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NO

CUERPO

NO
LUGAR
EL DESTIERRO 1. BOGOTÁ: LA CIUDAD MÁS
DE LA IDENTIDAD VIOLENTA CON LAS CIUDADANÍAS
Y LA NEGACIÓN HABITANTES DE CALLE
DEL DERECHO A “El pan de cada día allá era ver un muerto,
LA CIUDAD a las 6 de la mañana, a las 7 de la mañana,
al mediodía había otro muerto, a las 5 de la
tarde otro muerto, por la noche otro muerto.
Entonces eso era el pan de cada día.” 10
En la cita que aparece al inicio del capítulo
Roberto ilustra la desgarradora realidad de
violencia homicida contra habitantes de
calle en la L. Como Roberto, muchos otros
habitantes de calle que habitaban el lugar, no
solo fueron testigos de homicidios, actos de
tortura y desaparición forzada de esta población
cometidos por actores armados al margen de la
ley, sino que además fueron víctimas directas
de estos atroces actos. Después de escuchar
este y otros testimonios, el equipo de Temblores
ONG decidió nombrar a la L como una zona de
conflicto porque, tras varias conversaciones,
encontramos múltiples elementos que, a la luz
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de estas violencias, como se verá más adelante,
Roberto, mayo de 2018. Entrevista semi-estructurada
realizada por Temblores ONG. Los Nunca Nadie: Temblores figuran como constitutivos de realidades de
ONG. Transcripción: Temblores ONG. conflicto armado.

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En los últimos 11 años, mientras que Medicina Legal registró 658 homicidios
cometidos contra habitantes de calle, la Fiscalía y la Policía Nacional registraron
1.175. Si bien en una gran porción de escenarios comunitarios y de la calle existe
un alto grado de desconfianza hacia el censo de habitantes de calle, para poder
realizar un análisis de estos datos, tomamos como referencia el censo realizado
por el Dane a esta población en Bogotá en el año 2017. En ese momento, que
es el año de cierre del corte de 11 años que se ha presentado a lo largo de
este informe, se registraron 9.538 habitantes de calle en Bogotá. Eso quiere
decir, entonces, que si tomamos las cifras entregadas por Medicina Legal y las
comparamos con las del Censo de habitantes de calle, encontraremos que, en
los últimos diez años, 70 de cada 1.000 habitantes de calle fueron asesinados.
Si realizamos el mismo ejercicio con los datos de la Policía Nacional y la Fiscalía,
en contraste con los del censo, encontraremos que, en los últimos diez años,
123 de cada 1.000 habitantes de calle fueron asesinados. Estas altas tasas de
homicidios representan el temeroso panorama de violencias constantes en el
que habitan las ciudadanías de calle. Reiterando lo que ya se había mencionado
en el capítulo 1 recordamos que Bogotá al igual que Antioquia y Valle del Cauca
son los tres epicentros de esta violencia en contra de habitantes de calle. Ahora
bien, justamente cuando comparamos las tasas generales de homicidio de
estos 3 departamentos encontramos que la de Bogotá es la más baja. Sin
embargo con el tema de habitantes de calle ocurre el caso contrario en los datos
presentados por Policía y Fiscalía. Este asunto adquiere una mayor dimensión
de alarma para la capital pues ocupa el primer lugar de las tres regiones con
1175 homicidios contra habitantes de calle.

