Está en la página 1de 13

Maestría en Historia

Curso: Seminario sobre sociedad, estado y poder en el Perú Colonial

Profesor: Carlos Gálvez Peña

Alumno: Eduardo Jesús Gutiérrez Silva

Código: 20163658
Los Agüero y el repartimiento de Lunahuaná
Don Diego de Agüero y Sandoval natural de la Villa de Deleitosa ubicada al oriente de
Extremadura[1], en 1530 se embarcó desde España como parte de los conquistadores y
descubridores que acompañaron al adelantado gobernador don Francisco Pizarro para la
Conquista del Perú[2].

En 1531 llegó a Panamá donde pasó a formar parte de las primeras exploraciones en
Coaque, Puerto Viejo (Ecuador), la Isla de la Puna y Tumbes, es en ese momento donde
estableció amistad con Diego de Almagro al cual confrontaba años más tarde tras la muerte
de Francisco Pizarro.

En ese año formó parte de la fundación de San Miguel de Piura, así mismo participó en la
captura del Inca Atahualpa en Cajamarca[3] donde obtuvo por sus servicios prestados como
soldado de caballería la suma de 363 marcos de plata y 8,880 pesos de oro, los cuales
ingeniosamente invertiría en ganado, esclavos y bienes raíces.

De Cajamarca prosiguió a seguir a Francisco Pizarro hacia el valle de Jauja, con la finalidad
de descubrirlo y conquistarlo; es allí donde se le reconoce su gran valor y confianza por lo
que se le entregó la bandera y el Estandarte Real, los cuales portaba en su calidad de
alférez[4].

Se marchó luego a la ciudad del Cusco, donde Pizarro le ordenó que fuera a descubrir la
provincia del Collao, donde pasó muchos trabajos, hambre y necesidad; combatiendo a la
población indígena.

De allí pasaría luego a acompañar a don Diego de Almagro el viejo en la conquista de


Quito, donde realizó proezas de valor y audacia enfrentando a los indios de la zona. Así
mismo asistió a la fundación de San Francisco de Quito el 15 de agosto de 1534. Participa
luego en la expedición a Chile.

A su regreso a Jauja, Francisco Pizarro a nombre del Rey reconoció sus servicios mediante
Cédula donde se le concedió el repartimiento de indios de Lunaguana[5]el cual estaba
conformado por los pueblos de Santiago de Lunahuaná, San Francisco de Pacarán y San
Cristóbal de Picamarán; cuyo primer pueblo de indios fue el de la Asunción de Nuestra
Señora de Paullo[6], este repartimiento poseía para aquel momento una cantidad de indios
tributarios que generaban al año quince mil pesos de renta[7].

En diciembre de ese año reunidos en Jauja, se dio por iniciativa de don Francisco de Godoy
que él gobernador adelantado disponga fundar una nueva capital. Entre los asistentes don
Diego de Agüero fue una de las personas que animó a Pizarro para que el traslado de la
capital española de Jauja sea a la costa, específicamente hacía en el valle irrigado por el río
Rímac.

El 18 de enero de 1535, participó en la fundación de la Ciudad de los Reyes además del


trazado de su damero, es allí donde se le otorgó uno de los mejores solares de la ciudad
ubicado en la esquina de la Plaza principal, al frente de la Iglesia Mayor entre las calles
judíos y Bodegones[8]; a los pocos días Diego de Agüero fue nombrado por Francisco
Pizarro como Regidor del Cabildo[9].

En 1536, al darse el alzamiento de Manco Inca, la ciudad de Lima estuvo cercada, por lo
cual Francisco Pizarro ordenó a Diego de Agüero a que enfrentara a la población rebelde,
motivo por el cual salió de la ciudad de los Reyes por el medio de la población alzado con
la finalidad de calmar los levantamiento de indios en la jurisdicción de su repartimiento allí
recibiría ataques, por ello gastó buena parte de su patrimonio en la adquisición de caballos
y armas para los soldados de a pie con el fin de combatir a la población rebelde.

