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BIOPLÁSTICOS, PLÁSTICOS BIODEGRADABLES Y PLÁSTICOS COMPOSTABLES

PLÁSTICOS

Los plásticos son sustancias conformadas por macro células orgánicas conocidas como
polímeros. Existen dos categorías principales: los de origen natural y los de origen sintético,
cada uno con sus características distintivas.

Plásticos de Origen Natural:

Comencemos con los plásticos de origen natural, también denominados "polímeros


biobaseados". Estos se obtienen de fuentes renovables, como la celulosa, el almidón de
maíz, y productos de fermentación como el ácido poliláctico (PLA) o el polihidroxialcanoato
(PHA). Provenientes de la naturaleza, estos plásticos son una alternativa sostenible y
amigable con el medio ambiente.

Plásticos de Origen Sintético:

En el otro extremo, tenemos los plásticos de origen sintético, derivados de fuentes no


renovables, principalmente el petróleo y el gas. A pesar de su prevalencia en la industria, su
producción plantea desafíos ambientales debido a la naturaleza no renovable de sus
materias primas.

Producción y Variedades:

La producción mundial de plásticos ronda los 140 millones de toneladas anuales, y los
plásticos tradicionales, con el petróleo como base, son los principales protagonistas. Estos
se fabrican a partir de resinas en diversas formas: granuladas, en polvo, líquidas o en
pastas. La industria del plástico moldea estas resinas aplicando calor para obtener los
productos finales que utilizamos en nuestra vida cotidiana.

Entre las resinas más utilizadas, encontramos el polietileno tereftalato (PET), el polietileno
de alta densidad (PEAD) y baja densidad (PEBD), el cloruro de polivinilo (PVC), el
polipropileno (PP) y el poliestireno (PS). Cada una de estas resinas tiene propiedades
únicas que las hacen adecuadas para diferentes aplicaciones.

Identificación y Reciclaje:

Para facilitar la clasificación y gestión de desechos, existe un código de identificación


mundial expresado mediante un número del uno al siete, ubicado dentro de un triángulo de
flechas. Este código distingue el tipo de plástico producido, brindando información valiosa
para el proceso de reciclaje. La conciencia sobre estos códigos es esencial para promover
prácticas sostenibles y reducir nuestro impacto ambiental.
BIOPLÁSTICOS, PLÁSTICOS BIODEGRADABLES
INTRODUCCION

En 2018, el plástico biodegradable se presentó como una alternativa innovadora al plástico


convencional mediante la Ley 30884, titulada "Ley que regula el plástico de un solo uso y
los recipientes o envases descartables".
Contexto Legal:

Aunque la norma no hace una referencia explícita al plástico biodegradable, en el mercado


se ha interpretado que se promueve su uso. Esto se debe a que las bolsas de plástico
portátiles con certificados de biodegradabilidad son las únicas exentas del impuesto al
consumo de las bolsas de plástico.

En 2019, se aprobó el Reglamento de la Ley 30884 mediante el Decreto Supremo


006-2019-MINAM. Este reglamento establece que la minimización en el uso de bienes de
plástico prevalece sobre su valorización, indicando que los bienes de plástico reutilizables
deben priorizarse sobre los biodegradables.

En diciembre de 2021, se aprobó el Reglamento Técnico sobre Bolsas de Plástico


Biodegradable mediante el Decreto Supremo 025-2021-PRODUCE. Este dispositivo
establece requisitos técnicos y de etiquetado para las bolsas de plástico biodegradables,
definiendo objetivamente la biodegradabilidad de estos productos, aunque se limita a las
bolsas con fines de portabilidad.

Desafíos y Evidencia Científica:

A pesar de estos avances legislativos, diversos estudios y reportes han concluido que el
plástico biodegradable, e incluso compostable, no proporcionan una solución completa a la
problemática del plástico. La Tabla 01 presenta una recopilación de estos estudios y
reportes, destacando la complejidad de la cuestión.

Preferencia del Consumidor:

Curiosamente, a pesar de la evidencia técnica y científica, y las aclaraciones en la


normativa nacional, la preferencia por bienes de plástico etiquetados como "biodegradables"
persiste sobre el plástico reciclable y reutilizable en el país. Esto es especialmente evidente
en el uso de bolsas de plástico portátiles y envases para alimentos y bebidas.

FABRICACIÓN DE PLÁSTICOS BIODEGRADABLES A PARTIR DE FUENTES


RENOVABLES

Esta primera tendencia está orientada al fomento de la fabricación de polímeros a partir de


fuentes naturales derivadas del almidón, la celulosa, aceite de soja, maíz, óleos vegetales,
entre otros. El objetivo es obtener productos que representen una solución fácilmente
degradable. No obstante, es crucial destacar que no todos los plásticos biodegradables
provienen necesariamente de fuentes naturales.