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Ahora bien, los datos acerca de la violencia física notable presencia sobre el espacio es más
en Bogotá son preocupantes por la continuidad complejo que las dinámicas que se intentaron
en los altos índices de violencia física en atacar con la intervención que tuvo lugar allí
contra de esta población. Medicina Legal en la primera década del 2000. En efecto, la
reportó 7.868 hechos de violencia física contra presencia constante de las Fuerzas Armadas,
habitantes de calle. Es decir, en los últimos como forma de toma y retoma del espacio,
diez años, 825 de cada 1.000 habitantes de funciona a través de precisos mecanismos
calle fueron violentados físicamente. La Policía performáticos para estatalizar el lugar. Así, su
Nacional y la Fiscalía, por su parte, registraron presencia en el espacio, el ruido que generan sus
988 hechos de violencia física en contra de instrumentos musicales y sus cantos militares
habitantes de calle. Es decir, en los últimos diez recuerda a las ciudadanías habitantes de calle
años, 103 de cada 1.000 habitantes de calle que están siendo vigiladas, que el control sobre
fueron violentados físicamente. ese territorio lo tiene el Estado y que aquel no es
un lugar habitable para ellas. Algo similar ocurre
Las políticas de recuperación del espacio con los mecanismos policivos: en motos, suelen
público, así como los planes territoriales rodear el sector, requisar constantemente a las
que se proponen regular el suelo, se han personas habitantes de calle que se encuentran
enfocado en construir modelos de ciudad que en el lugar y, en ocasiones, esas requisas se
se fundamentan en el embellecimiento, en la tornan violentas. El caso de Uriel Duque, un
construcción de espacios para su reapropiación cachivachero que trabaja en el Parque Tercer
por parte de otras ciudadanías y en la expulsión Milenio y que fue brutalmente golpeado y
de ciertas identidades de la ciudad, como violentado psicológicamente por agentes de la
lo son las personas habitantes de calle. Así, policía, sirve para ejemplificar las maneras como
resulta común encontrar que las zonas que han los operativos policivos de retoma del lugar-
sido intervenidas por medio de la aplicación intervenido generan violencia sobre los cuerpos
de políticas de recuperación del espacio son y las vidas de las personas que viven en la calle.
constantemente vigiladas por las fuerzas
policivas del Estado. El Parque El Tercer Milenio
no es la excepción: por sus prados, por sus
El texto que se presenta a continuación para este estudio de caso
canchas de fútbol y por sus caminos marchan fue tomado de los hechos de la tutela presentada por Uriel en
cotidianamente, al son de las tamboras, las busca del amparo de sus derechos fundamentales.
fuerzas del ejército. El efecto que produce su

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YO LO PUEDO CARGAR CON
DROGA Y ¿A QUIÉN LE VAN A
CREER: A USTED, O A MÍ?
“Mi nombre es Uriel Duque, tengo 59 años, soy
reciclador y trabajo como cachivachero en el centro
de Bogotá. El día 5 de junio de 2018, en horas
de la mañana, me encontraba en mi negocio de
cachivaches, en el parque Tercer Milenio. Llegaron
en moto dos agentes de policía al lugar en el que
me encontraba trabajando, me solicitaron una
requisa y me obligaron bajarme los pantalones en
la vía pública. Al no encontrar nada, me pidieron
la cédula. Sin ninguna explicación, los agentes de
policía me informaron que me esposarían y que
me conducirían al CAI de Mártires, en el cual se
encontraban 4 agentes más. Luego, los dos agentes
llevaron al CAI a un compañero mío. Nos llevaron
a un baño del CAI, separado de donde estaban
todos los demás agentes y detenidos.

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Después, llegaron los mismos dos agentes y me En la noche, me condujeron a un calabozo, y
requisaron por segunda vez. En esta ocasión, me quitaron cinco mil pesos que tenía entre un
además de pedirme que me bajara los pantalones, zapato diciendome “perdió cucho”. En seguida, el
también tuve que quitarme los zapatos y la mismo agente que he venido señalando, comenzó
chaqueta. Uno de los agentes me dijo - “Yo lo a golpearme y a gritarme diferentes insultos. Sin
puedo cargar con una libra de marihuana y ninguna justificación, tomó su arma, me apuntó
bichas y a quién le van a creer: ¿a usted, o a y me tumbó nuevamente. En esta ocasión, me
mí?” Otro agente dijo: “métale más marihuana dio una gran cantidad de patadas en el estómago,
y bichas11 que ahí hay una caja”. Un agente en las costillas y en las piernas que me causaron
tomo mi chaqueta y confiscó 40.000 pesos; muchísimo dolor y me dejaron hematomas en el
rasgó su tela interior con una navaja y metió la cuerpo. Poco después fui dejado en libertad, y
mano por dentro de esta para cargarme con unas desde ese momento no he vuelto a ubicarme en el
papeletas de basuco que tenía en su mano. Todo Parque Tercer Milenio por miedo a las represalias y
esto ocurrió delante de los demás agentes que se al la violencia de los agentes de policía.”
encontraban en el CAI.
En la tarde, nos trasladaron en una patrulla de
la policía a la URI de Puente Aranda. Con mi
compañero empezamos a protestar y a reclamar,
que nos habían cargado con basuco y que nos
habían violentado físicamente. En ese momento,
uno de los agentes que me detuvo me tiró
contra la pared y me apretó más las esposas.
Me tiró contra el suelo, se ubicó encima de
mí, y me agredió verbalmente. Me pisaron
en la cabeza y en la barriga y los agentes
repetían: viejo gonorrea lo vamos a matar, no
pude controlar mis esfínteres y defequé en mis
pantalones. Intentando defenderme le di un
Un bicha se refiere a la forma en que es conocido el
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mordisco al agente de la policía. basuco en las calles bogotanas.

