los aspectos físicos tienen
sé cómo decirlo." en el arte de pintar retratos. Se asegura que fue Leonardo, genio en tantas esferas de la crea-
También el caso del conocido dramaturgo August Strindberg ilustra acerca de esta mayor tividad, quién por primera vez observó este proceso de proyección. Afirmó que la persona que
afinidad que existe entre los sentimientos y la expresión gráfica que entre los sentimientos y las dibuja o pinta, "si no está protegida por estudios prolongados tiende a prestar a las figuras que
palabras. Strindberg, tan extraordinariamente hábil en el área verbal, recurría a los dibujos du- realiza su propia experiencia corporal" (6).
rante los periodos en que, debido a la depresión y a otras perturbaciones psíquicas, se sentía Hace ya mucho tiempo que se ha reconocido que todo arte contiene algún ingrediente de
incapaz de expresarse adecuadamente por la palabra. A través de medios pictóricos trataba de la personalidad íntima del artista. Fue un ar1ista, Bbert Hubbard, quien observó que "cuando
"decir" sus experiencias mentales de otro modo inexpresables (5). un ar1ista pinta un retrato, en rigor pinta dos, el del modelo y el propio" y Alfred Tunnelle, otro
Cuando se observan los dibujos de los niños, se ven transmitidas cosas que ellos jamás ar1ista perspicaz, comentó: "el ar1ista no ve las cosas como son, si no como es él." Las figuras
habrían podido verbalizar, aunque hubiesen podido conciencializar algunos de los sentimien- 1 Y 2 constituyen una ilustración gráfica de este principio de proyección. La figura 1 la dibujó
tos que los afectaban. Los ejemplos gráficos de los capítulos siguientes ilustran cómo los un sujeto de sexo masculino que caminaba con ayuda de muletas. El dibujo fue realizado en
sentimientos del sujeto aparecen frecuente- respuesta a la consigna: "por favor dibuje una persona." Si bien no dibujó una persona apoyada
mente en sus dibujos en forma inconsciente en muletas, hizo una línea adicional e innecesaria, que se extiende desde la base de los pies
y/o involuntaria. hasta el piso, como si no pudiese concebir la posición de pie sin la ayuda de algún soporte. Es
Históricamente, el hombre utilizó dibujos importante destacar que el examinado no se estaba dibujando conscientemente a sí mismo, y
para registrar sus sentimientos y acciones que, sin embargo, no podía dejar de proyectar la sensación interna de que es imposible estar
mucho antes que símbolos que registraran de pie sin algún apoyo adicional. La necesidad de sostén físico se imprime en la hoja de dibujo
específicamente el habla. Desde el hombre para formar parte del retrato de un hombre.
de las cavernas en adelante, el ser humano - También la figura 2 fue dibujada por un adulto lisiado de sexo masculino. En este caso ca-
tanto el primitivo como el civilizado- expresó recía del brazo izquierdo de nacimiento. Aunque no dibujó una persona con un solo brazo, le
sus emociones, sentimientos, ideas religiosas, dio al izquierdo un tratamiento distinto: aparece debilitado y más torpe que el derecho, y en el
y necesidades mediante el trabajo artístico. dibujo cromático de una persona (figura 3) refleja, otra vez, sus sentimientos de insuficiencia en
El hombre alcanzó el estudio del lenguaje el área del miembro ausente.
escrito sólo hace poco más de dos mil años. Al observar el árbol que dibujó esa misma persona (figura 4), notamos una llamativa rama
El primitivo intentó hacer perdurar su expre- mocha que sale del tronco. Si aún fuese necesaria una prueba adicional para la tesis proyectiva,
sión únicamente por medio de dibujos. Desde podemos señalar que la rama amputada está emplazada del mismo lado que el miembro au-
este punto de vista, la comunicación pictórica sente del sujeto.
constituye un lenguaje básico o elemental.
También el individuo comienza a emplear
la comunicación gráfica ya hacia una época
FIGI..™ 1 muy temprana de su vida. Los niños primero
dibujan y sólo después escriben. Por ello,
en los dibujos proyectivos así como en los sueños los conflictos inconscientes emplean el
lenguaje simbólico con bastante facilidad. Los dibujos, al igual que el lenguaje simbólico, al-
canzan las capas primitivas del sujeto. Freud y sus continuadores hicieron que no sólo el
clínico sino también el artista y el público tomaran conciencia en general del hecho de que
el inconsciente se expresa en imágenes simbólicas. El psicoanálisis demostró en forma muy
convincente que "la intelectualización y el exagerado verbalismo de nuestra cultura fueron so-
breimpuestos a los niveles más primitivos y profundos de nuestra modalidad inconsciente de
expresión en imágenes" (8).
