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Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad

n coyuntura No 251, mayo-junio de 2014, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>.

República Dominicana en la mira


Inmigración, exclusión social y despojo ciudadano

Wilfredo Lozano

La decisión del Tribunal Constitucional dominicano de negar la


ciudadanía a los descendientes nacidos en territorio nacional de
migrantes indocumentados –especialmente de origen haitiano–
constituye una violación de los derechos humanos y condena de
hecho a muchos dominicanos a la categoría de apátridas. Esto
ha puesto a la nación caribeña en la mira de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (cidh). Este artículo analiza el contexto
político,los antecedentes y las consecuencias del resurgimiento del
nacionalismo y la xenofobia antihaitiana en República Dominicana.

E l 23 de marzo de 2013, el Tribunal


Constitucional de República Do-
minicana emitió la sentencia 168-13
derechos humanos en República Do-
minicana, ni posiblemente en Latino-
américa y el Caribe. Esto es así puesto
como respuesta a un recurso de am- que la decisión condena explícitamen-
paro de la señora Juliana Deguis, ante te a miles de dominicanos de origen
la negación de una solicitud de acta de haitiano, no solo a la incertidumbre
nacimiento interpuesta por ella ante el ciudadana, sino a una verdadera si-
Juzgado de Primera Instancia de Mon- tuación de apatridia.
te Plata el 10 de julio de 2012. La sen-
tencia del Tribunal Constitucional no ¿Cuál es el significado histórico de esta
tiene precedentes en la historia de los sentencia? ¿Cuáles son sus consecuen-

Wilfredo Lozano: sociólogo dominicano. Es director del Centro de Investigaciones y Estudios


Sociales de la Universidad Iberoamericana (Unibe). Entre sus últimos libros, se destacan Des-
pués de los caudillos (Librería La Trinitaria / Flacso, Santo Domingo, 2004); La paradoja de las mi-
graciones (Unibe, Santo Domingo, 2008) y La razón democrática (Unibe, Santo Domingo, 2008).
Palabras claves: ciudadanía, exclusión, inmigración, Tribunal Constitucional, Haití, República
Dominicana.
5 Coyuntura
República Dominicana: inmigración, exclusión social y despojo ciudadano

cias para el porvenir de las relaciones en torno de la producción azucarera


dominico-haitianas y para el sistema que, a principios del siglo xx, articuló
interamericano? Dada la importancia un mercado laboral insular y que a su
de la inmigración haitiana para Repú- vez vinculó las economías campesinas
blica Dominicana, y el hecho de que haitianas a la lógica productiva de las
los afectados con la sentencia son, en grandes plantaciones azucareras domi-
su inmensa mayoría, dominicanos de nicanas. Ese sistema fue facilitado por
ascendiente haitiano, las líneas que si- la ocupación militar estadounidense
guen exploran la magnitud y dinámi- en ambos lados de la isla La Española:
ca de estas migraciones, el contexto en entre 1915 y 1934, en territorio de Hai-
el que se ha producido la decisión del tí, y entre 1916 y 1924, en el de Repúbli-
Tribunal Constitucional y sus signifi- ca Dominicana. A finales del siglo xx,
cados. Asimismo, discutimos las posi- la crisis de la economía azucarera do-
bles vías de evolución de la situación minicana y la crisis política en Haití
creada por la sentencia, tanto en el abrieron las puertas a la expansión de
plano nacional y binacional como en la inmigración haitiana a la economía
el marco más amplio de las relaciones agrícola no azucarera dominicana, al
regionales en el Caribe. sector informal y a las construcciones
urbanas. Pero el punto que vincula los
■■El contexto histórico actuales problemas insulares, que tie-
nen como telón de fondo esos proce-
Los problemas que viven hoy Hai- sos económicos de «larga duración»,
tí y República Dominicana constitu- es fundamentalmente político y se re-
yen un producto histórico comple- laciona con los esfuerzos de construc-
jo, resultado de estilos de desarrollo ción de un orden democrático en am-
diferentes que han conducido a des- bos países.
igualdades de crecimiento en ambas
naciones, resultado, a su vez, de esti- El proceso de construcción democrá-
los de inserción en los sistemas mun- tica dominicano hizo más abierta la
diales que han motorizado distintas sociedad y, por tanto, ayudó decisi-
modalidades de dominación por par- vamente al proceso de integración de
te de las elites dirigentes, así como los inmigrantes haitianos a la comu-
culturas políticas diferenciadas, que nidad nacional –y ya no solo a nue-
potencian prejuicios recíprocos y ha- vos sectores de su economía–, pese a
bilitan manipulaciones de diversa na- las exclusiones que padecían y a las
turaleza sobre ambas sociedades constantes violaciones a sus dere-
chos de que eran víctimas. La demo-
En materia migratoria, estos problemas cratización hizo más visible la inmi-
remiten a un largo proceso de consti- gración y la convirtió en objetivo de
tución de un sistema de plantaciones la política de los partidos y en tema
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de debate en los medios de comuni- pública Dominicana, en la vecina Hai-


