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ÍNDICE
Introducción……………………………………………………………………………………3
2
Quetzalcóatl…………………………………………4
Sahagún…………………………………………………………6
aristotélica………………………………………...10
demoníaca……………………………………………….11
12
17
Conclusión……………………………………………………………………………………19
Referencias……………………………………………………………………………………
19
3
Introducción
Un concepto fundamental para entender diversos aspectos de los pueblos mesoamericanos es
el de la dualidad vida-muerte. Es una llave que permite comprender y abrir muchas puertas
que dan paso a una inagotable forma de pensamiento que estuvo presente durante miles de
años y que, con el paso del tiempo, fue formándose hasta convertirse en una concepción del
universo con todo su contenido ancestral.1
Contrario a esta cultura, en la Divina Comedia, Dante realiza una descripción de cómo sería
el Infierno. Evidentemente, la interpretación alegórica está sobre todo dirigida a explicar la
Biblia y a ofrecer un significado al viaje de Dante a ultratumba a la vez de dicha
interpretación de la Escritura.2
En las siguientes páginas, estableceré los paralelismos que existen entre el Mictlán de los
mexicas y el Infierno presentado por Dante, ya que sostengo la teoría de que existe una gran
similitud entre estos dos espacios a través de los viajes que se realizan en cada uno.
Si bien los espacios que describiré son muy parecidos entre sí, desde la narración del viaje
hasta el uso de los guías espirituales, también existe una gran disertación respecto al concepto
de “la vida después de la muerte”, por lo que es otro de mis puntos a tratar. En el Mictlán,
representa un lugar de descanso eterno, mientras que en el Infierno una condena por los
pecados cometidos en vida por el resto de la eternidad.
Los guías espirituales también son punto clave tanto en el viaje de ambos mundos, como en
este trabajo, específicamente las figuras del xoloescuincle y de Virgilio. Ambos son de ayuda
para aquellos que realizan el viaje y necesitan de su ayuda y consejo (en el caso del Infierno,
sólo Dante es quien lo realiza).
La importancia de crear este trabajo también es para mostrar que hay una influencia por
parte de estos dos espacios en el pensamiento religioso actual, ya que la mayoría de los
mexicanos, aunque son cristianos o católicos, también rinden culto a la muerte cada dos de
noviembre, por lo que las raíces prehispánicas, específicamente las que se refieren al Mictlán,
siguen vigentes hasta nuestros días al igual que el texto escrito por Dante, porque aunque
muchos no lo hayan leído, o en su defecto, no lo conozcan en absoluto, también es parte
importante de nuestras creencias religiosas actuales en México.
Los orígenes del Mictlán: Parcelación y dioses creadores
Es a partir de los dioses que todo surge, Ometeotl, el principio dual, también conocido como
Ometecuhtli y Omecihutatl, la pareja creadora, es lo que fundamentaría la existencia misma. 3
La pareja creó a los otros dioses, quienes a su vez crearon la tierra, el cielo, el tiempo, los
seres vivientes y por supuesto, a los dioses de la muerte.4
Estos dioses primordiales tuvieron cuatro hijos, de los cuales sólo Quetzalcóatl y
Tezcatlipoca crearon el universo como tal, dividiéndolo en vertical y horizontal. El Mictlán o
Submundo, viene del concepto del latín inferus (inferior, de abajo) el cual corresponde al
tercer plano mitológico del universo primitivo indígena: el reino de los muertos, la región de
las sombras.5 Por lo que, el Mictlán está en el universo vertical en la región inferior.
Una vez creados los universos, los dioses creadores retomaron las riendas de los dioses y
crearon parejas (hombre-mujer) para controlar las aguas (Tláloc y Chalchiuhtlicue), la tierra
(Taltecuhtli y Tlalcíhuatl), el fuego (Xiuhtecuhtli y Xantico) y finalmente a los muertos
(Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl).6
La leyenda de Mictlantecuhtli y Quetzalcóatl
La vida, o más bien la existencia, brota de la muerte. El mundo de Mictlantecuhtli
fungiendo como fecunda matriz de esta existencia. 7 Nosotros los humanos nacemos de la
muerte, somos la carne y los huesos de nuestros antepasados, por lo que la muerte representa
nuestra vida, un ciclo en completa armonía tal como explica el siguiente fragmento del canto
de la leyenda de Mictlantecuhtli y Quetzalcóatl.