Salió de la ciudad por el medio de los indios rebelados hacia Lunahuaná, a Yauyos, a
Huarco con la finalidad de traer provisiones: comida y ganado [10] con la finalidad de
socorrer a la ciudad, además de combatir y pacificar a la población que se había levantado
en esas zonas aledañas[11].

En ese mismo año que se casó con doña Luisa de Garay hermana de don Antonio de Garay
encomendero de Huánuco e hija del adelantado don Francisco de Garay gobernador y
capitán general de las provincias de Pánuco.

1536 no solo significo el tener que combatir a la población levantada, sino que además fue
el momento en que procedería a realizar trámites por el reconocimiento de sus servicios por
lo que envió a la corte española un memorial de su primera probanza de servicios, en ella
no reclamaría el título de hidalgo, se centraría a su vez en pedir un escudo de armas que
integrará sus acciones realizadas (Lockhart, 1987:8)

En diciembre de 1537 se decretó el uso de su escudo que estaba compuesto de nueve


cuarteles y símbolos relacionados a sus hazañas realizadas en Quito[12] (Urteaga, 1928:151).

El 14 de abril de 1539, presentó ante el teniente gobernador de la ciudad don Francisco


Chávez, un memorial sobre sus méritos, servicios y nobleza el cual elaboró ante el
escribano don Cristóbal de Figueroa, Diego Agüero manifestó que lo hacía para que
existiera constancia de haber sido uno de los primeros conquistadores y pobladores de estos
reinos conquistados.

Por ello presentó como testigo a don Pedro de Navarro encomendero en primera vida de la
encomienda de indios de Coayllo y Calango[13], a don Rodrigo Hernández de Bonilla
quienes manifestaron que Diego de Agüero se sirvió del Cacique del Lunahuaná el cual fue
depositado como a los otros principales de la zona por el gobernador adelantado Francisco
Pizarro.

Hacia 1541, las alteraciones que tuvieron el adelantado gobernador y Capitán General de
don Francisco Pizarro y Diego de Almagro el viejo quien había vuelto de Chile, aun así,
Agüero mantuvo su fidelidad a la corona por lo que pasó al lado de Francisco Pizarro y al
servicio de su majestad como su capitán a pesar de ser amigo de Almagro, pero lo era más
de Pizarro.

El 26 de junio de ese año, Diego de Agüero presenció la muerte de Francisco Pizarro a


mano de Diego de Almagro el mozo, motivo por el cual salió de su casa hacia la plaza
arengando el nombre de su majestad y junto con jerónimo de Aliaga enfrentó a los secuaces
de Almagro, quienes lo capturaron y saquearon su casa, quitándole sus caballos y armas, Su
vida corrió gran riesgo, estando a un paso que le corten su cabeza, lo que no se concretó.

Lo que sí llegó a concretarse fue su traslado como prisionero de Almagro el mozo a la


ciudad de Huamanga, pasando por Jauja lograría escaparse para poder dirigirse nuevamente
a Lima.
A la llegada del gobernador Baca de Castro [14] presentó sus servicios y armas; junto con él
llegaron a Chupas donde dieron batalla a los rebeldes, logrando la victoria. Mucho tiempo
después Agüero aprovechó la oportunidad para regresar a España.

En Panamá recibió al virrey Blasco Núñez, quien para ese momento abrigaba una propuesta
para el traslado de la población de Lima hacia Trujillo y Tumbes, acciones que acabarían
con su derrocamiento, Agüero escudo al virrey a pesar de encontrarse enfermo.

El 20 de septiembre de 1544, elaboró su testamento donde indicaba ser el propietario de


unas casas al frente de la Plaza Mayor frontera con la Iglesia mayor de la ciudad, dos
tiendas anexas a estas casas, espacio que le fue concedido tras la fundación de Lima, tenía
además tres casas cerca a las de Francisco Herrera y otras a las que estaban a la vuelta.
Unas casas cercanas a las de Montenegro.

Poseía además unas estancias que compró a diversas personas, las cuales lindan con don
Juan de Barrios y con los tambos viejos de Lima cerca de las estancias de Francisco
Herrera. Tenía una estancia ubicada río arriba. Poseía además medio molino fuera de la
ciudad y que fue propiedad del señor Navarro.