Siempre que se intenta emprender algún tipo de actividad creadora, la tendencia es basarse
en los niveles más profundos o primitivos de uno mismo. 8 observador de una obra de arte
siente a menudo una relación integral entre la obra y el artista, como si la obra encarara aquello
más personal, sagrado o significativo del artista.
En todo ser humano sigue siempre viva la infancia, con todas sus luchas, anhelos e incer-
tidumbres, con todas sus dificultades para poder asir el mundo y lograr un contacto más cer-
cano con los demás, y "es posible que el hombre tenga que volver a ella cada vez que desee
crear" (1). Los dibujos proyectivos se capitalizan en esta corriente creadora. F!GU1A 2 FIGl..™3
RESUMEN
pared. Lo hace y se encuentra en un largo corredor oscuro donde, a medida que espía por las
cerraduras de las habitaciones en su viaje por el corredor, va observando escenas que repre- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
sentan incidentes memorables o dolorosos de su infancia y de su adolescencia.
Las tres fábulas tienen en común que e/ artista ha dado vida, existencia real, a su obra: 1. Bender, L.: Child Psychiatric Techniques. Springfield, Tnomas. 1952.
"Pygmalión lo logró por la súplica; el pintor chino puede viajar por el interior de su pintura donde 2. Graven, T.: Leonardo Da Vinci, en Gampbell, O.; Van Gundy, J., y Sharades, C. (eds.): Pattems for
va a permanecer por el fin de los tiempos, y el joven dibujante se encuentra impelido por la voz Uving. Nueva York, Macm ~ lan. 1940.
de su obra a penetrar en el oscuro corredor de su propio pasado" (9, pág. 92). Esta última his- 3. Forster, E.M.: The Raison d'Etre of Criticism in the Arts, in French, R. (ed.): Music and Criticism.
toria, relatada con moderna sofisticación no sólo refleja esa cualidad que tiene el proceso crea- Gambridge, Harvard, 1948.
dor de infundir vida; también destaca el papel que desempeña el oscuro corredor del pasado ·4_Freud, S.: New lntroductory Lectures on Psychoanalysis. Nueva York, Norton, 1933.
K
ris observó en su comentario sobre los cuadros y los dibujos de pacientes que el pro-
ceso psicológico que se moviliza en estos casos es similar al del artista •normal·, y lo
describió como •1a ubicación de una experiencia interna, de una imagen 'interna', en el
mundo externo, es decir, como un mecanismo de proyección• (17).
Tal como observó Piotrowski, los productos artísticos fueron probablemente los prime-
ros elementos que se encararon como proyecciones de tendencias conscientes e incons-
cientes de la personalidad. Burckhardt, en 1855, pudo realizar algunas deducciones muy
acertadas con respecto a las personalidades y a la atmósfera sociopsicológica prevale-
ciente durante toda una época (el Renacimiento italiano) a partir de un análisis de las obras
de arte de ese periodo.
En el campo psicopatológico, Nolan o.e. Lewis, realizó en 1928 un estudio sistemático
de las proyecciones gráficas, al que denominó Una extensión de la proyección y lo hizo no
sólo para identificar la dinámica de la personalidad sino también para acelerar la psicoterapia
mediante la discusión con el paciente de sus producciones gráficas. "Los dibujos de un pa-
ciente merecen ser considerados temas de un análisis similar al que se emplea en relación
con los sueños, o con cualquier otro material que sea parte de la conducta (19). Lewis señaló
la ventaja de los dibujos y la pintura sobre el material onírico, indicando que "a través de esta
manera de objetivación, a menudo las dificultades inconscientes básicas de ciertos pacientes
son traídas a la conciencia con mayor facilidad que mediante el análisis de los sueños" (19).
Dorken (6) observa que •1a evaluación psicológica del arte gráfico ha sido, probablemente,
la primera técnica 'proyectiva' que se ha establecido•. Uno de los primeros clínicos que advir-
tió la presencia de la simbolización en los dibujos de sus pacientes •insanos• fue un psiquiatra
francés del siglo XIX. Max Simon, quien, además, se horrorizó por semejantes •dibujos obs-
cenos· y ordenó a los pacientes que dejaran de hacerlos (25).
Años después de este involuntario investigador del simbolismo, el psicoanálisis logró que
el público en general, así como el artista y el psicólogo clínico, tomaran cada vez mayor con-
ciencia del hecho de que el inconsciente •habla" en imágenes simbólicas. Según las palabras
de Naumburg (22), "los descubrimientos del psicoanálisis con respecto a la dinámica del in-
consciente, así como el hallazgo del arte simbólico de las culturas prehistóricas y antiguas
civilizaciones, ofrecieron una nueva perspectiva al significado y valor de los elementos incons-
cientes dentro de los aspectos simbólicos del dibujo (pág. 441 )".