Y luego ya va Quetzalcóatl al reino Mictlán, cuando hubo llegado
con Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl le dijo:
-He aquí que vengo para tomar los huesos-jade, que tú guardas.
Vine a tomarlos.
Luego dijo Mictlantecuhtli:
-¿Qué vas a hacer Quetzalcóatl?
Y otra vez dijo este:
-He aquí que por eso se preocupan los dioses de quien viva
en la tierra.
Y una vez más dijo Mictlantecuhtli.
-Está bien, sopla en tu caracol y cuatro veces da la vuelta
alrededor de mi disco piedra de jade.
Pero no está agujerado su caracol: luego llama a los gusanos.
Lo perforaron, luego por esto entran allí los abejorros
y las avispas. Luego ya sopla y lo vino a oír Mictlantecuhtli:
-Está bien, tómalos.
Pero luego habla Mictlantecuhtli a sus servidores, los
moradores de la muerte.
8 Walter Lehmman, Die Geschichte der Königreiche von Kulhuacan und Mexico, p. 330-338
9 Patrick Johansson K., La fecundación del hombre en el Mictlán, p. 72-73
10 Eduardo Matos Moctezuma, La muerte entre los mexicas, p. 34
6
último apartado brinda información acerca del destino de los muertos y la historia de
Quetzalcóatl.11
Una parte específica de éste códice explica las nueve regiones que conforman al Mictlán,
por lo que se puede apreciar con claridad en qué consisten las pruebas que deben pasar las
almas de los muertos para llegar hasta Mictlantecuhtli.
Sin embargo, aunque este códice es una de las fuentes principales que explican el viaje al
Mictlán, también existe una versión escrita por parte de los relatos de Bernardino de Sahagún,
un franciscano del siglo XVI con varios escritos en náhuatl y en castellano. Al igual que el
Códice Vaticano, el hace su propia descripción del Mictlán en el Códice Florentino una vasta
obra compuesta de doce volúmenes que comprenden mitos, etnografía, arqueología y
religión, que está escrita en náhuatl y después en español por él mismo.
Tanto en la Divina Comedia de Dante como en el Códice Vaticano, el Mictlán está
dividido en nueve regiones, pero en la versión de Sahagún son sólo ocho, mostrando así la
primera diferencia entre estas dos fuentes como se ve a continuación:12
Vaticano A Sahagún
La tierra.
(Tlaltecuhtli)
Pasadero del agua. Dos cerros que chocan entre sí.
Lugar de los cerros. Lugar de la culebra que guarda el camino.
Lugar del cerro Lugar de la lagartija verde.
de obsidiana.
Lugar donde tremolan Cruzar ocho páramos.
las banderas.
Lugar donde se Cruzar ocho collados.
flecha a la gente.
Lugar donde son Cruzar el viento frío de navajas.
comidos los corazones.
Lugar de la obsidiana Cruzar el río Chiconahuapan
de los muertos. (presencia del perro).
Mictlán. Mictlán.
Aunque la versión del fraile indica ocho lugares, la carne y la sangre de los muertos son
tragados por la tierra, Tlatecuhtli, para que de allí la esencia del muerto vaya al destino que le
corresponde: el Mictlán, acompañar al sol o ir al Tlalocan, lo que completaría los nueve
lugares.13
11 Ana Guadalupe Díaz Álvarez, La primera lámina del Códice Vaticano A, p. 5
12 Eduardo Matos Moctezuma, La muerte entre los mexicas, p. 47-48
13 Ibidem.
7
Recientes estudios plantean que una de las fuentes importantes para la comprensión de los
pasos a los diferentes niveles, no necesariamente debe de ser de manera vertical, de arriba
hacia abajo como se aprecia en el Cielo, Purgatorio e Infierno de Dante, en donde moran los
principales seres protagonistas: Lucifer en el Infierno, y Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl en el
Mictlán.14
El viaje por las nueve regiones del Mictlán
El Mictlán era un lugar al cual viajaban reyes y campesinos por igual, no había distinción
social. La única condición que había para poder realizar el viaje era haber muerto por
enfermedad o de manera natural.
