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Universidad Politécnica de Aguascalientes.

EGEL

Unit 1

Juan Pablo Rodríguez Serna

ID: UP200512

Teacher: Luis Humberto Cruz Aguilar

Group: ISC09A

Aguascalientes, México, September 11th, 2023


El diagnóstico de los procesos operacionales de una organización es un proceso
sistemático de evaluación y análisis de cómo funcionan los distintos procesos
internos de esa organización. Su objetivo principal es identificar áreas de mejora,
ineficiencias, problemas, oportunidades y fortalezas en esos procesos con el fin de
optimizar el desempeño de la organización en su conjunto. El diagnóstico de
procesos operacionales es una parte fundamental de la gestión de calidad y la
gestión de procesos, y puede ser aplicado en empresas, instituciones
gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro y otras entidades.

Las acciones, elementos, herramientas y técnicas necesarias para llevar a cabo un


diagnóstico de procesos operacionales de una organización son:

1. Definición de objetivos: Antes de comenzar, es importante tener claros los


objetivos del diagnóstico. ¿Qué se espera lograr con esta evaluación de
procesos? ¿Qué áreas específicas se quieren mejorar?
2. Equipo multidisciplinario: Reclutar un equipo que incluya miembros de
diferentes áreas de la organización para obtener una visión completa de los
procesos. Esto puede incluir a empleados de diferentes niveles jerárquicos y
departamentos.
3. Recopilación de información: Recolectar datos relevantes sobre los procesos
operacionales, incluyendo documentación existente, manuales de
procedimientos, registros, flujos de trabajo, etc.
4. Entrevistas y encuestas: Realizar entrevistas a empleados clave y encuestas
para recopilar información cualitativa sobre cómo se realizan los procesos y
cómo perciben los problemas.
5. Observación directa: Observar los procesos en acción para comprender
mejor cómo se llevan a cabo en la práctica y detectar posibles ineficiencias.
6. Análisis de datos: Utilizar herramientas y técnicas de análisis de datos para
evaluar métricas clave de los procesos, como tiempos de ciclo, costos,
errores, etc.
7. Mapeo de procesos: Crear mapas de procesos que representen visualmente
el flujo de trabajo, identificando entradas, salidas, tareas y responsabilidades.
8. Identificación de cuellos de botella: Identificar los puntos críticos donde los
procesos pueden ralentizarse o detenerse debido a ineficiencias o recursos
insuficientes.
9. Benchmarking: Comparar los procesos de la organización con las mejores
prácticas de la industria o de competidores para identificar oportunidades de
mejora.
10. Evaluación de riesgos: Identificar posibles riesgos y vulnerabilidades en los
procesos operacionales que puedan afectar la continuidad del negocio.
11. Priorización de problemas: Clasificar los problemas y oportunidades
identificados en función de su impacto y urgencia para priorizar acciones.
12. Propuesta de mejoras: Desarrollar recomendaciones específicas para
mejorar los procesos operacionales, que pueden incluir cambios en los
procedimientos, tecnología, capacitación, etc.
13. Plan de acción: Diseñar un plan detallado que incluya los pasos a seguir, los
responsables y los plazos para implementar las mejoras propuestas.
14. Implementación y seguimiento: Llevar a cabo las mejoras según el plan de
acción y realizar un seguimiento para asegurarse de que se están obteniendo
los resultados deseados.
15. Medición de resultados: Evaluar nuevamente los procesos después de la
implementación de mejoras para medir el impacto y verificar si se han
alcanzado los objetivos del diagnóstico.
16. Retroalimentación continua: Establecer un sistema de retroalimentación y
monitoreo continuo para mantener los procesos operacionales en constante
mejora.
17. Comunicación: Informar a todos los miembros de la organización sobre los
resultados del diagnóstico y las acciones a tomar.
18. Capacitación y desarrollo: Brindar capacitación y desarrollo a los empleados
para asegurar que estén preparados para los cambios implementados.
Identificar los procesos, subprocesos o tareas operacionales susceptibles de
mejora (por costo, eficiencia, oportunidad de innovación, aprovechamiento de
nueva infraestructura, entre otros) a través del desarrollo de software.

