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Un cerebro luminoso nos lleva unidos en la danza de la vida – unidos a los que pronto serán siete
mil quinientos millones de nuestra especie. La inmensidad del espacio es nuestro hogar. Cuando nos
damos cuenta de la inmensidad de nuestro universo exterior e interior, se abre la puerta a la libertad. Las
preocupaciones y los conflictos se reconocen en su verdadera insignificancia, las emociones son más
fáciles de transmutar y en el caos del mundo mantenemos la paz y la dignidad.
– La libertad empieza ahí, donde despertamos en nuestro ser energético cósmico.
Inlakesch
Yo soy otro Tú
Así, como alma infinita, todos juntos, cada uno en su singularidad, formamos una unidad. En
esto somos el espíritu único, el silencio mismo. Paradójicamente, en este estado consciente,
cuando lo hemos alcanzado, estamos al mismo tiempo inmersos en el espíritu del todo.
Entonces despertamos en nuestro verdadero ser, en la esencia pura, en un estado que no se
puede describir.
El camino de la conciencia humana conduce, por tanto, por un lado, a reflejarnos
conscientemente en todos los seres y, por otro, a través de la integración de las partes internas
humanas de nuestra personalidad, a entrar en la unidad de nuestro ser energéticamente más
profundo. Esto también incluye tomar conciencia y explorar - en una expansión cósmica
expandida en el corazón - las partes arquetípicas galácticas del alma, que están plegadas en
nuestro ADN (también llamadas Semillas Estelares).
Lo que estamos viviendo ahora en el caos del mundo con las diversas guerras, la contaminación
del medioambiente, la enorme manipulación de los medios de comunicación y las facciones
divididas por todas partes no es una lucha entre el bien y el mal, la luz y la sombra o la derecha
y la izquierda. Es una lucha interior entre el yo ilusorio que utiliza todo para no sentir su vacío,
su soledad y otros estados emocionales del ego, y el yo profundo, esencial, despierto. En
realidad, no se trata tanto de una lucha como de una rendición a la intuición y a la guía interior
del espirito que surge del silencio. Esta rendición aprenderemos y trabajaremos en las sesiones
de este ciclo de seminarios.
En los fines de semana queremos intentar, experimentar, percibir e integrar en la vida la fusión
de un Yo unificado con la unidad directa de Todo-lo-que-hay. En las sesiones, el objetivo
principal es crear un acceso directo a nuestro verdadero y amoroso Ser.
El seminario Despertar a la vida tendrá lugar en diferentes fines de semana 6 veces a lo largo
de un año.