FIGUIA 5 FICll..flo<6
~ De todos modos. y subyacente a todo esto, el paciente aparece como un chico solitario que
~- : - ~· : emplea su rudeza y su oposicionismo como una máscara para encubrir y negar su necesidad de
calor humano.
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Uno de los primeros sueños que contó era una pesadilla en la que intentaba matar a alguien.
Dijo: "siempre estoy tratando de matar a alguien en mis sueños. En este sueño le estaba pegando
a un 'tipo'. Lo tenia en el suelo. y le estaba pegando, casi lo estaba matando." Agregó después,
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con un cierto grado de insight • "le tenía miedo al tipo, pero igual le pegaba. Cuando le pegaba ya
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•• • Q no le tenía más miedo." O sea que en sus sueños, Rocky nos confirma las deducciones interpre-
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ft tativas hechas sobre la base de sus dibujos de animales, en los que intentaba esconder su sensa-
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! _ _L ción de "tímido conejo" detrás de la apariencia de "un pequeño gato montés•...
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Foc:uv. 15
cias infantiles traumatizantes con sus padres, que eran fríos, rigurosos, y a menudo brutales. Su
madre era mordaz y sarcástica. y su padre, agresivo a nivel físico.
Esta percepción de sus figuras parentales se expresa en la hoja de papel, a través de las dos
figuras que dibujó (figs. 14 y 15). A la madre la presenta claramente como oral agresiva y capaz
de infligir grandes daños con su boca. Le faltan las manos, lo que refleja la percepción de Rocky
de que es incapaz de tendérselas e incapaz de dar. La percibe con caracteristicas aterrorizantes e
inmutables. Por otra parte está la figura del padre, sin agresión oral, pero que parece capaz de in·
fligir graves daños fisicos a las parles vitales del niño. Los dedos tipo tijera pueden cortar cualquier
cosa que emerja del cuerpo. La implicación de ansiedad castratoria está subrayada también por
el dibujo de la casa (fig. 16). La chimenea está unida a la casa sólo por un hilo; Rocky proyecta su
sensación de que lo que emerge de su propio cuerpo está endeblernente unido a éste y expuesto
a ser separado. La chimenea está dibujada lo más separada posible de la casa pero sin que pierda
del todo su conexión con la misma. Los sentimientos de vulnerabilidad de Rocky también se ex-
presan en el dibujo de la casa. a través de su escasa consistencia y de su falta de sustancia y de
capacidad para soportar las fuerzas y las presiones del medio: en parle ya se está torciendo.
Además otorga al hombre del dibujo el rol autoritario (uniforme militar de los rusos con que
percibe a su padre en actitud de ostentación). Después le agrega los aspectos dictatoriales de la
imagen paterna dándole el nombre de •star111·.
La experiencia que Rocky tlNO con sus padres le dejó una profunda y dolorosa herida en sus
sentimientos de adecuación, así como no hay nadie a quien pedir ayuda para aliviarla. Los dbujos --- ·- ~ ·- -= .
in<fican el antagonismo parental con que el niño tuvo que comenzar su vida; una vez que un niño Fo.A\.\ 16
ha sufrido el rechazo, lo percibe aun donde no existe. Su temor de ser objeto de malos tratos en
• Se mantendtá la palabra insight por ser su uso generaizado. Su traducci6n castellana seria: visión interna. [T.!
manos de figuras autoritarias se extendió hasta incluir a los maestros con los que tantos problemas •• Rocky ha comenzado a aprender, a uavés de su re'.ación terapéutica, que no todas sus Muras relaciones con figu·
tenia. De este modo, Rocky construyó a su alrededor un mundo de rudeza y de aislamiento que lo ras automanas están destinadas a constiu~ las estériles, duras y traumatizantes experiencias que vivió en el pasado
prolegiera del mundo. En respuesta a la consigna de dibujar un animal, comenzó dibujando lo que con las principales figuras autoritarias de su vida En consecuencia, puede ahora evaluar con más objetividad a sus
describió como ·un timido conejo escapando"; después pareció disconforme con este dibujo. dio profesores: esto lo sorprende a él mismo: 'Sabe, algunos no son tan maloS npos, me parece·. Esta descubriendo un
vuelta la hoja, y del otro lado dibujó lo que describió como ·un pequeño gato montés". Vemos aquí mundo que puede constituir un buen lugar donde vMr.
RESUMEN
Los dibujos proyectivos ponen en juego el flujo de las necesidades de la personalidad que
invaden el área de la creatividad gráfica. Pero de todos modos deben hacerse ciertas concesio-
nes a los requerimientos de estandarización que tiene la psicología: por lo tanto siempre se pide
al entrevistado los mismos temas (casa, árbol, persona, animal), en el mismo tamaño de papel y
con material estandarizado·.