cación. Con ello, paradójicamente, tí la muerte de François Duvalier y el
al tiempo que se verificaba una ma- desencadenamiento de una tortuosa
yor integración económica de los in- apertura democrática produjeron una
migrantes, su suerte política los hacía crisis política que se prolonga hasta
más vulnerables, lo mismo que a sus nuestros días, la cual se inició con el
descendientes, y los convertía en obje- ascenso al poder en 1986 de Jean-Clau-
tivos de las disputas políticas. Esto fue de Duvalier, apodado «Baby Doc». La
muy visible en el caso del Partido Re- posterior llegada al gobierno del lí-
formista Social Cristiano (prsc), lide- der populista Jean-Bertrand Aristide
rado por Joaquín Balaguer1, que ma- puso al desnudo la resistencia oligár-
nipuló ese proceso para aumentar su quica al cambio democrático y la en-
caudal de votos, pero también como deblez institucional del Estado haitia-
reacción a las simpatías que en la po- no, a lo que siguió un golpe militar a
blación de migrantes y descendien- principios de la década de 1990. La re-
tes haitianos ganaba la figura de José acción internacional produjo el regre-
Francisco Peña Gómez (1937-1998), lí- so al poder de Aristide en 1994, y esos
der popular socialdemócrata y refe- mismos actores internacionales, sobre
rente del Partido Revolucionario Do- todo Estados Unidos, forzaron en la
minicano (prd). subsiguiente coyuntura un segundo
abandono del poder (y el exilio) del
Ya en 1990, Peña Gómez abrió una presidente. El balance de estos últimos
brecha para agrietar la tradicional po- años es desalentador: dos invasiones
lítica de exclusión de la participación extranjeras, ascenso al poder de René
social y el autoritarismo político. Al Préval –quien no logró estabilizar sus
fortalecerse desde el Estado una serie gobiernos–, crisis humana desatada
de alianzas conservadoras, como la por un terrible terremoto, ascenso al
que reunió el Frente Patriótico Nacio- poder del outsider de la política Michel
nal (fpn) en 1996, la cuestión de la in- Martelly2. La creciente influencia neo-
migración devino el foco articulador duvalierista bajo su gobierno y el for-
de un discurso político autoritario y talecimiento de la figura de Aristide
fue adquiriendo presencia en la are- han creado, además, un clima propi-
na política, pero sobre todo un gran cio para la existencia de un verdadero
poder ideológico en el partido que Estado fallido en Haití.
estaba alcanzando la hegemonía en
el Estado: el Partido de la Liberación
Dominicana (pld), parte del fpn. 1. Presidente de República Dominicana en los
periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996.
2. V. Stefanie Hanke y Arnold Antonin: «Haití:
En paralelo al proceso democratiza- el presidente inesperado» en Nueva Sociedad No
dor que se iba abriendo paso en Re- 234, 7-8/2011, disponible en <www.nuso.org>.
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República Dominicana: inmigración, exclusión social y despojo ciudadano

