Está en la página 1de 1

Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se

fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. Y al oír


Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a
otro? (Mt. 11:1-3).
En respuesta, Jesús dio a conocer sus credenciales, todo lo cual cumplía las
profecías del Antiguo Testamento (cp. Is. 29:18-19; 35:5-10; 61:1) respecto
al Mesías: “Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas
que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados,
los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el
evangelio” (vv. 4-5). Juan ya había señalado a Jesús y profetizado: “He aquí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29). A pesar de
que el Espíritu Santo lo inspiró a declarar eso, él aún cavilaba en su
significado y quiso comprobar si en realidad Jesús era el Mesías (Lc. 7:18-
23).
Si la grandeza de la salvación que había de venir fue el estudio intenso y la
preocupación de todos los profetas, entonces debería ser igual de precioso, si
no más, para aquellos creyentes de hoy que tienen toda la revelación.

LA SALVACIÓN FUE EL TEMA DE LA INSPIRACIÓN


DEL ESPÍRITU
indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de
antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras
ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros,
(1:11b-12a)
Las profecías que el Espíritu Santo reveló a los profetas fueron divinamente
inspiradas y escritas bajo su supervisión (cp. Jer. 1:9; 23:28; Ez. 2:7; Am.
3:7-8). Y el tema general de esas profecías era doble: los sufrimientos de
Cristo, y las glorias que vendrían. El Antiguo Testamento se refiere a los
sufrimientos de Cristo en pasajes como el Salmo 22:1-31; Isaías 52:13—
53:12; Daniel 9:24-26; y Zacarías 12:10; 13:7 (cp. Sal. 89:24-37; Lc. 24:25-
27; Ap. 19:10). Las glorias que vendrían, incluyendo tales verdades como
la resurrección, ascensión y entronización de Cristo, aparecen en pasajes

También podría gustarte