Proceso de Independencia de México:

México a finales del siglo XVIII era la región más poblada y más significativa para la
economía europea.

Ciudad de México, la capital del Virreinato de Nueva España (México) se destacaba por
tener un gran número de habitantes, casas privadas y palacios públicos, que lograron hacer
de ella una gran ciudad en escala mundial.

A partir de 1700, se transformó por la expansión y explotación de las minas de plata. El

norte mexicano y la zona ganadera de las provincias del interior encontraron en la minería
su centro de consumo.

La frontera del país que caía sobre el Pacífico sufría la amenaza de los avances de
Inglaterra, lo que hacía vulnerable al resto del país.

A su vez, la explotación minera había dado impulso a la hacienda productora. Los

mineros dominaban la sociedad local y eran, en su mayoría, blancos criollos.

A raíz de la libertad de comercio lanzada por España en 1778, los comerciantes

españoles conquistaron el sistema comercial mexicano. Hubo también en el México central
una importante industria artesanal, que producía para el mercado interno. Los comerciantes
controlaban allí la economía textil, quienes estaban sometidos por deudas a los grandes de
Veracruz (localidad de México).

Uno de los factores ideologicos que provocaron que los pequeños productores de la
región tengan como su meta principal la independencia, fue la existencia de conflictos
permanentes que tenían los indios al sentirse despojados de sus tierras.

Los hechos mencionados anteriormente fueron las condiciones para que se busque el
cambio (la Independencia) a principios del siglo XIX. A partir del movimiento juntista español
de 1808 y hasta 1810, los españoles dominaron la escena provocando la caída del virrey de
turno. Estos mantuvieron en todo momento el despotismo de Estado (tenían un control
absoluto de la ciudadanía), lo que influyó en el levantamiento mexicano que liderarán a
partir de 1810 por su autonomía.

El grito de Dolores. En 1810, Miguel Hidalgo (sacerdote de la ciudad de Dolores) se

unió con un grupo de conspiradores con el fin de quitarles las riquezas a los españoles. Así,
el 16 de septiembre de 1810, Hidalgo lanzó su “grito de Dolores” incitando a los indios y
mestizos para que se unieran a él, y se levantaran en defensa de la religión contra la
dominación española. Se inició una revolución en nombre del Rey de España y la Virgen de
Guadalupe para pedir la independecia, la devolución de tierras a los indios y la eliminación
de la esclavitud.

Del Imperio Mexicano a la República Liberal de Benito Juárez

 La independencia dejaba una tarea sin realizar: la construcción del Estado y una puesta
en marcha de un sistema de gobierno que buscaba un equilibrio entre las regiones y un
poder central.

Federalismo ; centralismo – liberales ; conservadores : pares politicos en lucha durante

la primera mitad del siglo XIX en México.

(Portal Académico – UNAM Universidad Nacional Autónoma de México): “ El grupo

conservador compuesto por el alto clero, los militares, los terratenientes y los comerciantes,
optaron por el centralismo como sistema de gobierno porque garantizó la conservación de sus
fortunas y privilegios. Los federalistas, de mentalidad liberal, representaron las aspiraciones de
un nuevo grupo de clase media conformado por: pequeños propietarios y comerciantes,
profesionistas, intelectuales y burócratas”.

El Plan de Iguala. El 24 de abril de 1821, Agustín Iturbide proclamó la independencia

de México presentando el Plan de Iguala: una alternativa política para el México
independiente: la monarquía constitucional en la que un emperador sería elegido entre
miembros de una familia real europea, de preferencia española y un Congreso nacional que
elaboraría la Constitución. Las tareas de Iturbide fueron:

● Remover las tensiones que existían entre las regiones y el centro si se quería
construír un Estado nacional,
● Hacer que las potencias extranjeras y principalmente España, lo
reconocieran como país independiente y soberano.
Se eligió una junta de gobierno compuesta por 38 miembros dirigida por Iturbide, quien se
convirtió en el emperador Agustín I. Su política provocó que distintos sectores empezaran a
hacer evidentes sus diferencias con la misma.

La República. El comandante militar de Veracruz, Antonio López de Santa Anna,

proclamó la República el 2 de diciembre de 1822, y solicitó la reinstalación del Congreso
que Iturbide había disuelto ante el aumento de la oposición. Señaló la importancia del
dictado de una Constitución basada en la religión, la independencia y la unión, principios
que Iturbide habia proclamado en el Plan de Iguala, pero que había traicionado.