Otra consecuencia inesperada del con- A mitad del periodo de gobierno de


flicto haitiano de 1994 fue que, junto Mejía (2000-2004), hubo algunos con-
con el incremento del comercio bina- flictos de orden comercial en la fron-
cional, tras la vuelta al poder de Aristi- tera que revelaron que en esa región
de, la cooperación internacional creció existía un poder local establecido y
en la región fronteriza, lo que dio ini- que ya se había articulado un verda-
cio a un largo periodo de cooperación dero empresariado regional en torno
de la Unión Europea (ue), Canadá, del comercio, en la llamada Línea No-
eeuu y otros gobiernos, que se prolon- roeste. El regreso al poder de Fernán-
ga hasta hoy. Esto último ha sido un dez en 2004 (después de una primera
apoyo fundamental para el fortaleci- gestión en 1996-2000) coincidió con
miento de las capacidades de respues- la segunda mitad del segundo go-
ta de las poblaciones fronterizas –en bierno de Préval en Haití. Fue en ese
ambos países– a las transformaciones momento cuando las relaciones bi-
que trajo el comercio y, en general, al nacionales comenzaron a agrietarse;
cambio social. sin embargo, no se sacrificaron pro-
gramas de cooperación vigentes en el
El presidente dominicano Leonel Fer- plano ambiental y de salud.
nández heredó el acuerdo entre Préval
y Balaguer de 1996, en virtud del cual En este escenario optimista, en 2005
Haití y República Dominicana crea- ocurrió el conflicto de Hatillo Palma3.
ron una comisión permanente para la El acontecimiento desató una verda-
cooperación insular, la llamada Comi- dera crisis insular, tras las persecu-
sión Mixta Bilateral (cmb). Para ser jus- ciones que sufrieron en suelo domi-
tos, entre 1996 y 2000, durante el pri- nicano ciudadanos haitianos en la
mer gobierno de Leonel Fernández, Línea Noroeste. Como tal, el de Hati-
dicha comisión tuvo una intensa acti- llo Palma, al igual que muchos otros
vidad, se firmaron muchos acuerdos y conflictos locales, no hubiera pasado
se dio impulso a varios programas bila- de ser un simple altercado que invo-
terales, algunos aún vigentes, en mate- lucró a ciudadanos haitianos y do-
ria de salud, educación, sostenibilidad minicanos a propósito de problemas
ambiental, deportaciones y comercio. típicos de las relaciones interperso-
Sin embargo, el segundo gobierno de nales en el plano doméstico, sexual,
Préval, que en sus inicios coincidió con comercial o laboral. Pero lo que con-
la administración de Hipólito Mejía, dujo a la persecución masiva de ciu-
enfrentó serios problemas políticos, lo dadanos haitianos y a la crisis bina-
que prácticamente paralizó los traba-
jos de la cmb entre 2000 y 2004. Aun 3. En esas jornadas de violencia, dos haitianos
fueron asesinados a machetazos. V. «Gobierno
así, las relaciones bilaterales se mantu- dominicano rechaza la violencia en la fronte-
vieron en la buena senda. ra» en Alter Presse, 9/6/2005.
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cional fue el contexto, lo que obliga a samiento conservador neonaciona-


considerar al menos dos cuestiones: lista, el acontecimiento tiene su his-
el manejo del problema por la pren- toria, como producto de un proceso
sa y la actividad agitadora de grupos que puede identificarse en sus de-
neonacionalistas. terminantes y protagonistas. Por lo
pronto, si nos guiamos por los actores
Lo que debe llevar a la reflexión res- que hicieron de aquel un estandarte
pecto al caso de Hatillo Palma, visto de su agitación política, la década de
nueve años después, es la posibili- 1990 define su principal antecedente,
dad de que a partir de ese aconteci- su «prehistoria». Ello es así porque
miento se iniciara una onda expan- en esos años el antihaitianismo y la
siva de xenofobia y sentimientos propaganda antiinmigración fueron
nacionalistas a escala insular, cuyos ejes estratégicos del cerco conserva-
efectos estamos viendo hoy día tra- dor que se le tendió a Peña Gómez
ducidos en acciones como la senten- como principal líder nacional popu-
cia 168-13 del Tribunal Constitucio- lar en ascenso con reales posibilida-
nal. Me explico: hasta Hatillo Palma, des de alcanzar el poder en el perio-
los problemas típicos de las relacio- do 1990-1996.
nes entre los dos Estados –haitiano y
dominicano– eran los tradicionales: Aunque el prd ocupó el tercer lugar
desconfianza recíproca, choque de en las elecciones de 1990, el dato cen-
las agendas estratégicas de las can- tral es que ya se perfilaban sus posi-
cillerías, prejuicios seculares de tipo bilidades de estructuración efectiva
historicista o nacionalista, etc. Po- como opción de poder. En tal senti-
dría decirse que, hasta ese momento, do, la campaña de ese año anticipó lo
el balance de las tensiones insulares que unos años después constituiría
apuntaba hacia el fortalecimiento de un verdadero cerco político y doctri-
un nuevo clima de relaciones coope- nario contra Peña Gómez. En 1994 se
rativas entre los dos países. Desde cristalizó definitivamente esa estra-
ese punto de vista, si nos atenemos tegia y en 1996 se la continuó como
al periodo de construcción demo- programa de una alianza política. En
crática en la República Dominicana todo ese proceso, fueron la Fuerza
postrujillista (1961-2013), Hatillo Pal- Nacional Progresista (fnp) de Vincho
ma marca una ruptura. Pero, ¿qué Castillo y el balaguerismo histórico,
provocó ese hiato? y desde 1994 el pld, los partidos que
impulsaron el antihaitianismo como
Aun cuando Hatillo Palma no fue el recurso político. En ese lapso se armó
resultado de una «desavenencia his- y se dio forma básica a lo que sería el
tórica» constitutiva de las relaciones cerco conservador contra Peña Gó-
binacionales, como pretende el pen- mez, y el propio prd quedó neutra-
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República Dominicana: inmigración, exclusión social y despojo ciudadano