BIOPLÁSTICOS Y PLÁSTICOS BIODEGRADABLES

Según la European Bioplastics, un material plástico se considera bioplástico si es de base


biológica, biodegradable, o si tiene ambas propiedades.
Para la creación de bioplásticos, los científicos buscan estructuras químicas que permitan la
degradación del material por microorganismos como hongos y bacterias. De este modo, los
bioplásticos se posicionan como innovaciones tecnológicas capaces de equilibrar beneficios
ambientales y el impacto medioambiental de los plásticos.

Estudios demuestran que los bioplásticos pueden reducir las emisiones de dióxido de
carbono en un treinta a setenta por ciento en comparación con los plásticos convencionales.

Clasificación de Bioplásticos:

Plásticos de Base Biológica (Biobased): Provenientes de biomasa, no biodegradables, como


Bio-PP (Bio-polipropileno) y Bio-PET (Bio-polietileno), y polímeros de base biológica de
rendimiento técnico como el PTT (Politrimetilen tereftalato).

Plásticos Biodegradables de Base Biológica: Ejemplos incluyen el PLA (ácido poliláctico) y


PHA (polihidroxialcanoatos) o PBS (Polibutilen succinato).

Plásticos Biodegradables de Origen Fósil: Como el PBAT (Polibutilen Adipato tereftalato).

Es fundamental destacar que no todos los bioplásticos son biodegradables. La Figura 03


ilustra las distinciones entre ambos conceptos y la clasificación de los plásticos según su
biodegradabilidad y contenido de base biológica.

Biodegradabilidad y Normativas:

La biodegradabilidad real se basa en la estructura química de los bioplásticos y no en la


materia prima utilizada. Según la norma ASTM D6400, un plástico biodegradable es aquel
que sufre degradación natural por acción de microorganismos como bacterias, hongos y
algas.

Existen diversos tipos de polímeros biodegradables que se degradan en diferentes


ambientes, como enterramiento, luz solar, compostaje o ambiente marino, cada uno con un
periodo de biodegradación único.

Los tres componentes esenciales de la biodegradabilidad son que el material sea fuente de
alimento y energía de organismos vivos, que la biodegradación ocurra completa en un
tiempo razonable (generalmente ciento ochenta días), y que el material sea consumido en
un determinado ambiente.

Mercado de los Bioplásticos:

La fabricación de plásticos biodegradables a partir de fuentes naturales comenzó hace


aproximadamente veinte años. Actualmente, con el uso de técnicas biotecnológicas
avanzadas, se obtienen bioplásticos sofisticados aplicados en sectores como el biomédico y
la nanotecnología.

A pesar de representar menos del uno por ciento de la producción mundial de plásticos, el
mercado de bioplásticos experimenta un crecimiento significativo. El precio, dos a tres
veces superior al de los polímeros convencionales, y la limitada producción son desafíos a
superar.

Mercado en América Latina:

En América Latina, Brasil y México lideran el mercado de bioplásticos. Brasil, siendo el


mayor productor mundial de caña de azúcar, utiliza fuentes renovables para producir
bioplásticos de bajo costo. México, en crecimiento con una tasa anual superior al 20%,
utiliza maíz como materia prima.

Bioplásticos de Mayor Demanda:

Ácido Poliláctico (PLA): Basado en almidón de maíz o caña de azúcar, empleado en blíster,
bandejas, películas, envases rígidos, botellas y aplicaciones biomédicas.

Polihidroxialcanoatos (PHA): Producidos por bacterias descomponiendo residuos sólidos de


carbono, utilizados en envases, embalajes, bolsas, fibras y adhesivos.

En conclusión, la fabricación de plásticos biodegradables a partir de fuentes naturales


representa un campo en constante evolución, generando investigaciones y nuevas
tendencias en el mercado.

PLÁSTICOS COMPOSTABLES - COMPOSTABILIDAD

a compostabilidad de los plásticos representa una dimensión esencial en la búsqueda de


soluciones ambientalmente sostenibles. Según la investigación de la Universidad Estatal de
California, el término "compostable" es más preciso que "biodegradable", ya que implica
que, en condiciones de compostaje adecuadas, un plástico se degrada completamente y es
consumido en ciento ochenta días o menos.

Definición y Normativas:

La norma europea EN 13432 define el plástico compostable como aquel que, durante su
compostado, se degrada biológicamente, produciendo dióxido de carbono, agua,
compuestos inorgánicos y biomasa, sin dejar residuos visibles, distinguibles ni tóxicos. No
todos los productos biodegradables son compostables, según el Consejo de Compostaje de
Estados Unidos (USCC) y el Instituto de Productos Biodegradables (BPI), quienes
establecieron procedimientos y el logo "COMPOSTABLE" para verificar afirmaciones sobre
la compostabilidad de los productos.

