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Índice
Ahora nos hallamos una vez más prontos a cambiar nuestro punto de vista;
esta vez ascenderemos a la cumbre de una colina, por así decirlo, desde la
cual podamos tener una perspectiva más amplia del mundo viviente.
Desde esta posición ventajosa dirigimos la mirada hacía atrás, por la ruta
que ha seguido la vida. Trazando las líneas de las ascendencias hasta que
desaparecen en la penumbra de las remotas eras geológicas. Finalmente,
cuando en la Cuarta Parte volvamos a estudiar el mundo contemporáneo y a
observar la compleja interacción existente en todos lados entre los organismos,
y entre ellos y el medio ambiente. Veremos no sólo la expresión del
funcionamiento individual y de las variaciones genéticas, sino también de todo
el pasado histórico de la vida.
cuestión del origen, naturaleza y significado de las especies; las razones de las
peculiaridades de las faunas y floras de diferentes regiones de la tierra; y la
naturaleza de los cambios que han ocurrido entro los seres vivos, durante eras
pasadas.
La variedad y multiplicidad de los seres vivos. Uno de los fenómenos más
sorprendentes de la vida, es el inmenso número de clases diferentes de
organismos que existen. No sabemos exacta-
FIG. 111. “Uno de los fenómenos más notables del mundo viviente es
su enorme cantidad de clases diferentes de organismos.”
1 De acuerdo con los más recientes cálculos, hay actualmente descriptas más de 750.000 especies
animales, y más de 600.000 especies vegetales
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Observa las variaciones que existen entre los miembros de una determinada
especie, y realiza experimentos para determinar cómo se trasmitía estas
diferencias de generación en generación, y que influencias determinan su
conservación o su desaparición, estudia a las especies como poblaciones
situadas en un desierto, observando como sus individuos difieren, en promedio,
de un lugar a otro o en distintos medios, y trata de relaciones estos fenómenos
del presente con el pasado.
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LAS GENERACIONES CAMBIAN
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EL CONCEPTO DE EVOLUCIÓN ORGÁNICA
Durante más de un milenio, desde la Edad Media hasta mediados del siglo
pasado, la gran mayoría de los pueblos cristianos creía que el mundo había
sido creado súbitamente, solo unos miles de años. La iglesia apoyaba con su
autoridad la interpretación literal de la historia de la creación, relatada en el
libro de Génesis, de acuerdo con el cual, todas las especies animales y
vegetales fueron creadas para poblar el mundo recién formado y finalmente el
hombre como hecho culminante. Hace solo unos 300 años, el arzobispo
Ussher, autoridad de la Iglesia calculó que la creación del mundo había
ocurrido en el año 4.004 a. d. C. Y hasta determinó el día y la hora de la
llegada del hombre. Esta fecha se encuentra aún como acotación marginal en
algunas ediciones de la Biblia.
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EL CONCEPTO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA
sabía desde hace mucho tiempo, que las rocas estratificadas Contenían
muchos objetos parecidos a caparazones, huesos y otras partes de animales.
Muchos de estos fósiles1, encontrados lejos del mar y aun en sitios elevados de
laderas y montañas, tenían sin embargo aspectos de pertenecer a organismos
que hubieran habitado en el mar. Otros eran sumamente extraños; algunos
parecían grandes dientes u objetos de hueso, pero completamente distintos a
los dientes o huesos de los animales conocidos.
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tenía una existencia muy anterior a unos pocos miles de años.
Frente a estas dificultades, los adeptos de la teoría de la creación especial
aventaron la teoría del catastrofismo, o sea la idea de que se habían producido
una sucesión de grandes catástrofes que aniquilaron, por inundaciones o por el
fuego, todo organismo viviente de esa época, siguiendo a cada una de ella una
nueva creación de tipos superiores. De acuerdo a esta hipótesis, la creación
registrada en el Génesis era la culminación de una serie de creaciones
anteriores, y el diluvio universal la última de la grandes catástrofes.