lizado por el chantaje ideológico que grupos conservadores de la alta clase


esta estrategia produciría sobre su media, de un empresariado temeroso
propia organización: el pseudona- de los cambios que imponía el mundo
cionalismo, la supuesta invasión si- globalizado, de sectores de las Fuer-
lenciosa de nacionales haitianos, la zas Armadas educados en el antihai-
puesta en cuestión de la identidad tianismo y el mostrenco nacionalis-
nacional dominicana, el peligro de mo, y finalmente, de los grupos más
«exterminio» de nuestra cultura, en- conservadores del alto clero católico.
tre otros de sus elementos.
A ello se añadió lo que quizás sea el
En ese marco se definió el estilo de asunto principal: el discurso de la fnp
relación con la vecina Haití en el pe- le brindaba a Fernández una alterna-
riodo subsiguiente. Lo afirmo puesto tiva racionalizadora de la nueva polí-
que, si bien Leonel Fernández llegó tica que estaba asumiendo el pld. En
al poder bajo los condicionantes de primer lugar, mantenía el perfil na-
una estrategia de alianza con la dere- cionalista que fue propio del pld en
cha más retrógrada y conservadora, su nacimiento, aunque ahora con un
a su vez heredaba compromisos defi- rostro reaccionario. La fnp perfila-
nidos con Haití tras la creación de la ba, además, una alternativa cohesio-
cmb por parte de Balaguer y Préval, nadora de todas las fuerzas políticas
al final del mandato del primero. A –mediante la invocación a la patria y
ello debe agregarse que efectivamen- al nacionalismo ante el enemigo ex-
te en ese momento Fernández no ha- terno–, que le permitía al presidente
bía cristalizado una visión definida articular un discurso que aspiraba a
frente a Haití que lo comprometiera liderar a todo el espectro político na-
con un estilo autoritario o conserva- cional (y cohesionar al ejército), sin el
dor a ese respecto. riesgo del nacionalismo de corte socia-
lista del prd. Ese discurso era militante
El sesgo conservador de Fernández en la defensa de la centralidad del Es-
vino después de su vuelta al poder en tado para la seguridad de la nación y el
2004 y, a mi criterio, fue el producto sostenimiento de la República, sin la
de tres elementos difícilmente sepa- faceta antiimperialista o antiempre-
rables. Fernández fue asumiendo a sarial de la vieja izquierda.
la fnp como una organización políti-
ca que le brindaba algunos servicios ■■El impacto de la inmigración
imprescindibles para el afianzamien- haitiana
to de su poder como nuevo líder de la
derecha del país. De alguna manera, República Dominicana es hoy una
el presidente entendió que esa fuer- nación migratoria por partida doble.
za política le aseguraba la lealtad de Más de un millón de dominicanos
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viven en el extranjero, concentrados grantes donde la indocumentación es


