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El arco romano

Uno de las más grandes aportaciones a la arquitectura fue el arco, que está presente en casi
toda la arquitectura moderna, fue descubierto y perfeccionado por los romanos. Esta
manera de construir permitió hacer edificios más grandes y distribuir el peso de los muros y
dirigirlo hacia el suelo. Su uso tuvo mucho auge en las construcciones de románico y el
gótico y aun se le ve presente en construcciones modernas como puentes, fachadas y otras
construcciones. Fue usado por los romanos principalmente en puentes y acueductos,
también le encontramos como una forma de ahorrar materiales, para un muro en el que no
es necesario que la mampostería cubra por completo solo se complementa con arcos y el
resultado es un muro más grande que si se hubiera hecho totalmente sólido. De igual forma
el arco es la base por decirlo así de la bóveda, un arco continuo es una bóveda, cosa similar
pasa con la cúpula, donde cada segmento angular de la bóveda es un arco girado sobre su
propio eje. La construcción del Imperio romano que integraba todas estas técnicas de
construcción fueron las “termas” un complejo con muros con arcos, bóvedas y cúpulas de
cuya morfología era usada para controlar las temperaturas del vapor de agua y recrear un
ambiente húmedo, muy común en las termas. Sin duda hay otras edificaciones más famosas
que presentan esta misma integración del arco en su estructura solo por mencionar: el
Coliseo, los arcos de triunfo y las catedrales cristianas ya en la época del imperio bizantino.
Pero los acueductos, puentes dan testimonio de su gran ingeniería y su afán por mostrar su
grandeza como imperio a través de construcciones por todo su dominio, construcciones
que favorecieron su desarrollo económico y cultural.

Via Appia

Otro testimonio de gran ingeniería romana y que además ha sido un gran aporte para la
historia de la humanidad, es la construcción de caminos anchos y rectos, bien planeados.
Hoy día seguimos usando algunas técnicas de construcción de caminos y carreteras, como
la preparación del terreno, la utilización de la graba, el aplanado y la canales de desagüe
paralelas al camino para evitar el encharcamiento, entre otras cosas, sin duda sorprendente
la capacidad y la visión para construir de los romanos. Via Appia, es un camino que
conecta la ciudad de Roma con Brindis, un puerto muy importante en su época. Las
dimensiones del camino son: 7,50 k de longitud y de casi 8 metros de anchura en algunos
tramos. Fue iniciada con la intención de facilitar el acceso de los latinos de Italia del sur
con la capital, de igual forma facilitar el tránsito y comercialización de los productos que
llegaban de medio oriente. Otro objetivo fue le militar, proveer al ejercito romano de
buenos caminos por lo que pudieran desplazarse con facilidad en tiempos de invasión y
llegar con prontitud a defender el territorio. Sin duda un pueblo siempre exige para su
crecimiento buena infraestructura como caminos que faciliten no solo el tránsito sino
también el comercio y la comunicación.

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