Desgraciadamente para esta teoría, pronto iba a seguir una nueva
interpretación de la historia de la tierra, que destruiría las suposiciones en que
se basaba el concepto capital.
Mientras otros habían visto en los ríos simples corriente de agua que,
lógicamente, debían dirigirse a los valles por las partes más bajas del terreno,
Hutton pensó que los ríos habían construido ellos mismos sus valles,
excavando sus cauces y arrastrando luego las rocas desgastadas por las
lluvias, existentes en las márgenes. En lugar de la idea aceptada de que los
estratos rocosos representaban depósitos dejados por los diluvios universales,
Hutton dedujo que eran los productos del desgaste de la tierra, erosionados y
arrastrados por los antiguos ríos hasta los primitivos mares, para ir a yacer en
su fondo, tal como ocurría en su época con los barros y arenas que
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explicar un conjunto de hechos, deben preferirse (1) las más concordantes con
los datos, (2) las que eliminen el mayor número de dificultades, (3) las más
simples y (4) las que requieran menos suposiciones. La hipótesis (ahora
principio) del uniformismo. Concuerda admirablemente bien con estas
condiciones, lo cual no ocurre con el catastrofismo.
Al principio, los trabajos de IIutton no llamaron mayormente la atención, en
parte porque su estilo era complicado y difícil de seguir. La gran influencia que
llegaron a ejercer con el tiempo es debida a la obra de John Playfair y Sir
Charles Lyell. En 1802 Playfair publicó su Illustrations of the Huttonian Theory
of the Earth, donde se desarrolla la teoría del uniformismo, documentada con
numerosos ejemplos detallados y concretos. Lyell, que originariamente era un
catastrofista, quedó convencido por los trabajos de Hutton y Playfair, y siendo
el geólogo más célebre de su época, estableció definitivamente el principio del
uniformismo como una de las piedras fundamentales de la geología, gracias a
la influencia mundial de sus textos y tratados.
La duración de la Era Geológica, Hutton, Playfair, Lyell y otros que
contribuyeron a la creación de la geología moderna, ayudaron a preparar el
camino para el establecimiento de la evolución como uno de los principios
biológicos fundamentales. Mientras se había supuesto que la historia de la
tierra abarcaba solo unos pocos miles de años, o mientras los hombres
pudieron refugiarse en bruscas alteraciones del “orden natural” para explicar
hechos complejos, las mentes podían creer en una creación especial sin mayor
esfuerzo, pero al establecerse el principio del uniformismo, esta situación
cambió.
Desde que, según este principio, las pequeñas y lentas fuerzas actuantes han
desgastado las montañas y rellenado los mares con sus restos, surge como
corolario inevitable que la era geológica ha sido inmensamente larga. Hoy en
día hemos llegado a acostumbrarnos a las cifras, inconcebiblemente enormes,
empleadas por los astrónomos y geólogos modernos para expresar el espacio
y el tiempo, y nos resulta difícil imaginar lo chocante que sería para las
generaciones anteriores, acostumbradas a pensar sólo en términos de cientos
o miles de años, encontrar que el mundo era tan inmensamente viejo. El mismo
Hutton quedó asombrado ante el panorama que sus estudios le revelaban.
Juzguemos por sus palabras:
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Cuando el análisis científico del tema, agregamos la prueba que ya ha sido
dada, de que en todos los rincones del globo, en todos los lugares de la
superficie terrestre existen las señales más seguras de la marcha continuada
de esos procesos que desgastan y desbastan la tierra tanto en lo alto como en
lo ancho, en sus alturas y extensiones, y esto por un espacio de tiempo en el
cual nuestras medidas se pierden, debemos sentirnos resignados con esta
limitación de nuestro sentido retrospectivo o investigador y reconocer que es
inútil intentar todo cálculo del tiempo durante el cual los elementos de esta
tierra han sido elaborados por un mundo precedente y reunidos en el fondo de
un primitivo más.