En su testamento manifestaba haber dotado a una capilla ubicada en el Monasterio de Santo


Domingo cuya advocación era al crucifijo cual era ocupada por la Archicofradía de Nuestra
Señora del Rosario, por lo que estipulaba que el Prior del convento estaba obligado de
manera perpetúa cada semana a realizar dos misas rezadas por su alma, por ello nombró a
su hijo don Diego de Agüero y Garay como patrón de ella y quien le suceda fuera su hijo
mayor y si no hubiera hijo varón le sucediera las hijas que tenga[15].

Por ello determinó otorgar unas casas que poseía en la calle de judíos a favor de dicha
capilla con la finalidad que generen rentas y que los productos obtenidos de estas sean
destinados al reparo de dicha capilla.

Además, solicitó que tanto en los monasterios de la Merced y Santo Domingo, se les hiciera
misas según lo estipulaba en su testamento. Ordenó también entrega de veinte pesos de oro
para que se fabricará un hospital; se le entregó al Hospital de Benavente en España dos
pesos con la finalidad de darle indulgencia a su ánima. A los nosocomios de Nuestra Señora
de Guadalupe y de la Antigua ciudad de España dos pesos de oro a cada una, de igual
manera al hospital de las bulas de la ciudad de Sevilla.

Manifestó en su testamento tener dos hijos naturales con una de las nietas del inca Huayna
Capac, llamados don Juan y doña María por lo que pidió a su hijo Diego que los socorriera
siempre, estipulando que él era el hermano mayor de los tres hijos.

Destinó para su hija María la suma de mil pesos de oro y una de las tres casas que estaban
fronterizas con las de Pedro Navarro, además de las estancias que tenía fronterizas con
tierras de Juan Barrios y estancias de don Francisco Herrera por el camino hacia
Pachacamac y diez fanegas de tierra. Otorgó para su hijo don Juan otros mil pesos de oro,
dos yeguas paridas, pero estipulo si es que él muriese sean devueltos estos bienes a su
hermano Diego de Agüero y Garay[16].

En su testamento estipuló que Diego de Agüero y Garay recibía el repartimiento de


Lunahuaná[17]; para ese momento él tenía diez y siete años de edad y era considerado un
niño. Por ello nombraría como su tutor a don Gerónimo de Silva, nombrando además junto
con don Francisco de Ampuero, a don Gerónimo de Aliaga y Martín Pizarro como sus
albaceas.

El 26 de octubre de 1544, don Diego de Agüero y Sandoval falleció en la ciudad de Lima.


Durante su vida y su estancia en el Perú Diego de Agüero pudo amalgamar gran fortuna y
entablar amistades y contactos con personajes de alto poder como el caso del gobernador
adelantado Francisco Pizarro, así como con don Diego de Almagro al que luego combatiría.

Don Diego de Agüero y Garay el mozo

Diego de Agüero y Garay poseyó el repartimiento de Lunahuaná, en segunda vida; en el


momento que lo adquirió este no rentaba el mismo importe que años anteriores desde los
tiempos de su padre, debido a la gran disminución de su población indígena a causa de las
enfermedades y guerras.

A diferencia de su padre no optaría la carrera militar, pero aun así a muy corta edad sirvió
al Rey en las alteraciones promovidas por Gonzalo Pizarro y Francisco Hernández Girón;
acompañado de su tutor el capitán de la Armada del Mar don Gerónimo Silva gastó buena
parte de su fortuna para el sustento de soldados y la adquisición de armas y caballos.
Estuvo casado con doña Beatriz Bravo de Lagunas hija de Nicolás de Rivera uno de los
primeros conquistadores del Perú con quien tuvo ocho hijos. Siendo los más conocidos don
José y don Félix de Agüero Bravo de Lagunas.

Hacia 1556, mediante Cédula real se dio la fundación de la Villa de Cañete en el valle de
Huarco[18].

El 12 de julio de 1561, Diego de Agüero y Garay fue nombrado por el Virrey como
Regidor Perpetuo del Cabildo de Lima.