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El texto anterior fue tomado de la tutela que
interpuso Uriel en busca del amparo de sus derechos 2. LAS GEOGRAFÍAS DEL DOLOR: CARTOGRAFÍAS
fundamentales: habla desde su voz, en primera persona, URBANO-CORPORALES DE LA VIOLENCIA POLICIAL
ante una audiencia judicial en busca de la justicia y la
reparación de los daños que le ocasionó la violencia “Muchas veces llegaron y nos trataron re mal, re mal, dizque la
policial. Su caso no es único: es la realidad de cientos ley, ¿no? los policías. Nos trataron re mal, nos daban duro, como
de habitantes de calle que se enfrentan diariamente a si fuéramos hombres, nos les importaba. Inclusive hubieron
tratos crueles, humillantes y violentos en razón de su cámaras de televisión, en CityTV, algunas programadoras, pero
identidad y sirve para ilustrar las distintas etapas de la nunca pasaron lo que nosotros decíamos porque hubo un
violencia policial. Por lo general, como lo ilustra el caso, operativo que hicieron muy brusco, que, uy, a mí me dieron tres
a los procedimientos de requisa a un habitante de calle veces durísimo los policías. En la cabeza, en el estómago, con
los antecede un ejercicio policivo de vigilancia y de esos bates y bueno. Tres veces. Y me tumbaban, y cogía y venía
perfilamiento. Esas requisas, como en el caso de Uriel,
el otro y volvía y me tumbaba, y luego el otro también y me
en una gran cantidad de casos, concurren en prácticas
tumbaba.” 12
humillantes y denigrantes (como el desvestimiento del
requisado en las vías públicas), en tipos de violencia Esta cita ilustra la realidad de cientos de habitantes de calle que a diario,
física (como golpes, patadas, puños y bolillazos) y en en Bogotá, son víctimas de las agresiones físicas de agentes de la fuerza
formas de amenaza y manipulación psicológica (a través pública. Las personas habitantes de calle, por su constante permanencia
de falsas acusaciones penales). en el espacio público, son desproporcionadamente afectadas por la
violencia policial: todas las personas que entrevistamos, en algún
El caso de Uriel, de igual forma, demuestra cómo las momento de su vida, habían experimentado prácticas de violencia
autoridades policivas utilizan los aparatos de justicia para policial. La metodología cualitativa que implementamos a lo largo del
intimidar, discriminar y criminalizar a las identidades proceso de investigación se centró en establecer rigurosamente cómo
habitantes de calle. Esta última, si bien no aparece como opera la violencia física por parte de la policía en los contextos de calle.
una forma de violencia física propiamente, debe ser Así, a partir de un ejercicio de cartografía espacio-corporal pudimos
entendida de esta manera a la luz de este capítulo, no determinar, por un lado, las zonas del cuerpo en las que se ejerce la
solo porque en la práctica se encuentra atravesada por violencia policial y, por otro, los lugares de la ciudad en los que las
formas de violencia física, sino porque las detenciones personas habitantes de calle han sido violentadas.
arbitrarias, la limitación del derecho a la libre locomoción
y la privación de la libertad operan sobre los cuerpos 12
Carmenza, mayo de 2018. Entrevista semi-estructurada
con el propósito de esconderlos, de castigarlos y de realizada por Temblores ONG. Los Nunca Nadie:
Temblores ONG. Transcripción: Temblores ONG
eliminarlos: de limpiar la ciudad.
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1. Traslado por protección. proceso penal y en tiempos de retención
2. Retiro del sitio. en los Comandos de Acción Inmediata (en
3. Traslado para procedimiento policivo. adelante CAI) antes de llevar al habitante de
4. Registro. calle a los centros de traslado por protección.
5. Registro a persona. Estos vacíos legales se prestan para la
6. Registro a medios de transporte. arbitrariedad y han permitido el uso excesivo
7. Suspensión inmediata de actividad. y desmedido de la fuerza.
8. Ingreso a inmueble con orden escrita.
9. Ingreso a inmueble sin orden escrita. La violencia opera por fuera de los
10. Incautación. mecanismos policiales de contencióna
11. Incautación de armas de fuego, no través de la dotación de los agentes, como
convencionales, municiones y explosivos. el bolillo. El mapa corporal desarrollado
12. Uso de la fuerza. durante el ejercicio de cartografía muestra
13. Aprehensión con fin judicial. cómo el estómago y el cuello, al igual que
14. Apoyo urgente de los particulares. manos y muñecas, son zonas frecuentemente
15. Asistencia militar. afectadas por los agentes por medio
de patadas, puños, golpes con bolillo y
Los patrones que encontramos en la manera Tras una lectura de los artículos referentes al descargas eléctricas. ambién encontramos
como opera la violencia policial sobre el cuerpo traslado por protección (155) y al uso de la que los ciudadanos habitantes de calle son
de las ciudadanías habitantes de calle demuestra fuerza (166) es necesario resaltar la preocupante golpeados en las canillas y las pantorrillas
que los agentes perpetradores han desarrollado ambigüedad frente al contexto en que se puede para limitar su movilidad.
técnicas que se sitúan dentro de la legalidad, como acceder a estos mecanismos y a los límites de
esposarles. Como muestra la imagen, las manos y la actividad policial en ellos. En primer lugar,
las muñecas aparecen como una de las zonas del el código no tiene especificaciones frente a los
cuerpo sobre las que más se ejerce la violencia. mecanismos de restricción o fuerza que la policía
Los agentes suelen apretar las esposas de más y puede usar y en qué contextos se usa cada cual
tronchar los dedos a los habitantes de calle. (uso de esposas, bolillos, etc.). Y en segundo
lugar, es notable la ausencia de disposiciones
El Código de Policía establece como medios legales que hagan referencia a la retención de
materiales a los siguientes mecanismos que están documentos, la conducción sistemática a centros
designados para el desarrollo de la función y la de traslado por protección y en qué momentos
actividad policial: estas conducciones sistemáticas derivan en un