Diferencias entre Compostable y Biodegradable:

Compostable y biodegradable no son sinónimos. La compostabilidad exige que el plástico


se biodegrade aeróbicamente a una velocidad similar a otros materiales compostables, sin
dejar residuos visibles ni tóxicos. En palabras de Philippe Dewolfs, responsable del
departamento de Certificación de Vincotte:
“La biodegradabilidad se refiere a un proceso químico habitual en la naturaleza, mientras
que la compostabilidad constituye un parámetro humano. (...) el que un plástico sea
compostable supone que debe desintegrarse en un determinado plazo en las condiciones
de una planta de compostaje."

En resumen, un plástico compostable es también biodegradable, pero no todos los plásticos


biodegradables son necesariamente compostables, es decir, aptos para hacer compost
(abono orgánico).

Desafíos y Estado del Mercado:

La fabricación de bioplásticos biodegradables y compostables es aún limitada. Aunque el


mercado se encuentra en proceso de afianzamiento, su comercialización en comparación
con los polímeros sintéticos convencionales sigue siendo considerablemente menor. Esto se
debe a la complejidad de los procesos de producción y a la necesidad de más
investigaciones para posicionar y consolidar estos materiales en el mercado.

La Tabla 02 destaca los beneficios, costos y aplicaciones de los bioplásticos biodegradables


y no degradables, proporcionando una visión integral de su papel en la actualidad.

PANORAMA NACIONAL DE LOS PLÁSTICOS EN EL PERÚ

CIFRAS DEL MUNDO:

En el escenario global, la problemática de los plásticos alcanza cifras alarmantes. Se


utilizan 5 billones de bolsas plásticas anualmente, equivalente a casi 10 millones de bolsas
por minuto. Además, se vierten hasta 8 millones de toneladas de plástico en los océanos
cada año, generando consecuencias desastrosas para la vida marina.

Según la Fundación Ellen MacArthur, si no se modifican los patrones actuales de


producción y consumo de plástico, se proyecta que en 2050 habrá más plástico que peces
en el océano. Aproximadamente, el 99% de las aves habrán ingerido plástico, y al menos
600 especies marinas se verán perjudicadas por la basura marina, con el 15% en riesgo de
extinción.

Adicionalmente, anualmente se generan 300 millones de toneladas de residuos plásticos, y


las bolsas de plástico se encuentran en lugares tan remotos como la cumbre del monte
Everest y los rincones más profundos del océano. Este problema afecta directamente a la
fauna marina, como lo evidenció el caso de un cachalote que apareció muerto con 32 kilos
de bolsas plásticas en su interior.

CIFRAS DEL PERÚ:

En el Perú, la situación no es ajena a esta problemática global. Se estima que cada


ciudadano utiliza alrededor de 30 kilos de plástico al año, y se suman cerca de 3 mil
millones de bolsas plásticas anualmente, lo que equivale a casi 6 mil bolsas por minuto.
En Lima Metropolitana y el Callao, se generan diariamente 886 toneladas de residuos
plásticos, representando el 46% de los residuos a nivel nacional.

PLÁSTICOS BIODEGRADABLES EN EL PERÚ:

En Perú, se reconoce como plástico biodegradable aquel que se degrada hasta CO2, CH4,
agua y biomasa por la acción de microorganismos. Debe contener un mínimo del 50% de
sólidos volátiles, tener concentraciones limitadas de sustancias químicas peligrosas y
degradarse en un tiempo razonable: 90% en 6 meses en presencia de O2 y 2 meses en
ausencia de O2.

PROBLEMA DE DEGRADABILIDAD DEL PLÁSTICO:

El plástico convencional, derivado del petróleo, tiene una capacidad de degradación que
puede superar los 100 años. Las prácticas actuales de manejo de desechos plásticos, como
la incineración, rellenos sanitarios y reciclaje, plantean desafíos significativos.

Los incineradores, a pesar de su uso, generan emisiones altamente contaminantes y


plantean riesgos sanitarios. Los rellenos sanitarios también presentan problemas de
saturación y riesgos para la salud.

En cuanto al reciclaje, aunque juega un papel crucial, no abarca todos los desperdicios
plásticos, y su proceso industrial a menudo incrementa los costos significativamente.

TECNOLOGÍA OXODEGRADABLE

La tecnología oxodegradable implica la introducción de aditivos pro-degradantes durante el


proceso convencional de fabricación del plástico sintético, derivado del petróleo. Estos
aditivos, como el TDPA™ y d2w TM, sensibilizan el plástico de manera que la radiación
ultravioleta solar acelera su degradación en fracciones cada vez más pequeñas.