360
Fueron muchos los que entrevieron que estos fenómenos debían poseer algún
sentido si pudiera captárselo, y en las postrimerías del siglo XVIII y a principios
del XIX un grupo de biólogos y filósofos naturalistas, buscaron alguna teoría
firme y apropiada que diera la explicación. El primero de ellos solo intuyó el
camino, siendo sus ideas muy vagas, incompletas y especulativas. En 1700 el
gran poeta alemán Goethe expuso una “teoría de la metamorfosis” para
explicar la transformación de las hojas en partes de las flores, y entre 1700 y
1815 Erasmus Darwin (abuelo de Charles Darwin) en Inglaterra y Lamarck en
Francia, Trataron de Explicar los modernos organismos partiendo de una larga
serie de cambios y modificaciones de sus antecesores más primitivos. En el
segundo cuarto del siglo XIX estas especulaciones evolucionistas se habían
hacho casi generales. En 1844 Robert Chambers, popular ensayista escocés
hace en sus Vestiges of Creation una cantidad de sugerencias audaces y
estimuladoras sobre el origen de los organismos contemporáneos y sus
relaciones con las formas fósiles del pasado. El poeta Tennyson estuvo
probablemente influenciado por Vestiges, cuando escribió la siguiente parte de
In Memoriam poco antes de 1850.
361
EL CONCEPTO DE LA EVOLUCIÓN ORGÁNICA
Nature…
So careful of the type she seems,
So careless of the single life…
……………………………………………..
“So careful of the type? but no.
From scarped cliff and quarried stone
She cries, “A thousand types are gone”
“I care for nothing, all shall go” 1
1 La Naturaleza que parece tan cuidadosa del tipo y tan descuidada de la vida individual… Mas, no tan
cuidadosa del tipo; pues ella exclama desde los riscos escarpados y las rocas perforadas “Un millar de
tipos se ha ido; nada me interesa, pues todo ha de irse.
362
363
“El Origen de las Especies”. Durante 20 años más Darwin recopiló datos de
todas las ramas de la biología, depurándolos y verificándolos, efectuando
nuevas observaciones y experiencias, siempre en busca de hechos que
probaran su hipótesis, o la invalidaran. Así llegó a reunir por un lado, un vasto
conjunto de hechos que probaban en forma incuestionable la existencia de la
evolución, elaborando además una teoría de la evolución orgánica que parecía
concordar con los hechos conocidos. Durante casi todo este período de trabajo
intenso, Darwin hallábase enfermo, y su vida era la de un inválido y recluso.
364
365 Henao
CAPITULO XXV
Evidencias de Evolución de los
Organismos Vivientes
__________________________________________
367 JVG
368 Jiménez
rosos y, en la mayoría de los casos, más simples. Este es un fenómeno
biológico, un hecho que requiere explicación y que a su vez da la razón de
algunos rasgos de los organismos, que de otra forma serian inexplicables.
El descubrimiento de la evolución es muy anterior a la creación de la genética,
aunque hoy podemos ver que aquella es consecuencia lógica e inexplicable de
los principios de esta ciencia. Representa la suma de los datos de la herencia
con variación, actuando durante largos periodos de tiempo, y en relación con
lentas alteraciones del medio ambiente, que han condicionado en un sentido
las modificaciones producidas en los organismos. Para muchos, la palabra
evolución implica ideas erróneas o tergiversadas relacionadas con sus
sentimientos y creencias religiosas, olvidando que se trata de un hecho
biológico impersonal, tan ajeno a las esperanzas y aspiraciones humanas como
la ley de la gravitación.
La definición fundamental establecida tiene dos corolarios importantes que
amplían lo dicho sobre la evolución orgánica. Ellos son: (1) que con el correr
del tiempo, las especies singulares tienden a dividirse y formar varias más; (2)
que debe existir consanguinidad en grados variables entre los organismos.
Dada la importancia de estos dos puntos, merecen ser desarrollados un poco.