sobre todo en dos grandes ciudades más alta: apenas 1,8% de los jóvenes
de eeuu: Nueva York y Boston. A ello menores de 18 años tiene cédula de
se suma una emigración más tardía a identidad y solo 7,7% tiene pasapor-
Puerto Rico, Venezuela y Europa, so- te. Esta población se concentra hoy
bre todo a España. Por otro lado, el principalmente en las grandes ciu-
país acoge a una población inmigran- dades (Santo Domingo y Santiago),
te que para 2012 alcanzaba las 524.632 aunque las áreas rurales mantienen
personas, como indica la Encuesta cierta relevancia. El índice de des-
Nacional de Inmigrantes (eni). A su empleo de la población haitiana es
vez, los hijos de inmigrantes nacidos de 12,3%, y la cifra se eleva a 26,6%
en el país sumaban 244.161 personas entre las mujeres5.
para el mismo año. Esto significa que
5,4% de la población que reside en el Entre 2002 y 2012, la población inmi-
país es inmigrante y 7,9% es de origen grante vinculada a la actividad eco-
extranjero. nómica se incrementó en unas 100.000
personas, mientras que toda la pobla-
La inmigración es predominantemen- ción económicamente activa (pea) au-
te haitiana, alcanzando el 87,3% del to- mentó en 800.000 personas, incluidos
tal de inmigrantes (458.000 personas), nativos e inmigrantes. Esto supuso
y está compuesta esencialmente por que la población trabajadora inmigran-
jóvenes trabajadores (77%). Se trata te incrementara su presencia relativa
sobre todo de trabajadores inmigran- en el volumen general de la pea ocu-
tes hombres (65%), aunque en los úl- pada, para pasar de 6% en 2002 a 7%
timos tiempos las mujeres haitianas en 2012. Los trabajadores migratorios
han venido ocupando espacios rele- se concentran en cuatro sectores bási-
vantes4. cos: agropecuario (35,7%), construccio-
nes urbanas (25,9%), comercio (16,5%) y
Contra la opinión generalizada, la servicios (10,4%), con un fuerte peso del
población inmigrante haitiana tiene trabajo informal (44,8%). En este pro-
un elevado índice de documentación: ceso, la actividad agropecuaria ha
83,4% posee algún tipo de documento
de identificación (acta de nacimiento 4. Datos tomados del Informe general 2012 de la
o de bautismo, pasaporte o cédula de Encuesta Nacional de Inmigrantes en Repúbli-
ca Dominicana (eni), estudio auspiciado por
identidad). Casi todos estos inmigran- el Fondo de Población de las Naciones Unidas
tes tienen acta de nacimiento del país (unfpa, por sus siglas en inglés) y la Oficina
Nacional de Estadísticas de República Domi-
de origen (92,6%) y un poco más de la nicana, Santo Domingo, 2013.
mitad tiene cédula de identidad hai- 5. V. unfpa: Inmigración, género y mercado de
trabajo en la República Dominicana. Estudio com-
tiana (52%), aunque solo 37,8% posee plementario eni 2012, Naciones Unidas, Santo
pasaporte. Es entre los jóvenes inmi- Domingo, 2013.
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República Dominicana: inmigración, exclusión social y despojo ciudadano

ido perdiendo importancia relativa crática, ya que fortalece un naciona-


en la concentración del trabajo in- lismo intolerante que persigue unifi-
migrante y han ganado peso las ac- car la voluntad «nacional» en torno de
tividades urbanas informales, sobre un esquema conflictivo y autoritario,
todo en servicios y comercio y em- cuyo eje articulador es el antagonis-
pleos precarios. mo con Haití.

Finalmente, deben destacarse los ma- Si se aprecian las cosas con calma, la
gros salarios de los inmigrantes. Para política de exclusión social y de dé-
2012, según la eni 2012, el salario bil ciudadanía en que se ha apoyado
promedio de los inmigrantes haitia- la construcción democrática domi-
nos era de 10.261 pesos dominicanos nicana reconoce en la inmigración
mensuales, equivalentes a 248 dóla- de jornaleros haitianos las bases de
res. Sin embargo, en las actividades una política de costos salariales ba-
agropecuarias el salario mensual de jos, y ha encontrado en la exclusión
los inmigrantes haitianos se reducía social y política de sus descendientes
a 6.231 pesos dominicanos (144 dóla- las condiciones que permiten orga-
res). Las mujeres inmigrantes haitia- nizar un modelo de dominación en
nas eran las que tenían salarios más el mundo del trabajo, especialmente
precarios, pues estos apenas se ele- sobre aquellos niveles de menor de-
vaban a 8.106 pesos mensuales (188 manda de calificación y formación
dólares), mientras en los hombres al- socioprofesional, donde precisamen-
canzaban los 10.721 pesos mensuales te se concentra la inmigración de na-
(249 dólares). En cambio, entre los in- cionales haitianos.
migrantes de otros países el salario
promedio mensual ascendía a 39.317 En efecto, lo que hizo la sentencia 168-
pesos, equivalentes a 914 dólares. 13 del Tribunal Constitucional fue
asumir una estrategia de exclusión
■■La sentencia 168-13 del Tribunal ciudadana respecto a los inmigrantes
Constitucional para mantenerlos como grupo abier-
tamente fuera de la ciudadanía, y a
La sentencia 168-13 del Tribunal Cons- sus descendientes, como ciudadanos
titucional debe verse como un pro- de segunda, de hecho como no ciuda-
ducto directo del proceso de pérdida danos, in extremis como una minoría
de poder ciudadano y exclusión so- apátrida. De esa forma, podemos in-
cial que intenta asumir por la vía au- terpretar la sentencia como una de-
toritaria los problemas que genera la cisión que intenta sellar el destino de
masiva inmigración haitiana en Santo los descendientes de los inmigrantes
Domingo. Esta sentencia debilita las haitianos como un grupo no nacional
bases ciudadanas de la vida demo- y, por esta vía, producir un vuelco
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hegemónico de la política dominica- la Comunidad del Caribe (Caricom),