Los fenómenos naturales de degradación, como la fotodegradación causada por la luz y la


oxodegradación causada por la acción del oxígeno, son aprovechados en este proceso. La
vida útil de los productos oxodegradables se programa durante la fabricación, determinando
el periodo de degradación según los requisitos del producto. Esta tecnología puede
aplicarse en la fabricación de diversos tipos de plásticos, como polietilenos flexibles y
semi-rígidos, poliestileno y films de polipropileno.

Ventajas y Consideraciones:

Destino Final: En el caso de rellenos sanitarios, los materiales biodegradables u


oxodegradables no ofrecen ventajas significativas, ya que la degradación sería lenta debido
a las condiciones anaerobias. En la incineración, la biodegradabilidad u oxodegradabilidad
no aportan ventajas. En el reciclado, estas características son desventajosas, ya que los
plásticos deben estar lo menos degradados posible para su reutilización. En el compostado,
no se aceptan materiales sintéticos convencionales ni oxodegradables.
Empresas en el Mercado Nacional:
Empresas como RES Perú han incursionado en el mercado nacional utilizando el aditivo
prodegradante d2w. Este aditivo, fabricado por la empresa británica Symphony
Environmental Limited, se utiliza en productos comercializados por empresas del Grupo
RES en diversas partes del mundo, incluyendo Europa, Asia, África, Brasil, Argentina,
Uruguay, Paraguay, Chile y Perú.

BIODEGRADACIÓN

Se define como la alteración de las macromoléculas con ruptura de cadena causada por
células independientemente de su tipo (humano o animal, vegetal, microbiano o fúngico). •
Esta biodegradación puede ser resultado de la actividad enzimática de la célula así como de
reacciones químicas que pueden tener lugar localmente bajo una célula adherida a una
superficie polimérica a causa de la presencia de algún compuesto no enzimático liberado
(ácidos, por ejemplo).

ESTADOS DE ALTERACIÓN DE UN OBJETO POLIMÉRICO

Cuando un artículo polimérico entra en contacto con un sistema vivo, ya sea un organismo
como hongos, animales, plantas, microorganismos o el propio ambiente, se pueden
observar diferentes niveles de alteraciones. Estos estados de alteración se representan en
la Figura 04.

En el ambiente, los fragmentos sólidos resultantes de la descomposición polimérica,


independientemente de su visibilidad, pueden ser recalcitrantes. De manera similar, las
macromoléculas dispersas o disueltas en aguas superficiales pueden ser absorbidas por
minerales y almacenarse allí, o llegar a las aguas subterráneas, lo que lleva a la dispersión
de residuos de larga vida en la naturaleza.

La descomposición macromolecular a pequeñas moléculas bioestables, que no se


biodegradan hasta convertirse en minerales o biomasa, representa un tercer estado de
degradación donde se generan moléculas de bajo peso molecular. Los subproductos de
bajo peso molecular generados por la degradación pueden someterse a bioasimilación o, si
la fragmentación se detiene en un estado intermedio, los subproductos generados serán
bioestables.

El último estado de degradación es complejo e incluye la formación de biomasa, CO2 +


H2O y, ocasionalmente, otros productos como CH4 en el caso de la biodegradación
anaeróbica. Es crucial destacar que la foto-oxidación de algunos polímeros puede producir
CO2 en ausencia de microorganismos.

Es necesario distinguir entre la formación de (CO2 + H2O) y otros residuos inorgánicos, que
reflejan la participación de la bioquímica en la degradación macromolecular, y la formación
de biomasa, que indica que los subproductos de degradación han sido bioasimilados por las
células responsables de la degradación.

MECANISMOS DE DEGRADACIÓN
Otra discusión fundamental concierne a las rutas que pueden llevar a un artículo polimérico
hasta el estado último, que es mineralización + formación de biomasa. • Existen dos rutas
principales

Figura 05 Las dos rutas generales que conducen a la bioasimilación—------------

DEGRADACIÓN POLIMÉRICA CELULAR

Esta ruta corresponde al ataque de células a un artículo polimérico o macromolécula


seguido por el tratamiento bioquímico de los productos de degradación como resultado de
reacciones enzimáticas. • Esta ruta requiere la presencia de enzimas apropiadas y por tanto
de células específicas en condiciones viables (atmósfera, agua, nutrientes). • En la
naturaleza no se pueden encontrar enzimas sin la presencia de células vivas, sin
condiciones que permitan la vida, no se produce degradación mediante sistemas vivos.