369 LASSO
número existente en la actualidad será inmensamente mayor si todas hubieran
sido capaces de subsistir. En realidad, la mayoría de las producidas se ha
extinguido tarde o temprano. Todo el proceso evolutivo de cambios graduales,
con sus ramificaciones. Multiplicación y desaparición continúa de multitud de
especies, ha estado sin duda en actividad desde el comienzo de la vida, ya que
encontramos sus huellas desde épocas tan remotas como las de los primeros
fósiles que se conservan.
En general los organismos se parecen tanto más entre ellos cuanto más
cercana se halle la época en que se separaron del tronco ancestral común; de
aquí que se hallen más estrechamente vinculados. Existe una gran
probabilidad de que la vida haya aparecido solo una vez en este planeta y que
todos los tipos de vegetales y animales desciendan del protoplasma original. Si
esta suposición es exacta, todos los organismos vivientes se hallan unidos por
vínculos d sangre, por remotos que estos sean.
370 Llanos
LAS GENERACIONES CAMBIANTES
que involucra toda ciencia. Ni las posibilidades del conocimiento puro.
Simplemente queremos llamar la atención sobre una hipótesis científica
fundamental, aceptada para los fenómenos físicos, pero olvidada muchas
veces al tratarse de la evolución, y mencionar también brevemente otra
hipótesis de carácter biológico. La primera es la creencia en la estabilidad de la
naturaleza. Es esta una forma simple de decir que suponemos la existencia de
leyes que rigen a los fenómenos, por las cuales estos son ordenados y
teóricamente previsibles; que están relacionados en series dependientes de
causa y efecto; que no hay entre ellos arbitrariedad ni excepción; que no
ocurren milagros. La segunda suposición es de carácter mucho más especial y
restringido y es que todas las similitudes fundamentales (homologías)
provienen de parentescos. No solo en aquellos casos en que esto puede
demostrarse (como en cortas sucesiones de generaciones) sino en todos.
371 Montes
parte por parte, del mayor número posible de vegetales y animales. Al llevar a
cabo este plan, lógicamente vamos a encontrar similitudes de todas clases.
Pero esto también nos enseña a proceder con cautela, antes de aceptar un
caso cualquiera de semejanza como evidencia de relación. Las
consideraciones criticas muestran que las semejanzas son de dos clases: una
(homología) se acepta como prueba de relación directa, y la otra de (analogía)
como muestra de convergencia entre formas solo lejanamente relacionadas
(llamadas “no relacionadas”).
Al hacer esta distinción, no estamos seleccionando el grado de evidencia que
ofrece el caso tratado, como podría pensarse, por el contrario, la distinción
entre estas dos clases de semejanza es fácil de comprender, aunque no
siempre resulte tan fácil su aplicación a casos particulares. Comenzaremos por
considerar ejemplos bien definidos de las dos clases, y más tarde veremos
cómo ambos conceptos, homología y analogía, pueden caber en otros casos
de semejanza.
Analogía. Cuando en diferentes organismos encontramos estructuras que
parecen iguales y poseen funciones similares, pero difieren en su plan
estructural y en su origen, decimos que dichas estructuras son análogas, o que
poseen similitudes análogas. Este tipo de semejanza se encuentra a menudo
en organismos muy diferentes, que nadie consideraría como estrechamente
relacionados. Así, el topo y el cortón poseen patas cavadoras
extraordinariamente parecidas en su forma general. Sin embargo, el topo es un
mamífero y la estructura de sus extremidades cavadoras sigue el mismo plan
básico que el brazo del hombre; para cavar emplea fuertes garras planas
situadas en los extremos de los dedos. El cortón, en cambio, es un antro podo;
sus miembros cavadores son patas de insecto modificadas, dotadas de púas
que son simples prolongaciones dentadas del exoesqueleto, la similitud entre
estos órganos es completamente superficial, no extendiéndose ni a los detalles
de construcción, ni al plan general según el cual se hallan constituidos.
Las patas que emplean para saltar los canguros y los saltamontes son
análogas, pero sus estructuras son tan diferentes que nunca podría
atribuírseles una relación que en realidad no existe. Otros casos de evidente
analogía son: las alas de las mariposas o de los pájaros (las primeras son
repliegues articulados de la piel.