El 6 de febrero de 1564, en su memorial presentado ante el Oidor de la Audiencia Real de


Lima el licenciado Hernández Paredes; el alcalde ordinario de la Ciudad don Francisco
Ampuero en calidad de testigo presentado por él, manifestaba que Diego de Agüero y
Garay no estaba satisfecho con el repartimiento de Lunahuaná debido a la disminución de
su población tributaria.

En 1569, con la llegada del virrey Francisco Toledo y Figueroa dio una reorganización
completa del espacio andino lo cual alteraría la organización vertical característica de la
territorialidad indígena tradicional (Coello La Rosa, 2006:11).

Para estos años los caciques de la zona como los Allaucan y Llacxahuana a pesar de ser
familiares se demandaban por la posesión de tierras ubicadas en el repartimiento de
Lunahuaná pertenecientes a un antepasado en común que estuvo presente durante los
primeros años de la conquista española sobre el espacio ocupado por el repartimiento.

El 25 de agosto de 1571, el Tribunal del Santo Oficio nombró a Diego de Agüero y Garay
como su primer familiar. Al año siguiente obtuvo el cargo de Alguacil Mayor del Santo
Oficio, al que tuvo que renunciar luego de asumir el corregimiento de Huánuco.

El 4 de diciembre de 1573, don Diego de Agüero y Garay presentó ante la Real Audiencia
un segundo memorial sobre los servicios hechos por su padre Diego de Agüero y Sandoval.
Al siguiente año el 2 de marzo de 1574, entregó una petición al presidente y oidores de la
Real Audiencia de Lima, donde estaba anexo un memorial presentado por su padre en
1539.
Los testimonios insertos en el memorial de 1574 indicaban que solo se le había hecho a él y
a su padre merced solamente con el repartimiento de indios de Lunahuaná más no otro por
ello solicitaba se le perpetúe por otras dos vidas más la posesión del mismo.

El 21 de febrero de 1575[19], don Diego de Agüero y Garay en su calidad Regidor Perpetuo


de la Ciudad de los Reyes, Corregidor y justicia mayor que fue de León de Huánuco
instituyó un mayorazgo en favor de su hijo mayor don Joseph de Agüero Bravo de Lagunas
y de sus descendientes. Este mayorazgo vinculaba la mayoría de sus bienes entre ellos el
repartimiento de Lunahuaná.

Mediante Cedula Real del 26 de febrero de 1575, se le dio la autorización para su creación,
pero al cazarse su segundo hijo don Félix de Agüero Bravo de Lagunas el mayorazgo pasó
a sus manos[20].

Por Real Cédula de 13 de mayo de 1590, el Rey autorizó a Diego de Agüero y Garay a
fundar un segundo mayorazgo, caso sui generis en el virreinato del Perú; por lo cual dio
mediante escritura pública presentada el 17 de febrero de 1591 se dio su creación y se
estipulo que este segundo mayorazgo pasaba a manos de su hijo mayor don José de Agüero
Bravo de Lagunas.

En 1593, don Diego de Agüero y Garay presentó nuevamente una información a la


Audiencia de Lima, sobre los leales servicios de padre y de él mismo realizados en la
conquista del Perú por lo que suplicaba se le hiciera merced a cumplimiento de quince mil
pesos de renta y que se le diera por dos vidas más a los indios del repartimiento de
Lunahuaná que aún poseía.

En el instrumento señalaba la disminución de indios naturales que el repartimiento de


Lunahuaná tenía; Muchas de estas debido a la muerte de muchos indios como consecuencia
de las pasadas guerras. Por lo que el tributo y el pago de los diezmos y doctrina habían
disminuido.

Con la creación de los Corregimientos, el repartimiento de indios de Lunahuaná pasó a


formar parte del Corregimiento de Cañete. El 25 de septiembre de 1614 don Juan Dávalos y
Rivera Caballero de Calatrava en su calidad de Corregidor y Justicia Mayor de la Villa de
Cañete solicitaba la libranza del pago de los indios de Lunahuaná[21].
El virrey Luis de Velasco Caballero de la orden de Santiago indicaba al Corregidor de
Cañete que Damián Degeria en su calidad de protector general de los naturales solicitaba
que los pobladores de los repartimientos de su corregimiento de Cañete se les exonere el
pago de plata.