DEGRADACIÓN POLIMÉRICA QUÍMICA

• En esta ruta la fragmentación de los artículos poliméricos y las macromoléculas depende


de procesos químicos. Por tanto, sólo las pequeñas moléculas generadas tienen que
eliminarse a través de caminos bioquímicos.

Aquí se requieren condiciones para desencadenar la degradación química (luz, agua,


oxígeno, calor...). • Sin fenómeno desencadenante, no hay degradación, también tienen que
estar presentes células vivas que aseguren el tratamiento bioquímico de las moléculas de
bajo peso molecular formadas a partir de las macromoléculas del artículo polimérico
original.

MECANISMOS DE ATAQUE MICROBIANO

El principal tipo de biodegradación por parte de los microorganismos es la producción de


enzimas que ayudan a la degradación de plásticos. • Hay enzimas degradadoras de
plásticos tanto extracelulares como intracelulares. • Sin embargo, el grupo más estudiado y
efectivo es el de las enzimas extracelulares o exoenzimas, que pueden realizar tanto
reacciones oxidativas como hidrolíticas

Los microorganismos degradan los polímeros hasta mineralizarlos completamente


(convertirlos en CO2 y H2O) utilizando distintos mecanismos metabólicos, bioquímicos y
enzimáticos. • Las enzimas son muy específicas de cada especie y cepa, dado que solo son
capaces de degradar unos pocos polímeros concretos. • Los microorganismos y sus
enzimas son responsables de biodegradar distintos grupos funcionales y plásticos
completos como el PET

La degradación de los polímeros plásticos es observable por la alteración de distintas


propiedades del plástico como son la reducción de peso o la pérdida de fuerza mecánica y
cambios en las propiedades superficiales del plástico. • El objetivo final de la biodegradación
de plásticos es que estos desechos recalcitrantes se conviertan en compuestos de bajo
peso molecular y que sean integrables en los ciclos biogeoquímicos
FASES

El principal mecanismo involucrado en la biodegradación de plásticos consiste en la unión


de los microorganismos al polímero y su posterior colonización con intervención de
enzimas. Consiste en la unión de la enzima a su sustrato, y posteriormente, la hidrólisis

Debido a que este primer proceso de unión o adsorción de la enzima a la superficie del
sustrato para formar el complejo enzima-sustrato es más lento que la reacción de hidrólisis,
esta sería la parte limitante de las reacciones de despolimerización. • El proceso general de
biodegradación se puede dividir de una forma más detallada en 4 etapas principales:
adherencia y biodeterioro, biofragmentación/hidrólisis, asimilación y, mineralización

Figura 06 Ataque microbiano aeróbico y anaeróbico de polímeros plásticos—-----------

PRIMERA ETAPA: ADHERENCIA Y BIODETERIORO

El biodeterioro se refiere a la degradación de la superficie del plástico causada por la acción


química y física de los microorganismos, lo que resulta en cambios en las propiedades del
polímero. Estos cambios se intensifican cuando se produce una exposición prolongada a
factores ambientales como la luz o la temperatura.

Este proceso comienza con la etapa de colonización/adherencia, donde los


microorganismos se adhieren al polímero para reducir su resistencia y durabilidad. La
acción microbiana es prácticamente inexistente sin esta fase de colonización, ya que las
superficies de los plásticos suelen ser hidrofóbicas y poco accesibles para los
microorganismos.

Las bacterias formadoras de biofilms, como Pseudomonas, han demostrado ser altamente
efectivas en la adherencia y degradación del polietileno (PE). Estas bacterias forman
biofilms que actúan como una capa protectora, permitiéndoles persistir en diversas
condiciones ambientales. Además, las células fúngicas muestran una mejor adherencia
general a las superficies debido a las hifas que poseen.

Los microorganismos prosperan sobre el plástico utilizando este como su única fuente de
carbono. El crecimiento inicial se ve favorecido por la presencia de aditivos en los plásticos,
como los plastificantes. Los exopolisacáridos (EPS) producidos por algunos
microorganismos desempeñan un papel crucial en la adherencia y el biodeterioro al
aumentar la capacidad de adhesión de los biofilms. También actúan como surfactantes,
facilitando el intercambio en la interfase hidrofílica/hidrofóbica y mejorando la tasa de
adherencia de los microorganismos.

SEGUNDA ETAPA: BIOFRAGMENTACIÓN/HIDRÓLISIS

En la fase de hidrólisis o despolimerización, los polímeros grandes que han sido


biodeteriorados se transforman en moléculas de bajo peso molecular, como monómeros y
dímeros. Este proceso es llevado a cabo por exoenzimas y radicales libres producidos por
los microorganismos. Las enzimas involucradas pertenecen principalmente a grupos como
lacasa, peroxidasa, lipasa, esterasa y cutinasa.