Era un viaje que duraba aproximadamente cuatro años, en donde los familiares del difunto
quemaban parte de sus pertenencias cada aniversario luctuoso durante cuatro años para que, al
llegar finalmente ante Mictlantecuhtli, pudiera darlas en ofrenda.
Aunque el Mictlán es finalmente un lugar de descanso eterno y que no es una forma de
pagar por los pecados cometidos en vida, es cierto que si las almas o tonalli de los muertos no
lograban pasar alguna de estas pruebas, quedarían atrapados por el resto de la eternidad en
ellas, así que, en realidad están buscando ganarse su derecho a descansar en el Mictlán.15
El viaje por el Mictlán comienza con el Apanohuaia, Chicunahuapan, o Itzcuintlan
también conocido como “el lugar del perro”. Era un río caudaloso en donde la corriente se
llevaba a las personas a menos que fueran ayudados por un xoloescuincle de color pardusco,
ya que si era de color blanco, el perro diría que “estoy muy limpio y que no me ensuciaré”, y
si era negro también se negaría, pues diría “ya estoy demasiado sucio y no podrás verme”.16
Aquí el rió (agua) tiene un papel fundamental para poder llegar al Mictlán, porque aunque
representa un obstáculo, tiene el factor positivo del xoloescuincle que, al igual que en la
leyenda de Quetzalcóatl en donde roba los huesos de los humanos ayudado por su perro-
nahual Xólotl, los xoloescuincles del río Apanohuaia servirán de guía para aquellos que lo
requiera.17 En relación con esto, fray Juan de Torquemada explica la comparación que hace
del agua y del perro con el concepto cristiano:
Mataban también un perro pequeño, de color bermejo, y atábanle un hilo de algodón al pescuezo,
porque decían que era necesario para pasar unas aguas muy hondas, las cuales había de pasar a
14Ibidem
15 Ángel María Garibay Kintana, Teogonía e historia de los mexicanos, p. 52-56
16 Xiu, Mictlán, el fascinante mundo de los mexicas, en https://matadornetwork.com [consultado el 23 de abril
de 2018].
17 Eduardo Matos Moctezuma, La muerte entre los mexicas, p. 53-54
8
nado sobre el perro. A este río llamaban Chicunahuapan, que quiere decir Nueve Aguas, que no es
menos donosa fábula esta que la de los otros gentiles que ponían en el infierno el río Aqueronte. 18
La siguiente región es la de Tepectli Monamictlan o “el lugar donde los cerros chocan
entre sí”. En este lugar existen dos cerros que chocan entre sí de manera constante, por lo que
las personas debían buscar el momento oportuno para cruzar y no ser aplastados por ellos.19
Una vez atravesados los cerros, se llegaba al Iztepetl, “el lugar de los cerros”. Tal como
se describe en el Códice Vaticano, estos cerros están cubiertos por filosos trozos de pedernal,
que desgarraban la piel de los cadáveres a medida que subían.20
Cuando alcanzaban la punta del cerro, llegaban al Itzehecayan o “el lugar del cerro de
obsidiana”. Era un sitio totalmente cubierto de nieve y hielo. Se trataba de una sierra con
aristas cortantes compuestas de ocho collados en los que siempre caía nieve.21
El Paniecatacoyan o “lugar donde tremolan las banderas”, se ubicaba al pie del último
collado, que es donde los muertos perdían la gravedad de sus cuerpos y eran arrastrados por
los fuertes vientos hasta que decidían liberarlos para pasar a la siguiente región.22
En el Timiminaloayan o “lugar donde la gente es flechada”, existían unos seres invisibles
que custodiaban un extenso sendero y que acribillaban a los muertos con flechas perdidas en
batallas.23
El Teocoyohuehualoyan al igual que el río Apanohuaia, tiene un significado muy
importante en el recorrido por el Mictlán, ya que es el lugar en donde los jaguares (sagrados
para la cultura mexica) abrían el tórax a los muertos y les devoraban el corazón a manera de
ofrenda para los dioses. Esto da a entender el porqué en los sacrificios siempre se despojaba
del corazón, pues era el último vestigio de humanidad para ser entregado a los dioses manera
de ofrenda.24
Así como los jaguares devoraban el último vestigio de humanidad, en el Izmictlan
Apochcalolca o “laguna de aguas negras”, los muertos debían atravesarlos para terminar de