372 Morales
Reforzados por nervaduras longitudinales del exoesqueleto; en cambio, las
últimas son brazos de vertebrado modificado); los “colmillos venenosos” de las
víboras y de las arañas (los primeros son una variedad de diente, los segundos
son patas de artrópodo modificadas); y las mandíbulas de los vertebrados y de
los insectos (formadas las primeras por huesos de la cabeza articulados
verticalmente y dotados de tejidos de recubrimiento, y constituidas las
segundas por un par de apéndices laterales, modificados y provistos de
articulaciones. Vemos así que puede haber órganos análogos que no posean
formas similares; o presentar aspectos superficiales muy parecidos. Pero
asociados a otras características que hacen evidente la inexistencia de
relaciones estrictas entre los organismos que los poseen.
Por otra parte, en muchos casos las analogías son tan marcadas que es muy
fácil confundirlas con homologías, si no se examinan detenidamente. Como
ejemplos podemos citar, la gran similitud superficial que hay entre la cola de los
peces y la de las ballenas, el cuerpo de líneas afinadas del tiburón y del delfín,
las valvas de las almejas y las de los braquiópodos, el andar rastrero de los
caracoles y el de algunas orugas, y los ojos de los vertebrados y los de los
moluscos cefalópodo. En todos estos ejemplos hay una semejanza marcada,
pero si se analiza su estructura y su modalidad de origen, se encuentra que
solo se trata de rasgos simplemente análogos, adaptados al cumplimiento de
funciones idénticas.
373
básica, sino porque coinciden hasta en sus menores detalles; son
completamente homologas. En otros casos, dos órganos pueden ser algo
diferentes en sus detalles, sin que deje de haber homología. Así el pie del
hombre y el del gorila están construidos según el mismo modelo, coinciden en
el número, forma y disposición de os huesos, músculos y tendones, difiriendo
especialmente en la longitud
Relativa de los dedos y en el grado de posición del dedo gordo. Son homólogos
en todo, menos en pequeños detalles.
En otros casos se puede demostrar que órganos adaptados a funciones
totalmente distintas, y muy diferentes en su aspecto, se hallan construidos
según el plan. Uno de los ejemplos típicos de homología es la que existe entre
los miembros anteriores de los vertebrados (brazos, alas, patas delanteras,
patas palmeadas, etc.). En este caso clásico, las semejanzas fundamentales
de estructura son tan evidentes, a pesar de las diferencias superficiales, que se
puede determinar su homología, sin necesidad de recurrir a la confir-
374 Moran
LAS GENERACIONES CAMBIANTES
375
EVIDENCIAS DE EVOLUCIÓN
mación por la embriología o la paleontología. El esqueleto de los miembros
anteriores del hombre, murciélago, pájaros, gato, caballo, foca y ballena,
guardan una estrecha correspondencia, inmensa por huesos en la mayoría por
sus detalles. Es muy poco probable que tantas semejanzas sean el resultado
de accidentes o evoluciones convergentes a partir de tipos de estructura
originalmente distintas la única interpretación razonable es que las formas
similares se hallan emparentadas. Estos diferentes miembros, aunque
modificados para ejecutar diversas funciones son todos homólogos en tanto
que representan meras modificaciones del mismo plan estructural – miembro
pentadáctilo (con 5 dedos) de vertebrado.
376 Murcia
LAS GENERACIONES CAMBIANTES
377
diciales en ciertos casos, es muy difícil asignarles algún objeto dentro del
mundo orgánico. La única explicación razonable de su existencia es que
constituyen restos de órganos otrora útiles, que han dejado de serlo, lo que es
probado especialmente por el hecho de que órganos homólogos de aquellos,
se encuentran aun en función en otros organismos emparentados. La
existencia de vestigios de estructuras, prueba en forma evidente, que los
organismos que los poseen han cambiado en su estructura y funcionamiento,
es decir, han evolucionado.