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CIUDAD
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CUERPO
Los resultados que arrojaron las cartografías Estado, son un no-cuerpo que ocupa un no-lugar. de las políticas de recuperación del espacio
corporales revelan la compleja estructura de Ahora bien, es necesario observar cómo estas es que crea escenarios de violencia social y
discriminación en contra de esta población y el prácticas de violencia policial se inscriben en policial porque su aplicación se fundamenta en
círculo de violencia en el que se se sitúa. Como lugares específicos de la ciudad. Durante las las premisas de limpiar la ciudad, de demoler
se mencionó anteriormente, esta es una de sesiones de cartografía social, encontramos que ciertos espacios y de realizar procesos de
las poblaciones más afectadas por la violencia Los Mártires, La Candelaria, Santafé, San Cristobal transformación socio-espacial que carecen de la
policial y por la negación sistemática del derecho y Usaquén son las localidades en las que las intención de construir memoria sobre el lugar.
a la ciudad. Ese círculo de violencia, revela cómo personas habitantes de calle de Bogotá sufren Tal es el caso de la L, llamada Bronx por el Estado,
las prácticas de la policía están encaminadas a más violencia policial. De igual forma, pudimos en donde, dos años después de su intervención,
limitar la movilidad de las ciudadanías habitantes determinar que la violencia policial experimentada la Alcaldía Distrital instaló un festival llamado El
de calle y su permanencia misma en la ciudad. por los habitantes de calle de Bogotá, se inscribe Bronx Está de Moda, que pretendía resignificar
Así, la negación del derecho a la ciudad no principalmente dentro de barrios específicos: el esa zona de continuas violencias y de múltiples
solo opera a través de expulsiones constantes Voto Nacional, el Ricaurte, Eduardo Santos, La experiencias del dolor a través de pasarelas de
y desplazamientos forzados de los lugares de Capuchina, San Victorino, Comuneros, Veraguas moda, conciertos y ferias de artesanías.
la ciudad, sino a través del ejercicio de limitar la y San Bernardo aparecen como escenarios
movilidad de estas ciudadanías a determinados configurativos de la discriminación de la identidad Durante ese “festival”, nuestro equipo de campo
espacios. de habitante de calle y de la negación del derecho realizó un recorrido que buscaba generar
a la ciudad. No es una coincidencia que tales memoria histórica sobre el territorio y que fue
Muchos de los lugares donde ocurre la violencia barrios sean percibidos como los más violentos guiado por Manuel, autor de este informe, y
policial son también lugares de intervención por parte de las ciudadanías habitantes de calle. Guillermo, un habitantes de calle que había
estatal ligados a discursos oficiales que incitan Por el contrario, resalta como otro ejemplo que habitado la L. Así, por un lado, escuchábamos
a “limpiar el espacio público”. Este discurso demuestra que la implementación de políticas a Manuel y Guillermo narrar las terroríficas
higienista que permea las políticas del uso del para el remodelamiento del espacio, como las historias de violencia de la L y, por otro, a un
suelo termina convirtiendo a estos lugares en zonas aplicadas en los sectores de San Victorino, la funcionario de chaqueta azul de la Alcaldía que
de desplazamiento permanente. Las personas que Capuchina y San Bernardo, y las intervenciones invitaba a los asistentes a observar la pasarela
habitan la calle encarnan una constante lucha por estatales de retoma, como las del la L y el Tercer de modas. Ambas narrativas nos permitieron
poder ocupar un territorio y, por consiguiente, no Milenio, en el Voto Nacional, o las de San Bernardo entender la complejidad del lugar y los procesos
solo se les niega sistemáticamente el derecho a y Veraguas, han excluido a la ciudadanía de su distintos de producción del espacio: las voces
vivir en un espacio de la ciudad, sino que también diseño porque que han tenido como premisa la de los habitantes de calle lo resignificaban a
se les prohíbe la construcción de su identidad e, eliminación de ciertas identidades, como la de través de la memoria en narrativas colectivas,
indefectiblemente, ello concluye en la negación habitante de calle, del espacio público. y el Estado, por su parte, ignoraba las historias
constante de su cuerpo como territorio: para el Como se ha visto, uno de los problemas centrales locales para construir otra historia desde cero.

