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Anthony Morris- Jehová “sabe bien cómo estamos formados” (Sal.

103;14)

El texto de hoy dice que Jehová, que por supuesto es el Creador, sabe bien cómo
estamos formados. Y, cuando dice aquí que se acuerda de que somos polvo, para
nada quiere decir que no tengamos ningún valor a los ojos de Dios. A él le
importamos, seamos hombres o mujeres. No podemos decirle: “Tú no me
entiendes”. Él es nuestro Creador. Él nos entiende y se preocupa por nosotros.
Las cosas que están pasando ahora en el mundo también están afectando al
pueblo de Dios. Según algunos informes, hay personas que por culpa de esta
pandemia están teniendo incluso pesadillas. Así que pueden imaginarse lo
ocupado que está el Cuerpo Gobernante. Estamos dándoles instrucciones muy
específicas a las sucursales dependiendo de las necesidades de cada lugar. Así
que podría ser muy fácil concentrarse solo en los problemas que tenemos, pero
esta mañana vamos a concentrarnos en el futuro. Yo creo que eso es lo que
Jehová quiere que hagamos. Somos realistas, pero nos centramos en el futuro.
Y haciendo eso estaremos siguiendo el consejo de Isaías, capítulo 48. Es un texto
muy conocido que hay que tomarse en serio. Isaías 48:17: “Esto es lo que dice
Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: ‘Yo, Jehová, soy tu Dios, el que te
enseña por tu propio bien, el que te guía por el camino en que debes andar’ ”.
¡Qué idea tan bonita! Jehová nos enseña. Y no es egoísta, como dice la nota,
beneficiarnos a nosotros mismos o hacer algo por nuestro propio bien. ¿Y qué
podemos hacer por nuestro propio bien en estos últimos días difíciles de soportar?
Bueno, concentrarnos en el futuro. Sabemos lo que está pasando. Tenemos los
informes del Cuerpo Gobernante. Aquí en Estados Unidos recibimos informes del
Comité de Sucursal, en Canadá también. Pero es bueno pensar en el futuro,
especialmente cuando nos sentimos angustiados por la situación. Y quisiera
comentar con ustedes algunas ideas del libro Adoración pura. Este libro es un
regalo de Jehová para todo su pueblo. Algunas de estas ideas están sacadas del
capítulo 9, párrafos 35 y 36, y nos ayudarán a centrarnos en el futuro: “Los siervos
de Jehová vivimos en una tierra espiritualmente restaurada, es decir, un paraíso
espiritual, donde todos somos personas de provecho y llevamos vidas que giran
en torno al servicio sagrado”. Y qué cierto es esto en el caso de todos los que
estamos en Betel. Nuestra vida gira en torno al servicio sagrado. ¿Y qué nos
espera en el futuro, que es en lo que queremos concentrarnos? El libro dice:
“Después de [...] Armagedón, Jesús seguirá adelante con su trabajo de
restauración, [...] incluirá la Tierra en sentido literal. [...] Dirigirá a los seres
humanos para transformar todo el planeta en [...] un paraíso, ¡lo que Jehová
quería desde un principio!”. ¡Qué idea tan bonita! Los animamos a que, durante
estos últimos días, mediten en todo lo que Jehová nos ha prometido para el futuro.
Así que llegará el día, en el futuro, en el que no tendremos nada que temer.
No habrá nada que nos haga daño, ni los virus. Ahora, hay un texto de la Biblia
que me gustaría leer con ustedes. La verdad es que no lo usamos mucho, pero
deja este asunto muy claro. Está en Ezequiel, capítulo 34. Ezequiel, capítulo 34.
Y vamos a leer el versículo 25. Esta es la promesa: “Haré con ellas un pacto de
paz y eliminaré del país a las fieras salvajes para que mis ovejas vivan seguras en
el desierto y duerman en los bosques”. ¿Se imaginan esto, poder dormir en un
bosque sin miedo a los animales salvajes? Bueno, eso es lo que Jehová promete.