Hacia 1617 la población de indios tributarios de Lunahuaná había caído a 265, muy distinta
al número de tributarios en 1618 (Cook, 2010. 119). Hacia 1620 don Diego de Agüero y
Garay contaba poseía 180 fanegas de tierra para siembra y una huerta fuera de la ciudad las
cuales valían treinta y cinco mil pesos, las cuales estaban fuera del mayorazgo que había
impuesto.

El visitador general eclesiástico don Juan Sarmiento de Vivero se encargó a las justicias de
la zona a no pagar ninguna pensión al clérigo doctrinero del pueblo el bachiller Lorenzo de
Villabeyes al comprobarse dura la visita hecha en el lugar por la falta de algunas cosas
según indicaba en su reclamo hecho por Villabeyes. Al año siguiente, en 1618, don Diego
de Agüero y Garay falleció.

Su nieto don Joseph de Agüero Bravo de Lagunas en su calidad de Regidor de la Ciudad de


Lima presentó ante el Consejo de Indias una gracia a la corona por los servicios que su
padre y Abuelo Diego de Agüero y Sandoval por los muchos servicios que realizaron a la
corona mucho tiempo atrás en favor de la conquista del Perú.

Aproximadamente a finales de siglo el repartimiento de indios de Lunahuaná retornaría a


manos de la Corona Española. Una de las ramas de la descendencia de don José de Agüero
litigaría en adelante por el reconocimiento de los servicios de su antepasado y las mercedes
que debían obtener por sus servicios prestados a la Corona Española durante el proceso de
conquista y pacificación de los naturales.

El primer Mayorazgo

Tuvo su segundo hijo don Félix de Agüero Bravo de Lagunas dicho mayorazgo, estuvo con
doña Jerónima de Santillán de su enlace su hijo don Diego de Agüero Santilla fue el
segundo en poseer el mayorazgo. De la rama descendiente de don Félix se desconoce
mucho de su paradero.
El segundo Mayorazgo

Estuvo en posesión de don José de Agüero Bravo de Lagunas, la Hacienda de San Bernardo
de Hualcará situada en los términos de Cañete estaba vinculado a este al igual que otras
propiedades entre ellas casas ubicadas en la calle Ibarra en la ciudad de Lima[22].

De los seis hijos que tuvo don José de Agüero Bravo de Lagunas con doña Marcela Padilla
su hijo mayor Luis Agüero Padilla fue el segundo poseedor de este mayorazgo y en 1618
por una provisión dada por el Virrey Príncipe de Esquilache fue encomendero de
Lunahuaná, el cual tenía como cabeza del repartimiento al pueblo de Santiago de Pariaca.

Después de fallecer Diego de Agüero y Sandoval su hijo Diego optó por una vida más
tranquila y no belicosa como la de su padre, si bien durante los primeros años de fallecido
su padre quien administraba sus bienes y adquiere más en beneficio de don Diego, fue don
Gerónimo de Silva quien estuvo también a cargo de otros menores hijos de conquistadores.

Es difícil creer que entre los menores representados por su persona se encontraba don Juan
de Agüero medio hermano de Diego, del cual solo se menciona su nombre en una petición
hecha por Silva a autoridades eclesiásticas.

Diego de Agüero con la obtención del repartimiento de Lunahuaná supo aprovechar su


buena fortuna, esto le permitió adquirir muchos bienes inmuebles y tener poder político y
social, los cuales perdurarán en beneficio de su hijo y posterior a sus nietos, y que no
disminuiría a pesar de que el repartimiento había vuelto a ser exclusivamente administrado
por la Corona Española.