descarnar y lograr así que su tonalli se liberara por completo.25
26 Ibidem.
27 Ibidem.
28 Giorgio Petrocchi, Divina Comedia, p. 24-26
29 Ibidem.
30 Luis Martínez de Merlo, Divina Comedia, p.28.
31 Ibidem.
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los signos de una presencia celeste, y donde sabemos que Beatriz puede hacer llegar deseo
hasta Virgilio, que se encontraba entre los que habitaban el Limbo.42
El viaje de Dante y Virgilio por los nueve pisos del Infierno
Mediado el curso de nuestra existencia
me vi metido en una selva oscura,
desorientado de la recta vía.43
Es así como inicia la Divina Comedia, así es como inicia el recorrido por el Infierno de
Dante, con una selva oscura y peligrosa que lleva a la antesala de la perdición. Es el inicio del
camino del protagonista cuando su alma se encuentra perdida y llena de pecado.
La entrada al Infierno está cerca de Jerusalén, en donde después de atravesarla, se debe
cruzar por el Río Aqueronte, en la barca de Caronte. En la otra orilla se encuentra en Abismo
Infernal.
En el Anteinfierno, que es una llanura gigantesca, se encuentran los ángeles neutrales,
aquellos que no atentaron contra Dios pero tampoco pelearon por él:
Con el terror ciñendo mi cabeza
dije: <<Maestro, ¿qué y quién oigo? ¿Y quiénes
parecen tan vencidos por el daño?>>.
Aunque los cobardes y los neutrales no tienen un lugar en el Infierno, al igual que los
ángeles, son constantemente atormentados por picaduras de avispas, de las cuales deben huir
de manera continua, como los cobardes que fueron en vida.
Éstos no esperan la condenación,
y es tan rastrera su existencia opaca,
que envidia tienen de otra cualquier suerte.46
42 Ibid, p. 39
43 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 83
44 Los neutrales, los cobardes.
45 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 97
46 Ibid, p. 98
13
Las tres grandes divisiones del Infierno hechas por Dante no comienzan sino hasta el
segundo círculo, pues el primero está destinado para el Limbo, el lugar donde yacen los niños
no bautizados y aquellos hombres de bien que nacieron antes de la era de Cristo o que
nacieron antes de la Revelación, como fue el caso de Virgilio:
El buen Maestro a mí: <<¿No me preguntas
qué espíritus son éstos que estás viendo?
Que sepas quiero, antes de proseguir,
Es después de aquí, que es cuando comienza como tal la penitencia de las almas. Podría
decirse entonces que en teoría el Infierno sólo tiene ocho niveles si se toma en cuenta que el
Limbo no es un lugar de castigo, sino que guarda las almas de aquellos que no tuvieron la
oportunidad de conocer a Dios. Esto podría ser una similitud en cuanto al esquema del
Mictlán de Sahagún, pues consideraba que sólo había ocho regiones y que el río que
custodiaban los xoloescuincles era una “antesala” a la primera prueba.
En el segundo círculo del Infierno, comienza una de las tres grandes divisiones inspiradas
en la ética aristotélica: la incontinencia, aquellos que no supieron frenar los instintos del
hombre. Es en el segundo círculo en donde se encuentran los lujuriosos, custodiados por
Minos, que son empujados por una ventisca incontrolable que los levanta de un lado a otro,
muy semejante al Paniecatacoyan del Mictlán, donde las personas eran levantadas igual por
vientos fuertes.