El proceso de desarrollo de software es el método que usamos para crear


aplicaciones informáticas de cualquier tipo, que indica qué etapas tendrá que hacer
el equipo de desarrollo, qué disciplinas del desarrollo se realizarán en cada etapa y
cómo se organizará el mantenimiento, una vez se haya desarrollado el software.

El desarrollo de software puede brindar mejoras significativas en términos de costo,


eficiencia, innovación y aprovechamiento de nueva infraestructura en las siguientes
áreas de una organización:

1. Automatización de procesos manuales: Muchos procesos operacionales


implican tareas manuales que pueden ser automatizadas. Esto incluye la
captura de datos, el procesamiento de documentos, la generación de
informes, la gestión de inventarios, entre otros.
2. Gestión de recursos humanos: Desarrollar un software de gestión de
recursos humanos puede mejorar la eficiencia en la contratación, seguimiento
del desempeño, capacitación y gestión de nóminas.
3. Gestión de la cadena de suministro: Software personalizado para gestionar la
cadena de suministro puede mejorar la planificación de la demanda, la
gestión de inventarios, la logística y la colaboración con proveedores.
4. Atención al cliente: Desarrollar una plataforma de atención al cliente puede
mejorar la eficiencia en la gestión de consultas, seguimiento de solicitudes,
análisis de retroalimentación y personalización de respuestas.
5. Gestión de proyectos: Software de gestión de proyectos personalizado puede
ayudar a asignar recursos de manera eficiente, realizar un seguimiento de
tareas y plazos, y optimizar la colaboración entre equipos.
6. Gestión financiera: Desarrollar una aplicación financiera puede mejorar la
gestión de cuentas por pagar, cuentas por cobrar, presupuestos, pronósticos
y análisis financiero.
7. Optimización de la logística: Software para optimizar la planificación de rutas,
el seguimiento de flotas y la gestión de envíos puede reducir costos y mejorar
la eficiencia en la entrega de productos.
8. Análisis de datos avanzado: La creación de herramientas personalizadas de
análisis de datos permite a las organizaciones identificar tendencias, patrones
y oportunidades que pueden no ser evidentes con soluciones genéricas.
9. Gestión de activos y mantenimiento: Implementar un sistema de gestión de
activos personalizado ayuda a programar el mantenimiento preventivo y
reducir el tiempo de inactividad.
10. Automatización de marketing: Utilizar software para la automatización de
marketing permite personalizar campañas, segmentar audiencias y analizar el
rendimiento de las estrategias de marketing.
11. Gestión de inventarios: El desarrollo de un sistema de gestión de inventarios
personalizado puede optimizar la reposición de existencias, reducir costos de
almacenamiento y minimizar pérdidas por obsolescencia.
12. Gestión de datos: Software para la gestión de datos puede facilitar el acceso
y la manipulación de grandes conjuntos de datos, lo que es esencial para la
toma de decisiones informadas.
13. Personalización de productos/servicios: El desarrollo de software puede
permitir la personalización de productos o servicios según las preferencias de
los clientes, mejorando la satisfacción del cliente y aumentando las ventas.
14. Seguridad cibernética y protección de datos: Implementar soluciones de
seguridad cibernética personalizadas para proteger los activos digitales y la
privacidad de la organización.
15. Colaboración interna: Software personalizado para la colaboración interna
puede mejorar la comunicación y la productividad de los equipos
Determinar los elementos (usuarios, entrada o salida del sistema entre otros)
que contendrá la propuesta de una solución de software

Una propuesta de solución de software generalmente incluirá varios elementos


clave que describen cómo se abordarán las necesidades y los objetivos de un
proyecto de desarrollo de software. Estos elementos son:

1. Descripción del problema: Un resumen claro y conciso del problema que se


está tratando de resolver o del objetivo que se busca alcanzar con la solución
de software. Esto establece el contexto y la necesidad de la propuesta.
2. Objetivos de la solución: Los objetivos específicos que la solución de
software pretende lograr. Esto puede incluir mejoras en la eficiencia,
reducción de costos, aumento de la productividad, etc.
3. Alcance del proyecto: Un resumen de lo que estará incluido y excluido en el
proyecto de desarrollo de software. Define los límites del proyecto.
4. Usuarios finales: Una descripción de quiénes serán los usuarios finales de la
solución de software. Esto puede incluir roles y perfiles de usuario, así como
sus necesidades y expectativas.
5. Requisitos funcionales: Una lista detallada de las funcionalidades específicas
que la solución de software debe tener para cumplir con los objetivos del
proyecto. Esto incluye cómo interactúan los usuarios con el sistema.
6. Requisitos no funcionales: Requisitos que no se refieren directamente a las
funcionalidades, pero son igualmente importantes. Esto puede incluir
requisitos de rendimiento, seguridad, escalabilidad, usabilidad y otros.
7. Arquitectura de la solución: Una descripción de la estructura técnica de la
solución de software, incluyendo componentes, tecnologías, bases de datos y
sistemas con los que interactúa.
8. Diseño de interfaz de usuario: Un boceto o descripción de cómo se verá y se
sentirá la interfaz de usuario de la aplicación, incluyendo diseños de pantalla
y navegación.
9. Flujos de trabajo y diagramas de proceso: Diagramas que ilustran cómo se
realizarán ciertas tareas o procesos dentro de la solución de software.
10. Plan de desarrollo y cronograma: Un plan detallado que describe cómo se
llevará a cabo el desarrollo de la solución, incluyendo hitos y fechas clave.
11. Recursos necesarios: Una lista de los recursos requeridos para llevar a cabo
el proyecto, que puede incluir personal, hardware, software, presupuesto y
otros recursos.
12. Costos y presupuesto: Una estimación de los costos asociados con el
desarrollo y la implementación de la solución de software.
13. Estrategia de pruebas: Cómo se probará la solución para garantizar que
funcione correctamente antes de su lanzamiento.
14. Plan de implementación: Cómo se implementará la solución en el entorno de
producción, incluyendo la capacitación de usuarios y la gestión del cambio.
15. Beneficios esperados: Los beneficios que se esperan alcanzar con la
implementación de la solución de software, como ahorro de costos, aumento
de la eficiencia, etc.
16. Riesgos y mitigaciones: Una evaluación de los posibles riesgos asociados
con el proyecto y cómo se planea abordarlos o mitigarlos.
17. Evaluación de impacto: Cómo se evaluará el impacto de la solución una vez
implementada y cómo se medirá el éxito.
18. Alternativas consideradas: Una descripción de las alternativas que se
consideraron antes de elegir la solución propuesta y por qué se eligió esta
opción.
19. Referencias y experiencia: Ejemplos de proyectos similares anteriores o
referencias que respalden la capacidad del equipo de desarrollo.
20. Conclusiones y recomendaciones: Una conclusión general y las
recomendaciones para avanzar con la solución propuesta.
Identificar acciones, técnicas o herramientas para el análisis de los
requerimientos funcionales o no funcionales de soluciones de software.

El análisis de los requerimientos funcionales y no funcionales de soluciones de


software es una fase crítica en el proceso de desarrollo de software que implica la
identificación, documentación y comprensión de lo que un sistema de software debe
hacer (requerimientos funcionales) y cómo debe hacerlo (requerimientos no
funcionales). Aquí tienes una explicación más detallada de ambos tipos de
requerimientos:

Requerimientos funcionales: Estos se refieren a las funciones o capacidades


específicas que el software debe proporcionar. Describen qué debe hacer el sistema
en respuesta a entradas específicas y bajo ciertas condiciones. Los requerimientos
funcionales son esenciales para definir el comportamiento del software. Ejemplos de
requerimientos funcionales incluyen:

Registro de usuarios: El sistema debe permitir a los usuarios registrarse ingresando


información personal.

Creación de pedidos: El sistema debe permitir a los usuarios agregar productos a un


carrito de compras y realizar un pedido.