Estas exoenzimas realizan diversas reacciones en la interfase líquido/sólido, actuando en la


parte superficial de los plásticos. La biofragmentación tiene un doble impacto al reducir el
peso molecular del polímero y oxidar las moléculas de bajo peso molecular. Ambas
reacciones son esenciales para facilitar el ataque enzimático microbiano, promoviendo la
formación de compuestos de menor peso molecular.

Las enzimas microbianas hidrolizan principalmente enlaces glucosídicos, éster y peptídicos


mediante un ataque nucleofílico, ya sea en un extremo del polímero (exohidrólisis) o en su
interior (endohidrólisis), generando diferentes productos. La exohidrólisis produce
sustancias como el etilenglicol o el tereftalato, que pueden ser asimilados directamente por
el microorganismo. Por otro lado, la endohidrólisis produce oligómeros de peso molecular
aún elevado, los cuales deben seguir degradándose para ser asimilados.

Especies como Rhodococcus rhodochrous han demostrado la capacidad de degradar


parcialmente los oligómeros del polietileno (PE) tras reacciones de oxidación. Además, se
ha comprobado que compuestos inorgánicos como el amoníaco o el sulfuro de hidrógeno,
junto con ácidos orgánicos como citrato, fumarato o glutarato, favorecen la erosión
superficial y la biofragmentación de los polímeros al secuestrar cationes.

TERCERA ETAPA: ASIMILACIÓN

Durante la biofragmentación, se generan compuestos de bajo peso molecular que, en la


tercera etapa, son interiorizados en el citoplasma celular del microorganismo, un proceso
conocido como asimilación. Este proceso es similar al observado en la degradación de
hidrocarburos y puede ocurrir de forma pasiva o activa.

Un ejemplo común de producto de degradación de los polímeros plásticos es el octadecano.


La cepa Pseudomonas DG17 ha demostrado la capacidad de asimilarlo mediante transporte
pasivo en concentraciones elevadas o por transporte activo en condiciones de escasez.
Algunas bacterias poseen monooxigenasas de membrana que inician la oxidación de
alquenos.

Se han identificado diversos transportadores de membrana implicados en la asimilación.


Especies como Comamonas cuentan con un transportador específico para el tereftalato, un
subproducto de la degradación del PET. Porinas permiten la introducción de polietilenglicol,
otro producto de la degradación plástica. En Rhodococcus rhodochrous, transportadores
tipo ATP-binding cassette llevan oligómeros de polietileno al citosol.

Una vez en el citosol, comienzan las rutas metabólicas tanto catabólicas como anabólicas.
Esto lleva a la mineralización de los productos hasta obtener metabolitos completamente
oxidados, como CO2, N2, CH4 y H2O, o la síntesis de nuevos compuestos útiles para el
microorganismo. Este proceso culmina en la incorporación efectiva de los productos de
degradación plástica en las vías metabólicas del microorganismo.
CUARTA ETAPA: MINERALIZACIÓN

La biodegradación puede ocurrir tanto bajo condiciones aeróbicas como anaeróbicas. En


condiciones aeróbicas, la bacteria utiliza al O2 como aceptor de electrones para las
reacciones de hidrólisis y en condiciones anaeróbicas se utilizan otros aceptores de
electrones distintos al oxígeno, como sulfato, nitrato, hierro, dióxido de carbono o
manganeso; para las reacciones implicadas en el proceso de hidrólisis .

Existen ciertas diferencias en cuanto a las rutas que utilizan los microorganismos para la
mineralización completa. El PE es degradado hasta acetato, el cual se integra en el ciclo de
Krebs para formar acetil-CoA o lípidos. En el caso del PS, cuya unidad monomérica es el
estireno, este es oxidado hasta fenilacetato, que ingresa en el ciclo de Krebs siendo
mineralizado completamente

El tereftalato, proveniente principalmente del PET, es degradado por una dioxigenasa y una
deshidrogenasa de la bacteria Ideonella sakaiensis, obteniéndose como producto el
protocatecuato Esta molécula es sometida a diversas reacciones enzimáticas hasta
metabolizarse completamente. La mineralización completa de los polímeros plásticos ha
sido demostrada por distintas técnicas, entre las que se incluyen el rastreo isotópico o la
cuantificación del CO2 liberado

ENZIMAS
La gran mayoría de enzimas descritas hasta ahora y empleadas para atacar los plásticos
son enzimas cuyo sustrato original es un polímero vegetal, la lignina. • Sin embargo, los
plásticos son polímeros no biodegradables y presentan enlaces, además de otras
características químicas que impiden la hidrólisis enzimática. Por ello, es necesario buscar
nuevas rutas y enzimas más eficientes

