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HIGIENE PERINEAL

El cuidado perineal como parte del baño de cama resulta embarazoso a muchos pacientes. La mayoría de los
pacientes que requiere un baño de cama de un profesional es capaz de limpiarse su zona genital con mínima
ayuda.

Objetivo: Eliminar secreciones y olores perineales normales y favorecer el bienestar del paciente.

Valoración: Valorar la presencia de: Irritación, escoriación, inflamación y tumefacción, secreción excesiva, olor,
dolor o malestar, incontinencia urinaria o fecal, intervención quirúrgica rectal o perineal reciente, catéter colocado
Determinar: Prácticas de higiene y capacidad para el autocuidado.

Planificación:

- El cuidado perineal-genital puede delegarse.


- Valorar la existencia de patologías previas (alteraciones de la piel, infecciones hemorroides…)
- Considerar las limitaciones físicas y psíquicas del paciente, valorando su grado de colaboración.
- Adecuar la temperatura ambiental.
- Verificar posibles alergias.

Equipo necesario: Cuidado perineal-genital proporcionado junto al baño de cama:

- Toalla de baño.
- Cuña y/o botella para orina.
- Guantes no estériles.
- Palangana de baño con agua a 43-46 °C
- Jabón neutro.
- Empapadores (paños de celulosa)
- Sábana.

Realización

1. Presentarse y comprobar la identidad del paciente. Explicar el procedimiento.


2. Higiene de manos y puesta de guantes.
3. Proporcionar intimidad al paciente.
4. Preparar al paciente:
• Doblar la ropa de cama de los pies de la cama y levantar la bata para
exponer la zona genital.
• Colocar una toalla de baño o protector debajo de las caderas del paciente
• Ofrecer cuña o botella antes de realizar el procedimiento.
5. Colocar y preparar al paciente y limpiar la parte superior e interna de los muslos.
• Colocar a la mujer en decúbito supino con las rodillas
separadas y flexionadas.
• Colocar al hombre en decúbito supino con las rodillas
ligeramente flexionadas y las caderas en rotación externa
leve.
• Lavar y secar la parte superior e interna de los muslos.
6. Inspeccionar la zona perineal.
7. Lavar y secar la zona perineal-genital
❖ Para mujeres:
• Limpiar los labios mayores. Después abrir los labios para lavar los
pliegues que hay entre los labios mayores y los menores.
• Limpiar desde el pubis al recto. En las mujeres con la menstruación
y los pacientes con sondas, usar toallitas limpias. Utilizar una
toallita limpia para cada toque.
• Aclarar bien la zona. Se puede colocar al paciente sobre una cuña
o recipiente para que drene el agua de la zona. Secar bien el
perineo, prestando una atención particular a los pliegues que hay
entre los labios.
❖ Para hombres:
• Lavar y secar el pene usando toques firmes.
• Si el paciente no está circuncidado, retraer el prepucio hasta exponer el glande para su
limpieza. Volver a colocar el prepucio tras limpiar el pene.
• Lavar y secar el escroto.

8. Inspeccionar los orificios perineales para ver si están intactos. → Inspeccionar en particular alrededor de
la uretra en los pacientes con sondas.
9. Limpiar entre las nalgas.
• Prestar una atención particular a la zona anal y a los pliegues posteriores del escroto en los
hombres. Limpiar el ano con papel higiénico antes del lavado, si es necesario.
• Secar bien la zona.
10. Quitarse y desechar los guantes. Efectuar la higiene de las manos.

11. Registrar cualquier observación inusual como enrojecimiento, escoriación, heridas, secreción o drenaje y
cualquier zona localizada de dolor a la presión.

Observaciones

• Realizar la higiene del enfermo una vez al día y siempre que sea necesario porque se haya ensuciado.
• Al secar la piel, es preciso poner especial atención en las zonas de pliegues para evitar que queden húmedas.
Secar a toques, no por arrastre.
• Aprovechar el baño para enseñar al paciente las medidas higiénicas aconsejables para cuando pueda hacerlo
solo.
• Proteger las prominencias óseas susceptibles de que aparezcan úlceras por presión, según protocolo vigente
en el hospital.
• Avisar al servicio de peluquería del hospital si es necesario afeitar al paciente.

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