En el tercer círculo se encontraban los glotones, donde se encontraban hundidos en el
fango, azotados regularmente por el granizo y la lluvia incesante, además de la presencia
tormentosa de Cerbero, el perro mitológico de tres cabezas.
El cuarto círculo está lleno de avaros, que ahora empujan enormes monolitos de oro
(símbolo de la riqueza que acumularon/gastaron en vida) y son vigilados por Plutón, dios del
Averno.
El quinto círculo es el último con la característica de la incontinencia,lo cual es notable
porque se encuentra separado del sexto círculo por el Estigia. En él se encuentran los
iracundos y los perezosos, los primeros hundidos en el fango de su propia rabia, y los
47Ibid, p. 103
14
Dentro del séptimo círculo, el de los violentos, existen tres divisiones: los violentos contra
el prójimo (homicidas y ladrones), los violentos contra sí mismos (suicidas y derrochadores)
y los violentos contra Dios y la naturaleza (blasfemos, sodomitas y usureros).
Para entrar al séptimo círculo, se debe cruzar por una grieta gigante que dejó el cataclismo
ocasionado por la tierra cuando murió Cristo. Como son tres divisiones de este círculo, hay
tres giros a la vez dentro de él, vigilados por el Minotauro.
En el primer giro, donde se encuentran homicidas, violadores, ladrones y demás, que están
en el Río Flegetonte, que es un río de sangre hirviente, la sangre que derramaron en vida; 49
además de ser atormentados por los centauros, que también representan la violencia y
bestialidad.50
En el segundo giro se encuentran los suicidas y los derrochadores. Los primeros se
encuentran ahora en el “Bosque de los Suicidas”, que por querer renunciar a su forma humana
ahora son árboles sin posibilidad de recuperarla, además de ser devorados de manera continua
por las Arpías, que nos completamente insaciables.51Los derrochadores por otra parte, que
desgarraron su estabilidad y humanidad, ahora son destazados por perras hambrientas, ya que
se destruían a sí mismos en vida.
El tercer giro estaba compuesto por los violentos contra Dios, los blasfemos que son
echados en arena ardiente, incapaces de moverse y acribillados por una lluvia de fuego. Los
sodomitas en cambio, huyen de la lluvia de fuego y los usureros están inmóviles frente a la
lluvia de fuego. Esta lluvia de fuego es una clara referencia a la hoguera de la Edad Media.
60 Ibidem.
61 Por Caín, que mató a su hermano Abel.
62 Por Antenor, que traicionó a su ciudad.
63 Por Tolomeo, que asesinó a sus huésped Sexto Pompeyo.
64 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 267-297
65 Por Judas, quien traicionó a Cristo.
66 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 278
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quien acude en ayuda de Dante en la selva oscura, antes de entrar en el Infierno. Virgilio
representa la razón de Dante, enviado para ayudarlo a petición de Beatriz.
Dante siempre sintió gran admiración por los trabajos de Virgilio, y para algunas de sus
obras, como la Divina Comedia, se inspiró en ellas o en sus personajes (como Eneas); por ello
la razón de que siempre lo trata con un profundo respeto y se dirige hacia él como “Maestro”,
pues Virgilio siempre cuenta lo que sucede en el Infierno y le ayuda a no caer en las
provocaciones de los diablillos.
La función que cumple Virgilio puede ser incluso más pura que la del xoloescuincle, pues
el perro es selectivo en cuanto a quién va a ayudar, no lo hará de manera incondicional a
menos que haya sido su dueño en vida; tampoco ayudarán a aquellas personas que trataron
mal a alguno de su especie mientras estaba vivo, aunque se tope con el de color parduzco.
En cambio, Virgilio es el fiel acompañante de Dante durante toda su trayectoria por el
Infierno y el Purgatorio, a pesar de que vive con la descorazonadora esperanza de encontrar a
Dios, lo que nunca sucederá.