Dependiendo del tipo de enlaces químicos presentes en cada tipo de plástico, los
polímeros pueden ser modificados o incluso mineralizados mediante la intervención de
diferentes enzimas

Se distinguen tres tipos de enlace en los polímeros con dificultad creciente de hidrólisis. En
primer lugar, los polímeros con enlaces tipo éster son fáciles de romper por varios tipos de
enzimas. A continuación, los grupos aromáticos, que son más estables y, por lo tanto, más
complicados de hidrolizar. Finalmente, los polímeros que solo tienen enlaces tipo C-C, que
son muy hidrofóbicos y recalcitrantes, es decir, resistentes al ataque por enzimas

CUTINASAS

Las cutinasas son enzimas que catalizan la hidrólisis del polímero de cutina, un poliéster
alifático e hidrofóbico presente en la cutícula de la epidermis vegetal, donde actúa como
protector contra la radiación solar. Estas enzimas pertenecen a la superfamilia de las α/β
hidrolasas y exhiben actividad hidrolizante frente a algunos plásticos, como el polietileno
(PE). Su dominio catalítico activo, formado por un conjunto de tres aminoácidos
(Ser-His-Asp), está expuesto al disolvente, careciendo de una estructura protectora.
Existen dos tipos de cutinasas: fúngicas y bacterianas, diferenciándose por su actividad,
estructura y origen. Las cutinasas fúngicas son especialmente interesantes, ya que son
activas principalmente sobre plásticos tipo PET, pudiendo modificarlos superficialmente e
incluso hidrolizarlos. Para mejorar su efectividad, estas enzimas requieren elevadas
temperaturas, generalmente por encima de los 70°C.

El aumento de temperatura favorece la flexibilidad de las cadenas del polímero,


especialmente en las zonas menos ordenadas o amorfas, haciéndolas más susceptibles al
ataque enzimático. Aunque el calor puede desnaturalizar la enzima, este problema se
aborda aumentando su termoestabilidad mediante la adición de iones metálicos divalentes y
aniones fosfato, o mediante ingeniería genética para modificar aminoácidos termolábiles.

En el caso de la hidrólisis del PET, se ha observado que el uso de microplásticos obtenidos


mediante pretratamiento incrementa el área superficial del sustrato, haciendo que sea más
susceptible al ataque enzimático y mejorando así la eficiencia de la hidrólisis.

LIPASAS

Al igual que las cutinasas, las lipasas pertenecen al grupo de las α/β hidrolasas y tienen un
sitio catalítico similar (Ser-His-Asp). Las lipasas microbianas hidrolizan poliésteres alifáticos
o parcialmente aromáticos.

También pueden hidrolizar PET, pero con menos efectividad que las cutinasas, debido a la
presencia de una estructura hidrofóbica protectora del centro catalítico, que dificulta la unión
de sustratos aromáticos muy grandes por impedimento estérico. • Además, se han
encontrado lipasas capaces de degradar los productos de degradación del PET de bajo
peso molecular, y combinadas con una cutinasa producen ácido tereftálico a partir de la
hidrólisis del PET

CARBOXILESTERASAS

Las carboxilesterasas, al igual que las lipasas y cutinasas, también pertenecen a la


superfamilia de las α/β hidrolasas, pero en vez de ser poliesterasas, son serín-esterasas,
tienen un tamaño más grande, y presentan un sitio hidrofóbico de unión al sustrato mucho
más profundo.

Tienen una elevada actividad frente a oligómeros tipo PET, por lo que se utilizan para la
eliminación de productos de bajo peso molecular generados por la hidrólisis del PET
mediante poliéster hidrolasas (cutinasas y lipasas), y que inhiben su actividad. Se ha
descrito una carboxilesterasa TfCa que es capaz de liberar productos hidrofílicos a partir de
polímeros PET de elevada cristalinidad

PROTEASAS

Las proteasas son enzimas degradadoras de proteínas, y la mayoría de ellas se encuentran


en animales, pero casi no hay proteasas producidas por microorganismos. No obstante,
determinadas proteasas bacterianas, principalmente del género Pseudomonas, son
capaces de degradar poliuretano.
Entre las proteasas no microbianas, se encuentra la papaína que es una cisteín proteasa
procedente de la papaya degradadora de enlaces amida y uretano. La elastasa pancreática
porcina es otra proteasa, capaz de romper enlaces hidrolizables tipo éster, uretano o urea
de ciertos dominios de todo tipo de polímeros de PU

LIGNINASAS O ENZIMAS MODIFICADORAS DE LIGNINA

La lignina es un macropolímero vegetal con una estructura compleja, predominantemente


aromática y hidrofóbica, que contiene largas cadenas de enlaces inertes C-C, similares a los
plásticos más recalcitrantes. Aunque se ha demostrado que ciertos hongos ligninolíticos
pueden despolimerizar compuestos modelo de poliestireno soluble en agua, la acción
directa sobre el poliestireno (PS) es limitada, restringiéndose a una oxidación de la parte
superficial.