[1]
. - Hijo legítimo de don García de Agüero capitán en Flandes y de María de Sandoval. Lockhart (1987:7-8) lo señaló
como uno de los hombres que Francisco Pizarro recolectó en Extremadura en 1529, ese mismo año celebró una
capitulación con la Reina de España motivo por el cual tenía apuro en embarcarse nuevamente al nuevo mundo con la
intención de evitar contratiempos en el camino.
[2]
. - Urteaga (1928:149) afirma que Pizarro se sentía obligado a acelerar su marcha hacia el Perú con la finalidad de evitar
inconvenientes que pudieran presentarse.
[3]
. - En los documentos presentados al Consejo de Indias se le menciona como Atabalipa. En el Protocolo N° 666 del
Siglo XIX, se indicaba en la segunda pregunta hecha en el memorial de los servicios realizados por Diego de Agüero en
1539 al inca como cacique de aquella tierra
[4]
. - En su paso por Jauja recibió la bandera y estandarte real en su calidad de alférez general.
[5]
. - Su pasado histórico se remonta a las guerras de los ayllus locales y el Tahuantinsuyo por el dominio de la zona, la
cual posteriormente fue conquistada por los españoles. David Nobel Cook (2010:216) señaló a Lunahuaná como el único
repartimiento que mantuvo una considerable población.
[6]
. - Ubicado en el anexo de Paullo, lugar donde se ubicó el repartimiento de indios de Lunahuaná en sus inicios. El
reparto era muy rico debido a la renta de oro, ropas, comida y los muchos servicios que los indios realizaban.
[7]
. - En la Cédula de fundación de la Villa de Cañete se indica cómo los pueblos de Nuestra Señora de Paulo, el Pueblo
de Santiago de Pariaca y el pueblo de San Francisco de Pacarán en el Valle de Lunahuaná encomendado a Diego de
Agüero, pero no se hace mención a San Cristóbal de Picamarán. Amézaga Calmet señalaba como renta anual 2,330 pesos.
Don Alonso de Merino, manifestó en su testimonio presentado ante el oidor Sánchez Paredes en 1574 que los indios de
Lunahuaná eran los mejores de la tierra que tributan oro y plata; lo que le permitió a Diego de Agüero a sustentar una gran
casa, mantener a soldados y caballeros que estaban en la Ciudad de los Reyes con la finalidad de amparar y defenderla.
Alonso de Chávez ese mismo año, señalaba que el repartimiento de Lunahuaná valía cada año, mucho más lo que permitió
a Diego de Agüero y Sandoval tener un mejor gasto.
[8]
. - Actuales cuadra dos del jirón Huallaga y tercera de Carabaya.
[9]
. - Francisco Pizarro con gracia concedida por el Rey nombró a tres de las personas beneméritas que vivían en la ciudad
como Regidores Perpetuos entre ellos estaban don Diego de Agüero y Sandoval, don Antonio Picado y Nicolas de Rivera
el Viejo. Esta asignación fue confirmada por el monarca el 20 de noviembre de 1537 (Urteaga: 1928:151)
[10]
. - Muchos de ellos de su repartimiento.
[11]
- La ciudad de Lima había sido rodeada por unos cincuenta mil indios. Fue el capitán Gómez de Tordo y otros
soldados los que lo socorrieron y ayudaron a levantar el cerco de la ciudad de los Reyes. Peleo contra la población de
indios levantados en Mala y Huarco, pero también con los de su propio repartimiento.
[12]
. - Los cuales eran un puente sobre un fondo azul en un campo verde, dos árboles verdes sobre un fondo de azur, un
tigre rampante con una bandera de azur y gules en campo de oro; y por su orla dos piñas, y cuatro granates de oro; dos
vasos, la mitad de oro y la otra mitad de plata en campo de gules.
[13]
. - De la Puente Brunke, 1991:432.
[14]
. - El gobernador Vaca de Castro fue el padrino de Diego de Agüero el mozo.
[15]
. - En la capilla de la Iglesia de Santo Domingo se ubica la cripta familiar de la familia Agüero. Don Diego de Agüero
el viejo estipulo en su testamento que su cuerpo fuera sepultado en aquel monasterio en la capilla que él había dotado.
[16]
. - En su testamento reconoció a doña Ana Gutierrez por la buena crianza que hizo a sus hijos por lo que estipulo se le
entreguen doscientos pesos.
[17]
. - En la transcripción del testamento se indica: “…le nombra heredero del Valle de Lunaguaná como su Magestad por
su Provision tenia hecha merced a los hijos del los conquistadores de estas partes, pues le correspondia como a su
legitimo heredero, y suplica a su Magestad le conceda dicha merced”.
[18]
. - Esta comprendía las tierras de Jerónimo de Zurbaran, la de Pedro de Illánez, las de Alonso de Useda
[19]
. - Se indica que el 21 de enero de 1581 se fundó este mayorazgo.
[20]
. - Sin duda una de las causantes para esta mala fortuna fue el casamiento primero de Félix de Agüero antes que su
hermana José, pues en la escritura de fundación del mayorazgo se estipula ciertas condiciones para su futuro poseedor, las
cuales el hijo mayor de Diego de Agüero y Garay no había llegado a cumplirlas
[21]
. - Don Luis de Velasco Caballero de la orden de Santiago en su calidad de Virrey y lugarteniente del Rey, gobernador
y capitán general de los reinos y provincias del Perú, tierra firme y Chile indicaba al Corregidor de Cañete que Damián
Degeria protector general de los naturales solicitaba que los pobladores de los repartimientos de su corregimiento.
[22]
. - Conocida también como Gualcará. La calle Ibarra en la actualidad es la cuarta cuadra del jirón Lampa, allí estaba
ubicada una propiedad de Diego de Agüero y Sandoval que adquirió de don Cristóbal de Burgos. En 1935, al celebrarse
los cuatrocientos años de la fundación de Lima se colocó una placa recordatoria a la memoria de Mariano Amezaga y de
su hijo el poeta Carlos German Amezaga descendientes directos del conquistador Diego de Agüero y Sandoval.

