los egipcios? Durante el Imperio Nuevo, que tuvo lugar entre los años 1550 y 1069 a. C. estos felinos fueron los animales más venerados tanto por los faraones como por todo el pueblo. ¿A qué se debió? Los ojos del león reflejan los rayos del sol y combaten la oscuridad. Así, el gato se transformó en uno de los animales más sagrados para los egipcios. A punto tal que se construyeron réplicas tanto en numerosos templos como en varias pirámides con el objetivo de proteger a los dioses.
La primera consagración del gato tuvo lugar cuando
la diosa Bastet, símbolo de la fecundidad y de la belleza, fue representada con la cabeza de un gato. Bastet también simbolizaba la luz, el calor y la energía solar y, debido a sus sorprendentes rasgos felinos, representaba el misterio, la noche y la luna
Por aquellos tiempos, el gato no podía ser propiedad de ninguna
persona, a excepción de los faraones, quienes eran los únicos que tenían el derecho de tener y domesticar a esa criatura sagrada. También existía una dura ley que prohibía tanto la venta, como el maltrato o el asesinato de los gatos: el que mataba a un felino corría su misma suerte.
Si bien es cierto que los faraones también consideraban sagrados a
otros animales, como por ejemplo los peces, las serpientes y las vacas, lo cierto es que el gato era el más sagrado de todos. Aunque, según la historia, la domesticación de los gatos comenzó en el año 2.000 a.C., cuando se convirtió en un animal de compañía apreciado por su dulzura, su encanto, su misterioso comportamiento, y sobre todo, por ser protector del hogar, el hallazgo, en 2004, de los restos de un gato al lado de un humano en una tumba en Chipre remite el comienzo de esa relación al año 7.500 A.C.