na hacia un esquema autoritario que orientado a hacer retroceder la senten-
se apoyaría en decisiones unilatera- cia. Aunque Haití mantenía su posi-
les de las elites dirigentes del Estado, ción, fueron el primer ministro Ralph
una política de exclusión que socava- Gonzalves de San Vincente y las Gra-
ría el poder ciudadano en el Estado de nadinas y su cancillería6 quienes se
derecho, una estrategia de rechazo y mostraron más duros con la medida,
conflicto con Haití y un esquema ais- posición a la que se sumaron después
lacionista en el plano internacional. otras naciones caribeñas, como Trini-
dad y Tobago. Del mismo modo, en la
Es en este marco donde debemos apre- Caricom todo apuntaba al rechazo de
ciar la reacción haitiana ante la senten- plano de la posición frente a República
cia. La posición tempranamente asumi- Dominicana, lo que se plasmó en la de-
da por Puerto Príncipe fue beligerante. cisión de congelar el proceso de entra-
Esto se observó con claridad en las de- da del país de la organización, con con-
claraciones de su delegación en la re- secuencias en relación con el Acuerdo
unión de la Organización de Estados de Asociación Económica (epa, por sus
Americanos (oea) en Washington, siglas en inglés) que beneficia a Repú-
convocada a petición de San Vicente y blica Dominicana con condiciones pri-
las Granadinas. En ese encuentro de vilegiadas para la exportación de ba-
embajadores, se pudo percibir clara- nano al mercado europeo.
mente el perfil de la crisis. Haití asu-
mió una posición crítica, definiendo Con estos sucesos en la escena regio-
como violatorio de derechos huma- nal, Haití recrudeció su posición de
nos fundamentales el contenido de rechazo a la sentencia. En este contex-
la sentencia, y lo mismo manifestaron to, se produjo la visita de la Comisión
otros gobiernos caribeños. Si bien Ve- Interamericana de Derechos Huma-
nezuela no expresó la misma belige- nos (cidh) a República Dominicana,
rancia, dejó entrever que, en efecto, la como consecuencia de una solicitud
sentencia cuestionaba derechos fun- algo forzada que el gobierno del ac-
damentales. Incluso el secretario ge- tual presidente dominicano, Danilo
neral de la oea, José Miguel Insulza, Medina, le hiciera a la Comisión.
expresó que, si bien había que buscar
un entendimiento razonable, le pa- La realidad es que Haití, más que
recía que el asunto era un típico caso defender a los ciudadanos de origen
donde derechos humanos fundamen- haitiano, parecía buscar sacar parti-
tales estaban puestos en entredicho. do de una complicada situación en la

6. En el momento en que se dictó la sentencia


A partir de esa reunión se inició un 168/13, San Vicente y las Granadinas ocupaba
fuerte cabildeo entre los países de la posición directiva rotativa del Caricom.
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República Dominicana: inmigración, exclusión social y despojo ciudadano

que, en efecto, República Dominica- Lo que sí ha buscado Haití en el caso


na estaba violando los derechos hu- que nos ocupa, por la magnitud y na-
manos de una significativa cantidad turaleza del problema que ha desatado
de sus habitantes, descendientes en la sentencia 168-13 del Tribunal Cons-
su mayoría de inmigrantes haitianos, titucional en materia de derechos hu-
pero que habían nacido en suelo domi- manos, es sencillamente beneficiarse
nicano y tenían el derecho de naciona- de una situación creada en Repúbli-
lidad. Haití lo hacía sabiendo que era ca Dominicana, a fin de fortalecer su
a organismos como la oea y la cidh a posición ante eeuu, pasar a predomi-
quienes les correspondía en rigor asu- nar en el Foro del Caribe (Cariforum)
mir el rechazo regional a la sentencia. y establecer una mayor cercanía con
Pero también lo hacía buscando repo- el Caricom. Con estos pasos, debemos
sicionarse frente a una agenda más admitir que Haití ha recompuesto su
amplia, en la que la migración de sus situación respecto a la hegemonía en
nacionales fue históricamente mane- la isla y está obligando a renegociar
jada como carta negociadora ante los relaciones comerciales y económicas
temas comerciales y de cooperación dominicanas en el plano insular. Por
internacional que siempre habían dis- lo demás, con el discurso defensor de
tanciado a las cancillerías dominicana los derechos humanos, el grupo en el
y haitiana. poder en Haití ha ganado legitimidad
tanto entre su diáspora como entre sec-
La verdad es que Haití, como país ex- tores de la población haitiana, así como
pulsor masivo de mano de obra hacia ante organismos de cooperación, lo
su vecino occidental, ha hecho pre- cual le facilita su batalla política local7.
dominar en su agenda de relaciones
bilaterales la cuestión migratoria, por Pero al asumir como suya la causa
encima de la agenda comercial. En la de los dominicanos desnacionaliza-
posición haitiana, no hay a mi juicio dos de origen haitiano, Haití termina
ninguna agenda oculta que preten- identificándolos como sus nacionales
da imponer a República Dominica- en el debate público, con las conse-
na una agenda global de fusión con cuencias negativas que esto les aca-
Haití. En sus difíciles relaciones, rrea a la hora de reclamar sus dere-
ambos países simplemente reaccio- chos como ciudadanos dominicanos.
nan ante los hechos y tratan de sa- La posición de Haití sería inatacable
car ventajas de las coyunturas: Haití, si simplemente apelara a la cadena de
por el lado de las migraciones, trata exclusiones históricas que ha condu-
de sacar ventaja en materia comer-
cial y de desarrollo fronterizo, y Re- 7. En lo que tiene que ver con el comercio y las
relaciones económicas en general, Haití prohi-
pública Dominicana hace lo mismo bió las importaciones de huevos y de plásticos
por el lado del comercio. provenientes de República Dominicana.
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cido a la desnacionalización de este asunto. Claro está, lo correcto de-