Una vez que el psicólogo clínico y/o experimental sabe que las necesidades profundas del
hombre: a) colorean su esfuerzo creador y b) muestran una afinidad con el lenguaje pictórico,
ya puede disponer de una técnica de fácil y rápida administración que despierta los niveles pro-
FIGURA 18 fundos del sentimiento humano. Básicamente, tanto a través del énfasis que la persona pone
en los diferentes elementos de sus dibujos, como de la realización grafica en su totalidad, pode-
mos llegar a saber mucho acerca de lo que a esa persona le pasa, de cómo ello la afecta, y del
POSTULADOS TEÓRICOS modo en que lo maneja.
En el campo de los dibujos proyectivos, la interpretación se basa, empíricamente en los si-
la orientación teórica de este libro ha sido expresada en otra parte (24) con las siguientes guientes puntos fundamentales: a) B uso de los significados simbólicos comunes en psicoaná-
formulaciones: lisis y folklore, derivados de los estudios sobre sueños, mitos, arte, fantasía y otras actividades
semejantes impregnadas en determinismo inconsciente. b) La experiencia clínica a propósito
a) Existe en el hombre una tendencia a ver el mundo de manera antropomórfica, a través de los mecanismos de desplazamiento y sustitución, así como una amplia gama de fenómenos
de su propia imagen -y esto facilita los aspectos proyectivos implicados en el dibujo de patológicos, especialmente síntomas conversivos, obsesiones y compulsiones, fobias y estados
una casa, un árbol, de una persona, de un animal, o, desde este punto de vista, de cual- psicóticos, los que solo pueden comprenderse dentro del marco conceptual del simbolismo.
quier otra cosa-. c) El desciframiento .de la simbolización usada en los dibujos, mediante las asociaciones del
b) La esencia de la visión antropomórfica del medio es el mecanismo de proyección. la pro- paciente. d) la evidencia empírica derivada de los dibujos previos de los pacientes. e} Combi-
yección se define como dinamismo psicológico por el cual uno atribuye las propias cua- nando la dirección que ofrecen las hojas de dibujos impregnadas de las simbolizaciones evi-
lidades, sentimientos, actitudes y esfuerzos a objetos del medio (personas, otros orga- dentes que surgen del inconsciente de los psicóticos, se pueden luego detectar en el mismo
nismos, cosas). B contenido de la proyección puede o no ser reconocida por la persona lenguaje simbólico murmullos más sutiles en los dibujos de los no psicóticos. ~ La correlación
como parte de sí mismo. En relación con esto, el concepto de proyección sustentado
aquí es más amplio que el primitivo de Freud, quien pensaba que el contenido de la pro-
yección está siempre reprimido y que la función de la proyección es permitir que la per- • Para la fase acromática de los dibujos proyectivos se utiliza un lápiz "número dos" y para la cromática, ocho crayones
sona se maneje con un peligro externo cuando le resulta muy difícil manejarse con uno comunes. Descn"biremos esto con mayor detalle en uno de los capítulos siguientes.
1.\
entre los dibujos proyectivos realizados a intervalos durante el curso de una terapia y el cuadro 23. Piotrowski, z. A., yAbrahamsen, D.: Sexual crime, alcohol and de Rorschach Test Psychiat. Quart.
clínico en los momentos en que se realizan los dibujos. g) La coherencia interna entre un dibujo (supl.), 26:248-260, 1952.
y el otro, entre los dibujos y las otras técnicas incluidas en la batería proyectiva, entre los dibu- 24. Schactel, E. G.: Projection and its relation to carácter attitudes and creativity in the kinesthetic
jos y los sueños, entre los dibujos y el cuadro de comportamiento, y entre los dibujos y la histo- responses. Psychiatry, 13:69-100, 1950.
ria del caso. h) Por último, no menos importantes, los estudios experimentales. 25. Simon, M. P.: Les écrits et les dessins desalienés. Arch. Anthrop. Crim. (Paris), 3:318-355, 1888.
El campo de la interpretación de los dibujos proyectivos también descansa sobre varios 26. Spoer1, D. T.: Persona!ity and drawing in retardad children. Character and Personality, 8:227-239,
postulados teóricos: a) Existe una tendencia en el hombre a ver el mundo de manera antropo- 1940.
mórfica, a través de su propia imagen. b) La esencia de la visión antropomórfica del medio es 27. Toler, A. y Toler, B.: Judgment of children·s personality from their human figure drawings. J. Proj. Tech.,
el mecanismo de proyección. c) Las distorsiones forman parte del mecanismo de proyección 19: 170-176, 1955.
siempre que la proyección tenga una función defensiva, es decir que esté al servicio de adscri- 28. Waehner, T. S.: lnterpretations of spontaneous drawings and paintings. Genetic Psychofogy
bir al mundo externo aquello que el sujeto niega de sí mismo. Monograph, 33:3-70, 1946.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS