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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Filosofía y Letras

Técnicas de Investigación en Filología Clásica II


Licenciatura en Letras Clásicas
Mtra. Yésica Ramírez Pérez

Análisis comparativo del Mictlán mexica y el Infierno de Dante

Diana Lissete Macías Ruiz


24 de mayo de 2018

ÍNDICE

Introducción……………………………………………………………………………………3
2

1. Los orígenes del Mictlán: Parcelación y Dioses Creadores………………………………....4

1.1 La leyenda de Mictlantecuhtli y

Quetzalcóatl…………………………………………4

1.2 Códice Vaticano A y

Sahagún…………………………………………………………6

2. El viaje por las nueve regiones del Mictlán…………………………………………………7

3. La Divina Comedia: El Infierno…………………………………………………………….9

3.1 La maldad o hamartia en la ética

aristotélica………………………………………...10

3.2 El Infierno y la simbología

demoníaca……………………………………………….11

4. El viaje de Dante y Virgilio por los nueve pisos del Infierno…………………………..…

12

5. Virgilio y el xoloescuincle: los guías espirituales…………………………………………

17

6. El Infierno y el Mictlán: dos conceptos de la “vida después de la muerte.”......................18

Conclusión……………………………………………………………………………………19
Referencias……………………………………………………………………………………
19
3

Introducción
Un concepto fundamental para entender diversos aspectos de los pueblos mesoamericanos es
el de la dualidad vida-muerte. Es una llave que permite comprender y abrir muchas puertas
que dan paso a una inagotable forma de pensamiento que estuvo presente durante miles de
años y que, con el paso del tiempo, fue formándose hasta convertirse en una concepción del
universo con todo su contenido ancestral.1
Contrario a esta cultura, en la Divina Comedia, Dante realiza una descripción de cómo sería
el Infierno. Evidentemente, la interpretación alegórica está sobre todo dirigida a explicar la
Biblia y a ofrecer un significado al viaje de Dante a ultratumba a la vez de dicha
interpretación de la Escritura.2
En las siguientes páginas, estableceré los paralelismos que existen entre el Mictlán de los
mexicas y el Infierno presentado por Dante, ya que sostengo la teoría de que existe una gran
similitud entre estos dos espacios a través de los viajes que se realizan en cada uno.
Si bien los espacios que describiré son muy parecidos entre sí, desde la narración del viaje
hasta el uso de los guías espirituales, también existe una gran disertación respecto al concepto
de “la vida después de la muerte”, por lo que es otro de mis puntos a tratar. En el Mictlán,
representa un lugar de descanso eterno, mientras que en el Infierno una condena por los
pecados cometidos en vida por el resto de la eternidad.
Los guías espirituales también son punto clave tanto en el viaje de ambos mundos, como en
este trabajo, específicamente las figuras del xoloescuincle y de Virgilio. Ambos son de ayuda
para aquellos que realizan el viaje y necesitan de su ayuda y consejo (en el caso del Infierno,
sólo Dante es quien lo realiza).
La importancia de crear este trabajo también es para mostrar que hay una influencia por
parte de estos dos espacios en el pensamiento religioso actual, ya que la mayoría de los
mexicanos, aunque son cristianos o católicos, también rinden culto a la muerte cada dos de
noviembre, por lo que las raíces prehispánicas, específicamente las que se refieren al Mictlán,
siguen vigentes hasta nuestros días al igual que el texto escrito por Dante, porque aunque
muchos no lo hayan leído, o en su defecto, no lo conozcan en absoluto, también es parte
importante de nuestras creencias religiosas actuales en México.
Los orígenes del Mictlán: Parcelación y dioses creadores

1Eduardo Matos Moctezuma, La muerte entre los mexicas, p. 42.


2 Luis Martínez de Merlo, Divina Comedia, p.31
4

Es a partir de los dioses que todo surge, Ometeotl, el principio dual, también conocido como
Ometecuhtli y Omecihutatl, la pareja creadora, es lo que fundamentaría la existencia misma. 3
La pareja creó a los otros dioses, quienes a su vez crearon la tierra, el cielo, el tiempo, los
seres vivientes y por supuesto, a los dioses de la muerte.4
Estos dioses primordiales tuvieron cuatro hijos, de los cuales sólo Quetzalcóatl y
Tezcatlipoca crearon el universo como tal, dividiéndolo en vertical y horizontal. El Mictlán o
Submundo, viene del concepto del latín inferus (inferior, de abajo) el cual corresponde al
tercer plano mitológico del universo primitivo indígena: el reino de los muertos, la región de
las sombras.5 Por lo que, el Mictlán está en el universo vertical en la región inferior.
Una vez creados los universos, los dioses creadores retomaron las riendas de los dioses y
crearon parejas (hombre-mujer) para controlar las aguas (Tláloc y Chalchiuhtlicue), la tierra
(Taltecuhtli y Tlalcíhuatl), el fuego (Xiuhtecuhtli y Xantico) y finalmente a los muertos
(Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl).6
La leyenda de Mictlantecuhtli y Quetzalcóatl
La vida, o más bien la existencia, brota de la muerte. El mundo de Mictlantecuhtli
fungiendo como fecunda matriz de esta existencia. 7 Nosotros los humanos nacemos de la
muerte, somos la carne y los huesos de nuestros antepasados, por lo que la muerte representa
nuestra vida, un ciclo en completa armonía tal como explica el siguiente fragmento del canto
de la leyenda de Mictlantecuhtli y Quetzalcóatl.
Y luego ya va Quetzalcóatl al reino Mictlán, cuando hubo llegado
con Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl le dijo:
-He aquí que vengo para tomar los huesos-jade, que tú guardas.
Vine a tomarlos.
Luego dijo Mictlantecuhtli:
-¿Qué vas a hacer Quetzalcóatl?
Y otra vez dijo este:
-He aquí que por eso se preocupan los dioses de quien viva
en la tierra.
Y una vez más dijo Mictlantecuhtli.
-Está bien, sopla en tu caracol y cuatro veces da la vuelta
alrededor de mi disco piedra de jade.
Pero no está agujerado su caracol: luego llama a los gusanos.
Lo perforaron, luego por esto entran allí los abejorros
y las avispas. Luego ya sopla y lo vino a oír Mictlantecuhtli:
-Está bien, tómalos.
Pero luego habla Mictlantecuhtli a sus servidores, los
moradores de la muerte.

3 Miguel León-Portilla, La filosofía náhuatl en sus fuentes, p. 87


4 Ángel María Garibay Kintana, Teogonía e historia de los mexicanos, p. 23
5 Vicente Mendoza, Estudios de cultura náhuatl, p. 77-79
6 Ibidem.
7 Patrick Johansson K., La fecundación del hombre en el Mictlán, p. 73
5

-Decidles: que los tendrá que venir a dejar.


Y dijo luego Quetzalcóatl: No. Me los llevo para siempre.
Y luego dijo a su nahual:
-veles a decir que los vendré a dejar.
Luego va a decir y les va a gritar.
-Yo los vendré a dejar.
Y con esto pudo subir.
Luego tomó los huesos preciosos, tanto se llena en parte de
huesos de hombre, como se llena en parte de huesos de mujer:
luego los tomó, luego los envuelve Quetzalcóatl, luego se los llevó. 8

Como se describe en el fragmento de la leyenda, Quetzalcóatl roba los huesos de los


primeros humanos para crear de nuevo a la humanidad, engañando a Mictlantecuhtli para
quitarle su preciado tesoro. La existencia brota de la muerte. Este descenso al mundo de los
muertos constituye por sí solo una hierogamia entre las fuerzas uráneas y telúricas del mundo.
Las cuatro vueltas a la “piedra redonda de jade”, crea no sólo al hombre, sino también
probablemente a lo que será su espacio-tiempo en la existencia.9
De igual manera, en la Leyenda de los Soles, los dioses reunidos en Teotihuacan, van a
crear el Quinto Sol, pero es un dios enfermo, Nanahuatzin. Por medio del sacrificio logra su
objetivo de transformarse en el astro al arrojarse a la hoguera creada por los dioses. Una vez
que se arroja al fuego, de inmediato se convierte en Sol pero los dioses advierten que no se
mueve. El relato menciona cómo los dioses deciden sacrificarse y morir para que haya
movimiento y, por ende, vida.10
Esto muestra que la vida y la muerte son sólo las dos caras de una misma moneda, no
pueden existir por sí mismas, necesitan de ambas para que el universo pueda existir. Es por
eso que el Mictlán ocupa un lugar muy importante en la mitología mexica.
Desafortunadamente, las historias que se cuentan acerca de este mítico lugar, son relatos
contados por los monjes evangelizadores de la época colonial, por lo que no es extraño
encontrar influencias bíblicas o dantescas en los textos donde describen el viaje por el
Mictlán para que las almas de las personas por fin puedan descansar.
Códice Vaticano A y Sahagún
Para la descripción de este viaje, hay dos fuentes principales: La primera, es la del Códice
del Vaticano A o El Códice Ríos. Las figuras que contiene, componen una sección
identificada como mítica. En ellas se puede entender la visión del mundo indígena, ya que
describen la estructura del cosmos, compuesto por el cielo, la tierra y el inframundo. Este

8 Walter Lehmman, Die Geschichte der Königreiche von Kulhuacan und Mexico, p. 330-338
9 Patrick Johansson K., La fecundación del hombre en el Mictlán, p. 72-73
10 Eduardo Matos Moctezuma, La muerte entre los mexicas, p. 34
6

último apartado brinda información acerca del destino de los muertos y la historia de
Quetzalcóatl.11
Una parte específica de éste códice explica las nueve regiones que conforman al Mictlán,
por lo que se puede apreciar con claridad en qué consisten las pruebas que deben pasar las
almas de los muertos para llegar hasta Mictlantecuhtli.
Sin embargo, aunque este códice es una de las fuentes principales que explican el viaje al
Mictlán, también existe una versión escrita por parte de los relatos de Bernardino de Sahagún,
un franciscano del siglo XVI con varios escritos en náhuatl y en castellano. Al igual que el
Códice Vaticano, el hace su propia descripción del Mictlán en el Códice Florentino una vasta
obra compuesta de doce volúmenes que comprenden mitos, etnografía, arqueología y
religión, que está escrita en náhuatl y después en español por él mismo.
Tanto en la Divina Comedia de Dante como en el Códice Vaticano, el Mictlán está
dividido en nueve regiones, pero en la versión de Sahagún son sólo ocho, mostrando así la
primera diferencia entre estas dos fuentes como se ve a continuación:12
Vaticano A Sahagún
La tierra.
(Tlaltecuhtli)
Pasadero del agua. Dos cerros que chocan entre sí.
Lugar de los cerros. Lugar de la culebra que guarda el camino.
Lugar del cerro Lugar de la lagartija verde.
de obsidiana.
Lugar donde tremolan Cruzar ocho páramos.
las banderas.
Lugar donde se Cruzar ocho collados.
flecha a la gente.
Lugar donde son Cruzar el viento frío de navajas.
comidos los corazones.
Lugar de la obsidiana Cruzar el río Chiconahuapan
de los muertos. (presencia del perro).
Mictlán. Mictlán.

Aunque la versión del fraile indica ocho lugares, la carne y la sangre de los muertos son
tragados por la tierra, Tlatecuhtli, para que de allí la esencia del muerto vaya al destino que le
corresponde: el Mictlán, acompañar al sol o ir al Tlalocan, lo que completaría los nueve
lugares.13
11 Ana Guadalupe Díaz Álvarez, La primera lámina del Códice Vaticano A, p. 5
12 Eduardo Matos Moctezuma, La muerte entre los mexicas, p. 47-48
13 Ibidem.
7

Recientes estudios plantean que una de las fuentes importantes para la comprensión de los
pasos a los diferentes niveles, no necesariamente debe de ser de manera vertical, de arriba
hacia abajo como se aprecia en el Cielo, Purgatorio e Infierno de Dante, en donde moran los
principales seres protagonistas: Lucifer en el Infierno, y Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl en el
Mictlán.14
El viaje por las nueve regiones del Mictlán
El Mictlán era un lugar al cual viajaban reyes y campesinos por igual, no había distinción
social. La única condición que había para poder realizar el viaje era haber muerto por
enfermedad o de manera natural.
Era un viaje que duraba aproximadamente cuatro años, en donde los familiares del difunto
quemaban parte de sus pertenencias cada aniversario luctuoso durante cuatro años para que, al
llegar finalmente ante Mictlantecuhtli, pudiera darlas en ofrenda.
Aunque el Mictlán es finalmente un lugar de descanso eterno y que no es una forma de
pagar por los pecados cometidos en vida, es cierto que si las almas o tonalli de los muertos no
lograban pasar alguna de estas pruebas, quedarían atrapados por el resto de la eternidad en
ellas, así que, en realidad están buscando ganarse su derecho a descansar en el Mictlán.15
El viaje por el Mictlán comienza con el Apanohuaia, Chicunahuapan, o Itzcuintlan
también conocido como “el lugar del perro”. Era un río caudaloso en donde la corriente se
llevaba a las personas a menos que fueran ayudados por un xoloescuincle de color pardusco,
ya que si era de color blanco, el perro diría que “estoy muy limpio y que no me ensuciaré”, y
si era negro también se negaría, pues diría “ya estoy demasiado sucio y no podrás verme”.16
Aquí el rió (agua) tiene un papel fundamental para poder llegar al Mictlán, porque aunque
representa un obstáculo, tiene el factor positivo del xoloescuincle que, al igual que en la
leyenda de Quetzalcóatl en donde roba los huesos de los humanos ayudado por su perro-
nahual Xólotl, los xoloescuincles del río Apanohuaia servirán de guía para aquellos que lo
requiera.17 En relación con esto, fray Juan de Torquemada explica la comparación que hace
del agua y del perro con el concepto cristiano:

Mataban también un perro pequeño, de color bermejo, y atábanle un hilo de algodón al pescuezo,
porque decían que era necesario para pasar unas aguas muy hondas, las cuales había de pasar a

14Ibidem
15 Ángel María Garibay Kintana, Teogonía e historia de los mexicanos, p. 52-56
16 Xiu, Mictlán, el fascinante mundo de los mexicas, en https://matadornetwork.com [consultado el 23 de abril
de 2018].
17 Eduardo Matos Moctezuma, La muerte entre los mexicas, p. 53-54
8

nado sobre el perro. A este río llamaban Chicunahuapan, que quiere decir Nueve Aguas, que no es
menos donosa fábula esta que la de los otros gentiles que ponían en el infierno el río Aqueronte. 18

La siguiente región es la de Tepectli Monamictlan o “el lugar donde los cerros chocan
entre sí”. En este lugar existen dos cerros que chocan entre sí de manera constante, por lo que
las personas debían buscar el momento oportuno para cruzar y no ser aplastados por ellos.19
Una vez atravesados los cerros, se llegaba al Iztepetl, “el lugar de los cerros”. Tal como
se describe en el Códice Vaticano, estos cerros están cubiertos por filosos trozos de pedernal,
que desgarraban la piel de los cadáveres a medida que subían.20
Cuando alcanzaban la punta del cerro, llegaban al Itzehecayan o “el lugar del cerro de
obsidiana”. Era un sitio totalmente cubierto de nieve y hielo. Se trataba de una sierra con
aristas cortantes compuestas de ocho collados en los que siempre caía nieve.21
El Paniecatacoyan o “lugar donde tremolan las banderas”, se ubicaba al pie del último
collado, que es donde los muertos perdían la gravedad de sus cuerpos y eran arrastrados por
los fuertes vientos hasta que decidían liberarlos para pasar a la siguiente región.22
En el Timiminaloayan o “lugar donde la gente es flechada”, existían unos seres invisibles
que custodiaban un extenso sendero y que acribillaban a los muertos con flechas perdidas en
batallas.23
El Teocoyohuehualoyan al igual que el río Apanohuaia, tiene un significado muy
importante en el recorrido por el Mictlán, ya que es el lugar en donde los jaguares (sagrados
para la cultura mexica) abrían el tórax a los muertos y les devoraban el corazón a manera de
ofrenda para los dioses. Esto da a entender el porqué en los sacrificios siempre se despojaba
del corazón, pues era el último vestigio de humanidad para ser entregado a los dioses manera
de ofrenda.24
Así como los jaguares devoraban el último vestigio de humanidad, en el Izmictlan
Apochcalolca o “laguna de aguas negras”, los muertos debían atravesarlos para terminar de
descarnar y lograr así que su tonalli se liberara por completo.25

18 Fray Juan de Torquemada, Monarquía indiana, tomo IV, p. 267-271


19 Ignacio de la Garza Gálvez, El Mictlán entre los mexica, p.38-43
20 Ibidem.
21 Ibidem.
22 Xiu, Mictlán, el fascinante mundo de los mexicas, en https://matadornetwork.com [consultado el 23 de abril
de 2018].
23 Ibidem.
24 Ignacio de la Garza Gálvez, El Mictlán entre los mexica, p. 38-41.
25 Xiu, Mictlán, el fascinante mundo de los mexicas, en https://matadornetwork.com [consultado el 23 de abril
de 2018].
9

Finalmente, en la novena región, el Mictlán, el alma se liberaba totalmente de los


padecimientos humanos para dar las ofrendas a Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl y así
descansar por el resto de la eternidad.26
Para cerrar el tema respecto al Mictlán, se puede observar que algunas de estas creencias
aún las tenemos en la cultura popular de nuestros días, así como en algunas comunidades
indígenas, obviamente, con sus respectivas variantes. La etnografía nos permite allegarnos a
estas formas de pensamiento y ver cómo, a lo largo de cinco siglos, se han conservado a pesar
de sufrir varias modificaciones por el pensamiento cristiano que penetró desde el siglo XVI.27

La Divina Comedia: El Infierno.


La composición de la Comedia, le llevó a Dante los últimos quince años de su vida. Los
primeros cantos del Infierno, fueron escritos cuando Dante aún vivía en su natal Florencia
alrededor del 1307 y para 1308 estaba prácticamente terminado.28
Cuando muchos de los ángeles de Dios se le rebelaron, este les hizo precipitarse desde el ; la tierra,
que debía recibirlos, retrocedió espantada escondiéndose bajo las aguas, y llenó el hemisferio boreal,
mientras que en el austral sólo quedaron las aguas. El mayor de los ángeles rebeldes, Lucifer, que
también fue precipitado, ocupó con la cabeza y con el busto el fondo del abismo infernal, mientras la
parte inferior del cuerpo se prolongó en el hemisferio meridional.29
El Infierno está imaginado como una inmensa fosa cónica en forma de un gigantesco
anfiteatro, que se abre en el hemisferio boreal hasta el centro de la tierra; el eje vertical del
Infierno une Jerusalén con el centro del globo, y por tanto la entrada del primer reino no está
lejos de la Ciudad Santa.30
La bajada de Dante con su guía, Virgilio, no tiene lugar en línea recta al igual que en el
Mictlán, sino siguiendo un recorrido que tuerce siempre a la izquierda, rompiendo el
movimiento circular de cada piso, por lo que sólo visitan una mínima parte del Infierno.31
La construcción completa del Infierno, es la idea plasmada en un poema acerca del viaje
de un alma desde el extravío hasta la salvación. Puede interpretarse de manera literal, que
deriva de la letra que cada una de las invenciones revela; el segundo es el sentido alegórico,
escondido detrás de la “fábula”, al igual que la Verdad se esconde detrás de una “bella
mentira”. El tercero es el sentido moral, que viene a ser definido y comprendido según para lo

26 Ibidem.
27 Ibidem.
28 Giorgio Petrocchi, Divina Comedia, p. 24-26
29 Ibidem.
30 Luis Martínez de Merlo, Divina Comedia, p.28.
31 Ibidem.
10

que se requiera interpretar. Finalmente, el cuarto es el sentido anagórgico, o “supra sentido” o


mejor dicho: “la explicación espiritual, ordenada hacia la vida eterna, de un texto que, por
otra parte, es cierto en el sentido literal”.32
Evidentemente, la interpretación alegórica está sobre todo dirigida a explicar la Biblia, y
a ofrecer un significado al viaje de Dante desde la interpretación de la Escritura. 33
La maldad o hamartia en la ética aristotélica
En la obra más conocida de Aristóteles, Ética para Nicómaco, compuesta de diez
volúmenes, abarca todo un análisis acerca de la felicidad y la moral; pero también explica el
concepto de “maldad” o hamartia, que literalmente quiere decir “nodar en el blanco.” 34La
hamartia posee cuatro conceptos presentes y constantes en la cotidianidad:
Desobediencia divina: rebelarse en contra de los dioses.
Hybris: son las víctimas del ego exagerado, prepotentes y déspotas a los dioses.35
El Origen del Pecado: para los griegos la presencia de males y deseos impuros en la humanidad era
por culpa de la caja de Pandora. Aunque puede que el término “pecado” esté mal usado, pues para
los griegos no existía el pecado como tal pero sí la maldad. Todo aquello que excedía la naturaleza
divina era malo.36
Dante estructuró el Infierno con tres grandes divisiones basado en la ética aristotélica
(incontinencia, bestialidad y malicia). Y esto puede notarse claramente en el último piso del
Infierno, el peor de todos, donde yacen los traidores. Para los griegos, no había peor mal que
la traición, específicamente la negación hacia los dioses.37
Un ejemplo de la hamartia en la Divina Comedia, es el caso de Lebrel en el canto I del
Infierno, en donde se enfrenta a tres fieras que representan uno de los tres pecados propuestos
por Dante: la pantera (lujuria), el león (soberbia) y la loba (avaricia):
Y, casi al comenzar la cuesta, veo
una pantera esbelta y bien ligera,
que se cubría de una piel a manchas,[...]

la hora del día, y la estación templada;


mas no tal que temor que me infundiese
el ver ante mis ojos un león.

Luego a una loba, que las hambres todas


cargar en su flaqueza semejaba,

32 Jorge Luis Borges, Nueve ensayos dantescos, p 235-242


33 Luis Martínez de Merlo, Divina Comedia, p. 32
34 Giorgio Petrocchi, Divina Comedia, p. 42-45
35 En esta sección también entraría en amor excesivo por uno mismo, como Narciso, pues ese amor enfermizo
le cegaba del propósito de adorar a sus dioses, por lo que finalmente lo llevó a la muerte.
36 Luis Martínez de Merlo, Divina Comedia, p. 51
37 Martín Cristal, Estructura de la Divina Comedia, p.3
11

y ha hecho vivir en desventura a muchos,

y que me provocó tantos pesares


con el pavor salido de su vista
que perdí la esperanza de la cumbre.38

El Infierno y la simbología demoníaca


Así como en la mitología mexica gobernaban las parejas de dioses y Mictlantecuhtli y
Mictlancíhuatl custodiaban el Mictlán, en el Infierno quienes custodiaban los pisos eran una
variedad de demonios y diablos, algunos tomados de la mitología grecorromana o de la
historia de Grecia y Roma y otros creados por el propio Dante, que se dedicaban a vigilar los
pisos o bien, atormentar a las almas desgraciadas.
Los diablos por ejemplo, son los ángeles rebeldes a Dios, representados frecuentemente en
forma de mito pagano: Caronte, Cerbero, Minos, Pluto, El Minotauro, etc., y en ocasiones,
verdaderas encarnaciones de la demonología escritural: Lucifer.39
Después están las invenciones dantescas, con aspectos y nombres de parodia hacia los
diablos mayores que custodian los pisos. Estos pequeños diablillos son débiles en
comparación con otros seres, pero en conjunto son un verdadero tormento para quienes los
padecen.
Los demonios, según Padoan, “para el cristiano el demonio se caracteriza sobre todo como
fuerza violenta y bestial que actúa con el bruto instinto de la destrucción, y que asume formas
monstruosas, en una mezcolanza de figura humana y animalesca.” 40
Para representar al mundo Infernal, Dante incluyó las representaciones literarias del
clasicismo, además de incluir las divinidades no infernales, los personajes de la mitología; de
ahí su elección de confiar a los personajes mitológicos la tarea de custodios de los círculos, y
a algunos de ellos, funciones aún más relevantes en la alegoría del viaje escatológico. 41
De mayor claridad alegórica, es el Enviado celeste: para vencer la insolencia de los
diablos, (que habían intentado usarla incluso contra Cristo, cuando descendió al Infierno para
rescatar a los justos del Limbo) es necesaria una intervención extraordinaria, ejercida por un
ser enviado del cielo. La teoría más acertada acerca de la función del Enviado es la de
Pasquazi, que plantea que el Enviado es un ángel que vigila el Limbo, donde son observados

38 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 84-85


39 Luis Martínez de Merlo, Divina Comedia, p. 32
40 Gianni Padoan, Divina Comedia, p. 34
41 Luis Martínez de Merlo, Divina Comedia, p. 33
12

los signos de una presencia celeste, y donde sabemos que Beatriz puede hacer llegar deseo
hasta Virgilio, que se encontraba entre los que habitaban el Limbo.42
El viaje de Dante y Virgilio por los nueve pisos del Infierno
Mediado el curso de nuestra existencia
me vi metido en una selva oscura,
desorientado de la recta vía.43
Es así como inicia la Divina Comedia, así es como inicia el recorrido por el Infierno de
Dante, con una selva oscura y peligrosa que lleva a la antesala de la perdición. Es el inicio del
camino del protagonista cuando su alma se encuentra perdida y llena de pecado.
La entrada al Infierno está cerca de Jerusalén, en donde después de atravesarla, se debe
cruzar por el Río Aqueronte, en la barca de Caronte. En la otra orilla se encuentra en Abismo
Infernal.
En el Anteinfierno, que es una llanura gigantesca, se encuentran los ángeles neutrales,
aquellos que no atentaron contra Dios pero tampoco pelearon por él:
Con el terror ciñendo mi cabeza
dije: <<Maestro, ¿qué y quién oigo? ¿Y quiénes
parecen tan vencidos por el daño?>>.

Y él me repuso: <<Tal abyecto modo


las almas tristes tienen de esos que
vivieron sin desprecios ni alabanzas.44

Están mezcladas con el grupo infame


de ángeles que no fueron rebeldes,
ni a Dios leales, más para ellos sólo.

Por no ser menos bellos los expulsan


los cielos, y el infierno los rechaza,
pues a los reos cierto gusto dieran>>.45

Aunque los cobardes y los neutrales no tienen un lugar en el Infierno, al igual que los
ángeles, son constantemente atormentados por picaduras de avispas, de las cuales deben huir
de manera continua, como los cobardes que fueron en vida.
Éstos no esperan la condenación,
y es tan rastrera su existencia opaca,
que envidia tienen de otra cualquier suerte.46

42 Ibid, p. 39
43 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 83
44 Los neutrales, los cobardes.
45 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 97
46 Ibid, p. 98
13

Las tres grandes divisiones del Infierno hechas por Dante no comienzan sino hasta el
segundo círculo, pues el primero está destinado para el Limbo, el lugar donde yacen los niños
no bautizados y aquellos hombres de bien que nacieron antes de la era de Cristo o que
nacieron antes de la Revelación, como fue el caso de Virgilio:
El buen Maestro a mí: <<¿No me preguntas
qué espíritus son éstos que estás viendo?
Que sepas quiero, antes de proseguir,

que no pecaron: y aunque meritorios,


no basta, pues bautismo no han tenido,
que puerta es de la fe en la que tú crees;

y al ser al cristianismo precedentes,


a Dios debidamente no adoraron:
y yo mismo me encuentro entre esos tales.47

Es después de aquí, que es cuando comienza como tal la penitencia de las almas. Podría
decirse entonces que en teoría el Infierno sólo tiene ocho niveles si se toma en cuenta que el
Limbo no es un lugar de castigo, sino que guarda las almas de aquellos que no tuvieron la
oportunidad de conocer a Dios. Esto podría ser una similitud en cuanto al esquema del
Mictlán de Sahagún, pues consideraba que sólo había ocho regiones y que el río que
custodiaban los xoloescuincles era una “antesala” a la primera prueba.
En el segundo círculo del Infierno, comienza una de las tres grandes divisiones inspiradas
en la ética aristotélica: la incontinencia, aquellos que no supieron frenar los instintos del
hombre. Es en el segundo círculo en donde se encuentran los lujuriosos, custodiados por
Minos, que son empujados por una ventisca incontrolable que los levanta de un lado a otro,
muy semejante al Paniecatacoyan del Mictlán, donde las personas eran levantadas igual por
vientos fuertes.
En el tercer círculo se encontraban los glotones, donde se encontraban hundidos en el
fango, azotados regularmente por el granizo y la lluvia incesante, además de la presencia
tormentosa de Cerbero, el perro mitológico de tres cabezas.
El cuarto círculo está lleno de avaros, que ahora empujan enormes monolitos de oro
(símbolo de la riqueza que acumularon/gastaron en vida) y son vigilados por Plutón, dios del
Averno.
El quinto círculo es el último con la característica de la incontinencia,lo cual es notable
porque se encuentra separado del sexto círculo por el Estigia. En él se encuentran los
iracundos y los perezosos, los primeros hundidos en el fango de su propia rabia, y los

47Ibid, p. 103
14

segundos hundidos también en el fango, pero sin la posibilidad de moverse y ahogándose


continuamente.
La segunda gran división del Infierno la conforma la bestialidad. El sexto círculo es
invención de Dante, ya que conforma la herejía, y obviamente, Aristóteles no podía concebir
este pecado, pues murió antes de la era de Cristo.48
Aquellos que fueron condenados por practicar la herejía o la brujería, están siendo
constantemente quemados por sepulcros en llamas, tal y como murieron en vida. Además, son
vigilados por una multitud de diablos y por las Erinias: Megera, Alecto y Tisífone.

Dentro del séptimo círculo, el de los violentos, existen tres divisiones: los violentos contra
el prójimo (homicidas y ladrones), los violentos contra sí mismos (suicidas y derrochadores)
y los violentos contra Dios y la naturaleza (blasfemos, sodomitas y usureros).
Para entrar al séptimo círculo, se debe cruzar por una grieta gigante que dejó el cataclismo
ocasionado por la tierra cuando murió Cristo. Como son tres divisiones de este círculo, hay
tres giros a la vez dentro de él, vigilados por el Minotauro.
En el primer giro, donde se encuentran homicidas, violadores, ladrones y demás, que están
en el Río Flegetonte, que es un río de sangre hirviente, la sangre que derramaron en vida; 49
además de ser atormentados por los centauros, que también representan la violencia y
bestialidad.50
En el segundo giro se encuentran los suicidas y los derrochadores. Los primeros se
encuentran ahora en el “Bosque de los Suicidas”, que por querer renunciar a su forma humana
ahora son árboles sin posibilidad de recuperarla, además de ser devorados de manera continua
por las Arpías, que nos completamente insaciables.51Los derrochadores por otra parte, que
desgarraron su estabilidad y humanidad, ahora son destazados por perras hambrientas, ya que
se destruían a sí mismos en vida.
El tercer giro estaba compuesto por los violentos contra Dios, los blasfemos que son
echados en arena ardiente, incapaces de moverse y acribillados por una lluvia de fuego. Los
sodomitas en cambio, huyen de la lluvia de fuego y los usureros están inmóviles frente a la
lluvia de fuego. Esta lluvia de fuego es una clara referencia a la hoguera de la Edad Media.

48 Luis Martínez Merlo, Divina Comedia, p. 29


49 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 153
50 Mito de la Centauromaquia.
51 Al igual que a Ptolomeo se le castigó cuando un cuervo le devoraba el hígado todos los días por haber dado
el fuego a los humanos.
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En el octavo círculo, es cuando aparece la última gran división aristotélica: la malicia.


Aunque a medida que el Infierno se va haciendo cada vez más estrecho y el castigo más
terrible, también hay más secciones, por lo que la falta de espacio es un tormento adicional.
El octavo círculo se conforma de manera general por los fraudulentos, que están
distribuidos en diez fosas: en la primera de ellas los proxenetas y los embaucadores deben
recorrer la fosa desnudos azotados por los látigos de los demonios.52
En la segunda fosa están los aduladores, que se arrastran por excrementos humanos, muy
acordes con las palabras dichas en vida.53
La tercera fosa está compuesta de los simoníacos 54 que estaban en unos hoyos volteados
hacia arriba con la cabeza incrustada en la tierra, donde sólo sobresalían sus pies, rodeados de
llamas.55
En la cuarta fosa se encontraban los adivinos y los magos, quienes caminan con la cara
hacia dentro, como una parodia a su supuesta capacidad de ver el futuro.56
En la quinta fosa se encontraban los corruptos, aquellos que abusaban de su puesto en el
poder. Se encontraban en un lago de brea hirviente.57
La sexta fosa estaba conformada por los hipócritas, que llevan pesadas ropas de plomo
cubiertas de oro. Ya que sus palabras diferían mucho de sus pensamientos, entonces esto se
mostraba ahora de una forma corpórea.58
La séptima fosa es donde son castigados los ladrones, se les ataba de pies y manos con
serpientes y al final, transformados en estas.59
La octava fosa era donde los consejeros fraudulentos eran encerrados en llamas,
quemándoles principalmente la lengua e incapacitándolos para hablar bien.
En la novena fosa se encontraban a los sembradores de la discordia, como los responsables
de guerras, conflictos internos, etc. Son castigados por un demonio que les va cortando partes
del cuerpo y vuelve a cortarlas tan pronto como sanen.

52 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 188


53 Ibid, p. 192
54 Aquellos que vendían la fe por bienes materiales, como los curas de la Iglesia en la Edad Media, que
cobraban cierta cantidad de dinero o bienes por un “pase” al cielo.
55 La llama del Espíritu Santo, que cayó sobre María y los Apóstoles.
56 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 195
57 Ibid, p 196
58 Ibidem.
59 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 201
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Finalmente, en la décima fosa, se castiga a los falsificadores, sufren de enfermedades


horribles, como la lepra, rabia, o fiebres excesivas que los deforman, así como ellos
desfiguraron su realidad.60
Puede que el noveno círculo sea el más importante de todos, pues representa al peor de
todos los pecados: la traición. Además de ser el piso con mayores toques bíblicos.
Separado por el Río Cocito, que es un río totalmente congelado, está seccionado por cuatro
zonas dependiendo del grado de la traición: La Caina 61 (traidores a la familia) en donde
estaban sumergidos en hielo hasta la cabeza. La siguiente era la Antenora 62 (traidores a la
patria) donde sólo su cabeza era sumergida en las aguas heladas. La tercera es la Tolomea 63
(traidores a los huéspedes) en donde eran sumergidos totalmente con la cabeza hacia atrás
para que les congelaran las lágrimas y no pudieran llorar las penas.64
Por último, la zona más importante de todo el Infierno: la Judea 65(traidores a la fe) están
sumergidos en el agua en diferentes posiciones para ser más atormentados. Es aquí donde se
encuentra Lucifer, con Judas entre sus terribles fauces masticándolo y causándole un
profundo dolor. Lucifer es un ángel caído de tres caras, que cuando cayó del cielo lo hizo de
cabeza, abriendo la brecha al Infierno y clavándose en el fondo.66
Justo por debajo de Lucifer, se encuentra el nacimiento del río Letos, que es camino que
lleva hacia el Purgatorio. Y es aquí donde termina el Infierno.
Virgilio y el xoloescuincle: los guías espirituales
Una de las figuras más representativas de la época prehispánica en México es el
xoloescuincle. Con el pasar de los siglos se han ido descubierto historias acerca de este
animal, mayormente relatos relacionados con la muerte.
En el Mictlán, el xoloescuincle era quien acompañaba a los muertos durante su viaje, por
lo que se acostumbraba atar huesos de este animal en los cadáveres para que pudieran
encontrar a su perro y no entrar en conflicto con el xoloescuincle blanco o el negro.
Puede ser que sea el xoloescuincle quien guíe a los muertos por el hecho de su naturaleza
fiel, típica de los perros; pues ellos siempre velan por nosotros y procuran por nuestra
seguridad. Es sorprendente la manera en cómo se asemejan este animal y Virgilio, pues él es