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379
EVIDENCIAS DE EVOLUCIÓN
Los ejemplos de estructura residuales citados más arriba son los más
evidentes conocidos, pero son muchos más los que se encuentran en el cuerpo
humano, describiremos continuación otros dos menos conocidos.
El primero está vinculado a las relaciones de los pulmones con el corazón y el
diafragma. En los mamíferos que caminan en cuatro patas, hay un espacio
entre el corazón y el diafragma ocupado por el lóbulo especial del pulmón
derecho. En los animales ortógrafos como el hombre y los grandes
antropoides, el corazón descansa sobre el diafragma, llenando el espacio
citado y, aunque el pulmón derecho carece de lóbulo especial, se observa un
rudimento de él, que a veces se proyecta entre el corazón y el diafragma.
Es lógico suponer, después de estas observaciones, que el pulmón derecho
presento alguna vez este lóbulo, que ha existido originariamente un espacio
entre el corazón y el diafragma y por ello, que tanto el hombre como los
grandes antropoides descienden de antecesores que caminaban en cuatro
patas, el segundo ejemplo se requiere a un rasgo anatómico del brazo, poco
notorio. En muchos reptiles, mamíferos primitivos y algunos primates inferiores,
el hueso del brazo (humero) presenta una pequeña abertura u orificio cubierta
en su cara interna por un arco óseo, justamente sobre el codo; por este orificio
pasan la arteria y nervios principales del miembro superior. En el hombre y
antropoides superiores no existe tal orificio, y la arteria y nervio corren a lo
largo del hueso, pero a menudo el humero desarrolla una pequeña apófisis, en
correspondencia al lugar donde debiera estar el orificio, y en este caso, la
artería y nervio pasa por dicha apófisis.
Las otras formaciones temporarias del embrión, pueden dividirse en dos clases;
unas, puramente residuales y en realidad tan inútiles como en el adulto; otras,
aunque residuales en cierto sentido, desempeñan papeles importantes en el
desarrollo, no pudieron ser consideradas en la misma categoría que los
músculos de las orejas o la orientación del vello. Solo disponemos de espacio
para describir unos pocos caracteres residuales del embrión.
380
El cuerpo del feto, entre el sexto y el octavo mes, se halla cubierto de un vello
llamado lanugo, que normalmente desaparece antes del nacimiento. Esto debe
considerarse como la reproducción temporal, de una condición fue permanente
en nuestros antecesores. Ocasionalmente este vello embrionario subsiste en
forma de una capa de pelo más o menos completa, que cubre al cuerpo del
adulto. Esta es la explicación de los fenómenos peludos exhibidos en circos;
ellos simplemente han conservado el pelo que nosotros perdimos antes de
nacer.
La extraordinaria capacidad del recién nacido para colgarse con sus manos es
otro ejemplo casi evidente de características residuales. Un niño al poco tiempo
de nacer, es capas de soportar su peso colgado de ambas manos durante
varios minutos, y en muchos casos pueden hacerlo también con una sola. Esta
aptitud persiste durante algunas semanas, o hasta un mes después del
nacimiento; luego se pierde. Sabiendo que las crías de los primates trepadores
deben tomarse de los pelos de su madre mientras esta utiliza sus pies y manos
para trepar, puede suponerse que los antecesores del hombre también estaban
imposibilitados para sostener sus crías, las cuales debían ser capases de
prenderse a sus madres para ser transportadas.
Entre lo ejemplos más asombrosos que muestran los vertebrados, están los
siguientes: la pelvis rudimentaria y las patas posteriores también rudimentarias,
381
de la ballena; las patas posteriores atróficas del pitón; los dedos unidos en las
alas de los actuales; los huesos de las alas de ciertos pájaros incapaces de
volar y los ojos ciegos de algunos animales subterráneos, como por ejemplo
del tipo anterior, los invertebrados, podemos citar las alas reducidas e inútiles
de los saltamontes y otros insectos; los rastros de patas existentes en los
segmentos abdominales de los insectos más inferiores; las valvas
rudimentarias insertadas en los tejidos de algunos moluscos, como las babosas
y calamares; y él ano reducido, prácticamente sin función, de aquellos
equinodermos como los erizos y estrellas de mar.
