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En la vida no es todo blanco o negro, hay muchos matices del gris.

La grisalla
aprovecha todas esas escalas intermedias para dar comienzo una obra.

La grisalla es una técnica utilizada para pintar con determinados materiales. Algunos lo
consideran más bien un proceso creativo más que una técnica en sí. Consiste en utilizar
una escala monocromática de dos o tres tonos, generalmente de grises. Mediante un
estudio previo de la forma y de la incisión de la luz establece distintas secciones
dentro de una imagen.
Las distintas tonalidades de gris nos permiten crear manchas de luz y sombra. Después,
estos tonos guiarán al color para poder dar volumen a lo representado.

Normalmente, los artistas suelen emplear la escala de grises, de ahí que se denomine
grisalla. Pero otros pintores utilizan otras posibilidades, como Rembrandt que
empleaba colores pardos: es una variante conocida como verdaccio.
Fase monocromática de la grisalla

Para este primer paso es preferible utilizar técnicas al agua, como emulsiones o temples.
Los acrílicos y las temperas son bastante acertados. La intención en esta fase de la
grisalla, es establecer las escalas del gris resaltando la incidencia de la luz como
delimitadora de la forma mediante tonos contrastados y simples.

Un consejo es intentar no quemar demasiado los blancos y los negros puros. Así,
podremos trabajar sobre estas áreas en las siguientes fases.

Fase policromática de la grisalla

En este segundo, largo y último paso se debe ir aplicando muy lentamente el color.
La mejor manera de ir sobreponiéndolo es a través de las veladuras o capas medias. Es
útil trabajar con materiales húmedos, muy grasos y preferiblemente no solubles en agua,
como la pintura al óleo.
Se debe esperar a que la capa anterior quede bien seca para comenzar a colorear la
grisalla. En cuanto al color, es recomendable que la tonalidad escogida sea siempre más
oscura que la capa pictórica en la que se vaya a trabajar con él.

¿Por qué la grisalla se considera una técnica mixta?

Como ya hemos visto, para la grisalla es necesario, aunque no una obligación, utilizar
un material acuoso para la primera fase y uno más graso como el óleo para las veladuras
de la segunda etapa. Por tanto, al ser una combinación de dos técnicas una magra y otra
grasa podemos considerarlo una técnica mixta.

Curso de retrato al carboncillo

Si has llegado hasta aquí porque quieres aprender a hacer grisallas, tenemos un curso
perfecto para ti. Aprende a realizar retratos monocromáticos con carboncillo de una
forma sencilla. Así comprenderás fácilmente el concepto del retrato en monocromo y
aprenderás fácilmente a hacer retratos a todo color. Conoce paso a paso el proceso del
carboncillo en este curso de retratos realistas, a tu ritmo y desde cualquier
dispositivo.

Accede aquí al curso de Retrato realista al carboncillo

¿Habéis trabajado alguna vez con grisalla? Esta técnica se suele emplear en algunas
academias de dibujo para establecer escalas de luz y sombra al principio de la
formación, ¿ha sido vuestro caso?
En la vida no es todo blanco o negro, hay muchos matices del gris. La grisalla
aprovecha todas esas escalas intermedias para dar comienzo una obra.

La grisalla es una técnica utilizada para pintar con determinados materiales. Algunos lo
consideran más bien un proceso creativo más que una técnica en sí. Consiste en utilizar
una escala monocromática de dos o tres tonos, generalmente de grises. Mediante un
estudio previo de la forma y de la incisión de la luz establece distintas secciones
dentro de una imagen.
Las distintas tonalidades de gris nos permiten crear manchas de luz y sombra. Después,
estos tonos guiarán al color para poder dar volumen a lo representado.

Normalmente, los artistas suelen emplear la escala de grises, de ahí que se denomine
grisalla. Pero otros pintores utilizan otras posibilidades, como Rembrandt que
empleaba colores pardos: es una variante conocida como verdaccio.
Fase monocromática de la grisalla

Para este primer paso es preferible utilizar técnicas al agua, como emulsiones o temples.
Los acrílicos y las temperas son bastante acertados. La intención en esta fase de la
grisalla, es establecer las escalas del gris resaltando la incidencia de la luz como
delimitadora de la forma mediante tonos contrastados y simples.

Un consejo es intentar no quemar demasiado los blancos y los negros puros. Así,
podremos trabajar sobre estas áreas en las siguientes fases.

Fase policromática de la grisalla

En este segundo, largo y último paso se debe ir aplicando muy lentamente el color.
La mejor manera de ir sobreponiéndolo es a través de las veladuras o capas medias. Es
útil trabajar con materiales húmedos, muy grasos y preferiblemente no solubles en agua,
como la pintura al óleo.
Se debe esperar a que la capa anterior quede bien seca para comenzar a colorear la
grisalla. En cuanto al color, es recomendable que la tonalidad escogida sea siempre más
oscura que la capa pictórica en la que se vaya a trabajar con él.

¿Por qué la grisalla se considera una técnica mixta?

Como ya hemos visto, para la grisalla es necesario, aunque no una obligación, utilizar
un material acuoso para la primera fase y uno más graso como el óleo para las veladuras
de la segunda etapa. Por tanto, al ser una combinación de dos técnicas una magra y otra
grasa podemos considerarlo una técnica mixta.

Curso de retrato al carboncillo

Si has llegado hasta aquí porque quieres aprender a hacer grisallas, tenemos un curso
perfecto para ti. Aprende a realizar retratos monocromáticos con carboncillo de una
forma sencilla. Así comprenderás fácilmente el concepto del retrato en monocromo y
aprenderás fácilmente a hacer retratos a todo color. Conoce paso a paso el proceso del
carboncillo en este curso de retratos realistas, a tu ritmo y desde cualquier
dispositivo.

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¿Habéis trabajado alguna vez con grisalla? Esta técnica se suele emplear en algunas
academias de dibujo para establecer escalas de luz y sombra al principio de la
formación, ¿ha sido vuestro caso?

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