60 Ibidem.
61 Por Caín, que mató a su hermano Abel.
62 Por Antenor, que traicionó a su ciudad.
63 Por Tolomeo, que asesinó a sus huésped Sexto Pompeyo.
64 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 267-297
65 Por Judas, quien traicionó a Cristo.
66 Dante Alighieri, Divina Comedia, p. 278
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quien acude en ayuda de Dante en la selva oscura, antes de entrar en el Infierno. Virgilio
representa la razón de Dante, enviado para ayudarlo a petición de Beatriz.
Dante siempre sintió gran admiración por los trabajos de Virgilio, y para algunas de sus
obras, como la Divina Comedia, se inspiró en ellas o en sus personajes (como Eneas); por ello
la razón de que siempre lo trata con un profundo respeto y se dirige hacia él como “Maestro”,
pues Virgilio siempre cuenta lo que sucede en el Infierno y le ayuda a no caer en las
provocaciones de los diablillos.
La función que cumple Virgilio puede ser incluso más pura que la del xoloescuincle, pues
el perro es selectivo en cuanto a quién va a ayudar, no lo hará de manera incondicional a
menos que haya sido su dueño en vida; tampoco ayudarán a aquellas personas que trataron
mal a alguno de su especie mientras estaba vivo, aunque se tope con el de color parduzco.
En cambio, Virgilio es el fiel acompañante de Dante durante toda su trayectoria por el
Infierno y el Purgatorio, a pesar de que vive con la descorazonadora esperanza de encontrar a
Dios, lo que nunca sucederá.
Si los monjes de la época de la conquista adaptaron la figura del xoloescuincle a la
filosofía “dantesca” al momento de transcribirlo, la verdad es que nunca lo sabremos, o puede
que no haya sido así, y su figura haya pasado casi intacta hasta nuestros días.
El Infierno y el Mictlán: dos conceptos de “la vida después de la muerte”
A través de lo que he querido explicar a lo largo de este trabajo, es precisamente este
punto.
La muerte es un suceso que todos compartimos al igual que el nacimiento, pero todos la
interpretamos de una forma distinta.
En el caso de Dante, puede interpretarse como una “justicia divina”, pues ya que nadie
puede escapar de la muerte, tarde que temprano tendrá que pagar por sus pecados por la
eternidad. Aunque el Infierno está plagado de simbolismos cristianos, griegos y romanos, lo
cierto es que va muy de acuerdo con el pensamiento occidental, sobre todo por la inclusión de
las Sagradas Escrituras.
En el Infierno los pecados son tan específicos como sus castigos, por lo que se podría
interpretar como un “modelo a seguir” de lo “correcto e incorrecto” de acuerdo a la moral de
la época. Por lo que puede ser que la muerte haya sido vista con malos ojos, como una
condena, una sentencia de la cual era imposible escapar; nadie estaba exento de ir al Infierno.
En cuanto al Mictlán, a mi parecer la muerte la explican de una manera más bella. Por
ejemplo, los héroes o personajes ilustres que obraron por el bien de su gente son acogidos por
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el Dios Sol, para que después puedan reencarnar con forma de colibrí y llevar su palabra a la
humanidad. Esto me parece bello por el motivo de que los dioses recompensan a los
bienaventurados con una tarea sagrada; si bien en el Paraíso se vive en paz eterna, en la
cultura mexica se puede llegar a un punto superior en la vida después de muerte.
El Mictlán, al igual que el Infierno, no hace distinción alguna en cuanto a la posición
social, el estatus, la edad, etc., sólo condiciona el haber muerto de forma natural o
enfermedad. Muchas interrogantes han surgido en cuanto a la moral de los mexicas, pues
cualquiera podía superar las pruebas habiendo sido bueno o malo en vida. Pero el caso es que
las personas debían ser buenas porque así lo dictaba su corazón y sus ideales, no porque
esperaban una recompensa (como en el cristianismo).
Las pruebas sin embargo, estaban hechas para quien tuviera la suficiente fuerza y voluntad
en su tonalli, así que, después de todo, aquellos que fueron crueles y despiadados en vida, no
consigan llegar al final por no tener la capacidad de ayudarse a sí mismos.
Conclusión
Al término de mi trabajo, puedo asegurar que logré mis objetivos. Dado que sí pude
establecer paralelismos entre estos dos espacios, lo cual, en un momento dado de mi
investigación me sorprendió encontrar que varias de las fuentes que hablaban acerca del
Mictlán, puntualizaban tener influencias de la “filosofía dantesca”.
Aunque las fuentes que hablan acerca de estos dos espacios tienen tres siglos de
diferencia, se pueden encontrar grandes similitudes al igual que diferencias, mayormente por
la moral de la época y de la región.
También es importante aclarar que, a pesar que la cultura mexica es parte de nuestra cultura
madre, gran parte de los textos y códices utilizados para este trabajo eran europeos, tanto de
la época de la conquista como actuales; por lo que es realmente complicado encontrar
información acerca de este espacio tan complejo y tan rico en simbología que perdura aún en
nuestros días de maneras distintas (como el Día de Muertos).
Sin embargo, con la evangelización y la adopción por parte de los indígenas de la religión
cristiana, hizo que esta “filosofía dantesca” se volviera parte importante de nuestra cultura,
mayormente con carácter religioso, por lo que hizo de este trabajo una búsqueda
verdaderamente interesante, compleja y que logra acercar a los mexicanos un poco más a sus
raíces por ambas partes.
Referencias
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XIU, Mictlán, el fascinante mundo de los mexicas, en https://matadornetwork.com
[consultado el 23 de abril de 2018].
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