Si los monjes de la época de la conquista adaptaron la figura del xoloescuincle a la
filosofía “dantesca” al momento de transcribirlo, la verdad es que nunca lo sabremos, o puede
que no haya sido así, y su figura haya pasado casi intacta hasta nuestros días.
El Infierno y el Mictlán: dos conceptos de “la vida después de la muerte”
A través de lo que he querido explicar a lo largo de este trabajo, es precisamente este
punto.
La muerte es un suceso que todos compartimos al igual que el nacimiento, pero todos la
interpretamos de una forma distinta.
En el caso de Dante, puede interpretarse como una “justicia divina”, pues ya que nadie
puede escapar de la muerte, tarde que temprano tendrá que pagar por sus pecados por la
eternidad. Aunque el Infierno está plagado de simbolismos cristianos, griegos y romanos, lo
cierto es que va muy de acuerdo con el pensamiento occidental, sobre todo por la inclusión de
las Sagradas Escrituras.
En el Infierno los pecados son tan específicos como sus castigos, por lo que se podría
interpretar como un “modelo a seguir” de lo “correcto e incorrecto” de acuerdo a la moral de
la época. Por lo que puede ser que la muerte haya sido vista con malos ojos, como una
condena, una sentencia de la cual era imposible escapar; nadie estaba exento de ir al Infierno.
En cuanto al Mictlán, a mi parecer la muerte la explican de una manera más bella. Por
ejemplo, los héroes o personajes ilustres que obraron por el bien de su gente son acogidos por
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el Dios Sol, para que después puedan reencarnar con forma de colibrí y llevar su palabra a la
humanidad. Esto me parece bello por el motivo de que los dioses recompensan a los
bienaventurados con una tarea sagrada; si bien en el Paraíso se vive en paz eterna, en la
cultura mexica se puede llegar a un punto superior en la vida después de muerte.
El Mictlán, al igual que el Infierno, no hace distinción alguna en cuanto a la posición
social, el estatus, la edad, etc., sólo condiciona el haber muerto de forma natural o
enfermedad. Muchas interrogantes han surgido en cuanto a la moral de los mexicas, pues
cualquiera podía superar las pruebas habiendo sido bueno o malo en vida. Pero el caso es que
las personas debían ser buenas porque así lo dictaba su corazón y sus ideales, no porque
esperaban una recompensa (como en el cristianismo).
Las pruebas sin embargo, estaban hechas para quien tuviera la suficiente fuerza y voluntad
en su tonalli, así que, después de todo, aquellos que fueron crueles y despiadados en vida, no
consigan llegar al final por no tener la capacidad de ayudarse a sí mismos.
Conclusión
Al término de mi trabajo, puedo asegurar que logré mis objetivos. Dado que sí pude
establecer paralelismos entre estos dos espacios, lo cual, en un momento dado de mi
investigación me sorprendió encontrar que varias de las fuentes que hablaban acerca del
Mictlán, puntualizaban tener influencias de la “filosofía dantesca”.
Aunque las fuentes que hablan acerca de estos dos espacios tienen tres siglos de
diferencia, se pueden encontrar grandes similitudes al igual que diferencias, mayormente por
la moral de la época y de la región.
También es importante aclarar que, a pesar que la cultura mexica es parte de nuestra cultura
madre, gran parte de los textos y códices utilizados para este trabajo eran europeos, tanto de
la época de la conquista como actuales; por lo que es realmente complicado encontrar
información acerca de este espacio tan complejo y tan rico en simbología que perdura aún en
nuestros días de maneras distintas (como el Día de Muertos).
Sin embargo, con la evangelización y la adopción por parte de los indígenas de la religión
cristiana, hizo que esta “filosofía dantesca” se volviera parte importante de nuestra cultura,
mayormente con carácter religioso, por lo que hizo de este trabajo una búsqueda
verdaderamente interesante, compleja y que logra acercar a los mexicanos un poco más a sus
raíces por ambas partes.
Referencias
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