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Demoler un lugar que fue (y sigue siendo) policiva, produce efectos sociales que refuerzan las
escenario de múltiples violencias y montar una estructuras de discriminación y exclusión social en
pasarela de moda para su resignificación, sin contra de las personas que allí habitaban13. Basta
contar con la participación de las personas que con detenerse y observar cómo el Estado antes de
lo habitaban, representaotra forma de retoma intervenir a la L decidió nombrarla como El Bronx
estatal que se configura por medio de aparatos y, con ello, garantizó la legitimidad del uso de
sociales tan represivos como los policiales. Lo sus fuerzas armadas para intervenirla. Al nombrar
anterior, como resultado de un método de a un lugar de la ciudad utilizando la palabra
comprensión del territorio limitado, por cuanto Bronx se incita a la ciudadanía a pensarlo como
no se propone entender la estructuralidad de las eliminable y destructible (y a los cuerpos que lo
problemáticas de violencia y criminalidad que habitan como prescindibles y matables14 ) porque
allí, hoy por hoy, siguen operando. pone en marcha todo un conjunto de aparatos
discursivos15 racistas que recuerdan a las conocidas
Por su parte, recorrer el lugar y nombrarlo desde problemáticas asociadas al distrito del Bronx, en la
las voces propias y desde la pluralidad de sus ciudad de Nueva York. Es por ello que a lo largo
narrativas no solo representa una manera de de este informe, el equipo de Temblores utilizó el
generar prácticas colectivas de memoria, sino nombre la L para referirse a ese lugar: para hablar
que se configura como un método que explora desde su memoria urbana y no desde el discurso
la multilocalidad del espacio y ello permite estatal que terminó en una violenta intervención
entender sus múltiples problemáticas. Pensar armada; para hablar desde la multilocalidad y no
este como un lugar multisituado, por lo tanto, desde la excepcionalidad.
ayuda a entender que las problemáticas de
narcotráfico, sus altísimos índices de criminalidad
y de violencia no son elementos aislados de la
realidad del país sino que, por el contrario, son
el producto de las dinámicas nacionales que,
una vez localizadas allí, responden a los patrones
fijados en escalas más globales. Salta a la vista 13
Rodman, M. (1992). “Empowering place: multilocality and
multitivocality”. American Anthropologist N.o 94: 640-656.
que eliminar una olla no elimina el problema 14
Agamben, G. 1998. Homo Sacer: Sovereign power and
del narcotráfico, pero es poco visible que los bare life. Stanford, CA: Stanford University press.
discursos estatales que configuran un lugar 15
Althusser, L. Ideología y aparatos ideológicos del Estado.
como la L, en un sitio intervenible por la fuerza Freud y Lacan, Nue- va Visión, Buenos Aires, 1988.

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