¿Se imaginan la escena? El Departamento de Arte nos ayuda a imaginarnos esta
escena. Fíjense en esta obra de arte que tenemos en el libro Adoración pura.
Si tienen una pantalla grande, como la de la tele, podrán ver algunos detalles que
en un libro se pierden fácilmente. Si la observan bien, verán todas esas
luciérnagas brillando, una bonita luna llena... Es preciosa. Y, cuando ampliamos
este maravilloso dibujo, podemos ver muchos detalles que quizá antes, en el libro
o en una imagen más pequeña, no se apreciaban. Por ejemplo, en la imagen
vemos a una muchacha que está durmiendo plácidamente recostada en el árbol,
pero justo encima de su cabeza hay algo. ¿Se han fijado en lo que es? Es una
pantera. Este es un detalle que puede pasarse fácilmente por alto en el libro. Pero,
si se fijan un poco más, verán que tiene la pata ahí colgando. No sabemos si es
macho o hembra. Pero lo que está claro es que es una pantera que está
durmiendo tan tranquila. Es más, casi se pueden escuchar los sonidos de los
insectos que hay en el bosque. Se respira seguridad. Es increíble, ¿verdad? Por
cierto, ¿se han fijado en lo que hay en la imagen arriba a la derecha? Si se fijan
bien, verán un búho. No está preocupado en absoluto. Está ahí mirando a la
pantera... ¿Y qué estará pensando? Puede que piense: “Vaya, ahí está la pantera
durmiendo otra vez”. Claro, los animales no piensan como las personas. Pero el
caso es que todos se sienten seguros. Esto es lo que va a pasar en el futuro.
Jehová lo ha prometido. ¡Cuánto agradecemos esta maravillosa obra de arte!
Meditemos mucho en esta preciosa escena. Imaginémonos en ella. A muchos de
ustedes les encanta la naturaleza. ¿Y qué hay de los que han crecido en la
ciudad? Bueno, ellos también aprenderán a amarla, se lo aseguro. Ese es el futuro
que Jehová quiere para su pueblo. Meditemos en ello. Así que los animamos a
concentrarse en el futuro, porque sabemos que tendremos más oposición. Esa es
la realidad. Vamos a tener que enfrentarnos a más pruebas. Ya veremos qué
pasa. Pero, mientras, no nos centremos en los problemas. Afrontémoslos y
sigamos las instrucciones de la organización. Estos son “tiempos críticos”,
“difíciles de soportar”. Pero concentrémonos en las promesas de Jehová para el
futuro. Finalmente, vamos a leer Hebreos, capítulo 6. Hebreos 6. Este consejo va
dirigido en particular a los ungidos, que tienen la esperanza de vivir en el cielo.
Pero, por extensión, también a ustedes, los que tienen la esperanza de vivir para
siempre aquí en la Tierra en un precioso paraíso que Jesús traerá. El versículo 18
dice que hay “cosas que no cambian” y destaca la idea de que “es imposible que
Dios mienta”. Lo que hemos visto hoy no es una mentira. Es imposible que Jehová
mienta. Y el consejo es que nos aferremos a la esperanza que está ante nosotros.
Si hacemos eso, pasará lo que dice el versículo 19. Nuestra esperanza será como
un ancla para el alma, segura y firme. Así que la esperanza de vivir para siempre
en un paraíso aquí en la Tierra será como un ancla para ustedes. Pero tienen que
meditar en ello. No debemos centrarnos en los problemas de estos tiempos
críticos y decir: “Ay, Jehová”. No. Centrémonos en el futuro. Esta promesa es
como un ancla que nos ayudará a controlar nuestras emociones y nuestros
pensamientos en estos últimos días tan difíciles de soportar. Estamos deseando
que llegue el día en el que se cumplan las promesas de Ezequiel, capítulo 34, y
no haya más fieras salvajes por ningún sitio y podamos dormir seguros en mitad
de un bosque.

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