grupo de ciudadanos, pero Puerto bió haber sido discutir el problema
Príncipe se equivoca al confundir lo en el adecuado espacio regional: la
que es un tema de derechos humanos cidh. Pero era inevitable esa discu-
fundamentales, como es la cuestión sión en el marco binacional, porque
de los derechos a la nacionalidad que de lo contrario el gobierno dominica-
la sentencia 168-13 pretende negarles no hubiera aparecido como intransi-
a los afectados, con uno de carácter gente y hubiera quedado mal parado
internacional: el de los derechos hu- ante Venezuela y el Caricom. El pre-
manos de los inmigrantes. Al preten- sidente Medina hizo sencillamen-
der imponerse en la primera cuestión te lo único que podía hacer: aceptar
con argumentos y razones propias de discutir la sentencia y recalcar que lo
la defensa de la segunda, ha debilita- que se pudiera hacer para defender
do a los dominicanos de origen hai- los derechos de los afectados corres-
tiano que buscaba defender. pondía exclusivamente al Estado do-
minicano. Pero con ello, sin embargo,
Esto plantea un problema de hondo dejó en el mismo sitio la discusión
calado: ¿tiene el Estado haitiano real del problema.
interés en proteger a sus inmigran-
tes y a los dominicanos que descien- Aquí se ponen en evidencia las limita-
den de estos? No es difícil ponerlo ciones de la propuesta del gobierno y
en duda, aunque es claro que en la la propia sugerencia del ex-presidente
sociedad haitiana hay grupos polí- Fernández: un plan de naturalización
ticos, intelectuales y organizaciones especial como estrategia de solución
de la sociedad civil que sí luchan por a la evidente violación de derechos
la defensa de los derechos de ambos de los afectados y como mecanismo
conglomerados humanos. de respuesta a las críticas de la comu-
nidad internacional. El problema es
Mi criterio es que, en relación con esta
que este plan es aplicable a «extranje-
problemática, el Estado haitiano (no la
ros» que desean hacerse dominicanos,
nación haitiana) lo que ha estado ha-
no a personas que son precisamente
ciendo es sacar ventaja de la situación
dominicanas, como ya lo ha advertido
de clara violación de los derechos a la
la propia cidh.
nacionalidad de los dominicanos de
origen haitiano, fortaleciendo de ese
modo su agenda particular, que se
■■Las posibilidades del futuro
inmediato
orienta al comercio y los recursos que
aporta la cooperación.
Lo discutido hasta aquí debe condu-
Por su parte, el Estado dominicano cir al presidente Medina y a los res-
no pudo evadir la discusión de este ponsables del Estado a pensar el fu-
15 Coyuntura
República Dominicana: inmigración, exclusión social y despojo ciudadano