Entre las enzimas modificadoras de lignina más relevantes se encuentran las lacasas
(LAC), los sistemas mediadores de lacasas (LMS), la manganeso peroxidasa (MnP) y la
lignina peroxidasa (LiP). Estas enzimas son capaces de biodegradar parcialmente el
polietileno (PE). Diversas investigaciones han logrado una degradación significativa pero
limitada de varios polímeros de PE mediante el uso de diferentes enzimas y
pretratamientos.

El mecanismo de funcionamiento de los LMS implica la oxidación de un mediador de bajo


peso molecular por la enzima lacasa, formando un radical intermediario que se desvincula
de la enzima y oxida el sustrato. Esta acción evita la necesidad de que la molécula
polimérica entre en el sitio activo de la enzima y requiere una alta concentración de
mediador, que se regenera por acción de la lacasa.

Los mediadores aumentan el potencial redox general de las lacasas HRPL (lacasas con alto
potencial redox), alcanzando potenciales redox de hasta 1,5 V utilizando H2O2 como
cosustrato. Debido a su estabilidad, los LMS son prometedores para la biodegradación de
plásticos a elevadas temperaturas (80 °C). Algunos mediadores muestran una elevada
estabilidad térmica en reacciones catalíticas.

Se han realizado mejoras significativas en la termoestabilidad de las lacasas fúngicas,


incluso duplicando la vida media a 80 °C. Además, la termoestabilidad de las HRPL se ha
mejorado aumentando la rigidez de los bucles superficiales flexibles. Se ha triplicado la vida
media a 70 °C de otro sistema mediador de lacasas de basidiomicetos, incrementando la
hidrofobicidad del entorno.

Tabla 04 Microorganismos y enzimas implicadas en la degradación de los principales


polímeros plásticos………………………………………

"Biodegradación de los principales polímeros plásticos" considerando cada subtitulo:

5.1. Polietileno:
El polietileno (PE) es un polímero sintetizado por la polimerización de etano y se utiliza
principalmente en envasado.
Diversas bacterias y hongos se cree que pueden degradar el PE, pero se conoce poco
sobre los genes y enzimas involucrados.
La degradación se evalúa midiendo la pérdida de peso, pero aún no se ha establecido un
modelo enzimático detallado.

5.2. Poliestireno:

El poliestireno (PS) se utiliza en envases y placas de Petri, y su degradación completa no


ha sido identificada.
Algunos hongos y bacterias pueden despolimerizar el PS, pero se desconocen las enzimas
específicas implicadas.
Bacterias como Pseudomonas pueden oxidar el estireno en condiciones aeróbicas, aunque
la degradación completa es limitada.

5.3. Polipropileno:

El polipropileno (PP) tiene escaso conocimiento sobre su biodegradación.


Estudios indican cierta degradación con bacterias y hongos, pero en muchos casos se
utiliza PP pretratado o con aditivos.
La formación de biofilms y la incorporación de aditivos pueden mejorar la biodegradación en
ciertos casos.

5.4. Polivinil Cloruro:

El PVC tiene pocos estudios sobre su biodegradación, y la pérdida de peso observada


podría deberse a la degradación de aditivos.
Algunas cepas fúngicas y bacterias muestran capacidad para degradar PVC, pero la
información sobre enzimas y genes involucrados es limitada.

5.5. Poliuretano:

La biodegradación del poliuretano (PUR) se ha logrado en poliuretanos sintetizados a partir


de polioles de poliéster.
Bacterias como Pseudomonas y Bacillus, así como algunas enzimas, han demostrado
actividad frente al PUR.
Se han identificado lipasas, esterasas y otras enzimas que participan en la degradación del
PUR.

5.6. Tereftalato de polietileno (PET):

La bacteria Ideonella sakaiensis puede degradar el PET utilizando enzimas específicas,


como la PETasa y la MHETasa.
Otras bacterias, actinobacterias y hongos también poseen enzimas con actividad frente al
PET.
Estudios in silico han identificado nuevas enzimas potenciales para la degradación del PET.
5.7. Poliamida (PA):

No se ha encontrado hasta ahora ningún microorganismo capaz de degradar


completamente poliamidas sintéticas sin pretratamiento.
Algunos microorganismos pueden actuar sobre oligómeros de cadena corta de poliamida,
pero la degradación completa es un desafío.
La poliamida natural, como la seda, no parece proporcionar enzimas capaces de degradar
las poliamidas sintéticas.

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