El ejército se proclamó en contra de Iturbide definiendo la situación, quien renunció el

19 de marzo de 1823. El Congreso se volvió a reunir para designar un triunvirato formado
por los generales Victoria, Bravo y Negrete. Además, se anuló el Plan de Iguala y los
tratados de Córdoba. Se sancionó en 1824 una constitución federal, donde gobernaban los
Estados. Se dividió al país, cuatro territorios y un Distrito Federal, se estableció la división
de poderes y que la religión sería la católica apostólica romana.

Santa Anna fue electo presidente en marzo de 1833 y convocó a un Congreso para la
reforma de la constitución de 1824. Se elaboró una constitución centralista (que fue
aprobada en 1836) por la cual los estados serían reemplazados por unidades
departamentales y sus gobernadores serían elegidos por el presidente de la República.

Guerra con los Estados Unidos. Hubo algunas regiones en México que se negaron a
aceptar el centralismo de Santa Anna, una de ellas fue Texas. A partir de esto, los tejanos
declararon su independencia. Santa Anna reconoció la independencia de Texas y el Río
Grande como frontera con los Estados Unidos, y en 1845 se desató la guerra entre ambos
países. A raíz de esto, el 2 de febrero de 1848 se firmó un tratado por el cual México
formalizó la pérdida de Texas, Nuevo México y California.

Santa Anna volvería a hacerse con el poder a partir de dos acontecimientos:

● La invasión francesa a Veracruz

● El intento de separación de Yucatán, que se declaró como estado
independiente siguiendo el ejemplo de Texas.
El año 1855 fue un punto de inflexión en la vida política mexicana. Santa Anna se exilió.
Fue nombrado presidente Álvarez, quien formó un gabinete con los liberales radicales entre
quienes se encontraba Benito Juárez en Justicia.

“La Reforma” es el nombre dado a la serie de medidas adoptadas por estos liberales
que tenían su principal enemigo en la Iglesia y sus propiedad. Álvarez decidió renunciar
dejando como presidente sustituto a Comonfort a principios de diciembre de 1855.

La “Reforma”. La nueva Constitución de 1857 incluyó estas leyes de la Reforma.

Todos los ciudadanos eran iguales ante la ley, con derecho a votar y gozaban de plena
libertad. Se declararon los derechos humanos y el principio de inviolabilidad de la propiedad
privada.

En 1857 estalló una revuelta comandada por el general Félix Zuloaga, quien destituyó a
Comonfort y asumió la presidencia. Juárez huyó a Guanajato (Estado de México) y se
proclamó presidente de la República. Así, con la existencia de dos gobiernos se inauguró la
guerra de los tres años, El país quedó dividido:

● Los Estados del Golfo de México y los del norte eran liberales
● El núcleo central del país era conservador
● Yucatán, Michoacán y Zacatecas permanecieron neutrales
Juárez publicó en 1859 un manifiesto que anunciaba una serie de reformas para que
fueran aplicadas en la República liberal: separación completa entre Estado e Iglesia,
supresión de monasterios, noviciados y conventos de monjas, decisión voluntaria de la
propiedad rural, confiscación de los bienes eclesiásticos. Para 1860, se decretó la tolerancia
religiosa total.

En junio de 1861, el Congreso designó a Juárez como presidente, quien más tarde
abandonó la capital y se instaló en San Luis de Potosí (Estado de México).

Maximiliano de Habsburgo, asumió al gobierno como emperador de México en 1864,

aplicando un programa que incluía medidas como la nacionalización y la venta de
propiedades religiosas, la libertad de culto y de trabajo, entre otras. Este gobierno se vio
debilitado en 1866 cuando las tropas francesas se retiraron del territorio mexicano. Sin la
presión militar, se reabrió la guerra civil.

Fin del Segundo Imperio. Las fuerzas liberales derrotaron a las conservadores y
Maximiliano fue vencido, capturado y ejecutado. El triunfo liberal restauró la República,
acabó con el Segundo Imperio mexicano y Juárez gobernó México hasta 1867.

Estructura económica y social. La independencia no había modificado la estructura

económica y social del país. Existían las haciendas (grandes propiedades agrícolas) y los
pueblos indígenas con las tierras comunales. Los trabajadores rurales estaban vinculados
laboralmente con la hacienda por el endeudamiento; es más, en el centro y norte de México
y en Yucatán se aplicaba la servidumbre. Por otro lado, muchos no podían abandonar sus
empleos cuando así lo querían. Las leyes de vagancia lo impedían.

Los indígenas eran reclutados para las milicias a cambio de promesas de mejoras
económicas que nunca se cumplían. Este fue el caso de Yucatán: cuando se proclamó
República independiente en 1838.