turo evaluando con responsabilidad Por sus resultados, esta situación


la experiencia. El primer elemento agrietaría las ya tensas relaciones re-
que debe asumirse es que, de seguir- gionales en el Caribe y, a la larga, trae-
se la ruta de la sentencia, el Estado ría problemas al país no solo con Haití,
dominicano tendría que asumir más sino con Centroamérica y Venezuela,
temprano que tarde el «choque de y abriría espacios de tensiones con la
trenes» con el sistema internacional propia ue y con eeuu. Si el gobierno
que salvaguarda los derechos huma- mantiene, pues, su propuesta de na-
nos. En nuestra región, esto condu- turalización rápida como solución de
ce a un enfrentamiento con la cidh compromiso, deberá asumir las conse-
y al conflicto de jurisdicciones. En cuencias del aislamiento regional en
esa situación, el poder central tiene el plano político y sus consecuencias
la opción de desacatar la sentencia económicas en un nivel más amplio
del Tribunal Constitucional y asumir (turismo, cooperación internacional,
las recomendaciones de la cidh, aco- facilidades para el comercio, etc.).
giéndose al artículo de la Constitu-
ción dominicana que establece que, Cualquiera sea la opción que final-
en lo que respecta a derechos huma- mente tome el Estado dominicano,
nos, predominan las disposiciones se producirán resultados inevitables
de los tratados internacionales por en el marco de las relaciones de los
sobre la legislación interna. Pero, en poderes del Estado entre sí, en las re-
la práctica, esto implicaría un des- laciones de este con el sistema inter-
acuerdo entre los poderes del Estado, nacional, en las relaciones políticas
que a la larga debería resolverse en que sostienen las alianzas del par-
el Congreso y, en todo caso, median- tido gobernante (pld) y en el equi-
te un acuerdo entre los actores polí- librio mismo de fuerzas del gobier-
ticos. El gobierno ha tratado de eva- no. Algunas de esas consecuencias
dir ese choque con su propuesta de serían virtuosas: por ejemplo, el go-
naturalización vía una ley especial bierno central ya se ha visto obligado
que el presidente Medina ha reitera- a reconfigurar su política migratoria
do que enviará al Poder Legislativo. y, en la práctica, esto podría forzar al
Con ello intenta también conciliar los presidente Medina a llevar adelante
extremos, ya que su propuesta cons- una verdadera política exterior ha-
tituye simplemente una vía rápida de cia Haití y un reordenamiento insti-
ciudadanía a medias, otorgada preci- tucional que fortalezca el Estado de
samente a extranjeros. Por ello, resul- derecho.
ta difícil que esa propuesta, con todo
y lo bien intencionado que parece Pero las consecuencias perversas que
su diseño, sea aceptada por la cidh podría acarrear la situación creada
como fórmula de compromiso. parecen bastante claras: a) el forta-
Nueva Sociedad 251 16
Wilfredo Lozano

lecimiento de opciones políticas de de Medina en el interior del pld8. De-


ultraderecha, como la fnp, y, en ese pende, por lo demás, de la sensatez
sentido, a partir de 2016 –cuando se y prudencia que demuestren actores
elija un nuevo Congreso–, la estruc- fundamentales como el alto clero ca-
turación de una fuerza congresional tólico, la prensa, el empresariado or-
cohesionada y militante que amena- ganizado y la propia sociedad civil.
ce con un giro autoritario abierto en La prudencia e inteligencia que estos
relación con Haití, con los previsibles actores tienen que desplegar debe em-
efectos en la sociedad civil y el siste- plearse a fondo para frenar la política
ma de partidos; b) un peligroso aisla- del miedo y el aislacionismo interna-
miento del país, que difícilmente el cional a los que conducen la intoleran-
empresariado y el gobierno central cia, el ansia de poder y el autoritaris-
puedan soportar por mucho tiempo mo, que hoy cuestionan los precarios
y que produciría efectos negativos logros de la vida democrática domi-
en cuanto a los niveles de vida de la nicana.
clase media y los grupos populares,
pero que sobre todo crearía un clima
de tensión con los principales actores
regionales con los que el país mantie-
8. A la hora de entrar en prensa este artículo
ne relaciones necesarias para soste- (abril de 2014), se estaba a la espera de una
ner el crecimiento económico: eeuu, propuesta de ley especial que Medina se ha
comprometido a enviar al Congreso, a fin de
Canadá, Venezuela y la ue; y c) ma- producir una vía que no contravenga la sen-
yor tensión con Haití y, por esa vía, tencia 168-13 del Tribunal Constitucional y
respete los derechos de los descendientes de
un empeoramiento en el manejo de
inmigrantes irregulares. La idea es proponer
la política migratoria. un mecanismo (ley) de reconocimiento de na-
cionalidad a los hijos de inmigrantes irregula-
res nacidos en el país que tengan documenta-
Todo depende de la claridad política ción o se les haya sustraído, al tiempo que a los
que tengan las autoridades que hoy propiamente indocumentados se les propone
un esquema de naturalización con facilidades
manejan el gobierno central, de la especiales. La propuesta parece haber encon-
madurez de las fuerzas políticas in- trado aceptación en Leonel Fernández, pero
aun así la resistencia conservadora en el es-
ternas del partido gobernante y, so- pectro político dominicano se mantiene, sobre
bre todo, del poder de Fernández y todo en los grupos ultranacionalistas.

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