383
Cada embrión, en el conjunto reducido que resulta, desarrolla una tercera capa
de células, el mesodermo, entre el ectodermo y el endodermo, convirtiéndose
así en triodérmico. Unos pocos (medusas y platelmintos) detienen su desarrollo
en este punto, constituyendo adultos tridérmicos con una sola cavidad, y una
abertura al exterior. Los demás continúan su desarrollo, pero a partir de este
punto, lo hacen siguiendo distintas trayectorias, de las cuales, a título
ilustrativo, seguiremos dos: por un lado, la de los gusanos segmentados y
artrópodos, y por otro la de los cordados.
385
EVIDENCIAS DE EVOLUCIÓN
que las que caracterizan a los órdenes, éstas antes de las de las familias, etc.
En general (aunque hay excepciones), las diferencias entre especies similares
(como el perro y el lobo) son las últimas en aparecer.
Podernos sintetizar los hechos de la embriología comparada, asimilando el
proceso del desarrollo de cada individuo al trayecto del haz vascular de un
árbol, y el grado de complejidad estructural del adulto, a la altura de las ramas
y vástagos sobre el suelo. Hasta un cierto nivel, el tronco sólo tiene unas pocas
ramas pequeñas, pero luego se divide en algunos miembros principales (tipos),
cada uno de los cuales se subdivide en gran cantidad de ramas y vástagos. En
el tronco, ascienden multitud de haces juntos, pero a distintos niveles, grupos
de ellos se separan siguiendo las ramas, en las cuales estos grupos continúan
subdividiéndose. Los haces que han permanecido juntos hasta las más
pequeñas ramificaciones, pueden compararse a los individuos de la misma
especie, desarrollados paralelamente hasta el final. Aquellos grandes haces
que siguieron los miembros principales del árbol, representan las grandes
divisiones del reino animal, cuyos componentes se han desarrollado
paralelamente a los miembros de otros tipos, hasta el punto en que se
separaron para seguir los miembros principales, conservando desde entonces
el paralelismo dentro de cada uno de ellos, hasta la aparición de las ramas.
FIG. 115. Homologías sucesivas en los apéndices de un cangrejo. Estos apéndices muestran notables modificaciones
en relación con sus distintas funciones pero todos pueden ser reducidos a un plan básico común. Las ramas internas
están punteadas, las externas están sombreadas con líneas diagonales, y la pieza basal con sus prolongaciones han
sido dejadas en blanco
387
Homologías sucesivas. Las semejanzas homólogas entre partes
correspondientes de distintos organismos, no son las únicas que existen. Entre
los animales metaméricos (de los cuales los Anélidos y los Artrópodos son los
más típicos) el cuerpo muestra una repetición sucesiva de somitos (segmentos
metámeras) cada un de los cuales es más o menos la reproducción de los
otros. Se dice que las partes correspondientes de estos segmentos, son
sucesivamente homólogas. Los apéndices repetidos muestran claramente esta
homología. Durante el desarrollo embrionario de los Anélidos y Artrópodos, los
segmentos aparecen precozmente, y cada uno desarrolla al poco tiempo un par
de brotes destinados a convertirse en apéndices. En muchos de los Anélidos
marinos, los brotes se convierten en órganos natatorios, repetidos en cada
segmento, que muestran su analogía tanto en el adulto como en el embrión.
Los vertebrados son también animales metámericos, aunque en este grupo los
segmentos se hallan fundidos, y tan modificados en el adulto, que resulta muy
difícil distinguir los somitos. Sin embargo, puede encontrarse la homología
sucesiva, en los vertebrados de partes tales como las vértebras, las costilla y
especialmente las cinturas pelviana y escápula con sus apéndices. Las últimas
corresponden hueso por hueso, y esta correspondencia debe su origen, una
vez más, a rudimentos embrionario correspondientes.
