Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
una práctica intelectual constituida por aproximaciones críticas sobre la cultura y su vinculación
con la esfera política desde las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, su genealogía se puede
de América Latina con la modernidad y los procesos de modernización en paralelo con el auge de
sus emergentes naciones e identidades nacionales. Relaciones que implican una serie de
En este comentario
referentes anglosajones, Restrepo (2012) distingue entre aquellos que se desarrollan sobre, de los
que se realizan desde América Latina. Si se atiende a la ensayística del tardo siglo XIX
como con Alfonso Reyes y Rodó, se puede identificar la necesidad común, más allá de las
tendencias y ethos particulares, de reflexión sobre aspectos ligados a las dinámicas y estructuras
culturales latinoamericanos´ constituyen un campo desde mucho antes de que existiese esa
etiqueta” (p.170). Por otro lado, es evidente que han cristalizado procesos de apropiación y
latinoamericanos:
“…parece ser la de no considerarlos como una simple extensión, una copia más o menos
diletante, de los británicos de los sesenta o de los estadounidenses de finales de los ochenta y
principios de los noventa. No reducirlos a un apéndice tardío de los estudios culturales en otras
partes del mundo es el gesto que sostiene el argumento de que lo que se ha hecho en América
Latina en torno a las elaboraciones críticas que incorporan lo cultural son estudios culturales
Este gesto es asumido en sus trabajos por diversas figuras de los estudios culturales
los proyectos intelectuales escritos desde América latina, sin mistificar su heterogeneidad en
estos proyectos intelectuales, siguiendo a John Beverly (2003), se puede cartografiar desde
cuatro aristas:
“1. los estudios culturales, donde encuadra el trabajo de Néstor García Canclini y Jesús Martín-
Barbero;
2.- las diferentes vertientes de crítica cultural, donde ubica los aportes de Nelly Richard, Alberto
4. los estudios de la subalternidad, donde por aquel entonces situaba su trabajo y el de otros
Más allá de las tensiones generadas por el debate en torno a la genealogía de los
un cuestionario: posiciones y situaciones” del libro editado por Nelly Richard en 2010, En
torno a los estudios culturales. Localidades, trayectorias y disputas, ajustan las condiciones
clave de hegemonía. Vale decir, posicionar en el centro una mirada no sustancialista del
cerrado” sino como intersección de mundos distintos en que los sujetos participan de
como horizonte hacia el cual dirigirlos, para asumir la urgencia política de conformar un
sentido común desde distintas disciplinas como modelo epistémico y de las relaciones de
Notas híbridas
Bajo las premisas precedentes en torno a los debates sobre la genealogía, métodos, valor
epistémico y compromiso político del intelectual que se posiciona desde el locus de enunciación de
los estudios culturales latinoamericanos, Néstor García Canclini, se aproxima sobre los
folklore y los estudios comunicacionales que suelen tratar estos fenómenos de forma separada.
Algunas preguntas preliminares que estructuran su trabajo se formulan bajo el cruce de estos
objetos de estudio:
por qué las vanguardias artísticas se sienten atraídas por lo tradicional y hasta lo primitivo, cómo se han
comportado Octavio Paz y Jorge Luis Borges ante la televisión, qué les pasa a los monumentos históricos
cuando interactúan en las grandes ciudades con la publicidad comercial y los graffitis. (García Canclini 11).
autenticidades nacionales o artísticas populares”. Por lo que, estudiar las culturas es ocuparse de
mezclas. Dice Canclini que ser “argenmex” le permitió tomar distancia de la miopía de los liberales
sarmentinos que absolutizaron lo europeo, como de los populismos que aún persiguen un ser
nacional “puro”. En este sentido, es importante como generador de distancia crítica, en tanto
operación metodológica, el papel del humor: permite desplazar los estilos, desacralizar los
esencialismos identitarios del barrio, etnia, nación o cualquiera otra comunidad imaginada
supuestamente homogénea.
Canclini pretende atravesar las artes, los géneros, las épocas y las culturas. Su propia
biculturalidad es síntoma de la situación de varios países. Por ejemplo, México parte como
indígena, se hibrida durante la colonia y la revolución y aún hoy trata de resolver los dilemas que
le dejó ser la Nueva España para conectarse con Norteamérica. O Argentina, que lucha por
liberarse de lo que le queda como Virreinato del sur, donde sus intelectuales aún discuten las
por en el contexto sociopolítico latinoamericano de los noventa sobre las estrategias para entrar y
como principal objetivo según pregonan políticos, economistas y la publicidad de siempre nuevas
durante los ochenta se ha instalado como situación natural. Por otro lado, perdió sentido ser
praxis política. Según Canclini, las diferencias entre las visiones de la modernidad, las divergencias
hipótesis se lee: “La incertidumbre frente al sentido y valor de la modernidad deriva no solo de lo
que separa a naciones, etnias y clases, sino a los cruces socioculturales en que lo tradicional y
catálogos de arte de vanguardia sobre la mesa del televisor?, ¿qué buscan los artistas en la
de retail: prendas chic con estampados de la iconografía andina. No solo se trata de estrategias de
que migrantes campesinos adaptan sus saberes en la ciudad. Por ejemplo, entrar al mercado y
usar dinero cuando vienen de un sistema de intercambio de productos, trueque. Obreros que
reformulan su cultura laboral frente a nuevas tecnologías productivas sin abandonar creencias
antiguas.
ejemplo, los Jaivas que combinan la zampoña con el melotrón musicalizando un poema de Neruda
en Machu Picchu. Esta reconversión afecta a todos los sectores productores de bienes simbólicos.