BIBLIOGRAFÍA

Fuentes Primarias
Archivo General de Indias, Patronato, 92N3R.1 Méritos, servicios: Diego de Agüero y
otros.
Archivo General de Indias, Patronato, 119, R, 1 Méritos y servicios Diego de Agüero e hijo
Municipalidad Metropolitana de Lima – Libros de Cabildo
Fuentes Secundarias
Amézaga Calmet, Jorge 1970 “El conquistador don Diego de Agüero y los mayorazgos de
su casa” En Revista del Instituto de Investigaciones genealógicos N° 15. Pp. 165-176.
Angulo, Domingo. 1908. “Don Andrés Hurtado de Mendoza y la fundación de la villa de
Cañete” en: Revista Histórica del Perú Tomo VII.
Arana Bustamante, Luis 2017.” …Para que dellos os sirvays en nuestras haciendas y
labranzas”: La real cédula sobre los repartimientos de indios en el Perú, la concesión de
la encomienda de Lunaguaná a Diego de Agüero en 1534 y su confirmación por la Gasca
en 1548”. En: Boletín de etnohistoria N° 1 Pp. 9-15.
Coello La Rosa, Alejandro. 2006. Espacio de exclusión, espacios de poder. El cercado de
Lima Colonial (1568-1606). Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica
del Perú, Instituto de Estudios Peruanos.
Cook, Noble David. 2013. La catástrofe demográfica andina. Lima: Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del Perú.
Cook, Noble David. 1968. Padrón de los indios de Lima en 1613. Lima: Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Letras, Seminario de Historia Rural Andina.

Lockhart, James 1987(1972) Los de Cajamarca. Un estudio social y biográfico. Lima:


Milla Batres.

Lohmann Villena, Guillermo. 2001. El corregidor de indios en el Perú bajo los Austrias.
Lima Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Puente Brunke, José de la. 1992. Encomienda y encomenderos en el Perú: estudio social
político de una institución colonial. Sevilla Diputación de Sevilla.

Rostworoski de Diez Canseco, María 1978-1980. “Guarco y Lunaguaná” en: Revista del
Museo Nacional N° 44 Pp. 153-1214.

Trelles Arestegui, Efraín. 1991. Lucas Martínez Vegazo: funcionamiento de una


Encomienda Peruana Inicial. Lima: Pontificia Universidad Católica Del Perú.

También podría gustarte