388
Los distintos grados de modificación que presentan las estructuras homólogas,
no invalidan las similitudes básicas resultantes de su origen común. Al aplicar
el concepto de homología, debe ponerse especial cuidado en distinguir las
homologías puras de las semejanzas superficiales (análogas) provenientes de
una evolución convergente; al método más seguro, consiste en seguir el
desarrollo embrionario de las estructuras en cuestión, y determinar si así
provienen o no de un mismo origen.
389
Interpretación y crítica de la recapitulación. Una rana en desarrollo no es,
sucesivamente, protozoario, hidra amphioxus, pez, salamandra y, finalmente
rana. Es una verdadera rana desde sus comienzos, pues un huevo de rana no
puede nunca originar otra clase de animal; sin embargo, su embrión presenta
semejanzas notables con los vertebrados, y también con adultos de
organismos “inferiores”. No solo debemos tener en cuenta la existencia de
dichas semejanzas, sino también el hecho de que, ocasionalmente, los
embriones no presentan las similitudes esperadas, y, además, la presencia de
ciertos animales en rasgos embrionarios o larvales, que no se observan en sus
estados adultos ni en sus supuestos antecesores. Las consideraciones que
siguen son puramente especulativas; pero servirán para mostrar como los
datos de la genética, no solo nos permiten comprender el significado de la
recapitulación, sino también el de las semejanzas y diferencias que aparecen
en los organismos, durante su desarrollo.
390
son ranas. No obstante esto, el conjunto de genes de estas ranas es
simplemente el de los peces ancestrales, con las modificaciones que este
conjunto ha sufrido con el tiempo. La etapa de pez por la cual pasa la rana,
resulta de la posesión de genes de pez, heredada por sus antecesores. El
hecho de que no progrese como pe sino que siga un ulterior desarrollo, hacia
una condición adulta más compleja, es el resultado de los cambios y adiciones
que han modificado el genotipo ancestral originario, dorándolo de las
características de la rana.
392
la sangre. Además, difiere en su composición química, de la hemoglobina de
cualquier vertebrado.
394-
A que llegaron no hicieron más que confirmar los resultados obtenidos por
otros métodos. Aunque la anatomía comparada proporcionaba evidencias
suficientes, estas nuevas comprobaciones químicas se hallaban en
concordancia general con ellas. Las conclusiones más importantes de Nuttall y
Graharri-Smith, pueden sintetizarse así:
1. Usando soluciones suficientemente. Concentradas y dando a la
reacción un tiempo adecuado, puede demostrarse la relación química existente
entre la sangre de todos los mamíferos.
6.Las sangres de todos los marsupiales, con excepción del “lobo de Tasmania”,
mostraron estrecha relación.
7. Entre los reptiles hay dos grupos de relaciones sanguíneas; en uno se hallan
las tortugas, cocodrilos y caimanes, y en el otro los lagartos y serpientes.
8. Las aves presentan una relación más estrecha con el grupo tortuga-cocodrilo
que con el grupo lagarto-serpiente, resultado concordante con el de la
paleontología. Las proteínas de la sangre de todas las aves, son
evidentemente similares, dado que se han obtenido fuertes reacciones usando
suero anti-pollo, con la sangre de 792 especies, y usando suero anti-avestruz,
con la de 649 especies. Esta uniformidad en la composición sanguínea de las
aves, se halla en fuerte contraste con las divergencias observadas entre los
mamíferos.
No debe pensarse que existe una concordancia absoluta entre los grados de
relación química mostrada por los ensayos químicos descritos antes, y los que
se obtienen por medio de la morfología,
396-
397-
descubrimientos de fósiles que mostraban características previas)
Asimismo, la existencia de órganos residuales solo es explicable por la
hipótesis de que son restos modificados, presentes como estructuras operantes
en especies ancestrales. La existencia demostrada de similitudes químicas y
fisiológicas entre especies evidentemente vinculadas, no puede ser mera
casualidad; se trata de una consecuencia lógica, si los organismos que
presentan dichas similitudes forman parte de una “línea” protoplasmática
continuada.