Generación de informes: El sistema debe generar informes mensuales de ventas.

Requerimientos no funcionales: Estos se refieren a las características y restricciones


que definen la calidad y el rendimiento del software, pero no especifican las
funciones específicas que debe realizar. Los requerimientos no funcionales se
centran en aspectos como el rendimiento, la seguridad, la usabilidad y la
escalabilidad. Ejemplos de requerimientos no funcionales incluyen:

Rendimiento: El sistema debe ser capaz de procesar al menos 1000 transacciones


por minuto.

Seguridad: El sistema debe cumplir con los estándares de seguridad de la industria


y proteger los datos confidenciales de los usuarios.

Usabilidad: El tiempo de carga de las páginas web no debe exceder los 2 segundos.

Algunas acciones, técnicas y herramientas que se utilizan comúnmente en el


análisis de los requerimientos funcionales o no funcionales de soluciones de
software son:
Análisis de requerimientos funcionales:

1. Entrevistas: Mantener entrevistas con los stakeholders (partes interesadas)


para comprender sus necesidades y expectativas con respecto al software.
2. Cuestionarios: Elaborar cuestionarios estructurados para recopilar
información específica sobre los requerimientos funcionales de los usuarios y
del sistema.
3. Juntas de trabajo o talleres: Realizar sesiones de trabajo colaborativas con
los stakeholders para definir y refinar los requerimientos funcionales.
4. Prototipado: Crear prototipos interactivos o maquetas del software para
obtener retroalimentación temprana de los usuarios y validar los
requerimientos funcionales.
5. Historias de usuario: Utilizar técnicas de desarrollo ágil, como la escritura de
historias de usuario, para describir las funcionalidades desde la perspectiva
del usuario.
6. Diagramas de casos de uso: Crear diagramas de casos de uso que
representen cómo interactúan los usuarios con el sistema y qué
funcionalidades necesitan.

Análisis de requerimientos no funcionales:

1. Benchmarking: Comparar los requerimientos no funcionales con estándares


de la industria o con sistemas similares para establecer métricas de
rendimiento.
2. Entrevistas técnicas: Entrevistar a expertos técnicos para definir los
requerimientos no funcionales relacionados con el rendimiento, la seguridad y
otros aspectos técnicos.
3. Pruebas de estrés y rendimiento: Realizar pruebas de carga y rendimiento
para evaluar cómo se comporta el sistema en condiciones de alta demanda.
4. Análisis de seguridad: Evaluar y documentar los requerimientos de seguridad,
incluyendo medidas de protección de datos y vulnerabilidades potenciales.
5. Análisis de usabilidad: Realizar pruebas de usabilidad para evaluar la
facilidad de uso del sistema y garantizar que cumple con los requerimientos
de usabilidad.
6. Modelado de calidad de servicio (QoS): Utilizar modelos de calidad de
servicio para definir y medir aspectos como la disponibilidad, la confiabilidad y
el tiempo de respuesta del sistema.
7. Revisión de documentación legal y regulatoria: Identificar y documentar
requerimientos no funcionales relacionados con cumplimiento legal y
regulaciones específicas de la industria.
Herramientas y tecnologías:

1. Herramientas de gestión de requerimientos: Utilizar software de gestión de


requerimientos como Jira, Trello o IBM DOORS para documentar, rastrear y
gestionar los requerimientos.
2. Modelado y diseño UML: Herramientas como Enterprise Architect o
Lucidchart se utilizan para crear diagramas UML que representen los
requerimientos funcionales y no funcionales.
3. Herramientas de prototipado: Aplicaciones como Sketch, Figma o Adobe XD
permiten crear prototipos interactivos para validar requerimientos funcionales.
4. Herramientas de pruebas de software: Utilizar herramientas como Selenium,
JMeter o LoadRunner para llevar a cabo pruebas funcionales y de
rendimiento.
5. Herramientas de análisis de seguridad: Herramientas de análisis estático y
dinámico, como OWASP ZAP o Veracode, ayudan a identificar
vulnerabilidades de seguridad

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