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1. Por favor lea con atención el texto “¿Para qué se lee y se escribe en la universidad
colombiana? Un aporte a la consolidación de la cultura académica del país” escrito por Pérez
Abril, M. y Rincón Bonilla, G. (2013) y responda las preguntas: 1, 2 y 3 seleccionando la
opción que responda a lo planteado en cada pregunta.
En este marco, es viable pensar que la crisis de la producción académica y científica está
estrechamente relacionada con la crisis de la lectura y la escritura, pues la academia y la
investigación se desarrollan, fundamentalmente, por medio de la cultura escrita. Este encuadre
posibilita una vía de análisis del lugar que ocupa Colombia en los índices internacionales de
productividad científica y académica, pues, aunque en la última década el país ha avanzado en
producción científica, sigue ocupando un lugar menor. Si bien esta situación es entendible desde
nuestras condiciones de contexto, se requiere investigar qué ocurre con la cultura académica y
¿Para qué se lee y se escribe en la universidad colombiana? las prácticas de lectura y escritura
que se dan en nuestras universidades, como uno de los campos para construir comprensiones al
respecto.
Como detallaremos más adelante, en la tradición investigativa de nuestro país muy pocas
investigaciones intentan comprender los factores pedagógicos y didácticos que explican los modos
de leer y escribir de los universitarios, como lo señaló un estado de arte reciente sobre investigación
en educación en Colombia, adelantado por el Instituto Colombiano para la Evaluación de la
Educación, ICFES; Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación, Colciencias;
Sociedad Colombiana de Pedagogía, SOCOLPE (Henao & Castro, 2000). La situación en
Latinoamérica es similar (Carlino, 2004b). La tendencia dominante ha consistido, básicamente, en
comprender el fenómeno desde el análisis de los procesos cognitivos de los estudiantes o de
factores asociados a la lectura y a la escritura.
Pregunta 1.
Pregunta 2.
Pregunta 3.
Es sabido que hay muchas formas de leer. Desde la lectura placentera, muy cercana al
divertimento, hasta aquellas otras académicas, altamente regladas y metódicamente rigurosas.
Hay lecturas que se pueden saciar con una ojeada y hay otras que obligan a la relectura y a una
concentración parecida al ensimismamiento.
También, es cierto que la lectura no depende únicamente del papel de los ojos o de la
percepción. Es una actividad más compleja, en la que intervienen la memoria, el capital cultural
y la imaginación del lector. En este sentido, la lectura es una operación superior del
pensamiento, aunque parezca algo inmediato o espontáneo.
Otro, asunto bastante conocido es la dimensión histórica de la lectura. Las prácticas lectoras
han cambiado con el tiempo y han sido afectadas por los desarrollos económicos o
determinados avances tecnológicos. En consecuencia, ni siempre se ha leído como se lee hoy,
ni se han utilizado los mismos soportes, ni ha habido en todas las épocas los mismos
destinatarios
Una, de esas prácticas ha sido la lectura escolar. Me refiero a un proceso centrado en enseñar
a decodificar unos signos y lograr desentrañar su significado. Y aunque en algunas ocasiones
esa labor la podía hacer la familia, lo cierto es que fue encomendada especialmente a la
institución escolar. En este espacio, mediante ciertos útiles y siguiendo particulares rituales, se
le confió a los maestros el vital objetivo de educar a niños y niñas en la lectura…
(…) Aquí, valdría advertir, de una vez, una aspiración esencial de este propósito escolar de
enseñar a leer: consistía en proveer a los más pequeños de un equipamiento vigoroso con el
fin de que en el mañana pudieran leer sin dificultad variedad de textos; y, además, ofrecerles
una bandera de liberación a las muchas esclavitudes provenientes del analfabetismo. Dicho
ideal no sólo contribuía a una mejor socialización, sino que creaba un ambiente adecuado para
asumir una tradición y participar de las grandes obras literarias. El que sabía leer, entonces,
tenía en sus manos un pasaporte para mirar el pasado y ejercer su libertad de opinar,
controvertir o recrear la cultura expresada en el lenguaje.