Según Canclini frente a estos fenómenos no funciona la oposición irreconciliable entre tradicional
y moderno, tampoco las categorías de culto, popular, masivo están donde creemos. Canclini tiene
una visión “hojaldrada”, de múltiples planos en movimiento, del mundo de la cultura. Es necesario
deconstruir, ver si es posible leer su hibridación por separado: lo culto por la historia del arte y la
literatura; lo popular por el folclor y la antropología; lo masivo: por las teorías de la comunicación
sobre las culturas masivas. Las ciencias sociales deben ser nómadas que no solo logren transitar lo
puede concebir otro modo de pensar la modernización latinoamericana. Más que fetichizarla
como “una fuerza ajena y dominante” que borraría lo tradicional de la faz de esta tierra, entender
este proceso como “los intentos de renovación con que diversos sectores se hacen cargo de la
consecuencias que desbordan la investigación cultural hacia lo político. Entender por qué existen
En el estudio de la heterogeneidad cultural: una vía para explicar los poderes oblicuos que
entreveran instituciones liberales con hábitos autoritarios, movimientos sociales democráticos con
1.- cómo estudiar las culturas híbridas que constituyen la modernidad latinoamericana.
2.- reunir los saberes parciales: es posible elaborar una interpretación de las contradicciones y de
3.- ¿qué hacer con esta mezcla de memoria heterogénea e innovaciones truncas? Cuando la
proyecto inacabado.
Para analizar los cruces no serviría un artefacto lineal, secuencial como un libro o una
película. Se debe leer la ciudad como un texto rizomático con distintas entradas dentro de la cual
se mezcla todo. Pero incluso la ciudad ya no es lo que era o pretendía ser, una proyección en
hormigón de un orden ideal. La ciudad se hibrida. Cohabitan migrantes en los márgenes. Las
ciencias sociales contribuyen a la confusión. Cada una llega por caminos distintos y distintos
superponen:
-Culto: configurado por la historia del arte y la literatura y las ciencias que apuntan a ciertos
-Popular: estudiado antropología y folclor, los populismos políticos que reivindican el saber y sus
prácticas tradicionales.
semiólogos.
Por otro lado, Canclini tensiona la oposición entre tradicionalistas y modernizadores que
tratan de construir objetos puros. Los primeros, imagina culturas nacionales y populares
extranjeras. Los segundos se anclan en la idea del arte por el arte o el saber por el saber. En
oponen lo moderno y lo tradicional, así los mitos serían sustituidos por el conocimiento científico,
el libro por la tele, la artesanía por la industria. Pero existe una visión más compleja sobre las
relaciones entre tradición y modernidad: hay cruces. Lo culto tradicional no es borrado por la
industrialización de los bienes simbólicos. Por ejemplo, “El nombre de la rosa” puede ser tema de
debate hermenéutico, pero también un best-seller. Los libros de García Márquez o Vargas-Llosa
Lo popular no sería lo que se extingue sino lo que se transforma. La difusión del folclor,
por ejemplo, cumple con dos funciones: una tradicional, de dar trabajo a indígenas y campesinos y
una moderna: ser distinción para turistas y consumidores urbanos que encuentran este signo de
los disminuye y reubica en el conjunto del mercado simbólico. Es una dinámica, un proceso en que
el mercado desvanece las fronteras, diluye los órdenes simbólicos específicos, de los universos
multicondicionadas por actores más allá de lo artístico o simbólico. Por elites que configuran el
define por su esencia a priori, sino a través de las estrategias inestables, diversas, con que
construyen sus posiciones los subalternos. Son los agentes culturales (folcloristas, antropólogos,
por ejemplo) quienes ponen en escena la cultura popular en los muesos o academias y dictan lo
que debe ser. Los cambios en los mercados simbólicos o radicalizan el proyecto moderno o llevan
finalmente a una situación posmoderna de ruptura con lo anterior. Canclini invita a repensar el
Este esquema simplifica en una visión deficiente a la modernidad canonizada desde las
metrópolis o a la inversa, como somos la patria del pastiche, de lo híbrido, seríamos hace siglos
Se trata de ver cómo, dentro de la crisis de la modernidad occidental -de la que américa Latina es
parte-, se transforman las relaciones entre tradición, modernismo cultural y modernización socioeconómica.
Para eso hay que ir más allá de le especulación filosófica y el intuicionismo estético dominantes en la
bibliografía posmoderna.