La lectura crítica hizo eco de los estudios y las propuestas modernas de revisar los credos
absolutos y las ideologías totalitarias; asimiló los métodos del marxismo y el psicoanálisis; tomó
para sí las categorías fundantes de la lingüística al igual que las herramientas de desmonte de
la semiología. La lectura crítica miró con ojo de relojero los enmascaramientos del poder en
todas sus manifestaciones; hizo arqueología de las formas de dominación. Pero, en especial, a
partir del análisis textual y las funciones del discurso, volvió visible lo que antes parecía opaco
o impenetrable. La lectura crítica es un legado de los maestros de la sospecha.
El autor desarrolla de una manera breve pero precisa la diversidad de formas que existen para
leer desde una forma placentera y tranquila hasta una forma académica y rigurosa que se
constituye en la base del trabajo académico a niveles de Maestría y Doctorado. La lectura desde
estas dos visiones pasa desde la simple percepción visual, hasta procesos más complejos que
involucran la memoria, el capital cultural que hace referencia a la capacidad del ser humano
para cultivarse y a la imaginación del lector.
También se plantea que las prácticas de lectura han evolucionado a lo largo de la historia influida
por las distintas etapas del desarrollo económico y de los avances económicos de cada época
historia. Esta característica ha hecho que la lectura no haya sido constante a lo largo del tiempo
y que sus destinatarios y métodos vayan cambiando adaptándose a cada uno de estos cambios
históricos.
Con respecto a la lectura escolar, el autor plantea que la escuela tiene la misión inicial de
enseñar acerca de la decodificación de signos y la comprensión de su significado. Luego de
esta etapa inicial, la educación la lectura se convierte luego en herramienta esencial para los
procesos de socialización, tradición y participación en la cultura literaria. El autor sigue hacia el
concepto de lectura crítica que se da principalmente como herramienta de teorías como el
marxismo, el psicoanálisis y la lingüística. Aquí la lectura crítica se convierte en herramienta de
poder y a los lectores como personas con perspicacia y sospecha por todo lo que les rodea.
Desde esas perspectivas históricas el lector crítico se convierte en un ser muy importante por el
uso de la razón, la mayoría de edad y la conciencia reflexiva.
Como conclusión, se puede afirmar que es importante repensar la lectur a como una actividad
compleja que trasciende la comprensión de signos y y significados, para llegar a la lectura crítica
que permite entender y cuestionarse acerca de los contenidos explícitos y ocultos en los textos.
3. Elabore un texto explicativo en el cual plantee las razones y las expectativas que lo
motivan a solicitar el ingreso a la maestría en Educación en la Universidad del Tolima.
La docencia nunca ha sido una profesión sencilla, el camino es largo y los desafíos son muchos.
Uno de los retos que tenemos como docentes es capacitarnos continuamente en nuestras áreas
disciplinares, no solo en las TICS y las aulas virtuales; sino en cómo motivar a los jóvenes actuales,
cómo adaptarse al mundo globalizado, entre otras cosas. Por eso, muchos elegimos seguir una
Maestría en Educación. Unas de las razones para estudiar la Maestría en Educación, es mejorar
los métodos de enseñanza-aprendizaje en las matemáticas, especialmente en estadística; ya que
no se le presta una gran importancia en la práctica, y los estudiantes ven los conceptos y aplicación
de una forma difícil. Según el autor Ramos (2019), se plantea que muchos docentes desconocen
“modelos de enseñanza que favorezcan el aprendizaje de la estadística” (p. 69). Además a la
estadistica no se le presenta la importancia como a la aritmética o geometría.
A diario, los estudiantes están recibiendo información a través de diferentes fuentes informativas
como periódicos, noticieros de televisión, redes sociales y hasta en establecimientos públicos es
común encontrar grandes pantallas que presentan la información en tablas y gráficos, siendo
necesario que los ciudadanos sean capaces de comprenderla y usarla. De esta manera, la
estadística no solo tiene el objeto de ayudar a mejorar el razonamiento estadístico de cada
ciudadano, sino que también puede apoyar la toma de decisiones en situaciones de la vida
cotidiana.
Referencia bibliográfica